REGIMIENTOS DE INFANTERÍA - GUERRA DEL CHACO 1932 A 1935 - GERALDINO GAMARRA - PARAGUAY - PORTALGUARANI

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REGIMIENTOS DE INFANTERIA
GUERRA DEL CHACO 1932 -1935

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Regimientos de Infantería
Guerra del Chaco 1932-1935
Agradecimiento a: Gustavo Antonio Quiroga Velázquez

INDICE
Pag.
BREVE RESEÑA HISTORICA 1-8

REGIMIENTOS DE INFANTERIA R.I. 9-11
BATALLAS
PITIANTUTA 12-13
BOQUERON 14-18
NANAWA 19-20
PIRIZAL 21-25
STRONGEST 26-27
EL CARMEN 28-29
YRENDAGUE 30-32
YBYRAPITINDY 33-34
RECONOCIMIENTOS Y LOAS 35-46
ANECDOTARIOS 47-53
ILUSTRACIONES 54-74
BIBLIOGRAFIA 75
EL RECOPILADOR: Nación en la Ciudad de Asunción, el 13 de diciembre de 1968 padre

Bonifacio Gamarra y madre Felicia Cartamán, casado con Mirna Isabel Rios dos hijos Elías
Nicolás y Belén Guadalupe Francisca. Realizo su estudio primario en la Escuela Graduada
Ntra. Sra. de la Asunción y Escuela Graduada Mcal. Francisco Sola López. El ciclo
secundario en el Colegio Nacional Adela Speratti (Asunción), el universitario en la U.N.A.,
Universidad Privada, desarrollo dos postgrados Formación Pedagógica en el I.S.E y
Especialización en Administración Financiera Pública en la U.C.A. Realizo su S.M.O. en
el C.I.M.E.F.O.R en los años 1985-1988 obteniendo el grado de Subteniente de Infantería
de Rva.
Tiene trabajos investigativos publicados como;
ANDE ENERGIA POSITIVA

CIENCIAS CONTABLES CONOCIMIENTO Y PRACTICAS
ECONOMICA POLITICA IDEOLOGIAS Y ESCUELAS SOCIALES
ESTRUCTURA POLITICA Y OBJETIVOS DE MODERNIZACION DEL ESTADO
INDIGENAS DEL PARAGUAY
NOMBRES EXTRAORDINARIOS DE PARAGUAYOS Y PARAGUAYAS
E mail.: geraldino_gamarra@ande.gov.py
geraldino_gamarra@hotmail.com.py
GRACIAS
BREVE RESEÑA HISTORICA
Invasiones inglesas al Rio de la Plata por dos veces en 1806 y 1807 ocuparon Buenos Aires
y Montevideo, siendo derrotados. El Paraguay envió un contingente de 850 hombres que
tuvieron descollante intervención en la defensa de Montevideo, como figuras resaltan los
comandantes Fulgencio Yegros, Antonio Tomás Yegros, Fernando de la Mora, José
Fernández Montiel, Juan Manuel Gamarra. Estos valientes hombres portaban como colores
distintivos el rojo, blanco y azul que más tarde se constituiría en los colores del Pabellón
Nacional Paraguayo.
Estos paraguayos volvieron a la Provincia decididos a dar la Independencia al Paraguay, en

efecto la revolución debió iniciarse en el interior en Corrientes el comandante Blas José de
Rojas debía apresar a los españoles, en Itapúa el comandante Fulgencio Yegros debía
cumplir idéntica misión y marchar sus tropas hacia Asunción para unirse a las tropas
comandas por Pedro Juan Caballero, el 14 de mayo a la mañana conocida la conspiración,
decidieron dar el golpe revolucionario esa misma noche. El comandante Caballero dio
pleno poderes a José Gaspar Rodríguez de Franca a fin de trazar el Plan Revolucionario. A
las 10 de la noche del 14 de mayo un contingente de hombres se dirige por el Callejón
Histórico de la Casa de la Independencia dirigiéndose al Cuartel de la Plaza. El Cuartel
Revolucionario ya con adhesiones de otras unidades militares; Cuartel de la Ribera y la
Maestranza de Artillería, el Capitán Pedro Juan Caballero íntimo al Gobernador Español
Bernardo de Velazco con sendas notas, este dilataba su decisión esperando tal vez la no
adherencia del único Cuartel de los Miñones que aún le restaba. Todo termina en la
madrugada del 15 de mayo de 1811 el Gobernador Español capitula, así el 16 quedaba
constituido un Gobierno Provisorio o Triunvirato; José Gaspar Rodríguez de Francia,
Capitán Pedro Juan Caballero y Bernardo de Velazco como miembros.
El día 17 de junio de 1811, sesiona el primer Congreso Nacional en la cual se acordó

importantes decisiones; la más sensible y valiente separación definitiva de Bernardo de
Velazco y prohibición a los españoles ocupar cargos públicos y designar una Junta
Superior Gubernativa como miembros: Tte. Coronel Fulgencio Yegros (más tarde Brigadier
General), Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, Capitán Pedro Juan Caballero, Dr.
Geraldino Gamarra Cartaman 1

Francisco Javier Bogarín y Don Fernando de la Mora teniendo vigencia por 2 años. Las
medidas adoptadas fueron extraordinarias y transcendentales; a) Envió de la nota a la Junta
Gubernativa de Buenos Aires del 20 de julio 1811, en la expone categóricamente la
decisión paraguaya de ser libre, soberana e independiente de cualquier poder extranjero
para siempre b) Dispuso la reconquista del Fuerte Borbón u Olimpo c) Organizó el
Ejército Nacional d) Izamiento de la primera Bandera Nacional con los colores rojo,
blanco y azul.
Con justicia mencionamos a la Junta Superior Gubernativa y sus miembros como los
padres del Ejército Nacional Paraguayo, aquí se inicia la heroica e integra formación del
soldado paraguayo.
En sucesivos tratados firmados por la República del Paraguay y la República de Bolivia;
Decoud-Quijarro 1879 Presidente del Paraguay Sr Cándido Bareiro Canciller negociador

José Segundo Decoud (rechazado por el Congreso Paraguayo)
Aceval-Tamayo 1887 Presidente del Paraguay General Patricio Escobar Canciller

negociador Dr. Benjamín Aceval este tratado no fue ratificado por el Congreso Paraguayo.
Benitez-Ichazo 1894 Presente del Paraguay Sr. Marcos Morinigo Canciller negociador
Gregorio Benítez no llego a tratarse en el Congreso.
En 1885 el Gobierno Paraguayo otorgo al ciudadano boliviano Miguel Suarez Arana una
autorización especial para construir un camino carretero y ferrocarril en la banda derecha
del Rio Paraguay a la altura de Bahía Negra, la intención era el cruce del Chaco y así unir
Bolivia con el Rio, se construyó un villorrio para los trabajadores bautizado como Puerto
Pacheco tiempo después Suarez Arana cedió completamente su empresa al Estado
Boliviano que tuvo la osadía de proclamar soberanía por estos terreno e izar una bandera
boliviana. Este hecho motivo la enérgica reacción del gobierno paraguayo enviando una
escuadra de la marina de guerra al mando del capitán Domingo Ortiz quienes con sus
comandados arrancaron el emblema boliviano estableciendo el claro sentimiento paraguayo
que el Chaco Boreal pertenece a esta.

Entonces se iniciaron numerosas reuniones diplomáticas entre ambos gobiernos cada cual
son sus sendas documentaciones proveídos por historiadores e investigadores por el lado
paraguayo se formó un gigantesco equipo de ciudadano de primer nivel académico para la
defensa Diplomática del Chaco a raíz de la presentación formal del Gobierno Boliviano
por el encargado de Negocios Claudio Pinilla, el cual sin duda se dirimiría en un Laudo
Arbitral a futuro. Así citaremos a ilustres ciudadanos que contribuyeron con su sapiencia y
documentaciones;
José Falcón
Alejandro Audibert
Blas Garay
Cecilio Báez
Francisco Rolón
Juan León Mallorquín
Elías Ayala
Raúl del Pozo Cano, paraguayo naturalizado
Manuel Sosa Escalada
Fulgencio R. Moreno
Manuel Domínguez
Enrique de Gandía, argentino.
En 1852 la República de Argentina por medio del Tratado Varela-Darqui reconoció la

soberanía del Chaco Boreal a la República del Paraguay. El Encargado de Negocios
boliviano en la Argentina Juan de la Cruz Benavente expresa por primera vez las
pretensiones de su país sobre el Chaco Boreal se intensificaron las negociaciones en

especial después de la pérdida del Litoral Marítimo como consecuencia de la Guerra del
Pacifico con Chile (1879-1883).
En efecto fracasada sus intentos diplomáticos con los aliados de la Triple Alianza primero
luego directamente con el Arbitro Rutherford B. Hayes que en 1878, siendo presidente de
los Estados Unidos de América produjo su histórico fallo…”República del Paraguay
tienen legal y justo título a dicho territorio situado entre los ríos Pilcomayo y Verde,
así como a la Villa Occidental comprendida dentro de él”, inicio dialogo directo con la
República del Paraguay sus intenciones el reconocimiento del Chaco Boreal como
Boliviano y así tener acceso directo al gran Rio Paraguay con los consabidos beneficios
económicos que traería de por vida.
En 1907 se hablaba de un “Status Quo” en cuanto a no innovar y avanzar que el Gobierno

Boliviano respetaría, pero como hemos leído no fue así; seguían avanzando fundando
fortines Ballivian, Guáchala y Villa montes (territorio fuera de litigio) pero muy estratégico
para las pretensiones bolivianas. Con el descubrimiento del Pozo Petrolífero “Camirí” en
1916 el avance hacia el chaco se acelera.
Un hecho curioso ocurrió en marzo de 1919 en un paraje escampado denominado “El

Dorado” a 40 leguas de Asunción, un pequeño poblado fue atacado por indios
presumiblemente Maká dando muerte a todos los habitantes, acontecimiento conocido
gracias a dos jóvenes cazadores argentinos, fue enviado un contingente militar al mando del
capitán Washington Segovia, Tte. Hipólito Radice y Tte. Carlos Varela y una tropa de 40
hombres posicionándose en el lugar a la espera de un Juez del Crimen.
El Ministerio de Guerra y Marina a cargo del Coronel Adolfo Chirife decide comisionar al
capitán Juan B. Ayala para explorar la zona de Nanawa, inmediatamente se decide salir a
patrullar hallándose un campamento de indios Curupíes, en conversaciones con el Cacique
Tofai este comunica al capitán haber visto a soldados bolivianos sobre el rio Pilcomayo en
el fortín Esteros. Inmediatamente los comisionados regresan a Asunción comunicando al
ministro las situaciones halladas a raíz de estos acontecimientos se reorganiza los efectivos

de la II y III Zona Militar con asientos en Paraguarí y Villa Hayes para trasladarse y
asentarse en el Chaco Paraguayo.
Esta misión del capitán Ayala es considerada como la más importante decisión adoptada
por el Gobierno paraguayo con miras a explorar y reconocer posibles instalaciones de
fortines que día a día fundaban y fortificaban sin ningún retén paraguayo a la vista.
E l 25 de febrero de 1927 a la tarde salieron de Nanawa en busca de ganado vacuno para consumo
de la tropa, el Tte. 1º Adolfo Marcial Rojas Silva, el Sgto. Parodi, un Pelotón de 30 soldados, y
acompañado de dos baqueanos (guías) indios (cacique Ramón y Corrientes) llegaron al Fortín
Nueva Sorpresa (boliviano) zona del rio Pilcomayo, Rojas Silva decide ingresar con los soldados
Remigio Arguello, Maximiliano Chaparro y Fermín González y cacique Ramón, dejando no antes
al Sgto. Parodi la orden estricta” Si no volvemos en 24 horas, atropellen el fortín”, en donde luego
de un breve intercambio de palabras fueron inmediatamente detenidos. Rojas Silva fue confinado
mientras esperaba un interrogatorio en un pequeño rancho bajo la custodia de un solo conscripto.
Las horas de práctica militar hizo que, en tales circunstancias el teniente paraguayo intentará
fugarse pero en la lucha que entabló con el custodio, Froilán Tejerina, éste le dio muerte.
El incidente del Fortín Sorpresa causó bastante alarma en la opinión pública paraguaya, un año y
medio después, el 22 de agosto de 1928, otra ingrata circunstancia agravó las relaciones entre los
gobiernos de Paraguay y Bolivia en efecto, tropas paraguayas sorprendieron y tomaron prisioneros
en los alrededores del Fortín Galpón, en el Alto Paraguay, a varios militares bolivianos de alta
graduación que, según el historiador Efraím Cardozo, evidentemente estaban preparando el terreno
para la ulterior ocupación de esos lugares. Los prisioneros fueron el coronel Victoriano Gutiérrez,
comandante de la Quinta División, con asiento en Puerto Suárez; teniente coronel Ángel Ayoroa,
comandante del fortín Vitriones; teniente coronel Salvador Gutiérrez, capitán Filiberto Losada,
sargento David Mendoza y el baqueano Pascual Valenzuela. La situación se agravaba horas tras
horas. A raíz del ataque paraguayo al Fortín Vanguardia, fuerzas bolivianas capturaron los fortines
paraguayos Boquerón y Mariscal López, dónde muere el mítico Tte. Aparicio Figari, ocasiono la
inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas.
Como los paraguayos nos enteramos de estos atropellos con los reportes traídos por cazadores de
animales salvajes que señalaban que, soldados bolivianos habían aparecido en los alrededores de la

misión Inglesa Nanawa. Hasta 1927 se fundaron los fortines Margariños, Nueva Sorpresa,
Tinfunqué, Cuatro Vientos, Saavedra, Muñoz, Alihuata y Arce.
De la Argentina en el diario “LA PRENSA” en marzo de 1927 se difunde la información de la

captura de un oficial paraguayo por fuerzas bolivianas en la zona del Pilcomayo muy cercana a la
Capital Asunción, se trata del Tte. Adolfo Marcial Rojas Silva, inmediatamente un grupo de jóvenes
encabezada por el hermano del Teniente Rojas Silva (Hermogenes) solicita audiencia con el
Ministro de Relaciones Exteriores Doctor Enrique Bordenave, este los recibe mencionando que no
tenía mayor información pero que se están ocupando del caso seriamente y que el Presidente Doctor
Eligio Ayala lo recibiría sin inconveniente en su residencia, considerando que Adolfo Marcial era el
hijo mayor del ex Presidente don Liberato Rojas (5 de julio 1911 y 28 de febrero de 1912). El joven
pregunta si el Teniente cayó prisionero el Señor Presidente lo confirma a lo que el hermano expresa
afirmativamente que su hermano está muerto, pues jamás se dejaría estar prisionero de los
bolivianos.
El Ministerio de Guerra de Bolivia reconoce en un comunicado al Gobierno Paraguayo de

la muerte de un oficial paraguayo en manos de un soldado boliviano, pronto la voz de
protesta se difundía por radio so’ o a todas las ciudades y compañías de la patria con la
reseña común “debemos lavar la alevosa afrenta y vengar la muerte del Oficial Paraguayo”.
Los gritos en los foros se hacían sentir y los caudillos expresaban no podemos admitir que
se mate a un compatriota en nuestro propio territorio, cientos de marchas con pancartas que
rezaban “VIVA EL TTE. ROJAS SILVA”, “VIVIRA PARA SIEMPRE ROJAS
SILVA”, “EL PUEBLO PARAGUAYO RECLAMA JUSTICIA”, las marchas se
suceden y aumentan con gritos “Debemos recuperar nuestro Chaco y mandar a los bolí a
sus montañas” cada grupo de la sociedad portaban sus pancartas distintivas se leían;
Recoleta, Trinidad, San Lorenzo, Sajonia, Tuyucúa etc., en las adyacencias de la Plaza
Uruguaya se congregan la mayor cantidad de personas de la preguerra se calculan unas
80.000. Entre los miembros de las FFAA no hay otra conversación más que la de atacar y
vengar al camarada asesinado.
Ante estas situaciones el gobierno paraguayo por Decreto Nº, el 14 de diciembre de 1928,
ordeno la movilización “a los individuos de Tropa de la Reserva del Ejército Permanente de
la Armada, a todos los ciudadanos hábiles para el servicio de las armas…” de 20 a 28 años

de edad cumplidos. Aun así jóvenes de todas las edades se presentaron masivamente a los
cuarteles, incluso jóvenes que aún no cumplían los 17 años solicitan su incorporación a la
milicia.
Igualmente, creó el cargo de Comandante en Jefe del Ejército y Marina Nacionales,

designando para el cargo al general Patricio Alejandrino Escobar, un jefe retirado del
servicio activo hacía muchos años; la Inspectoría General del Ejército, a cargo del general
Manuel Rojas; la Junta de Aprovisionamiento y el Consejo de Defensa Nacional, presidido
por el obispo Juan Sinforiano Bogarín. Mientras tanto, la comisión militar de compra de
armamentos suscribía contratos con fábricas europeas.
La movilización decretada por el gobierno paraguayo, llamando a diez clases de la reserva,

en vez de constituir un paso decisivo en la defensa del Chaco, desnudó un cúmulo de
falencias y la “inexistencia de una organización adecuada”, al decir del coronel Carlos José
Fernández. Si bien la respuesta a la convocatoria del gobierno para la defensa del Chaco fue
generalizada, la misma fue un fracaso total, pues puso en descubierto la desorganización
imperante en el Ejército.
De todos los confines de la República, al son de bulliciosas bandas de música, llegaban a

Asunción numerosas y entusiastas columnas de reservistas, convirtiéndose la capital del
país en un cuartel general. Ante las impresiones, según el general Ayala, “cuando
rebosaban los edificios de contingentes, se embarcaban verdaderas multitudes con destino o
cualquier punto del litoral, sin objetivo determinado, desprovistas de víveres para el viaje y
sin siquiera al punto de destino (…) los regimientos se escalonaban desde Bahía Negra
hasta Puerto Galileo, sobre el Pilcomayo, en confusa dispersión, sin ningún plan de
concentración ni de operaciones. La escuela militar de los jefes no tenían lo mejor idea de
lo que era el Chaco y, menos aún, de las formas de encarar su defensa.
Ambas naciones estaban en concordancia de no tener preparado a sus FFAA ni política, ni

estratégica, táctica y menos logísticamente para el enfrentamiento armado. Pero el
empecinamiento de Bolivia de lograr acceso al Gran Rio Paraguay y la falta de retenes
suficientes del ejército paraguayo hicieron recapacitar al superior Gobierno y se llegaron a

comprar armamentos, la más onerosa y valiosa de todas las dos cañoneras bautizados
como Paraguay e Humaitá. Para el efecto fueron comisionados a Europa el General Manlio
Schenoni y el Coronel Arturo Bray para la adquisición de armas y pertrechos destinados al
ejército, en algún momento comento el Coronel Bray que la puntillosidad y economía que
realizo el General Schenoni exasperabas a los vendedores pues al conseguir comisiones de
compras, este los volvía a reinvertir en comprar más armamentos.
Exasperado la sociedad paraguaya con los acontecimientos mencionados más las tomas
sucesivas de Fortines por bolivianos; Masamaklay, Sorpresa, y la renovada recordación de
la casi inmolación del Tte. Rojas Silva, los luctuosos y fatídicos acontecimientos de los
jóvenes frente al Palacio de Gobierno el 23 de octubre de 1931.
Con certeza podríamos deducir que el Gobierno Boliviano perseguía dos objetivos llegar
al Rio Paraguay y apoderarse de todo el Chaco Paraguayo utilizando la fuerza de las
armas atizadas hábilmente por visionario(s) inversor(es) extranjero(s) petrolífero(s).

REGIMIENTOS DE INFANTERIA R.I.

El 30 de julio de 1930, el Gobierno decretó la nomenclatura de las unidades del Ejército
con nombres permanentes, haciendo honor a memorables batallas y jefes militares de la
época de la guerra que el Paraguay sostuvo con la Triple Alianza entre 1864 y 1870.
Cuando el gobierno decretó la movilización general, el 23 de julio de 1932, creó el cargo de

Comandante de Jefe del Ejército, designando al Gral. Brig. (SR) Manuel Rojas para
ocupar, integrando un Consejo de Defensa Nacional con los generales Manlio Schenoni y
Patricio Alejandrino Escobar. El Gral. Rojas era de la idea –generalizada en amplios
sectores militares y políticos- de adoptar una actitud defensiva sobre una línea paralela al
río Paraguay, abandonando a merced del adversario todo el territorio chaqueño, para
atacarlo a fondo una vez que los bolivianos hubiesen extendido sus líneas de
comunicaciones.
Esta tesitura pronto ocasionó ronchas en el Ejército, pues otros jefes, como el comandante
de la I División de Infantería, Tte. Cnel. José Félix Estigarribia, y el jefe de Estado Mayor
General Tte. Cnel. Juan Bautista Ayala, concebían la defensa del territorio chaqueño de tal
manera a ir al encuentro del adversario lo más lejos posible del río Paraguay e impedir la
reunión de las columnas en que se suponía llevaría a cabo el ejército boliviano su plan de
ataque. Esta concepción era del agrado del gobierno que asumió el 15 de agosto de 1932,
encabezado por el Dr. Eusebio Ayala. Por esta razón el Comandante en Jefe Gral. Rojas,
será progresivamente relegado a tareas secundarias y puramente administrativas. Entre las
medidas tomadas por la Comandancia en Jefe estuvo la división del territorio chaqueño en
dos zonas militares: la del norte o Comanor, con sede en Bahía Negra, al mando del
teniente coronel José Julián Sánchez, desde Puerto Guaraní hasta Puerto Suárez; y la del
sur, Comasur, abarcando desde el Puerto Guaraní al resto del Chaco, bajo el mando del Tte.
Cnel. José Félix Estigarribia, pero con jurisdicción sobre Comanor. Estas medidas
permitieron una mejor coordinación de la organización de la defensa nacional. Por otra
parte con posterioridad se organizó en Concepción la II División de Infantería con los
Regimientos de Infantería “2 de mayo”, “Corrales”, de caballería “Coronel Mongelós” y el

primer grupo de artillería. La comandancia de esta II División estuvo a cargo del Tte. Cnel.
Gaudioso Núñez.
Para guarnecer el sector norte, con las tropas de Comanor, se organizó una III División de
Infantería, con las tropas del R.I. Nº 5 “General Díaz”, el R.I. Nº 8 “Piribebuy” y un
destacamento de infantería de marina (RIM “Riachuelo”), juntamente con el G.A. Nº 3
“Coronel Hermosa”. También, con los cadetes de la Escuela Militar, se constituyó el R.I.
Nº 6 “Boquerón”. En Julio de 1932 ante el agravamiento de la situación internacional, el
Comando en Jefe solicitó la organización de Grandes Unidades Operativas.
I División de Infantería la Gran Unidad decana de todas las Divisiones paraguayas, fue
creada el 17 de junio de 1931 por Decreto Nº 40.478, compuesto por los Regimientos de
Infantería Nº 2 "Ytororó" y el Nº 4 "Curupayty", con asiento en Puerto Casado,
completando posteriormente su organización con el Batallón de Zapadores Nº 1 "Gral.
Elizardo Aquino", el Grupo Nº 2 de Artillería "Gral. Francisco Roa" y el Regimiento de
Caballería Nº 2 "Coronel Felipe Toledo", siendo nombrado su primer Comandante, el Tte.
Cnel. José Félix Estigarribia, y con posterioridad se organizó en Concepción la II División
de Infantería con los Regimientos de Infantería “2 de mayo”, “Corrales”, de caballería
“Coronel Mongelós” y el primer grupo de artillería. La comandancia de esta II División
estuvo a cargo del Tte. Cnel. Gaudioso Núñez
El Tte. Cnel. José Félix Estigarribia sometió a consideración del superior Gobierno
Nacional un Plan Operativo para desalojar al enemigo del Fortín Boquerón últimamente
en poder boliviano, verdadera amenaza para el sector Casado, recordando que el militar
paraguayo mantenía la Tesis que, al enemigo debía ser atacado y retenido a muchos
kilómetros dentro del Chaco Boreal y no dejarlo penetrar por ninguna razón en la zona del
Gran Rio Paraguay.
El Alto Comando, reorganiza en la zona las FFAA creando el Comando Chaco

(COMANCHACO) recayendo en José Félix Estigarribia la comandancia, ordenando que
ambas I y II División de Infantería retomaran el Fortín Boquerón, es así que desde la Base

Concepción sede de la II División parte un formidable convoy nunca visto en el Paraguay

rumbo a Puerto Casado.
En Puerto Casado todas las tropas después de un breve descanso de 2 días por orden del
Comanchaco abordan el tren del empresario argentino Carlos Casado quien explotaba la
mayor cantidad de hectáreas cedida a un particular por el Gobierno Nacional para la
extracción de quebracho, llegando al mítico paraje Km. 145 (punta riel), de ahí a marcha
administrativa forzada partían rumbo a Isla Po í cuartel general de las operaciones del
sector casado, esta ubicación geográfica fue una formidable conjunción de caminos a
Boquerón, Toledo y Corrales, en este fortín de techos de pajas y horcones de madera se
planificaron los más certeros ataques/defensas militar para la victoria de las armas
paraguayas.
• Regimiento de Infantería Nº 1 “2 de Mayo”

• Regimiento de Infantería Nº 2 “Ytororó”
• Regimiento de Infantería Nº 3 “Corrales”
• Regimiento de Infantería Nº 4 “Curupayty”
• Regimiento de Infantería Nº 5 “Gral. José Eduvigis Díaz”
• Regimiento de Infantería Nº 6 “Boquerón”
• Regimiento de Infantería Nº 7 “24 de mayo”
• Regimiento de Infantería Nº 8 “Piribebuy”
• Regimiento de Infantería Nº 10 “Sauce”
• Regimiento de Infantería Nº 12 “Rubio Ñu”
• Regimiento de Infantería Nº 13 “Tuyutí”
• Regimiento de Infantería Nº 14 “Cerro Corá”
• Regimiento de Infantería Nº 15 “Lomas Valentinas”
• Regimiento de Infantería Nº 16 “Mcal. López”
• Regimiento de Infantería Nº 17 “Yatayty Corá”
• Regimiento de Infantería Nº 18 “Pitiantuta”
• Regimiento de Infantería Nº 20 “ Acá Yuasá”
• Regimiento de Infantería Nº 26 “Cerro León”
• Regimiento de Infantería “Gral. San Martín”
• Regimiento de Infantería de Fusileros “Batallón 40”

BATALLAS
Pitiantuta, Boquerón, Yukcra, Lara, Ramírez, Cabo Castillo, Arce, Saavedra, Nanawa,
Gondra, Pirizal, Toledo, Pozo Favorito, Pampa Grande, Zenteno, Campo Via, Cañada
Strongest, El Carmen, Ballivián, Cañada Esperanza, Beatriz, Guachalla, Yrendague,
Ybybobo, Charagua, Villa Montes, Carandayty, Mandyyupecuá, Picuiba, Ybyrapytindy e
Ingavi la ballata final.
PITIANTUTA
En 1931, debido a informaciones recogidas de aborígenes de la región sobrevolaron la zona

dos aeroplanos pilotados por Agustín Pasmor y Fernández, descubrieron una laguna. Una
expedición dirigida por el Gral. H.C Juan Belaieff, el primer militar del ejército imperial
ruso en arribar al Paraguay, de los 44 oficiales rusos, de excelente formación militar que
contribuyo de manera formidable a la formación de los inexperimentados soldados
paraguayos a su cargo, también intercambio pareceres con los oficiales y suboficiales. En
homenaje a tan valioso aporte académico militar de los rusos mencionamos a; Cap. Sergio
Salaskin, Cap. Boris Kassianof, Cap. Nicolás Chircov, Cap.Vasilio Serebriahoff,
Kanonnikoff, Nicolás Gold Schmidt, Víctor Kornilovich, Vasilio Malutín, Coronel
Alejandro Von Eckstein y el Gral. Nicolás Ern.
Inmediatamente se fundó el fortín Carlos Antonio López, en esta inmensa planicie llamado
“INFIERNO VERDE” el agua era vital para ambas fuerzas Bolivia envió vuelos de
reconocimiento descubriendo a su vez la laguna y divisando el improvisado fortín. Así la
laguna bautizada Pitiantuta, cuyo nombre en lengua chamacoco significa lugar del oso
hormiguero muerto.
Inmediatamente el Alto Mando Boliviano ordeno la posesión de este espejo de agua

destacando una nutrida fuerza a cargo del Mayor Oscar Moscoso el 15 de junio de 1932
atacó la escasa dotación paraguaya destruyendo el fortín, a 5 km. al oeste levantaron otro
fortín al que bautizaron como Chuquisaca, solicitó refuerzos comenzó a fortificar el lugar, a
explorar la zona y a construir una pista de aviación. Recibió los refuerzos solicitados, con

lo que el destacamento llegó a contar con 7 oficiales, 143 hombres, una batería de artillería,
una sección de ametralladoras de dos piezas, 16 ametralladoras livianas, una sección
sanitaria y unos 23.000 cartuchos de fusiles.
Enterado de la situación, el Tte. Cnel. Estigarribia, comandante de la I División, ordenó la

inmediata reconquista, Para retomar el fortín envió un grupo táctico al mando del Tte.
Ernesto Scarone, compuesto por la I Cía. del R.I. Nº 2 “Ytororó”, con dos morteros Stokes-
Brandt; un pelotón del R.C. Nº 2 “Coronel Toledo”. En total, 98 hombres (cincuenta y dos
menos que el destacamento Moscoso). Además, la expedición paraguaya tenía en su contra
que el destacamento boliviano estaba a la espera, día a día y bien fortificado, de una
reacción paraguaya.
Salieron de Casanillo el 5 de julio el plan consistió en atacar con dos columnas llegando a
las inmediaciones el 14 de julio. A las 3 de la madrugada tuvieron los primeros
enfrentamientos a unos 200 mts. del fortín replegándose los bolivianos hacia el fortín, el 16
de julio continuó los asaltos a las posiciones enemigas, en horas de la tarde el Mayor
Moscoso recorriendo las trincheras constató alarmado que estas se encontraban vacías
todos huyeron rumbo al fortín Camacho a más de 170 km de distancia. La laguna fue
recuperada por el Paraguay. Para nuestro país, establecer una guarnición militar en el sitio
significaba contener las pretensiones bolivianas en la zona.
El empeño puesto por las fuerzas armadas de ambos países para posesionarse de esa fuente
de agua vital fue la chispa que inició el incendio de la Guerra del Chaco.

BOQUERON
El fortín había sido ocupado por el ejército boliviano hacia julio de 1932 el Presidente de
la República Dr. Eusebio Ayala ordena la retoma, esta orden es interceptada por
el servicio secreto de Bolivia, el Tte. Cnel. José Félix Estigarribia Comandante del
COMANCHACO ordena la retoma inmediata y de cualquier manera.
Para ejecutar la orden, el Tte. Cnel. Estigarribia instaló su puesto comando en Isla Poí
convertido en Villa Militar situado a 80 km de Punta Rieles y a 60 de Boquerón. En pocos
días, este fortín se convirtió en sitio de agrupación de reservistas. En sus alrededores se
instalaron campamentos militares, grandes talleres, depósitos de materiales, etc.
En una reunión con sus oficiales, Estigarribia dio a conocer su estrategia, la que iba
sostener a lo largo de tres años de lucha: “Vamos a entrar en una guerra de comunicaciones,
en la cual el ejército que logre dominar las comunicaciones, será vencedor”. Para realizar
el ataque al fortín Boquerón, todo el mes de agosto, las fuerzas paraguayas fueron
concentrándose en Villa Militar.
El 9 de setiembre de 1932 se inicia los combates, el fortín

al mando del Cnel. Manuel Marzana defendidas por los regimientos provenientes de La
Paz y Oruro con 600 hombres, impidieron por 23 días
la retoma del fortín por parte de las tropas paraguayas compuesta por 13.000 soldados.
La superioridad paraguaya en números de soldados constituyo en una batalla épica para las
FFAA Bolivianas. Durante los 23 días que duró el
combate, iniciándose las hostilidades por parte de Paraguay el 9 de septiembre, los hombres
del Cnel. Manuel Marzana resistieron el embate en una fortificación considerada como la
más formidable de toda la Guerra.
Estigarribia, quería estar próximo a sus tropas en el momento de la lucha y durante el
transcurso de la guerra se mantuvo próximo a los frentes de combate, a diferencia del Gral.
Quintanilla boliviano, que desde su seguro reducto de Muñoz exigió a sus hombres luchar
hasta morir.

Tremendas dificultades tuvo que sortear nuestro Ejército para iniciar esta primera gran
batalla, una de las más serias fue la falta de planos que indicarán el lugar exacto del fortín.
Afortunadamente, el Tte. Heriberto Florentín antiguo comandante de Boquerón pudo
apelando a su memoria esbozar un mapa que orientó a los nuestros.
Estigarribia, con sus conocimientos tácticos adquiridos en una de las principales escuelas
de guerra del mundo unidos a una aguda intuición y a la firme e inquebrantable voluntad de
vencer, le hicieron elaborar un inteligente plan operativo atenazar al enemigo en Boquerón
con tropas de infantería, mientras ordenaba a los Destacamentos de Caballería cortar toda
posibilidad de ayuda y abastecimiento al fortín.
Se rescata del diario personal de un Subteniente Boliviano Alberto Taborga lo siguiente:

“Nunca esperamos que los paraguayos planearan una ofensiva de semejantes
proporciones. Se oye un griterío atroz, los dientes castañean y es imposible dominar el
temblor de las piernas. Presentimos la derrota antes de iniciarse la batalla; suenan bandas
de música a lo lejos. Son las polcas épicas paraguayas “Campamento” y otras, que más
los enardecen. Dos escuadrones progresan, sin precaución alguna, marchando al trote.
Con gritos, “¡hurra!”, nos desafían. A los cuatrocientos metros inician el asalto al
galope... “¡Viva el Paraguay!”. Es la primera vez que oímos su grito de guerra. Cuando
llegan a los 300 metros que tenemos marcados en el espartillar, doy la señal... Vomitan las
pesadas, vibran las livianas, no cesa la fusilería. ¡Hierve el caldero de la guerra!”.
El general Quintanilla siempre desde Muñoz exige al Tte. Coronel Marzana a sostenerse
10 días más, hasta que llegue el Destacamento del Tte. Coronel Enrique Peñaranda que
“batirá al enemigo...” que, sabe a burla atroz a los sitiados.
Pese a nuestras tenazas de acero, con su destreza felina, el legendario capitán Víctor
Ustárez, con 40 hombres, logra penetrar al fortín. Su ayuda será más moral que efectiva,
pero es recibido con enorme regocijo. Pocos días más tarde, Ustárez, “el pombero bolí”,
caerá en la picada a Yukcra, culminando con una muerte heroica sus muchos años de
sigilosas correrías por el Chaco.
En filas paraguayas, según un testigo, aún faltaba un cuarto de hora para la hora “H”,
cuando se escuchó un breve tiroteo en el ala izquierda, seguido de un prolongado “grito

patriótico” lo cual era indicio de algún acontecimiento favorable. Después, nuevamente un

profundo silencio, interrumpido, de vez en cuando, por un extraño cuchicheo en nuestra
fila, que no podíamos interpretar, hasta que el cabo Brígido Mongelós, del grupo de
mando, exclamó de repente: ¡Bandera blanca, bandera blanca mi teniente!
Automáticamente todas las miradas apuntaron hacia el sector señalado, en busca del signo
de la rendición. La tarea fue fácil, pues para ese instante una cortina de ropas blancas de
todos los tamaños se había extendido de punta a punta sobre la trinchera enemiga;
camisas y pañuelos blancos atados en la punta de rústicas varillas ondulaban
pausadamente detrás de los parapetos. Era la rendición incondicional que ofrecían los
bravos defensores de Boquerón. Nuestra emoción fue tan grande que por algunos instantes
nadie osó mover ni un dedo, como si un poder mágico paralizara nuestras energías y
nuestras voluntades. Además - ¿por qué no decirlo? – un poco de desconfianza o temor a
lo que podría ser una trampa primaba en nuestro ánimo; hasta que un oficial, el más
decidido, se animó a gritarles: “¡Salgan de sus trincheras, sin armas!”.
En el fortín nadie dio cumplimiento a la orden. Algunos momentos después, el mismo

oficial trepando el parapeto de su trinchera se dirigió hacia las filas enemigas, ordenando y
urgiendo la salida con los brazos en alto de los combatientes bolivianos. “Uno tras otro, los
escuálidos pero heroicos defensores del reducto fueron saliendo por la escalinata hacia un
árbol designado como punto de reunión para los mismos”.
Sobre esta gran victoria de las fuerzas paraguayas el entonces Tte. Bray, comandante del
Regimiento de Infantería Nº 6 “Boquerón” formado con los cadetes de la Escuela Militar
del que Bray era director, escribió: “Boquerón fue una resonante victoria de nuestras
armas, lograda a fuerza de heroísmos y sacrificios, pero también una estupenda hazaña de
los bolivianos, al resistir veinte tres días de asedio sin tregua, a pesar de su notoria
inferioridad numérica y de la superioridad cuantitativa de nuestro armamento. Reconocer
los méritos del adversario importa enaltecer los propios”.
Así el 29 de septiembre agotados todos los recursos las tropas bolivianas alzaron banderas
de rendición las pérdidas humanas eran de aproximadamente 200 hombres, mientras que
las pérdidas para las FFAA paraguayas llegaban a casi 6.000 hombre. La falta de agua

atribulaban a las tropas paraguayas el sol de setiembre pareciera una primavera infernal
para los nuestros, esta batalla constituyó la tribulación y sufrimiento atroz para las tropas
por falta de agua sin comparación con enfrentamiento bélico alguno en el mundo hasta
hoy, que será la constante durante el transcurso de la guerra.
Días después, en Asunción, una abigarrada y hostil muchedumbre aguarda la llegada del
“Humaitá”, que transporta el primer contingente de prisioneros de guerra. Marzana y sus
soldados y oficiales son conducidos a tierra. No son seres humanos, sino espectros,
cadáveres, arrastrándose. Las camisas hechas jirones, los pantalones acortados hasta el
ridículo...”. La actitud del público, al verlos, se transforma de inmediato. El rencor de los
paraguayos desaparece, para dar paso al asombro y luego a la piedad. Un conmovido
silencio será su mejor tributo. De pronto, unos vendedores ambulantes rompen filas y
ofrecen, espontáneamente, a los cautivos lo que tienen: chipás, naranjas, cigarros... Una vez
más, por sobre todas las posibles pasiones, ha triunfado la innata nobleza del pueblo
paraguayo.
En esta batalla se demostró a las FFAA boliviana y al mundo entero el temple del soldado
paraguayo que emulando a los valientes soldados de la Guerra de la Triple Alianza estaban
preparados con la moral en alza para evitar toda incursión y apropiación del Chaco
Paraguayo.
Hondo dramatismo rodeó la rendición del Cnel. Marzana a manos del entonces Tte.
Arturo Bray, incluso el comandante de la II División, el Tte. Cnel. Gaudioso Núñez
exclamó a su paso: “¡Oficiales y soldados del Paraguay, saludemos las lágrimas de estos
valientes! ¡Los guerreros también lloran!”. Todos se cuadran y saludan con los ojos
empañados.
En un parte escueto, el comandante de la I División May. Carlos José Fernández, llamado
a ser uno de los jefes claves de la guerra, informará a su superior jerárquico: “Con íntima
satisfacción, comunico a ese comando que nuestro fortín Boquerón se halla de nuevo en
nuestro poder, habiéndose rendido incondicionalmente el enemigo”.

Consecuencias de esta derrota para los bolivianos fue:
• La contratación de los “servicios” del alemán Hans Kundt, General del Ejército
Alemán, asumiendo el Comando del Ejército Boliviano
• La ofensiva paraguaya retomó los fortines: Yukcra, Lara, Ramírez. Cabo Castillo y
Arce.
• Proféticamente, desde La Paz, el general Osorio escribirá el día 11 al general
Quintanilla: “De la resistencia de Boquerón depende el destino de ‘nuestro’ Chaco. El
Presidente de la Nación y el pueblo entero confían que sus defensores cumplirán su
deber y no dejarán pasar al enemigo”.
• En La Paz, el 1º de octubre, el Gobierno, todavía ignorante del desenlace de la batalla,
envía un angustioso cifrado al general Quintanilla: “Falta de noticias sobre la situación
de Boquerón induce a la opinión pública a dar crédito a comunicados paraguayos que
describen la acción con detalles, dando lugar a manifestaciones. Atribuyen al Comando
que trata de engañar al país, ocultando la verdadera situación, lo que podría ocasionar
desórdenes similares a los que ya se iniciaron en Oruro. Urge enviar partes más
frecuentes...”. La incomunicación del Ejecutivo con los altos mandos militares se hace
evidente una vez más.
En homenaje a esta batalla el 29 de setiembre se conmemora y denomina Día de la
Victoria (Feriado Nacional)

NANAWA
La Muralla Viva; desde la heroica defensa dispuesta con astucia por los Coroneles Luis
Irrazabal Barboza y Francisco Brizuela el 20 de enero de 1933, con una poderosa fuerza de
5.000 hombres las fuerzas bolivianas comandada por el Gral. Kundt, fueron rechazados
inclusive con la lucha cuerpo a cuerpo por los 2.500 soldados paraguayos que contaba el
fortín paraguayo. Rodeado por el enemigo sin posibilidad de ser auxiliados por tierra,
Irrazabal dispuso la rápida construcción de una pista de aviación en la cual audaces pilotos
paraguayos haciendo caso omiso a las peligrosas antiaéreas enemigas subían y bajaban
trayendo la logística requerida.
La orden estricta del aguerrido Cnel. Irrazabal resume toda su vida militar “Una vez
terminados los proyectiles, se pasará a la lucha cuerpo a cuerpo, sin idea de retirada del
fortín Nanawa”.
Hans Kundt no se quedaría con esta amarga derrota, tal es así que desde fines de junio, el
comando paraguayo, por medio de declaraciones de prisioneros, confirmo las
informaciones que el general Kundt estaba preparando un poderoso ataque sobre Nanawa,
con 20.000 hombres, provistos de tanques de guerra, minas, lanzallamas, artillería pesada
incluso aviones de combate.
El Cnel. Estigarribia dispuso el desplazamiento de fuerzas hacia el sur, de modo que una
acción del enemigo no los tomara de sorpresa, adoptando precauciones especiales para
contra restar la acción enemiga que se anunciaba decidió reunir unos 9.000 hombres en
Nanawa. Colocó su reserva estratégica en Falcón, pues, se daba cuenta de que el ataque
boliviano en gestación le serviría admirablemente para realizar su designio de destruir al
enemigo, y en este caso sin el riesgo de emprender operaciones ofensivas. El III Cuerpo de
Ejército a cargo del recién ascendido Coronel Luis Irrazabal Barboza había empeñado en
fortificar formidablemente Nanawa, construyendo líneas de trincheras no solo alrededor del
fortín, sino también fortificando y artillando toda la isla de monte de la zona y a minar las
probables rutas de asalto. El comandante Irrazabal dispuso que el sector oeste del fortín
fuera defendido por el R.I.Nº 13 “Tuyutí”, que se ubicó sobre el camino de Masamaclay. La
defensa del norte del fortín estaba a cargo del R.I. Nº 7, mientras que el sector sur era

defendido por una brigada de caballería formada por los regimientos R.C. Nº 4 “Acá
Carayá” y el R.C. Nº 5 “Acá Verá”.
EL 2 de julio, desde los puestos avanzados se informó que los bolivianos estaban
aprestándose para el asalto, el 4 de julio de 1933 cuando para coincidir con la reunión de
la Asamblea de La Liga de la Naciones, Kundt desencadenó contra Nanawa, el más grande
ataque frontal en masa de la guerra del Chaco. A las 9:05 del 4 de julio, el estallido de una
poderosa bomba que dejó un cráter de unos 30 metros de diámetro, cerca de 15.000
combatientes bolivianos se lanzaron al asalto sobre Nanawa, apoyados por 32 cañones y la
aviación que bombardeaba a la artillería paraguaya, mientras los lanzallamas lamían y
calcinaban todo a su alrededor, seguidos por los tanques de guerra.
Las reservas locales paraguayas, que en medio de aquella tormenta infernal acudieron hacia
el punto roto de la línea, lucharon cuerpo a cuerpo en un entrevero espantoso, hasta detener
el avance enemigo. Luego se lanzaron a un contraataque con granadas de mano, y
retomaron, al oscurecer del mismo día, uno de los reductos que habían caído en poder de
los bolivianos. Uno de los carros de asalto fue incendiado por los tiros de la artillería
paraguaya y los demás quedaron inmovilizados.
El día 6 de julio, al amanecer, los bolivianos reiniciaron los asaltos, pero para la media
mañana fueron rechazados. A media tarde intentaron otro asalto, pero fueron repelidos,
hasta que a las 20 los paraguayos rechazaron el más violento de los ataque del día,
obligando a los bolivianos a replegarse, pero fueron atacados en Gondra por las fuerzas
paraguayas, que se apoderaron de toda la primera línea del enemigo. En los días siguientes
ya en el sector Gondra los bolivianos realizaron otras embestidas infructuosas y
sangrientas. Estos triunfos del Ejército paraguayo le valieron un nuevo ascenso al
comandante Estigarribia, tal es así que el Coronel Irrazabal realizo una frase que trunco su
carrera militar y acciones en la guerra “Siga Ud., ascendiendo, general, que nosotros
continuaremos en nuestros puesto de combate para que Ud. siga agregando estrellas sobre
sus hombro”

PIRIZAL
Operación Mula Muerta del 27 al 28 de setiembre de 1933, un patrullaje de exploración
realizado el 31 de agosto por el Sargento Garcete quien informó: "Haber llegado hasta un
Pique enemigo con tendido telefónico en dirección a "Masamaklay", a retaguardia de las
fuerzas bolivianas que operaban sobre Pirizal; y que el claro de terreno no vigilado que
existía entre "Gondra" y "Pirizal" posibilitaba la ejecución de una penetración profunda
para la destrucción de dichas fuerzas y de las que operaban sobre "Nanawa". Esta
información fue utilizada por el Estado Mayor del III C.E. para el ataque ordenada por su
Comandante Cnel. Luis Irrazabal Barboza.
La IV División de Infantería se encargó de ejecutar las órdenes: "Por un movimiento

envolvente por el ala derecha de nuestras posiciones de "Pirizal" llegar al "Cañadón Mula
Muerta", cercar al enemigo y lograr su total destrucción", agregando la Orden: "El éxito de
la Operación estriba principalmente en la sorpresa operativa y en la rapidez de ejecución de
la maniobra". Unidades de Combate: R. I. Nº 20 "Aca Yuasá", R. C. Nº 3 "Coronel
Mongelos", Sección de Artillería a las órdenes del Capitán Oscar Mora, R.C. Nº 2
"Coronel Toledo"
A las 5 del día 27 de setiembre de 1933 se inició la marcha, con un escuadrón del R.C. Nº
3 "en descubierta", el que tomó sorpresivamente contacto violento con el enemigo a las
6,15 (a menos de 4 kilómetros del punto de partida) originándose desde los primeros
cambios de disparos una tenaz resistencia enemiga a la progresión del ataque, el
Destacamento A totalmente frenado en su progresión con el enemigo presionando en todas
las direcciones de su despliegue y forzado a emplear sus reservas y refuerzos recibidos, en
"Martillos" que extendía para eliminar el peligro de un contra envolvimiento que se
insinuaba peligrosamente, castigado por la Artillería y morteros enemigos, que actuando
con gran precisión, le causaba bajas que le era difícil reponer. Lo mismo acontecía con el
R.C. Nº 3 "Mongelos", que desplegado a espaldas del "Destacamento A"; recibió del
enemigo contraataques sostenidos, aunque carentes de peso, que le obligaron a extenderse
en "Martillo" tratando de eliminar el peligro de un envolvimiento por su ala derecha.

Para las 20 del día 27, los informes elevados por los Comandantes subordinados
expresaban: Tte. Cnel. Ortiz Cabral: "No se ha podido romper las líneas del enemigo;
hemos pasado del ataque a la defensa; estamos lejos del objetivo fijado; no hemos logrado
en ningún momento la sorpresa; en las posiciones alcanzadas estamos aferrados al terreno
y la situación ahí, se mantiene estacionaria"; Cap. Duarte Sosa: "Mis tropas no llegaron al
objetivo, del que nos encontramos más o menos a 700 metros; los contraataques enemigos
fueron frenados; desde las 12 la situación es estacionaria, aún seguimos esperando nuevos
contraataques; no estoy en condiciones de dar una apreciación definitiva en relación a la
misión encomendada al Destacamento"; El comandante divisionario contestó: "se aferrase
sobre las posiciones alcanzadas; que los refuerzos trataría de conseguirle; que no contaba
sino con la Compañía del Cap. Porta Bruguez del R.I. Nº 6 "Boquerón" con una Misión
particular que cumplir dentro de la Orden de Operaciones de la División; que comunicaría
al Cuerpo su pedido de repliegue, cuyo resultado le comunicaría". La maniobra de Pirizal
fue montada a pedido del Cap. Duarte Sosa al Cmte. del III Cuerpo, cuyo Sargento Garcete
dijo "haber llegado en un patrullaje hasta las inmediaciones del Fortín Murgia, a
retaguardia de Masamaklay, y que entre Gondra y Pirizal existía un gran claro de terreno no
vigilado por el enemigo, que facilitaba efectuar una maniobra en profundidad, que traería el
derrumbe y destrucción de todo el sistema enemigo de Pirizal y Nanawa".
El Cmte. de la IV D.I. sobre la base de los Informes suministrados por los Comandantes
subordinados, hace su propia apreciación, que da a conocer al Cmte. de Cuerpo, por
intermedio de su Ayudante de Ordenes Cap. Mushuito Villasboa, expresando: "El cerco de
las Fuerzas enemigas no se ha producido, habiendo reaccionado la defensa contra el
ataque en posesión de la "iniciativa" y con plena "libertad de acción" dentro del campo
táctico. El factor sorpresa ya no existe. La resistencia que podemos ofrecer al enemigo en
nuestra progresión, de ninguna manera ya puede influir en la decisión que buscamos.
Nuestro propósito inicial ha fracasado; ni rapidez ni sorpresa han proporcionado nuestro
desplazamiento operativo; y mantener las posiciones estáticas a que el enemigo nos ha
obligado constituye a mi juicio, una carga sino estéril, por lo menos despojada del alcance
que debió haber tenido. Frustrado el intento, lo único que se lograría sería constituir un
nuevo frente, irregular y difícil de abastecer; sin ninguna gravitación sobre las

operaciones en curso; y a seguir sufriendo enormes bajas, que no compensarían el o los

resultados obtenidos". A las 3:30 del día 28 de Setiembre el Comte. de la IV D.I. ordenó
telefónicamente el repliegue general: (al filo de las 2 de ese mismo día, había recibido la
orden respectiva del Cuerpo de Ejército, por teléfono); retirada que se llevó a cabo sin
dificultades a partir de las 4:30 estando en contacto estrecho con el enemigo, sin ser
notados, (y con la clara manifestación de parte enemiga, que no tenía ningún propósito de
abandonar sus posiciones defensivas, que según declaraciones del Generalísimo boliviano
Kundt al Gobierno supremo de la Nación: "Constituían fortificaciones organizadas
defendidas por el Regimiento "Florida", a cuyo Comandante Tte. Cnel. Zelaya había
condecorado sobre el Campo de Batalla, expresándole personalmente sus felicitaciones por
el valor demostrado por el Regimiento en la acción del 27 de Setiembre en el Sector
"Bullo" (Pirizal).
La Operación Militar cuyo desenlace se había producido, costó más de 250 Bajas a la IV
D.I. y había dejado el profundo desaliento que producen las frustraciones, que servirían en
las semanas posteriores, para que en el egoísta, mezquino como inútil campo de la intriga y
de las malquerencias, las armas secretas de la malevolencia ensayasen sus resabios, que
sólo lograron restar a la defensa nacional, inteligencias privilegiadas y experiencias
necesarias para el Ejército en Campaña.
Terminada la Batalla en el campo militar, ella habría de continuar en los Estrados de la

Justicia Militar, donde fue llevado el Cmte. de la IV D.I. Cnel. Arturo Bray, con cargos
de: l.- Que el Cmte. de la División no empleó sus Fuerzas en forma coordinada y armónica.
2.- Que en la ejecución de la Orden obró con vacilación y con mucho sentimentalismo; 3.-
Que elevó un Parte falso; 4.- Que para la ejecución de la Orden no empleó todas las
reservas puestas a su disposición; 5.- Que ordenó el repliegue de nuestras fuerzas sin
consultar ni considerar la situación táctica de las Unidades empeñadas, en el momento de
dictar su Orden".
El 12 de Octubre de 1933, el Cmte. del III Cuerpo de Ejército elevó su Escrito-Denuncia al

Comandante del Ejército en Campaña, solicitando para el Cmte. de la IV D.I., la
instrucción de un Sumario, con los Cargos que hemos detallado más atrás, "y a los efectos

de deslindar responsabilidades en los resultados negativos que había dejado la Maniobra".

Era patente, que al Comandante del Cuerpo sólo le interesaba la "responsabilidad del
fracaso", y no precisamente, la substanciación de faltas que pudieron haber sido cometidas,
y que podrían constituir DELITOS CONTRA EL SERVICIO, EL HONOR MILITAR Y
LA DISCIPLINA.
El señor Auditor General de Guerra del Ejercito en campaña, Pedro R. Espínola, sobre la
sola base del informe del Comandante del IIIC.E., calificó los delitos de TRACCION A LA
PATRIA, COBARDIA FRENTE AL ENEMIGO E INSUBORDINACION” esto tres
delitos penados con sentencia de muerte.
El 13 de octubre de 1933 el Comandante del Comanchaco impartía la orden de relevo del

Comando Divisionario, el incoado guardo prisión 10 meses en la isla de Peña Hermosa,
Alto Paraguay, distante 700 km de la capital, En junio de 1935 a raíz de la firma del
protocolo de paz, dictó el Congreso Nacional una ley de amnistía general para todos los
procesados durante la guerra. El Tte. Cnel. Bray por telegrama rechazo la amnistía,
expresando que aguardaría en su lugar de reclusión el pronunciamiento del Superior
Tribunal expedido el 15 de junio.
Los testimonios acumulados en el Proceso no prueban la posición del Ministerio Fiscal en

el LIBELO producido al intentar demostrar "NEGLIGENCIA o IMPERICIA" en la
Conducción Divisionaria (el Teniente Coronel Bray, pocos días antes de la Maniobra de
Pirizal había sido citado por Orden del Cuerpo, resaltando sus excepcionales actitudes en la
defensa del Fortín Pirizal). "Tampoco cabe (continúa el Juez de 1ra. Instancia) acceder al
pedido de la Defensa en el SOBRESEIMIENTO que solicita para el encausado. El estado
actual de la CAUSA, ventilada hasta el final del procedimiento, ha llegado al Estado de
Sentencia Definitiva, y ésta se produce: condenando o absolviendo, de conformidad al art.
136 del Código Penal Militar. POR TANTO, de conformidad con las disposiciones
pertinentes del mismo, juzgando en definitiva: FALLO: ABSOLVIENDO AL TENIENTE
CORONEL ARTURO BRAY EN LA CAUSA SEGUIDALE POR SUPUESTOS
DELITOS CONTRA EL SERVICIO Y OTRO. REGISTRESE, NOTIFIQUESE Y

EJECUTORIADA LA SENTENCIA, DECRÉTESE LA LIBERTAD DEL MISMO. (Fdo.)

Villagra Maffiodo. Mayor As. y Juez de 1ra. Instancia Militar del III C. de Ej.".
El 14 de Julio de 1935 el Superior Tribunal Militar RESUELVE: "Confirmar la Sentencia

del Inferior que absuelve al Tte. Coronel Arturo Bray en esta causa seguídale por supuestos
delitos contra el servicio y otros, y en consecuencia ordena la completa libertad del
encausado, librándose para su cumplimiento Oficio telegráfico al Comando en Jefe del
Ejército en el Chaco. Regístrese y remítase un ejemplar a la Auditoría con el Ejército en el
Chaco. Fdo. Cnel. Alfredo Mena. Presidente del Superior Tribunal Militar. Hay un sello.
En esta acción del ejército paraguayo ocurrieron hechos llamativos, no se tuvo el factor sorpresa,
estuvieron estacionaron 700 ms. antes del Cañadón Mula Muerta, el R.I.Nº 20 “Acá Yuasá” fue
diezmado por la artillería y mortero boliviano que abatían certeramente, se cumplió la orden del
Comandante del III C.E. que se basó en un informe del Sgto. Garcete cuyo parte no fue contrastado
con una patrulla de avanzada para cerciorarse de la veracidad de lo informado, al término de esta
magra acción de la IV División rodaron la cabeza de Bray, Irrazabal, Caballero Álvarez.
Arturo Bray nació en Asunción en 1898, estando en Inglaterra estudió brevemente la carrera de
Medicina en Londres por su ascendencia británica por el lado paterno, ingreso al ejército británico y
participo en la Primera Guerra Mundial, combatiendo en el frente y herido en dos ocasiones en el
Somme y Marne al concluir la guerra fue dado de baja con el grado de Tte. Primero.
Recibió las condecoraciones “Medalla del Rey Jorge V y “Medalla de la Victoria, de Gran
Bretaña y la “Croix de Guerre” Francia.
En el Paraguay fue condecorado con la “Medalla de Boquerón”, “Cruz del Chaco” y “Cruz
del Defensor”.
Sus desenfados con José Félix Estigarribia eran conocidos en toda la Guerra del Chaco
cuyos problemas empezaron cuando ambos combatieron en aquellos días aciagos de la
revolución de 1922 al 1923.
Vale la pena, en esta oportunidad, transcribir el juicio histórico con que nos ha honrado un
estudioso de nuestra historia, Veterano de la guerra del Chaco y sobreviviente del

STRONGEST
El 10 de mayo, el I C.E. avanzó por el camino Campo Jurado-Villa Montes, una inhóspita y
polvorienta vía bautizada Lóbrego. Con sus Divisiones II, VII y VIII compuesta de los
regimientos “Itá Ybaté”, “Rubio Ñu”, “Yataity Corá” el grupo de artillería “Bruguez”. “2
de mayo”, “Corrales”, “Sauce” y “Capitán Bogado”, “Mariscal López” y “Pitiantuta”,
Los bolivianos esperaban en puntos bien fortificados. Luego de varios días de marcha en
que se cubrieron 60 kilómetros desde Campo Jurado, la vanguardia paraguaya empezó a
tomar contacto con las fuerzas bolivianas, sin lograr quebrantar sus flancos. Los bolivianos
planeaban, por medio de un nuevo camino, avanzar sobre los paraguayos y atraparlos en un
doble envolvimiento.
El 18 de mayo, la IX División boliviana había salido de su base, fortín Guáchala, con

rumbo a la retaguardia paraguaya, para realizar un movimiento envolvente sobre las fuerzas
paraguayas el 19 de mayo, una columna de la IX División boliviana cortó el camino detrás
de las líneas paraguayas. El Cnel. Gaudioso Núñez envió tres batallones para contener la
incursión boliviana, lo que se logró, pese a la superioridad numérica del enemigo. Uno de
estos batallones, componente de la VIII División paraguaya, fue rodeado cuando una
segunda columna boliviana cerró el camino por la retaguardia. En medio de las dos
columnas bolivianas, se encontraba como reserva un batallón de 200 hombres del
regimiento paraguayo "Mariscal López", comandado por el capitán Joel Estigarribia,
El Batallón 40 a cargo del Mayor Chircov se entera por Radio So ó que están sufriendo una
gran derrota en el frente el I C.E. por un descuido imperdonable de algunos comandos de la
Unidades el enemigo logró rodear a varios Regimientos y especialmente del R.I 16.
El Batallón recibió la orden de atacar al enemigo en maniobra y procurar liberar al R.I. Nº

16 del triple cerco apenas recibido la orden abordaron unos camiones y se desplazaron por
la tristemente picada Lóbrego. Los aviones enemigos no daban tregua pero sus
ametralladoras y bombardeos no amilanaba en absoluto y seguían en pos del objetivo para
salvar a los camaradas en riesgo de vida contraatacaron rompiendo el primer cerco los

mismo ocurrió con el segundo pero se encontraron con tercero muy fortificada y con una
barrera de fuego terrible, viendo las numerosas bajas sufridas y la casi seguridad que los
camaradas a cargo del Cap. Estigarribia habían llegado al límite humano de su heroica
resistencia por indicios que dejaron de gritar “Viva el Paraguay”
Durante cinco largos días, este puñado de hombres luchó desesperadamente, distrayendo,
juntamente con otros batallones, la maniobra de la XI División boliviana, lo que obligó a
Bilbao Rioja a disponer que la III División boliviana bajara del norte a completar la trampa,
pero la misma fue contenida, permitiendo a las fuerzas paraguayas a escaparse en la noche
del 21 al 22de mayo, por una picada abierta por el batallón 40, conocida como Pique de
Salvación. Un dato curioso: Como expresión de optimismo, este batallón había cambiado el
lema paraguayo de "Vencer o Morir", por el de "Vencer y Vivir".
Ignorante del retiro de las fuerzas del Cnel. Ortiz, el Cnel. José Rosa Vera anunció que
había derrotado a las fuerzas enemigas, pero en realidad, quienes estaban rodeados eran él y
su II División. Cuando se dio cuenta de su situación intentó reaccionar, pero ya era tarde,
llevando a la desintegración de su división y provocando la rendición de las unidades
paraguayas, el 25 de mayo.
A pesar de que Peñaranda empleó más de 20.000 hombres, fueron capturados únicamente
1.556 hombres con sus equipos. Después de cortar el camino principal, los bolivianos se
aletargaron, y todo lo enfocaron sobre el solitario batallón rodeado (Estigarribia). Los
bolivianos no supieron aprovechar este único revés del Ejercito Paraguayo y contentos se
retiraron a posiciones bien fortificadas. Aun así, ésta fue la mayor victoria boliviana. El
crédito correspondió a los coroneles Bilbao y Rodríguez y sirvió para levantar grandemente
la moral del Altiplano.

EL CARMEN
El Batallón 40 en la zona de Falcón-Rancho Quemado en el mes de junio de 1933 regresan
de su misión de retaguardia el Cap. Chircov y Tte. Lombardo, reclutaron a 150 hombres y
trajeron 3 ametralladoras pesadas y equipos telefónicos. Tan pronto Chircov tomo las
primeras medidas y como se trataba de la unidad de enlace entre el I C.E. y III C.E., el
comando superior prometió dotarlo de mayor efectivo que correspondiera a un Regimiento
de Infantería ó Batallón reforzado.
El Cap. Chircov felicitó al Tte. Cantero (Caballería) por su brillante actuación en ausencia
de este, en un momento dado se pretendió dar el nombre de Regimiento de Caballería por el
Tte. Cantero, pero la mayoría de los oficiales eran infantes, y además por las características
del terreno y la problemática de mantener caballos, por fuerza teníamos que ser infantes, en
un momento alguien hablo sobre las proezas del Gral. Días en la batalla de Curupayty y que
precisamente llevaba el nombre de Batallón 40 que fue totalmente aniquilado. Entonces al
Cap. Chircov le gusto la historia y lo bautizaron con este nombre formaban parte del II C.E.
En la zona de Garrapatal el entonces Mayor Nicolás Chircov recibió la orden de relevo del
Comando del Batallón causando profunda pena entre sus comandados, en esta zona a
noviembre de 1934 se incorporan a la VIII División de Infantería a cargo del Cnel. Eugenio
Alejandrino Garay Argaña tuvieron algunos encuentros de escaramuzas mientras se
preparaba la mítica Batalla de “El Carmen” para esta gran y exitosa misión, el Batallón 40,
el R.I. Nº 18 y R.I. Nº 16 constituía la VIII División. Las medidas previas fue enviar
avanzados de patrulla en varias ocasiones para reconocimiento profundo a cargo del
Capitán Cecilio Escobar Rodas. Pronto encontraron contactos con el enemigo una de ellas
al mando del Tte. Justo Pastor Acosta sorprendió a un camión boliviano aniquilando a sus
ocupantes, entre los muertos se encontraba el May. Celso Camacho Jefe de Estado Mayor
de una de las Divisiones que se intentaba cercar, este portaba un portafolio con importantes
documentos que se remitieron inmediatamente al Cnel. Garay con estos el Comando
decidió el rebasamiento del ala izquierda del dispositivo boliviano y así cercarlos.

En la Batalla de El Carmen que duró del 11 al 16 de noviembre de 1934 se capturo

ingentes cantidades de soldados bolivianos, armamentos y 3 oficiales superiores los
Coroneles, Walter Méndez, Peredo y Zacarías Murillo.
Se desmoronó el sistema defensivo de los bolivianos y pudo realizarse con éxito las
riesgosas maniobras de Yrendague y la conquista del fortín Ballivián. José Félix
Estigarribia sentención una vez, “Ballivian caerá a su hora”.
La gran victoria promovió las felicitaciones del Presidente de la Republica, del

Comandante en Jefe de Estado Mayor en Campaña, del Comando en Jefe de Estado Mayor
del II C.E.
El Día de la Infantería Paraguaya, coincide con esta victoria y el nacimiento de Eugenio

Alejandrino Garay Argaña considerado Padre de la Infantería Paraguaya.
La Infantería con justicia Reina de las Armas, la nuestra ostenta en la historia militar las hazañas,
las glorias y los laureles que congratulan con motivación superior a cualquier ejercito del pasado,
presente y futuro.

YRENDAGUE
La VIII División de Infantería pasa a depender nuevamente del II C. E., descansa, y se

reorganiza en Puesto Estrella para la retoma del Fortín Yrendagüe y destruir al Cuerpo de
Ejército cuyo fue Jefe Cnel. David Toro Ruilova. El comando recayó en el mítico Cnel.
EUGENIO ALEJANDRINO GARAY, en los primeros días del mes de Diciembre de 1934
se tenía por objeto apoderarse sorpresivamente del fortín Yrendagüe y sus pozos de agua y
golpear a destrucción del Cuerpo boliviano intacta y con alta moral por las series de
victorias sobre nuestro II C.E. comandado por el Cnel. RAFAEL FRANCO,
No creían posible la misión tanto algunos Jefes paraguayos y Jefes bolivianos, debido a
que pasar por la zona más desértica, inhóspita y seca del Chaco, en una marcha de casi 70
Km. y atacar la base de aprovisionamiento y suministro de agua de todo un Cuerpo de
Ejército. El análisis surgía de la improbable logística del agua principalmente debido a que
el aprovisionamiento más cercano se da a 200 Km. la del rio Parapití
Debía tenerse en cuenta del terrible calor de los días de diciembre de 1934, como solución
se prepararon bolsas de tela impermeable con capacidad de 10 lats. cada uno a ser llevados
en las espaldas, aparte de armamento y parque, se calcularon tres días con sus noches de
marcha abriendo piques para llegar al objetivo con orden estricto de silencio, nada se
improvisó, todo fue calculado y meditado. En la arenga final Cnel. GARAY, en Puesto
Estrella, dijo a sus Comandos de Regimiento, “me he comprometido a ejecutar una acción
arraigada en la que nos vamos a jugar la vida y tal vez la suerte de nuestra armas”.
La formación de marcha seria en fila india, con 50 minutos de marcha y 10 minutos de

descanso, las novedades se pasaban de hombre a hombre tipo radio so ó otro modo era
imposible el 5 de diciembre de 1934 se inicia la marcha en el alba en vanguardia el
Regimiento Batallón 40 la marcha del día 5 no tuvo ninguna novedad, el día 6 encuentran
huellas de campamento y de camiones escuchando a lo lejos motores de estos, rápidamente
se prepara una estrategia de capturar el mismo sin disparo alguno, capturando un camión
transportador de agua con tanque de 2.000 litros de capacidad.

Los hombre como era comprensible se abastecieron de estos para cumplir su misión,
continuando con el día 7 estaban en alerta máxima debido a que al capturar el camión se
escaparon dos hombres por el monte, al llegar en una zona se encontraron con unos cables
de telegráficos inmediatamente lo conectaron escuchando varias conversaciones y decían
que se trataría de una pequeña patrulla.
Seguían la misma senda de los camiones cayendo la noche llegan a un escampado y en

silencio absoluto se escucha una voz preguntando de quienes eran, enterados que en las
cercanías se encontraba el Regimiento Jordán boliviano respondieron somos del Jordán, el
retén se retiró unos 200 ms. a esperar a los hombres, a esta situación se ordenó abrir fuego
con dos fusiles ametralladoras, rápidamente se escuchó unos gritos de no disparar pues se
trataba en un puesto de sanidad, rápidamente es dominado todos los hombres
La marcha sobre los pozos de agua de Yrendagüe tuvo alternativo cruciales. Una de ellas es
cuando la columna detiene su progresión al comenzar el segundo día de marcha en vista de
que no llegaron las unidades de aguateros, y el Jefe da parte y espera orden. La orden llega
terminante y terrible: “Sírvase usted reiniciar la marcha su primer objetivo al recibo esta
orden. Es necesario que mañana llegue a Yrendagüe. Usted se encuentra de este punto a
una jornada de marcha forzada. Agua salió ayer. Le alcanzará oportunamente”, seguidas de
otra orden que dice: “Sirva usted informar hora partida hacía primer objetivo, conviene
abandonar abastecimiento agua desde su base. Si dios quiere mañana VIII D. beberá en
Yrendagüe”.
Según testigos, el Cnel. GARAY, luego de una corta reflexión comentó esta última orden
del Cnel. FRANCO, diciendo en guaraní, “peina co añá memby oñoetendema
Ñandeyaradive. Yajah catú lo mitá aiporo, y catú nico cierto la jheiva”.
“Si Yrendagüe resultaba un fracaso, estas órdenes tal vez ni hubieran encontrado respaldo.
Hubiesen quedado como el audaz intento de un hombre temerario que no vacilaba en lanzar
a sus hombres a perseguir imposibles, su firmante estaría perdido: su carrera, su prestigio,
acaso su honor, la fe que inspiraba entraría en amarga controversia. Hubiera sido el único
culpable. Quizás la confianza en el Cnel. GARAY, sus aguerridas tropas y al providencia

divina, le hizo olvidar al Comandante de Cuerpo estos factores negativos, y con su

impulsivo carácter, tentó arriesgadamente al azar y al destino su destino en esos momentos
difíciles para las armas paraguayas. Conforme a la responsabilidad que asumía el Cnel.
GARAY al dar cumplimiento a las órdenes del Comandante del II C.E., y a los riesgos que
corría, el viejo y aguerrido Soldado, reunió a unos Oficiales del R.I Nº 18 (Teniente
Escobar Rodas, Recalde y Molinas) y les dijo: “Ustedes representan el crédito y el honor
del Pitiantuta y es ahora cuando van a demostrar lo que verdaderamente valen. Debemos
estar preparados para repeler cualquier ataque. Cumpliremos nuestra misión, ocurra lo que
ocurra”.
Muchos de los hombres caían vencidos por el agotamiento, vencidos por la sed, el calor
sofocante y la maraña inhóspita; sucumbían después de agotar toda su voluntad, toda su
moral. Todo su inmenso patriotismo; arrojaban sus equipos y todo lo que tenían menos su
fusil y sus proyectiles. Estos magníficos soldados seguían tambaleando y, cuando caían, lo
hacían abrazando su arma.
Todo esto fue un espectáculo dantesco, desesperante y horroroso para los que teníamos aún
teníamos aún energía de permanecer en pie. El Jefe, el inolvidable Cnel. GARAY, el más
viejo de todos, seguía en pie, ordenando, ayudando y hasta rogando hacer un último
esfuerzo y seguir adelante.
Así cayó Yrendagüe ese inolvidable 8 de Diciembre de 1934; después de tanto sacrificio y
penuria. La victoria final relativamente fue fácil, increíble e inesperado para los pocos
efectivos de la VIII División que llegaron finalmente al objetivo.
Por esta gran hazaña del Batallón 40 fue condecorado en el campo de batalla, sólo el Jefe
de la Unidad, Tte. 1º Ceferino Vega Gaona. Ningún otro soldado combatiente y de
servicios que habían cumplido con abnegación, espíritu de cuerpo y valor su misión
merecía esta distinción.

YBYRAPITINDY
En aquel lejano 31 de agosto 1932 zarpaba del puerto de Concepción los valientes soldados
de la I y II División de Infantería rumbo al Puerto Casado para internarse en el Infierno
Verde, en aquella mañana toda la ciudadanía se reunió para la despedida de honor y
emocional con los gritos con los gritos de “VIVA EL PARAGUAY” y hasta el
“PARAPITI” frase célebre acuñada por el Dr. Manuel Domínguez “Ni más acá ni más
allá del Parapití” la llegada a este punto geográfico límite con Bolivia constituyo el
momento solemne y emocionante de la guerra. Ese hecho se realizó el 31 de mayo de 1935
consagrado con la liberación definitiva del yugo usurpador, sin lugar a dudas que la
valentía, coraje y amor propio del soldado paraguayo siempre fue acompañado por una
creencia mística así en silencio oraban al Dios Todopoderoso y a la Santísima Virgen de
Caacupé, Patrona y Protectora del Ejercito Paraguayo en Combate, llegar a este punto
geográfico le cupo al R.I. Nº 1 “2 de mayo” así cruzar este rio constituyo muchos
combates y manejos tácticos de ambos bandos así todas las armas del Ejército Paraguayo
contribuyeron a fortalecer las zonas ocupadas. El servicio de Intendencia cumplió un rol
vital en esta zona geográfica proporcionando a los combatientes todo lo necesario para no
desfallecer y rendirse bajo ningún juramento. El 26 de mayo de 1935 fue la última acción
guerrera que protagonizo el bravo Regimiento de Infantería Nº 1 “2 de mayo” batiendo al
enemigo en Ybyrapitindy.

Eugenio Alejandrino Garay Argaña nació el 16 de noviembre de 1874 en Asunción su

padre Vicente Garay y madre Constancia Argaña de niño 5 años vivió en la localidad de
Pirayú Departamento de Cordillera, alumno del Colegio Nacional de la Capital durante el
gobierno de Juan Bautista Egusquiza fue becado a la Escuela Militar de Chile, en 1898
obtuvo el sable de honor como primer cadete de su promoción, formando parte del
Regimiento de Infantería “Buín” la unidad militar de ese país, precisamente estando en
Chile le llegó la noticia del fallecimiento de su hermano Blas Manuel, regreso al Paraguay
en 1902 incorporándose al Ejercito con el grado de Capitán teniendo su bautismo de fuego
en la Revolución de 1904. Durante el gobierno de Emiliano González Navero, Garay fue
comisionado a Alemania, Francia e Inglaterra a su regreso ya en el gobierno de Liberato
Rojas se unió a los Gubernamentistas y se marcho al sur enfrentándose en los días de tantas
revoluciones por esos días. La pobreza lo llevo a trabajar en tareas ajenas a su formación
académica militar (Peón de Estancia en el Alto Paraguay 1917), hasta fundo un periódico
los sucesos teniendo como compañero al mismo Rafael Barret. Su vida fue muy dura a los
5 años quedo huérfano de madre, asesinaron a su hermano Blas Manuel, perdió a dos hijos
y en 1934 en plena guerra su esposa y compañera doña Teodolfa fallece.
En la gran movilización de 1928 a la edad de 54 años se presenta al llamado pero lo

rechazaron por su edad, al inicio de la guerra fue nombrado comandante del R.I. 16, a
principios de 1934 por razones desconocidas solicita su baja, el presidente Ayala solicito su
reincorporación haciendo cargo del VIII División, a cargo de sus comandados y él estaba
reservada la hazaña que lo llevo a la categoría de leyenda, la toma de la aguada Yrendague
marchando más de 60 kilómetros con un calor insoportable y sed de locura el viejo Garay
lanzo su celebré palabra”Anirae na pemano, Che ra´y huera. Jereko ningo peteí misión ña
cumplí vaerá Ñaguahéma Yrendaguepe, jaiú ñande gustope o sino yramo ñamanomba
oñondive upepé” Este soldado paraguayo recibió el ascenso póstumo a General, murió
pobre en una casa alquilada en Asunción el 17 de abril de 1937. Padre y Gloria de la
Infantería Paraguaya

RECONOCIMIENTOS Y LOAS
A LA INFANTERIA
Avanza la Infantería
con apostura marcial;
provocando la alegría
con prestancia y bizarría
de tradición sin igual
Y en el campo de batalla
cuando llega a combatir
en su pecho heroico estalla
ese Lema que avasalla;
el de "Vencer o Morir".
Fusileros de la gloria
de acerado corazón
Con noble ejecutoria
paseasteis por la Historia,
nuestro invicto Pabellón
Infante Glorioso
recibe gozoso
mi canto triunfal.
La Patria te aclama
y a tus pies derrama
su ofrenda floral.
Poesía
Autor: Ernesto Pérez Acosta

13 TUYUTI
Número trece che regimiento
tamoñaromente oyecuaa
fortín Nanawa che campamento
la muralla viva oye'ejha
Na tajhupimi mano a la visera
jha tamboyoya che mbaracami
amongaraívo Nanawa trinchera
taropurajhéi 13 Tuyuti.
Aropurajhéita regimiento trece
Nanawa de gloria yerovia jhaite
jha ityvyrami, regimiento siete
la muralla viva mopu'a jhare.
Ro'atamajhagui tesaraitépe
peteï co'ëme roñeñanduca
rojheya jhagua ore ra'yrépe
pedestal de gloria oma'e jhagua.
Oreave avei paraguayetéva
soldado ya'érö urunde'ymi
ndajha'éivante royalavaséva
noroicotevéi ñererochichï.
Mi comando Irra jhendive Brizuela
mocöive voi aña mbaraca
jha el león chaqueño iyykére cuéra
Mayor Caballero ore ruvicha.
Cachorro de tigre suele ser overo

macho rayre machito yey
oime icuatiápe 20 de enero
pene ñongatu pee mbojhapy.
Oimeve vaeracu ore raperäme
ore ra'aröva laurelty pyajhu
oyupi jhagua umíva ru'äme
regimiento trece oñecuä mbopu.
Modelo ore pépe Tuyuti ore réra
mita’ï pyata lampino cuete
guyra jha yvytu oñesu pejhëva
ore rovasávo ojhasa yave.
Oicove pucúva mante ogueroviáne
regimiento 13 rapycuereta
jha letra de oro pema oyeguáne
historia pyajhu co'eramogua.
Reinte Bolivia jheco ensuguýva
ndojhecha mo'ai y Paraguay
oi jhaperame ipopia rasýva
13 Tuyuti cavichu pochy.
Kundt co oimoänte yvypyro
oyujhúta ápe pire pereri
jha oyepo yoca gringo tuya výro
Nanawa rokëme oyoso itï.
Oguajhe yave 20 de enero
ico'ë jha'ára vierne rovasy
ojhua'i vaecue "a sangre y fuego"

oikepávo ápe ña boli memby.
Co'ëtï guive ore retán dospe
Kundt rembiyocuái ndicatúi oike
osëgui jhapére Rodolfito López
mboca'i ratápe ojhova pete.
Umi 105 ipo apenova
mbojhapy jhendáguio ijhu'u tata
jhechapyrami tatati oyapóva
ñu jha ca'aguy osununumba.
Ñajhendúrö jhina guyryry oicóva
ndaya'éi voi yaicovetajha
ndaipóri rupi ipy'a opopóva
tape ndoyujhúiva tembiguai ava.
Ipyajhë cañon ndosovéi metralla
yama mboca'i jha ybate avión
jha ni upevéro ndocu'ei muralla
omoi vaecué Quinta division.
Ñane ti co'o oúvo yvytúre
cañon jha mboca ratatinengue
jha oyo'a ári yayecha pe ñúre
inevu you boli re'ongue.
Ava'i acängue co'ápe jha pépe
acä vera cuéra omosarambi
a lo chireaty machete jhaimbépe
icocuepeguáicha lo mita ocopi.
Péichane voi aipo aña retäme

la "mba'e pochy" ifunción yave
ojhecha, ojhendúva mante ogueroviáne
Nanawa de gloria farra carape.
Otro pito pu Nanawa de gloria
jhéra opytáma mandu'a rami
ocribi chupe ipyajhúva historia
tamoñarocuéra 13 Tuyuti.
Tuguy eta apytepe ou la victoria
regimiento 13 pe opucavymi
ágä icatúma jhe'i la historia
ndopamo'aijha raza guaraní.
Na teyeencuadra mano a la visera
jha tamondojho che purajheimi
amongaraíma Nanawa trinchera
jha che regimiento 13 Tuyuti.
Fortin Nanawa che campamento
la heroica Quinta che división
número 13 che regimiento
jha solito el uno che batallón
Letra: Emiliano Rivarola Fernández
Música: Emiliano Rivarola Fernández.

LLLLLLllELELELE
FORTIN TOLEDO
Che mbarakapúpe tamombe'u

ku Fortín Toledo pe combatekue
umi ava'i rovatã heta
pe tuku ra'ýicha omano hague,
veintitrés febrero ko oñepyrû
ko obombardeá ore posición,
ha oñomoirûvo al cañoneo
ou ore ári cinco avión.
Hayvi pe bomba iñapesãmba

pe ñu ka'aguýre iñasarambi
Paraguái ra'y ko ndokyhyjéi
ha roime haguéichama rochirirî
kururu guasu ko ipochyete
ko iñakã rupi oñembyesa'i
Oñemoaguietérõ ojapi voi
hesakuã mbytépe umi ava'i.
Fortín Toledo, gloria de las

glorias,
donde el Paraguay supo
defender
su derecho justo, su soberanía,
paraguayos todos, hemos de
vencer.

glorias,
comandante Ayala, héroe

defensor,
una y mil veces tuya es la gloria,
tú eres victoria, fuerza y valor.
Al día siguiente, dos de la tarde

la fusileríama opororõ,
Regimiento 5 ha Pirivevúi,
como dos leones oñedefende
cañón ciento cinco oñemomyimi
ojetyvyro ha oguerahauka
encomiendami a los bolivianos
Paraguái regalo irambosaguã.
Ha mientras tanto amo

hapykuéguio
Valois Rivarola ha'e San Martín,
peteî sapirîme Cerro Corándie
un asaltoite ojeagarrapa
ombotarova angu'a'i púpe
kururu guasu mboka'i liviana
Coronel Quintela y su división
ya ndopytavéima ni pohãrã.
En la retaguardia de los
bolivianos
Jakare Valija ma ko osêmba
el teniente Ibáñez un gran
documento
con veinte soldados ojeagarrapa

glorias,
comandante Ayala, héroe
defensor,

una y mil veces tuya es la gloria,

tú eres victoria, fuerza y valor.

FORTIN BOQUERON
Peinako chave ko che korasõme

añandu porã ikyrÿi kyrÿiva
ñe'ê iporãva guaranietépe
puraheirãmi ahecha haguã
umi Paraguái oje'ói vaekue
ñorairõ rekávo amo Boquerónpe
tory ha vy'ápe hetã rayhupápe
hekovekuéra oheja haguã.
¡Viva el Paraguay! he'ije voi

osapukaipa ojatropella
jajukapaiteke enterovete,
ndajahejaichéne ni semillarã,
machete ore pópe roipota
ha jaje'oipáke jafarrea
ñambovichofeo a los bolivianos
ha hekovekuérare jakopipa! .
Fortin Boquerón umi boliviano

ohua'î haguéicha omano vaekue,
Fortin Boquerón nimbo raka'e
isepulturarã umi tekove
a los paraguayos hekópe tujánte
ohechauka ichupe mba'epa ovale
ha Boquerónpe nde rerami
ore korasõme oikove vaerã romano meve.
Día veintinueve ko'etî jave

oñepyrûma la osununúva
umi kañonkuéra ha metralladora
mbokáicha avei nokirirîvéi
upépe ohecha hendy
ha overáva ava'i osapukaipa,
día veintinueve bandera ipópe,
morotîmimi oñentregapa.

Ha mi Comandante Estigarribia
karia'y añete iponderapýva,
ko Mariscal López karia'y pyahu,
guerrero vale ndijavýi león,
ore korasõme nokirirîvéi,
rosapukaipa enterovete,
¡Viva el Paraguay! ha Estigarribia,
gloria por siempre de Boquerón.
Música: Emiliano Rivarola Fernández

NANAWA
Mba'érepo upe Nanawa, ñema'ê

vaípe oikóva,
noimo'ãi núne avave pepe oimeha
korasõ!...
"Paragua" ruguy apýre, hetãmíre
oñorairõva,
Viva el Paraguay! he'ívo, ombyasy'ÿ
vaerã imano.
Chénte che po'a ivaíva asêmi vove

upégui,
che rakykuérepe oikóma, sarambi,
churuchuchu!
Ambyasýrõ, ambyasyve, ajahe'o che
py'aitégui
pero Nanawa de Gloria oikoveha
ahendu!
Oikove vaerã voínte porque upépe

oime soldados
Victoria o muerte he'íva upe Quinta
División!...
Upe Nanawa, ko Nanawa, ha hese
che mandu'ávo,
ajura chave ko'águi Voluntad y
Decisión!
¡Che Nanawa! ¡Che Nanawa! Che

mbou vaekue ko'ápe
ha aheja umi che irunguéra
"Guarani" katupyry,
che Segundo Pelotón, ndahechái
ñorairõhápe:
máva, mávapa oime nderehe oñohê
huguy!
Reiete General Kundt, oheka tape

oikóvo

upe Nanawa ndaha'éi...pytaguápe

taimbiti,
porque upépe oiméne hína
Mercenario ra'arõvo
ogajára ipochyvéva: Regimiento
Tujuti!
¡Viva! ¡Viva el Paraguay!

rembopyahúva nde historia,
rehetû jevývo ko'ãga iñañáva tatatî,
epena'ÿnte, che retã, oime Nanawa
de Gloria,
ha hendive ne pysyrõva: upe
Soldado Guarani!
Coro
¡Nanawa rire Nanawa vaerã

výro reiete aipo Boquerón!
¡Toñe'ê Nanawa , te'i añetegua
ha che tambovíva Quinta Division!
VIVA EL PARAGUAY!
VIVA NANAWA!
VIVA LA MUJER PARAGUAYA!
Música: Emiliano Rivarola Fernández

ANECDOTARIOS
1. El Tte. Coronel Juan Bautista Ayala recuerda que “con motivo de un parte recibido
en Isla Po í, defendida por un regimiento de Infantería de 600 hombres y un
escuadrón de caballería de 100 hombres, el Comando en jefe envío a Cabrera la
siguiente orden: “Dividir el escuadrón en dos fracciones, enviando cada una de
ellas al encuentro de cada columna enemiga con misiones de retención y atacar con
el regimiento de infantería una de las columnas y destruirla; luego reorganizar el
regimiento, atacar y destruir la otra columna, teniendo cuidado en la persecución de
no pasar la línea del Statu Quo (de 1907).
2. Por otra parte, siempre según Ayala, el regimiento de caballería “Valoís Rivarola”
acampado en Riacho Negro, frente a Concepción, “recibió la orden del Comandante
en jefe de explorar los alrededores de Villa Montes”, o sea recorrer el Chaco de
punta a punta.
3. Sargento Roberto Holden Jara brillante artista que boceto cientos de experiencia
vivida en los campos de batalla que le cupo participar, como recordatorio señalemos
que estudio en Francia y España siendo uno de sus condiscípulos del inolvidable
Salvador Dalí, en una de sus obras describe lo que sin duda ocurrió y vivió, el artista
soldado, en el combate de Corrales el 30 de enero de 1933 el cabo Luciano Yegros
de Quyquyhó alzó una ametralladora colectiva de 82 kg de peso sobre sus hombros
y en veloz carrera evito que cayera en manos bolivianas. El arma estaba ardiendo
por las ráfagas que acababa de disparar que produjeron “quemaduras” de segundo
grado en las espaldas del soldado.
4. Pintor Pablo Alborno en los cruentos combates no todos los soldados de ambos
bandos fallecían muchos bolivianos cayeron prisioneros e inmediatamente enviados
a la capital Asunción, uno de estos prisionero se trató del Tte. Roberto Banega que
se ganó el respeto y admiración de la familia a la cual fue asignado para cumplir
tareas de la casa. Siempre se distinguió de los demás prisionero por su alta
5. formación académica-militar tal es así que ayudaba a los hijos de la familia a las
enseñanzas de las tareas escolares especialmente las matemáticas. En
agradecimiento el genial pintor paraguayo lo retrato al óleo en 1933 con su

uniforme oficial del Ejército Boliviano como agradecimiento de tal valiosa

colaboración familiar. Al culminar la guerra regreso a su natal Santa Cruz de la
Sierra.
6. Dr. Fernando Abente Haedo paraguayo casa con la uruguaya Carmen Urioste, al
decretarse la movilización de 1928 obsequio a la Sanidad Militar un completo
instrumental quirúrgico, al iniciarse la guerra en 1932 se presentó para trabajar en el
frente de batalla siendo fundador del hospital de sangre del Colegio Salesiano de
Concepción. Su esposa también colaboró como enfermera en distintos hospitales en
Puerto Fronciere o en el mítico Hospital Central de Isla Po í.
7. Parapiti y Portiyú constituía un vocablo y concepto especial entre los soldados en
especial en la zona de Cnel. Martínez, Casado e Isla Po í el primero constituida por
una latita de comida su nombre nace de una embarcación llamada Parapeta que
llevaba en sus bodegas estas latitas y Portiyú palabra en guaraní comida, los
soldados se reunían generalmente entre parientes y “valles” cada uno aportaba su
latita o ración de comida y cocinaban en las latitas Parapiti que adquiría una
importancia vital en la socialización de los mismos formándose alrededor estos
acontecimiento una hermandad de hierro que nunca más se borraría.
8. En el sector Pozo Favorito atrincherada fuertemente el R.I. Nº 3 efectuaron los
bolivianos infiltraciones muy peligrosas para toda la posición paraguaya en la zona
combatiendo y posicionarse con bravura tanta fue la presión que el Comandante
Capitán Julio Otaño del 1er Batallón decidió pedir refuerzo por la radio al
Comandante del R.I. Nº 3 Mayor Timoteo Aguirre legendario oriundo de Piribebuy
persona que vivió y descendió de aquellos valiente paraguayos que lucharon con
tropas Brasileras y en la Guerra de la Triple Alianza, contesta el Mayor Aguirre”
Pero, Capitán usted no necesita más soldados, porque se aun no les hizo recordar a
sus tropas que son herederos de los valientes soldados del Mariscal López y después
de decirlos eso hagan un “Hurra” al Paraguay y contra-ataque al enemigo” le
contesta el Capitán Otaño “viejo zonzo” pero el Mayor Aguirre con su aplomo y
siempre paternal hombría le replico “No Julito, usted aún no conoce con amplitud
las virtudes heroicas del valor paraguayo” entonces el Capitán Balbuena
Comandante del 3er Batallón escuchaba la conversación vio al Capitán Otaño

indignado le expreso “Julito, dígale al Mayor que ya nosotros encontraremos la

solución de las que se presentan en el frente de ambos batallones. El 15 de octubre
de 1933 tras larga y encarnizada lucha cayó en poder de las tropas paraguayas, Pozo
Favorito.
9. En un alejado fortín Oruro ya en la frontera el 1er Batallón del R.I.1 a cargo del
Comándate Capitán Julio Otaño conocido que el R.I.1 sería reemplazado por el
R.I.4, entonces el capitán Otaño dispuso un emplazamiento de morteros detrás de
una explanada ubicada dentro de una zona completamente escampada. Acomodó
dos morteros sobre un asno y montando en el cruzaron la barrera de fuego para la
admiración de camaradas, subalternos y los oficiales del Batallón, en cuestión de
minutos tenia emplazado una batería de ocho morteros con sus respectivas cajas de
municiones, muchos creen que fue meras especulaciones o mera leyenda. Lo cierto
es que muchos lo vieron realizar esta proeza entre ellos el Cnel. Ricardo Benza
Carreras que lo narro incontable de veces en audiciones públicas.
10. Buenaventura Areco soldado de intendencia de Cuadro Regimentario del II Batallón
del R.I. 1 era un hombre viejo al que llamaban Areco tuyá, era lento, pachorriento,
perezoso, todos sus compañeros se mofaban de él pero una día soñó ser un héroe y
expreso algunas este viejo Areco les hará ver otra cosa. Así fue que solicito al
Comandante para partir con sus antiguos camaradas del R.I.1 para realizar
maniobras en vísperas de la gran Batalla de El Carmen, el Teniente le concedió el
permiso haciendo le recordar que se cuidará. Los demás murmuraba deje mi
Teniente que vaya y muera por ahí, cayó la noche sobre el Chaco y Areco no volvía
entonces sentenciaron ya murió, en eso en la espesura de la noche aparece con su
uniforme manchado de sangre portando dos fusiles y una ametralladora Madsen.
Inmediatamente llevaron a conversar con el Comandante de la Unidad, corriendo
como reguero de pólvora lo ocurrido con el soldado Areco. El, Areco acompaño a
sus camaradas, en un momento dado la supremacía boliviana era agobiante entonces
decidieron hacer hoyos y guarecerse hasta que se calmara la cosa, en eso llego la
noche y Areco no se percató que sus camaradas ya fueron a retirada quedando este
solo, entonces salió lentamente del hoyo encontró un pique y escucho voces o se
trataba de dos soldados bolivianos como no podría pasar sin luchar recordando que

portaba siempre un Kyse í(cuchillo) se abalanzó sobre ambos dando certeros

estoques de muerte. El Comando por la bravura demostrado por el valiente y
heroico soldado Buenaventura Areco (Oriundo Tobatí) decidió concederle el
galardón “MISION CUMPLIDA” reconocimiento máximo otorgado a un soldado
en tiempos de guerra.
11. El R.I Nº 1 realiza una maniobra brillante apostándose en la retaguardia del
enemigo cortando el camino “El Carmen” a fortín Oruro, constituyo en una alegría
inmensa entre los soldados pues ni remotamente los bolivianos se imaginaron la
maniobra, en eso cayendo la noche se percataron que avanzaba una columna de
camiones con sus luces cortando la oscuridad del oscuro suelo chaqueño,
inmediatamente el Cap. Arrúa dispuso interceptar con sus tropas a caballo
previamente se le informo al May. Otaño de los acontecido este presuroso se acerca
también noto que unos de los vehículos que encabeza no era uno corriente entonces
dispuso la captura sin el empleo de las armas de fuego, machete en mano asi lo
hicieron. Tenía la inscripción “Hospital San Antonio” estaba repleta de
encomiendas entonces ocurrió lo pintoresco el Cap. Arrúa un pedigüeño le dijo al
Sargento, “Jefe de su grupo Y para el comando no dejaron nada” este le respondo
“No mi capitán, para usted que es muy estudioso, le reservamos un cajón de libros”.
Este camión fue posteriormente una disputa amarga por parte del Regimiento pues
consideraban como un trofeo de guerra capturado sin utilizar un solo tiro de armas,
entonces el Cnel. Carlos José Fernández, comando del I C.E. ordeno la entrega al
Dr. Centurión de brillante actuación en la Sanidad de la Unidad, este vehículo
constituyó para los soldados una expresión permanente de una proeza del R.I. Nº 1
incluso en su momento cuando el Mayor Rufino Plampliega se hizo cargo del R.I.1
se refirió nuevamente al episodio expresando “ En la p… vida” yo lo hubiera
entregado.
12. El francés León Fragnaud arribó al Paraguay con la misión de hallar agua y mejor
aún petróleo en el territorio chaqueño, Fragnaud se ofreció a colaborar con el
Ejército Paraguayo al desatarse el conflicto con Bolivia a cargo de 32 zapadores
viajó al gran Chaco Paraguayo en busca de agua. Su trabajo fue determinante para
el histórico sitio de Boquerón, Yrendagué, Fortín Arce y Fortín Corrales. El

gobierno paraguayo en agradecimiento le otorgo la ciudadanía honoraria. El mayor

Frangnaud devoto de la Virgen de Caacupé a quien le atribuía varios milagros
durante la guerra y como resultado de la victoria de la batalla de Campo Vía y
retoma de Yrendagué el 8 de diciembre de 1934 mandó confeccionar una Cruz del
Chaco de tamaño minúsculo a escala, para obsequiarle a la imagen serrana
considerada Patrona del Ejercito Paraguayo en campaña, no fue puesto hasta el día
hoy en el pecho de la imagen sacra de Caacupé.
13. Medallas Paraguayas establecidas a razón de la Guerra del Chaco, CRUZ DEL
CHACO, fue establecida por Ley Nº 1339 del 10 de agosto/1933, reglamentado por
Decreto del Dr. Eusebio Ayala. CRUZ DEL DEFENSOR, tiene los mismos
antecedentes. BOQUERÓN, Medalla conmemorativa que se dio por Decreto Ley Nº
15.714 del 22 noviembre de 1942.
14. El gran historiador Efraím Cardozo señala que Paraguay, cuya población no
llegaban a un 1.000.000 de habitantes luchó contra Bolivia que triplicaba su
población, quedo claro que el país andino no lograría sus objetivos, y de nuevo la
habilidad de los jefes militares sorprendió al mundo. Estaban intactas las viejas
virtudes marciales del pueblo paraguayo, nuestra Republica salió nuevamente
victoriosa y recuperó la totalidad de sus límites históricos en disputa gracias a
35.000 paraguayos que ofrendaron sus vidas.
15. Camión FORD A modelo 1930 que fuera utilizado en la guerra, llegó al Paraguay
en 1931 y en 1932 fue decomisado por el Estado para ser aprovechado en la
contienda, inicialmente no fue un camión si no un coche, ya en campaña se le quitó
la parte trasera y se le agregó la carrocería para convertirlo en camión y darle mejor
utilidad.
16. Alumnos de la Universidad Nacional de Asunción que brindaron sus vidas en
defensa de la patria podría ser incompleta pero es importante mencionarlos;
Medicina Guillermo Arias 2º curso, Tte. 2º de Rva. Vicente Buongermini 1er curso,
Tte. 1º de Rva. Cesar Díaz Pefaur 1er curso, Tte. 1º de Rva. Pablo Lagerenza 1er
curso, Cap. Rva. V. Miranda sin más datos. Pedro Rodi 2º curso, Tte. San. Rva. C.
Rodríguez, 4º curso, Tte. 1º Rva.
Ingeniería Arturo Battilana, Oscar Bottana y Justo P. Ayala Rojas.

Derecho José Luis Amadeo, Rubén Ayala, Roberto da Ponte, Norberto Cañiza,
Alcibíades Ríos, Alejandro Riveros, Herman Velilla.
17. Esta guerra unió a toda la familia paraguaya así hombres de todas las profesiones y
capacidades se pusieron a las órdenes del aquel primer llamado de 1928 y 1932, así
mencionamos a: Emiliano R. Fernández combatiente, autor, compositor y cantor de
música paraguaya, Herminio Giménez combatiente, autor, compositor de música,
Aurelio González combatiente, jugador de futbol campeón, Teodoro S. Mongelos
radiotransmisor, autor, compositor y cantor, Arsenio Érico futbolista consagrado
contribuyo con la Cruz Roja para recaudar fondos, Mauricio Cardozo Ocampos y
Eladio Martínez siguieron los pasos del “Saltarín Rojo” Julio Cesar Chavez Doctor
en Derecho su roll importantísimo difusión informativa y propaganda causando
temor en la población boliviana, Roque Centurión Miranda combatiente, autor y
compositor de música,
18. Illex Paraguayensis yerba mate (kaá) corresponde mencionar a la bebida tradicional
por antonomancia el TERERÉ se menciona en múltiples escritos que nació entre
los saldados paraguayos en las álgidas batallas de la guerra esta sabrosa, refrescante
y tonificante bebida. Para evitar ser ubicados por el enemigo los saldados
consumían su tereré con agua fría o agua natural de este modo se evitaba hacer
fogatas y su correspondiente humo.
19. El/La paraguayo/a se caracterizó ayer, hoy y siempre en la socialización con la
lengua materna el Guaraní, este constituyó en un elemento táctico letal para las
tropas bolivianas no descifraban la más elemental oración en ella. Pero también
constituyo en el uso jocoso de las tropas paraguayas así tenemos números motes
(marcantes):
• Cadete Otazú “Kikito”
• Batallón de Zapadores Gral. Aquino “Mandi í”
• Escuadrón de soldados recuperada de Hospitales, Remontas, Troperos y
rezagados “Pira guyrá”

• Soldados técnicos encargados de escuchar conversaciones telefónicas

“Mamangá”
• Coronel Rafael Franco “León Caré”
• General Eugenio A. Garay “Avión Pyta”
• Zona de la selva donde los rayos del sol no llega y ni una gota de agua “Guaimí
piré ty”
• Teniente 1º Carlos A. Caballero “Caito”
• Teniente Manuel Fernández Irala “Jacaré Valija”
• Uniforme militar del Ejército Paraguayo “Verde O”
• Destacamento a cargo del Mayor Placido Jara combatieron en la zona del
Pilcomayo comando el grupo denominado “Los macheteros de la muerte”
• Soldado Buenaventura Areco “Areco tuyá” recibió el galardón “Misión
Cumplida” premio máximo otorgado al soldado en tiempos de guerra.
• Capitán Lorenzo Arrúa “Yurú acuá” comandante del R.I. Nº 1 “2 de mayo”
• Un camión del Regimiento se hizo famoso por que llevaba agua y las marchas
en el Alto Chaco a 100 km de la nada el líquido era de vida o muerte “Yso
peró”
• Cabo Rodríguez tirador de ametralladora pesada del R.I. 2 fallecido en combate
“Ypecú”
• Mayor Rufino Pampliega comandante del R.I. 2 “Taguato Pyta”
• Teniente Alcides Oviedo “Tapití”
• Sargento Roberto Holden Jara “Kananá”
• Teniente Aurelio González “Gran Capitán”
• Coronel Luis Irrazabal “Comandante Irra”
• Capellán Ernesto Peréz Acosta “Paí Pérez” participó en la batalla de Nanawa de
Gloria
• Etc. Etc. Etc.

ILUSTRACIONES





















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YEGROS GIROLA, Fulgencio Gral. Div.; INFANTERIA PARAGUAYA

REGIMIENTOS DE INFANTERÍA - GUERRA DEL CHACO 1932 A 1935 - GERALDINO GAMARRA - PARAGUAY - PORTALGUARANI

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GUERRA DEL CHACO 1932 -1935

Agradecimiento a: Gustavo Antonio Quiroga Velázquez

BREVE RESEÑA HISTORICA 1-8

EL RECOPILADOR: Nación en la Ciudad de Asunción, el 13 de diciembre de 1968 padre

Tiene trabajos investigativos publicados como;

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BREVE RESEÑA HISTORICA

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El 9 de setiembre de 1932 se inicia los combates, el fortín

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patriótico” lo cual era indicio de algún acontecimiento favorable. Después, nuevamente un

En el fortín nadie dio cumplimiento a la orden. Algunos momentos después, el mismo

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Consecuencias de esta derrota para los bolivianos fue:

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La IV División de Infantería se encargó de ejecutar las órdenes: "Por un movimiento

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