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TEMA 6

SISTEMAS: ANATOMIA FISIOLOGIA E HIGIENE

SISTEMA DIGESTIVO

Es un tubo muscular de 6 a 9 metros de longitud desde la boca hasta


el ano. Está constituido por: boca, faringe, esófago, estómago,
intestino delgado -duodeno, yeyuno, neón-, intestino grueso -colon
ascendente, transverso, descendente y sigmoide- recto y ano. Así
como algunas glándulas localizadas fuera del tubo digestivo vacían
sus secreciones en él: glándulas salivales, hígado, vías biliares y
páncreas. La energía que gastamos durante el trabajo físico o
psíquico, y la que consumimos para mantener la vida, se restituye
mediante el aporte de sustancias nutritivas. Sin embargo, en su forma
natural, los alimentos no son aprovechables directamente sino luego
de un proceso de digestión y absorción. En consecuencia, el
organismo humano dispone de un sistema digestivo en el que los
alimentos son desmenuzados, licuados y desdoblados en sus
componentes primarios para permitir su ulterior absorción.

CONDUCTO DIGESTIVO Y ÓRNANOS ACCESORIOS

El proceso que se realiza en el aparato digestivo comprende dos


partes: el aspecto mecánico y el químico. En la figura 12 se pueden
apreciar los órganos del aparato digestivo, que comprende el tubo
digestivo y los órganos anexos. Aunque existen rasgos característicos
de cada región, en general la pared del tubo digestivo tiene cuatro
capas: mucosa, submucosa, muscular y adventicia o serosa (figura
1.3)

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Cavidad bucal
La boca o cavidad bucal se encuentra situada en la parte inferior de la
cara; tiene dimensiones variables según el estado de sus paredes
-pared anterior: labios; paredes laterales: mejillas; pared superior:
paladar duro y paladar blando con su prolongación, la úvula o
campanilla, y pared inferior: piso de la boca- y los movimientos de la
mandíbula. Comunica con el exterior por el orificio de la boca y hacia
atrás con la cavidad faríngea (figura 14).
En la boca se realiza la masticación de los alimentos gracias a los
dientes, que se encuentran encajados en los alveolos dentarios
-tenemos 8 dientes incisivos para cortar; 4 caninos, para desgarrar; 8
premolares y 12 molares para triturar, es decir, 32 dientes en el
adulto- . Se encuentran dispuestos en dos arcos dentales, 16 en el
arco superior o maxilar y 16 en el arco inferior o mandibular ('figura
15).
La lengua es un órgano muscular y sensorial que participa en la
digestión mecánica y también tiene una participación decisiva en el
habla. Está formada por una parte fija o raíz, y una parte anterior,
móvil, denominada cuerpo. Las papilas que la tapizan detectan los
sabores dulce, salado, amargo y ácido.
Las glándulas salivales son seis, distribuidas por pares: dos parótidas,
dos subrnandibulares y dos sublinguales. Estas glándulas aumentan
la secreción de saliva, la cual se mezcla con los alimentos triturados
para formar el bolo

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Faringe
Es la porción del tubo digestivo que sirve como vía de paso a los
aparatos respiratorio y digestivo; se subdivide en nasofaringe,
orofaringe laringofaringe. Permite al individuo respirar por la boca,
incluso en presencia de obstrucción de las vías nasales. La fase
faríngea de la deglución se lleva a cabo por la contracción de los
músculos estriados que la constituyen, los cuales impulsan el bolo
alimenticio hasta el esófago. Durante esta fase se produce el cierre de
las cavidades nasales y de la laringe por la epiglotis. De este modo, el
alimento deglutido penetra en el esófago sin pasar a las vías
respiratorias (figura 1 6).

ESOFAGO

Es un conduelo cilíndrico que une la faringe con el estómago. Se


extiende desde el borde inferior de la faringe -a nivel de la sexta o
séptima vértebra cervical, que es donde termina el cuello- hasta el
orificio próxima! del estómago o cardias - a la altura de la dé cima
vértebra torácica-, después atraviesa la porción muscular del
diafragma por un orificio que se llama hiato esofágico y desemboca
en el estómago. En el adulto, el esófago mide de 25 a 30 cm.
El esófago conduce el bolo alimenticio hacia el estómago; esta fase
de la deglución no está sometida a la voluntad y su duración varía de
acuerdo al espesor del bolo alimenticio

ESTOMAGO

Es un reservorio muscular interpuesto entre el esófago y el duodeno


con una capacidad de 1.5 a 2 litros donde se acumulan los alimentos.
Está situado debajo del diafragma y ocupa la parte superior e
izquierda del abdomen. Tiene forma de J (jota) e incluye diversas

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partes: una parte superior vertical -tuberosidad mayor o fondo -; una
parte inferior horizontal tuberosidad menor o antro del píloro-, y entre
ambas partes la porción mayor o cuerpo. También presenta dos
bordes que se denominan curvaturas: la mayor —borde izquierdo
convexo- y la menor -borde derecho cóncavo- y dos orificios: el
cardias -de entrada de alimentos al estómago- y el píloro de salida al
duodeno
En el estómago (figura 18) los alimentos sufren la acción de la saliva,
con la que penetran en el órgano, y del jugo gástrico, de composición
acida por el ácido clorhídrico- y enzimática -también contiene la
enzima pepsina-, lo cual permite que se inicie la digestión de las
proteínas. El jugo gástrico es secretado por las glándulas gástricas,
que entran en actividad en el momento de la digestión.

INTESTINO DELGADO

Intestino delgado
Es un tubo estrecho, de entre 6 y 8 metros de longitud, que se
gubdivide en tres porciones: duodeno, yeyuno e íleon. Aquí el quimo
se transforma en quilo.
La mucosa intestinal dispone de una superficie muy vascularizada y
amplia por la presencia de numerosos pliegues y vellosidades que
facilitan la absorción. Los nutrimentos absorbidos pasan directamente
a la sangre a través de los capilares que cubren la pared intestinal.
Esta sangre ya cargada con las sustancias nutritivas entra en la
circulación general del organismo después de pasar por el hígado, el
cual es una especie de filtro y laboratorio donde tiene lugar la última
transformación de los alimentos, además de un mecanismo defensivo
que elimina las sustancias tóxicas.

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Los vasos linfáticos que existen en la pared intestinal absorben
algunas grasas. La linfa, cargada de grasa, atraviesa numerosos
ganglios linfáticos distribuidos por toda la cavidad abdominal hasta
descargarse en un gran colector linfático llamado conducto torácico,
que termina por atravesar casi todo el tórax hasta desembocar en el
sistema venoso a nivel del ángulo yúgulo-subclavio izquierdo y la
circulación sanguínea general se encarga de distribuirla por toda la
economía.

Intestino grueso

Cuando ya se ha absorbido la mayor parte de los nutrimentos en el


intestino delgado, los restos de alimento que quedan pasan al
intestino grueso, pero son tan sólo pequeñas cantidades que no
alcanzaron a digerirse y las sustancias indigeribles. El intestino
grueso mide metro y medio, empieza en la válvula ileocecal y termina
en el ano. En él habitan de manera habitual millones de bacterias
simbióticas. Estas bacterias degradan los almidones y las proteínas
que les llegan; de los productos de este proceso, el organismo
huésped absorbe una buena parte. Además sintetizan algunas
vitaminas —K y algunas B- , que también son aprovechadas por el
organismo. En el intestino grueso se absorbe la mayor parte del agua
restante, hasta quedar constituido el bolo fecal, una buena parte del
cual son bacterias que habitan en el intestino grueso. y el resto está
constituido por sustancias que ni el huésped ni las bacterias pudieron
digerir.

Hígado y vesícula biliar

El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo humano.


Está situado debajo del diafragma, en las regiones abdominales
formadas por el hipocondrio derecho, parte del epigastrio y la más
alta del hipocondrio izquierdo. Tiene forma ovoidea y su eje mayor es
transversal. Posee una cara superior convexa que se adapta al
diafragma y una cara inferior cruzada por tres surcos que configuran
entre sí una H, la que divide su superficie en cuatro lóbulos \ llamados

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lóbulos derecho e izquierdo, entre los cuales se encuentran el lóbulo
cuadrado por delante y el caudado o de Spiegel por detrás.
El hígado secreta la bilis, que es una mezcla compleja de agua, iones
y sustancias orgánicas provenientes del metabolismo. El hígado
produce un volumen promedio de 500 mi de bilis por día hasta que es
requerida para la digestión en el intestino delgado. La bilis también
contiene sustancias detergentes que emulsionan las grasas que
llegan con los alimentos

Páncreas
Es una glándula alargada, anexa al duodeno, de unos 15 cm de
longitud, dispuesta en dirección transversal, un poco por detrás y
debajo del estómago. Presenta varias porciones: cabeza, cuello,
cuerpo y cola. Es una glándula mixta, ya que secreta hormonas y el
jugo pancreático. Su secreción endocrina consiste en las hormonas
insulina y glucagon, que influyen en el metabolismo de los hidratos de
carbono, pero también de las grasas y proteínas. La diabetes es una
enfermedad que se debe a una insuficiente producción de la hormona
insulina, por lo cual la glucosa se encuentra en cantidades demasiado
altas en la sangre y causa un deterioro general.
La secreción exocrina del páncreas -el jugo pancreático- se vierte en
la segunda porción del duodeno a través del conducto pancreático. El
jugo pancreático es un líquido alcalino con un pH de 7.1 a 8,2 que
proporciona el medio adecuado para la acción de las enzimas
digestivas que actúan en el duodeno -recuérdese que en el estómago
sucede lo inverso: el pH es ácido . El jugo pancreático contiene
enzimas o precursores enzimáticos para la digestión de hidratos de
carbono, lípidos. proteínas y ácidos nucleicos, imprescindibles para la
digestión de todos los tipos de alimentos.

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Higiene del sistema digestivo

Para el cuidado y mantenimiento adecuado del sistema digestivo


debes:
Cepillar tus dientes después de cada comida y antes de ir a dormir.
Cepillar la lengua desde la parte media a la punta, y enjuagar la boca.
- Utilizar el hilo dental en la limpieza de los espacios interdentales
una vez a] día.
- Acudir por lo menos una vez al año con el odontólogo. Realizar tres
comidas y dos refrigerios al día, en horarios regulares. Comer de
todos los grupos de alimentos, en un ambiente higiénico. Comer
preferiblemente alimentos nutritivos.

Sistema respiratorio

La función principal del sistema respiratorio es el intercambio gaseoso


y para ello son necesarias unas estructuras anatómicas dispuestas de

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tal forma que sean capaces de poner en íntimo contacto aire y
sangre.
El pulmón es el órgano esencial de la respiración, en él tiene lugar un
proceso de intercambio de gases entre el exterior y el interior de
nuestro cuerpo (figura 20). El aire entra a través de la nariz o de la
boca y pasa a la faringe, entra en la laringe y sigue hacia abajo por la
tráquea, los bronquios y los bronquiolos hasta los alvéolos
(inspiración); luego realiza el recorrido inverso (espiración).

Tracto respiratorio superior

El tracto respiratorio superior comprende las siguientes estructuras:


nariz, faringe, laringe, tráquea y bronquios.
Nariz
Es un conducto bilateral que comunica el exterior con la nasofaringe,
situada detrás. Los orificios anteriores se llaman ventanas nasales
-narinas— y los orificios posteriores se llaman coanas y se comunican
con la faringe. El techo de la nariz está relacionado con la función
olfatoria, de tal manera que cuando se inflama su mucosa no se
perciben bien los olores; mientras que la porción inferior, con la
respiración, prepara el aire para que ingrese a los pulmones, lo
calienta —gracias a la gran vascularidad de su mucosa- y lo filtra de
los agentes extraños que están presentes en el aire por medio de las
vibrisas (pelos) y el moco que producen sus células caliciformes,
presentes en la mucosa de todo el tracto respiratorio.
Faringe
Es un tubo músculo membranoso que mide 12.5 cm de longitud y que
se extiende desde la parte posterior de la base del cráneo hasta el
esófago. La cara posterior esta íntimamente adherida a los cuerpos
de las vértebras cervicales. La faringe se divide en tres partes,
nasofaringe, orofaringe y laringofaringe. Su función principal es la de
permitir el paso del aire hacia los pulmones para la respiración y el
paso de los alimentos hacia el estómago a través del esófago -la
deglución.
Laringe

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En ella encontramos las cuerdas vocales que al pasar el aire, vibran y
producen sonidos, por ejemplo, la voz. La laringe comunica con la
tráquea. Los alimentos que pasan por la faringe hacia el esófago no
ingresan a la laringe porque a la entrada de ésta hay una estructura
llamada epiglotis que desvía el bolo alimenticio hacia la faringe
durante la deglución. Cuando una pequeña cantidad de alimento o de
cualquier sustancia sólida o líquida entra accidentalmente a la
laringe, surge el reflejo de la tos. que expulsa el material extraño.
Tráquea
Es un tubo cilíndrico de alrededor de 12 cm de longitud compuesto de
cartílagos hialinos en forma de herradura, separados por tejidos
fibroso y muscular. Este esqueleto cartilaginoso le proporciona la
estabilidad adecuada para asegurar que nunca se vaya a cerrar c
impedir el libre flujo del aire. La tráquea es aplanada en su cara
posterior, donde se pone en contacto con el esófago. Se extiende
desde el nivel de la sexta vértebra cervical hasta la quinta vértebra
torácica y se divide en dos bronquios primarios o principales (figura
21).
Bronquios
Son dos, y tienen su origen al bifurcarse la tráquea, al nivel del borde
superior de la quinta vértebra torácica. El bronquio derecho difiere del
izquierdo en que es más corto, más ancho y sigue un curso más
vertical. A medida que descienden y se alejan de la tráquea,
disminuye el calibre de los bronquios, los anillos cartilaginosos se
reducen a placas y finalmente terminan por desaparecer en los
bronquiolos. más expuestos a colapsarse e impedir el flujo del aire.

Tracto respiratorio inferior

El tracto respiratorio inferior está conformado por pulmones, hilio


pulmonar, pleura, bronquiolo y alvéolos.
Pulmones
Son órganos en forma de cono situados uno a cada lado de la cavidad
torácica -pulmón derecho e izquierdo-; llenan por completo los
espacios pleurales y se extienden desde el diafragma ¡base) hasta
unos centímetros por arriba de la clavícula (cúpula). La cara interna
de cada pulmón es cóncava alrededor del mediastino y en su parte

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media presenta una hendidura denominada hilio pulmonar, por donde
ingresan y salen del pulmón los bronquios primarios y las arterias y
venas pulmonares y bronquiales.
El pulmón derecho tiene tres lóbulos: superior, medio e inferior, y el
izquierdo sólo dos: superior e inferior.
Después cíe atravesar el hilio. los bronquios primarios o principales,
derecho e izquierdo, se dividen en tantos bronquios secundarios o
lobares como lóbulos tenga el pulmón correspondiente, luego en
bronquios terciarios o segmentarios, que a su vez se continúan con
los bronquiolos, que son pequeños conductos respiratorios que
acaban por transformarse en un racimo de alvéolos.
El alveolo es la unidad morfofuncional del pulmón. El intercambio
gaseoso entre la sangre y el aire sólo se produce en los alvéolos. La
membrana alveolo-capilar que separa la cavidad del alveolo de la
cavidad del capilar sanguíneo.

La respiración -ciclo respiratorio- consta de dos movimientos básicos:


Inspiración. Entrada de aire y oxígeno (O2) a los alvéolos, donde se
lleva a cabo el intercambio gaseoso con la sangre.
Espiración. Salida de aire y dióxido de carbono (CO2) desde los
alvéolos al exterior. El adulto normal tiene un promedio délo a 20
respiraciones por minuto.

La respiración está sometida a una regulación constante por el


sistema nervioso para adaptarla a las necesidades del organismo.

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Pero, ¿cómo sabe el sistema nervioso que las necesidades
cambiaron? En el cayado de la aorta y en las arterias carótidas
existen terminaciones nerviosas sensibles a la distensión de cada
arteria. Cuando la presión sanguínea aumenta, las arterias se
distienden más, lo cual es informado por estas terminaciones
-receptores- al sistema nervioso central, que responde con órdenes
que se transmiten por determinados nervios, cuyo efecto es una
disminución de la frecuencia cardiaca y una mayor abertura de las
arteriolas de los tejidos, con lo cual la presión baja otra vez a lo
normal.

Higiene del Sistema Respiratorio.


En México, las infecciones respiratorias son la primera causa de
enfermedad en todos los grupos de edad y una de las primeras
causas de mortalidad general.
Se recomiendan las siguientes acciones para cuidar el sistema
respiratorio:
• Aprender a respirar correctamente, lo que significa que
debemos hacerlo por la nariz y no por la boca, para que los
vellos de las fosas nasales futren el aire.
• Si la inspiración ha de durar una unidad de tiempo, la espiración
debe efectuarse en una relación de uno a tres.
• No fumar y alejarse de los fumadores cuando estén fumando.
• No usar ropa ni cinturones muy apretados que dificulten la
respiración.
• No exponerse al frío sin estar suficientemente abrigado.
• Evitar los cambios bruscos de temperatura.
• No permanecer en lugares concurridos en épocas de frío.
• Vigilar las secreciones bronquiales (nemas o "gargajos", como
se les conoce popularmente) y durante las visitas al médico
referirle si éstas cambian en cantidad, coloración o si exhiben
alguna otra característica fuera de lo común.

Sistema Inmunológico

Las funciones de defensa contra el ataque de agentes patógenos son


desarrolladas por el sistema inmunológico.(Muchos de esos agentes
patógenos se encuentran en el ambiente y pueden alterar procesos
vitales de los que depende la continuidad de la vida El ser humano
puede ser susceptible cuando no posee resistencia contra un agente
patógeno determinado.
El sistema inmunológico está integrado por dos grandes categorías o
mecanismos defensivos: la inmunidad natural, innata o inespecífica y
la inmunidad adaptativa o especifica.

Inmunidad natural o inespecifica

us componentes están siempre presentes y dispuestos para actuar de


inmediato. La inmunidad natural carece de especificidad y de
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memoria. La pie! intacta y las membranas mucosas del intestino y de
las vías respiratorias, entre otras, proveen al cuerpo de una cubierta
impermeable a muchos agentes. La? membranas mucosas son más
susceptibles que la piel intacta y a menudo sirven de puerta de
entrada a varios agentes patógenos.
La inmunidad natural representa la primera línea de defensa externa
frente a la invasión de agentes patógenos.
Componentes y funciones de las barreras físicas:
Epidermis: barrera física contra la entrada de microbios. •-' Mucosas:
inhiben la entrada de muchos microbios, pero no son tan eficaces
como la piel íntegra.
Moco: atrapa microbios en los aparatos respiratorio y digestivo.
Pelos: filtran microbios y polvo en la nariz.
Cilios: junto con el moco, atrapan y eliminan microbios y polvo de las
vías respiratorias superiores.
Lágrimas: diluyen y arrastran sustancias irritantes y microbios. -•
Saliva: arrastra microbios de la superficie de los dientes y mucosa de
la boca. Orina: arrastra microbios de la uretra.
Defecación y vómito: expulsan microbios del cuerpo.
Componentes y funciones de las barreras químicas:
El pH ácido de la piel: inhibe la proliferación de numerosos microbios.
Ácidos grasos insaturados: sustancias antibacterianas del sebo.
Lisozirna: sustancia (enzima) antibacteriana del sudor, lágrimas,
saliva, secreciones nasales y líquidos corporales.
Jugo gástrico: destruye bacterias y muchas toxinas en el estómago
.Secreciones vaginales: la acidez leve inhibe la proliferación
bacteriana.

Inmunidad adaptativa o específica


Es la respuesta inmunológica o inmunitaria, la cual es mucho más
compleja que la inespecífica y se caracteriza por adaptabilidad al
agente extraño, especificidad y memoria. Los responsables de esta
respuesta son un tipo particular de glóbulos blancos, los linfocitos.
Tras la entrada de una bacteria o virus por primera vez en el
organismo se desarrolla una respuesta inmunitaria que se puede
estructurar en tres etapas:
• Reconocimiento del antígeno.
• Periodo de latencia: dura varios días, los linfocitos específicos
amplifican su número a la vez que se diferencian en células
efectoras.
• Respuesta efectora o mecanismos de destrucción del invasor:
consiste en secreción de anticuerpos específicos, desarrollo de
actividad citolítica específica, liberación de factores que activan
las células fagocíticas y por último la adquisición de memoria
inmunitaria.

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La infección también estimula la formación de anticuerpos
específicos, que se combinan con cualquier agente patógeno
persistente hasta hacerlo más vulnerable a la fagocitosis. La
presencia inicial de tales anticuerpos o linfocitos citolíticos generados
a raíz de una infección anterior previene o limita la invasión del
huésped.
Los anticuerpos son glucoproteínas sintetizadas por los linfocitos B
después de convertirse en células plasmáticas, en respuesta al
estímulo antigénico. Su característica fundamental es que tienen la
propiedad de unirse de manera específica al antígeno que indujo su
formación.
La respuesta inmunitaria puede ser de dos tipos: cuando la respuesta
es mediada por los linfocitos T es inmunidad celular y cuando es
mediada por los linfocitos B es inmunidad humoral.
Respuesta inmunitaria celular. Es mediada por la participación de
linfocitos T (timodependientes). Tras la introducción de un antígeno se
produce la activación de los linfocitos T, lo que da lugar a la formación
de subpoblaciones. Otras células T se vuelven "células
sensibilizadas", capaces de responder a una segunda exposición de
un antígeno dado. En las células sensibilizadas, la primera exposición
sensibiliza la célula y las exposiciones subsecuentes producen la
reacción inmunitaria.

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Respuesta inmunitaria humoral. Los linfocitos B o células B inician
esta respuesta. Al activarse por antígenos, las células B se vuelven
células plasmáticas que secretan anticuerpos para neutralizar o
eliminar los antígenos. En el sistema inmunitario humoral, los
antígenos pueden ser bacterias o virus y los anticuerpos que se
producen son proteínas específicas contra este microorganismo
particular, por lo que representa un mecanismo de defensa muy
importante contra las infecciones. Por ejemplo, una determinada
bacteria (antígeno), no estimula a todos los linfocitos B, sino
solamente a aquellos que presentan en su superficie un anticuerpo
capaz de unirse a esa bacteria específica.
Veamos una clasificación de la inmunidad (cuadro 12), muy utilizada
en la práctica clínica:
Inmunidad pasiva. Es de corta duración -de algunos días a varios
meses-, y puede obtenerse de manera natural por transmisión
materna -a través de la placenta o de manera artificial por inoculación
de anticuerpos protectores específicos-, por ejemplo, suero
antitetánico, suero antidiftérico, gammaglobulina, etc.
Inmunidad activa. Dura meses o años, puede adquirirse de manera
natural corno consecuencia de una infección -enfermedad-, con o sin
manifestaciones clínicas, o en forma artificial por inoculación de
fracciones o productos de un agente infeccioso o por el mismo
agente, muerto o debilitado vacuna.
Los órganos del sistema inmunitario se dividen en dos grandes
categorías:
Órganos Linfáticos Primarios
Son aquellos en que se originan y maduran las células propias de este
sistema; constituyen el ambiente idóneo para la división de las
células madre y su maduración en células B y T, es decir, los linfocitos
que se encargan de las respuestas inmunitarias. Dichos órganos son

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la médula ósea y el timo. Las células madre pluripotenciales de la
médula ósea roja son el origen de las células B maduras y de las
células pre-T, las cuales emigran al timo y maduran en él.
Órganos Linfáticos Secundarios
Son los órganos donde los linfocitos ya maduros e inmunológicaniente
competentes hacen contacto con los autógenos y se producen las
respuestas inmunitarias frente a los estímulos antigénicos. En este
grupo de órganos se encuentran los ganglios linfáticos, el tejido
liníbíde asociado a mucosas -incluye las amígdalas, las adenoides y
las placas de Peyer en el intestino delgado y el apéndice y el bazo.

Médula ósea
La célula hematopoyética pluripotencial un tipo de célula madre-, de
donde ( proceden los glóbulos blancos o leucocitos en general y los
linfocitos en particular se encuentra en la medula ósea de huesos
planos y la epífisis de los huesos largos. Los linfocitos que maduran
en la médula ósea se denominan linfocitos B —del inglés: Hone
Marww, médula ósea- y están especializados en la producción de
anticuerpos y por lo tanto para la respuesta inmunitaria humoral.
También de la célula pluripotencial proceden los linfocitos T, sólo que
éstos se dirigen al timo, órgano donde se desarrollan.

Timo
Es una glándula localizada en el mediastino, por detrás del esternón,
formada por dos lóbulos, en los que se puede reconocer una corteza
externa y una médula interna. En él se desarrollan las células T o
linfocitos T.

Ganglios linfáticos

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Se encuentran dentro de los órganos linfáticos secundarios y su
número es cercano a los 600; son pequeños órganos en forma de frijol
dispuestos a lo largo de los vasos linfáticos (figura 38). El parénquirna
de los ganglios linfáticos configura dos regiones, la corteza (externa)
y la médula (interna). La corteza condene linfocitos B, donde las
células B se transforman en células plasmáticas secretoras de
anticuerpos; además> estos centros contienen macrófagos. La
médula contiene sobre todo linfocitos T; aunque también incluye
células B y plasmáticas. La linfa entra por los vasos linfáticos
aferentes, que penetran por la superficie convexa del ganglio en
varios puntos. Dichos vasos poseen válvulas que se abren en
dirección al centro del ganglio, de modo que la linfa fluye al interior
de éste.

Tejido linfoide asociado a mucosas.


El tejido linfoide asociado a mucosas está representado por
concentraciones ovales de tejido linfático que no están rodeadas por
una cápsula, y se encuentra disperso en la lámina propia de la
mucosa que reviste los aparatos digestivo, urinario, reproductor y
respiratorio, o en cúmulos como las amígdalas y las adenoides en la
nasofaringe. Desempeña un papel importante en la respuesta
inmunitaria local de la superficie de las mucosas.

Bazo
Es un órgano oval y la masa más grande de tejido linfático del cuerpo,
con unos 12 cm de longitud. Se sitúa en la región abdominal
denominada hipocondrio izquierdo, entre el estómago y el diafragma.
Su parénquirna está compuesto por dos tipos de tejido:
Pulpa blanca, Consta de tejido linfático, en el que sobre todo se
reconocen células T y B -que llevan a cabo funciones inmunitarias- y
macrófagos -que destruyen los agentes patógenos provenientes de la
sangre por fagocitosis.
Pulpa roja. Contiene eritrocitos, macrófagos linfocitos, células
plasmáticas y granulocitos -los leucocitos polimorfonucleares- y se
encarga de tres funciones relacionadas con los elementos figurados
de la sangre.

Higiene de sistema inmunología


Los anticuerpos son proteínas y por lo tanto para que el sistema
inmunológico se mantenga saludable y proteja contra las
enfermedades es fundamental:
Seguir una dieta correcta y utilizar el plato del bien comer.

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Incluir por lo menos un alimento de cada grupo en las comidas y
variar lo más posible los alimentos de cada grupo.
Consumir muchas verduras y frutas, en lo posible crudas y con
cáscara.
Ingerir suficientes cereales -tortilla, pan integral, pastas, arroz, avena
combinados con leguminosas -frijoles, lentejas, habas y garbanzos.

Sistema locomotor
El sistema locomotor es un conjunto funcional —formado por los
huesos, unidos entre sí por las articulaciones-, que se pone en
movimiento gracias a la acción de los músculos (figura 39). La
osteología es la rama de la anatomía que trata del estudio del
sistema óseo y de los huesos que lo conforman.

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Esqueleto
Está formado por los huesos -compactos y esponjosos- los cuales se
articulan unos a otros por medio de ligamentos de tejido conjuntivo.
Esto le permite adquirir diversas posturas, de acuerdo con el grado de
contracción y relajación de cada uno de los músculos que se insertan
en los diferentes huesos. La inserción de los músculos a los huesos se
hace por medio de otras estructuras de tejido conjuntivo muy
resistente, los tendones. Cuando los músculos de un miembro
cambian su grado de contracción y relajación, éste se mueve a una
nueva posición. Por ejemplo, si se contraen los músculos flexores y se
relajan los extensores, el miembro se flexiona, y si por el contrario se
contraen los extensores y se relajan los flexores, el miembro se
extiende, es decir, los huesos se colocan en línea recta y forman un
ángulo cíe 180° en la articulación. Estas contracciones y relajaciones
de músculos están controladas por el sistema nervioso, que manda a
través de los nervios motores de cada músculo distintas frecuencias
de impulsos nerviosos.

Huesos. Los huesos del esqueleto se clasifican según su forma en


cinco tipos:
Huesos largos: se denominan así porque el eje longitudinal es más
grande que el transversal -húmero, radio, fémur, tibia y peroné-;
constan de diáfisis, o cuerpo del hueso; metáfisis, la porción
ensanchada de cada extremo de la diáfisis y dos extremidades.

Huesos cortos: tienen los ejes longitudinal, transversal y ancho


iguales -muñeca, tobillo-. Solamente una capa delgada de tejido
compacto cubre al tejido esponjoso de un hueso corto típico.
Huesos planos: se encuentran dondequiera que se necesite
protección de partes blandas del cuerpo o un lugar para inserción
muscular extensa -costillas, escápula, pelvis y los huesos del cráneo-.
Estos huesos se componen de dos láminas planas de tejido compacto
que encierran una capa de hueso esponjoso.
Huesos irregulares: tienen la misma composición y estructura básicas
que otros grupos de huesos; sin embargo, comprende huesos de
forma característica y diferente -vértebras y los huesecillos del oído.
Huesos sesamoideos: son huesos cortos, redondeados. Los huesos
sesamoideos están incluidos en tejido tendinoso y aponeurótico y se
encuentran junto a las articulaciones. La rótula es el más grande y
más definido de los huesos sesamoideos.
Articulación. Es un lugar de unión entre dos o más huesos. Las
articulaciones se clasifican en tres grupos, según el grado de
movimiento que permiten.

Sinartrosis: son articulaciones que no permiten movimiento, por


ejemplo, las suturas del cráneo.
Anfiartrosis: son articulaciones ligeramente movibles, por ejemplo, la
sínfisis del pubis y la articulación del radio con el cubito,
Diartrosis o articulaciones sinoviales: son articulaciones de
movimiento libre y se caracterizan por una cavidad rodeada de una
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cápsula de cartílago articular revestida con la membrana sinovial, la
cual produce el líquido del mismo nombre que lubrica la articulación.
La mayor parte de articulaciones del cuerpo son del upo diartrosis.

Esqueleto Axial
Está compuesto por el cráneo 28 huesos-, hueso hioides, vértebras
-26 huesos-, costillas -24 huesos- y esternón.
Cráneo o cabeza ósea. Incluye los huesos de la cara y de la caja
ovoidea que abarca toda la porción superior y posterior de la cabeza
(figura 41). El cráneo de los niños tiene suturas abiertas que tardan
años en cerrarse. En cuanto a las fontanelas, se cierran a los pocos
meses; la fontanela anterior es la última en cerrarse -entre los 10 y
18 meses después del parto—; estas aberturas favorecen el
moldeamiento o superposición de los huesos que a veces ocurre
durante el parto. La cabeza consta de 14 huesos, unidos con firmeza
en las suturas o líneas de unión; son los siguientes:

• Frontal (1), por delante.


• Parietales (2), en la parte superior y lateral.
• Temporales (2), en la parte inferior y lateral.
* Occipital (1), en la parte posterior e inferior.
* Etmoides (1), en la parte interna, en la línea media.
* Esfenoides (1), por detrás del etmoides, también es interno.
• Huesecillos del oído (6), martillo, yunque y estribo, que están
localizados dentro de la caja del tímpano u oído medio.

Columna vertebral. Está constituida por 33 vértebras que pueden


agruparse en cinco regiones:
Cervical o del cuello: formada por siete vértebras. Dorsal o torácica:
constituida por doce vértebras. Lumbar: por cinco vértebras.
• Sacra: también por cinco vértebras, pero soldadas en un solo
hueso, el sacro.
• Coccígea: formada por cuatro vértebras, soldadas también en un
hueso, el cóccix (figura 42).
Costillas. Forman un arco óseo y poseen un extremo anterior que es
cartilaginoso. Son doce pares de costillas y se nombran de acuerdo
con sus inserciones anteriores

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Costillas verdaderas: son los siete pares superiores que se articulan
directamente con el esternón.
Costillas falsas: son los cinco pares inferiores, que se articulan con el
esternón sólo de manera indirecta mediante los cartílagos
respectivos, unidos en uno.
Costillas flotantes: son las costillas falsas undécima y duodécima que
tienen este segundo nombre porque sus extremos anteriores están
completamente libres.

Esqueleto apendicular
Se compone de brazos o extremidades superiores {64 huesos) y las
piernas o extremidades inferiores (62 huesos). Estudiaremos de
manera muy general los principales huesos del organismo humano.
Extremidades superiores. Incluyen los huesos de la cintura escapular,
del brazo, antebrazo, muñeca, mano y dedos (figura 44).

Los huesos de la muñeca se llaman huesos del carpo y están


ordenados en dos hileras. En la hilera proximal (la que está más cerca
clcl hombro o raíz de la extremidad), de afuera hacia adentro, están el
escaíbides. semilunar, piramidal y pisciforme. En la hilera distal están
el hueso trapecio, trapezoide, grande y ganchoso (figura 45).
Los huesos de la mano son cinco y se llaman metacarpianos. Los
huesos de los dedos tienen tres falanges: proximal, media y distal,
excepto el pulgar o primer dedo, que tiene dos.

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Extremidades inferiores. Incluyen los huesos de la cintura pélvica, del
muslo, la pierna, el pie y los dedos de los pies (ver figura 39).
La cintura pélvica incluye los dos huesos (izquierdo y derecho)
coxales (huesos pélvicos o de la "cadera"). Junto con el sacro y el
cóccix forman la pelvis ósea. El hueso coxal originalmente consta de
tres huesos separados: ilion, isquion

MUSCULOS

Los músculos son tejidos u órganos del cuerpo caracterizado por su


capacidad para contraerse, por lo general en respuesta a un estímulo
nervioso.

MUSCULOS ESTRIADOS ESQUELETICOS O VOLUNTARIOS

Son músculos de fibra estriada porque presentan estrías transversales


bien definidas en las que alteran bandas oscuras con bandas claras.

La función de los músculos estriados consiste en aproximar o separar


dos partes del cuerpo. El movimiento se produce por la contracción y
la relajación coordinada de músculos con funciones opuestas -flexores
y extensores.

Los músculos son de muchos tamaños y formas. Los tipos incluyen:


largo o fusiforme en forma de huso, como el bíceps, tríceps,

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cuádriceps-, cuadrilátero -con forma romboide-, triangular, en forma
de tira y penada —parecido a una pluma.

Músculos de la cabeza, la cara y el cuello


En la cabeza y sobre todo en la cara tenemos numerosos músculos de
pequeño tamaño. Gracias a los músculos de la cara podemos hacer
mímica o gesticulaciones, sonreír, chiflar, soplar, besar y llevar a cabo
la masticación. Los músculos del cuello permiten la amplitud de
movimientos de la cabeza, así como su rotación y flexión (figura 49).

Músculos del tórax


Los principales son los pectorales mayor y menor, músculos grandes
que al contraerse elevan los brazos; los serratos mayor y, menor, que
descienden las costillas cuando expulsamos aire, y los intercostales,
que intervienen en la respiración (figura 50).
Entre la cavidad torácica y la cavidad abdominal existe un músculo
muy ancho llamado diafragma. Su función principal es la, respiración,
ya que cuando se contrae, desciende, y al hacerlo aumenta el
diámetro longitudinal del tórax, incrementa su presión negativa y con
ello se produce la inspiración.

Músculos del abdomen


Los oblicuos mayor y menor realizan un trabajo inverso al que hace el
diafragma. Cuando los pulmones expulsan el aire, se contraen y tiran
de las costillas hacia abajo. El recto anterior es un músculo largo que
recubre la cara anterior el abdomen y que cuando se contrae permite
que podamos flexionar la cintura y aumenta la presión intraabdominal
(un mecanismo que interviene en la defecación).
Las paredes del abdomen carecen de esqueleto, a no ser por las
vértebras de la región lumbar ubicadas por detrás. En su reemplazo
cuenta con una gruesa pared muscular integrada por tres capas
musculares, las que forman los músculos oblicuos antes mencionados
y otro que se llama transverso.

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Músculos de las extremidades superiores
Recubriendo el hombro se encuentra un músculo llamado deltoides,
cuya función es elevar los brazos y desplazarlos hacia delante, atrás y
a los lados. No obstante, para asegurar la gran variedad de
movimientos que presenta esta articulación tenemos varios músculos
más, sobre los cuales no se hará ninguna descripción, pero que
pueden consultarse en las publicaciones especializadas.
En el brazo existen dos músculos principales: en la parte anterior se
encuentra el bíceps, que cuando se contrae provoca la flexión del
antebrazo, y en la parte posterior se encuentra el tríceps, cuya
contracción produce la extensión del antebrazo. Cuando el bíceps se
contrae el tríceps se relaja, y cuando el tríceps se contrae el bíceps se
relaja.
En el antebrazo tenemos unos músculos llamados supinadores y
pronadores gracias a los cuales podemos realizar movimientos de giro
con el antebrazo. También, en el antebrazo hay varios músculos que
contribuyen con los movimientos de flexión y extensión de la mano y
de los dedos.
En la mano los músculos flexores de los dedos se localizan en la cara
palmar, mientras que los extensores se encuentran en la cara dorsal,
pero también existen otros músculos que permiten realizar la "pinza
digital" llamados opositores, cíe una gran trascendencia funcional.
Otros músculos, denominados lumbricales. coadvuvan con las
distintas funciones.

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Músculos de las extremidades inferiores.
Recubriendo la parte posterior de la pelvis se encuentran los glúteos,
que forman las nalgas. Junto a ellos, pero más profundos, existen
varios músculos más que se encargan de dotar de sus movimientos a
la articulación de la cadera.

En la cara interna del muslo se localizan unos músculos llamados


aductores que por su parte superior se unen a los huesos de la pelvis
y por la inferior al fémur. Su función principal es acercar el muslo
hacia la línea media del cuerpo.
En la parte anterior del muslo se encuentra el cuádriceps, el músculo
más poderoso del cuerpo humano. Está formado por cuatro músculos
fusionados que unen la pelvis y el fémur con la rótula y la tibia.
Cuando el cuádriceps se contrae, se produce la extensión de la
pierna.

Epidermis
Es la capa superficial de la piel y está constituida por varios tipos de
células epiteliales: los que ratinocitos, que están llenos de una
proteína sulfurada dura y fibrosa -la queratina-; los melanocitos, que
le dan el color a la piel; las células de Langerhans, con funciones
defensivas; y las células nerviosas de Merkcl, con funciones
hormonales. No posee vasos sanguíneos y está compuesta de las
siguientes capas, de la profundidad a la superficie: capa basal o

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germinativa, capa espinosa, capa granulosa, capa lúcida y capa
córnea.

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