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Va escapar del camp de Gurs i va sortir de França, primer va anar a Cuba, després a Santo
Domingo fins que va arribar a Mèxic, on va treballar a la Unión Distribuidora de Ediciones.
La mare de Veturian també exiliada, vivia a la ciutat de Mèxic, on es van conèixer José
Ramón i Elvira i es van casar.
Veturian va anar a diferents escoles i els seus pares van decidir enviar-lo a Catalunya el
1960.
Veturian Arana Godàs nació en México Distrito Federal, hijo de aragonés y catalana.
Su padre fue José Ramón Arana -aragonés y su madre es Elvira Godàs Vila -catalana-.
El padre de Veturian, José Ramón nació en Zaragoza, era socialista y fue de la Junta de
Huesca en 1936, luego lo hicieron comisario de Brigada. Se trasladó a Barcelona y
cuando llegó la retirada se exilió en Francia y terminó internado en el campo de Gurs.
Escapó del campo de Gurs y logró salir de Francia, primero fue a Cuba, después a Santo
Domingo hasta que llegó a México, donde trabajó en la Unión Distribuidora de Ediciones.
Veturian fue a diferentes escuelas y sus padres decidieron enviarlo a Cataluña en 1960.
Entrevista
Me gustaría que me dijeras el nombre de tus padres y el de tus hermanos.
Mi padre es José Ramón Arana, conocido como José Ramón Lluis, escritor, aragonés, mi
madre Elvira Godás, catalana y yo soy Veturian Arana Godás, medios hermano tengo 8, mi
padre se casó dos veces y mi madre también.
¿Tienes conocimiento del exilio de tus padres? ¿De dónde estuvieron? ¿Se habla de
estas cosas en tu casa?
Demasiado constante, desde mi punto de vista, como hijo de exiliado, el tema de la guerra,
la idealización de España, los conceptos muy románticos de la guerra y claro, eso te ha
marcado toda tu vida, te marca de una manera determinante. Yo nací en México y no soy
mexicano y vivo en España y no soy español. Ya no eres nunca de ningún sitio, tienes raíces
en los dos lugares, pero no perteneces a ningún lugar, eres un exiliado toda la vida.
¿Dónde naciste?
Sí todo el tiempo, 40 años, lo odió toda su vida, no era una persona que estaba satisfecha
con el país y eso se notaba en el ambiente de la casa y claro, tu heredas una actitud en
contra del país en el que estás y pues esa influencia es muy grande.
De manera que yo, los lunes típicos que se hacía el saludo en la bandera yo me negaba
porque no era mi bandera, no era España ¿no? En Veracruz yo recuerdo, mirando el mar y
escuchando como España estaba de aquel lado.
Es una actitud en la que acabas decidiéndote por venir porque claro quieres saber qué es eso
de lo que todo el mundo habla, por lo cual hubo una guerra y por lo cual la gente se salió.
Ya llegando aquí te das cuenta de que todo es diferente.
¿Tu papá hacia política en México? Política relacionada con gente de aquí, de España.
Yo creo que no, pero realmente no sé, mi padre iba a tertulias literarias, se juntaba con los
españoles, yo lo acompañaba, tendría 11 años. Yo nací cuando mi padre tenía cincuenta y
pico, mi madre 42, y yo ya no me entero de nada, mi padre se muere cuando yo tengo 11
años, así que si hacía cosas políticas o no, no sé.
Sí pero ahora lo tengo porque desde unos 6 años para acá he estado tratando de recuperar
las raíces, hablando con mexicanos, oyendo música, recuperando el acento porque cuando
vine a España por segunda vez, como a los 20 años, borré el acento completamente, ni
decía que venía de México, quise borrar todo lo que tenía que ver de México.
Si, estuve como unos 3 o 4 años, luego me fui a Inglaterra, después como a los 18 años pasé
por Venezuela y acabé en México, hablamos de los 19 años, una cosa así.
Yo tenía una idea preconcebida contra México por la situación de mi casa, por mi padre
más que por mi madre, porque mi madre sí se adaptó a México, se nacionalizó y le encanta.
Pero al llegar a México en esa segunda etapa, además de esta idea preconcebida, me doy
cuenta de lo que México realmente es. Y no niego que aquello realmente es una mierda en
el sentido de la vida cotidiana, de trabajo, del poder, de salir adelante sin caer en el juego
que te están planteando todo el tiempo, entonces me di cuenta de que yo no podía vivir ahí,
ni me adaptaba al juego de las movidas, ni de “licenciado para aquí para allá”, nunca lo iba
a lograr y si vas en contra de eso, no sobrevives.
Entonces dije me voy a un sitio donde
tenga más oportunidades de sobrevivir
y me vine aquí. O sea yo México lo
que más conozco es el DF y es la
ciudad más horrible para vivir, la
verdad. Regresé hace 5, 6 años y lo
disfruté como turista, pero vivir en
aquello es imposible, no lo haría
jamás, no tengo ganas de regresar.
No, no, yo vine por huir de México, yo me hubiera ido a la Patagonia con tal de salir. Mi
experiencia de llegar aquí fue de liberación, aquí trabajas en lo que quieres por lo que eres,
ya no necesitas de contactos, de favores, y de tanta cosa.
Los puestos que yo tenía en México de trabajo eran puestos superiores a lo que yo me
merecía realmente, no sé si por la descendencia europea o porque era blanco o por lo que tú
quieras, la gente que trabajaba conmigo lo notaba y me odiaba, hay un resentimiento hacia
eso y yo me sentía mal de estar en una posición que realmente no merecía.
México es el sitio que conozco más corrupto del mundo entero, es realmente una cosa que
alucinas. Yo el carnet de conducir de México era comprado, porque cuando lo quise hacer
por la vía recta no había manera.
A mi, no sé, todo esto me afecta horrores porque no soy listillo, no sé, hay gente que se
sabe mover y les va bien pero el que no sabe jugar a eso le va de la chingada y yo dije “me
voy”.
Y aquí el 85% de mis amistades son mexicanas, pero son mexicanos de fuera que no es lo
mismo que los de dentro, los de afuera son mucho más abiertos de mente, han venido por
alguna razón, han venido a trabajar, a estudiar, a invertir, no sé, es gente con la que tenemos
cosas en común, nos entendemos, me siento a gusto, la forma de hablar.
Entonces ahora vivo mucho México, pero desde fuera, lo disfruto porque no tengo que
trabajar ahí. Es triste pero es así, todos mis amigos mexicanos regresan porque está la
familia, los amigos, pero de vacaciones, no quieren volver tampoco.
Toda mi vida he querido vivir en Barcelona, es una ciudad estupenda, tiene la mezcla
digamos latina, hay desmadre, fiesta, no hay esa cosa fría que hay en Inglaterra y cuando te
dicen que te pagan al día siguiente, te pagan al día siguiente y cuando te dicen que nos
vemos a la 4 para tal cosa, nos vemos a las 4 y si hablas de negocio hablas claro y yo me
siento más a gusto, es mi carácter
¿Qué piensas de Cataluña y de los catalanes en general? ¿Tú eres catalán no?
Fíjate una cosa bien curiosa, los catalanes me ven más cercano a ellos o más bien me ven
menos raro de lo que los mexicanos me veían. Cuando yo estaba en México era español, “el
licenciado”, cosas de ésas que odio y aquí la gente me llama por mi nombre y no me hacen
la pelota.
Campo de Gurs
Los catalanes cuando llegué al principio me defraudaron un poco porque yo venía cansado
de la actitud inglesa de que son fríos y distantes y me encontré que los catalanes también
son fríos y distantes, que no te dicen “hola” cuando te cruzas en la escalera, y dije “¡qué
mala suerte para mi!” porque yo huía de eso.
Pero por otro lado, la gente que he conocido es
una maravilla, son muy formales, más que el
resto de España, son muy trabajadores.
Sí, yo desde que llegué me he sentido integrado, pero ¿sabes por qué? yo creo que es una
trampa, como he escuchado a mi madre hablar catalán toda la vida, al llegar y tratar de
hablar catalán me fue más fácil, los catalanes cuando llegas y le hablas en catalán, aunque
luego ellos te contesten en castellano, -que es un error que hacen para ayudarte o para que
no te sientas mal-, pero el hecho de que tu hagas eses esfuerzo, a ellos le provoca una
emoción particular.
Claro, no es igual que hables inglés en un país de habla inglesa que sería obvio, aquí les
parece un paso, un respeto, un signo de que te estás integrando. Como yo les hablo en
catalán la integración ha sido siempre instantánea.
Sí, yo desde que llegué de Inglaterra, llegué como fotógrafo y conseguí trabajo
inmediatamente, trabajé en revistas y en todos los periódicos de Barcelona, en todos he
publicado, he tenido una respuesta muy buena, pero esto es una respuesta falsa porque
vengo de Inglaterra y no tiene ningún mérito particular. Ahora estoy haciendo medicina
china y trabajo como acupuntor y tengo mi consulta, voy bien, la gente viene.
No, ni lo saben ni les interesa, nadie pregunta, yo creo que existe el concepto de exiliado,
hijos de la guerra, todas las familias catalanas han tenido un exiliado o del otro bando y
todo el mundo sabe lo que es México, dónde está México y demás, pero no, no te
identifican, entre otras cosas
porque yo soy de las
generaciones raras del exilio. Yo
soy primera generación del
exilio, pero en teoría no debería
ser así, o sea mi hermana que me
lleva 18 años debería ser la
primera generación, yo en teoría
debería ser hijo de alguien como
ella, pero como yo ahora estoy en
una escuela donde todo el mundo
tiene 25 años, ni saben quién era
Franco, ni se imaginan que yo
nací en el exilio, no, ni se
imaginan.
Veturian con sus padres
Desde tu punto de vista ¿crees que los españoles o los catalanes en este caso, han hecho
algo por los exiliados políticos?
No, no para mí no han hecho absolutamente nada. Los socialistas menos que nadie, las
tumbas siguen cerradas, la gente va por su cuenta, los del archivo van por su cuenta y esto
de poner a la gente que estuvo en el exilio en su lugar histórico, es algo que no, es una
generación olvidada, los del PP menos, claro.
¿Tu estás de acuerdo en que nos demos todos la mano “sin hacer justicia” de la
situación de la guerra?
¿Cuenta nueva, punto cero? No, suena muy bonito, pero aquí pasó, hubo muchos hijos de
puta, mucho carbón, guerra y asesinatos, etc. Si quieres no te diría yo ir a buscar a un
abuelito de 85 años, hijo de puta, bueno déjalo morir, vale, no lo vamos a meter a la cárcel
por razones humanitarias. Pero sí poner las cosas en su sitio y todo lo que fueron
fusilamientos y juicios sumarios de todas las personas que fueron inocentes, darles otras
vez su inocencia, aunque ya estén muertas hace muchísimos años, pero murieron como
culpables cuando realmente no lo eran, claro que hay que hacerlo.
A mi me jode mucho porque ahora que hablan de Franco, ahora ya se llama el dictador o
exdictador, como en Chile, Pinochet y lo primero que hay que decir siempre es el golpista,
yo siempre le llamo el golpista, porque lo primero que fue, fue un golpista, hizo un golpe
contra un gobierno que estaba ahí y luego fue un dictador y
eso es imperdonable en cualquier país del mundo.
Sí, lo mejor que les pasó a la gente del exilio, fue el exilio.
Los que se fueron a México, fue lo mejor que les pudo
pasar en la vida y también a México fue de las mejores
cosas que le ocurrió, el recibir a
todos los exiliados, es obvio,
¿no? con todo el auge de los
intelectuales.
Pero no tenía que haber habido una guerra con tantos muertos y
una guerra fraticida, fue horrible lo que hizo este cabrón, es
imperdonable e inolvidable, perdonar y olvidar es volver otra
vez a repetir.
Editorial Día de muertos
Bueno no hay que ser vengativo pero uno cree que con la edad los perdonas porque hay un
sentido espiritual en la vejez, pero olvidar, no lo
vas a olvidar, si a nosotros no nos dejan olvidar que
somos la generación que nació en el exilio y
estamos todavía con la historia de la Guerra Civil,
así vamos a estar toda la vida y aburre ¿eh?
Es una cosa que seguiremos viviendo, pero aburre
porque como no lo vivimos directamente es una
historia heredada y realmente no es tuya, se hace
tuya pero realmente no lo viviste, no sé. Yo si tengo
un hijo fuera, lo integro, pero no puedo estarle
soltando el rollo, si nace en China es chino y se
acabó, él se va a montar su propia historia.
Revista La Cucaracha