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SOBREVIVIENDO EN EL ALTO:
Crónicas y fotografías desde una urbe inverosímil
(2004 - 2008)
Agradecimientos
INTRODUCCIÓN
Mostrar a través de crónicas y fotografías el orgullo
por subsistir en este injusto e incomprensible mundo en
que vivimos, de una parte de la población de El Alto -
situada a quince minutos del centro de La Paz, Bolivia-
es el objetivo de este libro.
El Alto es una ciudad compleja y diversa, que ha resistido a una
masacre militar en 2003 (la llamada Guerra del gas donde murieron
más de 60 personas y quedaron heridas más allá de 400) por poner
resistencia a la venta del gas a Chile, durante el gobierno del en-
tonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Por lo tanto, el presente libro sólo quiere rendir honor de esta gente
y los conflictos fugaces que tiene que afrontar día tras día.
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En dos partes está dividido este libro: LATIDOS se llama la
primera sección y refleja -en tres historias realizadas en 2004- las
ganas de los protagonistas por subsistir y resistir en este universo.
Sobreviviendo
- Joven, ¿le tomo una foto?
Andaba con prisa. Siempre ando con prisa. Eran las 8:00 de
la mañana.
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ño carnet para unos asuntos que tengo que hacer al día siguiente.
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- Bueno...
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- Espero entonces.
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Y pese a haber pasado por estas situaciones de ries-
go, donde su vida ha estado en peligro, jamás ha que-
rido marcharse de El Alto.
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Por ser temprano, hay pocas personas que circulan por la plaza.
Sin testigos son más certeros los disparos. El trabajo se hace más
fácil, pienso.
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Un día más de vida
Una patada voladora en el rostro le otorga
Parca I (que en jerga quiere decir La Muer-
te) a su compañero El Enmascarado. El pú-
blico está dividido.
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Más allá están algunas esposas de los luchadores, que observan có-
mo sus maridos pelean rudamente para llevar el pan a la casa.
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Parca I y Parca II lo siguen golpeando.
Su cuerpo cae contra el cemento del suelo, en un espacio que hay en-
tre el cuadrilátero y las tribunas. La caída fue violenta. La golpiza que
recibe es aún más dura.
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Los luchadores de la muerte siguen bailando. Saltan y
estiran los brazos hacia el cielo. Esta vez les tocó ganar,
pero la siguiente vez quizás no.
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Las máscaras, similares a las que usan los peleadores, son una de las
novedades que los comerciantes ofrecen en El Multifuncional. Los pa-
dres las compran a sus pequeños, quienes al ponérselas sueñan ser, aun-
que sea por un segundo, como sus ídolos de la lucha.
Estos dos son los principales escenarios de lucha libre que hay en El
Alto. Según los empresarios, las peleas se realizan todo el año, pero la
temporada alta, la mejor, empieza días antes de la Navidad.
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en la ciudad de La Paz, pero con el transcurso de los años
los shows se trasladaron a El Alto.
Sobre un presunto arreglo del ganador, puede que haya, pero que no
exista un desgaste físico y una voluntad de lucha entre los peleadores,
eso sí lo niego rotundamente.
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Y también puedo afirmar que existe una camaradería entre los lucha-
dores. En el camarín, después de cada pelea, se dan la mano y se brin-
dan una señal de respeto, sin importar quién haya ganado o perdido.
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Aniquilando la desilusión
chadores también sa-
ben cómo caer contra “¿Qué es la vida? ¿Es un sueño o es una
ilusión?” (Pedro Calderón de la Barca)
el suelo de cemento, ya
que es parte del espec-
táculo.
Al final, cuando Pienso que más allá de intentar entender lo que ocurre
acaba el show y se en el mundo, con los pies bien puestos sobre la tierra,
cierra el telón, los concuerdo con el significado de la vida de Calderón de
peleadores se des- La Barca, aunque para muchos sólo sea poesía o filoso-
piden hasta el pró-
fía.
ximo domingo,
hasta la siguiente
pelea. Y creo, además, que los únicos que pueden vivir la vida como sueño,
son los niños. Ellos crean un mundo dentro de este mundo, donde la fe-
Algunos se marchan licidad y la paz espiritual es el eje central de todo lo que ahí sucede.
con su familia, que Un don envidiable.
fueron a observarlos, y
otros se dirigen solos a
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Cuando llegué a El Alto, unos vecinos me contaron
que a la mitad del año nevaba, que había un día en que
del cielo caían pequeñas bolas de hielo parecidas a esfe-
ritas de cristal y que los niños junto a sus padres hacían
muñecos de nieve, como se ven en las películas.
Del cielo comenzó a caer lo que dijeron mis vecinos: bolitas de cris-
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Tuve que ir a casa a colocarme sobre el cuerpo todos los abrigos que
podía, ya que el espectáculo recién comenzaba y no podía perdérmelo.
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Eran pocas las personas que seguían en las calles. Entre ellas me en-
contraba yo.
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do el bendito muñeco.
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haré con mi papá”, dijo. “Claro”, respondí. Y agregué: “Pero lo harás
mañana porque con esta tempestad no puede ser posible”.
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mas y tamaños, que habían resistido a la nevada del día anterior.
Por la tarde, las huellas de la tormenta de nieve del día anterior se ha-
bían evaporado. El espectáculo se convirtió en imágenes del pasado
guardadas en la memoria de los testigos, como si todo lo ocurrido has-
ta hacía unas horas hubiese sido un profundo sueño y no una realidad.
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DIARIO EN
CARNE VIVA
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Permiso para existir
24 de octubre de 2007, 12.26 horas. La población de la
Ceja no sólo quemó bares sino prostíbulos. Las meretrices exigie-
ron trabajar en las calles y algunas se cosieron los labios como pro-
testa para que las dejen existir: “es nuestra única forma de ganarnos
las vida”, dijeron solicitando permiso para seguir subsistiendo.
Capitalismo
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“No me maten”
En la Feria 16
de Julio se puede
encontrar de todo
como en un supermer-
cado: productos nue-
vos y usados. Se
levanta a un costado
de la avenida Juan
Pablo II.
Los comerciantes
resisten vendiendo sus
productos los jueves y
domingos, días en que
la feria abre el telón.
Junio de 2004.
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12 de marzo de
2007. El Mallku, El
Príncipe traducido del
aymara al castellano,
Felipe Quispe, dio una
charla en El Alto, en su
ciudad, donde en 1992
fue atrapado por la
policía, en la zona
Santiago I, acusado de
terrorista.
“Soy guerrillero, no
terrorista”, con esa frase
siempre se ha defendido
ante la inquisidora
sociedad.
El Mallku Buscando
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19 de septiembre de 2007.
14.18 horas. Efectivos de
Homicidios de El Alto arribaron a la
zona Ventilla para buscar restos de
personas desaparecidas no identifica-
das (N.N.) en una fosa común.
Empuñando el hacha
El 24 de enero de todos los años comienza Alasitas: una fiesta en 16 de octubre de 2007. 15.00 horas. “Un hombre sólo
honor al dios de la abundancia, el Ekeko (foto). El alcalde de El Alto empuña un hacha cuando sale en defensa de su dignidad” (Ryszard
Fanor Nava y el concejal Roberto de la Cruz estuvieron en la inaugura- Kapuscinski). Los vecinos de Villa Dolores y 12 de Octubre así como
ción de la feria en El Alto. grupos de escolares salieron a defender su dignidad, cansados de la
delincuencia y los crímenes que se registraban a raiz de la existencia de
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El enigmático Comandante
Osama (ex Guerra del Gas), Johnny
Huarachi, es mi amigo: es un combatien-
te urbano de los hechos injustos y abusi-
vos que realizan gobiernos y personas
que defienden oscuros intereses. 2006 -
2007. La Policía los reprimió. Los mineros tenían la razón de protestar.
En El Alto no existe agenda, uno camina por una esquina y hay hechos, hay
vida y no hay tiempo para pensar quién tiene la culpa y a veces ni para
escaparse de los incidentes. 2007.
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sin respirar
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Fanor, Evo y Álvaro
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Plan 3.000:
Made in El Alto
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El 4 de Mayo de este año, fecha en que Santa Cruz rea-
lizó el referendo autonómico, estuve en el Plan 3.000: una especie de
ciudad dentro de Santa Cruz (a 920 kilómetros de La Paz). Ese día hubo
gente en el Plan 3.000 que dijo “no” a la autonomía. Estuve junto a
alteños, hijos de alteños, extranjeros; me sentí como en El Alto: en casa.
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Anarquía Total
5 de diciembre de 2007. 15.32 horas. Cuatro personas
muertas en Villa Andrani. Fueron acusados de ladrones: los golpe-
aron y luego los quemaron vivos. El carro en que iban los hombres
desconocidos, los vecinos lo hicieron estallar con fuego y gasolina.
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Vayamos por partes
Con la Resistencia
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Radio 6 de Marzo
Se salvó de morir
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El director de El Alteño
Sed de vida El veterano periodista Mario Roque Cayoja es el
Para el profesor Huanca, no existen obstáculos. Sus brazos son sus director del emblemático periódico El Alteño. Junto a él aparece el
piernas y sus rodillas su corazón. El docente de computación todos los días cónsul de Perú en El Alto, Yván Solari Calvo.
tiene sed de vida.
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Uno más uno no es dos
El cabildo
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El escultor
El artista Gustavo Lara creó con sus propias manos uno de los En otros países del mundo, el Ballet Clásico y Contemporáneo es
más importantes monumentos de la ciudad: la heroína Juana Azurduy elitista porque la enseñanza es de costo elevado. No obstante, en El Alto,
de Padilla. Además construyó el escudo de El Alto. Sin embargo, las la Alcaldía ha democratizado la enseñanza del Ballet para que sea apren-
autoridades parecen haberse olvidado de él. dido por el pueblo, por la gente de a pie. En esta imagen aparece la profe-
sora Fátima Lazarte en plena enseñanza a sus alumnos.
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Fátima Lazarte
Dedicado a
Mi esposa
Blanquita Temoche
Mi tía en el cielo
La directora de la Escuela de
Félix Pomajambo
Ballet Clásico y Contemporáneo es Mi tío en el cielo
la maestra Mónica Camacho (foto
izquierda), quien ha estudiado en Ligia Suárez y René Lazarte
Mis suegros
Rusia.
El director de Cultura es Iván Mario Roque
director de El Alteño
Rodríguez y la directora de la
Escuela Municipal de las Artes es Bruno Olaya, Giussepe Herrera, Renato La Rosa, Adrián Chamorro,
Cinthia Nogales. David Falcón y Daniel Cavero, mis sobrinos y amigos
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