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Las secciones delgadas son cortes bidimensionales de cuerpos con propiedades cristalográficas y ópticas en tres
dimensiones, por lo que un buen conocimiento de la geometría del espacio, puede ser de una gran ayuda en los
estudios de éstas secciones con el microscopio petrográfico. Estas notas pretenden hacer énfasis en algunos
aspectos geométricos, teniendo en cuenta primeramente la cristalografía, posteriormente la óptica y finalmente una
integración de ambas. Se hará uso de los índices de Miller, para los planos más sencillos:
SECCIONES CRISTALOGRAFICAS.
La idea es tomar las formas más sencillas y efectuarles en lo posible, todos los cortes imaginarios, de tal modo de
obtener una buena aproximación a las formas más probables que se obtendrían de cortes efectuados al hazar. Nótese
que un buen ejemplo serían las rocas volcánicas, donde la mayoría de cristales, pueden adquirir sus formas propias.
1) CUBO SIMPLE
En la figura 2 se parte de un corte coincidente con la cara frontal del cubo (100). Haciendo rotar el plano de corte
90º, teniendo como eje de giro la arista inferior (indicada por las flechas), se obtiene toda una serie de rectángulos y
dos cuadrados. Los rectángulos tienen dos de sus lados igual al lado del cubo (a) y la longitud máxima que
alcanzan los otros dos, es igual a la diagonal de la cara del cubo.
2
3
2 1
2 3
1
a
En la figura 3, se parte de una sección del tipo3 de la figura anterior, o sea, un plano que contiene la diagonal de dos caras
opuestas del cubo y una de ellas sirve como eje de rotación. Se tiene inicialmente un rectángulo (corte 1) pasándose
inmediatamente a trapecios isósceles (corte 2) hasta llegar a un triángulo equilátero (corte 3). Si continuáramos girando la
sección de corte en la misma dirección, obtendríamos triángulos isósceles hasta llegar a un cuadrado.
1 2
3 3
1 2
3 a
En la figura 4, se inicia con el mismo tipo de sección que en el caso anterior, pero el eje de rotación, es bisectriz de la
sección y paralelo a la diagonal de la cara superior (001). Después del rectángulo inicial, se obtiene un hexágono regular
(sección 2) y un rombo (sección 3), que tiene como eje mayor, la diagonal principal del cubo. Si continuáramos girando
la sección de corte en el mismo sentido hasta completar 90º, obtendríamos rombos, cuyo eje mayor va disminuyendo
hasta obtener un cuadrado.
a 3
La figura 5 parte del mismo tipo inicial que en los casos anteriores, pero la sección de corte se desplaza ahora
paralelamente. Se obtiene así, una serie de rectángulos y una sección cuadrática. Nótese que todos los rectángulos,
tienen dos de sus lados iguales al lado del cubo.
a
5
a
2
1
1 2 3
La figura 6, inicia con un pequeño triángulo equilátero (la sección de una punta del cubo), obteniéndose triángulos
isósceles, trapecios (no se muestran) hasta llegar a un rectángulo.
6
a
Hasta aquí puede verse que las secciones más probables que pueden extraerse al azar de un cubo, son rectángulos,
trapecios y triángulos. Menos comunes serían cuadrados, hexágonos y rombos. Los rectángulos tienen dos de sus lados
iguales al lado del cubo. Los triángulos pueden variar desde minúsculos hasta un tamaño máximo de lados iguales a la
diagonal de la cara del cubo.
Una serie de planos paralelos e igualmente espaciados, mostrarán el menor espesor y la mayor densidad de trazas,
(entendida como la cantidad de trazas por unidad de área) en un corte perpendicular a dichos planos. El corte 1 de la
figura 7, es perpendicular a los planos x,y,z. El corte 2, inclinado, con respecto a los planos anteriores, muestra un
mayor grosor de las trazas y una densidad menor de éstas en el corte en cuestión.
x y z
x y 1
7 z
x y z
2
2
Clivaje grueso
Clivaje fino
1
4
5
2
3
2 4
5
1
La figura 10 posee el mismo tipo de cortes que la figura 3, pero el eje de giro, se confunde ahora con la diagonal de la
cara superior (001). Para la construcción de la intersección de los planos internos con la sección de corte, nótese que en
todos los casos, uno de los bordes de la sección, está contenido en la cara frontal del cubo (100), siendo por consiguiente,
paralelo a los planos interiores y las trazas de éstos en las secciones de corte, serán paralelas a dicha línea. Obsérvese
también, que la dirección de giro es hacia la cara superior (001), la cual es perpendicular a los planos internos, por lo que
los espesores de las trazas disminuyen y su densidad aumenta gradualmente.
10
1 1 3
2
2
3
3) CUBO CON INCLUSION DE DOS FAMILIAS DE PLANOS PERPENDICULARES ENTRE SI
(Figura 11).
11
La figura 12 muestra el mismo tipo de cortes que la figura 2 y 9. Nótese que en todos los casos, las secciones son
perpendiculares a los planos X, por lo que sus trazas en las secciones, tendrán el mínimo espesor y su máxima densidad.
Para los planos Y, sucede lo mismo que en la figura 9. Obsérvese por consiguiente que en las secciones de corte, las
trazas de ambos planos son perpendiculares entre sí, aunque las trazas de una de las familias será variable, tanto en su
espesor como en su densidad.
x
x
2 y
1
12
3 3
1
y
2 4
x y
4
3
La figura 13 muestra un corte idéntico al 3 de la figura 10 o la figura 3. La sección de corte es un triángulo equilátero,
donde un lado está confundido con la diagonal de la cara (100), (o sea paralelo a la familia Y) y otro lado coincide con la
diagonal de la cara (010) ( paralelo a la familia X); puede verse entonces, que las trazas de los planos internos, serán
paralelos a dichos lados respectivamente. Ya que el ángulo de inclinación es el mismo para ambas familias en la sección
de corte, sus trazas aparecerán con el mismo espesor y la misma densidad. Nótese que el ángulo entre ellas, en la sección
en cuestión, es de 60º, ya que se trata de un triángulo equilátero.
13
y y
En la figura 14, nótese que los lados verticales de las secciones de corte, son paralelos a ambas familias de planos, por lo
que sus trazas en dichas secciones serán paralelas entre sí. El grosor de las trazas dependerá del grado de inclinación, el
cual sólo es igual en ambos casos para el tercer corte, aunque el sentido de inclinación es opuesto.
2 3
1 y x
y
14
2
1
x x
y
x y
3 4
4) CUBO INCLUIDO DENTRO DE OTRO CUBO.
15
La figura 16 muestra tres cortes, el segundo de los cuales
se presenta adicionalmente en perspectiva para mayor
claridad. Puede verse que entre más pequeño sea el cubo
interior, menos será la probabilidad que un corte aleatorio
lo contenga y al inverso, entre más se aproxime la
dimensión del cubo interno al externo, más numerosas
serán las secciones que los contengan a ambos.
16
1 3
1 2
De todo este conjunto de figuras, se encuentra una analogía con lo que puede observarse en las secciones delgadas. Es
así como las familias de planos internos, puede compararse con los clivajes de los cristales o los planos de macla. El
cubo incluido dentro de otro, simularía la zonación, o bien, la parte externa de un cristal que ha reaccionado con su
entorno debido a un desequilibrio químico. Es importante tener en cuenta finalmente, que aunque las secciones
delgadas son en esencia bidimensionales, su tercera dimensión representada en su espesor, (30 micrones) es de gran
ayuda en la búsqueda de secciones particulares de un mineral. Un clivaje o plano de macla perpendicular a la sección
delgada, va a presentar una traza fina y cuando se desplaza ligeramente el objetivo del microscopio, permanece
estático en el campo de visión. Un clivaje inclinado con respecto a la sección delgada, va a observarse grueso y
parecerá moverse cuando se desplaza el objetivo (40x, sería apropiado), más o menos intensamente, dependiendo del
grado de inclinación con respecto a la sección.
Secciones de Plagioclasas. Volcán Nevado del Sección de Plagioclasa. Volcán Nevado del Ruiz. Colombia. La
Ruiz. Colombia. Nicoles cruzados. En el cristal imagen de la izquierda es en luz natural y la de la derecha con
de la izquierda, nótese los trazos de la macla nicoles cruzados. Nótese los dos clivajes finos, sensiblemente
muy finos y relativamente densos, lo que sugiere perpendiculares entre sí y la macla de Albita con trazos finos.
que el plano de la macla es sensiblemente Estas características corresponden a una sección cercana a la
perpendicular a la sección. Por el contrario, el perpendicular al eje a o [100]. La probabilidad de obtener esta
cristal de la derecha, muestra un trazo de macla sección en cortes al azar es muy baja, pero es de gran interés ya
grueso y su densidad es menor. Objetivo x4. que permite utilizar el procedimiento más exacto para averiguar
la composición, en los métodos rutinarios de sección delgada.
Objetivo x10.
OPTICA
Aunque éstas notas no pretenden ser un manual de óptica cristalina, siempre es útil recordar algunos de los conceptos
básicos que se manejan en ésta disciplina.
En los cristales anisotrópicos, la velocidad de la luz puede variar de acuerdo a su dirección de vibración. El índice de
refracción, es la relación entre la velocidad de la luz en el vacío con respecto a su velocidad en el medio considerado.
Normalmente, se trabaja en petrografía con luz ortoscópica, por lo que se puede asociar directamente la dirección de
vibración, de la luz, con un índice de refracción, lo cual permite simplificar el racionamiento utilizado en la
determinación de las secciones anisotrópicas.
Si los índices de refracción de un cristal, se hacen coincidir todos en un punto, con la misma dirección en el espacio
que la que tiene la vibración de la luz asociada a cada uno, la envolvente resultante, es una elipsoide (llamada
comunmente elipsoide indicatriz). Dependiendo de la simetría cristalina, ésta elipsoide será de revolución (sistemas
tetragonal y hexagonal) o no (sistemas ortorómbico, monoclínico y triclínico). Se debe recordar que la elipsoide como
tal, es un artificio y por su construcción, sus secciones necesariamente deben pasar por su centro.
21
Ng Ng
Sección
circular
Nm
Np Nm
1
Ng
Existen varias formas de simbolizar los índices de refracción. Con
el ánimo de enfatizar su tamaño, se utiliza aquí Ng (g de grande) 22
para el índice mayor de la elipsoide (figura 22). Np (p de pequeño)
para su índice menor. Nm para el índice intermedio ( éstos son
equivalentes a las direcciones de vibración Z, X y Y). En el caso Np
de una sección anisotrópica, se utilizará n’g y n’p, cuando sólo se
conozca el tamaño relativo entre los dos índices.
Nm
La birrefringencia de un mineral, es la diferencia entre su índice de refracción mayor y su índice menor, o sea, entre
los semiejes mayor y menor de la elipsoide indicatriz. La birrefringencia de una sección, es la diferencia entre el índice
mayor y menor de la sección. Es claro entonces que para un determinado mineral, la birrefringencia de sus secciones,
irán desde cero (los índices de refracción de la sección son iguales, lo que corresponde a secciones circulares de la
elipsoide indicatriz) hasta un valor máximo, coincidente con el valor nominal dado para el mineral (la sección contiene
entonces, los índices mayor y menor de la elipsoide indicatriz).
Usualmente la luz utilizada en el microscopio petrográfico es blanca y normal a la sección delgada (ortoscópica) estando
polarizada de acuerdo a la dirección del polarizador que frecuentemente se toma N-S; por encima de la sección delgada,
se encuentra el analizador, cuya dirección de polarización es normal al anterior (E-W). Polarizador y analizador
dispuestos de este modo (polarizadores cruzados), no permiten el paso de la luz. Si interponemos entre los dos, otro
polarizador, con su dirección de polarización a 45º de los anteriores por ejemplo, veremos que existirá transmisión de la
luz (figura 23). Puede verse que el polarizador intermedio, al estar a 45º, permite por descomposición vectorial, la
transmisión de la luz (figura 24).
23 analizador
Direcición de
polarización
polarizador
polarizador
Es claro que si la dirección del polarizador intermedio 24
coincide ya sea con la del polarizador, o bien con la del Polarizador
analizador, no se transmitirá la luz.
Vibración intermedio
Las secciones de la elipsoide indicatriz, que no sean de la luz
circulares, pueden considerarse como un polarizador, con
dos direcciones de polarización, perpendiculares entre sí. Si analizador
ninguna de éstas direcciones, coincide con la del
polarizador del microscopio, el rayo de luz proveniente de
éste, va a descomponerse en la sección, en dos rayos con
vibraciones perpendiculares entre sí, con velocidades
diferentes (índices de refracción distintos).
Si el analizador se encuentra cruzado, los dos rayos provenientes de la sección, se descomponen vectorialmente,
interfiriendo entre sí, resultando un color característico ( tinte de interferencia ), el cual va a depender por un lado, de
la birrefringencia de la sección y por otro, de su espesor. Estos dos factores en conjunto, constituyen lo que se denomina
el retardo de la sección. Es importante entonces recordar que el color observado (con polarizadores cruzados), depende
no solamente de la birrefringencia de la sección, sino también de su espesor. Utilizando por consiguiente un mismo
espesor para las secciones (usualmente 30 micrones), el tinte de interferencia variará solamente con la birrefringencia de
la sección.
En el caso que uno de los índices de la sección anisotrópica, concuerde con la dirección de polarización del polarizador
(figura 25), sólo existirá una dirección de vibración en la sección paralela al polarizador (el otro índice está a 90º y no
puede aportar componentes); en nicoles cruzados, no habrá transmisión de luz (posición en extinción). Para observar
entonces, las características ópticas en luz natural (sin el analizador interpuesto), de uno de los índices de una sección
anisotrópica, éste debe colocarse paralelo al polarizador. Esto se logra llevando la sección a la extinción (nicoles
cruzados). El relieve y el color observados, sin el analizador interpuesto, corresponderán al índice cuya dirección es
concordante con la del polarizador. Se debe recordar entonces, que en posiciones de la sección, diferentes a la anterior,
relieve y color, tendrán características intermedias entre ambos índices.
Sección
25 Polarizador anisotrópica
CASO REAL
HYPERSTENO.
Un corte (001) o sea perpendicular al eje c del cristal (sistema ortorómbico), va a contener los ejes a y b, así como los
índices Np y Nm del mineral. La birrefringencia de ésta sección, será por lo tanto (Nm - Np) de 0.012,
correspondiente a un tinte de interferencia amarillo (espesor de 30 micrones). Puede verse que siendo los clivajes
paralelos al eje c, serán por lo tanto perpendiculares a la sección, por lo que sus trazas serán finas, permanecerán
estáticas al mover ligeramente el objetivo del microscopio y se verán sensiblemente perpendiculares entre sí. En luz
natural, cuando el índice mayor de la sección (Nm) esté paralelo al polarizador, se observará un tinte verde
amarillento. Al rotarla 90º (Np paralelo al polarizador), se observará un tinte rosado. Las extinciones serán simétricas
con respecto a las trazas de los clivajes (nicoles cruzados).
27 Ng
Ng
Nm
Np Np
Nm
El corte (100), perpendicular al eje a, contiene por consiguiente, los ejes b , c y por lo tanto los índices Np y Ng. La
birrefreingencia de esta sección tiene el mismo valor nominal que la del mineral (Ng - Np) de 0.015. El tinte de
interferencia es naranja. Los clivajes (210) están inclinados unos 45º con respecto a la sección, por lo que es difícil
observarlos. La sección es pleocróica entre un tinte de interferencia verdoso (Ng paralelo al polarizador) y rosado (Np
alineado con el polarizador).
La sección (010) contiene los índices Ng y Nm, por lo que su birrefringencia será (Ng - Nm) de 0.003, o sea un tinte
gris oscuro. Por la misma razón que en el caso anterior, será difícil observar los clivajes. Los colores de ambos índices
están en tintes verdes, por lo que el pleocroísmo no es notorio. Esta sección es perpendicular a la bisectriz de los ejes
ópticos y por ende puede observarse, bien centrada, su figura de interferencia.
Nótese que la probabilidad de obtener estrictamente estas tres secciones, es muy pequeña. Sin embargo, las secciones
que se les aproximen presentarán características semejantes.
En la figura 29 se parte de un corte del tipo (001). En el primer caso, los cortes se dirigen hacia la cara (100)
permaneciendo paralelos al eje b, por consiguiente, todas las secciones contendrán el índice Np. El índice mayor de la
sección inicial es Nm y el de la final (100) es Ng, por lo que n’g tendrá un valor intermedio entre los dos. Puede verse
que los tintes de interferencia de estas secciones estarán en los amarillos naranjas. Las trazas de los clivajes se irán
haciendo más gruesas y el ángulo entre ellas disminuye progresivamente. Desplazando ligeramente el objetivo, las
trazas se moverán para lados opuestos, dependiendo de la familia, pues aunque el ángulo de inclinación es el mismo, el
sentido es diferente. Las extinciones permanecerán simétricas con respecto a los clivajes.
En el segundo caso, los cortes se dirigen hacia la cara (010), permaneciendo paralelos al eje a. Obsérvese que el plano
formado por los ejes ópticos y los índices Ng y Np, es perpendicular a todas las secciones y éstas contendrán entonces el
índice Nm del mineral. Ahora bien, en la sección inicial, el otro índice corresponde al menor del mineral (Np), mientras
que en la sección final, corresponde al índice mayor (Ng), por lo que en alguna de las secciones, éste índice tendrá el
valor del índice intermedio (Nm). Esto sucede cuando se es perpendicular a uno de los ejes ópticos, obteniéndose una
sección cíclica. Nótese que ésta sección no puede ser pleocróica. La birrefringencia disminuirá progresivamente a partir
de la sección inicial, hasta anularse (sección cíclica), para luego aumentar ligeramente hasta la birrefringencia final de
0.003 (cara (010)). Como en el caso anterior, las trazas de los clivajes se irán engrosando progresivamente, su ángulo
disminuirá y las extinciones permanecerán simétricas.
Partiendo del mismo corte anterior (001) en dirección a la cara (210), podrá verse que en este caso, las secciones serán
prácticamente perpendiculares a uno de los clivajes. La situación es semejante a los cortes de la figura 12. Las trazas
de los clivajes perpendiculares a las secciones, se verán finas, guardarán la misma densidad y permanecerán estáticas
cuando se desplace ligeramente el objetivo del microscopio. Las trazas de los otros clivajes, se irán engrosando, su
densidad disminuirá y parecerán moverse más intensamente en la medida en que el ángulo de inclinación disminuya
al desplazar ligeramente el objetivo. Nótese que sólo la sección inicial, contiene dos de los índices del mineral,
mientras que la final, contiene sólo uno (Ng). Ambos índices de las demás secciones tendrán valores intermedios. Las
secciones de la elipsoide indicatriz, no son evidentes en este caso, sin embargo, el índice mayor de la sección inicial es
bisectriz de las trazas de los clivajes, mientras que en la sección final, éste índice es paralelo a la traza del único
clivaje visible. Se puede preever por consiguiente, que el índice mayor en las secciones, se irá acercando
progresivamente a la traza del clivaje fino, por lo que las extinciones no serán paralelas a éste, o sea, las extinciones
de estas secciones no son ni rectas, ni simétricas.
29
CORTE
(001) Sección cíclica
Nm
Nm Nm
HACIA
Np Nm n‘g LA
CARA
(010)
n‘g
n‘g
n‘p
Np
n‘g
n‘g
n‘p
Np
HACIA
LA
HACIA CARA
LA CARA (210)
(100)
Sección de Hypersteno cercana a la cara
(001). Los dos clivajes se presentan
relativamente finos y sub-perpendiculares
entre sí. En nicoles cruzados, el tinte de
interferencia está en el amarillo de primer
orden, para un grosor de la sección de unos
30 micrones. A la izquierda, luz natural y a
la derecha, nicoles cruzados. Objetivo x10.
Lavas del volcán Nevado del Ruiz.
Colombia.
CONSIDERACION FINAL
De todos estos ejemplos, tal vez pueda verse la importancia de la geometría del espacio. Un buen conocimiento de las
elipsoides, conjuntamente con las formas cristalinas, va a permitir una identificación más confiable de los cristales así
como una mejor interpretación de sus texturas. En síntesis, una ‘visión’ tridimensional, permite ir más allá de la simple
identificación de minerales y es un punto de partida necesario, en los estudios estructurales.
BIBLIOGRAFIA
SHELLEY, David. Manual of Optical Mineralogy. 1975. Elsevier.
STOIBER, Richard; MORSE, Stearns. Crystal identification with the polarizing microscope. 1994. Chapman & Hall.
TRÖGER, W.E.. Optische Bestimmung der gesteinsbildenden Minerale. 1971.