Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
El Desvirgamiento de Mi Virtuosidad
Noté la manera en que, por una misteriosa gracia del cielo, ella se fijo en mí, me
miraba disimuladamente como si estuviera desprevenida y de cuando en cuando me
sonreía… Así empezó todo, como una historia de amor que promete ser poética y
sublime, pero no tardé en descubrir lo más hondo que residía en mi entrañable
humanidad.
Si bien, el conocer a Helen fue una experiencia deslumbrante, conocer a esta tierna
criatura fue desconcertante y adimensional. Laury, pese a su corta edad, tan sólo 12
años, poseía la figura más sensual jamás vista, un redondo y abultado trasero que se
notaban firmes y tersos, unos senos apenas florecientes, pero con el más
prometedor futuro, unas piernas torneadas, caderas sobresalientes y talle perfecto;
sin embargo todo esto era poco comparado con ese deslumbrante fuego en su
mirada, sus ojos inquietantes jugaban con mi tranquilidad… apenas la vi, no supe
más de mi.
Helen tuvo que irse de viaje, la empresa la mandó al otro lado del continente por 2
semanas. Al notificarme semejante situación no pude evitar que una sonrisa se
dibujara en mi rostro, realmente no lo pude controlar, pero traté de disimular…
Cuando la llevamos al aeropuerto, justo antes de abordar, me abrazó fuertemente y
me dijo al oído “Laury es muy juguetona, sólo no le pongas cuidado y todo estará
bien” Otra vez me dejaba ver su ansiedad, ¿Por qué se engañaba de esa forma? Se
que nada estuvo bien para Helen desde que Laury empezó a hacerse mujer, de eso
estoy seguro, yo sólo soy una historia más…
Los dos primeros días fueron normales, hasta que mi intranquilidad me enloqueció y
pensé en espiarla en la ducha para ver los otros pedazos de su femineidad que esos
pequeños trajes ocultaban con poca sobriedad.
Cuando me escurrí por el callejón para asomarme a esa pequeña ventana que daba
hacia el baño, no pude creer lo que mis ojos vieron, ¡qué belleza! estaba toda
desnuda y sudaba, se movía y jadeaba, quería ver ¡qué rayos estaba haciendo, hasta
que pude observar que sus manos tomaban una botella mediana de colonia, de
bordes curvos, y se la sobaba en medio de sus entrepiernas; me concentré tanto en
ese frasco, como si mirándolo pudiera sustituirle, se metía entre sus labios y
restregaba con firmeza el punto central, ella seguía jadeando como pidiendo más y
sobre el frasco se derramaban pequeñas gotas provenientes de su
profundidad…Tuve que huir para no estallar ahí de pie en mis pantalones; pero la
hazaña de Laury en el baño me mostraba mi oportunidad… ahora sabía sobre sus
deseos y su curiosidad… de tal manera que no dudé esa misma noche prepararle
una escena para hacerla fantasear y acercarse a mi…
Esa noche nada ocurrió, pero fue la escena prelúdica que ahogó en mí los hálitos de
mi virtuosidad…
Dos días después pretendía repetir el ritual, pero ella, esta vez, se me adelantó.
Llegué a su habitación y ahí estaba con un frasco de jalea en su mano derecha y otro
de aceites lubricantes en su mano izquierda y mirándome con el ardoroso fuego
morboso en sus ojos penetrantes me dijo: Hoy, mi querido padrastro, te voy
saborear y tu me vas ensanchar hasta el ardor esa pequeña herida por donde hasta
ahora nadie había osado entrar….