Вы находитесь на странице: 1из 1

16 E L M U N D O, D O M I N G O 5 D E M A R Z O D E 2 0 0 6

E U S KA D I

IDOIA ARRAIZA
SAN SEBASTIAN.– La curiosidad
de centenares de americanos por
Rastreadores en busca grama cada vez que llegaba a su
consulta alguien que tenía un ape-
llido vasco», rememora el coordi-

de los orígenes
conocer sus raíces vascas se ahogó nador. Para facilitar la tarea,
demasiadas veces en el Oceáno EuskoSare trabaja con una oficina
Atlántico. Esta barrera infranquea- en Argentina, aunque todas sus so-
ble de distancia y olvido se ha in- licitudes se hacen a través de su
terpuesto en medio de muchas fa- página web (www.euskosare.org).
milias que buscan una identidad El programa EuskoSare, promovido por Eusko Ikaskuntza, ha
perdida. Una frontera física que unido, en sus cinco meses de vida, a 23 familias que quedaron 50 familias al año
EuskoSare se encarga, desde hace
cinco meses, de superar. Sólo ne- separadas por la emigración al otro lado del Atlántico El objetivo de Bustillo es localizar
cesitan el nombre y apellido del fa- unas 50 o 60 familias al año, para
miliar perdido para activar un dis- llegar a tener bases de datos de
positivo de búsqueda que rastrea a de permiso a la familia para mos- porque «sospechan sobre temas generación más, o buscar a través 500 familias, con las que facilitar
través de los árboles genealógicos trar sus datos personales. «La pri- de herencias». «Con eso no hay de la familia política, pero no es lo búsquedas posteriores. Por el mo-
de todo el País Vasco. mera comunicación entre los pa- ningún problema, porque habla- correcto», señala Bustillo. mento, los investigadores han uni-
El programa de reencuentro fa- rientes suele ser postal, a veces in- mos de lazos muy lejanos, y es El programa de búsqueda de los do a 23 familias, el 40% de ellas de
miliar de EuskoSare, promovido cluyen fotografías para demostrar gente que no quiere dinero», acla- antepasados, gratuito, es cada vez Navarra, el 28% de Bizkaia, el 24%
por Eusko Ikaskuntza, la Sociedad su relación. Ahí nosotros desapa- ra. No siempre la búsqueda termi- más conocido, sobre todo en los de Gipuzkoa y el 4% de Alava. Só-
de Estudios Vascos, ayuda a que recemos», relata. na en un reencuentro. Hay veces países de Sudamérica, a través del lo se han conocido personalmente
centenares de familias sudameri- El programa no compromete a que, a causa de las guerras o de boca boca. dos, pero el resto mantiene una re-
canas encuentren a los descen- nadie y aunque no es habitual que otros desastres, desaparecieron «Una vez trabajamos para un lación a través de las cartas, con
dientes en Euskadi de las personas una familia rechace el contacto, familias enteras. médico, que nos dijo que animaba las que tratan de recuperar el
que conocen a través de historias suele haber algunas reticencias, «Queda el recurso de subir una a sus pacientes a entrar en el pro- tiempo perdido.
de sus padres o de viejas fotogra-
fías de color salmón. Jon Bustillo y
Maite Iturre, los coordinadores del
proyecto, tratan de atender las 150
solicitudes de personas que quie-
ren retroceder varios escalones en
la historia de su apellido.
«Los que demandan contacto fa-
miliar son gente de 60 a 80 años,
nietos de emigrantes, que tienen
un vago recuerdo de Euskadi. Se
niegan a perder el legado cultural
y quieren reenganchar a su fami-
lia», aclara Bustillo.
Concretamente, un 90% de las
solicitudes proceden de la diáspo-
ra, según explica. Aunque el por-
centaje de vascos que emigraron a
Uruguay es mayor, una gran canti-
dad de solicitudes provienen de
Argentina, el país que recibió una
mayor afluencia de migraciones.
Lo demuestra su elevado número
de centros vascos, donde los ar-
gentinos aprenden euskara y se in-
forman sobre una tierra que sien-
ten como propia.
La búsqueda se inicia cuando se
ponen en contacto con este progra-
ma a través del mail o del correo
postal. «Pedimos unos datos míni-
mos para trabajar, el nombre com-
pleto del abuelo, bisabuelo, tío o
cualquier otro familiar que se bus-
que, la relación familiar y la locali- La argentina Angeles de Martina, en el centro de la imagen sosteniendo a un bebé, con sus hijos y nietos, posa junto a su familia. / EL MUNDO
dad a la que pertenece, o algo
aproximado», indica el coordina-
dor. A partir de ahí, todo queda en
sus manos. «Mis abuelos no viajaron a la tierra del olvido»
Proceso laborioso
Remueven el País Vasco y Navarra
Aunque su pasado quedó oculto por la separación de sus padres, la argentina Angeles
hasta encontrar una partida de na- de Martina ha buscado durante toda su vida a sus antepasados, originarios de Elgoibar
cimiento que corrobore esos datos.
Se sirven de cualquier fuente de in-
formación: registros eclesiásticos
y civiles e historias familiares. «Es I. A. gentina que reside en el Chaco, no es verdad. Ellos no se olvida- traron también a los Echeverría».
un proceso muy laborioso, pero SAN SEBASTIAN.– Angeles de una árida provincia al norte del ban, lo que pasa es que no podían La doble noticia fue recibida
que engancha. Trabajamos al con- Martina guarda su pequeño cua- país, fue descubriendo que sus ni escribir una carta». con incredulidad. A Angeles le fal-
trario que los genealogistas, pero derno como si fuera un tesoro. En- abuelos eran de la localidad gui- Sus abuelos llegaron a Argenti- tó tiempo para escribir dos cartas,
usando sus técnicas, y muchas ve- tre sus páginas encierra la búsque- puzcoana de Elgoibar. na sin saber hablar castellano, en las que metió varias fotogra-
ces tenemos que viajar por los pue- da, durante toda su vida, de las raí- Sólo cuando Angeles conoció a aunque lo aprendieron después. A fías. Sólo recibió noticias de los
blos vascos y escuchar lo que nos ces vascas de sus abuelos, a los su madre, y después a sus tías, pu- sus hijos, en cambio, no les ense- Altuna. «Me contestaron un mail y
cuentan sus mayores», aclara. que no conoció nunca, pero de los do saber que Manuel Altuna y Ma- ñaron euskara. La nieta se rebela a otra carta, y dijeron que un miem-
En ese proceso, cualquier dato que tuvo constancia desde los nuela Echeverría procedían de di- que esta lengua se borre de su fa- bro de su familia se parecía mucho
es esencial. Una profesión equivo- ocho años. A los 68, esta argentina ferentes caseríos, que se conocie- milia. Se ha apuntado a un curso a mí», recuerda.
cada o un apellido mal escrito pue- se enorgullece de «ser hija y nieta ron y se casaron en Argentina y en un centro vasco que ella misma Angeles ha centrado todos sus
de dar al traste con semanas de de emigrantes». Y reclama con sa- que tuvieron cinco hijos, uno de fundó hace diez años y no pierde esfuerzos en llenar el vacío que le
trabajo, pero a la vez, cualquier de- tisfacción el origen de su promi- ellos, la madre de Angeles. Con lo la esperanza de aprender «a escri- dejaron los secretos de su familia.
talle insignificante puede ser una nente nariz y de su altura como un que le contaron, pudo hilar todos bir dos renglones seguidos». Ha estudiado la migración a Ar-
pista reveladora: «No hay una resto de su identidad vasca, ocul- los datos. «Me he pasado mi vida Después de conocer la historia gentina y ha escrito sobre ello. Su
plantilla para buscar, pero si el tada durante décadas. buscando. Conseguí información familiar, le quedaba por averiguar novela Santiago Ibarra. Historia
apellido es muy peculiar no hace La separación de sus padres, a que hasta mis tías ignoraban de qué había sido de los que queda- de un inmigrante vasco fue pre-
falta ni la localidad». Por el cami- los tres años, cercenó su genealo- sus padres», asegura. ron en Elgoibar. Fue entonces miada por el Gobierno vasco hace
no, pelean contra la falta de infor- gía. «Desde pequeña me dijeron El mayor obstáculo en su bús- cuando descubrió el programa de tres años. Desde que se enteró de
mación, los documentos desapare- que mi madre estaba muerta, pero queda fue la falta de documentos: reencuentro familiar de EuskoSa- que el caserío de Manuel Antuna
cidos, la lentitud de la burocracia y a los ocho años me di cuenta de «Mis abuelos no sabían escribir, re, a través de un anuncio en un sigue en pie, sólo sueña con verlo.
las generaciones perdidas por las que no era verdad. A partir de ahí tuvieron que delegar en otros para periódico argentino: «A los meses «Quiero conocer la tierra que pisó
guerras. comencé a buscarla a ella y a mis que firmaran en su boda. Una ami- de ponerme en contacto me dije- mi abuelo y ver la hierba verde
Cuando la búsqueda ha dado abuelos y a reconstruir toda mi ga me dijo que el viaje que hicie- ron que habían localizado a los Al- que tantas veces he recreado en
sus frutos, el equipo de Bustillo pi- historia», relata Angeles. Esta ar- ron fue a la tierra del olvido, pero tuna. Esa misma semana encon- mi cabeza», asegura.

Вам также может понравиться