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INTRODUCCIÓN

El eminente escritor alemán Patrick Süskind comienza el relato de la


historia de su “hijo prodigio” Jean-Baptiste diciendo que en el siglo
XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables
de una época en que no escasearon los hombres abominables y
geniales. Así, al decir que no faltaron, hace referencia a otros
hombres célebres y tenebrosos en altanería, desprecio por sus
semejantes, inmoralidad…impiedad tales como el marqués De
Sade, Louis de Saint-Just, Joseph Fouché y Napoleón
Bonaparte.

En el presente trabajo, me propongo llevar a cabo una investigación


en la que intentaré justificar la comparación que Süskind hace entre
Grenouille y estos personajes de la historia. Para ello, haré una breve
reseña de la biografía de cada uno y buscaré en ellas aspectos que se
asemejen a lo que fue la vida del personaje principal de la obra
maestra “El perfume. Historia de un asesino”.

[1]
DESARROLLO

Comenzaré repasando la vida del marqués De Sade, cuyo nombre


real era Donatien Alphonse François.

Este escritor y filósofo parisino nació en 1740 y murió 74 años


después en Charenton. De origen aristocrático, nunca renegó de
pertenecer a su clase. Es más, estuvo de acuerdo en llevar a cabo la
vida que se le tenía asignada por tradición: esposo, padre, marqués,
militar. Es así que a la vuelta de la Guerra de los Siete Años se casó y
tuvo tres hijos.

Pero estos privilegios no le eran suficientes, no le interesaban o


divertían. No se resignó a ser solamente el personaje público en quien
las convenciones y la rutina rigen todos los actos, sino además un
individuo “vivo”. Y es así como De Sade creyó que sólo existía un
lugar donde podía experimentar esa afirmación de sí mismo: lejos de
su lecho, encontró en el prostíbulo la posibilidad de comprar el
derecho de desencadenar sus sueños. Él mismo afirmó: ¿Qué
deseamos en el gozo? Que todo lo que nos rodea no se ocupe más
que de nosotros, no piense más que en nosotros, no cuide más que
de nosotros...no existe hombre que no quiere ser un déspota
cuando...la embriaguez de la tiranía conduce de inmediato a la
crueldad, pues el libertino, hostigando al ser que le sirve,
experimenta todos los placeres que saborea un individuo nervioso
haciendo uso de sus fuerzas. Domina; es un tirano.

Cabe destacar que la práctica de estas depravaciones sexuales, como


orgías, prostitución, etc. eran moneda corriente en las altas esferas
de la sociedad del siglo XVIII. Pero a De Sade le sobrevino el
escándalo debido a la imprudencia con la que satisfacía sus “vicios”.
Dicho escándalo lo llevó a pasar en prisión y en hospitales
psiquiátricos más de treinta años de su vida.

Y es en este aislamiento donde comienza a escribir. Si bien sus obras,


calificadas de obscenas en su día, tienen como tema principal la
descripción de distintos tipos de perversiones sexuales, a su vez
dejan ver a De Sade como un moralista que denuncia la hipocresía de
su época: intentó iluminar a sus contemporáneos sobre el valor real
de los cuerpos y los sentidos. Pensaba, como luego pensó Freud, que
la clave del hombre está en el sexo.

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Debido a su ferviente ateísmo, destruye la divinidad a través del
sacrilegio y la blasfemia y da preeminencia a una naturaleza
indiferente que destruye para crear y crea para destruir. En este
sentido, se lo puede relacionar con los filósofos del Iluminismo.

[3]
Otro personaje comparado con Grenouille es Louis Antoine Léon de
Saint-Just. Este político francés nació en 1767 y murió en 1794.
Desde muy joven estuvo en contacto con lo que acontecía
políticamente por esa época. Es decir, el fuerte cuestionamiento que
se le hacía a la monarquía, lo que derivó en la revolución de 1789.
También participó del juicio y ejecución del rey Luis XVI en 1793.

Más adelante, de la mano de Maximilien Robespierre, llegó al poder


central, donde intentó poner en práctica su ideología rousseauriana:
democracia bien entendida, donde el estado se construye bajo la idea
de comunidad. Todos debían ser hijos de la patria y del Supremo y
brindar sus vidas a ellos. Esto último implicaba que aquel que no lo
hiciera, era considerado enemigo de la Revolución.

Saint-Just protagonizó el período conocido como el Reino del Terror,


donde la sangrienta persecución política llegó al extremo de haber
arrestado a 300.000 sospechosos de traición y haber ejecutado a
otros 17.000 por el mismo motivo. Pero tuvo su fin cuando tanto él
como Robespierre y un centenar de sus seguidores fueron
guillotinados, acusados de regicidio.

Los historiadores concuerdan en que su brillante carrera política fue


opacada por la sangre que hizo derramar en busca del gobierno ideal.

[4]
Süskind nombra también a Joseph Fouché, otro político francés que
tuvo participación activa en la Revolución y en el Imperio
napoleónico. Nació en 1759 y murió en 1820.

Conocido como el "Genio Tenebroso", sin escrúpulos, religión ni


ideología, comenzó a poner sus dotes de gran político al servicio de
sus intereses personales, y a través de sus continuos actos
maquiavélicos logró desencadenar una serie de hechos que
posteriormente cambiaron el rumbo de la historia y afectaron la vida
de miles de personas. Basta decir que en 1793 aportó el voto
definitivo que mandó a Luis XVI a la guillotina, aún luego de haberle
prometido su apoyo.
Fouché supo siempre aprovechar las ocasiones que se le presentaron
para demostrar sus grandes habilidades de conspirador y eliminar a
aquéllos que significaron un obstáculo para sus fines. Por ejemplo,
participó junto a Roberspierre y Saint-Just en el Reino del Terror, pero
no dudó en apoyar a la Convención que los derrocó y ejecutó.

Mas adelante, tras un breve paso por la prisión y la miseria, participó


activamente en el golpe de estado perpetrado por Napoleón, quien
posteriormente lo nombraría duque y le concedería grandes riquezas.
Sin embargo, cuando percibió que el imperio estaba en declive,
facilitó la restauración de la Monarquía a cambio de una cartera
ministerial. Pero, una vez en el poder, Luis XVIII lo acusó por la
muerte de su hermano en 1793 y fue obligado a exiliar.

Los historiadores concuerdan en decir que fue un hombre clave en la


Francia de siglo XVIII. Entre ellos, Stefan Zweig se refirió así: En la
vida real, verdadera, en el radio de acción de la política, determinan
rara vez las figuras superiores, los hombres de puras ideas; la
verdadera eficacia está en manos de otros hombres inferiores,
aunque más hábiles, en las figuras de segundo término.

[5]
Napoleón Bonaparte es otro personaje nombrado en la novela. De
este “monstruo genial” se puede decir que nació en 1769 y que ya
desde joven mostraba una habilidad magnífica para desenvolverse
tanto socialmente como política y militarmente.

A partir de la Revolución de 1789 comenzó una carrera política que lo


alzó como un héroe legendario, sobre todo al encabezar el golpe de
estado de 1799. Su poder fue tan abrumador que en 1804 es
coronado Emperador. Bajo su excelente pero ambicioso mando,
Francia logró conquistar el mundo. Sin embargo, enfrentó la derrota
en 1814, cuando es obligado a abdicar. Intentó volver al poder,
durando sólo cien días. Pero, derrotado nuevamente, es deportado a
la isla Santa Elena, donde encontró la muerte en 1821.

De acuerdo al modo en que se lo juzgue, Napoleón pudo haber sido


un hábil militar, un estadista, un tirano, un visionario, un demente, un
aventurero, un héroe obsesionado por la gloria. Lo que sí demuestra
la historia es que detentó más poder que cualquier otro hombre de su
época, lo que contribuyó a corromperle. La agnóstica creencia en que
él era diferente al resto de los hombres, afectó su capacidad de juicio,
llevándolo a una obstinación irracional que fue su perdición.

[6]
Luego de dar luz a los aspectos más importantes de la vida de las
personas que Süskind eligió para comparar a Grenouille, están dadas
las condiciones para encontrar puntos de contactos entre las
biografías:

➢ La primera coincidencia tiene que ver con que todos, salvo


Napoleón, vivieron no sólo en la misma época, sino que también
compartieron Francia al mismo tiempo. Es decir, cuando Grenouille
muere en 1767, Saint-Just nacía, De Sade ya estaba casado y faltaba
un año para su primer encarcelamiento, y Fouché cursaba sus
estudios en un convento.
➢ Todos los personajes pasaron algún tiempo de su vida en prisión.
Entre los motivos que los llevaron a estar encarcelados, Grenouille
coincide con:
⋅ De Sade: en que sus acciones resultaron detestables para
la gente que los encerró;
⋅ Saint-Just: en el desprecio por la vida del prójimo;
⋅ Fouché y Napoleón: por sus ambiciones y los métodos
para conseguir lo que buscaban.
➢ Al igual que De Sade, Grenouille siente cierta intolerancia hacia
los hombres de su época. Al final, ese sentimiento se transforma en
odio, desprecio ya que la mente humana demuestra ser débil por
naturaleza amén del esfuerzo racionalista que intentan hacer.
➢ Con el marqués De Sade también se asemejan en que ambos
apelan a sus más bajos instintos para satisfacer sus deseos a pesar
de que estos causan repulsión en la sociedad en la que viven. Ambos
poseen una falta total de moralidad.
➢ Por otro lado, es bien sabido que el marqués dio nombre a una de
las aberraciones sexuales que existen: el sadismo. La Real Academia
Española lo define como “perversión sexual de quien provoca su
propia excitación y satisfacción cometiendo actos de crueldad en otra
persona”. Grenouille, por el contrario, ejerce violencia pero no busca
satisfacción sexual en sus actos, sino que ve en otras personas el
medio para lograr su cometido: el perfume perfecto.
➢ Lo que Grenouille busca es una identidad, ser reconocido y
respetado por todos. En este sentido, se asemeja a Napoleón quien, a
través de sus conquistas, busca tener el mundo a sus pies.
➢ Cuando Grenouille se da cuenta de la verdadera naturaleza del
ser humano, se convence de que es un ser superior al resto de los
hombres. Este sentimiento es también expresado por Napoleón.
➢ La ambición de un mundo dominado por una sola persona que
posee Napoleón (él mismo afirmó: Si hubiera dispuesto de tiempo,
[7]
muy pronto hubiese formado un solo pueblo, y cada uno, al viajar por
todas partes, siempre se habría hallado en su patria común) es
reflejada por el mundo imaginario que Jean-Baptiste reina y es dios
creador.
➢ A partir del ateísmo de Grenouille se puede hacer referencia a lo
que la religión significaba para cada personaje:
⋅ El marqués De Sade estaba convencido de la inexistencia
de lo divino y da crédito a la naturaleza;
⋅ Fouché era ateo también aunque haya recibido su
educación en un convento. Es más, durante el Reino del
Terror quemó iglesias, apresó sacerdotes y hostigó a
religiosos;
⋅ Napoleón era indiferente ante la religión en general. Solo
se pronunció en contra del Deísmo por considerarlo meras
especulaciones, y a favor del catolicismo por saber lograr
el mantenimiento del orden y la tranquilidad del mundo
moral;
⋅ Quizás la persona más influenciada por la religión fue
Saint-Just: en sus escritos republicanos proponía, entre
otras ideas para lograr un gobierno ideal, el
reconocimiento de un ser supremo y la inmoralidad del
alma. Además, daba indicaciones a los franceses de cómo
consagrar sus vidas al Eterno, quien aceptará en el
paraíso solo a aquellos que hayan muerto por la patria,
hayan sido buenos ciudadanos y hayan cuidado a sus
padres.
➢ A diferencia del resto de los personajes nombrados por Süskind,
Grenouille no está interesado en lo que ocurra en Francia; no tiene
idea de la vida política, social o cultural de su país. Solo importa su
propia existencia, su mundo.
➢ Fouché logra todo lo que se propone sin importar lo que haga
falta hacer. Es decir, no tiene problemas en mandar a la guillotina al
rey, conspirar contra los gobernantes de turno (Roberspierre, Barras y
Napoleón) con tal de mantenerse en el poder y amasar riquezas.
Similar es el accionar de Jean-Baptiste, quien no tiene escrúpulos en
matar a 25 mujeres para conseguir sus esencias y lograr ser “el
hombre mejor perfumado de la tierra”.
➢ Por último, tanto Grenouille como Saint-Just encuentran el final
de sus vidas trágicamente antes de cumplir los 30 años. Esto se
traduce en que logran ser dignos del mote “monstruos geniales” a
pesar de ser muy jóvenes.

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CONCLUSIONES

Luego de recorrer brevemente las biografías del marqués De Sade, de


Louis de Saint-Just, de Joseph Fouché y de Napoleón Bonaparte, y de
cotejarlas con la de Jean-Baptiste Grenouille, he logrado darle un
sustento a la afirmación que Patrick Süskind hace sobre ellos: que han
sido los “hombres más abominables y geniales” que existieron por la
Francia del siglo XVIII.

Cabe destacar que los datos que arroja la investigación dan fuerza a
cada idea que utiliza el autor: “célebres y tenebrosos en altanería”,
“desprecio por sus semejantes”, “inmoralidad”, “impiedad”, y el
genio de cada uno puesto a disposición de sus ambiciones.

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BIBLIOGRAFÍA

➢ “El perfume. Historia de un asesino”: Patrick Süskind. Ed. “Círculo


de lectores”. España, 1986;
➢ “Aula. Curso de orientación Escolar. Biografías”: Cultural, S.A. Ed.
“Cultural S. A. de Ediciones”. España, 1989;
➢ www.rae.com.es: sitio web de la Real Academia Española;
➢ www.wikipedia.org: sitio web de la enciclopedia libre;
➢ www.biografiasyvidas.com: sitio web de biografías;
➢ www.perfumemovie.com: sitio web oficial de la película.

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ÍNDICE

Título Página
INTRODUCCIÓN………………………………………………………… ………
…………………………….. …1
DESARROLLO
Marqués De Sade………………………………………………… ………
…………………………….. …2
Louis de Saint-Just………………………………………………… ………
……………………………. …3
Joseph Fouché……………………………………………………… ………
…………………………….. …4
Napoleón Bonaparte……………………………………………… ………
…………………………… …5
Puntos de contacto………………………………………………… ………
…………………………… …6
CONCLUSIONES………………………………………………………… ………
……………………………… …8
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………… ………
……………………………… …9

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