DEVOCIONAL (2) (21/FEB/2012)(6:27-7:12)

PROVERBIOS 1-3
PRO. 4:23 Sobre toda cosa guardada guarda tu corazn; porque de l mana la vida. PRO. 4:27 No te desves a la derecha ni a la izquierda, Aparta tu pie del mal.. PRO. 5:18 Sea bendito tu manantial , Y algrate con la mujer de tu juventud. PRO. 5:22 Prendern al impo sus propias iniquidades, Y retenido ser con las cuerdas de su pecado.

Muchas veces nos acercamos al fuego y de cerca, apreciamos los colores que lo conforman, su destello desprende ondas de calor que nos alcanzan y nos hacen sentir apacibles, nos gusta su danzar y cmo las llamas aumentan y disminuyen frente a nuestros ojos, la realidad es que justo en ese momento es donde olvidamos por completo, su peligrosidad. Es hasta que una pequea chispa salta del centro de la fogata y cae sobre nuestra piel que recordamos el dolor que ste es capaz de generar, si bien nos va, slo nos quedar un pequea marca mientras sana la quemadura, sin embargo, una chispa en la tela inadecuada y con viento que la propague son los ingredientes suficientes para crear un incendio. Guardar nuestro corazn por encima de todo nos permitir como jvenes alejarnos de cosas que se muestran atractivas a la distancia, pero que por nuestra inexperiencia por nuestro exceso de soberbia no somos capaces de dimensionar sobre su peligrosidad. Si guardamos nuestro corazn por encima de todo y lo mantenemos en un lugar seguro, tu probabilidad de incendiarte se reducir significativamente, y entenders que de l mana la vida cuando compruebes lo dulce que es Dios y lo claro que es a nuestra vida si le seguimos. Alejarse del fuego no es tan difcil cuando eres firme y estas convencido que ms que por el compromiso humano, tu quieres alejarte de l por lo peligroso que resultar para ti, y si llenas tu corazn de pensamientos atractivos (msica, actividades, deporte, lectura, convivencia, proyectos, aprender cosas nuevas como: cocinar, o tocar un instrumento, tomar fotografa o ir a un gimnasio, etc.) y sabrs que a pesar que esa fogata este encendida ah, tu corazn y tus convicciones son tan firmes que desde lejos preferirs mantener a salvo tu corazn.