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LA ERA DE LOS ESPIRITUS

En estos tiempos que corren y estando como estamos; inundados de


publicidad de cerveza y sobrecargados de información acerca de las
bondades, tipos y nuevas marcas de vino, es muy poco probable que
alguna persona ignore que ambos, acompañan a la humanidad desde
tiempos remotos, que fueron los sumerios quienes probablemente
inventaron la cerveza, que el imperio romano fue el gran impulsor del
vino en toda la cuenca del Mediterráneo, bla, bla, bla…
Para la mayoría de nosotros, tanto detalle es irrelevante, simplemente
elegimos un vino que nos dio buen resultado en el ultimo asadito o
salimos y pedimos la marca de cerveza que mas nos gusta.

Sin embargo, resulta notorio para la mayoría que,


aparte de las bebidas mencionadas (y ya que estamos,
la sidra también) existen muchas otras bebidas en los
estantes de bares, supermercados y discotecas. Todos
nosotros hemos, por lo menos, oído hablar también
acerca de whisky, ron, vodka, gin, etc, etc.
Mas aun, la mayoría los ha probado y se habrá dado
cuenta de que los últimos son “mas fuertes” que los
primeros. Esto es, que tienen un contenido de alcohol
mucho mayor que una simple cerveza o cualquier
vino.

Esto es asumido por todos como algo natural y algunos suelen mezclar
las bebidas de más alta graduación alcohólica con
juguito o gaseosa. Otros están acostumbrados a
verdaderos cocteles, fuertes, complejos.
Por supuesto, están quienes disfrutan de la amplia
gama de whiskies (on the rocks, please!) con hielo y/o
agua, algunos pocos amantes del cognac que libera sus
aromas al calor de las manos y en el extremo opuesto a
la legión de tomadores de ultra populares “vodkas y redbulles” e
insulsos “frozen daiquiris” encontramos a la pequeña banda de valientes
que ingieren vodka, gin o cualquier otro aguardiente con mas de 40 %
de alcohol… así nomás, derecho viejo.

Al fin y al cabo, es solo cuestión de gustos.

No obstante, desde nuestro “moderno” punto de vista, la vieja


costumbre de tomarse “una ginebrita pa´l calor” resulta inconcebible y
sin embargo ahí están todavía algunos viejitos disfrutando su
aguardiente bajo unos implacables 40º centígrados.
Se ve que es una costumbre muy vieja pero para muchos de nosotros
resulta intrigante el hecho de que se hubieran empezado a fabricar
alcoholes tan puros y sobre todo que la gente se hubiera acostumbrado
a tomarlos en épocas en que no se solía mezclarlos con nada que
redujera su potencia.
¿Qué circunstancias hicieron que la gente se acostumbrara a tomar
“agua de fuego”? – Como llamaban al aguardiente los pieles rojas -
¿habrá sido el frío?... en países como Rusia es entendible pero… ¿en el
Caribe?... Por favor!

De cómo se introdujo fuego en el agua


Lo primero que deberíamos averiguar el porque de la elevada
concentración de alcohol en dichas bebidas.
El vino, la cerveza, la sidra y el sake, entre otras
bebidas de bajo contenido alcohólico, se elaboran desde
hace milenios a través de la fermentación del azúcar.
Esta se produce cuando las pequeñas levaduras se
reproducen en un liquido que contiene azúcar; estas
levaduras se alimentan del azúcar y en el proceso
generan alcohol etílico y gas carbónico (si señor, las burbujitas del
champagne).
El problema sobreviene cuando se acaba el azúcar; las levaduras
mueren por falta de alimento o cuando la concentración de alcohol es
demasiado elevada (más allá de un 13 a 15%), en este caso las
levaduras mueren “envenenadas” por el alcohol, o sea que; no importa
que le agreguemos mas azúcar para que las levaduras las sigan
transformando, pasado cierto limite las levaduras se mueren y se acabo
la producción, punto.

Ahora tenemos un problema. ¿Cómo es posible que tengamos bebidas


con una concentración de más de 40% de alcohol? La palabra mágica en
este caso es: “Destilación”.
Veamos, habíamos dicho que las bebidas fermentadas tenían un
pequeño porcentaje de alcohol (entre el 3.5 y el 14%). También hay una
muy pequeña cantidad de partículas que le otorgan sabor y aroma a la
bebida… el resto es agua.
Entonces, genial idea. ¿Qué tal si le sacamos el agua y nos quedamos
con el alcohol? En teoría es fácil ya que el alcohol se evapora a una
temperatura menor que el agua asi que calentamos el liquido hasta
dicha temeperatura y esperamos, cómodamente leyendo el diario, a
que el alcohol se separe del agua y luego lo condensamos en una
superficie fría (como cuando hacíamos el experimento con el vapor de la
pava y un vaso, ¿te acordas de la escuela?).
El problema es que el agua se evapora inclusive a temperatura
ambiente (¿o no han visto nunca esos charquitos de agua que
desaparecen del piso en un par de horas?).
La historia completa de cómo se “soluciono” este problema no
viene al caso, el hecho es que mediante un aparato conocido
como “alambique” se logro reducir la cantidad de agua y por
ende, aumentar el volumen de alcohol… ¿y por qué estas
bebidas rondan siempre el 40% de alcohol por volumen? Eso
es también otra historia y para eso nos tendríamos que meter
en la historia de Dimitri Ivanovich Mendeleyev (el de la tabla
periódica de los elementos, otra vez. ¿Recuerdan la escuela?).

La prehistoria del aguardiente


Ahora, después de tanta introducción, todavía subsiste la pregunta:
¿Cuándo y por que la gente empezó a tomar aguardiente?
Para esto vamos a tener que, obviamente, retroceder un poco. Uff, otra
vez!
Resulta que la idea de concentrar algunas sustancias mediante la
extracción de agua es bastante vieja y no solo se aplico a las bebidas
alcohólicas. Los egipcios y los chinos destilaban líquidos para obtener
perfumes, aceites y compuestos “medicinales” desde mas o menos el
año 2000 A.C.
Inclusive es sabido que esas civilizaciones destilaron bebidas alcohólicas
pero, según los pocos registros que se poseen, para lo único que querían
el alcohol era como una base más conveniente para sus preparaciones
medicinales o de perfumería.
En el siglo I, Plinio el historiador romano menciona la destilación en un
famoso tratado sobre la vid y el vino pero sin darle mayor
importancia.
El diseño básico del alambique, como lo conocemos hoy,
parece haber sido inventado en Alejandría, entre el 200 y
el 300 D.C. época en la cual el famoso faro todavía
irradiaba sabiduría a todo el mundo antiguo.
Sin embargo, con la caída del imperio romano, Europa
ingreso en una edad oscura para el conocimiento y
muchas de estas habilidades se perdieron.
Afortunadamente los alquimistas árabes recogieron gran parte de los
conocimientos científicos de los antiguos Egipto y China, no solo eso,
entre el siglo VI y el X, se convirtieron en el pueblo con mayor desarrollo
científico del planeta, a ellos debemos entre otras cosas el método de
numeración decimal, el álgebra, etc.
Entre el siglo VIII y el IX la alquimia árabe inicio un proceso de desarrollo
vertiginoso en donde se perfeccionaron los métodos destinados a
modificar la materia y es posible que hayan destilado bebidas
alcohólicas, aunque las limitaciones que impone el Islam respecto al
consumo de alcohol, al cual el Coran considera causa de la degradación
moral del hombre, hace imposible que hallemos en ese periodo la clave
del porque del éxito de los aguardientes en el mundo moderno.
Es mas, en el sigo X, Avicena el genial filosofo y alquimista árabe,
verdadera enciclopedia de los conocimientos de su época, menciona y
describe el alambique y sus aplicaciones, aunque en ningún momento
hace referencia al alcohol.

No obstante la aversión del mundo árabe por el alcohol, sus


conocimientos alquímicos viajaron junto con ellos en sus viajes de
comercio y conquista hacia Europa. Entre dichos conocimientos se
encontraba la destilación.
En aquellos tiempos Venecia comerciaba activamente con el mundo
árabe y en Salerno, en la misma Italia, se estableció una de las mas
importantes escuelas alquimicas de occidente que en el siglo XII ya
diferenciaba el “aqua ardens” con 60% de alcohol y el “aqua vitae” de
90%.
En ese mismo siglo Córdoba, capital del califato español, se convierte en
una especie de “nueva Alejandría” al concentrar a los mejores médicos,
naturalistas y alquimistas, irradiando sabiduría a toda la cuenca del
Mediterráneo. Allí la industria del destilado para producir perfumes,
pomadas y elixires conoce un gran esplendor, aunque como podemos
deducir del trabajo del genial filósofo árabe-cordobés Averroes, el
alcohol para consumo, incluso medicinal, estaba fuera de su agenda.
Sin embargo, la influencia del mundo árabe a la industria del alcohol es
enorme y definitiva; palabras como alambique, alquitara y el mismo
alcohol son de origen árabe.
Asimismo, los términos y procedimientos que luego se aplicarían para la
producción de aguardiente en Europa no solo llegaron por contacto
directo con los árabes sino que viajaron a todo el continente debido a la
traducción y publicación en latín de obras fundamentales de sabios
árabes como Xabir Ben Hayyan (conocido en occidente como Geber),
cuyo pensamiento había sido publicado en el año 850 D.C. y traducido al
latín bajo el titulo “De Summa Perfectionis”. Este libro se convirtió en
fuente de inspiración para muchos y reintrodujo en Europa los métodos
químicos perdidos luego de la caída del imperio, perfeccionados durante
siglos de experimentación.
No obstante, la adopción del uso del aguardiente para consumo
recreativo es plena responsabilidad de los alquimistas y monjes
europeos. Aunque como veremos, no era esa su intención.

El Elixir de la Inmortalidad
Los alquimistas europeos se obsesionaron con la búsqueda de la piedra
filosofal, que les permitiría trasmutar metales en oro, y también con el
elixir de la inmortalidad. En la búsqueda de ambos objetivos contaron
como mecenas a casi la totalidad de los gobernantes de la Europa
católica, incluido algún que otro Papa, por obvias razones derivadas de
la condición humana, siempre sedienta de riquezas y poder pero
concientes de su destino mortal.
Por otro lado, en los monasterios, los monjes boticarios que habían sido
depositarios de los antiguos conocimientos médicos que sobrevivieron a
la caída del imperio romano y se empeñaban en encontrar mejores
métodos de curación, se sintieron atraídos hacia la alquimia; algunos por
legitimo interés medico y otros solo utilizaban la excusa para poder
sustraerse a experimentos de su propio interés.

Es allí donde empiezan a jugar un papel importante las


bebidas destiladas. Para el siglo XIII ya era común el termino
Spiritus Vini o “espíritu del vino” para referirse al destilado
del vino, de donde provienen con seguridad el adjetivo
“espirituoso” y el termino ingles “spirit”, aplicado a los
aguardientes. Pero sobre todo se hacen cada vez mas
conocidas las preparaciones de Aqua Ardens, de donde
proviene “aguardiente” y Aqua Vitae o “agua de la vida” (nombre que
es la raiz de casi todas las bebidas destiladas actuales) a la que se le
atribuyen las virtudes de curar y prolongar la vida.
Es durante ese siglo; cuando monjes y alquimistas europeos se afanaban
en encontrar el elixir de la vida eterna, que proliferan los alambiques y
las recetas para preparar aqua vitae en el continente.
Arnaldo de Vilanova, nacido en 1238. Medico, teólogo, alquimista y
escritor, protegido de los papas Bonifacio VIII y Clemente V, es sin
embargo quien se ha llevado la fama de haber sido el “creador” del
alcohol destilado. Escribe profusamente sobre las virtudes de las bebidas
destiladas. En su obra “Elíxir de vinorum mirabilus especierum et
artificiatum vinum” menciona en repetidas ocasiones al “elixir de la
vida eterna” que se extrae “de la destilación del vino o sus heces” y al
aguardiente le dedica un entusiasta opúsculo titulado “De
conservando juventute et retardanza senectude”… aunque no
hablemos latín, el titulo lo dice todo.
Su obra y sus “descubrimientos” fueron difundidos a todo el
continente gracias a fervientes discípulos como Raimundo
Lullio y el aqua vitae se convirtió en un articulo buscado y
consumido por gente que deseaba alargar su vida o
recomponerse de sus dolencias, aunque de ninguna manera
una bebida popular. En su mayoría, el alcohol era requerido
por monasterios y boticarios que lo utilizaban para preparar cocciones
de hierbas de propiedades aparentemente curativas (este es el origen
de los licores de los benedictinos y los cartujos).

Sin embargo, es difícil de imaginar una epidemia de consumo de jarabe


para la tos en nuestros días… haría falta mas que una promesa de vida
eterna para llevar a la gente a consumir masivamente el agua de fuego.
Solo la inminencia de la muerte a gran escala conseguiría que la gente
se aficionara a una bebida tan potente… Haría falta que llegara la
“Muerte Negra”.

La Peste Negra
Aunque existen muchas dudas acerca de la verdadera naturaleza de la
peste, la opinión generalizada hasta ahora se inclina hacia la peste
bubónica trasmitida por ratas, desperdigada por todo el continente y
favorecida por las deplorables condiciones de higiene de las ciudades
europeas y el hacinamiento, pese a que investigaciones recientes
insisten en otras alternativas como virus hemorrágicos del tipo Ebola o
inclusive una combinación de enfermedades.
El hecho es que, venida de oriente, la peste entra en contacto con los
europeos durante el ataque que los mongoles realizan a la ciudad de
Caffa, en la península de Crimea, en esos momentos en poder de los
genoveses. Estos arriban infectados a la isla de Sicilia donde, según el
testimonio del cronista Michel de Piazza, "a comienzos del mes de
octubre del año de la Encarnación del Señor de 1347,
llegaron al puerto de la ciudad de Mesina doce galeras
(genovesas). Los genoveses transportaban consigo,
impregnada en los huesos, una enfermedad de tal
naturaleza que todo el que hubiera hablado con alguno
de ellos habría sido alcanzado por el mal. La
enfermedad provocaba una muerte inmediata,
absolutamente imposible de evitar".

Rápidamente la epidemia se propaga a las islas de


Córcega y Cerdeña y para la mitad del año 1348 la peste había invadido
la casi totalidad de Italia, Francia y la Corona de Aragón. Para la segunda
mitad del año la mortal enfermedad había terminado de devorar Francia
y se desplazaba hacia el sur del Imperio Germánico y el sur de las islas
británicas, al tiempo que invadía con rapidez terrorífica la Corona de
Castilla y el Reino de Portugal.
Para el año 1349 la epidemia continuaba sumando muerte a la caravana
macabra que recorría Europa: Regiones germánicas e inglesas que se
habían creído a salvo de la muerte se desplomaban con rapidez
vertiginosa y la mortandad se sigue expandiendo hasta alcanzar su
máxima expansión geográfica el año 1350 al arrasar Suecia, la mayoría
de los países escandinavos y Rusia; aunque no por eso se detiene ya
que en muchas regiones permanece activa durante años y en otras
reaparece para causar mas dolor entre la población.

Cálculos modernos indican que la peste negra pudo haber aniquilado en


ese breve periodo de tiempo entre un tercio y la mitad de la población
de Europa (aproximadamente 25 / 35 millones de seres humanos)
aunque es difícil saberlo ya que la epidemia produjo tal caos que hizo
imposible calcular las perdidas en momentos en que “los vivos eran
apenas suficientes para enterrar a los muertos”.

No obstante, las consecuencias en los sobrevivientes


fueron más asombrosas aun: Se generalizo un morboso
culto a la muerte, inmortalizado en numerosas obras de
arte y por las “danzas de la muerte” que empezaron a
ser practicadas por los pueblos. El fanatismo religioso
alcanzo grados alarmantes cuando se materializo en las
sociedades llamadas de “flagelantes”, enajenados que
recorrían regiones enteras en grupos de hasta un millar
de personas y que se dedicaban a implorar el perdón
divino flagelándose ellos mismos de manera brutal y a la vista de la
población, a la que obligaban a “arrepentirse de sus pecados” a punta
de latigazos, llegando inclusive a asesinar a los rebeldes o inclusive a
aquellos representantes de la iglesia que se atrevían a enfrentarlos.
Asimismo, el populacho de los centros urbanos arremetió contra los
chivos expiatorios de siempre: Los judíos y los leprosos, acusados de
contaminar las fuentes de agua.
Paralelamente, la autoridad estatal y la eclesiastica se resquebrajaba
por doquier, no solo por la muerte de los agentes del estado sino por la
fuga de los sobrevivientes hacia otras ciudades, lo cual no hacia más
que empeorar la situación ya que con los sobrevivientes viajaban los
infectados, los que a su vez esparcían mas aun la plaga.
A nivel individual se produjo una catástrofe ética y
moral: Cronistas cuentan infinidad de casos de mujeres
abandonando a sus maridos y padres a sus hijos
enfermos, médicos que se negaban a atender a los
pacientes y cuerpos abandonados en las calles ante el
miedo de tocarlos y contagiarse.
Sin embargo, esa debacle moral se vio mejor reflejada
en la actitud que adoptaron muchos con respecto a sus
costumbres: Pese a que una de las versiones mas difundidas acerca del
origen de la peste era la ira divina por los pecados de la humanidad y
que la iglesia llamaba al arrepentimiento y a una vida devota como
manera de alejar el mal, la mayoría de los que continuaban vivos, en vez
de ser "mejores, más humildes, virtuosos y católicos... llevan una vida
más escandalosa y más desordenada que antes. Pecan por glotonería,
sólo buscan los festines, las tabernas y las delicias en la comida, se
visten de formas extrañas, inhabitúales e incluso deshonestas".
Bocaccio, en su “Decameron” nos cuenta que "pensaban que la plaga se
curaba bebiendo, estando alegres, cantando y divirtiéndose, y
satisfaciendo todos sus apetitos, por lo que pasaban el día y la noche de
taberna en taberna bebiendo sin moderación y haciendo sólo lo que les
agradaba hacer".
Mientras que este tipo de actitud ante el peligro mortal nos puede
parecer irresponsable y suicida, no es más extravagante que otros
comportamientos observados durante esa época como la practica
masiva de brujería, cultos paganos y exorcismos o las salvajes
persecuciones a judíos, leprosos y enfermos mentales.
Además, detrás de aquella conducta libertina parecían existir razones
que la justificaban: Ante el miedo de que fuese el agua el agente de
contagio de la peste, muchos párrocos recomendaban sustituirla por
vino o cerveza. Por otro lado, la observación general de que entre los
ebrios incurables que existían siempre en cualquier
población se producían muy pocos casos de
contagio fue tomada como excusa en muchas
crónicas de la época.
Y allí estaba… esperando su momento, el “Aqua
Vitae”.
Para cuando arriba la Muerte Negra ya eran
conocidas las propiedades “curativas y
regenerativas” del aguardiente y existían grandes
centros de producción de aguardientes (como la
ciudad de Modena que, ya para 1320 producía
alcohol en gran escala) para uso medicinal que adaptaron su capacidad
a la nueva demanda.

Un paisano de cada pueblo


Una de las consecuencias economicas de la Peste Negra mas
importantes radica en que prácticamente sepulto el sistema feudal
imperante hasta ese momento. Dicho sistema estaba sustentado en el
dominio, por parte de los nobles terratenientes, de grandes masas de
campesinos que vivian en servidumbre.
Con la desaparición de gran parte de la masa laboral, los anteriormente
comodos señores feudales se vieron ante una situación de doble peligro:
Por un lado, y repentinamente, el sustento estuvo al alcance casi todo el
mundo, ante el fallecimiento de gran parte de los consumidores. La
comida y los medios existentes sobraban por doquier; asi que los precios
de los bienes de consumo de origen agrario – fuentes de la riqueza de
los señores – se desplomaron.
Por otro lado, los sobrevivientes se habian desplazado en tal cantidad
que los señores solo mantenian (si lo hacian) dominio sobre solo una
pequeña fraccion de sus antiguos siervos.
Sin grandes cantidades de mano de obra dominada por unos pocos, el
sistema colapso.
La reaccion general de los antiguos terratenientes fue volcarse hacia la
producción de productos tecnologicos, que requerian menos mano de
obra, pero mas especializada y cuya producción requeria concentración
de capitales e infraestructura fuera del alcance de los particulares.
Pese a lo que nos han querido hacer creer, la Edad Media, sobre todo en
sus ultimas etapas, fue una epoca de grandes avances tecnicos y eso se
vio potenciado por las necesidades de los señores, quienes estaban
decididos a tomar ventaja de las nuevas necesidades de las nacientes
ciudades independientes y su incipiente burguesia. Molinos, talleres y
forjas aparecian por doquier, patrocinados por los dineros de los
antiguos terratenientes… Tambien destilerias.
Recuerden que el alcohol solo se producia a partir de excedentes de
granos o frutas… y que mejor momento que este cuando los europeos
que quedaban no alcanzaban a consumir todo lo que producia el campo
y dichas mercancías se conseguian solo por una fraccion de su valor.
Que buen negocio! ¿Para que preocuparme porque no puedo controlar
las cosechas? Si ahora compro por una bicoca y lo vendo transformado
al precio que me da la gana!.

De repente, en un periodo que oscila entre 100 a 150 años a partir de


la plaga, por todo el continente encontramos pruebas de la producción
de los grandes aguardientes europeos, ya establecidos como bebidas
consumidas con fines recreacionales. Inicialmente destilados a partir de
vino, se empiezan a elaborar a partir de las materias primas disponibles
en cada región.
- Escocia: En 1494 encontramos la primera referencia escrita
acerca del Whisky en una carta que autorizaba a un tal fraile
John Corr a disponer de 14.500!!! libras de cebada para la
producción de aqua vitae. De hecho la palabra whisky proviene del
gaelico “Uisge Beatha” que significa (oh casualidad) agua de la
vida.
- Francia: Para fines del 1500, los comerciantes holandeses que
llegaban a la zona de Cognac para negociar con los famosos vinos
de “Champagne” y “Borderies” empiezan a destilarlos y a
convertirlos en los que ellos llamaban “brandwijn” (palabra
holandesa que significa vino quemado y es el origen de
“Brandy”).
A su vez en Alsacia, los productores de frutas empiezan a producir
aguardientes de frutas coma la manzana y la pera llamados hasta
ahora “Eaux de vie”, termino que engloba, en Francia, a todos los
destilados de fruta … Otra vez el agua de la vida.
Asimismo, en Jerez, España. Se empiezan a destilar vinos para
producir Brandy, pese a la gran fama y calidad del vino jerezano,
la demanda por el brandy crece sostenidamente hasta que
durante el siglo XVIII la demanda explota al ser requerido desde
tan lejos como Alemania.
- Holanda: Pese a que se insiste en el año 1650 como la fecha en
que el doctor De la Boe (Silvius o Franciscus, que mas da…)
inventa la ginebra como una cura para los dolores estomacales a
partir de alcohol destilado de cereales e infusionado con hierbas,
ya en el año 1552, en el “Constelijck Distilleer Boek” escrito por
los “Philippus Hermanni” se menciona al “genever aqua vitae”
como un aguardiente infusionado con enebro.
El merito del buen doctor De la Boe parece haber sido el de ser el
impulsor de la popularidad de esta bebida y no su inventor (ya que
hemos demostrado evidencias de ella mas de 100 años antes.) La
ginebra se convierte pronto en una bebida alcohólica tan popular
que, como lo destacan los mercenarios ingleses que lucharon en la
“Guerra de los 30 años”, era el secreto detrás del “Coraje
Holandés”, lo cual significaba que para esa época los holandeses
acudían a la batalla totalmente alcoholizados (imaginense una de
esas batallas… deben haber sido como “pogos” gigantescos).
- Rusia: Este inmenso pais estaba preparado para empezar a
producir aguardiente desde 1430, año en que una delegación de la
iglesia rusa había viajado a Italia con el fin de visitar monasterios y
aprender de ellos las novedades en artes curativas, entre las
cuales se encontraba la destilación de vino en aqua vitae. Se
estima que en el periodo que va entre el año que empezó la peste
(otra “coincidencia”) y 1478 se empezó a producir en el
monasterio de Chudov, en Moscú.
Pronto empiezan a fabricar destilados a partir del abundante
centeno del que disponían, ¿el nombre popular de la bebida?...
Vodka, el diminutivo de agua en ruso, en referencia a… No hace
falta que aclare ¿no?
- Los países escandinavos caen rápidamente bajo el influjo del
aguardiente y tanto Noruega, Dinamarca y Finlandia empiezan a
producir sus Akevitt, Aquavit o Akvavit a partir de los más diversos
ingredientes base y los aromatizan con hierbas y especias como el
comino. Caso especial es el de Finlandia en donde, en menos de
100 años el aqua vitae reemplaza a la cerveza como la bebida mas
popular.
- Suecia: otro de los países escandinavos empieza a producir
“Brännvin” (palabra derivada de Brandy) tan pronto como a
mediados del siglo XV pero lo hacia a partir de vino importado de
manera que no era tan fácil ni barato de conseguir. Sin embargo,
para el siglo XVI ya se había cambiado la base por los cereales
producidos en abundancia en el sur del país y se transforma en un
producto popular… quizás demasiado.

A su vez, por toda Europa los gobiernos empiezan a reaccionar de


distintas maneras al aumento considerable de producción y consumo de
aguardiente.
- En 1505 el gremio de barberos de Edimburgo recibe del gobierno
el monopolio de la destilación de aqua vitae y se prohíbe la
destilación casera. Todo esto para asegurarse el cobro de
impuestos sobre esta, ahora, rentable actividad. Por supuesto que
esto no funciono: Los orgullosos escoceses encararon la
producción de whisky ilegal como un símbolo de insurgencia y
sentaron las bases del Scotch Whisky.
- Polonia decreta los primeros impuestos sobre el “Crematum” o
“Gorzalka” (nombres en latín y polaco del vodka) en 1564. Tanto la
venta como los equipos para producir aguardiente eran gravados,
lo que sugiere que era producido en cantidades significativas para
esa epoca.
- En el año 1474 se establece en Moscú un monopolio sobre la
producción de aguardientes; en este caso parece estar motivado
no solo por el ansia de ganancias por parte del estado sino
también porque el gran consumo de alcohol se percibía como un
elemento políticamente peligroso.
- Los suecos utilizaban el alcohol como materia prima para la
producción de pólvora y el elevado consumo amenazaba con dejar
a la ciudad de Estocolmo indefensa ante ataques externos, así que
en 1476 el ayuntamiento de la ciudad decide confiscar el
aguardiente y el equipo para elaborarlo de cualquiera que lo
fabricara sin licencia.

Y así podríamos seguir por largo rato. El hecho es que, pasada la crisis
que genero la peste, la demanda de aguardiente se afianzo y su
consumo se volvió parte integral de la cultura europea.

Llegada la Era de los Descubrimientos, los europeos difunden el arte de


la destilación por todo el mundo y en América observamos el nacimiento
del Ron en el Caribe, El Pisco en el Peru y el Mezcal en Mexico , casi
inmediatamente acabada la conquista.
Con el tiempo, la disponibilidad de materias primas, las regulaciones
estatales, la competencia, el sentido del orgullo por parte de los
productores y diversas circunstancias políticas y comerciales
consiguieron mejorar y diferenciar cada producto individual de los
restantes y cada región de la adyacente hasta que llegamos a la
Revolución Industrial y a la llamada “Era de las Marcas” cuyo resultado
ha sido la búsqueda de calidad y singularidad de cada uno de los
productores como argumento principal de posicionamiento en el
mercado.

Por supuesto, siguieron existiendo periodos en que la


calidad se descuido peligrosamente y en que se
produjeron verdaderas epidemias de ebriedad en
distintos lugares y momentos en que la situación social se vio
gravemente afectada por crisis económicas, corrupción generalizada y
altos índices de criminalidad.
En esas circunstancias la población recurrió masivamente a la bebida sin
ningún interés mas que el de evadirse por medio del alcohol y en donde
fabricantes y comerciantes inescrupulosos se hicieron ricos vendiendo
brebajes de pésima calidad a precios irrisorios, lo cual perjudico
gravemente la imagen de los aguardientes entre la población y arruino
la salud de los individuos desgarrando el tejido social en general.

Cualquier semejanza con nuestra realidad actual NO es pura


coincidencia.

® Daniel Estremadoyro 2005

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