EL DERECHO A LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR

CONVERSEMOS SOBRE LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR:

¿Qué le parece si responde estas preguntas?

• ¿Sabía usted que la Planificación Familiar es un derecho humano y que está

contemplado por nuestra Constitución?
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• Si la Planificación Familiar es un derecho humano, ¿lo pueden ejercer por igual los
hombres y las mujeres? ¿Por qué?

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• Entonces, ¿qué es para usted la planificación familiar?

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• ¿Desde cuándo comenzar a planificar la familia?

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• ¿Qué es necesario para planificar la familia?

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 LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR ES UN DERECHO HUMANO, SEXUAL Y
REPRODUCTIVO

Si usted respondió que la Planificación Familiar es un derecho humano, tiene razón.

La Planificación Familiar es el derecho de mujeres y hombres, como pareja o como

individuos, a elegir si tener hij@s o no, cuánt@s, cuándo y con quién.

Como puede observar, la planificación familiar no es sólo usar métodos anticonceptivos

para evitar embarazos. Comprende también prepararse, como individuos y/o como
pareja, para tener las mejores condiciones posibles al tomar la decisión de tener hij@s o
no y garantizarles salud y bienestar.

¿Cómo prepararse para tomar la decisión de tener o no hij@s?

• En la parte física

El estado general de salud de la mujer y del hombre es muy importante; sus órganos
sexuales y reproductivos deben estar sanos y aptos, es decir, en plena capacidad para
fecundar, concebir, sostener el embarazo, parto y puerperio.

Se debe considerar el peso, estatura, paridad y edad de la mujer, también la edad del
hombre; antecedentes médicos personales y familiares; hábitos, costumbres,
condiciones laborales y comportamientos relacionados con la salud de ambos.

Una consulta médica previa al embarazo asegura la salud de la mujer y del/la

futuro/a bebé.

• En lo emocional y afectivo

Muchas veces, las personas no piensan en la decisión de embarazar, sino que "de
repente" esto sucedió. Esta situación no esperada ni planeada, responde, con frecuencia
a creencias erróneas, como: "a mí no me va a pasar", "yo confío en él/ella", "él/ella se
cuida", etc. De esta forma, delegan al azar, al destino o a la otra persona, la importante
decisión que por derecho corresponde a cada mujer y a cada hombre.

Otras veces, la decisión de tener un/a hij@ se basa en idealizar lo que éste/a va a
significar o a traer a la vida de las personas; por ejemplo, se piensa que l@s hijos son
sólo amor, ternura, alegría, felicidad y que van a llenar la carencia o el vacío de sentido
o de amor en la vida de alguna persona.

Otras veces, la decisión de tener un/a hij@ responde a presiones, conflictos de pareja
o familiares. Por ejemplo:

- Algunas personas piensan que es necesario probar que son hombres o

mujeres teniendo relaciones sexuales, embarazando, o por el número
de hij@s que sean capaces de engendrar.
 - Otras veces, se cree que un/a hij@ es la solución a cualquier
problema en la pareja: incomprensión, infidelidad, violencia, etc.

- En otros casos, embarazar es un medio para obtener independencia de

los padres y familia; es una forma de desafío a la autoridad, o se
utiliza pensando herir o castigar a alguien.

- Algunos hombres, y mujeres también, consideran que la única

realización, valor y destino natural que les corresponde a las mujeres
son el embarazo y la maternidad.

- Se piensa que una vez iniciadas las relaciones sexuales,

necesariamente hay que tener hij@s.

En todas y cada una de estas situaciones, el/la bebé es visto como un objeto para
intentar solucionar problemas o carencias propias o de l@s otr@s.

La decisión de tener un/a hij@ debe responder a una opción personal, libre de estas
presiones y falsas creencias, porque tener un/a hij@ es un compromiso de vida que
lleva a garantizarle un lugar propio, su bienestar, respeto de sus derechos y satisfacción
de sus necesidades.

Reflexionar sobre algunas preguntas podría ayudar a que hombres y mujeres

identifiquen por sí sol@s o en pareja, si efectivamente la decisión de tener un/a hij@
está respondiendo o no a una opción personal y compromiso de vida:

- ¿Por qué desea tener un/a hij@?

- ¿Cuáles serían los cambios que traería a su vida un/a hij@?
- ¿Cómo se siente y se ve usted frente a esos cambios?
- ¿Qué derechos y necesidades tienen l@s hij@s para crecer y
desarrollarse saludablemente?
- ¿Cuáles de sus cualidades y habilidades facilitarán el respeto de los
derechos y satisfacción de las necesidades de un/a hij@ si l@ tuviera
ahora?

En lo social

Se refiere a la capacidad de padre y madre para garantizar al/a futur@ hij@ sus
derechos a un nombre y una identidad, protección, alimentación, vivienda, salud,
educación, recreación, etc.

La elección de las mejores condiciones y el verdadero deseo y compromiso de ser

padre y madre son las mejores garantías para ejercer su derecho a la Planificación
Familiar.
 ¿Cuándo, entonces, empieza la Planificación Familiar?

Algunas personas piensan que la Planificación Familiar es para parejas adultas, unidas o
casadas; otras que la Planificación Familiar empieza con la selección de pareja; y
muchas que Planificación Familiar es usar métodos anticonceptivos y responsabilidad
exclusiva de las mujeres.

Tod@s tienen razón, pero sólo en parte.

Veamos ¿por qué?

"¿La Planificación Familiar es sólo cosa de adultos/as?"

NO. La Planificación Familiar comienza desde que somos niños o niñas porque, desde
entonces, en el núcleo familiar y en el entorno social vamos aprendiendo lo que
significa ser hombre, ser mujer, ser pareja, ser padre, ser madre, ser familia. Estos
aprendizajes y vivencias van a ser puntos de referencia para nuestra Planificación
Familiar.

Entonces, la Planificación Familiar es otro de los valores que vamos aprendiendo y

transmitiendo en familia y en el entorno social desde muy pequeñ@s y debe ser tratado
de diferentes maneras, considerando edades, circunstancias y necesidades propias.

"¿La Planificación Familiar es responsabilidad exclusiva de las mujeres?"

NO. Como es la mujer la única que, biológicamente, tiene la potencialidad de

embarazar; no se ha tomado en cuenta la participación que, también a nivel biológico,
tiene el hombre al contribuir con los espermatozoides para formar un nuevo ser. Esta
falta de reconocimiento a la participación del varón, socialmente, ha depositado sólo en
las mujeres todas las responsabilidades concernientes a l@s hij@s, entre ellas, la
planificación familiar y el uso de métodos anticonceptivos.

Bajo estas falsas creencias, la posibilidad de diálogo y toma de decisiones compartidas

sobre planificación familiar y el uso de métodos anticonceptivos puede tornarse
conflictiva cuando no se reconocen éstos como derechos tanto de las mujeres como de
los hombres.

"¿La Planificación Familiar es sólo para parejas estables?"

NO. La Planificación Familiar es un derecho de tod@ hombre o mujer, como

individu@ o en pareja, porque es un aspecto de la sexualidad que está presente y se va
aprendiendo a lo largo de sus vidas y debe ser ejercido de diferentes maneras, de
acuerdo a edades, circunstancias y necesidades.

"¿La Planificación es sólo usar métodos anticonceptivos para no tener hij@s?"

NO. El uso de métodos anticonceptivos es sólo una parte de la Planificación Familiar,

ya que los métodos son los medios que permiten ejercer este derecho humano básico a
las personas con vida sexual activa que han decidido no tener hij@s o postergar su
nacimiento.

Pero el hecho de no tener vida sexual activa, y por tanto, no requerir métodos
anticonceptivos, no significa que estas personas queden fuera del derecho humano a la
Planificación Familiar; porque, como ya se ha visto, la Planificación Familiar implica
unos valores y una capacidad de decidir que se van formando desde la niñez, se
fortalecen en la adolescencia y en la adultez y, en el caso de las personas ancianas, ellas
continúan ejerciendo este derecho cuando, por ejemplo, deciden ocuparse o no del
cuidado de sus niet@s, lo cual, a su vez, contribuye a que sus hij@s consideren o no
este apoyo, al momento de decidir un embarazo.

Por tanto, la Planificación Familiar es mucho más que el uso de métodos

anticonceptivos, es también el derecho a tener un proyecto de vida, a pensarlo,
construirlo y decidirlo; proyecto de vida donde l@s hij@s están incluidos: por qué,
para qué, cuántos, cuándo, cómo y con quién.

Reflexionemos junt@s:

• ¿Cómo están ejerciendo su derecho a la Planificación Familiar nuestr@s

niñ@s, adolescentes, adult@s y ancian@s?
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• ¿Cómo nosotr@s estamos reconociendo, facilitando y respetando el derecho a

la Planificación Familiar en cada una de estas etapas de la vida?

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La Planificación Familiar, al ser un derecho humano básico, de mujeres y

hombres, va más allá del uso de anticonceptivos por adult@s en parejas estables, y
se ejerce de diferentes maneras a lo largo de todas las etapas de la vida.

¿Qué es necesario para ejercer el derecho a la planificación familiar?

• Es preciso reconocer a la Planificación Familiar como un derecho humano de toda

mujer y todo hombre, independientemente de su edad, estado civil, raza, condición
socioeconómica, credo religioso o político y orientación sexual; y así entender que
desde la niñez hasta la vejez, cada mujer y cada hombre pueden ejercer y facilitar el
ejercicio de la planificación familiar de una manera específica, respondiendo a la
etapa de vida en la cual se encuentra y a la circunstancia particular en la que se
desarrolla.
• Revisar los conceptos erróneos que reducen la Planificación Familiar al sólo uso de
anticonceptivos por parejas adultas y estables porque niegan el ejercicio de este
derecho a l@s niñ@s, adolescentes, adult@s jóvenes, mayores y ancian@s.

• No es posible ejercer por sí solo el derecho humano a la Planificación Familiar,

desconociendo y, por tanto, sin ejercer y respetar los otros derechos humanos como:

- Derecho a la información y educación

- Derecho a la atención y protección de la salud.
- Derecho a los beneficios del progreso científico
- Derecho a la libertad y seguridad
- Derecho a la privacidad
- Derecho a optar o no por contraer matrimonio y a formar y planear
una familia.
- Derecho a la igualdad y a estar libres de toda forma de discriminación
- Derecho a no ser sometid@s a maltratos y torturas.
- Derecho a la vida

No reconocer y facilitar estos derechos en su conjunto, expone a los hombres y

sobre todo a las mujeres a situaciones de riesgo como: relaciones sexuales forzadas
o sin protección, maltrato físico y psicológico, embarazos no deseados, prematuros
e infecciones de transmisión sexual.

• Tener acceso a conocimientos prácticos que faciliten el ejercicio del derecho a la

Planificación Familiar, tales como el conocimiento de:

- Nuestro cuerpo, el de la/el otr@ y sus funciones sexuales y

reproductivas.
- Métodos anticonceptivos y su uso correcto.
- Prevención de infecciones de transmisión sexual.
- Cómo y dónde obtener información y atención.

• Desarrollar la habilidad para aplicar estos conocimientos en las decisiones

personales sobre Planificación Familiar. Esto incluye la habilidad para
comunicarse, llegar a acuerdos, reconocer y respetar las diferencias, considerando
sus propios derechos y los de los demás.