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RAMATÍS

MEDIUMNISMO
OBRA MEDIÚMNICA DICTADA
POR EL ESPÍRITU DE
RAMATÍS AL MÉDIUM
HECILIO MAES

CURITIBA, BRASIL

Traducida del portugués por


MANUEL VALVERDE

EDITORIAL KIER S.A.


Buenos Aires

Titulo original en portugués


Mediunismo

1* edición argentina: Editorial Kier S.A. 1968


2* edición argentina: Editorial Kier S.A. 1973

Tapa:
Baldessari

1
LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723


e 1973 by Editorial Kier, S.A.; Buenos Aires
Impreso en la Argentina Printed in Argentina

Se terminó de imprimir en le mes de Julio de 1973, en los


Talleres Gráficos DULAU S.R.L, Rauch 1849, Buenos Aires

HOMENAJE

A
Rodolfo Dos Santos Ferreira,
corazón generoso e idealizador del Hogar
"Ramatís"
para los niños, en Osasco, Sao Paulo.

A
Osvaldo Polidoro,
espíritu incansable y escritor fecundo,
que enriqueció la bibliografía espirita,
con su admirable conjunto de obras
de alto relieve espiritual.

Hercilio Maes.
Curitiba, 20 de agosto de 1960

EN EL CAMPO DE LA MEDIUMNIDAD

Capitulo extraído de la obra Coletanea Do Alem,


dictada por Andrés Luiz al médium Francisco

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Cándido Xavier. Editada por la Librería Allan
Kardec (LAKE), San Pablo, Brasil.

EN EL CAMPO DE LA MEDIUMNIDAD
Capitulo extraído de la obra Coletanea Do Alem,
dictada por Andrés Luiz al médium Francisco Cán-
dido Xavier. Editada por la Librería Allan Kardec
(LAKE), San Pablo, Brasil.

El cerebro físico es un aparato de complicada estructura. Está formado por


células emisoras y receptoras que actúan en los diversos centros mentales,
reguladores de la vida orgánica. Dentro de él se acumulan poderosas corrientes
magnéticas que fluctúan sobre el líquido cerebro espinal, como si fueran los
engranajes de un motor, embebidos en aceite adecuado, produciendo
vibraciones eléctricas con frecuencia de diez a veinte por segundo. Desde ahí
parten infinidad de órdenes, dirigidas al sistema nervioso, al sistema endocrino
y a los demás órganos.
El cerebro, tal como se conoce en la Tierra, representa la parte visible del
centro periespiritual de la mente, imponderable para la ciencia común, en donde
se produce la elaboración del pensamiento, que escapa a los conceptos
humanos.
Hacemos estas referencias para resaltar la necesidad de cooperación por
parte del servidor mediúmnico para efectuar el intercambio entre los dos planos
-visible e invisible-. La tesis del animismo, no obstante ser respetable por las
excelentes intenciones que la inspiran, muchas veces amedrenta a los
compañeros que se ven obligados a exponer testimonios en el servicio del
ministerio de la verdad y el bien. Los investigadores exigentes no favorecen al
esfuerzo que realizan los médiums bien intencionados y, en la mayoría de los
casos, les destruyen los gérmenes de la buena voluntad y realización con sus
exigencias particulares, en base a los detalles pequeños de la gramática y la
adivinación. La organización mediúmnica, como todas las creaciones elevadas,
no se improvisa en el camino de la vida. El médium no es una inteligencia o una
conciencia anulada en las exteriorizaciones fenoménicas de la comunicación
entre las dos esferas. Aún en el llamado sonambulismo puro, en el trance

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completo y en la hipnosis más profunda, su colaboración será manifiesta e
indispensable. La energía de la lejana usina, precisa del filamento de la lámpara
para manifestarse y producir luz y calor. El artista, para ejecutar una melodía
perfecta, necesita de las cuerdas buenas y bien afinadas, que le presten
concurso para la demostración musical. El mensaje del cantor, o del político,
requiere el aparato de recepción para ser escuchado a la distancia, el que
posee los elementos especializados. El violín necesita mucha experiencia y
cuidado en su elaboración, y el receptor radiofónico, una gran cantidad de
piezas eléctricas para atender a los fines para que fue creado. Si en semejantes
servicios de transmisión, a base de materia común, existen imperativos técnicos
y de organización, ¿cómo se podrá improvisar un mecanismo mediúmnico, a
base de materia viva, asociada a los elementos espirituales, imponderables
para la ciencia humana, que además exige una férrea voluntad en los valores
de la cooperación?
Orientar la mediumnidad es una obra digna de esfuerzo, aliado a la
perseverancia a través del espacio y el tiempo.
El habitante de una esfera extraña necesita valerse de los recursos que le
ofrece el cooperador, identificado con el círculo donde pretende hacerse
escuchar. Es una imposición vulgar en las relaciones comunes de los países
terrenos, de cultura diversa. El brasileño que es portador de cierto mensaje
para Inglaterra, y no haya tenido contactos anteriores con la vida británica, de
ningún modo prescindirá del intérprete, y éste, para cumplir su tarea, deberá
prepararse debidamente. Adaptarse una entidad desencarnada al cerebro,
sistema nervioso y núcleos glandulares del compañero encarnado, como hacer
ajustes biológicos y eliminar resistencias celulares, sin mencionar los procesos
mentales inaccesibles a la comprensión actual de los fenómenos, no es
operación matemática que se efectúa a través de cálculos hechos en un
instante. Se organiza pacientemente, exigiendo el adecuado concurso y
dedicación por parte de los amigos que sirven desinteresadamente desde la
superficie planetaria.
Y, así aclarado este aspecto, invitamos a los colaboradores sinceros del
espiritismo evangélico a dedicar mayor atención a la llamada "mediumnidad
consciente", donde el intermediario es compelido a guardar sus verdaderas
nociones de responsabilidad con el deber por cumplir. Cultive cada trabajador
su campo de meditación, eduque la mente indisciplinada y enriquezca sus
propios valores en los dominios del conocimiento, multiplicando las afinidades
con la esfera superior, y observará la extensión de los tesoros de servicios que
podrá accionar en beneficio de sus hermanos y de sí mismo. Ninguno debe
engañarse con relación al mecanismo absoluto en materia de mediumnidad.
Todo intérprete de la espiritualidad, conciente o no, en el transcurso de los

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procesos psíquicos, está obligado a cooperar, ofreciendo algo de sí mismo,
según las características que le son peculiares, porque si bien existen
facultades semejantes, no encontraremos dos mediumnidades exactamente
iguales.
Recordamos que no estamos empeñados en las realizaciones exteriores,
donde la forma debe sacrificar la esencia, y la letra" asfixie al "espíritu", y sí en
la construcción de un mundo mejor, identificado con la experiencia que brinda la
vida eterna. Tenga cada colaborador del Espiritismo cristiano la conciencia, la
responsabilidad y el espíritu de servicio, cual riqueza celestial, que es necesario
valorizar y multiplicar. No olvidemos que, según dicen las profecías, por medio
de los canales mediúmnicos, el Señor está derramando su Luz sobre la carne,
pero que es preciso purificar el vehículo carnal y enriquecer la mente, para que
el hombre sea, de hecho, el intérprete fiel de la Luz Divina.

ALGUNAS PALABRAS DEL MÉDIUM


Apreciado lector:

Aunque parezca innecesario y cansador cualquier consideración preliminar


sobre el contenido de la presente obra de Ramatís intitulada Mediumnismo, que
abarca con especialidad los diversos aspectos del ejercicio de la mediumnidad,
bajo el patrocinio de la doctrina espirita, tengo la obligación moral de explicar
que los errores que se encuentran en este trabajo, se deben a mi exclusiva
personalidad.
Aún son raros de encontrar los médiums similares a un Francisco Cándido
Xavier, que puedan recepcionar con éxito el pensamiento de los desencarnados
para verterlo en el ambiente material. Todavía se hace más difícil, cuando las
comunicaciones pertenecen a los espíritus de categoría, cuya vibración
ultrapasa nuestra frecuencia psíquica común.
Mediumnismo se asemeja a las otras obras de Ramatís en lo tocante a su
elaboración, pues fue estructurada en base a preguntas y respuestas. A medida
que surgían las dudas a causa de las respuestas anteriores de Ramatís,
hacíamos nuevas indagaciones, incorporando a la obra nuevos valores de
aspectos interesantes.
Todo lo preguntado sobre mediumnidad fue respondido satisfactoriamente
por el espíritu de Ramatís, y si algo de interés no fue insertado, no cabe la
culpa al espíritu consultado, pero si al olvido o falta de práctica del médium, que
hizo las indagaciones. Como sucedió en otras ocasiones, los simpatizantes de

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esta obra tal vez resuelvan hacer nuevas consultas sobre la mediumnidad,
siendo posible la versión de nuevos conceptos, quedando así subsanadas las
omisiones actuales. Con respecto a ciertos puntos de la mediumnidad que
suelen crear controversias que exigen esclarecimientos minuciosos, Ramatís
respondió con otras respuestas, pero sirviéndose de otro vocabulario. De esa
forma procuró avivar la memoria del lector sobre los aspectos que deben
conocerse con más detalles y que, a su vez, sea favorecida la interpretación
sobre el compromiso de la mediumnidad.
Habíamos cerrado el último capítulo de la presente obra, cuando uno de
los componentes de nuestro grupo de trabajo mediúmnico solicitó a Ramatís
que le hiciera el favor de citar algunos tratados en idioma brasileño- portugués
para orientar con más precisión al desenvolvimiento mediúmnico y enseñar los
métodos sensatos y provechosos para los futuros candidatos a médiums.
Ramatís hizo notar que la bibliografía sobre ese tópico es prolífera en el Brasil y
otros países, y cumplen su objetivo ampliamente para explicar las relaciones
mediúmnicas entre los vivos y los muertos, pero aun así nos. indicó algunas
obras que consideró más apropiadas para ayudar al desenvolvimiento
mediúmnico conforme a los preceptos de la doctrina espirita. Con el interés de
facilitar la adquisición de las obras citadas, para aquellos que todavía no las
conocen, especificamos los autores, encarnados o desencarnados, y las
editoriales que las editaron:

ü El evangelio según el espiritismo, de Allan Kardec. Edición KIER.


ü El libro de los espíritus, de Allan Kardec. Edición KIER.
ü El libro de los médiums, de Allan Kardec. Edición KIER.
ü En los dominios de la mediumnidad, de Andrés Luiz. Médium: Francisco
Cándido Xavier. Edición brasileña. Editó Federación Espirita Brasileña.
ü Mediumnidad, de Edgar Armond. Edición Librería Allan Kardec (LAXE).
ü Trabajos prácticos del espiritismo, de Edgar Armond. Edición Librería
Allan Kardec (LAKE).
ü Puntos de la escuela de médiums. Editado por la Federación Espirita del
Estado de San Pablo.
ü Pases y curas espirituales, de Wenefledo de Toledo. Edición de la Librería
del Pensamiento.
ü Manual del director de sesiones espiritistas, de Manso Vieira y B. Godoy
Paiva. (Traducido al castellano por M. Valverde.) Editorial Allan Kardec.
Colección Amalia Nº 3.
ü Mediumnidad sin lágrimas, de Eliseu Rigonattí. Edición Librería Allan
Kardec (LAKE).
Hercilio Maes.

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Curitiba, 20 de agosto de 1960.

PREÁMBULO
Mis hermanos y amigos:
AI entregaros esta obra que denominamos con buen sentido
Mediumnismo, también dejamos atrás una etapa más del programa sideral,
cuya responsabilidad asumimos junto a nuestros mayores cuando nos
ofrecimos para cooperar en el progreso espiritual de algunos espíritus
encarnados en la Tierra. Merced a la bondad del Creador, gozamos
jubilosamente al verificar que hemos atraído la simpatía de quienes se
interesaron por el contenido sencillo de nuestros mensajes mediúmnicos.
Comprobamos también que modificaron algo su antiguo modo de vivir y
adoptaron principios evangélicos en sus vidas, alcanzando una frecuencia
espiritual más elevada, apresurando su renovación, y que más tarde serán
elegidos para morar en los planos paradisíacos.
Reconocemos la imposibilidad de agradar a todos los que toman contacto
con nosotros, tampoco poseemos vanidades mesiánicas, ni pretendemos
distinciones especiales en medio de las comunidades siderales. Nos alegramos
considerablemente por la oportunidad de cooperar en los trabajos de
esclarecimiento espiritual y de socorro fraterno, que lo Alto realiza en favor de
las almas que pertenecen a la escuela benefactora en los planos materiales.
Comprendemos la necesidad de mantenernos por encima de los preconceptos
y equívocos humanos, extendiendo nuestro afecto espiritual a todos los
hombres, a pesar de la posible mala impresión que nuestros mensajes
mediúmnicos puedan causar a los espíritus ortodoxos en sus creencias. Ojalá
que, al servirnos de la organización mediúmnica que nos transfiere el
pensamiento hacia la materia, podamos corresponder a la inmerecida confianza
de aquellos que nos permitieron participar en el bendecido servicio del Bien.
Realizamos así este modesto esfuerzo en el sentido de ayudar, en todo lo
posible, a la liberación espiritual de nuestros hermanos encarnados,
presentando un trabajo exceptuado de los pruritos científicos, apreciaciones
filosóficas destructivas de las mentalidades intoxicadas por el sentido
académico del mundo y de los conceptos dogmáticos; formulamos una sincera

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invitación espiritual a los hombres de buena voluntad para que a la brevedad se
interesen por ingresar al reino amoroso del Cristo.
Aunque la vida física sea una escuela de elevado mérito, que proporcione
al espíritu sumergido en la carne transitoria el desenvolvimiento de su
conciencia, la realidad es que las Fortísimas raíces adquiridas por el instinto
animal retardan al hombre por mucho tiempo bajo la capa del sufrimiento
redentor. El dolor en la vida material, casi siempre resulta ser el corolario
inmediato de los placeres descontrolados.
Por eso debemos reconocer la importancia indiscutible del curso
experimental de la vida terrena, resaltando la valiosa oportunidad que significa
ayudar a despertar la centella sideral emanada del Creador y situada en la
carne humana, causa por la que insistimos en la necesidad de que el hombre
aprenda su lección espiritual con cierta urgencia, para liberarse lo más pronto
posible de las formas esclavizantes de la materia. No obstante ese beneficio
prestado por la carne al alma en su aprendizaje angélico, es implacable en su
acción atávica y bastante difícil para desatarlo de sus cadenas milenarias. Si el
estado angélico es la condición definitiva que Dios estatuyó para todos los hijos
creados por su Conciencia Cósmica, es justo que el espíritu se sirva
eficientemente de los laboratorios planetarios que le facilitan las pruebas
redentoras; pero debe ser sensato y trabajar eficientemente para lograr su
ventura, a la que tanto e indiscutible derecho tiene.
Reconocemos que algunas criaturas encadenadas a las pasiones
deletéreas de la carne, se angustian cuando comprueban que en nuestros
mensajes condenamos la negligencia espiritual del hombre. Nuestro proceder
no tiene interés en condenar solamente las flaquezas naturales de la vida
humana, ni tampoco excomulgar a nuestros hermanos encarnados por sus
equivocaciones. En verdad, todos viven en la carne las mismas experiencias y
equívocos que nosotros también debimos afrontar en innumerables existencias
planetarias.
Nuestro principal objetivo es invitar insistentemente, con elevado espíritu
de fraternidad, a los encarnados, para que despierten de su negligencia tan
común en su peregrinar por los caminos terrenales; que aceleren sus pasos,
pues están próximos a la ventura eterna de la vida angelical. En realidad,
constantemente nos hemos referido a los inconvenientes que les esperan a los
espíritus que se demoran, por sus ataduras a la hoguera de las pasiones'
devoradoras y pecaminosas del mundo de la carne; pero también les
anunciamos las perspectivas sublimes y el panorama paradisíaco que alcanzan
las almas sufrientes después de su liberación del compromiso redentor del
cuerpo físico. Con mucha razón deberíamos ser condenados a la repulsa
pública, si en detrimento de las virtudes angélicas del espíritu inmortal,

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prefiriésemos exaltar los vicios y pasiones pecaminosas que se agitan bajo el
combustible ofrecido por las energías del instinto animal.
Mediumnismo es un simple trabajo ofrecido por nuestra cooperación
espiritual por vía mediúmnica, mientras rogamos a Dios que nos permita
encender la llama de la vida inmortal en algunos corazones que aún están
torturados por las vicisitudes y dolores de la vida material. Realizamos nuestros
mejores esfuerzos para contribuir en forma provechosa, junto a los médiums
confusos e indecisos, que vacilan en tomar la ruta efectiva para emprender su
desenvolvimiento mediúmnico.
Es obvio que no tenemos la presunción de acrecentar con cualquier
novedad las obras fundamentales de Allan Kardec que los espíritus le dictaron
sobre la mediumnidad; de la misma forma reconocemos que existen muchas y
acreditadas obras en el género, realizadas por encarnados estudiosos de la
fenomenología mediúmnica, que superan estas simples exposiciones de
nuestro haber espiritual. Sirviéndonos del médium que nos recepciona el
pensamiento, hemos procurado atender las diversas indagaciones sobre el
complejo y sublime problema de la mediumnidad, exaltándola como la tarea
espiritual que debe ejercerse con excesivo celo moral y alejada de los intereses
mercenarios y de las vanidades humanas.
Obedeciendo a la necesidad selectiva del programa elaborado por nuestros
superiores, algunas veces fuimos compelidos a destacar los ángulos sombríos
de la práctica mediúmnica, sobre la imprudencia, el interés mercenario y la
capciosidad de ciertos médiums. Procedimos de esa forma para distinguir a los
que merecen la confianza de lo Alto y que prestan un valioso y dedicado
servicio al prójimo. En algunas de nuestras consideraciones existe un tono de
censura hacia los médiums prejuiciosos, que sienten extraño placer por querer
conservarse en la misma ignorancia de cuando se iniciaron en su
desenvolvimiento. Y no debe olvidarse que el éxito del mandato mediúmnico y
su transparencia espiritual exige a sus intérpretes, además de su evolución
moral, que despierten su dirección mental y mejoren" su intelecto.
Advertimos a todos los médiums que el éxito del servicio mediúmnico
depende mucho de la renuncia, desinterés, humildad y ternura de sus
mediadores, desechando cualquier manifestación de tipo espectacular que
opaca los sentidos físicos, y que de ningún modo convierte al espíritu hacia el
Bien.
Aunque no hayamos podido alinear conceptos espiríticos más avanzados
que los consignados por Allan Kardec en sus obras doctrinarias, nos sentiremos
bastante compensados si a través de estos simples mensajes se pudiera
comprender el sentido liberador del Espiritismo y la función redentora de la
mediumnidad. Al término de este breve preámbulo rendimos nuestro homenaje

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de simpatía y admiración a Allan Kardec, espíritu sensato y heroico, que
renunció a su propia tranquilidad e intereses del mundo físico para servir
benefactoramente a la humanidad terrena.
Considerando que la doctrina espirita es la reaparición del Cristianismo en
toda su pureza Iniciática y simplicidad conmovedora, los médiums que se
disponen a servirle bajo su égida doctrinaria también precisan cumplir su
mandato espiritual en el siglo atómico, como nuevos apóstoles, pregonando la
inmortalidad del espíritu.
Ramatís.
Curitiba, 21 de abril de 1960.

Capítulo 01

CONSIDERACIONES SOBRE EL "LIBRO DE LOS


MÉDIUMS"

01 Pregunta: Para comenzar, gustaríamos que nos indicaseis qué método es


más eficiente para alcanzar éxitos en él desenvolvimiento mediúmnico, o qué
proceso es más aconsejable para educar al candidato a médium.
Ramatís: Así como al futuro profesional le compete primero estudiar las
bases primarias para aprender el alfabeto que más tarde le servirá para
proseguir con los estudios complejos de la cátedra universitaria, el médium
precisa comenzar su desenvolvimiento mediúmnico orientado por las lecciones
básicas de la doctrina espirita. El hombre puede llegar a ser ingeniero,
abogado, médico o magistrado, pero no puede eludir la alfabetización.
Actualmente, a medida que el mundo terreno progresa, su humanidad
también ingresa en los cursos educativos, que comúnmente se utilizan para
ejercer las profesiones más simples, causa ésta que permite multiplicar y
popularizar los tratados científicos y los compendios técnicos. Hoy se estudian y
consolidan reglas y leyes basadas en las lejanas experimentaciones del
pasado, graduando disciplinadamente los estudios más variados, y a su vez
facilita el derrotero educativo de los estudiosos. Foco a poco se eliminan las
indecisiones, equívocos, trastornos y sorpresas comunes a las tentativas
empíricas y propias de las experimentaciones sin métodos seguros.

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En consecuencia las iniciativas culturales, cursos científicos y
conocimientos técnicos modernos son tratados en lenguaje accesible a todas
las mentes estudiosas y aceleran el progreso de la humanidad terrena, porque
reducen la pérdida de tiempo empleado en el empirismo desordenado.
Proliferan, entonces, las academias destinadas a oficializar los trabajos
humanos, pues diploman a las costureras, peluqueros, fabricantes de varias
industrias, pedicuros y decenas de técnicos de las más variadas profesiones.
Es evidente que si la facultad mediúmnica está destinada para objetivos
sublimes, también es más compleja e importante que las profesiones comunes
del mundo, debiendo dedicarse con esmero y cariño por parte de sus cultores.
En ese perfeccionamiento mediúmnico están en juego las elevadas
enseñanzas de la vida evangélica, y su finalidad es proporcionar al hombre a la
brevedad posible su liberación espiritual. Todo éxito depende muchísimo de las
condiciones morales y conocimientos del médium, que debe apartarse de todo
asunto que lo induzca al ridículo, a la censura o al sarcasmo sobre la doctrina
espirita. El médium bien desenvuelto, en la acepción de la palabra, es el fruto
de largas experimentaciones en favor del prójimo; sólo el servicio
desinteresado, la imaginación disciplinada, el equilibrio emotivo y moral es el
que garantizará el trabajo en sus comunicaciones con lo Alto.
El desenvolvimiento mediúmnico correcto, supervisado por gente sensata y
experimentada, garantizará los trabajos provechosos y evitará las espinas de
las decepciones prematuras o el desencanto de las tareas fracasadas. Aunque
alguien se deja atraer por las manifestaciones y escenas raras que impresionan
a los legos en los fenómenos mediúmnicos, el intercambio satisfactorio y
provechoso con el Más Allá requiere disciplina semejante a la exigida en los
cursos profesionales del mundo profano._ Sería absurdo que alguien
pretendiera ser candidato a un curso profesional habiéndose negado a la
alfabetización primaria o intentara alcanzar su objetivo superior por medio de
tentativas empíricas y experimentaciones confusas, como también es absurdo
que el candidato y necesitado del desenvolvimiento mediúmnico espirita,
despreciara las reglas y normas fundamentales del Libro de los médiums, en
donde Allan Kardec definió positivamente las prácticas correctas de la
mediumnidad.
Si no confiáis en quien dice tener un diploma profesional sin antes haber
hecho el curso primario, tampoco podéis confiar en la capacidad, seguridad y
entendimiento de cualquier médium que ignore los principios más elementales
sobre la mediumnidad, expuesto en el Libro de los médiums. Mucho más
importantes y peligrosas que las relaciones profesionales en la Tierra son los
contactos entre los vivos y los muertos, pues el médium no puede prescindir de

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un curso seguro para su desenvolvimiento, tal como lo estableció Allan Kardec
en sus obras fundamentales.

02 Pregunta: Conocemos algunos colegas que se consideran "buenos


médiums" y además son seguros en sus trabajos mediúmnicos, pero afirman
que jamás han leído una sola página del Libro de los médiums, ni consultaron
los libros que compuso Allan Kardec. ¿Qué nos decís al respecto?
Ramatís: En cuanto a que haya médiums buenos y seguros e ignoren las
obras de Allan Kardec, no tenemos dudas, pues el Catolicismo, el
Protestantismo, la Teosofía, el Esoterismo, el Budismo, el Islamismo, el
Induismo y el Judaísmo, como las instituciones Rosa-Cruz y otras asociaciones
iniciáticas, contaron con magníficos médiums de elevado criterio espiritual, pero
ajenos a los postulados espiritas. El Espiritismo es el conjunto de leyes morales
que disciplinan las relaciones del "mediumnismo" entre el plano visible e
invisible y coordina el progreso espiritual de sus adeptos. El fenómeno
mediúmnico se comprobó antes de codificarse la doctrina espirita y actúa en
forma independiente. Sin embargo, debéis distinguir, pues el mediumnismo es
una manifestación que puede presentarse ajena a todas las doctrinas y
creencias; es una facultad, y el Espiritismo es "doctrina" moral y filosófica
codificada por Allan Kardec, con la elevada finalidad de liberar a los hombres de
los dogmas asfixiantes y de las pasiones esclavizantes.
La literatura mediúmnica que proviene de las diversas fuentes religiosas y
doctrinarias es pródiga y podéis comprobar la cantidad de sensitivos que
reciben mensajes de este plano, aunque no operen bajo la inspiración del
Espiritismo codificado por Allan Kardec.
Por lo tanto, en forma independiente de la codificación kardecista, fueron
recibidos del Espacio las importantes
• Cartas de meditación y la obra Luz del alma, dictadas por el instructor
tibetano a Alice Bailey;
• las misivas de escritura directa a Helena P. Blavatsky, fundadora de la
Sociedad Teosófica, de los Maestros Moria y K.H.;
• las Cartas del otro mundo, dictadas a Elza Barker por un magistrado inglés;
• las comunicaciones intituladas Treinta años entre los muertos, por la
facultad de la señora Wicklan;
• la Luz en el camino a Mabel Collins, inspirada por los mentores yogas;
• el magnífico poema A los pies del maestro, inspirado al joven Krishnamurti;
• La vida en los mundos invisibles, dictada por monseñor Robert Hugs
Benson a Anthony Borgia;
• los Mensajes del padre Marchal, a Ana de G.;

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• La vida más allá del velo, al pastor protestante reverendo G. Vale Owen, de
su progenitora.
• Las inéditas experiencias de Eduardo Van Der Naillen entre los mayas -que
ignoraban el Espiritismo- dieron origen a El gran mensaje, obra admirable
como repositorio de conocimientos sobre el Más Allá.
• El obispo anglicano C. H. Leadbeater, uno de los luminares de la Sociedad
Teosófica, que reveló poderosas facultades de clarividencia y escribió
instructivas obras de esclarecimiento espiritual, sin haber tenido contacto
con el Espiritismo doctrinario de Kardec._
• En vuestro siglo, ajeno al área espirita, Pietro Ubaldi os entregó La grande
síntesis, obra extraordinaria y de inspiración mediúmnica dictada por una
sublime entidad sideral;
• Rosalía de la Torre compuso mediúmnicamente Arpas Eternas, de la
autoridad espiritual Hilarión del Monte Nebo, destacado iniciado sideral.
• Los profetas eran médiums poderosos: Jonás, Isaías, Jeremías, Ezequiel,
Daniel, Naum, Samuel, Job, Habacuc y otros más, iluminaban los relatos
bíblicos con sus poderes mediúmnicos; Moisés hipnotizó a la serpiente y
la transformó en bastón, haciéndola revivir, más tarde, delante del faraón
sorprendido. Sabía extraer ectoplasma a la luz del día, practicaba
levitaciones, transportes y producía llagas en el cuerpo físico, curándolas
rápidamente. Realizó la más asombrosa hipnosis de la historia, usó al
pueblo egipcio como "sujeto" haciéndole ver el río Nilo saturado de
sangre; actuaba en las fuerzas vivas de la naturaleza, pues conocía el
proceso de magia sobre las salamandras, esparciendo fuego a su
alrededor, rodeándose de "zarzas ardientes", poniendo en fuga a los
soldados escogidos para matarlo._
• En la esfera católica Teresita veía al Sublime Señor nimbado de Luz;
Antonio de Padua se transportaba de Portugal a España para salvar a su
padre inocente; Don Bosco, en trance psicométrico reveía a Jesús en su
infancia, o profetizaba sobre el futuro, inclusive las realizaciones actuales
sobre vuestro país (Brasil)*;

(*La profecía de Don Bosco se publicó en la obra "O Brasil y Suas Riquezas" de
Waldomiro Potsch, 30» edición, editada por la Fundación Herculano Xavier
Potsch, Río de Janeiro. )

• Vicente de Paúl curaba úlceras con la simple imposición de las manos, y


San Roque curaba la lepra a fuerza de oraciones.

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• Teresa Neumman, en vuestro siglo, presenta los estigmas de la crucifixión,
y algunos sacerdotes católicos se vuelven curanderos milagrosos bajo la
terapéutica de las bendiciones.
• En la India, Sri Rama Maharsi y Nirmala Devi entran en Samadhi
integrándose a la Conciencia Crística, en goce inefable y totalmente
ajenos a la técnica espirita.
• Lahiri Mahasaya se levitaba delante de la esposa, la que se arrodillaba
estática, y
• Babaji, el Yogi Cristo de la India, materializaba, curaba y resucitaba
revelando los más altos poderes mediúmnicos;
• Buda fue una antena viva ligada a lo Alto, vertiendo para el Asia el elevado
Mensaje Espiritual;
• Ramakrishna, a través de la Biblia de la Naturaleza reproducía a sus
discípulos los profundos pensamientos transmitidos por los maestros
desencarnados. Lutero, Juan Huss, Prentice Mulford, Savonarola,
Sócrates, Pitágoras, Apolonio le Tyana, etc., revelaban distinguidas
facultades mediúmnicas mucho antes que Allan Kardec estableciera el
derrotero por medio del Libro de los médiums y el Libro de los espíritus.
Todos esos seres tradicionales de la historia religiosa, en la acepción del
vocablo, fueron médiums aunque ellos mismos lo ignoraban. Esos inolvidables
trabajadores de la Verdad no se ufanaban por ser "buenos médiums"; fue el
servicio cristiano, consagrado por la Historia, el que los clasificó así.
En consecuencia, creemos un tanto precario el juzgar como causa propia
dicho aspecto, como quien se jacta de ser "un buen médium", pero que
desconoce la disciplina del desenvolvimiento preconizado por Allan Kardec, y
sobre todo mucho antes de presentar un trabajo convincente en la esfera
espiritualista. El médium que realmente tiene propósitos serios y pretende un
desenvolvimiento técnico y disciplinado, que aspira a realizar servicios
cristianos en la siembra espiritual, puede ignorar el método experimental de
Kardec o subestimarlo si lo creyera conveniente, pero de modo alguno se
librará de las confusiones propias de los experimentos empíricos.

03 Pregunta: Vuestro decir nos sorprende un poco, pero escuchamos a ciertos


médiums, que justifican su ignorancia sobre el Libro de los médiums o cualquier
tipo de obra mediúmnica, alegando que sus "guías" le suplen tal actitud. Dicen
que esos guías evitan que se les fortalezca el animismo, que sería muy intenso
a causa de la asociación de ideas por los autores leídos. Esos médiums son
adeptos a un desenvolvimiento mediúmnico espontáneo, afirmando que se
liberan de cualquier acondicionamiento literario y métodos doctrinarios que

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puedan restringirles la libre eclosión de la facultad en florecimiento. ¿Qué nos
decís?
Ramatís: Es verdad, tales médiums pretenden justificar su prejuicio mental
o alergia hacia el estudio de la doctrina espirita. No vemos una razón sensata
que pueda sancionar tales disparates. Vosotros sabéis que de "este lado"
muchas veces se dan consejos y orientaciones maquiavélicas por parte de los
pseudos guías que acostumbran a sembrar incongruencias y excitan las
necedades entre los médiums adversos a la disciplina espiritual.
Aunque la facultad mediúmnica sea espontánea en su esencia, su
desenvolvimiento debe encuadrarse en rigurosos procedimientos y
experimentaciones, liberándolo de las prácticas y ritualismos ridículos, como de
los inconvenientes que sean censurables. No hay dudas que existen médiums
de excelente estirpe espiritual, que alcanzan su desenvolvimiento mediúmnico
exceptuados de las experiencias aflictivas y alejadas de los desengaños
ocasionados por la interferencia capciosa de los desencarnados. Cuando
sucede así se trata de criaturas acreditadas y están bajo la protección
excepcional del Más Allá, porque su trabajo de médium es "menos prueba" y
más incumbencia superior.
Bajo cualquier hipótesis, los espíritus benefactores del área espirita
prefieren comunicarse a través de los médiums que se desenvolvieron y
orientaron por las normas expuestas en el Libro de los médiums, que es el
admirable repositorio de reglas sensatas y advertencias saludables,
concretadas después de una abundante experimentación mediúmnica. Es una
obra que puede contribuir al progreso del candidato a médium, distanciándolo
de las decepciones y pérdidas de tiempo, como es natural en el desarrollo
empírico y sin experiencia.
Kardec estudió profundamente las características psicológicas de los
médiums y los clasificó conforme al tipo de su facultad inicial, disciplinándole la
imaginación exacerbada por las comunicaciones incipientes. Las organizó en
grupos afines y les graduó la capacidad de realización, seleccionó a los
médiums positivos, calmos, seguros, devotos, coherentes y modestos de
aquellos que son improductivos, lacónicos, nerviosos, inseguros, vanidosos o
prejuiciosos.
Creemos que no guarda relación que los médiums incipientes se
introduzcan en la floresta espesa de las contradicciones mediúmnicas, cuando
las flores del buen mediumnismo aparecen al margen de los extensos caminos,
que ilustran los compendios espiritas. Esos médiums sólo atienden con
propiedad al imperativo intrínseco de su mediumnidad en crecimiento, sin aliarlo
al contenido doctrinario y moral del Espiritismo. Es la simpatía o la conveniencia
espiritual de sus tipos psíquicos el que los hace emprender el desenvolvimiento

15
en ambientes con características diferentes a las reglas que dictó
específicamente Kardec junto a la mesa espirítica. Es lo que sucede en los
terreiros de la Umbanda, pues desenvuelven a sus médiums bajo una técnica
exclusiva, inherente al fenómeno mediúmnico, despreocupándose totalmente
de relacionarse con cualquier tipo de disciplina doctrinaria consagrada a través
del tiempo.
También han de contrariar la pureza del lenguaje espirita aquellos que se
colocan bajo la protección o simpatía del Espiritismo, pero que desprecian las
bases del desenvolvimiento mediúmnico enseñado por el Libro de los médiums.
Sería una perfecta tontería, que los científicos terrenos, después de tantos
sacrificios y experimentaciones para alcanzar las proporciones y elementos
químicos que se combinan para formar las sustancias útiles, como el agua, la
sal, el azufre, el azúcar, etc., y los estudiosos modernos de química resolviesen
proceder inadecuadamente a través de nuevas y fatigosas tentativas de
experimentación, para terminar en las mismas fórmulas de sus antecesores.
Tampoco se justifica que ciertos candidatos a médiums prefieran el
desenvolvimiento mediúmnico empírico, cuando existe el Libro de los médiums,
donde la sabiduría, experiencia y la ayuda cordial de Allan Kardec apartaron de
las prácticas las fórmulas inapropiadas de las creencias supersticiosas o de las
escenas ridículas.

04 Pregunta: Algunos espiritualistas, pensadores, y también algunos médiums


"libres" que subestiman el Libro de los médiums, son partidarios de la
espontaneidad incondicional del desenvolvimiento mediúmnico, alegando que el
"kardecista" es un adepto a los postulados absolutos y de enseñanza
anacrónica, que en la actualidad, afirman, están superados por los conceptos
del espiritualismo moderno. Juzgan que el "kardecismo" es viejo y sinónimo de
sectarismo intransigente. ¿Qué nos decís?
Ramatís: No aconsejamos la ortodoxia espirita, capaz de impermeabilizar
a sus adeptos contra cualquier esfuerzo ajeno y digno en el campo de la
espiritualidad. El Espiritismo, conforme manifestamos, no tiene por objetivo
agrupar prosélitos de hierro o estimular movimientos intolerantes; es una
iniciativa liberadora de conciencia y no impone sectarismo alguno. Es el
generoso fermentó que acelera el psiquismo humano e incita al hombre a
liberarse rápidamente de su animalidad. Su misión fundamental, como un
catalizador divino, es modificar y exaltar las cualidades de todo cuanto puede
intervenir o influir. Es el denominador espiritual común que tasa los nobles
valores de las almas, antes de ser una excrescencia sectaria que aísla a los
trabajadores devotos, que pertenecen a la misma causa del espíritu inmortal.

16
En base a esas consideraciones veréis que es inapropiada cualquier ironía
o calificación de algunos espiritualistas faltos de conocimientos que emiten
conceptos contra Allan Kardec y su codificación espirita. Ninguno de sus
postulados hiere a otros movimientos religiosos o doctrina espiritualista, pues
fueron elaborados sobre las raíces que milenariamente entrelazan a todos los
movimientos consagrados a buscar la Verdad. Son principios tan viejos como el
espíritu del hombre; están exceptuados de preconceptos de sectas o castas,
orientan el curso humano hacia objetivos avanzados de la vida inmortal y
superior. Las obras de A. Kardec fueron inspiradas por elevados mentores de
los destinos humanos y cotizados psicólogos siderales, conocedores
indiscutibles de las ínfimas necesidades de la humanidad terrena. Son tratados
accesibles al hombre común, pero suficientes para ayudarlo a su emancipación
espiritual.
En su trabajo redentor Kardec fue orientado por el Espíritu de Verdad, bajo
cuyo pseudónimo se ocultó uno de los más sabios instructores espirituales de la
Tierra, el que además de ser un genial psicólogo sideral, capacitado para
descubrir los complejos recónditos del alma humana, es un portentoso cientista
que domina todos los problemas kármicos de vuestro planeta._ A Allan Kardec,
espíritu generoso, liberado de los absurdos religiosos y de las limitaciones
dogmáticas, no se le debe responsabilizar por el fanatismo de algunos
"espiritas" irascibles, intolerantes y sectaristas.
El Espiritismo no fue codificado para competir con otras religiones
existentes, pues sus postulados están basados en la Causa y el Efecto del
Karma y en el lógico proceso de la Reencarnación, principios que están
consagrados a través de los milenios por todas las filosofías orientales, que se
preocupaban por iniciar rápidamente el perfeccionamiento del hombre. El
vocablo "kardecismo", bastante generalizado entre los espiritas, es la indicación
apropiada para ejercer el compromiso de la mediumnidad, exceptuada de
rituales, idolatrías, ofrendas, distinciones jerárquicas o cualquier tipo de
exigencias que exterioriza aquello que sólo requiere un entendimiento sencillo y
común. Definitivamente, es la distinción correcta de un procedimiento
doctrinario, pero sin menospreciar cualquier idea o movimiento espiritualista
ajeno.
Las instituciones religiosas, las doctrinas espiritualistas o los estatutos
políticos del mundo, no deben ser ajusticiados por el sectarismo infeliz de sus
adeptos ignorantes y sentenciosos, que hacen de su creencia el basamento de
desquite personal contra aquellos que no concuerdan con sus ideas. Por lo
tanto, "kardecismo" no es una agrupación de hombres sustentando doctrinas o
religiones ante otro grupo de hombres; es la conceptuación tradicional de un
sistema de trabajo mediúmnico. En el campo del mediumnismo es una

17
preferencia técnica, un modo particular de trabajar en contacto con el mundo
invisible. El "kardecista" es el que simpatiza con el trabajo mediúmnico de la
"mesa", conforme lo preceptuó Allan Kardec para los adeptos de la doctrina
espiritista. Mientras tanto, existen otros sistemas de practicar mediumnismo, tal
como lo efectúa la Umbanda, el que tiende a objetivar todas las expresiones y
aspectos que sus comunicantes poseían en la vida física; o las sesiones de la
"mesa blanca" de los Tatwas esotéricos, donde sus afiliados se limitan a
transmitir conscientemente la "inspiración" que les ofrecen los familiares de su
movimiento.
De ese modo, no es lícito que el "kardecista" censure a cualquier
movimiento ajeno que atiende el modo peculiar de su institución, practicando un
mediumnismo diferente al preconizado por el Espiritismo en su seno doctrinario.

Capítulo 02

LA MEDIUMNIDAD Y EL CONSOLADOR
PROMETIDO

05 Pregunta: ¿Qué nexo existe entre la mediumnidad y el Consolador


prometido por Jesús? La mediumnidad en sí, ¿qué es?
Ramatís: La mediumnidad es un patrimonio del espíritu, es una facultad
que se engrandece en su percepción psíquica, tanto como evoluciona y se
moraliza el espíritu del hombre. Es de origen esencialmente espiritual y no
material, como algunos equivocados sostienen. No proviene del metabolismo
del sistema nervioso, como dicen algunos científicos terrenos, pero sí de las
interioridades del alma, donde la mente, a semejanza de una eficiente usina,
organiza y se responsabiliza por todos los fenómenos de la vida orgánica, que
se inician en la cuna física y terminan en la tumba.
La mediumnidad es una facultad extraterrena e intrínsecamente espiritual;
su manifestación en el campo de las fuerzas de la vida material se vuelve un
elemento receptivo de las energías sublimes y constructivas, provenientes de
las elevadas esferas de la vida angélica. Cuando se aplica bien, se transforma
al contacto magnánimo de la angelitud, trabajando en favor del progreso
humano. Mientras tanto, como recurso que faculta el intercambio entre los
"vivos" de la Tierra y los "muertos" del Más Allá, también sirve como puente o
ligazón para que los espíritus de las sombras actúen con éxito sobre el mundo

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material. Muchos médiums que abusan de su facultad y se entregan al servicio
mercenario, exclusivamente a sus intereses particulares, no demoran en ligarse
imprudentemente a las entidades malhechoras de los planos inferiores, de cuya
compañía difícilmente consigan liberarse.

06 Pregunta: Dicen ciertos médicos, estudiosos del asunto, que la


mediumnidad es un "fenómeno orgánico". ¿Qué opináis sobre ese concepto?
Ramatís: La mediumnidad no es el fruto de la materia transitoria, ni es
causada por sensibilidades o anomalías del sistema nervioso. Repetimos: es la
manifestación característica del espíritu inmortal. Es una percepción espiritual o
sensibilidad psíquica, cuya manifestación varía de una persona a otra, pues en
su esencia depende del tipo psíquico o del grado espiritual del ser que la posee.
Aunque todos los hombres son originarios de la misma fuente creadora, que es
Dios, se diferencian entre sí, porque son conciencias individualizadas en el
Cosmos, pero que conservan sus características particulares, que varían
conforme a su mayor o menor edad sideral. Existe un tono espiritual propio y
específico en cada alma, que se pone de manifiesto durante el trabajo
mediúmnico. Es como la flor, que revela su perfume particular, o la lámpara que
expone su luz característica.

07 Pregunta: Conforme hemos observado, la mediumnidad se ha generalizado


y recrudece entre los hombres en forma ostensiva. ¿Por qué se manifiesta ese
fenómeno con particularidad en nuestro tiempo?
Ramatís: Es un fenómeno resultante de la hipersensibilidad psíquica que
en el presente resalta entre los hombres, en concomitancia con el "fin de los
tiempos" o el simbólico "juicio final", tantas veces profetizado. El siglo en que
vivís es el período final de la "Era de la Materia", que hasta el momento se ha
regido por la belicosidad, codicia, astucia, cólera, egoísmo y crueldad, pasiones
propias del instinto animal y que predomina sobre la centella espiritual. Os
encontráis en los umbrales de la "Era del Espíritu", en donde la humanidad ha
de sentirse impulsada hacia el estudio y el cultivo de los bienes de la vida
eterna, con acentuado deseo de solucionar los problemas de origen espiritual.
Las comprobaciones científicas de la inmortalidad del alma, a través del
progreso de la fenomenología mediúmnica, reducirá bastante la fanática
veneración del hombre por la existencia transitoria del cuerpo físico.
Así como el organismo carnal del hombre en cierto tiempo se verticalizó
para servirle en un nivel biológico superior, su espíritu también ha de
verticalizarse de la horizontalidad de los fenómenos y de los intereses prosaicos
de la vida provisoria, para actuar definitivamente en la frecuencia vibratoria del
mundo crístico.

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La época profética que vivís actualmente, bajo la emersión colectiva del
instinto animal simbolizado en la "Bestia del Apocalipsis" que intenta subvertir al
espíritu del hombre, esclavo de las formas terrenas, produce ansiedad,
nerviosidad e inquietud en las masas humanas, incitándolas bárbaramente a las
guerras y revoluciones, luchas entre clases y odios raciales, mientras los
científicos investigan cómo hacer para matar más rápido por medio de las
armas nucleares. La humanidad del presente que llegó a su hora angustiosa de
la selección espiritual y consolidación planetaria, tendrá que decidirse
definitivamente por la "derecha" o la "izquierda" del Cristo, pues conforme reza
la profecía, serán separados los lobos de las ovejas y el trigo de la cizaña.
Conturbase el magnetismo del ser humano a la periferia de su psiquismo
exaltado por la energía animal, emergiendo en su desesperada tentativa de
subvertir las costumbres, tradiciones y disciplina del espíritu inmortal. Los
hombres se encuentran confusos por estar al extremo de dos épocas
antagónicas, pues con el reiterado llamado de los planos superiores hacia la
cristificación humana, recrudece también la efervescencia del automatismo
instintivo de la vida animal.
En los hospitales se albergan cantidades de criaturas alienadas u obsesas
que provienen de las miserables villas más afectadas económicamente y
también de las altas esferas sociales, cuya mayoría se tortura por las crisis
financieras o morales. En esa miseria espiritual, que tanto alcanza a los ateos
como a los egresados de las doctrinas y religiones, vuestro mundo comprueba
que el sacerdocio organizado de las religiones oficiales fracasó en su misión
salvadora. Y lo peor es que durante esa eclosión incontrolada del instinto
inferior, los espíritus desencarnados y malhechores afirman sus bases en la
materia grosera y ejecutan su programa diabólico contra los terrícolas, que
tontamente se manifiestan apáticos a las sublimes enseñanzas salvadoras del
Cristo Jesús.
Actuando en las más contradictorias circunstancias, viviendo en algunos
días lo que sus antepasados vivieron en algunos años, el hombre del siglo
atómico desequilibra sus nervios y superexcita su psiquismo, perdiendo terreno
sobre su control espiritual, volviéndose un instrumento dócil en manos de los
espíritus desencarnados y malévolos. Esa constante relación de los "vivos" con
los "muertos", aunque los primeros sean inconscientes del fenómeno, terminan
por sensibilizarse, con el agravante de que se efectúa en ellos un verdadero
desenvolvimiento mediúmnico de inferior calidad. Esa es una de las causas y
también la necesidad urgente para que el hombre prudente y bien intencionado
se integre definitivamente en los preceptos salvadores del Cristo y los viva
siempre a la luz del día.

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08 Pregunta: El progreso científico actual, ¿contribuye a la hipersensibilización
humana, sintonizando al hombre con las fuerzas del mundo oculto?
|Ramatís: El cientificismo avanzado del siglo XX ha dado origen a los
satélites artificiales, aviones a repropulsión, proyectiles teleguiados y cohetes
interplanetarios, mientras que las investigaciones sobre los viejos "tabúes" y
secretos de la mente humana son importantísimas contribuciones que aceleran
la dinámica del pensar y aumentan el área de la conciencia, sensibilizando la
emotividad del ser. Os repetimos, el hombre de hoy vive en algunas horas y en
forma simultánea, los raciocinios, reflexiones, conjeturas y las mutaciones
mentales y emotivas, que sus antepasados no llegaban a experimentar en
decenas de años. El ciudadano del siglo XX enfrenta y resiste obligadamente
una cantidad apreciable de fenómenos "psico-físicos" tan equidistantes en sus
manifestaciones, que serían suficientes para entontecer a la mayoría de los
habitantes terrenos de algunos siglos pasados.
Crece la sensibilidad psíquica entre los terrícolas, se acentúa la eclosión de
la mediumnidad común, porque se vive bajo la constante presión de los
espíritus desencarnados, que explotan esa oportunidad para actuar
inquisidoramente sobre la materia. Indiscutiblemente, se confirman los
vaticinios de Jesús cuando decía que en el "fin de los tiempos" los viejos y los
jóvenes, y hasta los niños tendrían visiones, oirían voces extrañas y
profetizarían; todo eso, después del advenimiento del Espíritu de la Verdad. El
Maestro indicó claramente el siglo que estáis viviendo en el presente,
prediciendo los acontecimientos materiales y neurálgicos de vuestros días y la
eclosión simultánea de la mediumnidad, generalizándose entre los hombres,
simbolizando al Consolador prometido derramándose sobre sus cuerpos.
Así se manifestó el Divino Amigo con sus palabras inolvidables: "Si me
amáis, guardad mis mandamientos; y yo rogaré a mi Padre y Él os enviará otro
Consolador para que quede eternamente con vosotros el Espíritu de Verdad,
que el mundo no puede percibir, porque no lo ve ni tampoco lo conoce. Más
vosotros los conoceréis, porque quedará con vosotros y estará en vosotros. Por
lo tanto, el Consolador, que es el Santo Espíritu que mi Padre enviará en mi
nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo aquello que os he
dicho". (S. Juan, Cáp. XIV, vs. 15, 16, 17, 26.)

09 Pregunta: ¿Podríais aclararnos un poco mejor, el sentido correcto de esa


promesa hecha por Jesús?
Ramatís: Procuramos alcanzar el sentido exacto de la figura que Jesús
enunció en la promesa referida y verificamos que el Maestro aludió en
particular, a los espíritus desencarnados de orden superior, que son los equipos
de condición angélica. Bajo la alegoría del Espíritu Santo o el Consolador

21
prometido es fácil identificar a los grandes grupos de seres angélicos que
actualmente trabajan con los médiums dignos y desinteresados de los tesoros
del mundo ilusorio de la carne. Os explicó que el Consolador sería el Espíritu
Santo, con capacidad para enseñar a los hombres "todas las cosas y también
recordaros de sus palabras", no hay dudas, que Jesús se estaba refiriendo a los
espíritus angélicos, los únicos que podrían enseñar "esas cosas", pregonar el
Evangelio y recordar sus máximas, por intermedio de la facultad mediúmnica de
los hombres.
El Maestro, al haberse referido a "otro" Consolador en su promesa
profética, quiso advertiros que en la Tierra se había manifestado anteriormente
un Consolador, que era Él mismo, que vino con la misión de salvar al hombre
de la animalidad inferior. Si el Maestro fue el Salvador de la humanidad,
debemos considerarlo como "el primero" de los Consoladores que a través del
Evangelio sintetizó las leyes que rigen la vida cósmica. El "otro" Consolador, el
Santo Espíritu que tenía que venir a derramarse sobre la carne, en todas las
criaturas, traería las enseñanzas del "salvador" directamente desde el mundo
espiritual, sirviéndose de las voces de los espíritus desencarnados e inmortales.
Es lógico entonces, que sólo un espíritu inmortal es el que podría quedar
eternamente con vosotros.
Jesús también aclaró que los pueblos de su época mesiánica no podían "ver" o
"conocer" al Espíritu de Verdad, porque no estaban mentalmente capacitados y
mediúmnicamente sensibilizados para comprender y recepcionar con éxito los
mensajes de los espíritus elevados. En la primera revelación del Consolador a
los hombres. Jesús fue el único representante directo del Santo Espíritu, pues
conversaba con los ángeles sobre la salvación de los hombres. Y, conforme a
su vaticinio, ese Espíritu Santo, en su segunda venida, nos enseñaría todas las
cosas, comprobando la gloria y la realidad de las enseñanzas del Evangelio.
En la enunciación del Maestro existe un tópico indiscutible que confirma
totalmente su referencia sobre la facultad mediúmnica, que se derramaría sobre
los hombres en el siglo actual, cuando dice: "que el Consolador, el Espíritu
Santo nos recordaría todo cuanto Él dijera anteriormente. En verdad, gracias al
intercambio mediúmnico que progresa aceleradamente, familiarizando a los
espíritus desencarnados con los hombres, poco a poco, se va restableciendo
correctamente la identidad del Maestro en su peregrinación terrena. Algunas
obras psicográficas realizadas por médiums juiciosos y competentes, os revelan
con nitidez el porte exacto de Jesús en aquella época, alejándolo de las obras
milagrosas y de las contradicciones psicológicas en su tipo espiritual, como
asegura la historia religiosa cuando le atribuye la función de mago de feria,
deslumbrando a las multitudes en el escenario bíblico de la milenaria Hebrea.
Los espíritus de responsabilidad, en sus comunicaciones mediúmnicas,

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exceptúan al Maestro de las prendas tontas con que lo adornó la ignorancia
humana y destruyen el mito religioso de su nacimiento, contrario a las
respetables leyes de la genética humana.
En verdad, el Santo Espíritu o el Consolador prometido, es el "conjunto de
espíritus sabios, bondadosos y angélicos, que a través de los médiums, os
enseñan las cosas que el actual progreso de la mente humana les permite
evaluar y conocer, y también esclarecer la realidad y verdad sobre la figura y
naturaleza sublime del Nazareno en su vida por la Judea. Por todo lo expuesto,
debéis saber que el Maestro Jesús, además de haber sido un ángel plasmado
en la carne, por su ternura y amor para el hombre terreno, también fue el Sabio,
el Sociólogo y el Científico, que tanto conocía las leyes siderales que rigen la
evolución de los orbes en sus movimientos cósmicos, como las leyes de la vida
humana que regulan los movimientos de los seres. Jamás precisó de los
atavíos mitológicos y de los procesos antinaturales de nacimiento para cumplir
con su divina misión. Revestido por la indumentaria de los hombres sencillos de
la Judea y sin contradecir las reglas sensatas y milenarias de la vida humana,
dejó a los terrícolas el más sublime y exacto tratado de redención espiritual.

Capítulo 03

¿TODAS LAS PERSONAS SON MÉDIUMS?

10 Pregunta: Entre las mediumnidades, ¿cuál es la más avanzada?


Ramatís: La mediumnidad más evolucionada es la Intuición pura. No es
una facultad ostensible, pero es sublime y oriunda de la elevada sensibilidad
espiritual. Es natural y definitiva, es una especie de percepción panorámica que
se afina conforme el espíritu se ajusta a sus relaciones e inspiraciones de las
esferas elevadas. Es el "eslabón" que une al alma encarnada con la Mente
Divina que la creó, facultándolo para transferir hacia la materia el sentido y
entendimiento de la vida espiritual superior.
Como vosotros sabéis, la mediumnidad es una facultad que no pertenece
al organismo carnal, sino al recurso sublime que debe fluir y difundir el
esclarecimiento espiritual entre los hombres, y se refina y exalta según la
dedicación de su portador con el intercambio superior del espíritu inmortal. El
diccionario terreno os: explica el fenómeno. Intuición -dice- es el acto de ver,

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tener percepción clara, recta, inmediata de las verdades, sin necesidad de
raciocinio; presentimiento, visión beatífica.
La intuición, por lo tanto, es la etapa más elevada del espíritu; es el
corolario de la gran escala que comenzó en el curso primitivo del instinto, hasta
alcanzar la razón angélica. Mientras al hombre le domine la razón humana, será
gobernado por las fuerzas rígidas del intelecto, será esclavo del mundo de las
formas y sometido a las leyes coercitivas de la vida física. Sólo la intuición pura
le dará la percepción interior de la realidad cósmica, o le permitirá la concepción
panorámica del Universo. En realidad, es la facultad inconfundible que "religa" a
los seres humanos con el Creador. Es la divina lente que amplía la visión
humana para observar la sublimidad de la vida inmortal.
La pureza cristalina de la Intuición fue el atributo de los seres de elevada
estirpe espiritual, que delinearon los caminos de luces para vuestro orbe, como
lo hicieron Krishna, Confucio, Pitágoras, Buda, Jesús, Francisco de Asís y
otros, que en su peregrinación por la vida física, se conservaron
constantemente ligados a las esferas sublimes del espíritu superior, cual puente
vivo que une el mundo exterior de la materia a la intimidad del Espíritu
Cósmico. La Intuición pura es la "voz sin sonido", la "voz interior", la "voz del
sonido espiritual" que habla en la intimidad del alma, es el lenguaje misterioso,
verdadero y exacto del Yo Superior guiando al ego que fuera puesto en la
corriente evolutiva de las masas planetarias.
Como la razón ayuda al hombre para comprender y apreciar la expresión
fenoménica de las formas en el mundo material, la Intuición le permite "sentir"
todas las leyes ocultas y "saber" cuál es la naturaleza original del Espíritu
Creador del Cosmos. Refiriéndonos a la Intuición, como elevado y divino
camino para alcanzar la Conciencia Cósmica de su autor Eterno, dice el
lenguaje poético de los yogas: "Antes que el Alma pueda ver, deberá alcanzar
la armonía interior y los ojos de la carne volverse ciegos a toda ilusión. Antes
que el Alma pueda oír, la imagen (el hombre) tiene que volverse sorda a los
rugidos de las fieras, a los secretos, a los gritos de los elefantes furiosos, como
al susurro de la luciérnaga de oro. Antes que el Alma pueda comprender y
recordar, primero debe unirse al Conversador Silencioso, como la forma que se
dio al barro para unirse o identificarse al espíritu del escultor. Porque así el
Alma oirá y podrá recordar. Entonces el oído interior escuchará la Voz del
Silencio" *.
*(Nota del médium: Ramatís nos solicitó que transcribiéramos esta parte de la
obra "La Voz del Silencio").

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11 Pregunta: Considerando que la mediumnidad es una manifestación natural
del espíritu del hombre, ¿entonces, todas las personas, sin excepción, son
médiums?
Ramatís: Sí, porque todos nosotros transmitimos hacia el ambiente de la
materia los más variados influjos de nuestro espíritu, influenciando a los
compañeros con nuestros pensamientos, actos y sentimientos. Existen
hombres que por su espíritu altamente optimista y constantemente ligados al
bien, son verdaderos médiums de la alegría, esperanza, ánimo y confianza,
afectados a los elevados objetivos espirituales de la vida humana. Mientras que
los pesimistas vierten constantemente de su intimidad psíquica el mal humor
que nubla el azul del cielo de la jovialidad ajena, transformándose en médiums
indeseables de melancolía, tristeza y desánimo. La mente del hombre
encarnado es el campo que refleja su vida interior, transfiriendo hacia el mundo
exterior todo su comportamiento anímico, los pensamientos de los espíritus
encarnados o desencarnados de los más variados matices que los influencian
en sus relaciones cotidianas.
Entonces no hay dudas, todas las personas son médiums. La mediumnidad
no es un patrimonio particular o exclusivo de los espiritas, pero sí de todos los
hombres encarnados, siendo intermediarios de las buenas o malas
inspiraciones del Más Allá de la Tumba. También es evidente que la facultad
mediúmnica se manifiesta conforme al entendimiento y el progreso espiritual de
cada criatura humana.
En general, los seres humanos ignoran o no perciben su facultad
mediúmnica, porque es el fruto de la sensibilidad psíquica, ni tampoco la
mayoría tienen noción cuando participan en los fenómenos del mundo oculto,
confundiéndolos fácilmente con hechos comunes y naturales de la vida terrena.
Los hombres que dicen ser ateos o descreídos de la inmortalidad de su propia
alma, no justifican que estén exceptuados de la mediumnidad. Ellos también
pueden ser instrumentos inconscientes de innumerables acciones, fenómenos e
inspiraciones de los desencarnados.

12 Pregunta: ¿Por qué la mediumnidad no se manifiesta en forma apacible,


cual fruto de la evolución humana? Generalmente aparece en los seres
humanos produciéndoles disturbios mentales o perturbando el organismo físico.
¿Tienen justificación tales hechos?
Ramatís: La mediumnidad apacible y natural es el fruto equilibrado de la
espiritualidad del alma y se manifiesta en forma serena y espontánea, como un
don innato y sin producir sensaciones desagradables en el ser. Lo contrario
sucede cuando se trata de una "concesión" provisoria otorgada por la
Administración Sideral, siendo comúnmente la denominada "Mediumnidad de

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Prueba", como causa de una hipersensibilización prematura despertada
excepcionalmente por los técnicos del mundo astral a fin de favorecer a los
espíritus endeudados para su pronta recuperación espiritual.
Durante el período de desarrollo de la mediumnidad, la mayor o menor
perturbación psíquica u orgánica del médium depende mucho del tipo de sus
amistades espirituales y su forma y conducta de vida con el mundo material.
Las alegrías, sufrimientos o tristezas que les embargan súbitamente, se deben
a la aproximación del Ser Invisible que se sintoniza perfectamente a sus
pensamientos y sentimientos manifestados.
La tarea mediúmnica no comprende solamente la función mecánica para
que el médium transmita las comunicaciones de los espíritus desencarnados
hacia el escenario terrícola, atendiendo la prosaica función de ser el "puente
vivo" entre el mundo material y el Más Allá. Requiere que sus mediadores vivan
una existencia digna y sublime, para conseguir sintonía con los elevados
espíritus, responsables por la redención del hombre. Toda imprudencia,
desarreglo, rebeldía, mala voluntad o pasiones viciosas por parte de los
médiums en prueba, genera toda clase de disturbios psíquicos y sufrimientos
físicos incontrolables, por eso el proceso de desarrollo mediúmnico se vuelve
torturante.
Es muy común a la mayoría de los médiums, iniciar el despertar de sus
facultades bajo la actuación de los espíritus sufrientes, imperfectos u obsesores
que aprovechan la "puerta mediúmnica" (abertura para la fenomenología del
mundo material) para satisfacer sus objetivos impuros y crueles. Si el médium
es poco celoso e indisciplinado de su condición mediúmnica y estuviera
comprometido por su estado de rescate kármico, entonces se convertirá en el
instrumento deseado para el vampirismo de los desencarnados, que se inclinan
ávidamente sobre el mundo material. La mediumnidad, en sentido general, se
despierta en los seres humanos a través de los sufrimientos que les afecta la
carne y el psiquismo, para después docilizarse por medio de un
desenvolvimiento ordenado en los ambientes favorables y dirigidos por
elementos capacitados.
Así entonces, el médium neófito y perturbado, poco a poco se irá ajustando
a la tarea fenoménica y controlará el psiquismo para conducir su cuerpo,
mientras procura sintonizarse vibratoriamente con el espíritu guía y benefactor,
que deberá protegerlo en su trabajo de intercambio con el mundo invisible.

13 Pregunta: El desarrollo mediúmnico, para ser eficaz, ¿debe ineludiblemente


ajustarse a las orientaciones del Libro de los Médiums de Allan Kardec?
Ramatís: El desenvolvimiento mediúmnico, conforme a la técnica y
orientación dejada por A. Kardec en el Libro de los Médiums, tiene la finalidad

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de proteger la facultad que se manifiesta ostensiblemente entre los hombres y
permitir que desde el Espacio se emita el pensamiento de los desencarnados
autorizados para encaminar a la humanidad.
La necesidad de desenvolver la mediumnidad, en cierta forma, nos
recuerda al fenómeno de la electricidad; si ésta es controlada y orientada por el
hombre para servirse beneficiosamente, le prestará servicios admirables y le
ayudará a formar un mundo más agradable. Mientras tanto, manejada por
personas sin experiencia, o aplicada sin discriminación alguna, será una fuerza
que destruye y mata. De idéntica forma, la facultad mediúmnica bien aplicada
siembra esperanzas, orienta a las almas en medio de los caminos peligrosos,
de las seducciones de la materia y soluciona los motivos de innumerables
problemas dolorosos de los destinos humanos. Mal usada, perturba, falsea y
deforma el verdadero sentido de las cosas, causando desilusiones inolvidables.
La leyenda bíblica de Adán y Eva, la primera pareja expulsada del Paraíso
terrestre, no deja de advertiros en su simbolismo mitológico, que ambos eran
espíritus creados por Dios, con el derecho y ,el libre albedrío de escoger
"intuitivamente" aquello que más les conviniera. Y, como nos cuenta la leyenda,
la primera pareja prefirió atender a la voz maléfica de la serpiente, símbolo del
instinto animal inferior, en vez de aceptar el consejo del ángel del Señor, que
les inspiraba para la contemplación espiritual. En Adán y Eva, mito bíblico que
significa la aparición de la raza adámica, surgiendo al mismo tiempo en varias
latitudes de la Tierra, verificándose la existencia del espíritu capacitado para
escoger su destino, señor de una capacidad espiritual, con suficiencia para
discernir entre las voces del Mal y del Bien.
Habiéndose establecido que los primeros encarnados de la Tierra podían
tomar relación con los ángeles o los diablos, es decir, con los buenos o malos
espíritus, se comprueba también que el primer habitante terreno era un médium
en potencia.
Después del advenimiento espirita y de los estudios avanzados de Allan
Kardec, se consolidó un derrotero evolucionado para el ejercicio de la
mediumnidad.
He ahí entonces por qué defendemos la tesis de que el médium
desenvuelto, pero sin el mecanismo técnico del Espacio y la comprensión
psicológica explicada en el "Libro de los Médiums", llegará a corresponder
integralmente a las elevadas iniciativas del plano superior.

14 Pregunta: La mediumnidad ¿evoluciona?


Ramatís: Tanto como evoluciona el psiquismo del hombre, dado que es
correlativo a su progreso y evolución espiritual. También es necesario distinguir
que la base evolutiva de la mediumnidad no debe llevarse a cuenta de la

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manifestación ostensiva de los fenómenos incomunes del mundo material.
Tanto es así que el médium de fenómenos físicos, aunque demuestre una
fenomenología espectacular y sorprendente para los sentidos carnales, no
sobrepasa al médium altamente intuitivo, que es el fruto de elevado grado
espiritual, alcanzado por el hombre. Con respecto a los fenómenos físicos en sí,
dependen fundamentalmente de la mayor o menor cuota de ectoplasma
producido por el médium, para permitir la materialización de los desencarnados
en el ambiente físico; el médium intuitivo, de elevado nivel espiritual, es capaz
de transmitir mensajes que ultrapasan los niveles comunes de la vida humana.
Aunque no sorprenda ni satisfaga los sentidos físicos en sus comunicaciones
de carácter espiritual, puede trazar derroteros definitivos para el progreso
sideral de los hombres. En el primer caso, la mediumnidad de fenómenos
físicos se manifiesta en forma espectacular al contacto con el mundo de las
formas, es un acontecimiento transitorio que convence a muchos sobre la
realidad espiritual, pero no siempre los convierte al reino amoroso del Cristo. En
el caso de la Intuición Pura y elevada, el ser pone de manifiesto la realidad
crística de los planos superiores, despreocupado en probar si el alma es
inmortal, pues "siente" en sí mismo, que su ventura está más allá de las formas
perecederas del mundo fenoménico de la materia._ Francisco de Asís tenía
para sí mismo la facultad divina que le hacía vislumbrar los mundos angélicos
de Jesús, sin necesidad de demostraciones espectaculares, fenómenos de
materializaciones, levitaciones o voz directa- de los desencarnados. En
consecuencia, la mediumnidad intuitiva, o más propiamente dicha, la
"mediumnidad espiritual" es una facultad superior, que sobrepasa a todas
aquellas que dependen de la fenomenología del mundo transitorio de la carne
para probar la realidad del espíritu inmortal. Aunque sea loable la preocupación
de los estudiosos del Espiritismo para profundizar los fenómenos mediúmnicos
destinados a convencer a las personas sistemáticamente incrédulas, la más
evolucionada de las mediumnidades sigue siendo la Intuición Pura, porque
ayuda al hombre para relacionarse directamente a la fuente de su origen divino.

15 Pregunta: ¿Entonces no es conveniente la intensificación de los trabajos de


fenómenos físicos; no precisan desenvolverse conforme a la técnica adecuada
a su tipo mediúmnico?
Ramatís: Así es, deben desenvolverse, no somos adversos a los trabajos
de fenómenos físicos, donde se producen los de materializaciones, voz directa,
levitaciones o transportes, los cuales obedecen a un programa elevado y
elaborado por los mentores de la Tierra. Por otra parte, ese género de
fenómenos mediúmnicos cada día se multiplican más en vuestro mundo, como
un imperativo determinado por la evolución del planeta. Dios, Padre Magnánimo

28
y Justo, atiende a todos sus hijos conforme a su capacidad, entendimiento
intelectual y gradación espiritual.
Todos los hombres, a su debido tiempo, tendrán la oportunidad de conocer
el mensaje que comprueba la sobrevivencia del alma, y todos aquellos que por
falta de sensibilidad espiritual no pueden concebir su propia inmortalidad
espiritual, serán despertados por el espectáculo ostensivo de la fenomenología
medianímica de los trabajos de efectos físicos, donde la voz directa, las
materializaciones, levitaciones y acontecimientos incomunes serán suficientes y
capaces de aplastar al más intransigente de los escepticismos humanos.
También debe tenerse presente que la mayoría de los asistentes a la
fenomenología mediúmnica no se convertirán repentinamente ante los
principios de la vida espiritual, ni adoptarán inicialmente las bases morales
afirmadas en la sobrevivencia del alma. El tiempo, el buen ánimo y una decisión
valerosa removerán los hábitos envejecidos, las convicciones y prevenciones
estratificadas en los siglos pasados. Aquellos que dan muestras de sentirse
cansados de las ilusiones de la vida física, serán los más indicados, después
que comprueben la sobrevivencia del espíritu a través de los fenómenos
citados, para dedicarse sinceramente al culto de los valores espirituales
elevados, con cierta ansiedad para alcanzar brevemente la ciudadanía sideral.

16 Pregunta: Si todas las personas son médiums, ¿también deberán sufrir la


influencia constante de los espíritus descarnados? Entonces, ¿serán
estimulados hacia el bien o el mal, en base a su sintonía mediúmnica?
Ramatís: Siempre existen las posibilidades para que todos los vivos sean
influenciados por los espíritus desencarnados, que los acechan
constantemente, valiéndose de cualquier susceptibilidad psíquica o
vulnerabilidad moral, para insinuarles sus intenciones maléficas. También es
verdad que no todos los hombres perciben psíquicamente la presencia de los
desencarnados, o distinguen fluídicamente los buenos de los malos espíritus,
por cuyo motivo dicen que están exceptuados de las sensibilidades
mediúmnicas. El acontecimiento es más común de lo que ellos piensan, pues
es constante la acción o intervención de los espíritus en medio de las
actividades humanas de los encarnados. Muchas personas, que dicen ser
insensibles a la influencia oculta del Más Allá, no saben que hace tiempo son
verdaderas prolongaciones vivas de algunos desencarnados astutos y dañinos,
reproduciendo en el medio ambiente del mundo terreno sus deseos pervertidos.
Conforme hemos afirmado, todo es cuestión de afinidad electiva, en donde los
vivos se sintonizan con los muertos, conforme a su característica mental y
naturaleza de sentimientos cultivados durante la vida terrenal.

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También es muy necesario recordar que los espíritus desencarnados en su
mayoría se arrastran por la superficie terrena, encadenados a las pasiones y
deseos carnales que no pueden satisfacer desde su plano astral, ni tampoco se
dedican o preocupan en mejorar su situación aflictiva. Algunos ambulan
víctimas de su propia incuria espiritual, siendo esclavos de las emociones
animalizadas y primitivas, a causa de su relajamiento y desinterés por su
suerte; otros, bastante experimentados en los trabajos repulsivos de la
obsesión y la perfidia, tratan de entrometerse en vuestra vida material,
insuflando ideas erróneas y orientaciones confusas para precipitaros al ridículo
y desesperación. No retroceden delante de los mayores obstáculos, siempre
que puedan perjudicar vuestra estabilidad moral o situación financiera.
Ociosos, exigentes, sensuales y esclavos de los vicios terrenos, vampirizan
las energías ajenas, haciendo de sus víctimas la prolongación viva y viciosa
para saciar algunas de sus pasiones impuras. Pablo de Tarso, en su epístola a
los Romanos, afirma lo citado anteriormente, cuando dice: "Estamos rodeados
de nubes de testimonios", confirmando que los hombres están rodeados de
masas de espíritus que los vigilan en todos sus actos y actividades de la vida
física. En medio de la masa que conforma los espíritus malévolos, livianos y
viciados, se infiltran algunas almas benefactoras, dispuestas para la lucha tenaz
a los fines de convertir a esos desventurados de las sombras y menguar la
acción perniciosa sobre los encarnados.
Son almas que salen del mundo oculto para inspiraros hacia el Bien y
hacen todo lo posible para ayudaros satisfactoriamente en los problemas justos
de la vida humana, para liberaros de las tristezas ocasionadas en las vidas
planetarias. Desgraciadamente, cuando un espíritu consigue desviaros de la
senda tortuosa, existen decenas de almas pervertidas que realizan ingentes
esfuerzos para arrastraros a los peores deslices y equívocos espirituales. Y,
conforme os manifestamos anteriormente, aunque todas las personas sean
médiums, su mayor o menor sintonía con los espíritus desencarnados depende
de la sensibilidad mediúmnica de orden inferior o superior. Toda persona es un
médium en potencia, y puede relacionarse ostensiblemente con los
desencarnados por medio de la fenomenología mediúmnica, visible para el
mundo material, como recepcionarlos en la intimidad de su conciencia inmortal.

17 Pregunta: Las afirmaciones que hicisteis sobre los médiums en potencia


que somos todos los encarnados y que estamos continuamente observados por
los buenos o malos espíritus, ¿no podrían causar grandes temores en las
personas de poco conocimiento para entender esta revelación espontánea? Si
somos espíritus encarnados, estamos en desventaja ante los espíritus
malhechores y con cierta libertad en el Más Allá. Creemos que nos sería muy

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difícil resistir por mucho tiempo el asedio inescrupuloso de esos seres mal
intencionados. ¿No lo creéis así?
Ramatís: Nosotros no podemos modificar la realidad de la vida creada por
Dios desde el comienzo de la humanidad y que obedece al siguiente e
inmutable principio: "los hombres buenos atraen a los buenos espíritus, y los
hombres malos atraen a los malos espíritus". Esa relación se ejerce a través de
la "afinidad electiva", que es responsable por la atracción y armonía entre los
astros, al igual que rige la simpatía entre las sustancias y el amor entre los
hombres.
En base a tales consideraciones, que regulan el efecto, la atracción o él
entendimiento entre todas las cosas creadas por Dios, existe la oportunidad
para que los encarnados sufran la mala acción de los espíritus desencarnados,
cuando se pierde el sentido directivo de conducta espiritual en la materia. Tales
hechos pasan porque se apartan de las enseñanzas crísticas de la vida
superior, que fueron divulgadas y pregonadas a todos los pueblos por los
instructores adecuados a cada raza, índoles psicológicas y sentido artístico.
Ninguno puede alegar ignorancia sobre esos acontecimientos, pues Dios
atendió a todos los hombres, cuando envió a la Tierra en su época propicia a
Hermes en Egipto, Antulio en la Atlántida, Buda en Asia, Zoroastro en Persia,
Krishna y Rama en la India, Confucio en China, Pitágoras en Grecia, y el
inconfundible Jesús en la Hebrea, fueron todos mensajeros divinos que
esclarecieron a los hombres sobre los principios que transforman a la criatura
animalizada en un ciudadano angélico de la morada celeste. Ellos fijaron las
bases o elaboraron los estatutos divinos del largo camino humano por la senda
evolutiva en busca de la Verdad; muchas veces sus palabras se revistieron de
poesía; otras se deslizaron bajo la gravedad sentenciosa de la responsabilidad
espiritual, o el pensamiento augusto y sublime era auspiciado por las parábolas
encantadoras. Pero en esencia, lo que esos admirables instructores pregonaron
al hombre -sorprendido por tener que apartarse de su tarea animalesca -
permaneció en un solo fundamento, en una sola verdad: la revelación del
Espíritu Inmortal.
También dejaréis vuestro cuerpo en la sepultura terrena, y seréis espíritus
desencarnados, tan benefactores o malignos, según haya sido vuestro trato con
las pasiones, vicios o virtudes expuestas en la superficie del mundo físico.
Conocéis el derrotero que os puede apartar de las malas compañías o del
dominio, de quienes se alimentan en el banquete detestable de las pasiones y
'vicios del mundo animal. Los desencarnados respiran por afinidad en vuestro
hálito mental, sintonizándose a vuestra esfera emotiva en correspondencia del
alimento adecuado que les ofrecéis; o ellos se nutren con vosotros en la

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efervescencia de las pasiones delictuosas, o intercambian los pensamientos
crísticos decepcionados en la esfera del Cristo.
Todo depende de vosotros, conforme a la resistencia o inmunización
contraria a los espíritus malhechores del Más Allá, pues el proceder
elevadamente, el apartarse de los vicios que estigmatizan y de las iniquidades
humanas, es lo que sintoniza al hombre con la faja vibratoria y sideral de los
seres angélicos, que los protegen contra los espíritus imperfectos. Así como los
gérmenes nocivos son atraídos por el deterioro de la fruta podrida, los espíritus
mal intencionados también acuden presurosos junto a aquellos que les ofrecen
el alimento impuro y adecuado.

18 Pregunta: Concordamos en que todos los hombres son espíritus


encarnados y médiums potencialmente innatos; preguntamos entonces: ¿por
qué la doctrina espirita es la única en pregonar tal condición humana, cuando
los demás credos e instituciones espiritualistas guardan silencio al respecto?
Ramatís: No es preciso que el hombre sea espíritu para que se le
considere médium; lo importante es que sea digno y bueno, a fin de rodearse
de buenas influencias y atraiga los seres excelsos. El Catolicismo y el
Protestantismo no admiten la mediumnidad con la denominación específica que
le da el Espiritismo, pero la consideran como una "gracia" extemporánea que
Dios concede a las almas santificadas. Mientras tanto, la interpretación
diferente o la denominación de fenómeno mediúmnico, no le cambia el carácter
por revelarse en otro ambiente espiritualista o adverso a los postulados
espiritistas. Es suficiente decir que la Biblia como la historia de la religión
católica y protestante está saturada de relatos, visiones y otros fenómenos
mediúmnicos, aunque se expliquen bajo el antifaz de los "milagros" o "gracias"
inesperadas otorgadas por Dios. Todo eso está corroborado por las visiones
proféticas de Don Bosco, Francisco de Asís, Antonio de Padua, Papa Pío XII,
Santa Teresa de Jesús, María y otros, inclusive las apariciones de Lourdes y
Fátima, que son fenómenos mediúmnicos registrados por niños y personas
"médiums".
En otras oportunidades hemos explicado que ciertas instituciones
espiritualistas trataron de sublimar o aristocratizar los acontecimientos poco
comunes del intercambio que tenían sus adeptos con el mundo oculto, los que
fueron médiums en la acepción exacta y vulgar de la palabra, a pesar de ocultar
la veracidad de los fenómenos mediúmnicos con terminologías iniciáticas._ La
diferencia consiste en que el Espiritismo trata el asunto de la mediumnidad a las
claras, sin tabúes iniciáticos o nomenclaturas complejas. Las expone a la luz
del día y las examina sin ritualismos complicados. El hombre que es
beneficiado desde lo Alto con la "dádiva" de la facultad mediúmnica, conoce por

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medio de la doctrina espirita sus deberes ante el mundo físico y sus
responsabilidades para consigo mismo. Por encima de todo, que el médium sea
beneficiado por la riqueza, posea un cerebro genial glorificado por la academia
del mundo, o sea la criatura paupérrima afectada por el cargo de una familia
numerosa, su deber es servir en la medida de sus fuerzas, pues la causa
principal que lo debe impulsar es su redención espiritual. Despreciando todas
las interpretaciones sibilinas, las nomenclaturas aparatosas y las gradaciones
excepcionales de los acontecimientos iniciáticos de muchas instituciones
espiritualistas, en esencia, todos son fenómenos mediúmnicos.
En esas circunstancias se encontraban como médiums el reverendo G.
Vale Owen, protestante, cuando recibía los mensajes mediúmnicos de su
progenitura en la sacristía de su iglesia; Alice A. Bailey psicografiaba en el
ambiente iniciático las orientaciones del iniciado Tibetano; eran médiums la
señora Helena P. Blavatsky, el obispo anglicano Leadbeater, Geoffrey Hodson,
Elsa Barker y otros afiliados a la Sociedad Teosófica, quienes recibieron
comunicaciones directas o indirectas del mundo oculto, a pesar de haberles
dado una procedencia completamente opuesta al fenómeno mediúmnico y la
forma como lo encara la doctrina espirita.
Aunque tales movimientos espiritualistas o religiosos no usen el vocablo
"médium" como expresión espiritista, sus mediadores no dejan de encuadrarse
en la técnica sideral de la manifestación mediúmnica, cuando captan los
mensajes directamente de sus Maestros o por vía de la intuición. Las escuelas
teosóficas, rosa-cruces, esotéricas y yogas evitarán en sus enseñanzas y
prácticas el contacto mediúmnico con las regiones inferiores del mundo invisible
y aseguran, que "ni bien el discípulo se encuentra pronto, el Maestro aparece".
Fervorosamente pugnan para que sus adeptos se modifiquen primero en su
intimidad espiritual, para que después intenten sus relaciones con los seres
etéreos del mundo invisible.
No hay dudas que son disposiciones loables, meritorias y sensatas, mas el
Espiritismo es un movimiento popular y de amplitud general, destinado a todos
los hombres. Mucho antes de atender con preferencia a quienes se encuentran
en el "Camino de la Verdad", está destinado en sus principios a amparar a los
hombres incrédulos, desajustados y torturados por la eclosión de la
mediumnidad de prueba. El despertar de esa facultad exige cuidados urgentes
y un derrotero seguro, para evitar el fracaso del programa delineado por el
Espacio.
La manifestación mediúmnica no depende de la creencia o poderío
religioso, ni de las convicciones personales del hombre o del ambiente donde
viva, es una consecuencia inalterable del compromiso que el espíritu asumió
antes de reencarnar, cuyo mandato requirió para su beneficio y deberá

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cumplirlo en la hora fijada. Quienes sean ateos, devotos a cualquier secta
religiosa o se encuentren comprometidos con alguna institución iniciática, la
facultad mediúmnica de "prueba" les aparece en el momento exacto para
comenzar su tarea sacrificial.
Ignoran muchos teósofos, esoteristas, adeptos Rosacruces y algunos
fraternalistas afiliados a los cursos iniciáticos, que siendo ponderable su método
idealista, empleado para desenvolver conscientemente sus facultades ocultas,
ajenos al intercambio espiritual con las almas superiores, cuando reencarnan
comprometidos para ejercer la "mediumnidad de prueba", tendrán que
someterse al proceso graduativo y disciplinado por la técnica espirita de
desenvolvimiento, preconizado por Allan Kardec. Mientras tanto, los hombres
que por su sensibilidad espiritual son médiums naturales y usufructúan el don
espontáneo de la intuición pura, presentarán condiciones psíquicas poco
comunes y satisfactorias para lograr una gradación destacada en cualquier
doctrina o institución iniciática, sin necesidad de ejercer la función pasiva del
médium en servicio con los espíritus del astral inferior. Pero los que en vidas
pretéritas abusaron de su dirección mental y utilizaron su inteligencia lúcida
para someter a los menos agraciados por la suerte, sea por cupidez, egoísmo,
avaricia o "que calumniaron para usurpar los bienes ajenos, sembrando
perjuicios irreparables, han de cumplir con su mandato mediúmnico en la
condición humillante de ceder su organización carnal para que los viejos
adversarios o víctimas del pasado puedan reajustarse, a la brevedad, a los
preceptos del Cristo.

19 Pregunta: Todas las instituciones espiritualistas que reciben la influencia de


los desencarnados, ¿son movimientos análogos al Espiritismo? Si todos los
hombres son médiums y de una u otra forma ejercitan su facultad en medio de
su doctrina, ¿por qué deben diferenciarse de los espiritistas?
Ramatís: Primero, es conveniente distinguir lo que es Espiritismo y qué
significa Mediumnismo. Espiritismo: es una doctrina disciplinada por un
conjunto de leyes, principios y reglas, que tanto orienta las relaciones entre los
espíritus encarnados y desencarnados, como promueve la renovación filosófica
y moral de sus adeptos. La facultad mediúmnica: puede existir en forma
independiente en la criatura espiritista o en aquellos que ignoran los fenómenos
mediúmnicos.
Existen ciertos médiums que actúan en varios sectores espiritualistas pero
no aceptan ninguno de los postulados básicos del Espiritismo, como también
existen espiritistas que son alérgicos a las sesiones mediúmnicas y sólo se
interesan por el contenido filosófico de la doctrina. Muchas veces es preferible
admitir los conceptos lógicos con que A. Kardec integró la codificación espirita,

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antes que buscar pruebas y colegir los principios doctrinarios del Espiritismo por
intermedio de algunos médiums mañosos, tontos, anímicos y prejuiciosos, que
no siempre mantienen una conducta regular en el mundo profano.
El hecho de comprobarse la actuación de los espíritus en cualquier tipo de
trabajo mediúmnico, no quiere decir que allí se practique Espiritismo. La
doctrina espirita se confirma en sus prácticas, cuando sus adeptos aceptan y
cultivan las reglas y principios morales en el trato con la vida material, sin
utilizar los dones de la facultad mediúmnica. No es suficiente que el hombre
frecuente los centros espiritistas, que escuche a los espíritus en palestras sobre
el espíritu inmortal, solicite recetas y pases, para considerarse excelente
espiritista. De la misma forma nacen los católicos y demás religiosos, que
consideran confusamente la devoción interesada y la mendicancia a los santos
y profetas, como si fuera su propia renovación espiritual.
Es necesario que los adeptos de la doctrina espírita, antes de ser meros
espectadores de las reuniones mediúmnicas y "pedigüeños" incorregibles de
los beneficios ofrecidos por el Más Allá, se integren al cumplimiento
incondicional de sus postulados morales, que por encima de todo, deben
mejorar la conducta del hombre. Hay muchos espíritus egresados del
Catolicismo, antiguos y ociosos frecuentadores de misas, novenas y viciados en
las comuniones, que después de afiliarse al Espiritismo, conservan la
idiosincrasia y displicencia anterior para cumplir con sus deberes.
A pesar de encontrarse muy impresionados por la fenomenología
mediúmnica, todavía no se hallan a gusto con la doctrina, y continúan
extrañados espiritualmente sin ajustarse a las enseñanzas que objetivan a la
brevedad, la integración del hombre al reino del Cristo. Apáticos a la misión
redentora del Espiritismo, algunos ex católicos que recién se incorporan a la
siembra, subliman sus antiguas devociones y ruegos, viciándose con el pase
que "siempre hace bien" o la receta mediúmnica, que debe atender desde la
afección del brazo, hasta la hepatitis provocada por el abuso de los
condimentos y alcoholes. Estos se equivocan con respecto al sentido exacto del
Espiritismo, como doctrina de redención espiritual, donde los neófitos requieren
la atención de los fatigados trabajadores del Espacio, para que les solucionen
las enemistades domésticas o corrijan a los parientes que viven desajustados
de los caminos espirituales.
El espirita, como decía Allan Kardec, "se conoce por la modificación moral
que efectúa a través de todos los días". De no ser así, bastaría la presencia
constante de sus simpatizantes a los centros espiritistas, la utilización
indiscriminada del servicio mediúmnico, para caracterizarse como un verdadero
espirita. Con esa forma de pensar y obrar, también se podría instituir "la cartera
de puntualidad y frecuencia", a semejanza de las escuelas, graduándose el

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espiritista conforme sea su presencia a las reuniones y a la mayor cantidad de
pases y recetas que pudieran solicitar a los médiums, exactamente a lo que
sucede en la Iglesia Católica, donde la prodigalidad de confesiones, misas y
comuniones, gradúan al buen católico.

20 Pregunta: Si todos somos médiums, y diferimos solamente por la


sensibilidad medianímica, ¿cómo podríamos ubicar a quienes deben
desenvolver sus facultades bajo la técnica espirita?
Ramatís: Las personas que demuestran su facultad en forma ostensiva,
donde se percibe claramente el fenómeno "incomún", algo que les domina la
mente, la voluntad o padecen de perturbaciones psíquicas, son seres
necesitados de un desarrollo mediúmnico disciplinado y bajo el control de
personas muy experimentadas.
Conforme explicamos anteriormente, son espíritus que reencarnan
comprometidos con la "mediumnidad de prueba" y tienen severas obligaciones
kármicas a causa de sus iniquidades cometidas en el pasado. Esos espíritus
son agraciados por la bondad de los Mentores a través de la hipersensibilidad
de su periespíritu y de la intervención de los, técnicos siderales, reencarnando
con la "gracia prematura" de participar en un servicio extra, pero obligatorio en
el mundo físico, que les despierta la sensibilidad hacia los objetivos espirituales.
Tanto los hombres cultos e ignorantes, ricos o pobres que sufran la
insidiosa perturbación que les afecta el psiquismo y desequilibra los nervios, no
son más que criaturas necesitadas de urgente ayuda de los trabajos espiritas,
para lograr ajustarse nuevamente en su dirección psíquica y armonizarse
definitivamente con sus viejos adversarios.
Algunos encarnados, cuya mediumnidad repunta súbitamente, con
síntomas obsesivos, requieren los cuidados urgentes de otro médium bien
desenvuelto, pues han reencarnado con la obligación kármica de cambiar las
convicciones infantiles o ateístas de su familia carnal. Al ser responsables en el
pasado por acontecimientos morales, que llevaron a algunos seres a la
desesperación, la locura, o el suicidio, están obligados a soportar las pruebas
de la obsesión y curar posteriormente, a fin de modificar las convicciones de su
parentela, que generalmente fueron sus víctimas.
Aunque todos los hombres más o menos son influenciados por los espíritus
desencarnados, no debéis olvidar que también existen espíritus buenos,
dedicados a benefactores que actúan con todos los que en la vida física buscan
su rehabilitación espiritual. También es necesario que el hombre se renueve
constantemente en la estructura de sus pensamientos y manifestaciones de sus
sentimientos, debiéndose introducir, tanto como le fuera posible, en el curso
superior de la vida espiritual. Los que desean liberarse de las entidades

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opresoras de las sombras, no deberán descuidar su reajuste moral, el estudio
superior y su control emotivo y mental, sobre sus deseos inferiores y pasiones
violentas.

Capítulo 04

LA "PRUEBA" DE LA OBSESIÓN
21 Pregunta: ¿Podríais explicarnos esos casos, donde el espíritu debe
reencarnar bajo el fatalismo de la obsesión, para que sus familiares despierten
y se interesen en los postulados de la vida inmortal, y que después sean
curados por el Espiritismo? Nos extraña ese aspecto de la obsesión, pues
sabemos que ninguno renace en la Tierra bajo el determinismo de sufrir
penalidad o castigo alguno, por imposición de los espíritus superiores. ¿Cuál es
vuestro pensar?
Ramatís: Los Mentores Espirituales jamás determinan que los espíritus se
reencarnen bajo el estigma implacable de la obsesión, víctimas de homicidios o
sufran accidentes fatales, lo que sería punición deliberada e incompatible con la
Bondad del Creador. Los espíritus afectados son encaminados hacia la materia
por sus propias causas, basadas en faltas e indisciplinas cometidas en
existencias pasadas, siendo colocados en medio de las influencias mórbidas o
maléficas, semejantes a las que promovieron en el pretérito.
La nueva existencia física puede serle favorable o no, depende
fundamentalmente de la forma cómo piensa y actúa en la materia y en medio
de sus viejos compañeros, víctimas o verdugos, pues están sujetos a sus
pasiones, vicios o virtudes. Siempre que sean dignos y vivan amorosamente en
favor del prójimo, podrán sobrevivir sin conflicto o tragedias, recibiendo con
justicia la ayuda espiritual de sus mentores, que de modo alguno desean
castigarlos, pero sí recuperarlos espiritualmente. El espíritu que haya renacido
en medio de malhechores y fuere blanco de un obsesor cruel, siempre que se
dedique heroicamente al bien ajeno, ejercite su ternura, amor y magnanimidad
hacia todos, sin distinción de creencias, razas o castas, tendrán mayores
posibilidades de sobrevivir en la materia y distanciados de las violencias o fines
trágicos.

22 Pregunta: ¿Qué concepto podríamos tener de esos espíritus que renacen


con la "probabilidad" de sufrir la prueba de la obsesión, a causa de las
iniquidades cometidas en vidas pasadas?

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Ramatís: Es natural que la rebeldía, el ateísmo, la sensualidad o el
pesimismo son estimulados en los humanos por los malos escritores, oradores
intencionados y líderes intelectuales maquiavélicos, que influenciados por el
existencialismo apocalíptico de la época, utilizan su inteligencia y perspicacia
mental para afectar el alma de sus ingenuos lectores y admiradores
desprevenidos. Ciertas filosofías, crónicas y adoctrinamientos modernos,
inducen al hombre a la confusión y toman los raciocinios rebuscados de la
mente terrena, como si fueran bienes supremos del espíritu inmortal.
Aconsejan a sus discípulos intencionadamente para que se reencuentren
consigo mismos, provocando una especie de "fuga interior" que los libere de las
obligaciones que pudieran tener hacia la jerarquía espiritual, e intentan
convencerlos que serán humillados si concuerdan o simpatizan con la idea de
un Dios, que reina por encima de los valores del intelecto humano. Esos
espíritus exageradamente intelectivos, que emplean sus talentos para sembrar
el descreimiento, inconformidad, rebeldía y ociosidad espiritual, que viven
preocupados en fundar escuelas filosóficas exóticas, que alejan al hombre de
su responsabilidad espiritual y lo excitan hacia una existencia puramente
sensual, dificultan la perfecta aplicación de la Ley de Evolución en la marcha
progresiva de las criaturas de menor sensibilidad mental.
Y, conforme a la Ley Sideral que dice: "la cosecha siempre ha de ser
conforme haya sido la siembra", tales filósofos aniquiladores, tendrán que
corregir en vidas futuras los desvíos que provocaron en sus tontos discípulos,
curándoles los raciocinios insensatos y haciéndoles reconquistar el respeto
perdido.
Como sembraron confusiones mentales y psíquicas en otros cerebros
incautos, deberán encarnar en medio de "esas familias", cuyas creencias
discordantes o infantiles, los retardaron en la senda del progreso espiritual.
Entonces les cabe ayudarlas a liberarse del negativismo secular o del
dogmatismo asfixiante, a fin de compensar los perjuicios causados en base a
los postulados contradictorios que pregonaron en el pasado._ Por lo tanto,
nacen en el futuro con ese implacable deber de despertar a sus viejos
familiares o amigos, atrofiados por el culto a los dogmas incisivos o totalmente
apáticos a la vida inmortal, Gracias a su sacrificio y a la cura por medio de la
doctrina espirita, esos espíritus perturbadores del pasado, terminan
reajustándose meritoriamente junto a aquellos de cuya confianza, candidez o
vulnerabilidad mental abusaron.

23 Pregunta: Los líderes o maestros de filosofías extrañas y perturbadoras,


¿son los que en futuras existencias deberán inmolarse para despertar a sus
seguidores engañados del pasado?

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Ramatís: Aquellos que sedujeron a los ignorantes para el culto de sus
doctrinas subversivas, aniquiladoras y negativistas, deberán renacer
posteriormente y volverse "obligados objetivos" para reformar y recuperar a sus
antiguos seguidores, aún confusos en la senda de la espiritualidad.
Bajo, una disciplina férrea pero justa de la Ley Sideral, que rectifica y no
castiga, retornarán al ambiente del mundo físico, situándose en medio de las
familias terrenas, comprometidos para incentivar el despertar de la ilusión
intelectiva, de la hipnosis de los sentidos pasionales o de la esclavitud del
ateísmo infeliz, a quienes les siguieron tontamente en otras vidas. Esa tarea
abnegada no se les impone arbitrariamente; la razón esclarecida y consciente
por reducir su débito kármico, les permite aceptar el servicio doloroso en favor
del prójimo y también para su propio beneficio.
También es una gran verdad que la familia humana ignora la razón de los
acontecimientos dolorosos que se manifiestan y que constituyen las
desventuras en medio del camino evolutivo en que les toca actuar. Así se
forman los cuadros del sufrimiento redentor: aquí es el hijo que nace con la
enfermedad congénita y se arrastra penosamente, provocando angustias en
sus consanguíneos; allí, el jefe de la familia es acosado por una cruel
enfermedad, que resiste a los esfuerzos realizados por la medicina oficial,
marchando tristemente hacia el cementerio y a su vez lacera los corazones de
sus familiares íntimos; acullá, una enfermedad dañina ataca a la hijita querida,
haciéndole padecer la "vía crucis" de los consultorios e instituciones psicópatas,
profiriendo gritos extraños y ofendiendo con palabras groseras.
Mas la Ley es atenta y permanece en observación y cuando la
desesperación alcanza a la totalidad de la familia, sucede un milagro
inesperado y bajo fortuita coincidencia surge el médium curativo, que recupera
al hijo en sus movimientos atrofiados desde la cuna, restablece la salud del jefe
de la casa, cuya medicina oficial no tenía remedios curativos, y aún, gracias a la
dedicación de algunos adeptos a la doctrina espirita, logran esclarecer al
espíritu obsesor que torturaba a la hija maldiciente, pero siempre querida. De
esa forma el Espiritismo se acepta en el hogar, volviéndose venturoso y, por
ende, los postulados de la inmortalidad del alma penetran en aquellos que
vivían ciegamente esclavizados a los dogmas infantiles o en absoluto
descreimiento.
Desplázanse las viejas convicciones ateístas y los sectarismos
condenables en los familiares, gracias a la cura milagrosa en alguno de ellos a
través del agua fluídica, del recetario mediúmnico o de los pases espiritas. Y
aquellos que en el pasado abusaron del mando o del intelecto en contra del
prójimo, de esa forma los planos superiores suministran nuevos enfoques de la
vida espiritual, sirviéndose de los cuerpos atrofiados o de los nervios

39
desequilibrados. Los conceptos equivocados o negativos de antes son
compensados por el sacrificio del dolor físico o psíquico del presente.

24 Pregunta: Ese hijo o hija obsesa, que más tarde es curada a través del
Espiritismo y que ha convertido a la familia, ¿no podrían ser espíritus buenos
que aceptan el sufrimiento con el deseo magnánimo de ayudar a su familia y
también para activar su ascensión espiritual?
Ramatís: Os repetimos que en el Espacio al igual que en la Tierra, no hay
regla sin excepción, pues Jesús, espíritu excelso y justo, no eludió la ocasión
de sumergirse en las sombras de vuestro mundo, para salvar a los hombres
ignorantes y posibilitarles el camino hacia su realidad espiritual. También es
verdad que hay espíritus bondadosos, que descienden a la carne y se ajustan a
la familia consanguínea de la tierra, con el fin de despertar espiritualmente a
sus viejos y milenarios amigos. En algunos casos se sacrifican heroicamente
para socorrer a sus adversarios de otrora y que en el presente todavía demoran
hipnotizados por las filosofías destructivas o las doctrinas enfermizas del mundo
material.
Cuando esas almas sublimes comprueban la inutilidad de sus esfuerzos
para inspirar desde el Más Allá a sus pupilos negligentes, se deciden a
reencarnar por amor hacia ellos. Así fue como el excelso amor de Jesús,
apiadado del sufrimiento humano, lo condujo hacia la Tierra; por eso, muchas
almas angélicas abandonan sus planos paradisíacos, sometiéndose
voluntariamente a una nueva encarnación a fin de despertar sentimientos
crísticos en sus tutelados.
Muchos de ellos, cuando renacen junto al adversario empedernido,
enfrentan terribles situaciones a fin de atenuar la fiereza, el odio y la violencia
que aún sustentan. Movidos por la compasión del ángel, efectúan toda clase de
esfuerzos para sustraerlos de las tragedias odiosas, que en el futuro engendran
karmas torturantes. Muchas veces son sacrificados por las mismas almas
delincuentes, a quienes intentan salvar de los padecimientos inenarrables que
les esperan en el fango del astral inferior. Aun así se sienten felices cuando
consiguen acentuarles el fuego del remordimiento o arrepentimiento,
provocándoles los primeros impulsos de redención espiritual.
También os reiteramos que Dios no es vengativo ni sádico, ni creó la
obsesión incurable, la dolencia fatal, las deformaciones corporales, ni cualquier
tipo de desventura para el ser humano. El Padre sólo tiene objetivos concretos,
que es la recuperación amorosa de todos sus hijos eternos. Los
acontecimientos trágicos o mórbidos son el fruto de la debilidad moral y de la
ignorancia del hombre, que mal balbucea las primeras letras del alfabeto de la
vida inmortal.

40
Capítulo 05

LOS TRABAJADORES ACTIVOS EN EL SERVICIO


MEDIÚMNICO
25 Pregunta: ¿Podríais explicarnos qué distinción existe entre los hombres
con facultades en desarrollo junto a la mesa espirita y aquéllos que, siendo
médiums, no necesitan del mismo procedimiento?
Ramatís: Pueden considerarse "médiums oficiales" en la Tierra, aquéllos
que reencarnan y están comprometidos en sus servicios obligatorios con la
siembra espirita. Esos seres tendrán que desempeñarse constantemente en
esa actividad, pues necesitan compensar con cierta urgencia los perjuicios
causados a terceros y además deberán acelerar su propia recuperación
espiritual. Se destacan de los otros humanos porque gozan acentuadamente de
la facultad mediúmnica, tomando relación directa y rápida con los
desencarnados. Conforme sean sus pensamientos, conducta y objetivos en sus
vidas, atraerán a los espíritus de frecuencia vibratoria afín, que en base a sus
contexturas espirituales, los influenciarán para el bien o el mal._ Y como son
raros los médiums misioneros o de Intuición Pura, también son pocos los que
alcanzan el "clímax" bendecido del servicio mediúmnico, sin antes haber
pasado por el desenvolvimiento penoso. Existen médiums a quienes les afloran
los residuos de las viejas pasiones que los perturbaban en el pasado; sus
pensamientos, palabras y sentimientos son blanco de los desencarnados, que
realizan todo lo posible para impedirles su éxito en el servicio mediúmnico en la
siembra espirita. Intentan hacerles buscar su desarrollo de facultades, alejados
de la disciplina y protección doctrinaria, les explotan el amor propio y la
vanidad, apartándolos de los ambientes donde la experiencia del más
capacitado podría ayudarlos e inmunizarlos del astral inferior.
En la fase penosa y contradictoria, saturada de dudas y esperanzas, es
cuando el hombre siente despertar su facultad, pero al no haber logrado la
fuerza moral, la mente desenvuelta y los sentimientos equilibrados, no pueden
sintonizarse inmediatamente con las almas benefactores. Un poco más tarde, el
médium comprende la naturaleza y objetivos de su ejercicio mediúmnico
obligatorio, pues a pesar de haber enfrentado sacrificios severos, comprueba
que lo pasado era de provecho e incidía para su bien. Entonces, como un
sembrador incondicional de las elevadas enseñanzas de los planos superiores,

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necesita inmunizarse contra las críticas ajenas, como también
impermeabilizarse de las lisonjas o evidencias peligrosas de la vanidad
personalista de la vida humana. Sus dolores, ingratitudes e injusticias son
menos importantes que las desventuras del prójimo; sus opiniones no deben
provocar conflictos u hostilidades en el prójimo a causa de la doctrina espirita,
que lo acoge y beneficia para usufructuar el camino de la renovación espiritual.
Los demás hombres (aunque sean médiums en potencia) serán
responsables por sus actos y forma de influir en sus familiares. Los médiums
consagrados o admitidos como trabajadores activos en el servicio mediúmnico
organizado de la siembra espirita, son para el mundo profano la idea espiritual
elevada, que no puede ni debe mancharse por sus intereses personales o
caprichos vanidosos.

26 Pregunta: Sin querer contrariar los elevados conceptos vertidos y en


contradicción a los postulados crísticos, hemos tenido muchas veces la
oportunidad de conocer médiums poderosos, que producían fenómenos dignos
de mención y curas extraordinarias; pero algunos comerciaban vilmente sus
facultades, mientras que otros eran esclavos de los vicios comunes. De este
paradójico ejemplo, ¿qué nos podéis decir?
Ramatís: ¿Cuántas veces las autoridades públicas, de vuestro mundo,
confían en determinados individuos para desempeñar servicios de importancia
en favor del pueblo, que los considera hombres honorables y de buenos
propósitos? Al comienzo ganan la confianza de sus superiores ejecutando los
trabajos debidamente y poco a poco se dejan tentar por la codicia, avaricia o la
fortuna fácil, terminando por cumplir deshonestamente aquello que les fuera
solicitado para el bien común._ El mandato mediúmnico, que autoriza al
poseedor a prestar un servicio útil para la colectividad encarnada, también
beneficia a su espíritu imperfecto, y es un compromiso que debe ejecutarse con
dignidad y elevación moral. Aceptando la tarea medianímica de suma
importancia para sí y para el prójimo, es evidente entonces que el médium es el
responsable por cualquier desvío o perturbación que produzca durante el
ejercicio de su tarea en el mundo profano.
También es cierto que los ángeles del Señor, que son almas llenas de
ternura y amor, tienen esperanzas para corregir o renovar a los espíritus, que
siendo culpables e imperfectos, son convocados para el servicio espiritual de la
mediumnidad en el mundo físico. Por eso no los privan súbitamente de la
facultad que los pone en contacto con el mundo espiritual; les multiplican las
oportunidades de recuperación por las nuevas faltas y los ayudan a corregir sus
deslices cometidos en la doctrina que desarrolla sus facultades.
Paradójicamente, como si fueran árboles saturados de savia inservible, esos

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médiums continúan en su propósito de dar buenos frutos... ¡Ellos ignoran, que
es el generoso "toque" angélico el que higieniza y sublima sus deslices y que
promueven las curas y garantiza las revelaciones buenas!_ Ciegos por la
vanidad de juzgarse auto-suficientes, capaces de realizar todo, prescindiendo
de la intervención del mundo invisible, abdican de la vigilancia y el buen
sentido, inmunizándose para recibir las vibraciones angélicas, cayendo
fragorosamente en el lodo de sus imprudencias. Infelices y orgullosos, no
alcanzan a percibir cuándo "cambia" la entidad oculta que los protegía; es decir,
cuando se retira el ángel y ocupa su lugar la figura maquiavélica y astuta del
genio de las sombras. Desde allí en adelante existe un solo "dueño" y no un
"guía"; en vez de un orientador tierno y tolerante, que todos los equívocos e
intereses inconfesables del médium, los toma bajo su responsabilidad espiritual;
surge entonces el alma cruel, dañina, orgullosa y llena de vicios, que exige,
domina y castiga. Desaparece el ángel amoroso, que conduce a las almas
hacia el reino de Luz, para manifestarse el señor de los esclavos, que aprisiona
desde la tumba al espíritu imprudente para conducirlo a las regiones inhóspitas
de las tinieblas. Ese es el fin de los médiums, que después de haber sido
agraciados con destacados poderes espirituales, para el bien de sí y de la
colectividad encarnada, terminan enlodando su tarea con la vileza del negocio
impuro, generando la desconfianza y hostilidad hacia el servicio mediúmnico.

27 Pregunta: ¿No sería más prudente, que los espíritus superiores no


concedieran la facultad mediúmnica a los hombres que no tuvieran capacidad y
amor para exponerla en la Tierra?
Ramatís: No son poderes concedidos extemporáneamente por los
mentores de la Tierra a los hombres inmaduros de espíritu; a veces esos
espíritus son antiguos magos, que dominaban fácilmente las fuerzas ocultas,
ejercían sus poderes sobre los elementales y usaban la hipnosis para fines
interesados, tal como lo hacía Rasputín, que aprovechando sus poderes
extraterrenos realizaba sus objetivos equivocados, como un instrumento de las
tinieblas. Cuando esos espíritus retornan a la carne, deben intentar su
renovación espiritual, manejando los mismos poderes que desvirtuaron en el
pasado, pero bajo la promesa de emplearlos para el bien.
El corazón atrofiado y la mente agudizada por la voluntad poderosa y que
fuera ejercitada en vidas anteriores, es lo que tienen esos espíritus para
ejecutar el trabajo mediúmnico del Bien, siempre que no se inclinen humildes
desde el comienzo de su tarea a los postulados redentores del Cristo. Cuando
los responsables por el progreso del orbe comprueban la imposibilidad de
conservarlos en el servicio activo de la siembra propuesta, se ven obligados a

43
separarlos de cualquier forma, para que terminen los graves perjuicios
causados por sus actividades incontroladas.
Pero Dios siempre concede la oportunidad de renovación moral y el trabajo
honrado para todos sus hijos. Y la prueba más evidente de lo que estamos
manifestando la tenéis en vuestras manos, pues si en el presente vosotros
portáis principios espirituales dignos y superiores, se los debéis a la bondad
divina, que toleró vuestras iniquidades del pretérito, concediéndoos la gracia del
servicio redentor, tantas veces como las equivocaciones cometidas. En verdad,
los pecadores son los que necesitan más del Amor, tanto como los enfermos
necesitan del médico.
Si del lodo puede surgir el lirio inmaculado, es obvio que de los labios de
los hombres impuros también pueden nacer las esperanzas y el derrotero para
los seres desviados del camino honesto de la vida humana. Y si Dios, el
Creador del Universo, que debería exigirnos el máximo de sumisión y
acatamiento a los sublimes objetivos de su Obra, multiplica los medios para
nuestra rápida redención espiritual, sin duda que el hombre, su criatura, no
tiene el derecho de odiar, maltratar, robar y execrar a sus hermanos de destino
sideral.
Ese es el motivo principal de todo médium fenoménico o intuitivo, cuyo
compromiso se fundamenta incondicionalmente en cultivar su mediumnidad con
el Cristo y revelarse como un trabajador activo en la siembra del Maestro. No
basta ver, oír y sentir a los espíritus en el plano invisible, pues el médium, bajo
cualquier hipótesis, debe ser un hombre que además de contribuir para la
divulgación de la inmortalidad del espíritu, es un ciudadano comprometido por
los deberes comunes inherentes a la colectividad encarnada, donde la bondad,
el amor, el afecto, la renuncia y el perdón constante pueden liberarlo de las
cadenas del astral inferior.

28 Pregunta: ¿Cuáles son vuestras consideraciones sobre la mediumnidad con


el Cristo?
Ramatís: Considerando que la Facultad Mediúmnica de "prueba" o de
"obligación" es el préstamo que las Esferas Elevadas conceden al espíritu
endeudado para conseguir su rehabilitación espiritual, bajo ningún aspecto
debe negociarse o vilipendiarse. Es un servicio de confianza que el médium
debe ejercer en favor ajeno, sin dejar de cumplir con sus obligaciones en la
familia, sociedad y poderes públicos. Los mentores siderales no le exigen el
sacrificio económico de la familia, la negligencia educativa de la prole, el
descuido de las necesidades justas con sus parientes, para que atienda
indiscriminadamente el ejercicio de su facultad.

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Cada médium, como espíritu en evolución, conduce su bagaje kármico
generado en el pretérito delictuoso y que le determina las obligaciones en el
hogar, donde víctimas y verdugos, amigos y adversarios de antes, inician el
curso de aproximación espiritual definitivo. Por eso, en última instancia debe
prevalecer sobre el servicio mediúmnico el cumplimiento exacto de las
determinaciones kármicas que le dieron origen a la existencia en la materia.> Y,
considerando que el mundo del César es el reino transitorio de los intereses de
la vida material para la educación del espíritu imperfecto, el don mediúmnico es
la dádiva espiritual del Reino del Cristo, antes que una mercadería de
especulación mundana.

Capítulo 06

EL MÉDIUM "KARDECISTA" Y EL MÉDIUM


"UMBANDISTA"

29 Pregunta: Conforme a vuestras consideraciones en el capítulo anterior,


creemos que el único desenvolvimiento mediúmnico aconsejado, es el
desarrollado en el ambiente espirita, bajo la codificación de Allan Kardec. ¿No
es verdad?
Ramatís: No debéis apresuraros en vuestras consideraciones extremistas,
pues es muy fácil distinguir al médium de "mesa" que se desenvuelve bajo la
égida de la doctrina espirita y el médium que prefiere desenvolverse por la
técnica de la Umbanda. En el primer caso, es espiritismo, y el segundo, es
mediumnismo. No nos compete juzgar ésta o aquella predilección medianímica,
ni tenemos el derecho a inclinarnos exclusivamente hacia la esfera espirítica,
porque los fenómenos y acontecimientos que sucedieron desde el comienzo de
la humanidad hayan sido mediúmnicos. Lo que más interesa en la efectividad
del servicio mediúmnico, tanto en la siembra espirita, en el ambiente
umbandista o cualquier otro, es saber si se realiza por el amor al Cristo e
inspirado por su divino Evangelio. Apreciamos considerablemente al médium
que se integra totalmente a su trabajo espiritual, guiado por los preceptos
evangélicos distintos, al médium de "mesa" que se vuelve mercenario y
corrompido.
En esos casos, la distinción nos parece perfecta respecto a la naturaleza
interpretativa de la manifestación mediúmnica, pues mientras el médium de

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mesa se preocupa específicamente por las ideas de sus comunicantes, en su
intercambio acentuadamente mental, el médium de la Umbanda (por ejemplo)
toma el máximo de cuidado para reconocer la identidad del espíritu que lo
incorpora. En la disciplina de la Umbanda existen códigos, puntos cantados y
convencionales, cruces de líneas y tienen el concurso de las falanges que
operan a través de la magia práctica, caracterizando a cada grupo o
individualidad que participe. Así, conforme sean los puntos, señales, toques o
códigos determinados, el médium y los frecuentadores de la Umbanda deducen
las intenciones, capacidad, naturaleza y especialidad del servicio que pueden
realizar con los comunicantes.> Junto a la mesa espirita se nota un cierto
individualismo de trabajo en las relaciones con los encarnados por parte de los
espiritas, una preelección de naturaleza elevada y de contenido responsable
respecto al nombre o a la identidad del comunicante, que tanto puede ser un
apóstol, como un "Juan nadie". Mientras tanto en la Umbanda, a pesar de no
haber consolidado su unidad doctrinaria definitiva, ni afirmado su sistema
particular de trabajo en todas las latitudes del orbe, por medio de su sincretismo
afro-católico se transforma en un trampolín favorable para los católicos,
protestantes y otros religiosos dogmáticos para familiarizarse con las
enseñanzas de la Reencarnación y la disciplina de la Ley del Karma. Las
imágenes, los cánticos, el incienso, las velas y las ofrendas de los rituales de la
Umbanda, algo parecidos a los usos de la Iglesia Católica, atenúan el miedo
prejuicioso de los católicos por las manifestaciones mediúmnicas, para ir
ganando poco a poco el gusto por el conocimiento de la inmortalidad del
espíritu pregonado por todas las filosofías reencarnacionistas.
Los jefes, las falanges y las líneas de la Umbanda, con sus mestizos,
negros y salvajes, a pesar de la multiplicidad de costumbres, temperamentos y
propósitos diferentes del servicio que realizan junto a la materia, entrelazados
por severos compromisos, deberes jerárquicos y obligaciones espirituales, aún
no fueron comprendidos por sus propios profesantes. En el inmenso panorama
de las relaciones entre el plano material y el mundo oculto de los espíritus,
fundamentados por el proceso de la magia, en el ámbito umbandista resaltan
ciertas combinaciones confusas y tonterías condenables, que van a cuenta del
elevado trabajo espiritual. Luchan aún los umbandistas para alcanzar su
constitución doctrinaria y eliminar las excrecencias ridículas que deforman su
base esotérica.
En ese terreno fue más feliz el Espiritismo, pues partió de una unidad
concreta y basada en constantes investigaciones, con "tests" mediúmnicos que
agotaron a Allan Kardec, pero lo ayudaron exitosamente para extirpar las
contradicciones, exotismos y escenas ridículas de la práctica mediúmnica

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desorientada. La Umbanda es el vaso donde beben todos, pero raros son los
que conocen su verdadero contenido.
Sirviéndonos de un ejemplo común y corriente, diríamos que la práctica
mediúmnica del Espiritismo se asemeja a una agencia de informaciones civiles,
donde es mucho más importante el contenido de su "fichero" que las personas
informantes. La Umbanda es una agencia de informaciones tipo militar, pues
buscan primero conocer la "graduación" del informante, pues tal como sucede
en el mundo físico, es grande la diferencia y responsabilidad de aquello que
dice el "cabo", y lo que informa el "general". ..
El mejor proceso para desenvolver al médium que prefiere actuar bajo la
protección de la doctrina espiritista, es la que indicó Allan Kardec en el Libro de
los Médiums, mientras tanto, aquel que por simpatía, índole espiritual,
temperamento psicológico o servicio comprometido en el Espacio escoge el
mediumnismo de la Umbanda, deberá seguir los métodos prescriptos por los
"padres de cabeza", someterse a la técnica de los "mestizos desarrolladores" y
encuadrarse bajo los preceptos y rituales de las líneas de Ogum, Xangó, Ori
de Oriente, Oxosse, Oxalá, Yemanjá o Yori Yorimá.

30 Pregunta: Cuando orientamos nuestras investigaciones y tratamos de


conocer de cerca el problema espiritualista de la Umbanda y recabamos la
opinión de algunos espiritistas al respecto, se definen en dos aspectos y hasta
parecería que temen enfrentarlo. Mientras una parte condena "exabrupto" la
Umbanda, la otra guarda silencio. Aunque os parezca un pedido fuera del tema,
en esta obra os sería posible considerar estos aspectos y decirnos en síntesis:
De los dos trabajos mediúmnicos, ¿cuál de ellos es el mejor?
Ramatís: No encontramos razones, misterios aparentes o "tabúes" en ese
asunto, pues si tenéis presente que Dios es Omnipresente en toda su obra, es
indiscutible que tanto asiste a sus hijos en el seno de la Iglesia Católica, en el
Templo Protestante o en la Sinagoga Judía, como también os alienta en las
experimentaciones del Espiritismo e igualmente corresponde a los esfuerzos
ascendentes de todos aquellos que prefieren la siembra Umbandista.
De la misma forma que son condenables las arremetidas agresivas del
Clero contra la doctrina Espirita, también debe censurarse a los malos espíritus
que juzgan intencionadamente el trabajo de los umbandistas. No aconsejamos
la mezcla de ambos, es decir, Espiritismo y Umbandismo, pues todo
sincretismo religioso o doctrinario sacrifica la cualidad iniciática de cada uno en
particular, y sería poco provechoso e inferior. Mientras tanto, el respeto
espiritual de índole crítica, exige que los espiritas vean agradablemente el
esfuerzo que realiza la Umbanda en favor del Bien a través de las prácticas

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mediúmnicas, como los umbandistas deben respetar el trabajo de desarrollo de
la "mesa" kardecista.
En verdad, el denominador común que aproxima a ambas doctrinas es
alcanzar la misma verdad, el servicio caritativo hacia el prójimo y el movimiento
activo que realizan actualmente para que el hombre de hoy asuma
conscientemente su responsabilidad kármica, generada en existencias
anteriores. No hablamos del servicio mediúmnico mercenario, la magia
degradante, la superstición que encadena el progreso mental, las prácticas
primitivas que degradan al espíritu, ni los negocios censurables que se realizan
fuera de la ley, donde astutos médiums comercian con el dolor ajeno. Tampoco
mencionamos al médium espirita, que desmiente en la vida profana los
preceptos morales que intenta imponer a los asiduos frecuentadores del centro
espirita donde actúa.
Debido al grado espiritual inferior, propio de los habitantes de la Tierra, en
cualquier lugar donde viva el hombre, allí surge la hierba dañina, y si puede,
interfiere las santificadas realizaciones de lo Alto. Las elevadas entidades
espirituales que se manifiestan por los médiums criteriosos dicen: "los hombres
pasan y las instituciones quedan" (Nota del médium: Concepto de Emmanuel, por
intermedio de Chico Cándido Xavier.) a medida que el material humano inferior sea
substituido por otro mejor, también los trabajos mediúmnicos se higienizarán y
aumentaran los provechos espirituales.
Considerando directamente vuestra pregunta sobre el trabajo mediúmnico
kardecista de la "mesa" si es superior al de los umbandistas, debemos deciros
que lo más importante, en ambos casos, es la cualidad espiritual de aquellos
que trabajan en este o aquel sector del intercambio con los desencarnados.
Tened presente esta sencilla comparación: suponed que cierto hombre tiene el
pie infectado por una herida maligna, la cual atrae a las moscas,
atormentándolo constantemente; algunos le aconsejan que se cubra el pie con
una media de algodón, para evitar la influencia de los insectos.
Desgraciadamente el enfermo comprueba que las moscas continúan
posándose molestamente en el pie herido, lo cual le induce a aceptar otra
sugestión amiga para que use una media, pero de seda. Esa providencia
también fracasa. Pero, por feliz coincidencia, consigue curar la herida con el
uso determinado de cierta hierba medicinal, alegrándose por su cura radical. En
realidad las moscas molestaban a causa de su herida, importando poco que
usara medias de una u otra calidad.
De la misma forma, creemos que lo más importante para vosotros no es
probar si el trabajo mediúmnico kardecista es superior al del umbandista, pues
en ambos casos, el primero significa la media de seda y el segundo la de
algodón. Cuando desaparezcan de vuestras almas las "heridas mortales", que

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atraen a las moscas del astral inferior, sin lugar a dudas que podréis prescindir
de ambos trabajos, porque estaréis curados espiritualmente, tal como sucedió
con el ejemplo citado.

Capítulo 07

CONSIDERACIONES SOBRE LA MEDIUMNIDAD


NATURAL Y LA MEDIUMNIDAD DE PRUEBA
31 Pregunta: Deseamos conocer algunos aspectos sobre los médiums que
tienen sensibilidad psíquica avanzada, cuya mediumnidad, según nos dijisteis,
es fruto de su evolución espiritual.
Ramatís: Los espíritus que evolucionaron moralmente y se integraron a la
vida psíquica superior, cuando están encarnados tienen suma sensibilidad para
recepcionar los fenómenos del mundo oculto, y aunque no se manifiesten en
forma ostensible, sucede a través de la intuición pura. Su facultad mediúmnica
es el corolario de su evolución espiritual, antes de ser una "concesión"
provisoria. Se transforman en centros receptivos de las manifestaciones
incomunes que trascienden los sentidos físicos; su elevada sensibilidad, fruto
de avanzado grado espiritual, se afina constantemente a los elevados valores
psíquicos, facilitándoles el conocimiento instantáneo de los acontecimientos
presentes y revelaciones importantes del futuro. El bendecido don de la
Intuición Pura lo poseían en alto grado Antulio, Hermes, Rama, Krishna,
Pitágoras, Buda, Ramakrishna y Jesús, además de otros seres que pasaron
anónimamente por el mundo terreno; fue la facultad iniciática que sirvió a esos
grandes espíritus para sobrellevar las admirables transformaciones en el
espíritu del hombre.
Tanto percibían los fenómenos inmediatos del mundo invisible, como
descubrían ampliamente la síntesis de los acontecimientos futuros e
importantes de la Tierra.
Existe gran diferencia entre el médium cuya facultad es una adquisición
natural, por causa de su madurez espiritual, al del médium de "prueba", que es
agraciado prematuramente con la facultad medianímica, destinada a
proporcionarle el rescate de sus deudas karmáticas. A través de procesos
magnéticos, desconocidos para vosotros, los técnicos del Astral
hipersensibilizan el periespíritu de aquellos que precisan encarnar con la
obligación de trabajar por medio del servicio de la mediumnidad a favor del
prójimo y a su vez emprender su propia recuperación espiritual.

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En el Más Allá existen departamentos técnicos especializados que ayudan
a los espíritus a apresurar determinados centros magnéticos y vitales de su
periespíritu, despertándoles provisoriamente la sensibilidad psíquica para poder
recepcionar los fenómenos del mundo oculto cuando están encarnados. Ése es
el mandato mediúmnico o facultad transitoria a título de "préstamo" otorgado
por el Banco Divino. Pero también es un arma de doble filo, que exige severa
postura moral en el mundo, pues tanto coloca a sus portadores en contacto con
los espíritus benefactores, como los sitúa fácilmente en la faja vibratoria de las
entidades sombrías del astral inferior.
Aunque la facultad mediúmnica parezca un privilegio que contraría el
concepto de la Justicia y Sabiduría de Dios, esa concesión prematura otorgada
al espíritu en falta, implica una mayor responsabilidad en el trabajo laborioso y
espiritual. Por lo tanto, no es una gracia "fuera de tiempo" que exime a las
almas de las preocupaciones y obstáculos futuros en su evolución espiritual; es
un empréstito que le permite resarcirse de sus faltas cometidas en el pasado,
compensando el tiempo perdido con un servicio extraordinario. Los Mentores
Siderales, apiadados de los espíritus demasiado gravados en sus cargas
kármicas para el futuro, les ofrecen la oportunidad de reajustarse a la brevedad,
a fin de lograr su pronta ventura.
Entonces el médium es el espíritu que renace en la materia, comprometido
y con la obligación de ejercer un trabajo constante en favor de los postulados
sobre la inmortalidad del alma e inclusive tiene el deber de mejorar su propia
gradación espiritual. Aunque sea agraciado prematuramente con un sentido
psíquico avanzado (que no alcanzó por méritos), podrá transformar en una
facultad "natural" aquello que sólo era considerado como una facultad de
"prueba". Evidentemente, eso es difícil, pero no imposible, pues algunos
médiums, los menos, logran alcanzar la gracia de la facultad mediúmnica
natural, por medio de la facultad de prueba.
Aunque la mediumnidad fenoménica impresione profundamente los
sentidos físicos de los encarnados, en lo íntimo de la estructura espiritual del
médium de "prueba", comúnmente no llega a consolidarse el carácter moral
superior, la renuncia angélica, el desapego a las ilusiones de la vida física o la
capacidad heroica para el cumplimiento del mandato redentor. Apenas es el
instrumento convocado para el servicio compulsorio en favor del prójimo o el
transmisor de la realidad inmortal; pero por encima de todo, es el deudor
interesado en reducir su débito kármico con el planeta que le sirvió
desinteresadamente.
El médium espontáneo y natural, de elevado grado moral, y superior en
espíritu, dispensa de los entretenimientos o de la intervención técnica para
relacionarse con el mundo oculto, dado que lo consigue por medio de su alta

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sensibilidad intuitiva. Aunque la mayor parte de esos médiums no conservan la
conciencia nítida y total de los acontecimientos sublimes de que son
intermediarios, son antenas vivas evolucionadas, que bajo la inspiración de los
espíritus angélicos fluyen hacia la superficie de la materia las esperanzas
confortadoras e importantes revelaciones. Esos instrumentos exclusivos del
Bien distribuyen orientaciones benefactoras, advertencias justas e incentivan
los buenos propósitos de la vida. En lo íntimo de sus almas, la "Voz Silenciosa"
del Señor los anima, orienta y revela Su Obra, como lo hace con todos los
seres, mas los sensitivos e intuitivos la sienten en su plenitud divina.
Esos seres no participan obligatoriamente y en horas fijas para realizar los
servicios mediúmnicos, pues su naturaleza elevada los exceptúa del peculiar
desenvolvimiento torturante que padecen la mayoría de los médiums de
prueba, que actúan bajo la acción de los espíritus imperfectos, dado que son
los mejores intérpretes de la verdadera vida inmortal. Todas las
manifestaciones gloriosas y concernientes a la Creación, las focalizan en una
visión global y fecunda que restituye a la humanidad las cuotas de fe destruidas
por los malos escritores, filósofos o líderes religiosos ignorantes.

32 Pregunta: El médium de "prueba", ¿podría alcanzar el mismo éxito del


médium "natural", si después del desenvolvimiento se encuadrase bajo los
principios elevados del Evangelio del Cristo?
Ramatís: Lo que el médium natural alcanza por vía intuitiva, como suceso
espontáneo de su sensibilidad psíquica y sin necesidad de esfuerzos o
adaptaciones fuera del tiempo, el médium de prueba, sin antecedente superior
que le permita colocarse fácilmente en la faja vibratoria de la esfera crística,
está obligado al desenvolvimiento espinoso, para graduarse por medio del
entrenamiento agotador con los desencarnados imperfectos, enfrentando las
más variadas decepciones psíquicas.
La recepción inmadura muchas veces lleva al espíritu de prueba a
desengaños, fracasos y rebeldías, tal como le sucede al jugador de ajedrez,
que después de muchos lances infructuosos, vacila en mover las piezas de
menor importancia.
Tratándose de una facultad prematura y provisoria, que exige arduo y
sacrificial ejercicio en medio de las actividades terrenas, el médium que carece
de sensibilidad espiritual espontánea, que orienta fácilmente al individuo entre
los problemas confusos de la vida, casi siempre concluye sus programas
mediúmnicos después de muchos tropiezos. La perseverancia, el buen ánimo,
la tenacidad, el estudio infatigable, la lucha impiadosa contra las pasiones de la
animalidad inferior y la integración definitiva al Evangelio del Cristo, es lo que
asegura el éxito mediúmnico.

51
Sirviéndonos de una comparación diríamos que el médium natural se
asemeja al músico o al pintor que nace con el don espontáneo de ejercer su
arte, al que se entrega con facilidad y placer. El médium de prueba es el
alumno al que se obliga a estudiar una ciencia o arte, para el cual no tiene
cualidades espontáneas, precisando realizar enormes esfuerzos para
alcanzarlas bajo un prolongado entrenamiento, ejercido en medio de
vacilaciones, fracasos y decepciones.
Tampoco es imposible que el médium de prueba, integrado absolutamente
en el servicio mediúmnico bajo la égida de Jesús, se depure de tal modo que
disfrute en gran parte de la sublime mediumnidad natural, que en realidad es la
mediumnidad espiritual. Es necesario comprender que no existe una línea
demarcatoria específica entre la mediumnidad de prueba y la intuición pura,
pues siendo el médium un espíritu encarnado, tiene momentos que por fuerza
de alguna virtud bastante desenvuelta, logra ser el instrumento perfecto de la
revelación superior, como suele suceder con algunos hombres que
experimentan, parcialmente y en forma fugaz, el inefable estado espiritual
denominado éxtasis.
Cuando distinguimos al médium natural al de prueba, deseamos destacar
que el primero es un instrumento genuino y superior de la realidad espiritual, y
el segundo renace en la Tierra bajo una obligación de orden kármico.

33 Pregunta: Conforme observamos nosotros, es grande el porcentaje de


médiums que fracasan en el ejercicio de esa mediumnidad, que la
denominamos poco común y un tanto específica. ¿Qué nos decís?
Ramatís: Cuando Jesús anunció que "a cualquiera que le fuera dado
mucho, mucho le será demandado; y al que le encomendaron mucho, más le
será pedido" (Lucas, Cáp. XII, vs. 47 y 48), como es lógico su augusto pensamiento
también se refería al ejercicio de la mediumnidad. El médium natural, el intuitivo
puro, que posee el tesoro espiritual de la intuición angélica, recibe mucho por
mérito a su madurez, y "a quien mucho se le pedirá" ha de ser al médium de
prueba, aunque sea pobre espiritualmente, pues debe trabajar fuerte en el
servicio mediúmnico para resarcir sus pecados pasados.
Mientras tanto no es la posesión prematura de la facultad mediúmnica el
motivo del fracaso, como generalmente pasa con algunos médiums de prueba
en la materia. Se debe a su imperfección o contradicción espiritual, pues el
médium, comúnmente, es el espíritu que decayó de las posiciones privilegiadas
del pasado y que aún se mantiene apegado a su personalidad humana
transitoria. De ese modo, subestiman la trascendencia de los fenómenos que se
realizan por su intermedio, considerándolos como un producto exclusivo de su
voluntad y capacidad mental.

52
Aunque muchos médiums son inteligentes y mentalmente desenvueltos, el
orgullo, vanidad, ambición, prepotencia, cupidez o liviandad los hace caer de
sus pedestales frágiles, porque se creen magos excepcionales o individuos de
poderes extraordinarios para producir fenómenos y revelaciones incomunes. La
Tierra es pródiga en magos de feria, curanderos mercenarios o iniciados
sentenciosos, que a través de rituales extravagantes atraen y explotan a las
multitudes ignorantes. Son verdaderos "gibosos" de la espiritualidad, que
beneficiados por la gracia mediúmnica, concedida por los espíritus
benefactores, la explotan bajo el disfraz de la magia o poderes esotéricos, pero
evitan siempre la disciplina del espíritu, que sin duda les exigiría una conducta
honrada y absoluto desinterés en el trato con las cosas espirituales.
Mientras tanto, llega el momento en que son alcanzados de lleno por la Ley
Sideral, paralizándoles la explotación de la veta de oro mediúmnica, puesta al
servicio de un comercio tan indigno y de interés tan personal. Terminan sus
días bajo terrible humillación espiritual y sufriendo horriblemente por el mal uso
de los favores concedidos por lo Alto.
Muchas leyendas terráqueas son simbolismos y alusiones al mal uso de los
dones mediúmnicos, y debe ser una seria advertencia por parte de los
Mentores Siderales a quienes les habían depositado su confianza. La tradición
legendaria narra el caso de ciertos humanos, que después de haber sido
favorecidos con poderes excepcionales de orden angélico, terminan
perdiéndolos lastimosamente por la avaricia, cupidez, vanidad, descuido e
intereses mercenarios.
Dice la leyenda que cierto avaro fue transformado en buitre porque no
distribuyó el dinero que le habían concedido las hadas del bosque; también
cuenta la historia, del hombre ambicioso que habiendo recibido del genio del
Bien un poder excepcional, prefirió usarlo para transformar en oro todo aquello
que tocaba, terminando por morir de hambre y sed, porque hasta el agua y los
aumentos se transformaban en el dorado metal, al contacto con sus manos.
Todavía perdura la conocida leyenda del hombre que se alababa de entregarle
su alma a Lucifer, si no llegaba a gastar todo el dinero concedido en el plazo
fijado. Desgraciadamente perdió la apuesta, pues agotó todos los recursos
habidos para malbaratar la inmensa fortuna que el Diablo le proveía
constantemente, porque se olvidó de practicar la caridad..., motivo éste que le
hubiera permitido (simbólicamente) aplicar esa cuantiosa fortuna para el Bien.
Tales relatos no dejan de ser leyendas y cuentos fantásticos, pero en su
profundidad permanece la enseñanza espiritual, para quienes hacen mal uso de
los talentos proporcionados por el Señor de la Vida. La mediumnidad es uno de
esos talentos que los genios del Bien conceden a los espíritus endeudados,
necesitados de urgente rehabilitación espiritual. Esa facultad puede

53
desaparecer en cualquier momento, si su portador la profana para satisfacer su
vanidad con provechos ilícitos. Ningún médium está facultado para servirse de
la mediumnidad para uso exclusivo o aprovechamiento egocéntrico, ni
exponerla en público en forma comercial. Es uno de los bienes concedidos por
Dios a sus hijos, tal como lo dijera Jesús en su parábola, profundamente
espiritual (Mateo, 25-14, 30).
Las fuerzas psíquicas no deben degradarse con las manifestaciones
espectaculares que exaltan la personalidad humana transitoria, y se desfiguran
para transformarse en mercadería destinada a crear facilidades o atender los
caprichos de la vida física.> Los valores legítimos de las facultades
mediúmnicas, cuando son desenvueltos y practicados con el Cristo, no
producen caídas ni humillaciones que testimonian la vida equivocada de los
médiums imprudentes.
El médium, como instrumento fiel de la voluntad del Señor, revelada en el
mundo de las formas, crea destinos crueles para el futuro, cuando la
negligencia o mala fe invierte el programa espiritual que prometió divulgar en la
superficie de la Tierra. Siempre existe atenuante para aquel que peca por
ignorancia, pero es indigno e intolerante quien lo hace deliberadamente,
después de haberse comprometido para la realización de un servicio que es
fuente de Bien y progreso para muchas criaturas

Capítulo 08

DIFICULTADES EN LAS COMUNICACIONES


MEDIÚMNICAS

34 Pregunta: ¿Qué verdad existe cuando se afirma que los espíritus elevados
encuentran serias dificultades para tomar contacto con los médiums?
Ramatís: En base a la vibración sutilísima de los espíritus superiores,
distanciados del padrón espiritual común de vuestra humanidad, se ven
obligados a realizar grandes esfuerzos para que los encarnados logren
percibirlos. A través de los médiums, sublimados en el servicio del Cristo, esas
entidades angélicas se manifiestan a gusto, por encontrar fluidos sutiles y
balsámicos para revestir a sus periespíritus en el contacto con la materia. En
general, extraen gran cantidad de fluidos de los médiums y sólo aprovechan
una mínima parte, es decir, la menos animalizada y más susceptible a la
"eterización" angélica.

54
Aunque son seres sublimes, cuya presencia es agradable y tonificante para
las percepciones de las criaturas sensibles, no pueden prescindir de las
energías groseras del plano carnal cuando desean sintonizarse con el
periespíritu de los médiums. He ahí la mayor realización de los médiums en ese
elevado intercambio, cuando se dedican constantemente al Bien y viven
alejados de los vicios y pasiones degradantes, por eso también se subliman los
fluidos animalizados, debido a la constante conexión con la frecuencia vibratoria
de las regiones edénicas.

35 Pregunta: ¿Nos podéis explicar qué es lo que afecta a esos espíritus


elevados en su contacto con los médiums terrenos?
Ramatís: Les afecta los sufrimientos, pero éstos son distintos al que
padecéis vosotros en el mundo físico, pues las vibraciones espirituales de esas
entidades sublimes superan la mediocridad de la frecuencia vibratoria de la
materia, como el rayo del Sol no se perturba cuando incide sobre la vasija de
barro.
Los espíritus sabios y angélicos sólo se afligen cuando deben mantener un
contacto directo y actuar positivamente con vosotros en la materia. Cuando se
sirven de los médiums para comunicarse con los encarnados, se sumergen en
medio de las energías primarias de la vida animal, afectándoles la fatiga
producida por el magnetismo opresivo del medio, el que actúa en sus
periespíritus oprimiéndoles sus delicadas composiciones fluídicas. Realizan
hercúleos esfuerzos para bajar su dinámica angélica y poder así sintonizarse
con los fluidos inferiores y hacerse perceptibles en el mundo material.
No podemos describir con los vocablos del lenguaje humano el estado
fluídico incómodo, angustioso y opresivo que ataca a esos seres cuando se
ajustan a los fluidos coercitivos del mundo físico, y os recordamos el caso
similar de un hombre sano y jovial, que al estar habituado al oxígeno y al
perfume embriagador de las flores, se viese casi privado en su respiración
natural, al tener que absorber las emanaciones pestilentes de los pantanos. Esa
dificultad en el contacto un poco directo de las entidades angélicas con los
fluidos ásperos y animalizados del mundo terreno, nos recuerda también a esos
seres humanos, vestidos con fino traje de lino, debiendo introducirse con
urgencia en el lodo frío y repugnante para socorrer a un hermano que estuviera
en peligro.

36 Pregunta: ¿Las elevadas vibraciones de los espíritus angélicos, no


sobrepasan las frecuencias vibratorias de las fajas inferiores de la materia,
inmunizándolos contra cualquier actuación de orden opresivo? ¿Para no

55
perturbar su ventura paradisíaca, no debieran estar totalmente alejados del
contacto con nuestro mundo terreno?
Ramatís: Os reiteramos que el rayo del Sol no se perturba cuando incide
sobre la vasija de barro. Las elevadas entidades espirituales padecen por las
vibraciones angustiosas cuando necesitan entrar en "contacto directo" con los
médiums para accionarlos en su ambiente físico. Para tales efectos deben
revestirse de los fluidos terráqueos opresivos, a los que vosotros estáis
acostumbrados, por ser una condición normal de vuestra vida física. Por fuerza
de esa ley, que Dios creó para encaminar a sus hijos hacia la ventura eterna y
espiritual, todos los espíritus angélicos también cursaron por las escuelas
terrenas, y por ignorancia también incidieron en las mismas equivocaciones y
experimentaron las pasiones y vicios que aún son comunes en la humanidad
terrena.
Después de haber recorrido las etapas planetarias que los liberó
definitivamente de la carne, sólo entonces se desvistieron de los trajes de
fluidos animalizados para integrarse definitivamente en el seno de las
comunidades angélicas. En sus memorias siderales no olvidan sus dolores
atávicos, padecidos en la vida educativa de la materia, causa que les permite
apiadarse de sus hermanos encarnados que gimen a la retaguardia, y
aprovechan todos los caminos posibles para ayudarlos.
Por eso no temen enfrentar la masa pegajosa y opresiva producida por las
pasiones y vicios de la humanidad, y ciertas veces renuncian a su paz y ventura
en las moradas celestes, para renacer en la materia con el fin de suministrar
directamente sus lecciones espirituales en el seno de la familia consanguínea.
La prueba y el ejemplo lo han dado esos grandes líderes de la vida espiritual
como Antulio, Hermes, Krishna, Buda, y particularmente se destaca el amoroso
Jesús, que dejó sus esferas celestiales para habitar la carne terrena y exponer
personalmente los avanzados programas de salvación para el hombre
imperfecto.

37 Pregunta: Ante la gran dificultad que tienen los espíritus sublimes para
comunicarse con nuestro medio material, ¿no sería posible y hasta
aconsejable, que se higienizara anticipadamente el lugar donde pretenden
actuar? Esa providencia ¿no les favorecería su acción doctrinaria y ayuda
espiritual?
Ramatís: No tenemos la menor duda sobre lo que decís, pues para tener
un mejor contacto mediúmnico con vosotros, los espíritus superiores requieren
la cooperación de los técnicos siderales para la necesaria higienización fluídica
o "ionización" del ambiente donde deben manifestarse y ejercer una acción
profiláctica sobre los médiums. Éstos acostumbran en su generalidad a

56
participar en los trabajos mediúmnicos, envueltos por su aura psíquica
conservando los residuos mentales de los pensamientos, palabras, objetivos y
hábitos adquiridos durante el día. Esa emanación residual de la mente del
médium es una densa cortina de fluidos inferiores, que se interponen entre los
espíritus elevados que deben comunicarse requiriendo su dispersión o limpieza
del halo mental.> Aunque esta providencia beneficiosa se realice con bastante
anticipación, en general las entidades elevadas necesitan adaptarse durante un
espacio de tiempo, que dura de tres a seis horas en medio de los fluidos
densos o sustancia espesa, para poder actuar en medio del mundo material.
El mensaje espiritual transmitido desde las esferas elevadas hacia el
mundo físico exige anticipadamente un delicado planeamiento, y además los
mensajeros responsables por sus comunicados benefactores deben ser
ayudados técnicamente en el descenso gradual a través de las carnadas de
fluidos inferiores. La reducción vibratoria a causa del adensamiento gradual del
periespíritu debe realizarse en perfecta correspondencia con el tiempo de
trabajo y el "quantum" de energía disponible en el ambiente donde debe
efectuarse. La entidad superior que voluntariamente se dedica al servicio
espiritual, junto a los encarnados, debe aprovechar su trabajo al máximo por
causa de los fluidos densos y la actuación angustiosa del medio sobre su
delicada vestidura periespiritual.> En el ambiente terreno tampoco es
aconsejable la permanencia inadecuada en lugares inapropiados para la
organización física. Sería absurdo, por ejemplo, exigirle al higienizador de los
habitáculos de las fieras en el zoológico que permanezca en su interior más del
tiempo necesario, dado lo infeccioso del trabajo que realiza.
El servicio sideral junto a la Tierra está supervisado automáticamente por lo
Alto, como también se prevén los acontecimientos favorables o no, que
pudieran manifestarse durante el descenso vibratorio de las entidades
angélicas, cuyo plazo es cuidadosamente determinado para no oprimir las
energías periespirituales de tan excelsas almas. Cuando se proponen ayudar a
los encarnados, necesitan revestirse de una coraza protectora de fluidos
densos que les impide los mínimos movimientos, tal como sucedía con los
buzos antiguos, cuya escafandra les cohibía sus movimientos en el fondo del
mar.

38 Pregunta: En ese plan meticuloso que los espíritus superiores elaboran


para "bajar" hasta nuestro mundo, ¿alcanzan éxitos en sus empresas
benefactores?
Ramatís: Raras veces consiguen alcanzar la totalidad de sus objetivos
planeados con el mundo material, y se consideran muy satisfechos, después de
tan heroica empresa, cuando logran la vigésima parte de lo previsto. Aunque

57
necesitan movilizar todas sus energías periespirituales en conexión con su
inteligencia, perseverancia y tenacidad espiritual, no ignoran que los resultados
son bastante precarios en el sentido de esclarecer al hombre terreno.

39 Pregunta: ¿Podéis indicarnos cuáles son los factores más adversos que
esas entidades superiores deben neutralizar en el contacto sacrificial con el
médium?
Ramatís: Los factores principales se deben a la deficiencia del material
humano, siendo en este caso el médium encargado de recepcionar los
pensamientos e interpretar las orientaciones angélicas y que están dedicadas
para la comprensión del hombre encarnado. Muchas veces un programa
elaborado cuidadosamente por esas entidades se sacrifica en su cumplimiento
final, por causa del médium que vive adherido a las pasiones y vicios del mundo
terreno, atrayendo a los espíritus infelices y vampirizadores que lo desvían
fácilmente de su tarea benefactora.
La irresponsabilidad, la comodidad, los placeres efímeros y los intereses
que invierten los valores pueden aniquilar a última hora un programa sideral
que necesitó muchas y apreciadas energías de las almas excelsas. Esto
sucede porque los intérpretes humanos se niegan a cumplir, exactamente, la
etapa final que les cabe efectuar en el servicio de propagar el mensaje
espiritual educativo.
Se asemeja a la construcción de un gran edificio con fines culturales, que a
pesar de haber sido planeado con inmenso cariño por los ingenieros
competentes, adquirido el costoso material y preparado sus bases, los
operarios resolvieran, en acto de condenable irresponsabilidad, negarse a
trabajar.

40 Pregunta: ¿Cómo debemos interpretar esa irresponsabilidad de los


médiums ante ese plan de trabajo sacrificial de ayuda a la Tierra, emprendido
por los espíritus superiores?
Ramatís: No debe pareceros dudoso que la realización en la parte final de
ese programa superior dependa de la última pieza, que es el médium
encargado de materializarlo en el ambiente físico. A pesar de ser un proyecto
organizado en las regiones superiores y por encima de las imperfecciones
humanas, su revelación a la luz de los sentidos humanos exige el concurso
indispensable del médium, como último eslabón situado en la materia.
Aunque sea la ultérrima pieza en el esquema sideral, es imprescindible para
ejecutar el trabajo. Es la ventana viva, relativamente importante, pero tan
responsable por la eficacia del mensaje benefactor que debe entregarse al
mundo físico, como la victoria del ejército beligerante depende del plan urgente

58
que envía el comando general, por medio del mensajero ignorante. Como
espíritu encarnado, con sensibilidad psíquica avanzada para unificar los dos
polos, el del mundo material y el espiritual, el médium representa la etapa final
de los objetivos planeados por los espíritus superiores.
Por eso, grande es su responsabilidad en los trabajos de ayuda con las
entidades superiores, pues además de su deficiencia espiritual, recibe la dádiva
de la mediumnidad para su redención moral y es agraciado por la confianza
angélica que lo asocia a las tareas sublimes de esclarecer a los humanos.
Lastimosamente, algunos proyectos siderales descienden hasta la superficie
terrena debido a la renuncia y al sacrificio heroico de sus elevados ejecutores,
pero quedan pendientes, en su última etapa, por la frágil voluntad, indocilidad y
caprichos de ciertos médiums, esclavos de las pasiones deletéreas y devotos a
las ilusiones tontas de la vida física.
Debido a los esfuerzos conjugados de todas las entidades experimentadas
que canalizan el trabajo educativo de las múltiples e intermediarias esferas
entre la Tierra y el mundo angélico, los principios esclarecedores de la vida
inmortal, descienden hasta el nivel común de los médiums serios de la Tierra,
pues algunos por su abnegación y criterio superior, compensan la
irresponsabilidad e incomprensión de los compañeros descuidados.

41 Pregunta: Nos cuesta creer, que el esclarecimiento de lo Alto hacia el


humano de la Tierra, siempre se haya efectuado de esa forma, debiendo el
éxito depender únicamente de los médiums negligentes e irresponsables.
Ramatís: No existe ninguna duda, pues el esclarecimiento espiritual del
hombre debe hacerse a través del mismo, pues siendo un espíritu encarnado,
también es un médium en potencia ligado al mundo invisible. Algunos son
inconscientes de su función y tanto transmiten el bien como el mal; otros,
conscientes del fenómeno mediúmnico, se transforman en instrumentos
eficaces y disciplinados de la revelación oculta.
También es necesario aclarar que las entidades elevadas de los planos
superiores no dependen exclusivamente de los hombres imperfectos para
transmitir sus mensajes salvadores, pues mientras millares de hombres o
médiums convocados para ese servicio dejan de ejecutarlo, basta un puñado
de sublimes intuitivos, sintonizados a la Mente Divina, para compensarlo en
forma loable. Todas las vacilaciones en el intercambio mediúmnico,
revelaciones contradictorias, fracasos de las misiones espirituales y demoras en
las orientaciones para los humanos, fueron compensadas satisfactoriamente
por la presencia de un Rama, Hermes, Antulio y el Divino Jesús, que
restablecieron las bases indestructibles de la Verdad Inmortal.

59
42 Pregunta: ¿Los médiums de "prueba" también están comprometidos con las
tareas elevadas? ¿Cómo distinguiremos a los ligados con los compromisos
severos de lo Alto, con aquellos que únicamente deben rescatar su fardo
kármico a través del servicio mediúmnico? Los médiums, en general, ofrecen
condiciones diferentes en su moral y capacidad intelectual, por dicha causa se
hace difícil identificar a los aptos de aquellos que no tienen responsabilidad.
¿No es verdad?
Ramatís: Nuestro principal objetivo, en estos relatos, es resaltar la
responsabilidad de los médiums en el desempeño de su tarea mediúmnica y
exhortarlos para su actividad en el mundo de las formas. Reiteramos que el
médium es el hombre directamente comprometido con la dirección espiritual del
planeta, para realizar un servicio definido junto a la humanidad, como así
también en favor de su renovación moral superior.
Como no pueden eximirse de su obligación prereencarnatoria que
asumieron en el Espacio, deben apurar su carácter, controlar sus emociones y
apresurar su intelecto, en contacto permanente con los preciosos valores de la
espiritualidad.
En consecuencia, no es muy importante preocuparse por distinguir cuáles
son los médiums comprometidos con los espíritus sublimes, destinados a
ejercer trabajos poco comunes en el mundo físico. Lo seguro y provechoso es
que todos los médiums cultiven dignamente la vida humana y renuncien
definitivamente a las ilusiones del mundo, protegiéndose contra las perfidias del
astral inferior y acreditándose electivamente para cumplir íntegramente
cualquier mandato, bajo el comando de las falanges angélicas.

43 Pregunta: ¿Cuáles son los motivos que generalmente inducen a los


médiums para que desistan a última hora, imposibilitando a sus mentores para
el cumplimiento de su programa sideral, después de tantos preparativos?
Ramatís: Los médiums, en su mayoría, antes de encarnar prometieron
cumplir puntualmente determinados programas con objetivos espirituales, que
les fueron expuestos en el Más Allá, a fin de influir a ciertas criaturas hacia su
renovación espiritual. Mientras tanto, a último momento, gran parte desisten o
desatienden su compromiso espiritual, mientras que otros viven tan
equivocados que se impermeabilizan a la receptividad de sus elevados
mentores. En general se dejan influenciar por los espíritus maquiavélicos de las
sombras, que hacen lo imposible para interceptar los elevados mensajes,
trabajando activamente contra los objetivos beneficiosos de la vida crística.>
Cuántas veces, después de la asidua y benefactora asistencia del Guía junto a
su médium, sugiriéndole para que participe de ciertos trabajos mediúmnicos a
fin de eliminar las convicciones erradas de algunas criaturas, el médium desiste

60
de su tarea por la noche, prefiriendo realizar su visita trivial, demorarse en la
comida excitante o entregarse a la aventura pecaminosa.
El éxito de ese intercambio mediúmnico y superior depende muchísimo del
estado vibratorio del espíritu del médium, lo que solamente se logra cuando se
dedican a la vida sana de cuerpo y alma, a fin de mantener aptitudes propicias
para la convocación del servicio espiritual. Cuántas veces el médium se
presenta a cumplir con sus obligaciones, después que abandona la mesa
opípara, con el estómago y los intestinos saturados por la misma de la carne
embebida por el alcohol, que mal pueden disimular los eructos a causa de la
fermentación producida por la digestión descontrolada.
Cuando no, derrochan los últimos minutos que les falta para servir
mediúmnicamente en el humorismo capcioso de la palestra intencionada y
anécdotas indecentes, cuyos asuntos gravitan contra la figura delicada de la
hermana mujer. Con ese cuadro de aptitudes se presentan para cumplir su
tarea junto a la "mesa espirita", con los fluidos corrompidos, a pesar del
esfuerzo profiláctico de sus guías para higienizarlo de las impurezas comunes.
Todavía quedan aquellos que buscan la concentración medianímica, después
de la violenta discusión conyugal o de las .alteraciones producidas por la
disputa con el vecino caprichoso. Se debilita la práctica de la mediumnidad en
aquellos que destrozan sus nervios con emociones tontas, a través de los
juegos de naipes clandestinos por la avidez de ganar en las apuestas
imprudentes, o quienes comentan coléricamente los lances dudosos de su club
favorito en competiciones poco afortunadas.
Así los nobles proyectos programados en el Espacio a fin de esclarecer a
la humanidad terrena, quedan bajo la exclusiva dependencia de los médiums
imprudentes, que no aprovechan el beneficio de la mediumnidad concedida
generosamente para su ventura espiritual.

44 Pregunta: ¿Qué es lo que caracteriza al médium dispuesto para ejercer el


intercambio con los espíritus superiores?
Ramatís: El médium caracterizado y definitivamente propuesto por su
sensibilidad mediúmnica, que puede ser útil para el servicio activo del Bien, se
asemeja al mensajero enviado hacia la ruidosa ciudad, llena de vicios e
ilusiones peligrosas, donde debe divulgar el mensaje sublime que le
encargaron. Tiene derecho a cambiar su vestido empolvado, por el traje limpio,
disfrutar de una alimentación adecuada, del sueño reparador y permanecer
junto a sus familiares o seres queridos. Mientras tanto, se comprometió para
evitar todo contacto vicioso e indigno que pudiera manchar el trabajo superior y
atraer la confianza de aquellos que lo acreditaron para proseguir con los
objetivos benefactores.

61
En su contacto espiritual está obligado a repeler cualquier iniciativa que
fuera capaz de subvertirle la sensibilidad mediúmnica o afectarle el carácter
espiritual, como son las aventuras condenables, donde el desprecio, la malicia,
las pasiones peligrosas o el vicio deletéreo terminan atrofiando a las mentes
livianas e indisciplinadas. Debe ser el esposo digno, el padre amoroso, el
ciudadano honesto, el hijo generoso, el amigo fiel para aquellos que lo aceptan
en el círculo de su amistad, o el hombre tolerante y benévolo con sus
adversarios.
Aunque no desprecie a los viciados e infelices que caen bajo el manto de
las pasiones pecaminosas,'jamás debe pactar con el vicio y la corrupción. Jesús
agasajaba a los pecadores, pero de modo alguno era consecuente con el vicio
y las impurezas del mundo. Amaba a los hombres aunque fueran pervertidos o
débiles de espíritu, pero no se asociaba a las tramas deshonestas ni admitía la
degradación moral.
El médium, como espíritu que aceptó la tarea de servir a los encarnados,
necesita evitar las prácticas viciosas que le carguen aún más el karma del
pasado, así logra usufructuar del aura benefactora que se nutre de los fluidos
sanos, pensamientos elevados y sentimientos de bondad. Aunque sea un
espíritu encarnado actuando en medio de la vida turbulenta, participando de los
ambientes infelices y de los sufrimientos humanos, le cabe el deber de orientar
al prójimo en medio de la zarza contradictoria de la vida humana, ofreciéndole
las enseñanzas confortadoras que recibe de sus amigos desencarnados. Pero
no debe olvidar que por encima de todas sus obligaciones mediúmnicas,
precisa cuidar cariñosamente de su redención espiritual.
Si aún existe un contacto provechoso de los planos superiores con la
humanidad encarnada, se debe al heroísmo de esos espíritus bondadosos que
abdican de su ambiente paradisíaco para ayudar a sus hermanos
comprometidos con la carne.

45 Pregunta: Esas frustraciones en el intercambio con los espíritus


benefactores, ¿ocurren únicamente con los denominados "médiums de
prueba", o suceden también con aquellos cuya mediumnidad es el fruto de su
evolución espiritual?
Ramatís: Conforme manifestamos anteriormente, existe una perfecta
distinción entre la mediumnidad de "prueba" y la mediumnidad "natural", siendo
la última una facultad intrínseca del espíritu sublimado, es una resultante o
corolario de su graduación espiritual. Aquel que posee la Intuición Pura, como
percepción angélica, fruto bendecido de los milenios de sacrificio, renuncia y
renovación moral en la escala espiritual, se pone fácilmente en contacto con la

62
conciencia crística del Creador, pues vive en su intimidad el estado de Paz y
euforia de las almas santificadas.
No sufre alteraciones espirituales en su faja vibratoria alcanzada es inmune
a las malas influencias, pues no vibra con las modulaciones inferiores de los
vicios, pasiones o seducciones de la materia. No elude la vibración
reconfortante del comando angélico del orbe. Su alma filtra los pensamientos y
revelaciones angélicas, tal como brilla la diamantífera lámina expuesta a la luz
del Sol, sin empañar su brillo natural.
El médium natural no exige a los elevados dignatarios de la Vida Oculta
que desciendan vibratoriamente hasta sus organizaciones humanas, para
efectuar el trabajo mediúmnico, pues están ligados permanentemente a la
fuente angélica y son una prolongación viva en la Tierra. Es el ciudadano
sideral que descendió de su morada sublime, pero sin desligarse de su excelso
plano, cuya mente vibra distante de los pensamientos equivocados o residuos
morales poco dignos. A fin de daros un ejemplo aclaratorio, diríamos, que el
médium en prueba es la lámpara de color que emite su luz conforme al filtro
que posee, mientras que el médium natural es un foco de luminosidad cristalina
e irradia constantemente su pureza original.
Como en la intimidad del espíritu no hay retrogradación, el médium natural
no presenta contradicciones en su facultad y es la fiel exposición de su grado
espiritual. La facultad mediúmnica es intrínseca a su índole superior y no puede
mancharse con las imperfecciones del medio donde vive, porque no hay
decadencia en su nivel superior alcanzado. En consecuencia, jamás
decepciona a las almas que lo inspiran por la "vía interior" y lo inducen a elevar
el patrón espiritual del mundo físico.
Jamás precisa ser accionado para actuar correctamente, a causa de su
permanente conexión con el pensamiento crístico, siendo un verdadero
centinela de los planos elevados sobre la Tierra. Cuando piensa, desea o actúa,
reproduce vivamente el mensaje angélico, porque siendo íntegro en el contacto
con esas entidades, se refleja en sus actos la voluntad definitiva del Creador.
Así fueron Francisco de Asís, Antonio de Padua, Krishna, Teresa de Jesús,
Pitágoras, Buda, Jesús y muchos otros que fueron anónimos y que el mundo
desconoce por su gran renuncia y humildad.

46 Pregunta: Los médiums desentendidos de sus compromisos espirituales,


¿deberán sufrir una vez desencarnados, la pena impuesta por el Tribunal
Divino?
Ramatís: Innecesario es decir cuál es el sufrimiento de los médiums que
no cumplen su mandato espiritual con dignidad en la Tierra y que solicitaron
para su redención antes de reencarnar, mas ese sufrimiento no se aplica a

63
semejanza de la justicia humana. Aunque no se le aplique castigo alguno
determinado por las autoridades siderales, sus condiciones vibratorias de
angustia y remordimiento crucial, es suficiente para oprimirles sus conciencias.
Después que despiertan en el Más Allá y reconocen a la luz meridiana de
su conciencia espiritual los enormes perjuicios que causaron en el programa
organizado por los espíritus benefactores, los médiums infractores se vuelven
más infelices, comprobando la urgente necesidad de recomenzar la misma
tarea en la Tierra, en condiciones peores y sin el apoyo angélico, del cual
abusaron negligentemente. Como la fila de espíritus desencarnados que
esperan tomar nuevos cuerpos físicos para rehabilitarse es muy extensa, esos
médiums perdularios y errados tendrán que permanecer muchos años en el
astral, para meditar sus desdichas y sufrir el efecto de sus íntimas
equivocaciones.

Capítulo 09

EXTENSIÓN Y PROFUNDIDAD DE LAS


COMUNICACIONES MEDIÚMNICAS

47 Pregunta: ¿Por qué motivo les resulta imposible a los desencantados,


describir exactamente a través de los médiums la realidad del Más Allá? Eso
nos ayudaría a eliminar definitivamente las dudas, bastante comunes, que
existen en todos los géneros de trabajos mediúmnicos y terminaría por darnos
un concepto amplio de la vida inmortal. ¿No es verdad?
Ramatís: Es muy difícil para los encarnados que viven en el mundo de la
tercera dimensión, comprender con claridad los fenómenos y manifestaciones
que se producen de "este lado", cuyo plano es regido por dimensiones
inconcebibles para la física humana. Aún más, los estados vibratorios vividos
por los desencarnados superan cualquier concepción dinámica de la velocidad
concebida por los terrícolas.
Nuestras comunicaciones hacia el mundo físico, como lo hacemos en este
momento, son transmitidas por intermedio del cerebro periespiritual del
médium, exceptuando el cerebro físico. Nuestro médium, por ejemplo, a fin de
hacer coherente nuestros relatos del Más Allá, moviliza todos sus esfuerzos de
memorización espiritual tratando de evocar los hechos vividos en su peregrinaje
por el mundo astral, cuando era desencarnado, es decir, en el espacio de
tiempo que media entre dos encarnaciones, y por excelencia, las dos últimas.

64
Materializa nuestros pensamientos por medio de los signos gráficos de la
escritura a medida que lo inspiramos y procura relacionarlos con las imágenes y
conocimientos almacenados en su subconsciente, de ese tiempo que vivió
fuera del cuerpo físico. Los dictados mentales los escribe y trata de colocarlos
en la frontera de los dos mundos, para darles más tarde el retoque y ajuste
necesario y que sea comprensible en lenguaje humano. Como nosotros no
disfrutamos en el presente del cerebro físico que nos sirvió en la última
existencia física en la Indo-China, solamente actuamos por el periespíritu del
médium, sin intervenir para nada en el cerebro material. En caso contrario, si
procediéramos sobre su cerebro material, tendría que ser un médium
completamente sonambúlico, porque su facultad nos permitiría actuar
directamente sobre su sistema cerebro-espinal en combinación con el conjunto
de ganglios nerviosos.
En consecuencia, se ve obligado a recepcionar la "mitad' de la realidad
espiritual de nuestro mundo; después le incumbe compensar la otra mitad con
las sugestiones e imágenes terrenas que conoce, ajustándolas en forma
comparativa y que supone es la fenomenología astral.
Ese es uno de los motivos por qué la mayoría de los médiums no consiguen
hacer una descripción exacta del Más Allá, conforme al dictado que le
proporcionan los espíritus desencarnados. Durante la comunicación
mediúmnica se produce una fuerte reducción vibratoria por parte de las
entidades comunicantes, debido a su gran esfuerzo para tomar contacto con la
materia, para exponer con éxito los fenómenos del mundo oculto. Es obvio que
esa reducción vibratoria sólo ocurre con los espíritus superiores, pues los
desencarnados imperfectos, o malévolos, a veces vibran en una frecuencia
inferior a la del propio médium.

48 Pregunta: Esa dificultad mediúmnica en el intercambio con las entidades,


¿no podría reducirse atrayendo al médium un poco más hacia el mundo interior
del astral, es decir, haciéndole ver la realidad del plano que moráis?
Ramatís: Algunas veces conseguimos atraerlo hacia el plano donde
accionamos y tuvimos bastante éxito. Pero la facultad de nuestro médium
actual es más intuitiva; a veces su inspiración emotiva en sintonía con la
inspiración intelectiva le hace presentir el fenómeno de la comunicación, que
"escucha" a través de la voz inmaterial de los espíritus. Es una mediumnidad
que evoluciona en concomitancia con la evolución moral e intelectual del
médium, proporcionándole gradualmente la visión panorámica y profunda de las
cosas inmateriales. Siendo el hombre un espíritu inmortal y cuando más se
expande la centella espiritual que existe en la intimidad de su ser, también
abarca mayor área de realidad del Creador. El apresuramiento moral del

65
espíritu le faculta para participar con más intensidad en la vida oculta, mientras
que su aceleración mental le permite juzgar con eficiencia y exactitud aquello
que provechosamente le facilita el poder del sentimiento crístificado.> Aunque
el médium que estamos utilizando no vea ni oiga los asuntos que le estamos
transmitiendo, los siente en su intimidad periespiritual. Después los reúne por
medio de su inspiración intelectiva y coordina la exposición para el mundo
exterior. Ciertas veces no consigue ajustar a tiempo los vocablos exactos para
exponer correctamente nuestro pensamiento, ni logra identificar con precisión
alguna de las ideas que le proyectamos en el cerebro periespiritual. En ese
momento se ayuda apresuradamente con el vocablo más viable que tuviera a
tono en su mente, aunque esa interpolación provisoria no sea fielmente la que
debe escribir.
En el momento que le dictamos demora en buscar las palabras o términos
que definan aquello que recibe de nosotros, pues interrumpiría el flujo de la
inspiración y perdería el tema esencial del mensaje enfocado. Más tarde,
cuando revisa el trabajo psicografiado, vuelve a estar bajo nuestra inspiración,
siendo intuido para que sustituya palabras o frases que puedan distorsionar la
fidelidad del mensaje que le fue transmitido desde el Espacio. Y cuando más
revisa y corrija el fruto de nuestra mutua colaboración, también se aproxima al
contenido exacto que elaboramos en favor de nuestros lectores. En base a la
diversidad vibratoria existente entre los dos planos, material y astral, actuamos
en el médium bastante distanciados del elemento fluídico que nos es familiar y
natural, obligándonos a trabajar bajo las leyes opresivas del mundo físico. Va a
cumplirse un milenio que desencarnamos en la Indo-China y debido al tiempo
transcurrido todo nos parece más grosero y extraño cuando debemos penetrar
nuevamente en su campo magnético, para poder actuar sobre las cosas y los
seres del mundo físico. Ese magnetismo denso actúa nocivamente en nuestra
organización periespiritual, que se encuentra condicionada a las energías libres
de "nuestro plano". Lo mismo sucedería en el mundo físico, si alguien se
apartara de la Tierra para vivir exclusivamente en la estratosfera, habituándose
definitivamente al oxígeno rarificado, donde encontraría inmensa dificultad para
volver a adaptarse a su antigua respiración, ni bien intentase regresar al suelo
terráqueo.
De esa forma debemos bajar hasta el nivel de comprensión y percepción
del médium, que es un espíritu encarnado y de temperamento sensible a las
formas del mundo físico. Durante el tiempo que actuamos sobre los médiums,
nos distanciamos bastante de las leyes que rigen el campo vibratorio sutilísimo
del mundo astral donde vivimos normalmente, para someternos dócilmente a la
acción de las leyes comunes que rigen a los fenómenos fisioquímicos de la
Tierra.

66
Cuando analizamos los diversos fenómenos inherentes a la Tierra,
verificamos la gran diferencia que se manifiesta en la regencia de las leyes que
disciplinan las relaciones humanas y los diversos estados físicos de la materia.
Los movimientos ligeros que el hombre realiza en la superficie terrena, son
contrarrestados ni bien se sumerge en el agua, debiendo movilizar recursos
diferentes para no sucumbir por falta de oxígeno.

49 Pregunta: Dado que el hipnotizador consigue dirigir la mente del "sujeto" en


trance, ¿no podríais serviros con más fidelidad de vuestro intermediario, si lo
sometieseis a una fuerte hipnosis?
Ramatís: Esa hipnosis anulando la voluntad del médium, sería flagrante
violación de nuestra parte, pues solamente los espíritus maquiavélicos,
obsesores o entidades inescrupulosas no escatiman esfuerzos para accionar
hipnóticamente sobre las criaturas reencarnadas o desencarnadas, cuando
desean transformarlos en sus prolongaciones vivas para satisfacer bajos
deseos. No es permitido violar la mente de nadie, aunque esa intervención
pueda favorecer nuestras comunicaciones con los encarnados. Los médiums
también se encuentran situados en un plan de trabajo colectivo y organizado
por otros espíritus benefactores y responsables por su evolución que los
ayudan a desenvolver la conciencia espiritual, como verdaderos jardineros
divinos que acompañan el crecimiento de la flor cuando comienza a
entreabrirse paulatinamente, en vez de debilitarla con una vida artificialmente
prematura.
Si el médium que nos sirve en este momento fuese escogido en el Espacio
para la transmisión fidedigna de nuestros pensamientos, no tengáis la menor
duda que hubiera sido totalmente sonambúlico. Pero es portador de la
mediumnidad intuitiva y raras veces se comporta como médium semimecánico.
Además, el trabajo espiritual que desenvolvemos por su intermedio hacia el
mundo físico, está basado en la ejecución por la facultad de la intuición.
Aunque intentásemos la hipnosis del médium, apenas nos serviríamos de
su bagaje semiconsciente, o memoria acumulada, a causa de sus experiencias
reencarnatorias, y también tendríamos que enfrentarnos con los automatismos
instintivos y estratificaciones psicológicas, como es común en las prácticas
hipnóticas. No convendría forzarlo para que incidiera en su memoria del
pasado, cuando nuestro principal objetivo es mantenerlo despierto para poder
comunicar los importantes mensajes para el presente, que deberá servir a
determinadas personas como orientación educacional de su espíritu. No hay
dudas que con una actuación tenaz y persistente sobre los encarnados débiles
de voluntad y situados en ambientes lesivos, terminarían rápidamente en
completa hipnosis. Pero, como dijéramos anteriormente, eso es más apropiado

67
a los espíritus delincuentes, que solapadamente debilitan las defensas
espirituales de sus víctimas, hasta dominarlas y hacer verdaderos instrumentos
vivos de degradación en la materia.

50 Pregunta: Tratándose de una tarea benefactora, ¿no sería mejor alcanzar el


éxito deseado por lo Alto, a través de un médium que aun actuando bajo
hipnosis de la entidad espiritual fuera dócil a las ideas superiores, en vez de
enfrentarse con su voluntad y desconfianza mediúmnica?
Ramatís: Preferimos enfrentar la voluntad y la mente del médium, aunque
posea desconfianza sobre nuestros relatos y que suponga ser el producto de su
elucubración mental. Como no alcanza a identificar con seguridad el insólito
fenómeno del cual participa con nosotros, casi en estado de vigilia, es
razonable entonces que algunas veces restrinja nuestra influencia
comunicativa, suponiendo que es su propia intervención anímica. Cuando
dictamos estos mensajes necesitamos trasponer cuidadosamente su barrera de
prevención psicológica y demás condicionamientos naturales de su existencia
humana.
Como el asunto tratado trascienda sus conocimientos, nos opone mayor
resistencia mediúmnica, porque desconoce anticipadamente todo cuanto le
intuimos. En otros aspectos, cuando enfrentamos obstáculos más fuertes,
procuramos ayudarnos con la facultad semimecánica de nuestro médium, como
en el caso de las consideraciones que le son adversas o extrañas.

51 Pregunta: Ya que sois contrarios a la hipnosis mediúmnica, para el mejor


aprovechamiento del médium, ¿cuáles serían los recursos o providencias a
tomar a fin de alcanzar éxito en vuestras comunicaciones?
Ramatís: Muchas veces el éxito de nuestras comunicaciones depende de
la preparación que efectuamos en el médium durante el sueño, a distancia del
cuerpo y cuando es sometido a cierto tratamiento técnico por los
magnetizadores de "este lado" que le acentúan su receptividad mediúmnica y la
dinámica psicográfica. En noches tranquilas lo trasladan a las principales
escenas y lo adoctrinan sobre los asuntos que al día siguiente deberá
psicografiar por nuestro intermedio. Esa providencia le ayuda muchísimo,
avivándole el contenido de las comunicaciones posteriores y que recibe durante
su salida en cuerpo astral.
Además, esas dificultades están previstas por todos los espíritus
conscientes de sus trabajos junto a los encarnados en el servicio de
esclarecimientos fraternos, precisando servirse de los médiums intuitivos o
semimecánicos, cuya voluntad no pretenden violentar.

68
Aunque existen múltiples facultades mediúmnicas, que se agrupan bajo la
denominación de intuitivas, mecánicas, sonambúlicas, incorporativas, videntes,
de fenómenos físicos o terapéuticos, siendo unas más nítidas y favorables, y
otras más intelectivas y objetivas, lo cierto es que aún así no "hablamos" ni
"escribimos" por simples autómatas de carne. Los médiums, en verdad, son
organizaciones vivas y señores de su memoria estructurada en los milenios
pasados, cuyas concepciones particulares varían tanto sobre el plano físico,
como en el mundo invisible.
En nuestras almas siempre se impone un cierto atavismo intelectual, hábito
filosófico o cristalización psicológica del pasado que nos distingue
particularmente entre los demás seres, siendo un bagaje que nos obliga a
encarar los asuntos "nuevos" bajo los "viejos" moldes que nos han sido muy
familiares. En los médiums ese condicionamiento del pasado se transforma en
fuertes barreras, difíciles de remover por parte de los espíritus comunicantes.
Sólo los espíritus persistentes y esforzados, después de mucho tiempo de
adaptación junto a su mediador, logran la eficacia deseada.

52 Pregunta: A pesar de los obstáculos y dificultades que nos decís, ¿aún


encontráis conveniente la prosecución de las comunicaciones mediúmnicas
entre los encarnados y desencarnados, aunque no se alcancen grandes éxitos?
Ramatís: No debéis olvidar que nos estamos refiriendo particularmente a
la acostumbrada negligencia y desconfianza con que los encarnados
acostumbran a recibir las noticias del Más Allá por vía mediúmnica. Aunque
existan muchas dificultades y grandes fracasos en el intercambio mediúmnico,
los espíritus laboriosos y benefactores alcanzan razonables éxitos con los
objetivos previamente trazados por lo Alto. En general, todos los obstáculos
mediúmnicos, en el servicio de comunicación espiritual, son consecuencias
previstas y evaluadas por la Técnica Sideral.
Dentro de la ética y responsabilidad con que los espíritus bondadosos
aceptan en el Espacio sus misiones salvadoras, los resultados conseguidos
posteriormente les compensa el esfuerzo realizado en favor de los encarnados.
Los médiums estudiosos de la doctrina espirita y devotos a las prácticas de las
enseñanzas evangélicas del Cristo, logran afianzar los deseos del Espacio por
su conducta y dedicación al Bien, consiguiendo transferir provechosamente
hacia la Tierra los mensajes que descienden de las esferas elevadas para la
humanidad imperfecta.

53 Pregunta: Como nos habéis dicho que existen muchas dificultades para el
contacto directo de las entidades superiores con los médiums, ¿nos podréis

69
informar si tienen los mismos tropiezos cuando procuran inspirar al hombre
común, exceptuando de la prueba mediúmnica?
Ramatís: El hecho en sí no es que los espíritus superiores inspiren a los
hombres, o que éstos causen obstáculos; por regla general, los hombres son
difíciles de ser inspirados. Son pocos los que viven sin estar encadenados a los
intereses inmediatos del mundo físico; realmente, sufren la actuación hipnótica
de los fluidos densos producidos por su esfera mental, ligándolos familiarmente
a las carnadas bajas del astral inferior. Los espíritus benefactores realizan
muchos esfuerzos para despertar a sus pupilos a través de la sugestión mental
e influirles el corazón, a fin de apartarlos de la fascinación mórbida ejercida por
las pasiones y tesoros efímeros del mundo material. Una vez expuesto esto
¿cómo podrían los espíritus atravesar los fluidos densos, plomizos y pegajosos,
que comúnmente se ciernen sobre las criaturas sedientas de sensaciones
inferiores?
En su mayoría los hombres caminan por las calles de las ciudades dentro
de sus auras ovoides conformadas por el bajo eterismo animal de la Tierra,
cuales impermeables confeccionados de fluidos densos y aceitosos. Algunos se
destacan por las manchas terrosas y rojizas que emanan de su aura nebulosa,
atrayéndoles el deseo sexual subvertido, otros presentan el color escarlata
llameante, identificando el odio que sustentan contra sus probables adversarios
de la vida en común. En el manto de fluidos densos que los envuelve, como la
cerrazón opaca de las mañanas frías, cerniéndose sobre el río lodoso, se
acentúan los fragmentos coloreados de los más inimaginables tonos.
Son las tonalidades que marcan los buenos y malos pensamientos, los
deseos impuros y los sentimientos altruistas. Algunos colores tienden a diluirse
bajo el impulso de las ideas benevolentes; otros se retuercen en el fluido
pegajoso que se exuda de la efervescencia del instinto animal, revelando a los
desencarnados el carácter de los hombres. Los espíritus gozadores siguen
aferrados a los encarnados, que son como usinas vivas de fluidos malos,
alimentándose voluptuosamente de las peores intenciones y proyectando los
cuadros más sensuales en la mente sin educación. Sugieren las aventuras
condenables, estimulan el odio, la violencia, la cupidez, la deshonestidad y la
venganza; exaltan el orgullo, activan el amor propio herido o subvierten la
conciencia al juzgar las intenciones inofensivas y los gestos menos
condenables del prójimo.
En ese torbellino ruidoso y heterogéneo de las ciudades de la Tierra,
debido al estado primario y evolutivo de su humanidad, predominan las
contiendas políticas, las guerras fratricidas, las competencias comerciales, la
posesión y el deseo animal, formándose el manto vigoroso y denso de los
fluidos nocivos, exhalados pródigamente por el astral inferior. Entonces todo el

70
orbe se encuentra envuelto por un aura sucia y grasosa, en medio de cuya
cerrazón astral las almas benefactoras se mueven dificultosamente para abrir
claros de luz para los terrícolas aún entontecidos por las pasiones camales.>
Pero en base a que el Espíritu de Dios palpita en la intimidad de todas las
cosas o seres de su Creación, también en medio de las pasiones nocivas y
entre los dolores más acerbos, permanece la Sublime Luz en continua
expansión centrífuga y agradable transfusión angélica. En el futuro la Tierra
también será vestida con un aura refulgente, divina cabellera de luz que ha de
sustituir el manto de fluidos opacos y tristes del presente.
He ahí por qué es suficiente la actuación de un puñado de ángeles que
sirven al mundo físico, cual rayos de luz que neutralizan la acción deletérea de
esos millares de espíritus diabólicos, desintegrando por medio de los fotones
siderales, las camadas microbianas del astral inferior, y a su vez proporcionan
nuevos caminos de progreso espiritual al hombre terreno. Esas almas
abnegadas son la divina esperanza de lo Alto para afirmar en la materia los
fundamentos de la nueva humanidad, pues viven en todos los órdenes sociales
y actúan en los diversos trabajos del sector humano. Despiertan conciencias
perturbadas, orientan voluntades débiles, higienizan los ambientes enfermos y
son una invitación constante hacia la vida angélica, para que el hombre se
libere de la influencia grosera de la materia.
Toda criatura es luminiscente centella espiritual del Creador, cubierta por el
pesado vestido de los fluidos primitivos, pero también es un constante nexo con
los abismos de la animalidad o con las auroras refulgentes de la angelitud. Sin
duda alguna que mientras el alma viva sumergida en el mar de los fluidos
asfixiantes de la vida inferior, aún exige los más heroicos esfuerzos de las
entidades sublimes, que tanto realizan para intuirla hacia el Bien, como
ayudarla a liberarse rápidamente del yugo satánico, simbolizado por las
pasiones animales.

Capítulo 10

EL MÉDIUM ANÍMICO MEDIÚMNICO Y EL INTUITIVO

54 Pregunta: El médium cuyo espíritu se aparta del cuerpo físico, dejándolo en


trance mediúmnico, ¿pertenece exclusivamente al tipo sonambúlico?
Ramatís: Difícilmente existe similitud de técnica o exactitud en el ejercicio
de la mediumnidad, entre un médium y otro, sean éstos intuitivos, de

71
incorporación o de efectos físicos. Que el espíritu abandone su cuerpo camal
no implica clasificarlo, de inmediato, como sonámbulo, en la acepción de la
palabra, como se acostumbra a denominar al intermediario inconsciente entre
los dos planos. Existe el médium de incorporación, sonámbulo e inconsciente,
cuyo espíritu se aparta de su organismo físico, mientras que la entidad
desencarnada habla o escribe directamente, como señor absoluto de la casa
ajena; también existe el mediador que abandona su cuerpo y no lo cede a
nadie. Este se encarga de tomar conocimiento directo de los fenómenos del
mundo astral, para después relatarlos convencido de haber estado bajo la
incorporación o influencias de un desencarnado.
De ahí que existe el médium, anímico y mediúmnico, pues su espíritu se
puede apartar de la organización carnal, y en libertad participa de los
fenómenos del mundo oculto, tomando contacto con los espíritus
desencarnados y también encarnados. Se trata de una facultad muy fácil de
confundir con la del médium sonámbulo o de incorporación total, donde el
espíritu y el periespíritu dejan su cuerpo físico durante el trance mediúmnico,
mientras los desencarnados se pueden manifestar por su intermedio, revelando
todas sus características personales, cuya comunicación se produce sin el
conocimiento del intermediario.

55 Pregunta: ¿Nos podéis aclarar con más precisión qué clase de médium
estamos tratando, el anímico-mediúmnico?
Ramatís: Es un médium cuyo espíritu y periespíritu, al igual que el médium
de incorporación, se aparta de su cuerpo carnal durante el sueño hipnótico o
por- cualquier acontecimiento emocional poco común, quedando sujeto por el
cordón fluídico o ectoplasmático de la terminología espirita y conocido por el
"cordón plateado" entre los esoteristas, rosa-cruces y yogas.
Aunque no tenga características de incorporación, ese tipo de médium,
cuando duerme, puede ausentarse fácilmente de su organismo carnal y
manifestarse a largas distancias, en cuya libertad astral suele muchas veces
reavivar su memoria etérica del pasado, pasando a describir escenas y hechos
de sus vidas del pretérito, aunque las confunda con hechos de su actual
existencia. Actuando bajo la influencia regresiva de la memoria sideral, el
médium anímico-mediúmnico puede reasumir en las sesiones espiritas, su
personalidad vivida en la existencia anterior, creyendo en el presente que es un
espíritu desencarnado comunicándose.
En general, es una criatura fácilmente hipnotizable; cede dócilmente a las
sugestiones ajenas y a las voluntades fuertes, entrando rápidamente en trance
sonambúlico natural. Durante el trance revela sueños premonitorios, describe
paisajes distantes y refleja con claridad los acontecimientos ocultos o

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estratificados en su memoria sideral-etérica. Cuando se encuentra hipnotizado
divulga los mínimos detalles de sus existencias pasadas acompañando sus
relatos con fuertes emociones, que impresionan conmovedoramente.

56 Pregunta: Entonces, ¿podéis decirnos, qué es en esencia el médium


"anímico-mediúmnico"? No entendemos cómo puede ser al mismo tiempo una
cosa y también otra.
Ramatís: Lo denominamos de esa forma porque no queremos colocarlo en
los extremos antagónicos del mediumnismo. Sabemos muy bien que el anímico
puro es un pseudo médium, que no participa de los fenómenos psíquicos,
solamente los imagina, dominado por su auto-sugestión, histeria, automatismo
psicológico o fantasía de su mente indisciplinada, esto es, es el autor exclusivo
de la comunicación que atribuye a un espíritu desencarnado. Entonces
preferimos designar a nuestro ejemplo de anímico-mediúmnico porque siendo
el individuo anímico, capta en el astral los hechos y las ideas que después
reproduce y relata como si fueran transmitidas por espíritus desencarnados,
siendo también un tipo mediúmnico, puesto que "comunica" por su organización
material en "trance", tal como hacen los espíritus por la incorporación con el
médium sonambúlico.
Esa sensibilidad representa al mismo tiempo, la destreza conque opera
fuera de su cuerpo, haciendo del médium anímico-mediúmnico un buen "sujeto"
para la hipnosis, porque sus relatos son vivos, nítidos e impresionantes. Pero,
como no es sensitivo fácilmente de encontrar como "sujeto" para las
experiencias hipnóticas, también son raras las hipnosis que ofrecen los
excelentes aspectos y comprobaciones indiscutibles en la regresión de la
memoria periespiritual.

57 Pregunta: ¿Podríamos denominarlo como médium de transporte?


Ramatís: Esa denominación no se ajusta al caso, pues el médium de
transporte, o médium motor y de traslación, citado en la terminología de Allan
Kardec, ayuda a los espíritus desencarnados para el transporte de los objetos,
flores, joyas, monedas, tejidos, etc. El médium de transporte se aproxima a la
categoría de los fenómenos físicos, pues provee una parte de ectoplasma para
que los espíritus actúen en la desintegración de los objetos, que después
transportan apenas en su molde etérico, debiendo reintegrar la materia
nuevamente, accionando primero sobre la energía. El médium anímico-
mediúmnico se sitúa mejor en la categoría de los médiums de desdoblamiento
o de bi-locación, que pueden trasladar su "duplo etérico" a considerables
distancias y que en casos muy oportunos, llegan a ser vistos y oídos como si
estuviesen en su cuerpo físico.

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58 Pregunta: Gustaríamos que nos citaseis algunos ejemplos con ese tipo de
mediumnidad anímico-mediúmnica. ¿Es posible?
Ramatís: Antonio de Padua, el estimado fraile portugués, es un ejemplo
típico de esa facultad, pues conforme os cuenta la tradición religiosa, al mismo
tiempo que predicaba en Italia, hizo su aparición en el templo de Lisboa,
comprobando su facultad de bi-locación y capacidad de proyectar su duplo
etérico a tanta distancia. Felipe, el apóstol, conforme relata la Biblia * (Nota del
médium: "Actos de los Apóstoles", cap. 8, vs. 39 y 40 ), se traslado hasta Azot; Don
Juan Bosco se sentía desplazado hacia regiones distantes, relatando después
las visiones anímicas-mediúmnicas; San Alfonso de Ligorio se manifestaba
simultáneamente en dos lugares diferentes.

59 Pregunta: Y en el caso del médium intuitivo, ¿cómo se produce el fenómeno


anímico?
Ramatís: La mediumnidad intuitiva, cuya manifestación no es palpable a la
luz de los sentidos físicos, es más espiritual y menos fisiológica, conforme
manifestáramos, pues permite al hombre abarcar panorámicamente los
fenómenos que su espíritu participa en todos los sentidos de la vida física,
mental y espiritual. Cuando nos referimos al médium intuitivo, como
generalmente se clasifica en los medios espiritas -no al hombre espiritual en
esencia, dueño absoluto de la percepción angélica, que lo pone en constante
contacto con el mundo divino-, nos referimos al médium que oye, siente o
recibe el pensamiento de los desencarnados, pero lo hace conscientemente.
El espíritu desencarnado actúa directamente en el cerebro periespiritual del
médium intuitivo, que más tarde transmite las ideas de su comunicante hacia el
mundo material, valiéndose de su vocablo familiar para darle sus expresiones
peculiares. De esa forma, el médium intuitivo tiene pleno conocimiento de lo
que dice o escribe, siendo este tipo de mediumnidad el más generalizado entre
los hombres. Por eso exige mayor interpretación todo lo recibido del Más Allá, y
no se presta satisfactoriamente para determinar correctamente la identidad de
los espíritus comunicantes, tan exigido por los investigadores de pruebas,
siempre tan desconfiados de la realidad inmortal. Esa facultad no sirve para
ofrecer los detalles minuciosos de la familia que, en su escepticismo común,
exige al pariente desencarnado en comunicación por el médium de buena
voluntad. Cuando este tipo de médium aun es inseguro y deficiente por falta de
desarrollo, las comunicaciones resultan reducidas y confusas, pues deben
pasar primero por el cerebro físico, las fiscaliza y luego las expone conforme a
sus condiciones intelectuales y temperamento psicológico. En consecuencia, si
el médium intuitivo es excesivamente anímico, las ideas recibidas de los

74
desencarnados se anexan con sus ideas propias o preconcebidas, influyendo
también su subconsciente, que puede creer que una entidad espiritual se está
comunicando.
De esa forma los pensamientos amplios, los conceptos incondicionales de
la vida espiritual, sufren las restricciones empobrecidas del médium que las
recibe. Debido a su condicionamiento particular, encuadra todo aquello que los
espíritus transmiten en la moldura de su intelecto, que es limitado en las
expresiones o supeditado a las costumbres de la vida humana. Si son criaturas
adversas al estudio y convencidas ingenuamente que basta la "buena
intención" para garantizar el éxito de su tarea incipiente, no hay duda que
muchas veces comunicará cosas tontas y ridículas, tenidas como mensajes de
elevado tenor espiritual.

60 Pregunta: ¿Nos podéis dar un concepto más claro, sobre ese


condicionamiento mediúmnico, capaz de modificar el tenor de los mensajes de
los espíritus comunicantes?
Ramatís: El médium, en verdad, también es una persona destacada en el
tiempo y el espacio, y está restringida al campo de las pruebas terrenas, que
todavía es un planeta de orden inferior. Desde la infancia se condiciona al
ambiente que vive y es educado; sufre la influencia de sus parientes, amigos,
profesores, filósofos, científicos y líderes religiosos, con quienes tiene contacto
en su derrotero educativo y que por eso, también le influencian
psicológicamente. Durante la eclosión y desenvolvimiento mediúmnico, queda
circunscrito a la influencia de sus colegas espiritas, que lo asisten y orientan en
la trayectoria vacilante, para su ajuste sensato a los postulados del Espiritismo.
En el intercambio mediúmnico se ve obligado a adaptarse a la psicología de los
desencarnados con los cuales se relaciona frecuentemente y que también le
imponen un cierto sentido particular. Por consecuencia, el intelecto desenvuelto
o tardío del médium intuitivo, sus concepciones amplias o premeditaciones
empobrecidas, sobre la naturaleza de la vida inmortal, han de influir
fuertemente en las comunicaciones con los desencarnados, ya sea
restringiendo o ampliando el curso de las ideas proyectadas desde el Más Allá.
No hay dudas que el médium consciente elabore con su índole psicológica y
conocimiento intelectual el contenido de los mensajes enviados desde el otro
mundo.

61 Pregunta: ¿Cómo debemos interpretar esa elaboración por parte del


médium intuitivo, en las comunicaciones recibidas por su intermedio?
Ramatís: Realmente estigmatiza los comunicados del Más Allá, porque
involucra sus peculiaridades e interpretaciones personales, volviéndose una

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prolongación de su propia personalidad humana. Si el médium es criatura
inteligente y sentenciosa, acostumbra a restringir en las comunicaciones con los
desencarnados, las gracias o cualquier síntoma de humorismo; en ese caso,
todos los espíritus que se comunican por su intermedio, son graves, inteligentes
y consejeros, aunque después de transmitida la comunicación, sean criaturas
lozanas, espirituosas y alegres.
En verdad, es el médium el que impone a través del filtro mediúmnico ese
aspecto suyo, personal, haciendo que los espíritus comunicantes queden
limitados al sello característico de su exposición, aunque sean portadores de
otro temperamento psicológico. En sentido opuesto, cuando el médium
consciente es optimista y jovial, adverso a los dogmatismos filosóficos o
religiosos, se invierte el caso, pues los mismos espíritus, que transmitían por el
médium parco e inteligente, se muestran exageradamente circunspectos, de
buen humor, sin formalismos o preconceptos doctrinarios del mundo material.

62 Pregunta: En base a nuestro gran interés para comprender la mediumnidad


intuitiva, ¿sería posible darnos algunos ejemplos de esas peculiaridades
personales que el médium impone en sus comunicaciones con los espíritus
desencarnados?
Ramatís: Cuando el médium intuitivo tiene férrea dirección mental, le
impone a los comunicados sus convicciones intelectivas, premeditaciones
psicológicas y temperamento emotivo, estigmatizando todo lo que le es
transmitido. Eso no sucede cuando son elementos muy disciplinados en el
fenómeno mediúmnico de la intuición, pues no interceden mentalmente en los
pensamientos de sus comunicantes.

63 Pregunta: ¿Podéis darnos un ejemplo concreto sobre este asunto?


Ramatís: Es necesario saber que en muchos casos, las convicciones,
preconceptos y restricciones del médium influyen en su comunicante. Suponed,
por ejemplo, que determinado médium intuitivo y sistemáticamente adverso o
contrario a las comunicaciones de los espíritus sufrientes, sea un convencido
de que ese tipo de mensaje no ofrece confianza, si no es recibido en forma
directa del Más Allá, por la línea de su práctica ortodoxa; no queda dudas
entonces, que sus guías y demás espíritus que por su intermedio actúan,
aunque íntimamente piensen lo contrario, tendrán que ajustarse al paredón
granítico de su condicionamiento personal.
Si el médium es persona que no posee preconceptos doctrinarios o
religiosos, simpático a todos los esfuerzos espiritualistas que buscan la Verdad,
no cabe duda, que los mensajes que le toca transmitir serán proporcionados
por los desencarnados en la misma frecuencia de su tolerancia y comprensión.

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Tales médiums no se manifestarán antagónicos a las pintorescas
comunicaciones de los salvajes, viejos negros y demás espiritualidades, pero
les respetan en su nivel de entendimiento y progreso espiritual.
Las contradicciones que surgen comúnmente en la personalidad de un
mismo espíritu, cuando se comunica por otros médiums intuitivos de índole o
cultura diferente a las de sus mediadores predilectos, sorprende a sus
simpatizantes, por los nuevos y múltiples aspectos psicológicos que presenta.
Por eso no es difícil verificar que conforme a la estructura psicológica de los
médiums intuitivos, también es la manifestación habitual de los espíritus
comunicantes. Y cuando alguno de esos espíritus consigue comunicarse por
algún médium de incorporación inconsciente o por un intuitivo absolutamente
neutro a cualquier interferencia anímica, sólo así podrá identificarse con su
verdadera individualidad, revelando a veces el temperamento emotivo y
formación mental, que muchas veces es bastante opuesto al manifestado por el
médium habitual del trabajo mediúmnico.

64 Pregunta: Debido a que en las comunicaciones intuitivas predomina el


bagaje o condicionamiento intelectual y psicológico de los médiums,
sobreponiéndose a la individualidad del espíritu manifestante, ¿no sería mejor
dispensar de las sesiones mediúmnicas y tratar directamente con el médium
intuitivo en vigilia? De esa forma podríamos identificar sus convicciones
personales y capacidad espiritual, para después aceptar sus orientaciones,
conclusiones doctrinarias. ¿Es más sensato soportarlo en la mesa espirita de
trabajo, en trance mediúmnico, aunque no pueda transmitir integralmente
aquello que le revela su comunicante, o bien ha de ofrecer el resultado por
medio de su palabra personal? ¿Debemos acatarlo por el solo hecho de que al
final de su preelección pronuncia el nombre de un espíritu desencarnado?
Ramatís: Existe en el mundo un buen proverbio que reza así: "Ni tanto a la
tierra, ni tanto al mar". Eso es lo que recomendamos en el caso de las
comunicaciones espirituales por los médiums intuitivos. En nuestras
consideraciones mediúmnicas dirigidas a los encarnados, adeptos o médiums
del Espiritismo, tenemos por principal objetivo aconsejarles el estudio de la
doctrina espirita y acelerar el aspecto moral. Mientras tanto, por encima de
todo, el médium intuitivo, sonámbulo o fenoménico debe desenvolver su
sentimiento universalista, para eliminar todas las premeditaciones o
restricciones con que afecta el trabajo de otros credos o experimentaciones
mediúmnicas de otros seres. Sólo así podrá lograr el más sano
aprovechamiento de su facultad, atrayendo junto a sí a las entidades
completamente liberadas de preconceptos o premeditaciones, tan a gusto de
los hombres ortodoxos.

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El médium consciente y excesivamente anímico en el intercambio con el
Más Allá, aunque sea rígido con su propia creencia, indiferente o adverso a la
cultura espiritualista y a los experimentos psíquicos superiores, no hay duda
que los espíritus comunicantes se han de sentir cohibidos para transmitirle
ideas amplias o exponer cualquier asunto de mucha importancia. Por eso,
apenas podrán "recordar" o "sugerirle" un tema que pueda exponer en público
con sus propios recursos. Siendo así, la entidad podrá ofrecer al público
espirita, una pieza oratoria, cuyo contenido será tan valioso como sea la
capacidad intelectiva y conocimientos espirituales del mediador. En este caso el
guía tiene obstáculo para intuir al médium sobre el asunto que debe tratarse en
la manifestación mediúmnica, y difícilmente consigue interferir para ajustar o
sacar conclusiones lógicas de lo que se está exponiendo. La imaginación
exaltada, el animismo demasiado acentuado o el bagaje psíquico mediocre,
acumulado prejuiciosamente en el transcurso de la vida material, hacen del
médium un elemento casi nulo para elevar el coeficiente mental y espiritual de
sus oyentes.
Si el médium anímico amplía su bagaje intelectual y se dedica al estudio
constante de las obras maestras de la espiritualidad, buscando su
perfeccionamiento moral y espiritual en todos los caminos educativos de la vida
y de las relaciones humanas, no demorará en sobreponerse a su automatismo
psicológico y gobernará sus excesos de imaginación que perturban la fidelidad
de los mensajes mediúmnicos. Y en el caso que sea de propensión amorosa y
universalista, su mente, cual tela panorámica, ha de alcanzar paisajes más
extensos y eliminará a las comunicaciones de los desencarnados de los
condicionamientos particulares.
Sabéis que los espíritus benefactores no imponen su voluntad, ni violan el
sagrado derecho de la dirección mental de los encarnados, puesto que les
respetan hasta la obstinación que manifiestan para resistir los impulsos del
Bien. En consecuencia, ellos también soportan los condicionamientos
perjudiciales o sectaristas de sus médiums, aunque perseveren en darles
constantes consejos para su perfeccionamiento y eliminar de la intimidad de
sus almas los preconceptos y barreras que impiden la fluencia exacta de las
comunicaciones de lo Alto.

65 Pregunta: Considerando el caso de los desencarnados, que tanto divergen


en la transmisión mediúmnica hacia la materia, como varían conforme al grado
intelectual o temperamento psicológico del médium receptor, ¿podríais citar
algún ejemplo comparativo sobre este asunto? Gustaríamos que nos
explicaseis el caso de un solo espíritu exponiendo los mismos pensamientos, a
través de diferentes médiums. ¿Cómo sería transmitida la idea fundamental de

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ese único espíritu desencarnado, utilizando el vocabulario, cultura y
temperamento casi opuestos de los médiums?
Ramatís: Suponed que un espíritu decidiera comunicar el mismo tema o
idea fundamental, por intermedio de cuatro mediadores, distintos en
temperamento, cultura, inteligencia o condicionamiento psicológico; veremos
entonces que cada una de las comunicaciones también presentarán una
característica personal, diferente entre sí y propia de cada médium transmisor,
aunque siempre prevalezca el tema esencial.
Presentamos un ejemplo más claro: consideremos que cierto espíritu
desea transmitir mediúmnicamente por medio de cuatro mensajeros distintos, la
siguiente idea matriz: "una casa blanca situada a la orilla de un camino desierto,
rodeada por un jardín con muchas flores". Supongamos que para transmitir esa
idea base, el espíritu comunicante disponga de los siguientes médiums
intuitivos, de cultura y condicionamientos diversos en sus vidas, o sea, un
ingeniero, un poeta, un filósofo y por último, un simple campesino, incapaz de
exponer científica y literariamente los mensajes mediúmnicos.
El tema a ser expuesto por esos cuatro médiums, tan diversos entre sí, ha
de variar en su exposición conforme sea el intelecto, emotividad, conocimiento
y temperamento particular, no obstante permanecer en su intimidad la idea
fundamental de "una casa blanca situada a la orilla del camino desierto,
rodeada por un jardín con muchas flores".
El médium ingeniero, disciplinado por la precisión matemática de las cosas
de su estudio, ha de comunicar el mensaje en lenguaje técnico, parsimonioso y
académico. Probablemente diría así: "Una edificación pintada de blanco,
localizada a la orilla derecha de un camino y a sus lados un jardín". El médium
poeta, mediador del mismo asunto, la describiría con su inspiración de la
siguiente forma: "Era una vivienda lirial, adornada graciosamente en medio de
un camino tranquilo, bajo la dulce quietud de la tarde serena, cual paloma
canora posada en el nido, rodeada de hermosas flores".
El médium filósofo, bajo la actuación de la misma idea comunicada por la
entidad desencarnada, y gracias a su entrenamiento especulativo y a la
facilidad de elucubración mental, debería expresarse así: "Era una residencia
pintada de blanco junto al camino cubierto de polvo, a semejanza de una
solitaria y pensativa criatura, meditando sobre el destino de las cosas y los
seres; alrededor, un florido jardín, que bajo la orgía de los colores, era dadivosa
compensación para aquel destino ignorado". Finalmente, ese mismo asunto,
expuesto por el campesino diría así: "Era una casa pintada de cal, construida a
la orilla del camino y rodeada por un jardín con muchas flores". Su exposición
estaría exceptuada de la forma académica del ingeniero, sin la literatura del

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poeta, ni la conjetura del filósofo, en un lenguaje simple, casi empobreciendo la
idea fundamental del espíritu expositor.
En el ejemplo que expusimos, cada médium transmite la misma idea
matriz, vistiéndola conforme a su capacidad intelectual, gusto personal y
talento, aunque se evidencie el asunto básico. He ahí la causa, del por qué
varían tanto las diversas manifestaciones de la mediumnidad intuitiva, cuyo
éxito depende muchísimo del conocimiento, de la fluencia del lenguaje, de la
pureza lexicológica y del talento literario o académico que el médium tuviera
consolidado.

Capítulo 11

UNA OBSERVACIÓN INDIVIDUAL

66 Pregunta: Si no existieran inconvenientes por vuestra parte, desearíamos


que nos esclarecieseis el aspecto de los capítulos anteriores, con algún ejemplo
más objetivo. Tal vez pudiereis hacerlo más claro, basándolo en el trabajo y
característica del médium que os recepciona el pensamiento en este instante.
¿Puede ser?
Ramatís: Es obvio que todo médium necesita disciplinarse bajo cierta
elaboración de desenvolvimiento y corrección mediúmnica, porque no hay
privilegios especiales, ni saltos milagrosos y extemporáneos que violen el
proceso de educación del espíritu en la materia o en las relaciones con el Más
Allá. Nuestro médium actual también encontró los inconvenientes del camino
accidentado del desenvolvimiento y progreso mediúmnico, por cuyo motivo sus
primeras comunicaciones fueron confusas, vacilantes y un tanto perjudicadas
por su interferencia anímica.
Atravesó los primeros años de su eclosión mediúmnica en intensa lucha
interior, para lograr afirmarse en el derrotero satisfactorio con que hoy nos
recepciona el pensamiento de "este lado". Enfrentó los tropiezos naturales del
comienzo de todo médium intuitivo e incipiente -porque era consciente y "sabía"
de todo cuanto le pasaba por el cerebro-, oponía dudas a los mensajes
transmitidos por su intermedio desconfiando que fueran ideas exclusivamente
suyas, de su mente, en vez de comunicaciones procedentes de los espíritus
desencarnados.
Muchas veces le ganó el desánimo, sin poder definir efectivamente la
naturaleza de su función mediúmnica, pues no tenía el recurso de dominar el
fenómeno imponderable a los sentidos físicos, sin tener una base concreta para

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probarlos. Igual como le sucede a la mayor parte de los médiums recién
ingresados en la siembra espirita, nuestro sensitivo alentaba la ilusión de estar
desenvuelto del día hacia la noche, como un pase de magia, aplicado por su
guía aún desconocido. Juzgó que su mediumnidad llegaría a manifestarse en
forma instantánea y sonambúlica, que le permitiría, más tarde, incorporar a los
espíritus sin tener "conciencia'' del fenómeno.
Le seguimos paso a paso en su camino arduo y confuso y sólo pudimos
enseñarle y alentarlo en el silencio íntimo de su alma, convidándolo a seguir sin
desánimos y estudiar con perseverancia, para que aprendiera a dominar su
sospecha perjudicial. Aceptamos, esperanzados en el futuro, la cuota de
equívocos y dificultades que nos oponía en sus comunicados mediúmnicos,
como también nos sometíamos dócilmente a la concepción preconcebida con
que daba forma, según su mente, en lo tocante a la vida extraterrena y a la
resistencia ortodóxica que nos restringía los conceptos filosóficos de la
inmortalidad del alma. Entre la desconfianza del médium en su imaginación
indisciplinada, condescendiendo con sus ideas fantasiosas que inconsciente y
anímicamente introducía en los asuntos que le habíamos vertido en el cerebro
periespiritual, poco a poco avanzamos en medio de la maraña de sus
contradicciones mediúmnicas y suposiciones ingenuas, para alcanzar
definitivamente el servicio que hoy nos satisface.
Mientras tanto, como lo sabíamos responsable por cierto trabajo
psicográfico que mutuamente combinamos en el Espacio, antes de su actual
encarnación, y conociendo nosotros el derrotero dificultoso de todo médium
intuitivo, sonambúlico o fenoménico, no nos preocupábamos por sus
comunicaciones triviales, anímicas o fantasiosas de las primeras horas de
trabajo. Mucho antes de avivarle el intelecto, nos importaba ayudarlo para que
acertara en su brújula espiritual, el Norte Evangélico, que debe ser el seguro
refugio de todo médium deseoso de participar en el servicio superior, sin
preocuparse de las glorias y veleidades efímeras del mundo físico y transitorio.
Más tarde, lo intuimos constantemente para desenvolver su mente en el
estudio provechoso de la ciencia espiritual y que hiciera buenos juicios sobre el
esfuerzo benefactor de los demás trabajadores de la vida del espíritu inmortal.
Mientras eso sucedía, le acompañábamos en su desenvolvimiento mediúmnico,
aún en la fase tormentosa y bajo el asedio de las entidades imperfectas, que
siempre aprovechan la puerta abierta por el descuido evangélico.

67 Pregunta: Queréis decir que los mentores desencarnados no trabajan con


sus médiums exclusivamente en las horas de sesiones mediúmnicas, pero lo
hacen durante el tiempo que cumplen con sus tareas cotidianas, en el mundo
profano; ¿debemos entenderlo así?

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Ramatís: Los espíritus desencarnados y de responsabilidad, cuando más
preocupación tienen por su renovación espiritual, más se sobrecargan de
obligaciones y compromisos en el plano sideral, por cuyo motivo no podemos
permanecer "pegados" a los pupilos en la Tierra, los que son ayudados por
otros amigos, simpatizantes y parientes desencarnados. No obstante, todo
tiempo disponible por parte de los mentores y guías, además de sus tareas en
el Espacio, lo emplean para ayudar a los encarnados bajo su responsabilidad
kármica, tal como lo hacemos con nuestro sensitivo, al que estamos ligados por
viejos lazos de amistad espiritual, y que hacemos todo lo posible para guiarlo
hacia los objetivos benefactores de la vida inmortal.
Dentro de un plan establecido anticipadamente, lo intuimos para la lectura
provechosa y de mejor conocimiento espiritual; también lo encaminamos junto a
aquellos que son más experimentados y pueden alertarlo en el servicio
mediúmnico, de sus deberes espirituales. A veces, por "coincidencia" nuestro
médium abrió el libro en la página exacta, obteniendo la explicación correcta
para su duda angustiosa del momento; cierta vez conseguimos inspirar a un
amigo suyo, que le presentó una obra benefactora, que sin dudas lo ayudó a
solucionar parte de los problemas aflictivos del desenvolvimiento mediúmnico.
A través de lazos invisibles, que los encarnados ignoran en su vida
cotidiana, sus amigos desencarnados lo asisten y ayudan a resolver sus
cuestiones mínimas, cuando son promovidas por la duda sincera, como las
soluciones difíciles que llegan a modificar los destinos humanos.

68 Pregunta: A nosotros nos consta que los mentores a veces llegan a


movilizar a los espíritus primitivos o sufrientes, para beneficiar a sus protegidos.
¿Eso también sucedió con vuestro médium?
Ramatís: Algunas veces, cuando nuestro mediador acentuaba su
desconfianza sobre la inmortalidad del espíritu, ya sea por no tener pruebas
concretas o porque no lograba sentir físicamente los fluidos periespirituales,
nosotros lo sometíamos en las sesiones mediúmnicas, bajo la acción de los
fluidos densos y coercitivos de las entidades menos felices, que le dejaban
marcada en su propia carné la convicción de que el espíritu "existe". Sujeto a
ese drástico recurso, cambiaba hasta la expresión fisonómica, su tenor de
sentimientos y manifestación de palabras, conforme a la entidad manifestante,
así se iba fortaleciendo su convicción íntima de la sobrevivencia del alma y el
respeto por los postulados espiritas.
El ejercicio mediúmnico angustioso le dio la comprensión de que los
espíritus benefactores difícilmente pueden hacerse notar fluídicamente sobre
los médiums, porque sus fluidos son rarificados y suaves, causando apenas
una leve impresión de naturaleza psíquica, en vez de violencias u opresión de

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la carne. Las almas atribuladas, imperfectas o mal intencionadas acostumbran
actuar con violencia o rudeza con sus intermediarios, disipándoles las
desconfianzas con respecto a la realidad incontestable del otro mundo. El fluido
angustioso de los espíritus sufrientes es el recurso que las entidades del Bien
suelen utilizar a fin de disipar la duda de muchos Santos Tomás encarnados...
De esa forma, nuestro médium también necesitó someterse a la tarea
mediúmnica con los desencarnados sufrientes, imperfectos o rebeldes, que le
proporcionaron el camino valioso de poder discernir en su propia carne la
variedad de fluidos buenos o malos de los espíritus desencarnados, como
también convencerse de su propia existencia inmortal. El médium comprendió
que de acuerdo con las intenciones y grado evolutivo de los espíritus
desencarnados, también se altera la densidad, temperatura y olor de sus
fluidos. Todo eso lo hizo más estudioso en la auscultación fluídica de los
desencarnados, madurándole el sentido de vigilancia que mucho lo ayudó a
rechazar -más adelante- las ideas y sugestiones capciosas que ciertas
entidades trataron de inculcarle en la mente, a cuenta de nuestra
responsabilidad espiritual.
Después de tantos tropiezos y decepciones, nuestro sensitivo reconoció,
por fin, que sólo el estudio disciplinado, tenaz y perseverante, aprovechando
todos los minutos disponibles en su vida profana para mejorar su patrón moral,
es lo que podría ayudarlo a solucionar las incógnitas y problemas aflictivos del
ejercicio de la mediumnidad intuitiva. Estudio, trabajo y disciplina al servicio del
prójimo pasaron a significarle las principales etapas del proceso de crecimiento
y evolución en el cultivo de la facultad mediúmnica. Por eso os advertimos que
no basta que el médium disponga de algunas decenas de horas junto a la mesa
espirita, en la tentativa de captar las ideas de los desencarnados y exponerlas
en público vestidas con su capacidad intelectual, para lograr el éxito soñado
con el cultivo de la mediumnidad. Es preciso también, que evolucione en el
contacto cotidiano, dentro de sus obligaciones comunes, con los demás
espíritus "encarnados" que también ofrecen innumerables caminos a la luz del
día, para el intercambio benefactor.
El desenvolvimiento mediúmnico, en verdad, termina en el momento que el
médium cierra los ojos para el mundo carnal y retorna al Espacio, para someter
sus actos y propósitos a la apreciación de la contabilidad divina, que lo juzgará
con respecto al buen o mal uso de la facultad que le fue concedida por
empréstito, y en favor de su redención espiritual.

69 Pregunta: ¿Consideráis a vuestro médium actual, como un instrumento fiel


para la transmisión de vuestros mensajes hacia el mundo material?

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Ramatís: Aunque juzguemos que todavía no es el instrumento ideal para
transmitir fielmente nuestros mensajes, pues a veces interpreta según sus
propias concepciones filosóficas y temperamento psicológico, podemos
asegurar que actualmente nos facilita muchísimo el trabajo con el intercambio
establecido. Al igual que la "herramienta que se sensibiliza por el uso constante,
creemos que poco a poco ha de ajustarse al esquema exacto de nuestra
responsabilidad comunicativa hacia la Tierra y revelar fielmente nuestras
características espirituales.
Gracias a su maleabilidad psíquica y ajeno a los preconceptos intelectuales
y religiosos, nuestro médium nos permite mayor afluencia de ideas, porque
reduce su interferencia anímica. Esto nos favorece bastante, porque al estar
exceptuado de premeditaciones doctrinarias o prevenciones personales, nos
permite abordar asuntos educativos cursados en otras actividades espirituales,
más allá del trabajo espirítico. Su despreocupación hacia las sectas y ortodoxia
religiosa, como el respeto que posee hacia los demás movimientos redentores
del alma, como son la Teosofía, el Esoterismo, el Rosacruz, el Yoga, el
mediumnismo de la Umbanda o los mensajes de Krishnamurti, nos deja en
libertad para transferir a los lectores un contenido de carácter universalista.

70 Pregunta: Presuponemos que a medida que el médium aumenta su visión


global, los guías también "mejoran" sus conceptos y perspectivas de
esclarecimiento espiritual; ¿no es verdad?
Ramatís: Si a la linterna le cambiáis gradualmente los vidrios opacos por
otros más puros, un que este hecho no cambie la cualidad intrínseca de la luz,
a su vez proporciona mayor fidelidad en la iluminación; el discernimiento, el
progreso filosófico o intelectivo del médium, tampoco amplía el coeficiente
espiritual y la visión desenvuelta de sus guías, pues les facilita la oportunidad
para exponer con más exactitud, el valioso bagaje psíquico que sus portadores
poseen como adquisición espiritual definitiva.
La elevación moral del intermediario proporciona a sí mismo, mayor
transparencia espiritual, señalando a los desencarnados sabios y benefactores
el camino para revelar hacia el mundo carnal, el mayor contenido de sus
conocimientos y atributos siderales. Conforme expusimos anteriormente, el
médium es el filtro del pensamiento de los desencarnados para la materia;
cuanta mayor intelectualidad y cualidad espiritual puede ofrecer a sus
comunicantes, más le favorecerá para la exposición fiel de sus mensajes.

71 Pregunta: Para lograr avalar el progreso de su mediumnidad intuitiva, ¿nos


podéis decir cuales son los valores que vuestro médium actual consolidó para
serviros en forma eficiente en la transmisión mediúmnica?

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Ramatís: Por ser nuestro sensitivo consciente de casi todo lo que le
comunicamos en espíritu, o de aquello que percibe en contacto con nuestra
mente, se reducen considerablemente nuestras dificultades comunicativas, por
eso tiene más confianza en los mensajes que le transmitimos de "este lado",
destinados a las reflexiones de los encarnados. Su convicción de que nosotros
operamos con intenciones benefactoras y educativas, de que actuamos bajo la
inspiración del Divino Jesús y sin intereses subversivos, lo deja tranquilo en su
trabajo mediúmnico, animándolo para cooperar con satisfacción en el servicio
útil del Bien.
En cuanto a la naturaleza de los valores que debería tener consolidados
para servimos con mejor eficiencia espiritual, creemos que es inútil volver a
repetir nuevamente todo lo dicho hasta este momento. Esos valores que
deseáis conocer, son resultantes de los estudios constantes de las obras
máximas del espiritualismo, del servicio desinteresado al prójimo y del
constante apresuramiento moral, que es una obligación para cualquier médium,
sea intuitivo, sonámbulo o de efectos físicos.

72 Preguntas: Sin embargo, no podéis dejar de reconocer que vuestro médium


actual nació con ciertas cualidades psíquicas latentes, que le han favorecido
para alcanzar el índice de aprovechamiento y capacidad con que recibe
vuestros mensajes poco comunes.
Ramatís: Todos vosotros poseéis en lo íntimo de vuestra alma la misma
cualidad intrínseca a todo ser creado por Dios. Y, en el caso de los médiums,
aquellos que presentan mayor graduación espiritual y capacidad mental, se lo
deben a su trabajo eficiente y cualitativo, fruto de su esfuerzo abnegado y
aprovechamiento de todos los minutos disponibles en favor de la causa
espiritual. No hay dudas que hay una diferencia de capacidad, inteligencia y
moralidad entre los hombres, pero es debido a la edad sideral de sus
conciencias forjadas en el tiempo y el espacio, que les gradúa el entendimiento
mental y la naturaleza del sentimiento.
Eso también sucede con nuestro sensitivo, que en forma alguna es una
excepción entre vosotros, ni es misionero elegido para las predicciones
apostolares de salvación para la humanidad, porque transmita a los encarnados
nuestros sencillos mensajes de invitación al Bien. Es un espíritu de origen
común, igual a todos los seres, y cumple la tarea que solicitó, de cooperar en el
servicio espiritual entre el Más Allá y la Tierra. En ese trabajo es uno de los más
interesados, porque de su éxito depende un mayor crédito para la recuperación
de sus fuerzas mal empleadas en algunas existencias pasadas.
Con el servicio extra de divulgación espiritual, conjuga sus necesidades
espirituales y lucha arduamente para obtener el mayor resultado posible en el

85
usufructo de la facultad mediúmnica, que es lo imprescindible que le han
concedido para la liquidación urgente de sus deudas kármicas.

73 Pregunta: Suponiendo que vuestro médium actual se negase a cumplir con


su promesa de intercambiar vuestros mensajes para la Tierra, por ventura,
¿sería substituido con éxito?
Ramatís: El buen éxito de los programas espirituales y benefactores del
Espacio no quedan supeditados exclusivamente a la voluntad caprichosa de
cualquier médium irresponsable. En nuestro caso, otros médiums podrían
sustituir al que nos sirve en estos momentos, y quizás, hasta con ventajas, si se
negase a cumplir con las promesas efectuadas antes de convivir en los fluidos
del ambiente terráqueo.
Seria una gran tontería de su parte juzgarse un elemento muy importante e
insustituible, puesto que existen en vuestro orbe, médiums capaces, sensatos y
disciplinados, que podrían superar a nuestro sensitivo en el intercambio
mediúmnico. Reiteramos que sólo es un trabajador de buena voluntad, pero
muy interesado en la cosecha provechosa, mas no un misionero elegido por lo
Alto y con la incumbencia de rasgar la cortina de las sombras del planeta Tierra.
A través de su mediumnidad intuitiva, nosotros, espíritus desencarnados,
intentamos recordaros las enseñanzas espirituales que los elegidos del Señor
sembraron mucho antes de nuestra simple interferencia. Nosotros tampoco, de
modo alguno, pretendemos merecer la corona de la gloria que ostentan los
santos y elegidos del Padre, pues no podemos agregar algo nuevo sobre la
superficie de la Tierra, pero sí avivar los conceptos milenarios y efectuar
algunas comparaciones útiles, en el esfuerzo de confirmar la justeza de los
conceptos evangélicos de Jesús.
Ningún ser de la Creación fue jamás desheredado por Dios en base de sus
cualidades espirituales innatas, pues todos serán llamados, en la hora
oportuna, para colaborar en el servicio sublime de la redención humana. Así la
tarea mediúmnica que ejerce nuestro sensitivo, es un trabajo común a todo
aquel que acepta el servicio sacrificial para su propio bien y en favor de la vida
inmortal. En el ejercicio de la mediumnidad provechosa y sana, no se puede
servir a Dios y al Diablo, al mismo tiempo, como reza comúnmente la voz del
pueblo, o sea reunir lo útil del servicio mediúmnico al agradable placer
transitorio del mundo de la carne. Así como el buen abono desenvuelve
vigorosa y rápidamente a la tierna planta, el trabajo mediúmnico constante, en
el servicio del Bien, también despierta y desenvuelve las cualidades latentes y
sublimes de todos los médiums.

86
Capítulo 12

LA MEDIUMNIDAD MECÁNICA

74 Pregunta: ¿Cómo se produce la mediumnidad mecánica?


Ramatís: En la clasificación efectuada por Allan Kardec en el Libro de los
Médiums, el médium mecánico es "aquel donde el espíritu desencarnado actúa
directamente sobre los centros y nervios motores, sin necesidad de accionar el
periespíritu". Así facilita a la entidad para que actúe libremente y sin obstáculos
anímicos, pues escriben, pintan y hasta componen música sin la interferencia
del médium. En ese caso el médium no tiene conocimiento directo del hecho
que sucede consigo mismo, y el espíritu comunicante actúa con fidelidad,
consiguiendo escribir en la forma que le era peculiar en la vida física, como
enfoca los asuntos desconocidos para su mediador, que solo asiste en vigilia al
trabajo automático de su mano, pudiendo si así lo quiere, ocuparse mental o
verbalmente de otras cosas. El espíritu desencarnado se liga al médium
mecánico por medio de los ganglios nerviosos a la altura del omóplato; allí
dispone como si fuera de un segundo cerebro, accionando fácilmente los
nervios motores de los brazos y manos del médium, pudiendo escribir
directamente, tal como lo hacía en la vida física.
Ciertos médiums mecánicos llegan a trabajar con ambas manos al mismo
tiempo, bajo la acción de dos entidades completamente distintas, algunos
escriben mecánicamente en su lenguaje común, como en idiomas
desconocidos, y hasta en dialectos que ya no existen en el mundo. Sus escritos
presentan caracteres gráficos idénticos a los que poseían cuando estaban
encarnados. En condiciones tan excepcionales, el médium puede hablar con los
presentes sobre asuntos totalmente ajenos al que psicografía automáticamente.

75 Pregunta: ¿Qué nos podéis decir de la mediumnidad "semimecánica",


facultad que también posee vuestro médium actual?
Ramatís: Conforme explica Allan Kardec, en el Libro de los Médiums, el
médium semimecánico participa de la mediumnidad mecánica como de la
intuitiva, pues escribe recibiendo parte de los pensamientos de los espíritus por
contacto periespiritual, al mismo tiempo que la otra parte es articulada por los
comunicantes, en forma independiente de su voluntad. En el médium
absolutamente mecánico, el movimiento de su mano es dirigido por el espíritu
comunicante, y el pensamiento viene después de la escritura; en el caso del
médium intuitivo, su escritura es voluntaria y espontánea, pues el pensamiento

87
del desencarnado procede en el acto de escribir. El médium semimecánico, que
actúa entre esas dos facultades, escribe intuitiva y voluntariamente, como a
veces lo hace a través de los impulsos directos de los desencarnados, cuyos
pensamientos acompañan a la escritura.
El médium semimecánico tiene conocimiento parcial de lo que escribe,
pues el mayor porcentaje del asunto transmitido del Más Allá le atraviesa el
cerebro periespiritual; mientras tanto ignora los trechos que son escritos
mecánicamente por su brazo a través del plexo braquial, y sin fluirle por el
cerebro física En vez de "oír" o "captar" el pensamiento del espíritu
comunicante, como sucede en la recepción intuitiva, lo hace mecánicamente y
se limita a "leer", lo que en forma independiente de su voluntad escribe en el
papel.
Sin embargo, conoce anticipadamente y fiscaliza una gran parte de aquello
que deberá escribir y que le pasa por el cerebro periespiritual, pero ignora los
pensamientos y palabras que su mano escribe en forma automática y
accidentalmente bajo la influencia del comunicante. La comunicación recibida
por el médium mecánico conserva las características psicológicas y gráficas de
los espíritus, pero la psicografía del médium semimecánico posee su manera
peculiar de escribir, excepto algunas frases o tópicos donde se percibe el estilo
del autor espiritual.
En verdad, el éxito del trabajo del médium semimecánico depende
muchísimo de la capacidad de conjugar simultáneamente al pensamiento a los
fluidos de los espíritus comunicantes. El médium intuitivo, por ejemplo, recibe el
pensamiento de la entidad a través de su cerebro periespiritual, después lo
viste con sus vocablos peculiares, exponiéndolo con su modo de hablar o
escribir, pero el semimecánico tanto psicografía intuitivamente parte del
comunicado, como emplea frases y palabras, que se grafican espontáneamente
por medio de los impulsos que le toman la mano en forma independiente de su
voluntad.
Es una comunicación con trayectoria intermitente, es decir, parte mecánica
y parte intuitiva, y ese tipo de médium se absorbe tanto en su trabajo, que los
desencarnados encuentran más facilidad para comunicarse directamente, sin
necesidad del contacto periespiritual. Mientras que los médiums semimecánicos
difieren intensamente entre sí, pues en algunos predomina la facultad mecánica
y en otros prepondera la mediumnidad intuitiva. Nuestro médium, por ejemplo,
es predominantemente intuitivo y en raras ocasiones podemos graficar algunos
asuntos sin estar en contacto con su cerebro periespiritual.

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76 Pregunta: Tratándose de un tema que es de interés general para los
médiums ¿podríais explicarnos con detalles, el funcionamiento de esa
mediumnidad semimecánica?
Ramatís: Ejemplificamos: el médium intuitivo actúa conscientemente por
su libre y espontánea voluntad, compone el dictado mediúmnico, transmitido
por las entidades espirituales, con sus propias palabras; mientras tanto, el
médium mecánico se somete enteramente a la dirección del Más Allá, mientras
su mano escribe sin intervención de su parte. El médium semimecánico
participa de ambas facultades, pues los espíritus tanto transmiten sus ideas a
través del cerebro periespiritual, como en los momentos de mayor sensibilidad
mediúmnica consiguen escribir frases completas moviéndole la mano
directamente. El médium bastante experimentado, en tales momentos, se deja
llevar dócilmente, no ofrece resistencia a los impulsos que le fluyen por el brazo
y por la mano. Más tarde comprueba que arte de la comunicación psicografiada
fue escrita mecánicamente, mientras que otra parte la pasó nítidamente por su
cerebro físico.
Dicen los médicos -como si fuera un notable descubrimiento moderno- que
la electricidad biológica es el elemento dinámico y propulsor del trabajo de los
nervios; es fuerza viva que actúa en el campo neuro-muscular. Sin embargo,
hace milenios eso mismo era conocidísimo por los viejos iniciados caldeos,
egipcios, etíopes e hindúes, que la denominaban "prana", es decir, elemento
magnético y cósmico vital, muy familiar a las escuelas espiritualistas de Oriente
y de todos aquellos que investigan los fenómenos del mundo oculto.
Esa energía, que tanto impregna al periespíritu como Inter-penetra los
intersticios de todo el organismo carnal, también se subordina en su
manifestación a las leyes, que tienen bastante similitud a los principios que
disciplinan la energía eléctrica. Consecuentemente el "prana" o la electricidad
biológica clasificada por la medicina académica, deslizase fácilmente por el
cuerpo humano a través de la red nerviosa, y principalmente por la punta de los
dedos o de los cabellos en obediencia a principios o leyes muy parecidas a las
que rigen la manifestación de la electricidad, en forma de energía dinámica en
dispersión o "fuga" por los extremos. El "prana", como electricidad biológica,
también huye o se dispersa por las puntas de los dedos y cabellos de los
humanos; en sentido inverso, se transforma en energía estática y se polariza en
todos los órganos y regiones esféricas del cuerpo físico.
Por eso, es posible a los radiestesistas experimentados atestiguar el grado
de vitalidad orgánica del hombre, examinando las oscilaciones negativas o
positivas de los péndulos de prospección, que se mueven conforme a la
frecuencia de las ondas electromagnéticas emitidas por los cuerpos o seres en
forma de energía dinámica o estática.

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Los plexos nerviosos son fuentes de "prana" almacenado o electricidad
biológica polarizada y forman las reservas energéticas, que en cualquier
momento se transforma en energía dinámica, haciendo la conexión de los
órganos físicos con sus respectivas contrapartes o matrices situadas en el
periespíritu, que son extremadamente sensibles a la actuación de los espíritus
desencarnados en el caso de los médiums mecánicos. Cuando el médium
conserva mayor potencial de carga magnética alrededor de sus plexos
nerviosos, ofrece mejor oportunidad para que los desencarnados accionen sus
nervios motores y se identifiquen fácilmente con sus características
individuales.
El médium mecánico es más apropiado para identificar a los "fallecidos",
pues el magnetismo que acumula pródigamente en los plexos nerviosos, se
transforma en palanca eficiente para las entidades, accionando a gusto los
nervios motores de los brazos, exponiendo fácilmente a través de la escritura
sus ideas e identificación que usaban en la Tierra. El médium semimecánico,
cuyo éxito en el intercambio con el Más Allá depende de la conjugación
simultánea de sus comunicantes, está obligado a cubrir intuitivamente todos los
pasajes truncos o vacíos que dejan sus comunicaciones mediúmnicas, por lo
cual tiene conciencia perfecta de casi todo lo que escribe, aunque lo realice en
forma semimecánica. Cuando desaparecen los impulsos de la mano, en la
escritura mecánica, prosigue con el comunicado, pasando a "oír" intuitivamente
a sus comunicantes, que unas veces escriben directamente y otras lo hacen por
el ajuste periespiritual.

Capítulo 13

LA MEDIUMNIDAD INTUITIVA Y LA DE
INCORPORACIÓN

77 Pregunta: La mediumnidad mecánica, ¿es la denominada de incorporación?


Ramatís: Hay que distinguir lo siguiente: el médium mecánico y el
semimecánico no abandonan su cuerpo físico en el momento de la escritura de
los mensajes de las entidades espirituales, mientras que en el caso de la
incorporación completa, el espíritu y el periespíritu del médium pueden
apartarse a mucha distancia, dejando el cuerpo físico bajo la dirección de la

90
entidad comunicante. El médium de incorporación completa, cuando abandona
su cuerpo físico queda ligado únicamente por su cordón fluídico, espacio de
tiempo ese en que el espíritu se manifiesta,, como sucede con el dueño de
casa, que deja la habitación para que temporariamente la habite su amigo o
amistad. Aunque continúe ligado al cuerpo carnal, por el lazo fluídico, en virtud
a su desligamiento de los centros energéticos del doble etérico, le baja la
temperatura y el trance mediúmnico pronunciase hacia el estado de catalepsia.
El éxito de la comunicación mediúmnica de incorporación, en trance
completo, depende muchísimo del conocimiento y posibilidad que manifieste la
entidad espiritual para utilizarlo, pues en definitiva es el único dueño -en ese
momento- de la propiedad ajena. La mediumnidad de incorporación, como la
mecánica, es eficaz para las identificaciones correctas de los desencarnados,
que pueden actuar sin interferencias del médium, revelando con seguridad su
característica psicológica y otras particularidades íntimas de su vida terrena.
Aunque los espíritus comunicantes deben someterse a las exigencias
instintivas del cuerpo físico del médium de incorporación, el cual conserva los
ascendientes biológicos y hábitos particulares y estigmatizados en su vida
común, asimismo consigue manifestarse con cierta comodidad para exponer su
verdadera identidad. La entidad, a pesar de encontrarse en casa ajena o
disponiendo de otro instrumento vivo de manifestación en el medio del mundo
material, no deja de verificar sus principales cualidades o defectos que eran
conocidos por los vivos. La severidad, la malicia, el humorismo, la capciosidad,
la ternura, la inteligencia o la humildad retrátanse perfectamente a través del
médium de incorporación, porque goza de la facultad de poder plastificar en su
rostro las expresiones personales de sus comunicantes. Nos recuerda el caso
del inquilino, que debió mudarse a otra mansión amueblada, de gusto distinto,
pero que poco a poco consiguió imponer su sello característico, logrando
predominar definitivamente su preferencia emotiva.
Sirviéndose del médium de incorporación, el espíritu comunicante
encuentra ciertos hábitos biológicos y condicionamientos psicológicos que
fueron de "su gusto", pero durante la comunicación consigue interferir en su
intermediario dejándole entrever algo de su propia índole y temperamento
espiritual. En virtud a que el espíritu del médium se aparta totalmente de su
organismo físico, al igual que su periespíritu, la comunicación le fluye en forma
inconsciente, despertando del trance mediúmnico sin recordar nada de aquello
que fue transmitido por su cerebro físico durante su ausencia espiritual. Más
tarde se sorprende cuando alguien le describe ciertos asuntos, conceptos
filosóficos o argumentación científica, que le agradó, pues como es lógico, no
tenía conocimiento personal de la exposición.

91
78 Pregunta: ¿Podemos considerar al médium intuitivo como el tipo
exactamente opuesto al de incorporación? ¿Acaso no representan los dos tipos
clásicos de médium "consciente" e "inconsciente" situados en extremos
opuestos?
Ramatís: La escala de la facultad mediúmnica es muy extensa y variada.
El médium es un señor de reducido o extenso bagaje psíquico milenario y
aporta sus condiciones en las comunicaciones de los desencarnados. Es
dificilísimo encontrar dos médiums cuya moral, temperamento, cultura o poder
mental coincidan rigurosamente entre sí, por eso se producen comunicaciones
perfectamente semejantes, mas no iguales. Aunque se trate de médiums de
incorporación completa e inconscientes, su bagaje psíquico y la contextura de
su individualidad espiritual, influyen en las comunicaciones mediúmnicas,
imponiendo cierta peculiaridad. Sólo en el caso de muerte física, cuando el
Espíritu se desliga completamente del cuerpo carnal, cuando realmente es un
"cadáver", un cuerpo sin vida, en ese estado recién deja de recibir la influencia
exterior, propiamente dicha.
El periespíritu del médium, que es la matriz o molde original del cuerpo
físico, prestado al espíritu desencarnado o manifestante, aunque se conserve a
larga distancia, lo mismo influye, dejando traslucir en la comunicación sus
características psíquicas acondicionadas del pretérito. El espíritu comunicante
utiliza el cuerpo del médium, mas su temperamento, cultura o costumbres se
podrán manifestar a través de las peculiaridades que ofrece, en cierta forma,
por medio del comunicado.
La facultad intuitiva y la de incorporación no pueden considerarse dos
patrones exclusivos de mediumnidad, opuestas entre sí, porque tanto el
médium intuitivo como el de incorporación pueden variar en su manifestación
mediúmnica, revelando algunos matices opuestos e incomunes a su propia
facultad habitual. El intuitivo, algunas veces, puede comunicar en trance
sonambúlico parcial -aunque no sea muy frecuente- y el médium incorporación
también está sujeto a intercalar en su manifestación algo de la facultad intuitiva.
Durante el ejercicio mediúmnico pueden surgir factores o circunstancias que
favorecen al médium, predominando ciertos matices mediúmnicos diferentes
del acostumbrado; también debido a su progreso espiritual, alcanza nuevas
aptitudes de mejoramiento psíquico en su tarea de comunicación con el mundo
oculto.
En general, los médiums intuitivos, a veces, son de incorporación, mientras
que en los que predomina la facultad de incorporación, accidentalmente
también pueden comunicar intuitivamente.
La diferencia está en que el médium intuitivo recuerda todos los
pensamientos que le fueron comunicados por las entidades, en cuanto al de

92
incorporación es inconsciente, pues su periespíritu se aparta durante la
manifestación. el propio médium de incorporación -que se vuelve nulo durante
el trance- más tarde logra recordar algo de las ideas que se transmitieron por su
intermedio.

79 Pregunta: ¿Por qué el médium de incorporación, no recuerda de inmediato


aquello que los espíritus comunicaron por su intermedio?
Ramatís: Conforme manifestamos anteriormente, sólo en caso de muerte
corporal el periespíritu abandona definitivamente el cuerpo físico. El médium
inconsciente o de incorporación completa, algunos días después de su trabajo
mediúmnico verifica la aparición de algunas frases, vocablos o ideas, que los
desencarnados vertieron por su cerebro físico, cuando estaba alejado de su
organismo.
Aunque el cerebro periespiritual quede distanciado durante el trance, no
elimina totalmente lo sucedido; por eso, las ideas comunicadas se retratan o
reflejan aunque no posean la nitidez original con que las recibió por su cerebro.
El médium se sorprende tiempo después al reconocer formas, vestimentas o
fisonomías que tuvo la oportunidad de identificar en otros lugares, pero ignora
que fueron lar entidades que utilizaron su cuerpo físico en trance. Ese
reconocimiento posterior y mental, de algunos períodos, fragmentos o ideas
que los desencarnados le fluyeron por el cerebro físico, le da la impresión de
que el hecho sucedió en aquel momento. Así como sucede con el médium
intuitivo y vidente, que "ve" a los espíritus a través de su mente sensibilizada, y
en realidad el fenómeno ocurre porque "sienten" la presencia junto a su
periespíritu, para surgirle después las imágenes o detalles que le aclaran o
explican la visión intuitiva; el médium de incorporación, instintivamente evoca
de la intimidad de su periespíritu aquello que sintió cuando cedía el cuerpo a la
entidad manifestante.
Su cerebro periespiritual insiste en evocar el acontecimiento incomún que
observó a la distancia, pero que grabó en su memoria etérica. A través del
fenómeno de repercusión vibratoria, poco a poco le transfiere hacia el cerebro
físico las imágenes que mejor entrevió en su visión periespiritual. Algunos
detalles nítidos pueden surgir posteriormente por el ajuste sincrónico del
periespíritu al cerebro físico; podría decirse que las rememorizaciones y
asociaciones de ideas que aparecen más tarde se las comunica el periespíritu
al cerebro físico.
Esto sucede también con los "sujetos" muy sensibles a la hipnosis, quienes
más tarde recuerdan, con mayor o menor claridad, aquello que vivieron o
transmitieron en trance hipnótico, a pesar de su completa inconsciencia cuando
estaban bajo la dirección y voluntad del hipnotizador. Algunos "sujetos"

93
recuerdan inmediatamente todo aquello de cuanto participaron, ni bien retoman
del trance; otros lo van recordando lentamente, y a veces pasan algunos días
para tomar conocimiento satisfactorio del fenómeno hipnótico.
En el caso de los experimentos hipnológicos de regresión de la memoria
reencarnatoria, algunos pacientes de la hipnosis llegan a evocar los contornos
físicos, voces y acontecimientos que vivieron, o relatan en trance aquello que
más les impresionó el cerebro en la evocación de sus vidas anteriores. La
memoria etérica y periespiritual definitiva conserva totalmente los hechos de
que participa con el ser, pudiendo ser desde un simple cabello, el vuelo y brillo
fugaz de la luciérnaga, hasta las escenas tormentosas y catastróficas del
mundo físico. A medida que se sensibiliza el espíritu, aviva su bagaje milenario
y sideral y poco a poco toma posesión de su conciencia forjada en el tiempo y
en el espacio por los elementos educativos del mundo planetario.

Capítulo 14

LA MEDIUMNIDAD SONAMBÚLICA

80 Pregunta: ¿Podemos considerar que la mediumnidad sonambúlica es más


favorable que la intuitiva?
Ramatís: La facultad mediúmnica, aunque sea de "prueba", debe ser como
la flor que se entreabre espontáneamente, sin el calor artificial. La tarea o
responsabilidad espiritual determinada, se manifiesta en el espíritu endeudado
a fin de rescatar su factor kármico, en el momento exacto y previsto por los
mentores siderales, sin lugar a dudas beneficiará al futuro médium.
Encontramos de poca importancia saber cuál es la mediumnidad más favorable,
pero sí interesa conocer cuál de ellas permitió al médium redimirse rápidamente
de su pretérito delictuoso. El médium sonámbulo no es más agraciado
espiritualmente que el médium intuitivo, pues ambos enfrentan la
responsabilidad mediúmnica conforme a su necesidad kármica y entendimiento
psíquico.
La administración sideral les ofrece el camino mediúmnico de acuerdo a su
contextura espiritual para mejor aprovechamiento en el servicio redentor.
Además el médium no debe preferir la condición pasiva de ser simple "muleta"
de los espíritus desencarnados, le conviene participar íntimamente en la
comunicación, a fin de incorporar a su mente el bagaje superior que los guías
promueven por medio de su facultad de mediador. Después de cierto tiempo en

94
contacto superior, el cerebro periespiritual del médium se habitúa a las
advertencias y enseñanzas elevadas que los espíritus benefactores transmiten
para los encarnados, quedando mejor entrenados para orientarse eficazmente
en su propia vida física. Aún en las comunicaciones tormentosas de los
espíritus sufrientes o rebeldes, que el médium participa por fuerza del desarrollo
mediúmnico, sirve de ejemplo vivo para ayudarlo a modificar su conducta moral
y liberarlo, más tarde, de muchos padecimientos en el Más Allá.
Aunque el desempeño de la mediumnidad siembre ciertas desilusiones y
dudas en el médium incipiente, poco a poco se transforma en un excelente
camino de reflexión para el mejoramiento espiritual de su portador. De acuerdo
al concepto de que "la función hace al órgano", a medida que el médium se
renueva en espíritu y se aficiona al estudio superior, también se vuelve un
mediador eficiente de las entidades elevadas, de cuyo intercambio agradará por
su elevada preferencia por los pensamientos constructivos y actitudes
benefactoras, hasta la modificación loable de su lenguaje grosero, hacia un
nivel respetuoso y sano.
El servidor mediúmnico, bajo la dirección superior, se convierte en el
instrumento útil, dócil y valioso, que por ley de asimilación lo vuelve heraldo de
las ideas sublimes. Mientras el médium sonambúlico se entrega al sueño
pesado, sumergiendo la conciencia para ceder el cuerpo físico a la entidad
comunicante, el intuitivo transmite conscientemente los mensajes que los
desencarnados le comunican por el periespíritu, e imprime con su mente la
esencia educativa de aquello que es portador.

81 Pregunta: Los médiums intuitivos alegan comúnmente que prefieren la


mediumnidad sonambúlica, porque así se libran del animismo improductivo, que
les hace cometer ciertas incongruencias mediúmnicas. ¿Qué opináis?
Ramatís: El sonámbulo absoluto es rarísimo, aunque suceda el caso de
inconsciencia transitoria en el médium de incorporación, pues sólo los infelices
internados de los asilos psicópatas, destituidos totalmente de la razón,
presentan un patrón de sonambulismo indiscutible. Además consideramos de
poco valor para el médium la facultad que lo hace semejante al cartero
terrestre, como un simple entregador mecánico de los recados del Más Allá,
pues en definitiva nada usufructúa' de su propia tarea.
Los espíritus elevados tienen la preocupación de enviar mensajes
mediúmnicos hacia la Tierra, pero por encima de todo, tienen sumo interés en
mejorar las condiciones morales e intelectivas de sus propios médiums. Buscan
de Hacerlos participar personalmente de los mensajes de que son portadores.
Aunque el servicio mediúmnico sea ejercido por el médium sonambúlico de

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confianza, aún así, guarda en su mente el recuerdo parcial de aquello que los
espíritus desencarnados transfieren por su intermedio hacia el mundo carnal.

82 Pregunta: Algunos médiums, con quienes hemos tenido contacto, afirman


resueltamente que no se acuerdan absolutamente nada del contenido espiritual
que reciben de los desencarnados, dejándonos convencidos de que son
totalmente sonámbulos. ¿Puede ser?
Ramatís: Repetimos: el médium sonámbulo que fuera incapaz de valorar
de inmediato o posteriormente al menos, un solo pensamiento de los
comunicantes desencarnados, además de muy raro, es el indicado para tender
la investigación científica e identificar a los espíritus de los "fallecidos",
cumpliendo la finalidad de probar experimentalmente a los escépticos la
inmortalidad del alma. En el sonambulismo perfecto se encuadra mejor el
médium de fenómenos físicos, que generalmente, después del trance completo,
provee ectoplasma para ejecutar los trabajos mediúmnicos de ese género.
Precisa someterse pasivamente a los técnicos del Más Allá para alcanzar el
mejor éxito posible en la fenomenología de materializaciones, voz directa,
transportes o levitaciones, que se manifiestan por la manipulación de la fuerza
ectoplásmica que se exuda por la contextura periespiritual y el sistema nervioso
del médium.
Conforme manifestáramos anteriormente, los desencarnados se
comunican por el cerebro periespiritual de los médiums intuitivos; en los
sonámbulos les accionan directamente el cerebro físico, y en el médium
mecánico le mueven la mano en la psicografía inconsciente. Pero el médium
siempre tendrá un conocimiento parcial de aquello que hace de intermediario,
pues sólo en los casos de obsesión completa, donde las entidades malévolas,
después de tensa acción diabólica, consiguen dominar completamente la
dirección mental del obseso, en este único caso podría aceptarse el
sonambulismo absoluto y sin posibilidades de algún reflejo de la razón.
También es cierto que algunos médiums sinceros y bien intencionados
alegan que son sonámbulos y que no recuerdan nada del trance mediúmnico,
pues son temerosos de no inspirar la debida confianza en sus oyentes. No lo
hacen por vanidad o mala intención, pues es evidente que el público queda más
convencido de las comunicaciones del Más Allá cuando cree que hubo
completo alejamiento del médium, de aquello que transmite mediúmnicamente.

83 Pregunta: ¿Es verídico que los médiums, intuitivos o sonambúlicos sufren


mucho, cuando retornan en sí, después del trance mediúmnico? Hemos
participado de trabajos mediúmnicos donde los médiums demuestran gran
aflicción para retomar el cuerpo físico. ¿Qué sucede en ese caso?

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Ramatís: Es obvio que el mediador entre vosotros y nosotros, sea éste
sonámbulo o intuitivo, ha de sufrir en trance, conforme a la naturaleza de los
fluidos de los comunicantes que se manifiestan. No podemos asegurar que
haya realidad en ciertas escenas producidas por parte de los médiums
ignorantes del mecanismo de la mediumnidad, y que sus comunicantes dicen
ser espíritus de evolución, demostrando grandes sufrimientos y convulsiones
impresionantes. Es razonable la angustia y desarmonía respiratoria de los
médiums al desligarse los espíritus sufrientes o agresivos; mientras tanto,
guardamos reserva sobre el hecho, cuando repiten el mismo fenómeno
angustioso en el intercambio con los espíritus superiores, cuyos fluidos son
fundamentalmente sedativos.

84 Pregunta: ¿Qué podemos deducir en tal caso?


Ramatís: Evidentemente, eso es el fruto de la ignorancia del médium, que
aún no conoce los preceptos y directrices fundamentales del Libro de los
médiums, pasando a impresionar únicamente a los asistentes del centro espirita
donde actúa. Es posible también que tales médiums aseguren que las
convulsiones o estertores, durante el retiro de las entidades comunicantes,
convenzan a los presentes de la realidad de la incorporación mediúmnica. El
médium correcto y estudioso no ejecuta movimientos extraños, ni produce
gestos circenses cuando retorna al estado de vigilia, pues comprende que las
alteraciones orgánicas nada tienen que ver con el ajuste de su mente a los
acontecimientos comunes de la vida física.
El propio espíritu sufriente deja al médium más calmo, cuando decide
retirarse, pues se aleja con sus fluidos coercitivos. Expuesto lo anterior, no
podemos justificar los espasmos o convulsiones de algunos médiums que
presentan cuadros de gran aflicción, después de haber incorporado a sus guías
o espíritus benefactores.

85 Pregunta: Insistimos en deciros que estamos familiarizados con algunos


médiums de cierta envergadura mediúmnica, quienes después de la
incorporación de sus guías y espíritus de orden superior, caen sobre las mesas
y retornan a la vigilia haciendo movimientos espasmódicos. ¿No podría provenir
ese aspecto de alguna particularidad orgánica, que realmente les causa
dificultad en el trance, en forma independiente de su voluntad?
Ramatís: Repetimos que sólo el desconocimiento de la realidad
mediúmnica provoca tales hechos incoherentes, pues es de ley sideral que
cuanto más elevado fuera el espíritu comunicante, tanto más imperceptible es
su manifestación, debido a sus tiernos; y sedativos fluidos.

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Cuando los espíritus benefactores se comunican por los médiums sensatos
y experimentados, se manifiestan con tal naturalidad que a veces es dificilísimo
distinguirlos de la personalidad del médium, que los recibe serenamente.
No oponemos dudas en cuanto a la veracidad de ese sufrimiento y
perturbación mediúmnica, cuando son espíritus mistificadores y de baja
condición moral, que se hacen pasar por entidades superiores; pues en su
desincorporación suelen dejar restos de fluidos agresivos y contundentes.
Además puede suceder en ciertos casos que sea un recurso estudiado del
médium, que ingenuamente desea atraer la atención del público. Algunos de
ellos aseguran que la cantidad de espasmos en la comunicación mediúmnica
permite comprobar el potencial de su mediumnidad, pues en su ignorancia
espiritual confunden la comunicación mediúmnica con la gimnasia física.

86 Pregunta: En algunas manifestaciones mediúmnicas tuvimos la oportunidad


de escuchar la solicitud que hacía el comunicante, de alta estirpe espiritual,
pidiendo elevación y oraciones a los asistentes, para que el médium retomara
sin sufrimiento. Algunas veces transcurren varios minutos de expectativa
aprehensiva, mientras los entendidos apelaban al espíritu del médium para que
retorne a su cuerpo. ¿Qué nos decís al respecto?
Ramatís: La contradicción es muy evidente, pues un espíritu de naturaleza
elevada no haría tal solicitud absurda, porque posee fluidos sedativos y
tonificantes, que benefician al médium. Probablemente el mismo sensitivo
consciente o inconsciente de sus automatismos psicológicos exagera en su
tarea mediúmnica. En ciertos casos se trata de entidades mistificadoras, que
intentan disfrazar su naturaleza maquiavélica, desviando la atención del público
con el pedido de oraciones, mientras se apartan cautelosamente.
En realidad, todos esos actos ridículos podrían eliminarse fácilmente con la
lectura del Libro de los médiums a través del cual Allan Kardec, después de
criterioso estudio anotó todas las incoherencias y actitudes dudosas en el
desempeño de la mediumnidad. Si los adeptos espiritas aceptan tales
anomalías, es evidente que ellos también necesitan consultar asiduamente las
obras fundamentales del codificador del Espiritismo.

Capítulo 15

TRABAJOS DE TIPTOLOGÍA

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87 Pregunta: ¿Cómo se produce el fenómeno de las llamadas "mesas
danzantes", conocido por Tiptología?
Ramatís: Las comunicaciones mediúmnicas por el proceso de Tiptología a
través de las mesas danzantes, es factible si hay entre los componentes un
médium de fenómenos físicos. Éste ayuda el trabajo proveyendo los fluidos
necesarios para interpenetrar los intersticios de los átomos etéricos del doble
invisible de la mesa, que se ajusta en perfecta conexión con los átomos y
sistemas electrónicos de su estructura material. A falta de un médium adecuado
para ese género de trabajo, su posibilidad de acción quedará supeditada a la
armonía conseguida entre las personas participantes del fenómeno, pues la
sintonía fluídica en la misma frecuencia vibratoria, neutraliza la fuerza
gravitacional para que los espíritus trabajen libremente.
Sólo así la mesa podrá moverse en varias direcciones o elevarse,
obedeciendo a la dirección mental y voluntad de los desencarnados, y sus
movimientos serán tan seguros y positivos como sea la calidad y naturaleza de
la masa ectoplástima que fuera entregada por la afinidad de los presentes.
Después de transcurrido el tiempo necesario para la adaptación preliminar de
los componentes del trabajo, recién se efectúa el intercambio satisfactorio y
comprensible con las entidades a través de los movimientos convencionales de
la mesita en su debido alfabeto.

88 Pregunta: ¿Es posible que se llegue a tratar asuntos de mucha importancia


por medio de la tiptología? Algunos colegas dicen que la tiptología es un trabajo
mediúmnico de baja calidad espiritual, en donde actúan espíritus inferiores.
¿Qué tiene de verdad esa aseveración?
Ramatís: Lo que determina la calidad superior o inferior de cualquier
trabajo mediúmnico, no es su género de expresión, sino las condiciones
morales y naturaleza de los objetivos de sus componentes. También es verdad,
que la sintonía con los espíritus desencarnados depende de las intenciones
buenas o malas de los encarnados. El vicio del juego no reside en los
elementos utilizados, sino en aquellos que juegan con intenciones equivocadas;
la calidad del trabajo triptológico no reside particularmente en utilizar la mesita,
pero sí en el contenido espiritual de quienes la utilizan. La mesita sólo es un
medio, un instrumento convencional para ajustar los intereses y facultar las
relaciones, como punto de apoyo, entre los vivos y los muertos. En
consecuencia, es un género mediúmnico que permite tratar asuntos elevados,
siempre que sea practicado por criaturas interesadas en su ascensión
espiritual, desechando la solución a los problemas de la vida material

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transitoria. Lo que atrae a los espíritus inferiores son los objetivos e intenciones
condenables y no el tipo de comunicación mediúmnica.
Respecto al éxito técnico de la tiptología, conforme hemos explicado,
depende de la cantidad y calidad del tenor de los fluidos que se puedan
combinar entre los presentes. En cuanto al nivel intelectual del trabajo,
principalmente en su comienzo, queda sujeto a la mentalidad de los
componentes, pues sus ideas influyen consciente o inconscientemente en la
manifestación tiptológica. Esa función mental impide la acción absolutamente
independiente de los espíritus desencarnados que operan desde el Más Allá,
pues la coherencia y fidelidad en el trabajo es posible, después de cierto tiempo
de intercambio mediúmnico y mayor afinidad entre los asistentes. El trabajo
evoluciona cuando más se reduce el desvío fluídico del elemento vital-etéreo en
libertad, que sufre la interferencia mental de los encarnados cuando precisa
combinarse a la fuerza nerviosa.

89 Pregunta: ¿Podríais explicarnos con más exactitud sobre la naturaleza de


esa interferencia mental?
Ramatís: Algunos de los participantes, cuya mente y voluntad son muy
desenvueltas, al comienzo del intercambio tiptológico pueden interferir y cortar
la respuesta del espíritu comunicante, imponiendo sus propias conclusiones y
aun ciertas emersiones del subconsciente. Eso sucede porque los movimientos
de la mesita danzante, en su comienzo son guiados por la acción vigorosa de la
energía fluídica de los componentes y por el escaso dominio de los espíritus
comunicantes.
De esta forma, los asuntos tratados a través de las convenciones
tiptológicas se determinan por la medida del entendimiento común de los que
se reúnen, transformándose en una "cortina psíquica", que los espíritus
desencarnados no consiguen atravesar en su propósito de manifestar sus
ideas. En consecuencia, los resultados o conclusiones espirituales de las
primeras manifestaciones del Más allá corresponden al índice mental de los
presentes, sorprendiendo o decepcionándolos porque la comunicación de los
espíritus es vacilante, confusa y no sobrepasa del orden común.

90 Pregunta: ¿Entonces los trabajos mediúmnicos de tiptología son el fruto del


animismo de los encarnados?
Ramatís: No pretendemos decir eso, pero sí advertiros, que el fracaso, la
confusión y la incoherencia en la mayoría de esos trabajos tiptológicos, son el
resultado de la precipitación de sus componentes, que al comienzo exigen
pruebas indiscutibles de la inmortalidad e identificación minuciosa de los
espíritus comunicantes. Ignoran que en la fase preliminar de esas

100
experimentaciones mediúmnicas predomina fuertemente la interferencia
anímica de los participantes que asisten a los trabajos. Después de asiduo y
perseverante intercambio con el plano espiritual y de la experimentación
cuidadosa, recién se estabiliza la tiptología en base a la presencia de los
desencarnados sensatos y benefactores, que recién principian a controlar el
fenómeno mediúmnico y dominan la interferencia anímica.
Los asistentes a esos trabajos son candidatos seguros a las
desanimadoras decepciones cuando pretenden servirse de la mesita danzante
como oráculo infalible, que debe resolver todas las preguntas y asuntos
triviales. Fuera de la experimentación seria, con finalidad constructiva y sana
espiritualidad, el trabajo de tiptología, dominado por los intereses materiales, se
corta y desilusiona a sus participantes, en base a las respuestas vulgares de los
espíritus irresponsables y al maquiavelismo de las sugestiones capciosas.
Las entidades benefactoras son unánimes en recomendar que todos los
intercambios y transacciones de los "vivos" con los "muertos" debe ejercerse
únicamente en función del progreso espiritual, y alejado de cualquier objetivo
que enfoque los intereses equivocados del mundo físico. Cualquier trabajo
mediúmnico sin finalidad superior, de liberación espiritual, que se identifique
con el intercambio mercenario de las entidades del astral inferior, termina
irremediablemente por agravar la esclavitud de la criatura a las formas terrenas.

91 Pregunta: ¿Qué otros recursos pueden elevar el trabajo mediúmnico


tiptológico, además del nivel mental creado por sus participantes?
Ramatís: Son los propósitos adoptados por los componentes los que
elevan o rebajan el nivel espiritual e intelectivo de los trabajos con el Más Allá.
Los espíritus superiores son muy desenvueltos mental y espiritualmente, causa
ésta que los transforma en sublimes catalizadores angélicos junto a quienes
merecen su presencia o logran atraerlos para el estudio de sus objetivos
espirituales. El trabajo de tiptología podrá sobrepasar el nivel mental creado por
la influencia de los asistentes cuando éstos puedan usufructuar de la presencia
o relaciones con los desencarnados de elevada estirpe espiritual.
Al comienzo, las respuestas de los desencarnados, a través de la
tiptología, pueden ser incongruentes, evasivas, triviales o confusas, reflejando
mayormente el automatismo mental y emotivo de sus participantes; algunas
veces contradicen el tema o pregunta escogida, inclusive se desajustan para la
comprensión mínima exigible. El grado de sensibilidad de la mesita está de
acuerdo al potencial de la fuerza nerviosa y del magnetismo conjugado de los
presentes, que facilita la liberación gravitacional del mundo físico, conforme sea
el volumen y naturaleza de ectoplasma que fuera extraído del ambiente.
Algunas veces la mesa se mueve impulsada por la acción particular "psico-

101
magnética" de los asistentes, desobedeciendo a la dirección de los espíritus
desencarnados, que actúan en una faja vibratoria más sutil, quedando
cohibidos para interferir en, la dirección positiva, proveída por el magnetismo
físico de los "vivos".
Si el trabajo de tiptología quedara sujeto únicamente al área mental de los
encarnados, lo que a veces sucede, dejará de ofrecer la seguridad y
responsabilidad en las preguntas formuladas y difícilmente se logrará la
identificación de los comunicantes. Repetimos: es necesario mucho
entrenamiento, contacto mediúmnico y paciencia, para que el trabajo de
tiptología compense integralmente.

92 Pregunta: ¿Cuáles son las providencias que deben tomarse, al comienzo,


para lograr a la brevedad el éxito en el trabajo tiptológico?
Ramatís: Os advertimos que la base fundamental del progreso y éxito de
cualquier trabajo mediúmnico es la naturaleza elevada de sus objetivos, pues
sólo así se logrará apartar a las entidades livianas o groseras que acostumbran
a interferir en cualquier intento mediúmnico. Esos espíritus irresponsables
hacen todo lo posible para quebrar la fe, sembrar la desconfianza, promover
intrigas o causar decepciones amargas entre quienes se colocan bajo su
dirección. Y con mucha facilidad pueden interferir en la tiptología, porque es un
intercambio cuya base es el magnetismo animal y fácil de sufrir la influencia de
las mentes desenvueltas, almas imperfectas en la gradación espiritual. Vuestros
guías os protegen constantemente en la vida física, pero una vez que se
afirman los objetivos espirituales y las intenciones elevadas de los
componentes del trabajo tiptológico, recién consiguen intervenir a gusto y
disponer de su precioso tiempo en favor de vuestro progreso espiritual.
Entonces los espíritus equivocados y malhechores se apartan ante la inutilidad
de sus esfuerzos para subvertir o mistificar a los encarnados.
Ciertas personas ajenas a la realidad espiritual y a la responsabilidad
mediúmnica, ni bien alcanzan un pequeño éxito en el intercambio espiritual por
la tiptología, no tardan en servirse de la misma para resolver sus intereses de
orden material, sacrificando el esclarecimiento espiritual en favor de las cosas
prosaicas del mundo terreno y transitorio. Mañosamente truncan el sentido
elevado y la enseñanza moral que los espíritus benefactores suministran desde
el Más Allá, encaminando el intercambio tiptológico a favor de sus intereses
vulgares. Impacientes ante las instrucciones y esclarecimientos sobre la vida
inmortal del espíritu, desvían el asunto espiritual hacia las indagaciones fútiles e
innecesarias.

93 Pregunta: ¿Podéis explicarnos ese asunto más objetivamente?

102
Ramatís: Ciertas veces el jefe de la familia intenta extraer hábilmente de
los desencarnados la solución provechosa para sus negocios comunes; el joven
negligente y cómodo indaga, sobre la posibilidad de ser trasladado el jefe, que
le dificulta el ascenso en la firma que trabaja; la dueña de casa consume el
precioso tiempo del comunicante para que la explique sobre la urticaria en el
brazo contraída por la ingestión abundante de habichuelas; la muchacha
casadera, un poco voluble, indaga sobre los enamorados que le convendrán
para el deseado casamiento; y el joven colegial, displicente y vivo, apoyado aún
por el estímulo materno, requiere del espíritu desencarnado una solución fácil
para resolver sus problemas escolares, puesto que aborrece estudiar. En otras
oportunidades, el grupo de trabajo recibe la visita accidental y encantadora de
la joven escéptica, que gentilmente participa de la tiptología, curiosa y
charlatana, resuelve comprobar la realidad del Más Allá, desafiando al espíritu
comunicante a que revele el color del vestido que compró para el baile de gala.
Indudablemente que los espíritus sensatos se apartan de inmediato de los
grupos de trabajos mediúmnicos, cuyas indagaciones no sobrepasan el círculo
vicioso de sus intereses materiales. Esos lugares no tardan en ocuparlos las
entidades irresponsables, juguetonas y livianas, que esperan la oportunidad
favorable para trabar relación con los encarnados en base a la trivialidad
doméstica, permitiéndoles cínicamente inmiscuirse en la vida ajena. Algunas de
esas entidades llegan hasta prestar algunos servicios, promoviendo simpatías,
pues su finalidad es tomar contacto eficiente con los humanos, para imponerles
sus conceptos vulgares a cuenta de elevada filosofía y revelaciones
importantes.
Como esos espíritus no tienen cultura espiritual suficiente para orientar con
provecho a sus simpatizantes encarnados, el intercambio mediúmnico y el
trabajo de tiptología decaen muchísimo en su tono intelectivo, situándose en la
esfera de las soluciones banales y conceptos comunes, bajo vulgar
entretenimiento para los ociosos del Más Allá. Pero si sus componentes se
interesan seriamente por su progreso moral y ascenso espiritual, el intercambio
se disciplina y alcanza un ritmo productivo, serio y con tal eficacia que la mesita
llega a revelar el temperamento de los espíritus comunicantes.

94 Pregunta: ¿Podéis explicar de qué forma la mesita puede revelar el


temperamento de los espíritus comunicantes, por medio de sus señales
tiptológicas?
Ramatís: Una vez que la mesita pasa a ser la prolongación móvil y
material del espíritu manifestante, dado que es el instrumentó de que dispone
para manifestar su inteligencia y tenor de su psiquismo, es obvio que en los
movimientos puede demostrar la naturaleza de los sentimientos, temperamento

103
y psicología que la anima, bajo el estímulo del espíritu comunicante. Es el
medio con que cuenta y puede ofrecer en ese momento, para expresarse en
lenguaje inteligente hacia el mundo material. La mesita, por consecuencia, es el
intérprete material, sensibilizada por el magnetismo humano, que en sus
movimientos entrega el recado de la entidad invisible y también se impregna
con algo de la contextura psicológica de sus comunicantes.

95 Pregunta: ¿Podéis citar algunos ejemplos de esa influencia?


Ramatís: Al mismo tiempo que el espíritu comunicante transmite sus
pensamientos por la tiptología, que es lenguaje por medio de golpes, también
expresa la naturaleza de sus sentimientos por la parsimonia o gravedad con
que dirige la mesita. Por ejemplo: cuando se comunican entidades bondadosas
y serenas, la mesita se inclina y golpea dócilmente, efectuando movimientos
tranquilos y suaves; bajo la acción de un espíritu severo y enérgico, pero bien
intencionado, los golpes son firmes, los movimientos exactos, rápidos y
decisivos. Los espíritus diestros y de mucha vitalidad astral manejan la mesita
con firmeza y seguridad; los recién desencarnados, sufrientes o atribulados por
el remordimiento, la mueven en forma penosa e incierta, porque aún se
manifiestan psíquicamente debilitados y confusos.
Las entidades agresivas y mal intencionadas efectúan movimientos
bruscos y fuertes, presentando un estilo tiptológico cargado de hostilidad; los
espíritus coléricos producen movimientos impacientes y nerviosos, los livianos o
mistificadores se expresan con impulsos dudosos y falsos, en franca burla
contra los encarnados, y los necios y tontos del Más Allá la accionan
rápidamente y en forma confusa.

Capítulo 16

LAS COMUNICACIONES PERVERSAS POR MEDIO


DE LA TIPTOGÍA

96 Pregunta: ¿Cuál es la forma característica con que se manifiestan los


espíritus perversos a través de la tiptología?
Ramatís: Los espíritus perversos, livianos y escarnecedores engañan a los
encarnados con respuestas incompletas, dictando frases tontas a cuenta de
asuntos importantes. Algunas veces obligan a los asistentes del trabajo

104
tiptológico a esperar mucho tiempo inmovilizando la mesita, mientras gozan y
ríen a causa de la perplejidad e indecisión incómoda que se manifiesta. Hacen
escribir las mismas palabras, innumerables veces, producen dictados
paradójicos, componen farsas históricas, revelaciones raras y predicen
acontecimientos contradictorios. Uno de sus habituales placeres es atizar la
curiosidad de los asistentes para después dejarlos en la mitad del camino,
como se dice comúnmente.
Los más pervertidos aprovechan la ignorancia de los novicios, la liviandad
o intereses comunes de los presentes, para expresar por medio de la mesita,
palabras y frases obscenas; los más crueles, transmiten falsos avisos de
muerte, sembrando la aflicción entre los presentes, como también prevén
enfermedades terribles; para los dolientes, les recetan remedios extravagantes
y bebidas nocivas, a cuenta de sabias prescripciones médicas.
Ciertas veces inducen a sus admiradores a las adoraciones idólatras y los
incentivan en la creencia de las necedades religiosas; otras veces,
recomiendan el uso de talismanes ridículos, de insignias tontas u oraciones
misteriosas. Despreocupados por las consecuencias futuras que pueden
sembrar, hacen profecías livianas; aseguran excelentes promociones para los
militares, predicen extraordinarios hechos políticos o excelente transacción en
el comercio. Ningún escrúpulo los detiene, pues conforme hemos explicado en
esta obra, cuando les aparece el momento oportuno, indican dónde se
encuentran tesoros enterrados y trazan rutas confusas, para mortificar a los que
se lanzan a la aventura improductiva.

97 Pregunta: En algunos trabajos tiptológicos encontramos espíritus solícitos


que atienden asuntos personales y solucionan problemas que benefician a sus
consultantes. En ese caso, ¿qué interés poseen?
Ramatís: Como no hay regla sin excepción, aun en el Más Allá existe el
merecimiento kármico de la criatura, que es atendida directamente en las
solicitaciones triviales o de interés material. Fuera de esos casos accidentales
hay que vigilar la intromisión de los espíritus irresponsables, imprudentes y
equivocados que tratan de engañar, disponiendo la orientación de sus
consultantes livianos.
No hay dudas que la continuidad del intercambio mediúmnico, para fines
de provecho material, ha de atraer y crear el ambiente propicio para los
espíritus ociosos, petulantes e interesados, que se apegan fanáticamente a las
tradiciones personalistas y a las formas del mundo físico. Son solícitos, sin
escrúpulos; explotan las fricciones y antipatías de los parientes consultantes, y
sugieren soluciones que puedan ablandar las fibras de sus simpatizantes
incautos. No tardan en atender las evocaciones asiduas que les hacen los

105
interesados, se colocan servicialmente a disposición de la familia y de los
amigos, opinan respecto al día favorable para realizar el viaje de turismo, o
sobre la vecina, que es conveniente romper con su amistad.
Hábilmente evitan perder la simpatía de los consultantes, conservándola
con dichos y orientaciones agradables, pero apartándolos de sus
responsabilidades espirituales. Los conflictos en la familia, las indisposiciones
temperamentales y los pecados cometidos, son transferidos a cuenta de otro;
siempre existe el vecino envidioso, el que "mira mal" la mediumnidad en
eclosión o el servicio maléfico contrario, que justifica todas las insanías. A todos
atienden y a todos prometen; son solícitos en el servir y hábiles en desorientar
a las almas poco vigilantes.

98 Pregunta: Tal vez fuera conveniente que los guías esclarecieran a los
encarnados al respecto, para lograr reducir las interferencias de esos espíritus
mefistofélicos. ¿No es verdad?
Ramatís: La culpa principal de esa situación, la tienen los propios
encarnados, que se transforman en consultantes livianos cuando ingresan en el
centro espirita, considerándolo como simple agencia de informaciones y
asistencias a la ley del menor esfuerzo. Por eso no tardan en aparecer los
"gentiles" profesores o tutores de las sombras que logran minar las reservas
sublimes del espíritu encarnado, deshabituándolo de la reflexión mental o
experimentación educativa. En el campo de la espiritualidad, transforman a sus
simpatizantes en inútiles "robots" que después de la muerte del cuerpo físico,
comparecen de "este lado", a semejanza del salvaje ignorante, arrojado al
torbellino de las ciudades; y aun les sucede peor, pues indagan a sus antiguos
"mentores" tiptológicos en busca de amparo en el Más Allá, volviéndose blanco
de sus impiadosas chacotas y sarcasmos.

99 Pregunta: Nos habéis informado sobre los espíritus perversos, livianos,


escarnecedores, crueles y obscenos, que siendo ignorantes acucian a los
encarnados en los trabajos de tiptología; también nos explicasteis la existencia
de los espíritus solícitos, simpáticos y que sirven hábilmente con el fin de
destruir las fibras íntimas de las almas encarnadas. Por ventura, ¿en tales
trabajos actúan también ciertos espíritus de avanzada inteligencia y poderes,
pero entregados al mal?
Ramatís: Esos espíritus son los más dañinos y diabólicos en la función de
subvertir las convicciones espirituales de los encarnados, pues consiguen hacer
pasar sus realizaciones maquiavélicas como si fueran servicios prestados por
las entidades benefactoras y responsables. Genios del submundo espiritual,
con mente extraordinariamente desenvuelta y sapientes en el manejo de

106
algunas energías del mundo oculto, trabajan con cierta facilidad en el campo de
la fenomenología mediúmnica ectoplasmática. Su principal interés es fascinar y
decepcionar a los hombres que se interesan por los fenómenos que
"convencen" a través de la prueba de los sentidos físicos, eliminándoles el
sentido de la indagación interior, para desadaptarlos de los principios del Cristo.
En estos casos acentúan el entusiasmo de la creencia transitoria en los
encarnados descuidados de su introspección espiritual y ávidos de sensaciones
exóticas, produciéndoles fenómenos mediúmnicos poco comunes, que los
impresionan mucho.
Después de transcurrido cierto tiempo de entrenamiento fascinador, esas
entidades actúan solapadamente; siembran las contraindicaciones
mediúmnicas y poco a poco llevan a sus admiradores a la desconfianza y
profunda descreencia, desmintiendo los fenómenos y revelaciones que
produjeron anteriormente. Pérfidos en sus intenciones, conducen el trabajo
mediúmnico hacia lo vulgar, la confusión y dudas, mientras que por vía intuitiva
conducen a los encarnados a la incredulidad de las manifestaciones del mundo
espiritual.

100 Pregunta: ¿Qué providencias emplean esos espíritus para alcanzar sus
objetivos subversivos?
Ramatís: Ya lo manifestamos anteriormente; son genios del submundo
espiritual, astutos al extremo, profundos psicólogos, conocen las
vulnerabilidades humanas y las contradicciones freudianas de los encarnados.
Planean con mucha capacidad, previendo con seguridad el curso de su
programa mefistofélico, pues desde el principio dejan antecedentes de los
fenómenos o comunicaciones mediúmnicas determinadas, que después
servirán de base para asociarlos a las evocaciones mentales de los asistentes,
apresurándoles la descreencia o sospecha.
Actúan de modo que los hechos manifestados en forma in-común, más
tarde sean explicados por la regencia natural de las leyes del mundo físico, o se
ajusten perfectamente a la sospechada mistificación o animismo de los
médiums. En suma, inducen a la creencia entusiasta del fenómeno incomún y
realidad de los espíritus inmortales, pero después proporcionan indirectamente
los medios para que los encarnados lleguen a las conclusiones personales, que
todo se puede explicar con suma facilidad, sin la intervención del Más Allá.
Inescrupulosos, accionan directamente en el médium bajo su control,
llevándolo en trance a mistificar en forma inconsciente en la sesión
mediúmnica, logrando causar gran decepción entre los presentes neófitos e
inseguros en la creencia espirita, apagando la última llama de esperanza sobre
a inmortalidad. Entonces desaparece el tono espiritual de la intervención

107
extraterrena, para imponerse la explicación humana por la tesis del puro
animismo o de la intervención mistificadora.

101 Pregunta: ¿Es muy común la intervención perniciosa de esos espíritus de


avanzado poder e intelecto en los trabajos de fenómenos mediúmnicos, o es
accidental? ¿Qué provecho compensador obtienen de su compleja actuación
contra los encarnados?
Ramatís: Ninguna entidad irresponsable o mala, aunque fuera poderosa,
interviene en los trabajos mediúmnicos donde dominan los principios
evangélicos del Cristo, aliados a los deseos sinceros de ascensión espiritual de
sus componentes. Eso sucede cuando los encarnados pretenden transformar a
los comunicantes en "correctores" de los intereses humanos. Moisés, conforme
relata la Biblia, en época tan lejana se vio obligado a prohibir el intercambio
mediúmnico de los hebreos con los desencarnados, pues había llegado a ser
tan vulgar el índice de las relaciones, que cuidaban únicamente de las
satisfacciones del cuerpo físico y mataban los estímulos ascensionales del
alma.
Los genios de la sombra alcanzan éxito entre los encarnados adversos a
su propia reforma espiritual y que sólo pretenden usufructuar lo "mejor" posible
de los sentidos físicos. Los médiums que descuidan su vigilancia espiritual
están sujetos a la mistificación inconsciente provocada por los desencarnados
inescrupulosos. Muchos trabajos mediúmnicos, después de brillantes sucesos
fenoménicos, fracasaron sembrando crueles decepciones entre sus integrantes,
en base a la intervención de los espíritus de mala fe, que aprovecharon la
decadencia moral y mediúmnica de los sensitivos, haciéndolos mistificar
inconsciente y hasta conscientemente.
Las maléficas entidades, responsables por las hordas del astral inferior,
que promueven desesperadas ofensivas contra los propuestos del Cristo,
saben que es conveniente neutralizar la creencia que se despierta en las almas
laboriosas e inteligentes y que una vez convertidas totalmente se transforman
en sus eficaces colaboradores. Sin dudas que el progreso espiritual de
innumerables criaturas se habría estancado, si los genios del mal hubiesen
podido atrofiar, en su comienzo, el germen sublime de la creencia que afirmó
Allan Kardec, cuando tuvo contacto con las mesitas danzantes. Cuántos
médiums excelentes abandonaron las primeras experiencias benefactoras de la
eclosión mediúmnica, porque los interventores del astral inferior consiguieron
minarles las convicciones, por la tesis del animismo improductivo y la
mistificación condenable.
Varios entusiastas, amigos de los fenómenos físicos de la tiptología y
demás trabajos mediúmnicos, alegan que abandonaron el Espiritismo más

108
descreídos que cuando comenzaron en sus trabajos prácticos. Lamentan su
viejo entusiasmo y creencia ingenua en los médiums y en los supuestos
espíritus, cuya existencia habían comprobado por la "seguridad" de los sentidos
físicos, para después desempeñarse espectacularmente por el animismo,
mistificación y burla de los mediadores mercenarios. Ignoran, mientras tanto,
que recogieron las desilusiones de su propia intimidad egoísta y atrofiaron el
último intersticio de su vida inmortal bajo la dirección de los magos astutos de
las sombras, que cerraron la puerta entreabierta hacia "este lado". A través de
un golpe maquiavélico, provocan el fenómeno mediúmnico poco común, para
después negar la existencia del alma que la produjo.
Esas criaturas quejosas y decepcionadas con la doctrina espirita y su
práctica mediúmnica son las que todavía no se convirtieron íntimamente a la
fenomenología evangélica del Cristo. Así como la claridad súbita de la luz
ilumina, pero después ofusca, los espíritus subversivos apenas las convencen,
abriéndoles los ojos de sorpresa, para después cegarlos con la arena cáustica
de la descreencia. Es más provechoso que el hombre "sienta" el espíritu
inmortal en sí mismo, para después intentar observarlo o palparlo por la
exteriorización de la fenomenología de los sentidos físicos, pues si la intuición
es cualidad intrínseca del alma, la visión física es el medio provisorio de los ojos
de la carne.

Capítulo 17

CONSIDERACIONES SOBRE LA VIDENCIA

102 Pregunta: Entre un médium intuitivo, que no "ve" propiamente a los


espíritus, pero que recibe sus impresiones a través de la mente o del
periespíritu, presintiendo su figura, vestidos y fisonomía, y otro médium, cuya
facultad le permite observar directamente en el mundo astral, ¿cuál de los dos
es más eficiente, exacto y seguro?
Ramatís: No es necesario decir que no son los ojos de fa carne los que
ven el fenómeno de la vida en el Más Allá, pues es el espíritu quien ve a través
de la doble vista, por cuya causa los médiums videntes tanto ven con los ojos
cerrados como abiertos, quedando definitivamente aclarado, que los ciegos
pueden ver los espíritus, conforme lo explica Allan Kardec *.( Nota del médium:
Cáp. XIV, Libro de los Médiums: Tópico 167)

109
Como el cuerpo físico y el sistema nervioso son la prolongación viva del
espíritu, es decir, el revelador de sus ideas y concepciones para el mundo
material, el éxito técnico de la videncia indirecta mental o astralina directa,
depende de la mayor o menor sensibilidad psíquica del intermediario. Sin
embargo, su seguridad, exactitud y provecho, están subordinados a la
gradación moral y espiritual del ser.
Grandes videntes famosos y dotados de doble vista, que obtenían visión
directa del mundo astral, no fueron espíritus benefactores, y su
desenvolvimiento mental, poco común, no tenía armonía con sus sentimientos
inferiores dispuestos para el servicio del mal.
En cualquier manifestación mediúmnica, es muy importante verificar la
índole moral del mediador, pues si es viciado o inescrupuloso, vive ligado a los
espíritus desencarnados de la misma estirpe espiritual inferior, por cuyo motivo
sus revelaciones no poseen el mérito de las revelaciones espirituales
provechosas. Los espíritus de las sombras viven en constante acecho para
localizar a los encarnados que pueden ofrecerles la oportunidad de ser un
"puente vivo" mediúmnico, que les ligue al mundo físico para disfrutar de las
sensaciones torpes, que les fueron anuladas cuando perdieran el cuerpo camal.

103 Pregunta: ¿Nos podéis dar un ejemplo de algún médium de videncia


astral, poco común, pero subvertido con respecto a sus objetivos personales?
Ramatís: Uno de los ejemplos más convincentes fue el caso de Rasputín,
que además de poseer otros poderes ocultos y extraordinarios, visualizaba
directamente el mundo astral y se entendía con los genios del mal. Aplicaba
con fines criminales e inconfesables toda la fenomenología mediúmnica de que
disponía, bajo el concurso de la inspiración del Mal.
Por eso es más útil y seguro el médium de videncia intuitiva, pues a causa
de su moral superior y propósitos elevados que asumió, permanece
constantemente ligado a las entidades sublimes, porque siendo su vista
indirecta, ve aquello que es sensato y provechoso. Es de poco valor el médium
de visión directa astralina avanzada, que por estar ligado a los espíritus
diabólicos, hace relatos funestos, predice perturbaciones y deforma la realidad
espiritual, transformando su facultad en un vil negocio o motivos de
sensaciones inferiores.
Los espíritus delincuentes y malhechores tratan de ligarse a los videntes
excepcionales pero de moral dudosa para lograr interferirlos y ponerlos en
ridículo, diciendo sandeces o avivando las intrigas y desconfianzas entre los
compañeros. Su interés es apartarlo lo más rápido posible de los ambientes
moralizadores, para neutralizarle la videncia esclarecedora y eficaz de ayuda,
en la siembra espirita. Por eso ciertos videntes que viven bajo la acción

110
perniciosa de esos espíritus mistificadores, revelan cuadros tontos, cansadores
y exóticos, que arrojan dudas, despiertan risas o siembran confusión entre los
circunstantes.
Los espíritus maquiavélicos hacen todo lo posible para bajar el tono de
seguridad y sensatez en los ambientes espiritas, intentando anarquizarlos por
medio de las revelaciones frívolas o. contradictorias, que nada tienen que ver
con la doctrina u objetivos serios del trabajo. Tanto por la psicofonía, como por
la videncia, hacen descripciones huecas y extensas, acumulan detalles inútiles
y cansadores e introducen intencionadamente ideas ridículas, para justificar las
supersticiones, cuando actúan por los médiums ingenuos e ignorantes o de
sentimientos censurables. Y si disponen del mediador exaltado, exhibicionista o
envanecido por las competiciones de oratoria mediúmnica, esas entidades de
las sombras, falsean la realidad sobre el Más Allá y debilitan las convicciones
de los neófitos espiritas.
Por lo tanto el médium vidente, intuitivo o de vista doble y directa, antes de
preocuparse por el éxito técnico y el poder descriptivo de su facultad, primero
debe evangelizarse, a fin de asegurar el tenor verídico y el sentimiento
benefactor de aquello que "ve" o "siente" en el umbral del mundo invisible de los
espíritus desencarnados.

Capítulo 18

VIDENCIA IDEOPLÁSTICA

104 Pregunta: ¿Por qué motivo, entre los variados retratos que fueron pintados
mediúmnicamente, sobre vuestra figura periespiritual, ninguno se ajusta
estrictamente a la verdad? Vuestro sensitivo nos dice que sois moreno, de ojos
oblicuos y que no tenéis aspecto de adolescente, como os han pintado.
También presentáis una fisonomía expresivamente accidentalizada, cuando en
realidad sois un tipo oriental descendiente del hindú y el chino. Dice el médium
que la mayor semejanza entre vos y los retratos realizados mediunímicamente,
reside en el tipo de ropa, el turbante y los colores de vuestra aura. ¿Qué nos
decís?
Ramatís: Las diferencias entre la verdadera configuración periespiritual de
los desencarnados y las pinturas mediúmnicas, son el resultado de los efectos
imprecisos y comunes en los fenómenos de ideoplastía. Las ideas y los
pensamientos producen ondas y radiaciones y a su vez deben formar imágenes

111
sobre lo que se piensa. Como las nuestras son configuradas en el plano de la
cuarta dimensión, no suele ajustarse con la exactitud deseada a las formas
tridimensionales de la visión carnal.
Es muy difícil para los encarnados obtener una fotografía perfecta y exacta
de las imágenes e ideas que proyectamos en el Más Allá, sobre la mente de los
médiums intuitivos, videntes o diseñistas. Lo mismo sucede con la exactitud de
las comunicaciones habladas o psicografiadas de nuestros pensamientos, pues
son raros los médiums intuitivos que captan la realidad intrínseca del asunto
que desearíamos transferir para el conocimiento del mundo material.
Haciendo comparación con la frecuencia retardada de los acontecimientos
del mundo material, es muy grande la aceleración o fuga vibratoria de los
fenómenos que se manifiestan en el mundo astral, resultando un considerable
desajuste en el mismo instante que se produce. Como ilustración concreta de
nuestra exposición basta decir que nuestro médium, en este mismo momento,
moviliza toda su capacidad psíquica para captar las ideas que formulamos
desde "este lado", y sin embargo, no consigue transferir fielmente hacia la
materia el asunto que siente en la intimidad de su alma. Sirviéndonos de un
grosero ejemplo diríamos que mientras emitimos un "tonel" de pensamientos,
nuestro mediador sólo consigue captar en su equipo físico la cantidad pensada
que simbólicamente cabria en una modesta "copa".

105 Pregunta: ¿Nos podéis esclarecer el motivo de la contradicción entre el


original espíritu y la copia del retrato mediúmnico?
Ramatís: Los retratos pintados mediúmnicamente, que no reproducen
fielmente la configuración periespiritual o la fisonomía de los desencarnados, se
resienten por lo general, a causa de tres dificultades características: a veces,
los médiums diseñadores, cuando retratan al espíritu desencarnado, apenas
sienten la vibración distante, confundiéndolo con la imagen que "ven"
mentalmente en ese momento. En otros casos, las personas presentes al
trabajo mediúmnico piensan fuertemente en determinado espíritu de su
simpatía, y el médium diseñador confecciona el retrato conforme a la figura que
siente proyectada en la cortina astral, ignorando que es la imagen pensada por
un encarnado en ese instante. Sin dudas entonces que la pintura será tan
perfecta o imperfecta como fuera la capacidad o fidelidad del que la piensa.
Finalmente, la mayoría de los casos de imperfección del diseño mediúmnico,
proviene de la inhabilidad y deficiencia técnica del médium, que a veces posee
una facultad incipiente e incapaz de presentir con eficacia el modelo del
desencarnado.
En virtud de la semejanza, que es muy común en los vestidos de los
orientales, los videntes o diseñadores confunden fácilmente a los espíritus de

112
ese origen por sus turbantes o túnicas tradicionales, como ha sucedido con
nosotros, que somos confundidos con otras entidades. Es muy común a los
trabajadores de Oriente presentarse a los médiums ostentando ciertos
emblemas iniciáticos del Espacio, como son la esmeralda, el rubí, el topacio o
zafiros en los turbantes, y que no expresan el convencionalismo que se les
atribuye a las joyas terrenas, sino la identificación particular, como hacen los
fraternalistas terrenos cuando usan la estrella de salamandra, el signo de
Salomón o el triángulo egipcio. No son talismanes o insignias supersticiosas, ni
tampoco distinciones jerárquicas, a las cuales son adversos, son señales que
identifican a las entidades bajo el mismo género de trabajo y responsabilidad
espiritual en las comunidades astrales de Oriente.
En cuanto a nosotros, hemos aparecido al sensitivo y a la videncia de los
terrícolas con los vestidos religiosos que usábamos hace un milenio en nuestro
último peregrinaje carnal en la Indochina; es una especie de indumentaria
iniciática de los sacerdotes de aquella latitud geográfica. Los espíritus
esclarecidos y seguros de que todas las criaturas provienen del mismo Creador
y que jamás se distinguen por privilegios espirituales, no se preocupan con la
fidelidad o exactitud de sus fisonomías del mundo físico y que son retratadas
por los médiums diseñadores. Sabéis que el espíritu, a medida que reencarna,
se traslada a otros planetas o asciende hacia planos espirituales superiores,
pero también modifica inexorablemente la sustancia y estética de su vestimenta
peri-espiritual.
Si fuésemos a coleccionar los diversos periespíritus que modelamos desde
nuestro primer contacto espiritual con la materia planetaria, lo cierto es que
terminaríamos confundidos ante la variedad de aspectos y figuras que
utilizamos en las diferentes vidas carnales, mientras tanto se mantiene intacta
nuestra individualidad espiritual responsable por tales manifestaciones en el
mundo de las formas. Actualmente tenemos conciencia de que somos un
sencillo "número sideral" clasificado en las fichas de la contabilidad divina, por
cuya causa nos desinteresamos de los nombres con que fuimos conocidos en
las tablas educativas del mundo físico y de los preconceptos ancestrales
extinguidos en la cueva material. La personalidad humana, que muchos aún
defienden fanáticamente en su hereditariedad biológica, para nosotros es un
rótulo que nos marcó provisoriamente en el aprendizaje de la escuela física.
En base a la determinación divina del Padre, donde todos los espíritus son
ángeles en potencia, caminando en pos de su ventura eterna, en el reino del
espíritu puro, el cuerpo físico y el periespíritu son trajes anacrónicos fuera de
uso. Si conservamos la configuración de nuestra última existencia en la
Indochina en vez de otra figura plasmada por nuestra mente y que hayamos
vivido anteriormente, lo hacemos únicamente para dar apoyo a la videncia o

113
intuición de los terrícolas que vibran con nosotros, en el mismo esfuerzo e ideal
de liberación espiritual.

106 Pregunta: Para lograr comprender satisfactoriamente la autenticidad o


dificultad en el retrato mediúmnico de los espíritus desencarnados, ¿podríais
esclarecernos, en vuestro caso, por qué motivo os retrataron mediúmnicamente
con la apariencia de un joven de quince años, si cuando dejasteis la materia,
parecíais tener la edad física de los treinta años?
Ramatís: El médium que nos retrató periespiritualmente se dejó envolver
por un sentimiento lisonjero y de simpatía hacia nosotros, convencido de que
todos los espíritus que participan de las tareas espirituales benefactoras, deben
ser bellos y jóvenes, algo parecidos a los ángeles tradicionales de la historia
sagrada.
Además, es muy común entre los encarnados atribuir características de
belleza y sabiduría a los espíritus de su simpatía, como sucede con la familia
terrena, que consideran a sus descendientes como las mejores criaturas del
mundo. Ese debe haber sido el motivo por qué nos retrataron en forma tan
lisonjera cuando el médium, probablemente, nos imaginó como habitantes
privilegiados de los planos edénicos, por cuya causa nos retrató bajo una
radiosa atmósfera de luces y aspecto joven, enmarcándonos con los colores
principescos *.(* Nota del médium: Respetando las evasivas modestas de Ramatís, debo
decir, que yo también lo he visto en medio de una masa de luz policroma, centellante y
transparente, que elimina las posibilidades de arrugas, cicatrices y señales de madurez en su
fisonomía, presentándolo como un joven de quince años, cuyo rostro asume un tono rosado;
sus ojos almendrados, redondéanse por la luz que los inunda fácilmente. Ramatís se remoza
de tal modo por los fulgores luminiscentes que irradia de su intimidad, que sería dificilísimo
creer que su periespíritu abandonó su cuerpo carnal a los 30 años de edad física, puesta
hasta sus labios pierden sus contornos orientales.)

Capítulo 19

ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL ANIMISMO

107 Pregunta: ¿Qué debemos interpretar por animismo, en lo tocante a las


comunicaciones mediúmnicas de la siembra espírita?

114
Ramatís: Animismo, conforme explica el diccionario de vuestro mundo, es
el "sistema fisiológico que considera al alma como la causa primaria de los
hechos intelectivos y vitales".
El fenómeno anímico, en la esfera de las actividades espiritas, es la
intervención de la personalidad del médium en las comunicaciones de los
espíritus desencarnados, imponiendo en las mismas algo de sí mismo y a
cuenta de los mensajes transmitidos del Más Allá. Cuando los adeptos del
Espiritismo afirman que determinada comunicación mediúmnica fue "puro
animismo" quieren explicar que el alma del médium intervino exclusivamente,
habiendo manifestado sus conocimientos y conceptos personales, aunque los
rotule con el nombre de un espíritu desencarnado.
Esa interferencia anímica inconsciente es tan sutil que el médium es
incapaz de percibir cuándo su pensamiento interviene o cuándo el espíritu
comunicante transmite sus ideas por contacto periespiritual.

108 Pregunta: ¿Consideráis el animismo como "algo" indeseable en las


comunicaciones espiritas?
Ramatís: Al servirnos de los médiums de la Tierra, nos inclinamos llenos
de agradecimiento al Padre por la oportunidad que nos brinda para poder
inspirarlos en favor de la ventura, del bien y alegría de los seres humanos. Por
eso no despreciamos la oportunidad de los médiums anímicos cuando nos
interpretan a su modo personal, pero que conservan la idea central y auténtica
de aquello que le inculcamos en su alma.

109 Pregunta: La comunicación del médium totalmente anímico no deja de ser


una mistificación inconsciente, ¿no es verdad?
Ramatís: Cuando el médium no tiene interés en engañar a los oyentes, no
podéis admitir la mistificación inconsciente. La comunicación anímica sucede
por la falsa e íntima suposición que la criatura cree o juzga, de sentirse
accionada por los espíritus, transmitiendo equivocadamente sus propias ideas.
La mistificación, mientras tanto, es el fruto de la mala intención.

110 Pregunta: En el concepto de la mediumnidad, ¿el médium anímico tiene


algún valor positivo?
Ramatís: La criatura anímica, cuando se encuentra en trance, revela su
temperamento psicológico, alegrías o aflicciones, mañas o venturas, sueños o
derrotas. Esa manifestación anímica, a cuenta de la mediumnidad, cuando se
manifiesta en trance conturbado o escenas dolorosas, hechos trágicos o
detestables, es el producto de un médium desajustado o enfermo, que necesita
mucho del amparo y orientación espiritual para aprender a dominar las

115
impresiones mórbidas del subconsciente. Algunas veces transmite
anímicamente los hechos mórbidos que le impresionaron en la infancia o las
escenas trágicamente vividas en la existencia pasada, como si fueran la historia
de los espíritus infelices y desencarnados. Las emersiones freudianas de la
terminología psicoanalítica también son responsables por algunas de esas
supuestas manifestaciones intempestivas y conturbadas, que los médiums
excesivamente anímicos y sugestionables presuponen que son manifestaciones
del Más Allá.

111 Pregunta: Supongamos a un médium anímico, que sólo transmite lo que


es suyo, pero a cuenta de la manifestación de los espíritus, pero que sea culto,
sensato y de conducta moral intachable, que exponga sus pensamientos con
elevado tenor intelectivo y espiritual: ¿cómo debemos clasificarlo en la tesis
anímica?
Ramatís: En ese caso es la criatura que supera a la mayoría de los
médiums, pues si es inteligente, de moral superior y sensible a la vida espiritual
angélica, no deja de ser un médium intuitivo natural, un feliz inspirado que
absorbe directamente de la Fuente Divina los elevados conceptos filosóficos de
la vida inmortal y posee además las bases exactas del ascenso espiritual.
Al contrario de la criatura exclusivamente anímica, que ofrece un contenido
pobre y superficial en su pasividad psíquica, el intuitivo natural llega a presentir
la transformación del futuro y reconoce con absoluta seguridad los valores
evolutivos de elevada espiritualidad. Domina el fenómeno de su auscultación
espiritual, dirigiéndolo consciente y despierto, en apreciable coherencia,
garantizado por la sensatez de su intelecto superior. El médium anímico e
inculto, sugestionable, enfermizo o moralmente falto, es la víctima pasiva de
sus ideas fijas, de las emersiones de la memoria en el pasado y de las
sugestiones anímicas mediocres. Fácilmente ha de tomar por manifestación de
los espíritus desencarnados todo aquello que aflora a la superficie de su mente
y bajo la influencia de cualquier clima catalizador del animismo.

112 Pregunta: ¿Qué debemos entender por "catalizador" del animismo?


Ramatís: El ambiente de una sesión espirita, por ejemplo, es un clima
adecuado para favorecer la asociación de ideas, emersión del subconsciente o
el ajuste de las impresiones del día, en las personas muy sugestionables,
creándose tal confusión que creen estar mediumnizados por los espíritus. Todo
converge para "catalizar" o sea acelerar el contenido psicológico, el bagaje
freudiano, los automatismos incontrolables en el intermedio anímico. Se
sugestiona para el trance anímico cuando ingresa a la atmósfera tradicional del
ambiente espirita; el subconsciente se le excita a media luz, para dar comienzo

116
a los trabajos, bajo la lectura del Evangelio o temas mediúmnicos. Las
instrucciones del adoctrinador, la invitación para que los médium se concentren
y reciban al guía o seres sufrientes, todo funciona como un incentivo para el
clima "catalizador" que acciona inadvertidamente la maquinaria psíquica de las
personas ansiosas por ser médiums y desahogar sus dramas y angustias
íntimas, que erróneamente creen es el fruto de la influencia de los espíritus
sufrientes.
Además de esas condiciones que acelera la mente del médium anímico
puede, inclusive, dar cabida a su imaginación incontrolable por la presencia de
algún espíritu desencarnado, que fueron afines en el pasado y se hallan ligados
por los dolores y aflicciones morales idénticas, que también dominan al médium
durante el trance anímico.
La aproximación de los espíritus a los seres encarnados se verifica por
varias formas de presentimiento, modificando el campo magnético o
sensaciones psíquicas extrañas que pueden coaligarse con otros fenómenos de
la vida física, confundiéndose a la criatura anímica con el médium. Es difícil
distinguir cuando el espíritu se comunica o si el médium interfiere
anímicamente, pues en el encuentro de ambos se produce una acentuada
oscilación vibratoria, una especie de "focalización" y "desfocalización"
alternadas, siendo únicamente controlable por los espíritus desencarnados muy
competentes.

113 Pregunta: El médium anímico ¿puede ser un fiel comunicante de los


espíritus desencarnados?
Ramatís: ¿Por qué no? El animismo, como manifestación del alma es
sensibilidad psíquica, como lo es la facultad mediúmnica, que es la vía de
comunicación entre los dos planos. En consecuencia, el médium anímico
también alcanzará la eclosión del fenómeno mediúmnico por su
hipersensibilización psíquica, cabiéndole estudiar y saber distinguir cuándo es
su espíritu o cuándo lo hace la entidad espiritual. Además, precisa evitar la
cristalización de la mente en los cuadros que le son familiares y que
acostumbraba a comunicar anímicamente; eso debe alcanzarse por el estudio,
investigación y consultando a los más experimentados.
El intermediario totalmente anímico es víctima pasiva de su propio espíritu,
que piensa y expone su mensaje particular, sin interferencias exteriores; el
mediador propiamente dicho, aún cuando fuera obsesado, es un instrumento de
las intenciones o deseos de otra entidad.
Entre los médiums totalmente anímicos se puede establecer dos
clasificaciones, es decir, el anímico pasivo, que es víctima de sus ideas e

117
impresiones, y el anímico activo, capaz de investigar los acontecimientos y
fenómenos de la vida oculta para luego exponerlos en nombre de terceros.

114 Pregunta: ¿Cuáles son los factores que encuadran al médium en el


"animismo puro"?
Ramatís: El automatismo psicológico en particular, es un estado del alma
que influye bastante en las manifestaciones anímicas, donde el subconsciente
dirige las ideas y los hechos que afloran en el cerebro del médium,
imponiéndolos a cuenta de los espíritus. En tal condición el médium asume la
personalidad ajena y pasa a vivir el temperamento, sentimientos o carácter de
las criaturas que conoció personalmente a través de los relatos históricos,
dejándose influenciar hasta llegar a imitarlos.

115 Pregunta: ¿Podéis darnos un ejemplo objetivo sobre esa influencia del
automatismo psicológico de los médiums anímicos?
Ramatís: Algunos de ellos, por ejemplo, aunque no son del todo anímicos
se dejan influenciar por la vida de los apóstoles, seguidores del Maestro Jesús,
viviendo las impresiones íntimas, que más tarde, las comunican como
manifestaciones mediúmnicas en nombre de aquellos que tanto admiran.
Los grandes líderes, profetas, santos, escritores, artistas, gobernadores,
ministros y demás personalidades que se destacaron en el mundo material,
ejercen profunda impresión en los médiums muy anímicos, llegando a poner
sus nombres como guías.
Otros, debido a la excesiva imaginación, activada en su juventud a causa
de los romances y aventuras extraídas de la historia, viven en trance
mediúmnico las mismas y excitantes impresiones, llegando a sobreponerse a la
entidad y a los asuntos tratados por el espíritu comunicante.
El Egipto de los faraones, la Grecia de los filósofos, la Italia de los Césares,
la Francia de aventureros de capa y espada, aún vibran con fuerte vitalidad en
la mente de la mayoría de las personas y también del mediador. Principalmente
Francia ejerció gran influencia en el alma de los lectores de aventuras, los
personajes célebres de su historia aún se mueven en su retina, remarcando el
caso de Notre Dame, del Sena, de la Plaza de la Greve, del Patio de los
Milagros, las tabernas de París o la sombra de la tétrica guillotina.
Los guardias de Richelieu o Mazzarino, en lucha forzada con los
mosqueteros del Rey, a través de las páginas de Dumas, aún lanzan el fulgor
de las espadas, el brillo de los puñales en la memoria de los lectores emotivos.
En el período monárquico forman fila Luis XIV y XV, Catalina y María de
Médicis, La Valliére, Du Barry, Pompadour, María Antonieta o los Guise; la

118
República surge destacando la figura de Robespierre, Napoleón, Marat,
Danton, Fouché, Madame Roland, el Delfín de Francia, Desmoulin y otros más.
El automatismo psicológico o personalismo que domina fuertemente el
subconsciente del ser, estratifica en el tiempo las imágenes simpáticas y que
produjeron mucha impresión en las personas sugestionables, haciéndoles
surgir por asociación de ideas o el clima psicológico propicio.
El médium anímico, indisciplinado con sus emociones y entontecido por las
imágenes qué bailan en su mente descontrolada, no tarda en transferir hacia el
ambiente espirítico las personalidades que más le impresionaron en la
existencia, dándole vida triste, sublime o desafortunada. A través de supuestas
comunicaciones mediúmnicas del Más Allá, los personajes exaltados en los
romances aventurescos y fondo histórico, continúan manifestándose con
insistencia en ciertos trabajos mediúmnicos con las mismas características que
hace siglos poseían. Aquellos que la historia los describió como héroes,
bondadosos o desprendidos "bajan" en las sesiones para cumplir misiones
elevadas que condicen perfectamente con su carácter y temperamento
tradicional. Pero aquellos que la pluma del escritor los retrató como tiranos,
crueles, falsos, maquiavélicos, también se presentan en las sesiones, corroídos
por los sufrimientos o dolores o jurando vengarse e irrumpiendo con amenazas
contra los que pretendían adoctrinarlos.
Los personajes trágicos de la Revolución Francesa, en Brasil solamente,
fueron adoctrinados decenas de veces, pues determinados números de
médiums todavía no consiguieron liberarse de la fascinación ejercida en su
mente por las lecturas románticas e históricas, cuyos personajes les excitan la
memoria o interfieren anímicamente en las comunicaciones de los espíritus,
imponiéndose, a veces, como casos de profunda realidad.

116 Pregunta: ¿Queréis decir que todas las comunicaciones en nombre de


esos personajes son apócrifas?
Ramatís: Aunque esos médiums muy anímicos sean víctimas de su
exaltación psíquica, actúan sin mala intención, también es obvio que algunos
espíritus que la historia destacó por su turbulencia, crueldad o maquiavelismo,
todavía manifiestan el remordimiento por sus aventuras innobles o crímenes
execrables, compareciendo a ciertos trabajos espiritas sin que hayan
conseguido modificación espiritual. Queremos advertiros solamente, con
respecto a los perjuicios que causa la imaginación indisciplinada de los
médiums anímicos, que reviven en las sesiones mediúmnicas la figura de los
personajes históricos, sus temperamentos y emotividades psíquicas y que en
realidad es obra del médium, que vive el personaje que admira.

119
117 Pregunta: Los apóstoles de Jesús, tan benefactores y bondadosos, que
son tenidos como guías y protectores de tantos médiums, ¿no se comunican
con la Tierra?
Ramatís: No tenemos duda que algunos médiums sean inspirados o
protegidos por algunos apóstoles o discípulos, que vivieron a la sombra del
Maestro Jesús. Pero deseamos recordaros que el ascenso sidéreo es
constante y los espíritus cuanto más conscientes son de sus necesidades
íntimas, con más urgencia procuran rectificar su pasado imprudente, buscando
reintegrarse a la frecuencia vibratoria elevada, acelerando su programa
reencarnatorio junto a la escuela eficiente de la materia.
En cuanto a los apóstoles y demás discípulos de Jesús, es muy probable
que hayan cambiado de personalidad humana varias veces. En consecuencia,
cuando no es animismo de algunos médiums ignorantes de esa realidad, o de
las mistificaciones hechas a propósito por entidades burlonas, se presentan en
las sesiones espiritas manifestando la última personalidad que poseyeron en la
Tierra, en vez de insistir en la vieja forma apostólica. Considerando que el
espíritu se estaciona más no retrograda en su curso evolutivo, es evidente que
los espíritus que se movieron en la Tierra bajo el personaje de los apóstoles de
Jesús, al retornar en nuevas encarnaciones, tienen que haber desenvuelto aún
más sus cualidades angélicas. En consecuencia, podrían, como es lógico,
manifestarse mediúmnicamente bajo cualquier identificación personal, pero
también pueden preferir presentarse con los valores bien desenvueltos de su
última existencia. No es imposible que algunos apóstoles se vuelvan guías de
ciertos médiums, pero también es factible que detrás de un nombre de Juan o
Antonio, sin mucha expresión brillante, se esconda en feliz anonimato un
Marcos, Mateo, Lucas o Felipe.
Ningún espíritu es impedido, deliberadamente, para comunicarse con la
Tierra, siempre que posea los vehículos de los mundos mental-concreto y astral
que lo ligan a la materia; más deseamos advertiros que si los apóstoles
cambiaron varias veces de personalidad terrena, obviamente también
abandonaron la vieja figura apostolar para presentarse bajo la última identidad
obtenida en la Tierra. Cumplís así con el deber de apartar de las prácticas
mediúmnicas del Espiritismo, cualquier motivo que más tarde puedan acarrear
el ridículo o la censura del adversario. Es mucho mejor para el médium
usufructuar la humilde presencia de un guía que le suministre lecciones de
amor, tolerancia y sencillez bajo la simpleza de "un amigo", que afirmar la
presencia de un apóstol en el servicio mediúmnico, pero que sólo ofrece
aforismos vacíos y sin ningún provecho espiritual.

120
118 Pregunta: Bajo vuestra opinión, ¿es imposible la comunicación de un
Marcos, Mateo, Lucas, o Pablo de Tarso?
Ramatís: De modo alguno encontramos imposible, siempre que exista el
médium afinado a los propósitos e ideas superiores que ellos poseen.
Intentamos deciros que los espíritus elevados y conscientes de su condición
espiritual, son los que más aprecian el anonimato y tratan de esconder su
identidad bajo pseudónimos sencillos, cuando se comunican con la Tierra.
Tenéis el caso de Juan Evangelista, que habiendo sido Samuel, el profeta puro
de la Biblia, retornó a la carne en el siglo XII como Francisco de Asís, por cuyo
motivo, si tuviera preocupación por sobresalir se presentaría en los trabajos
mediúmnicos con su última personalidad, que evidencia su linaje espiritual.
Los grandes líderes espirituales prefieren el anonimato en sus
manifestaciones mediúmnicas, evitando el sentido de la superioridad en los
médiums, que se envanecen con su presencia gloriosa. Bajo la figura humilde,
amorosa e iletrada del "Juan nadie", muchas veces se esconde un espíritu
luminoso del Señor, haciendo todo lo posible para no humillar a los demás
médiums que no condicen con su alma angélica.
Los ángeles no descienden a la Tierra con sus luces para afrontar a los
pecadores, pero se visten al nivel de los seres humanos que pretenden ayudar
*.( Ver explicación detallada en el Cáp. XXVIII)

119 Pregunta: Esos guías como Francisco de Asís, los apóstoles y demás
figuras de relieve del Cristianismo, ¿son apócrifas? Los médiums que los
reciben ¿son burlados?
Ramatís: Anteriormente os notificamos que tales almas pueden "inspirar" a
los mediadores terrenos, intuirlos para que prosigan en el servicio espiritual,
bajo el tutelaje de sus nombres consagrados junto al Maestro Jesús. Todo
deseo y objetivo de recuperación espiritual es inmediatamente asistido por lo
Alto, y consecuentemente apadrinados por grupos de espíritus que trabajan
bajo la égida de determinado "santo" o apóstol consagrado. Pero es necesario
que los médiums despierten y recuerden que tales almas no pueden
solucionarles los inconvenientes domésticos y proferir máximas compungidas, a
fin de justificarles la personalidad terrena.

120 Pregunta: Hemos notado en ciertos trabajos mediúmnicos que al no estar


presente el médium principal, debe tomar el guía tradicional de la casa, otro
médium, creándose ambiente bastante diferente. ¿Cómo se explica esto?
Ramatís: El fenómeno es explicable, pues en el reino espiritual que
vivimos importan más las ideas, sentimientos, características de sabiduría y
entendimiento íntimo del alma, mientras que las configuraciones personales o

121
tipos humanos permanecen en situación secundaria. En la Tierra tiene gran
valor la personalidad humana con sus ascendientes biológicos y las tradiciones
de familia, porque los encarnados viven la sensación de una vida única. Raros
son los que están completamente convencidos de que detrás del organismo
físico, con sus expresiones peculiares, el espíritu eterno es inmutable, y aunque
cambie de Organismo carnal siempre ha de manifestar las ideas y sentimientos
que hubiere cultivado.
Los desencarnados tienen otro concepto de la vida, porque comprueban la
variedad de cuerpos y fisonomías que un mismo espíritu utiliza en sus
peregrinaciones por el mundo físico, sin fragmentar su verdadera individualidad
a través de los aspectos provisorios de la personalidad terrena. Es lo que
sucede con las comunicaciones mediúmnicas; el guía de la casa es conocido y
está familiarizado por las palabras, tono de voz, expresiones fisonómicas del
médium que lo manifiesta comúnmente. Expone las ideas y los conceptos
espirituales, pero es visto por los ojos del público por la personalidad de su
mediador, resultando que el guía tiene mucho del médium y también éste se le
asemeja.

121 Pregunta: En ese caso, ¿se puede tener confianza en los consejos y
respuestas de los guías, cuando necesitamos orientarnos por intermedio del
médium que los representan?
Ramatís: En el aprendizaje espirita, bajo cualquier hipótesis, lo más
aconsejable es que la criatura se dedique voluntariamente al estudio, a la
auscultación psíquica y enfrente los equívocos y los óbices naturales de su
experiencia espiritual en contacto con la materia. Es necesario evitar el
juzgamiento anticipado, la premeditación religiosa o afirmar conceptos
doctrinarios definitivamente, cuando no se tiene fundamentos lógicos y
sensatos. Muchos aforismos, postulados y recomendaciones que traen el sello
de distinguidos espíritus, apenas son sentencias sin provecho espiritual y fruto
del médium anímico.
Cierto espíritu trabajador os dice en determinada obra mediúmnica: "El
hombre que vivió un día con el Cristo, podrá caminar un siglo con la
humanidad". Evítese, por eso, transformar el Espiritismo en agencia de
informaciones, aunque se trate del mejor trabajo mediúmnico o del médium que
se deba confiar. Es conveniente no anular el esfuerzo propio en cualquier
circunstancia de la vida, pues Jesús fue indiscutiblemente claro e incisivo
cuando se puso a nuestro frente, sorteando los escollos de los caminos
terrenos, advirtiéndonos sabiamente: "Toma tu cruz y sígueme".
Naturalmente que podríais conocer la individualidad exacta del guía con
que simpatizáis, si pudieseis oírlo a través de un médium neutro, absolutamente

122
esclarecido y dotado del poco común sentido de auto-crítica. Entonces sí,
podría trasmitirnos el pensamiento de su mentor tan fácilmente, como el lecho
del riacho deja pasar el agua límpida de la vertiente.
Los inconvenientes y decepciones comunes en la siembra espirita
obedecen a la imprudencia de los neófitos, ignorantes del mecanismo de la
mediumnidad, por eso abundan los médiums que predicen oráculos infalibles y
capaces de resolver todos los problemas complejos de la vida. El médium,
como ser humano e imperfecto, es el instrumento en constante afinación para
las grandes causas futuras, debiendo ser el mensajero en continuo
perfeccionamiento y no el "ábrete sésamo" para las soluciones más
excéntricas.

Capítulo 20

EL APROVECHAMIENTO ANÍMICO EN LAS


COMUNICACIONES MEDIÚMNICAS

122 Pregunta: Bajo vuestra opinión, ¿cómo encararíais el problema angustioso


de los médiums en desenvolvimiento y su correspondiente animismo?
Ramatís: Naturalmente que no pretendemos endosar los abusos de la
imaginación, los exotismos y las excentricidades de los médiums adversos al
estudio, prejuiciosos, interesados o exhibicionistas. Reconocemos la
interferencia o asociación de ideas en el médium consciente, porgue su
esfuerzo está en lograr la pasividad en trance, pues toma lo concebido por su
alma como si fuera una manifestación ajena. Tampoco la generalidad abusa del
animismo con propósitos condenables o para fines vanidosos, por cuyo motivo
no aconsejamos desistir del desenvolvimiento mediúmnico, por el solo hecho de
que la interferencia del médium perturbe la transparencia de las
comunicaciones de los espíritus desencarnados.
Si la virtuosidad del músico tiene comienzo en el solfeo de la simple escala
musical "do - re - mi", la elocuencia del orador requiere el fundamento del "a - b
-c" y la euforia del poeta afirma su base principal en el balbucear de la palabra
infantil, seguro entonces que el éxito mediúmnico también se apoya
inicialmente en los trastornos del animismo.

123 Pregunta: Algunos médiums sin experiencias y con varios años de servicio
junto a las filas espiritas, tienen dudas al respecto de sus comunicaciones
mediúmnicas y aún tienen la seguridad de que el mensaje transmitido es un

123
efecto de su propia alma. Los más escrupulosos tienen deseos de abandonar la
tarea mediúmnica, a fin de no desilusionar al público con sus
pseudascomunicaciones. ¿Qué opináis?
Ramatís: El médium no es un muñeco vivo, insensible y de manejo
mecánico, pero sí una organización activa con vocabulario propio y
conocimientos personales adquiridos por su experiencia y cultura humana.
Pero, por sobre todo, es un alma que guarda en su memoria forjada en las
existencias anteriores, la síntesis de sus esfuerzos para ascender
espiritualmente. Cuando se trata de médiums conscientes o semiconscientes,
les queda la tarea de vestir y ajustar honesta y sinceramente las ideas y las
frases que mejor le corresponden al pensamiento que les es manifestado por
los espíritus desencarnados, a través de su contacto periespiritual. De esa
forma, los comunicantes quedan circunscriptos, casi totalmente, a la voluntad y
directrices intelectuales y emotivas de su intérprete encarnado, el que fiscaliza,
observa y hasta modifica conscientemente aquello que le fue sugerido. Se
parece al mensajero terrestre que oye el recado para transmitir verbalmente a
otra persona, pero en la hora de cumplir su tarea debe usar sus propios
recursos de palabras para manifestarlo. Para el caso, tanto el médium como el
mensajero sen intérpretes del pensamiento ajeno, por eso influyen con su
temperamento, ingenio y cultura en los mensajes que traducen, resultando
textos lacónicos o prolijos, precisos o deteriorados.
Solo el médium con propósitos condenables es el que puede tener
remordimientos de su interferencia anímica, pues en ese caso se trata dé una
burla a cuenta del mediumnismo. No es pasible de censura aquel que impregna
en los mensajes de los espíritus una fuerte dosis de su personalidad, mas lo
hace sin poder dominar el fenómeno, o aún no lo distingue de la realidad
mediúmnica. Es tan sutil la línea divisoria entre el mundo espiritual y la materia,
que la mayoría de los médiums conscientes difícilmente logran percibir cuándo
predomina el pensamiento del desencarnado o cuándo es su propia
interferencia anímica.
Después de algunos años de trabajo asiduo en la siembra mediúmnica,
estudios provechosos, afinada la sensibilidad mediúmnica, mucha capacidad de
autocrítica e introspección freudiana, es cuando el médium distingue y logra
éxito con el fenómeno *. (Ver la última Pregunta y Respuesta del Cáp. X).
Con el ejemplo expuesto anteriormente en el transcurso de la presente
obra sobre la hipótesis de un solo asunto, expuesto por cuatro médiums
intuitivos, de cultura y temperamento diferentes, creemos que podéis valorar la
diferencia anímica sin destruir la autenticidad del pensamiento del espíritu
comunicante.

124
124 Pregunta: Mientras tanto, ¿los mentores espirituales no podrían orientar a
los médiums sobre el medio posible de eliminar totalmente el animismo en las
comunicaciones mediúmnicas?
Ramatís: No aconsejamos que se intente eliminar deliberadamente el
fenómeno anímico en el intercambio con el Más Allá, puesto que dificultaría aún
más el desenvolvimiento mediúmnico y las comunicaciones doctrinarias para
los propios médiums; además que los guías no tienen por objeto crear
autómatas mediúmnicos, especie de "robots" accionables a la distancia. La
mediumnidad es un medio para alcanzar objetivos excelsos por parte de los
encarnados y desencarnados, sin escatimar la educación, afinamiento moral,
cultura y el despertar espiritual del mismo intérprete. Es más importante para el
"guía" bueno, el progreso intelectivo y la integración evangélica de su médium
que el éxito brillante de su manifestación mediúmnica. El mentor espiritual sabio
y sensato, muchas veces retarda las revelaciones extemporáneas del Más Allá,
por la ansiedad que manifiesta su pupilo en destacarse personalmente, así
aprende primero a revelarse por la modestia sensata del hombre evangelizado.
El médium, como criatura de responsabilidad personal con su familia y la
sociedad, por encima de todo, deberá aprender a caminar con sus propios pies,
en lo que concierne al entendimiento de la vida inmortal y procurar ser muy útil
al prójimo.
Lo que más preferimos en nuestros médiums aún es el servicio cristiano
incondicional, aliado al estudio sincero de la espiritualidad; nos satisface la
demostración de ternura, la práctica de la benevolencia y tolerancia, el cultivo
de la honestidad y la manifestación de la humildad, pues aunque sean anímicos
para los mensajes de los espíritus, serán siempre nuestros más hermosos
intérpretes, en constante comunicación benefactora a la luz del día. No
exaltamos al médium sonambúlico y absolutamente inconsciente de su
transmisión, incapaz de interferir anímicamente si es despierto para la práctica
de los vicios degradantes y en el trato con las pasiones peligrosas. Cuando
duerme en trance sonambúlico es el servidor inconsciente, pero despierto
puede ser la manifestación anímica del mal.

125 Pregunta: ¿Nos podéis explicar mejor ese asunto?


Ramatís: Aún en la vida física- es necesario que cada profesional se ajuste
a su tarea o responsabilidad, para favorecer con mayor éxito o eficiencia los
objetivos propuestos. Un militar, por ejemplo, explicaría con más fidelidad que
un sacerdote, el plan estratégico estructurado por el Comandante en Jefe, pues
el primero tiene finalidades totalmente opuestas. Delante de un mecánico y un
prestigioso pensador, nadie dudaría en elegir para que se le explique el
pensamiento más reciente sobre la Filosofía.

125
De la misma forma el espíritu del médico desencarnado logrará mayor éxito
al comunicarse con el mundo material, si dispusiera de un médium que también
fuera médico. Y aunque éste médium modestamente dispensara de la
terminología académica para expresarse, siempre ha de sentir más seguridad y
facilidad en manifestarse por quien dispone de los mismos recursos que él
usufructuaba en su personalidad en el mundo físico. No hay dudas que basta
una gran afinidad espiritual entre un espíritu altamente intelectualizado y un
médium inculto, para ser posible cualquier manifestación mediúmnica
entendible a vuestro mundo. Pero es indiscutible que esa comunicación
presentará mayor suceso si fuera recibida por otro médium de nivel intelectual
superior.
Cuando el médium y el espíritu manifestante se afina por los mismos lazos
intelectivos y morales, o coinciden en semejanza profesional, las
comunicaciones mediúmnicas se hacen flexibles, elocuentes y nítidas. El
mismo hecho sucede con el recetario mediúmnico, pues cuando el médium
también es médico no sólo facilita muchísimo las prescripciones de los
desencarnados, sino que las fiscaliza, evitando cualquier interferencia o
aceptación del medicamento contraindicado. Por lo tanto, lo mismo sucede
entre los espíritus desencarnados y el médium que los recepciona,
recrudeciendo el entusiasmo, la coherencia y claridad del asunto en exposición,
cuando entre ambos hay similitud de conocimientos, gustos e intenciones.

126 Pregunta: ¿Los espíritus de responsabilidad y objetivos superiores


acostumbran a eludir los médiums muy anímicos o intentan anularle el
animismo?
Ramatís: Los espíritus guías y benefactores utilizan los médiums conforme
a la necesidad del aprovechamiento doctrinario para los encarnados. Hay
médiums que son eficientes para la identificación de los espíritus, otros sirven
mejor para los esclarecimientos doctrinarios y también están aquellos que
tienen la facultad de transmitir fidedignamente las revelaciones importantes del
Más Allá. Los médiums, en su generalidad, son intuitivos y no pueden liberarse
totalmente de su animismo, que sólo varía en su intensidad entre uno y otro
intermediario: Cuando los mentores espirituales precisan entregar pruebas
indiscutibles de la sobrevivencia espiritual a ciertos "negadores" encarnados, se
ayudan con el mediador más apropiado para el caso, o sea el médium de
incorporación, por medio del cual los espíritus desencarnados pueden escribir
con la misma exactitud que lo hacían en vida, ofreciendo detalles convincentes
de su inmortalidad. De otra forma, también pueden servirse del médium de
fenómenos físicos, que proporciona la voz directa, las materializaciones, los

126
transportes o desmaterialización de los objetos, la confección de los moldes de
parafinas, que sirven para conmover a los "vivos" tan desconfiados.
Para las revelaciones o predicciones de importancia, que después de
comprobadas aseguran a los encarnados la existencia de un plano espiritual
inteligente, los espíritus tienen preferencia por el médium que tiene algo del don
profético en su vida particular. Si hubiera necesidad de eliminar las
convicciones negativistas en alguien que después de convencido fuera útil para
la siembra espirita, los espíritus se servirán del médium elocuente, vibrátil y
señor de una vasta cultura espirita, que mejor atiende a ese objetivo propuesto.
Los espíritus no se preocupan de eliminar radicalmente el animismo en las
comunicaciones espiritas, porque su finalidad principal es orientar a los
médiums gradualmente, hacia las mayores adquisiciones espirituales, morales
e intelectivas, para después endosarles las comunicaciones anímicas como si
fueran de autoridad de los desencarnados.

127 Pregunta: ¿Por qué motivo el médium intuitivo, por momentos se siente
solo, aislado, durante su comunicación mediúmnica, notando que el
pensamiento del espíritu comunicante se le escapa, pareciendo que lo
abandona? Súbitamente se le interrumpe el curso de las ideas que le fluían
espontáneamente por el cerebro, sin que pueda imaginar tal desenlace. ¿Qué
nos decía al respecto?
Ramatís: Durante la transmisión mediúmnica si las ideas, pensamientos, la
índole y conocimientos del médium coinciden con el tema que el espíritu
inspira, este mediador se vuelve elocuente y regocijase de entusiasmo, porque
la exposición que está realizando le es familiar. Pero si entre el médium y el
espíritu se producen desajustes en materia de conocimientos, en el transcurso
del mensaje se forman lagunas, comúnmente dicho "fallas".
Por eso el mediador debe mantenerse en condiciones de poder atender a
las solicitaciones de lo Alto, transformándose en un instrumento mediúmnico
flexible, culto y ágil, listo para transferir a los encarnados el mensaje con el
mejor provecho espiritual. El médium sensato, estudioso y servicial comprende
que no es bastante someterse al trance mediúmnico junto a la mesa espirita en
las noches programadas, para cumplir satisfactoriamente su mandato, pues aún
en estado de vigilia y bajo el inteligente entrenamiento de su guía, puede recibir
los mensajes de favorecimiento para el prójimo, transmitiendo el consejo, la
sugestión y la orientación espiritual más acertada.
De ahí también la intermitencia observada en la comunicación del médium,
pues en ciertos momentos los guías o protectores lo dejan "hablar solo", como
decís, obligándolo de esa forma a movilizar en forma urgente sus recursos
intelectuales y apurar el mecanismo de la mente, para no decepcionar al

127
público oyente. Bajo la dirección y control del guía del médium, los espíritus
comunicantes suspenden el flujo de las ideas que le transmitían por el cerebro
periespiritual, obligándolo a unir los vacíos que presenta la comunicación,
demostrando hasta qué punto es capaz de exponer el mensaje espiritual sin
distorsionarlo o fragmentarlo en su esencia doctrinaria.
Esa acción imprevista, que obliga al médium a convocar todos sus valores
intelectivos y morales, para hacer la cobertura de la "fuga" del pensamiento del
espíritu comunicante, es parecido a lo que sucede con el orador desprevenido y
obligado a hablar en público, viéndose forzado a la rapidísima aceleración
mental para no cometer errores y decepción ante el auditorio. Aunque ese
recurso del guía amilane y atemorice al médium, poco a poco va adquiriendo el
entrenamiento preciso para llenar "provisoriamente" y compensar el vacío de
las ideas que componen la comunicación, apresurando de esa forma sus
aptitudes y ser un elemento útil y capaz de atender, en cualquier momento, la
necesidad de orientar y servir al prójimo.

128 Pregunto: Durante esas interrupciones provocadas por el guía, ¿obliga al


médium a actuar por su "animismo puro"?
Ramatís: Conviene conceptuar mejor el asunto, pues en ese caso no se
produce la interferencia anímica en sentido perjudicial, en realidad lo que se
evidencia ante el público es el bagaje intelectual o temperamento psíquico y
moral del médium que "habla solo". Queda liberado a sí mismo y sin poder huir
al impulso de la comunicación, como al escolar que se le exige más estudio en
épocas de exámenes. El médium necesita en esas ocasiones ayudarse con sus
concepciones filosóficas, morales y espirituales, para llenar los intervalos
deliberadamente creados por el espíritu. Verdaderamente está sometido a un
"tests" bajo orientaciones espirituales provechosas, donde deberá comprobar
que asimiló, hasta aquel momento, las lecturas doctrinarias, índice filosófico de
juzgamiento y apreciación de la vida humana y su capacidad de orientar al
prójimo entre las pasiones animales. Ciertas veces las comunicaciones
mediúmnicas pueden cortarse a propósito por los orientadores del médium,
para comprobar su grado de seguridad y saber cómo se portaría en el caso de
interferencia, intromisión o mistificación de las entidades mal intencionadas, que
a veces se infiltran entre los sensitivos poco atentos, a cuenta de mentores
espirituales.
Bajo tal proceso de pedagogía espiritual el médium toma valor y pasa a
exponer personalmente, en sus relaciones cotidianas, el contenido espirita y la
sugestión evangélica que asimiló obligatoriamente bajo el entrenamiento hábil
de su guía. Todo eso lo anima más aún para el estudio, ayudándolo a
desenvolver el sentido de la crítica superior y la eficaz argumentación junto a

128
sus amigos, y a su vez lo fortalece definitivamente para la defensa de los
postulados del Espiritismo.
El entrenamiento mediúmnico y el aprendizaje imprevisto de la doctrina, en
el intercambio con el Más Allá, habilitan al médium para exponer en vigilia, con
claridad, los asuntos doctrinarios que ya tuviera ocasión de exponer, sin temor
a las indagaciones serias o capciosas de los adversarios. Después las ideas se
multiplican y los conceptos elevados le dominan la mente entrenada, gracias a
las situaciones imprevistas y a los vacíos que se vio obligado a llenar sólito
durante las comunicaciones mediúmnicas. Así entonces crece la confianza de
su guía y la de otros espíritus de elevada estirpe espiritual, que poco a poco le
dan mayor responsabilidad en el ejercicio de la mediumnidad. Sin embargo -
conviene recordar que los espíritus mentores no tienen ningún interés en aplicar
este método de enseñanza espiritual a los médiums livianos, iletrados o
prejuiciosos.

129 Pregunta: ¿Podría suceder que el médium prosiga con la comunicación


porque está convencido de que su guía se halla presente, aunque lo haga solo?
Ramatís: El médium es una criatura demasiado sensitiva, centro de
convergencia de innumerables fenómenos del mundo oculto que participa, pero
que generalmente ignora; es la puerta entreabierta para "este lado" y
difícilmente distingue en el proceso del trance psíquico, cuándo es su
emotividad, su formación intelectual o temperamento psicológico que lo domina
en ese momento. Es posible que por el hábito de "pasividad mediúmnica",
algunas veces comunique "solo", sinceramente convencido de que lo hace bajo
la acción de los desencarnados.
Mas no os precipitéis en acusarlo de anímico completo, mistificador o de
mala fe, pues eso puede suceder con los más excelentes mediadores del Más
Allá. Hemos explicado el entrenamiento que los guías inteligentes aplican a sus
médiums intuitivos, cortándoles la afluencia de la comunicación para obligarlos
a proseguir con sus propios recursos morales e intelectuales. Existen algunos
casos en donde el guía solamente ofrece el "tema" apropiado a la comunicación
mediúmnica de la noche, envolviendo al médium con los fluidos que lo identifica
con su presencia espiritual, le inspira las primeras ideas, para luego dejarlo solo
hasta el fin de los trabajos. Una vez que comprueba que la comunicación
prosigue correctamente en el curso orientado, se aparta del sensitivo en trance
y a la distancia le aprecia la comunicación anímica sobre el tema esencial, que
el médium desenvuelve exclusivamente con sus recursos. Al terminar la
comunicación anímica el guía se aproxima, autorizándola con su personalidad
conocida.

129
Los espíritus protectores se regocija cuando comprueban que su pupilo
ejerce sensata y satisfactoriamente su dirección psíquica, volviéndose capaz de
esclarecer y adoctrinar al público como un orador eximido, en vez de ser un
simple "robot" que transmite mecánicamente los mensajes de los espíritus, sin
la convicción espiritual de quienes se comunican inteligentemente.

130 Pregunta: ¿Todos los protectores usan ese recurso de aprovechamiento


anímico para perfeccionar a sus médiums?
Ramatís: El médium serio, laborioso y culto alcanza tal éxito en su trabajo
mediúmnico, que basta a su guía darle el toque fluídico familiar y delinearle el
tema que debe exponer al público, para que la comunicación fluya
espontáneamente, fiel al programa de esclarecimiento delineado por los
mentores de la casa o de la institución espirita. Ese entrenamiento de
apresuramiento moral y desenvolvimiento intelectivo, bajo la dirección del guía,
sensibiliza el psiquismo del médium, ayudándolo a sublimar gradualmente su
facultad para la conquista natural de la más bella mediumnidad del ser humano,
que es la Intuición Pura. En el futuro no necesita el temario o la idea central
delineada por su guía, pues ya entreabre su mente al contacto definitivo con la
Mente Divina y se transforma en el canal precioso, del cual, en alta sensibilidad,
fluye para los encarnados la orientación exacta para el curso de la vida
inmortal.
Deja de ser intérprete quien necesita de la dirección ajena para cumplir con
el servicio mediúmnico obligatorio, porque ya expone el producto de su elevada
sabiduría y perfeccionamiento moral a través del raciocinio consolidado por la
seguridad de su gradación espiritual. Muchas veces ultrapasa el propio límite de
sus conocimientos y vibra emotivamente por encima del sentimentalismo
humano, transformándose en el sensitivo que hace fluir la revelación sideral
hacia la materia, sin incorporar a los espíritus desencarnados.
En esa condición de elevada conquista espiritual, donde su alma busca
personalmente el conocimiento y la realidad angélica, vibrando al unísono con
las mentes directoras del orbe a través de la Intuición Pura, el médium intuitivo
natural no perturba las revelaciones de lo Alto con las inquietudes intelectivas
del mundo transitorio de la materia. No es el instrumento ostensiblemente
mediúmnico, que es accionado por las entidades del Espacio, de recursos más
pobres que los suyos, porque es una antena viva sintonizada permanentemente
con la Fuente Creadora de la Vida.
He ahí del por qué los espíritus protectores, sensatos e inteligentes, se
esfuerzan para desenvolver los dones morales, la espontaneidad personal y la
fluidez de la oratoria en sus médiums, ofreciéndoles experiencias imprevistas y
sorpresas que los obligan a movilizar recursos de su propia alma, para

130
proseguir con la comunicación mediúmnica. Al mismo tiempo los ayudan a ser
criaturas utilísimas en cualquier momento, en vez de servir bajo la actuación de
los desencarnados en las mesas espiritas.

131 Pregunta: Considerando la utilidad de ese aprovechamiento anímico en la


práctica mediúmnica, ¿no sería más oportuno crear escuelas para oradores
espiritas, dispensando del concurso de los médiums intuitivos, que a fin de
cuentas, son incentivados por sus guías para llegar a "hablar solos" en las
sesiones mediúmnicas? Si se dedicaran en un comienzo a la oratoria, ¿no
podrían corresponder con más precisión a las ideas de sus guías, sin la
necesidad de las intermitencias de los trabajos mediúmnicos?
Ramatís: Con el tiempo ese fenómeno también podría invertirse, es decir
los óptimos oradores terminarían siendo inspirados o accionados por los
espíritus responsables de los adoctrinamientos, revelaciones y advertencias
espirituales para el hombre encarnado. El hecho de que los guías entrenen a
sus médiums, para que más tarde asuman solos la responsabilidad de las
comunicaciones espirituales, no tiene por finalidad transformarlos en médiums
exclusivamente anímicos, en vez de buenos intermediarios mediúmnicos. Lo
que les preocupa en esencia, es el perfeccionamiento de los médiums
intuitivos, para que puedan reducir los equívocos, las vacilaciones y los
tradicionales datismos, que tanto sacrifican el ritmo y la vehemencia de los
mensajes espirituales, y hagan vibrar al público, sintiendo el calor de la vida
inmortal.
En virtud del entrenamiento anímico constructivo y bien orientado por el
mentor, el médium se muestra eficiente cuando transmite el pensamiento de los
desencarnados cuando debe "hablar solo". Es el mediador seguro y capaz por
el cual fluye fácilmente el pensamiento de los seres elevados sin las impurezas
de la personalidad transitoria, así como el filtro deja pasar el agua limpia que
mitiga la sed. En base a que aún es muy reducido el número de médiums y
espiritas que realmente estudian los compendios esclarecedores de la vida
inmortal, la institución espirita que tuviera un médium anímico, culto, inteligente
e insaciable en busca de nuevos conocimientos, no hay dudas de que aún
"manifestándose solo" durante las comunicaciones de los espíritus, es la fuente
más provechosa para el progreso de los frecuentadores de la sociedad.
La creación de las escuelas para oradores, en el ambiente espirita, traería
inmensos beneficios para la propaganda y exposición pública de los postulados
doctrinarios; pero eso no terminaría con el don mediúmnico de los intuitivos, ni
sería necesario para, enseñarles a "hablar solos", aunque les reportara
inmensas ventajas. Sucede que por más sabio y eficiente que sea el orador
eximio, el médium aún es la criatura adaptada al contacto peri-espiritual de los

131
desencarnados, pues nació con la facultad para esa realización. Cuando es
eficiente, es la antena viva a disposición de los mentores que advierten,
orientan y protegen a la humanidad.

132 Pregunta: Deducimos de vuestras consideraciones que el estudio y el


apresuramiento moral del médium intuitivo es la condición imprescindible para
asegurarle la facilidad de "hablar solo".
Ramatís: El médium identificado con sus deberes mediúmnicos jamás se
considera con los mismos derechos de la vida preocupada del ciudadano
común, que vive atentamente para nutrirse, vestir, dormir, procrear y huir
despavorido de la muerte física. El servicio mediúmnico, útil y amoroso, exige el
abandono de todos los vicios, pasiones y frivolidades del mundo provisorio del
César, porque su objetivo es transmitir los valores del mundo del Cristo.
Raramente el médium logra atender con éxito y al mismo tiempo, esos mundos
de naturaleza tan opuesta, pues el mundo del Cristo no posee los atavíos de la
personalidad humana, requiriendo la simplicidad, renuncia, decencia,
honestidad, pensamiento casto y los sentimientos altruistas que constituyen el
temperamento espiritual del alma superior; el mundo del César, es el laboratorio
de experimentaciones humanas, donde las criaturas luchan por acumular
tesoros, glorificarse políticamente y usufructuar de los placeres y pasiones que
le satisfacen la sed del goce carnal.

133 Pregunta: Algunos médiums intuitivos, conocidos por nosotros, se quejan


de que sus comunicaciones mediúmnicas, mal-grado el empeño que tienen por
dominar el fenómeno, no consiguen evitar la influencia de ciertas lecturas
cotidianas, cuyos asuntos mezclan más tarde a los mensajes de los
desencarnados. No tienen dudas en cuanto a la veracidad del fenómeno en que
son intermediarios mediúmnicos, pero lamentan la imposibilidad de vencer la
interferencia anímica. ¿Qué aconsejáis en estos casos?
Ramatís: Algunas veces la interferencia anímica, que los buenos médiums
aseguran que es perjudicial en sus comunicaciones, representa el cimiento
cohesivo y el ajuste proporcionado por los guías, con el interés de lograr más
éxito en el mensaje mediúmnico de esa noche. Algunos guías acostumbran a
preparar a sus médiums con cierta anticipación, cuando desean transmitir
mensajes de importancia para el público o dirigirlo a alguien de su aprecio. Por
eso les inspiran las lecturas y los aproximan a las personas que pueden
avivarles el asunto a ser expuesto posteriormente en la institución espirita. A
través de los recursos tomados a la luz del día, los guías aseguran la
coherencia de la comunicación mediúmnica, fortaleciendo la idea fundamental
que debe entregarse al público para su adoctrinamiento.

132
De ahí, pues, la sorpresa de algunos frecuentadores, que al oír al guía de
la casa aleccionar a través del médium, comprueban que trata los asuntos que
hacen parte de su persona y que concurre oportunamente para que abandone
ciertas actitudes peligrosas, cultivadas en la vida física. Otras veces, el dirigente
de los trabajos, al dar clase en el tema de la noche, abre el Evangelio en la
página providencialmente exacta y que inspira a algunos de los presentes
afligidos a solucionar sus problemas dolorosos de manera sensata y
provechosa.

134 Pregunta: ¿Ese proceso de introducir en las comunicaciones mediúmnicas


de la noche, los asuntos fortuitos tomados durante el día, es un sistema
adoptado por todos los guías?
Ramatís: Sucede conforme a la necesidad de los frecuentadores u oyentes
de las instituciones espiritas. Normalmente los guías familiares se reúnen en el
Espacio y deliberan respecto a la tesis apropiada a ser expuesta para el
esclarecimiento colectivo del público, que probablemente frecuentará la sesión
en donde ellos deberán actuar. Después de escogido el médium afín y
capacitado para el caso, tratan de asociarle toda clase de pensamientos por
medio de conversaciones y lecturas que consoliden la tesis escogida. El
médium intuitivo en vigilia, aunque ignore el mecanismo del que participa,
termina incorporando ideas, asuntos y lecturas que posteriormente han de
transformarse eficaces para el complemento del mensaje mediúmnico.
No se trata de un sistema adoptado comúnmente por todos los guías, es
un recurso que tienen a mano para asegurar el éxito de ciertas comunicaciones
que deben efectuar profundas transformaciones en sus oyentes.

135 Pregunta: ¿Podéis darnos algún ejemplo de esos casos?


Ramatís: Supongamos que determinado guía espiritual se interesa en
conducir a la sesión mediúmnica a su pupilo encarnado, aunque este no sea
espirita, pero que se manifiesta propenso a conocer la doctrina. Es lógico que
hará todo lo posible para que su protegido frecuente cualquier trabajo espirita,
donde no se critique habitualmente el Catolicismo, Protestantismo o demás
credos religiosos, a fin de no eliminar al comienzo, la llama de simpatía que
sustenta hacia los postulados espiritas. Bajo tal condición, el guía espiritual
tratará de poseer a un médium de sentimientos universalistas, incapaz de
criticar los esfuerzos ajenos en busca de la Verdad y que sea adverso a las
discusiones que promueven las separaciones entre los hombres. Y, para mayor
seguridad de éxito en su programa de conversión de su pupilo a la doctrina
espirítica, rodea al médium escogido de todo cariño, de sugestiones favorables

133
y "coincidencias" que se constituyen en el basamento capaz de conducir al
candidato a la adoctrinación espirita.

Capítulo 21

LA INFLUENCIA ANÍMICA EN LA APERTURA DE


LOS TRABAJOS MEDIÚMNICOS

136 Pregunta: Los médiums que comienzan los trabajos mediúmnicos usando
fórmulas o palabrerío particular, especie de prefijos sin sentido doctrinario y
vacíos de significado, como ser: "queden entre vosotros las bendiciones de las
infinitas alturas", "bajen las luces de los pies de Dios sobre vosotros", "que la
bandera blanca corone vuestras cabezas" o "el manto de la humildad se
descorra sobre vuestros hombros". ¿Son convenciones particulares de los
espíritus comunicantes, o es el fruto del animismo de los médiums?
Ramatís: Eso es muy común entre los candidatos al desenvolvimiento
mediúmnico, o de aquellos que se anquilosaron en un mediumnismo
improductivo. Ciertos vicios anímicos se propagan por varios médiums, que por
estar en la etapa de desarrollo se copian del médium oficial o principal de la
institución espirita donde inicia sus primeros pasos, para despertar su facultad.
Es un animismo colectivo, propio a determinados trabajos espiritas doctrinarios
o mediúmnicos aún incipientes.
Cuando los candidatos a médium tienen la suerte de colocarse bajo la
dirección de otros médiums estudiosos, serios y adversos a las fórmulas,
símbolos, llaves convencionales o frases pomposas, desenvuelven su facultad
sin las excrecencias anímicas que oscurecen y ridiculizan las prácticas
mediúmnicas. Existen médiums que debido al estudio constante de las obras
espiritas e indagaciones esclarecedoras, progresan tan rápidamente en el
primer año de su ejercicio mediúmnico, que ultrapasan en conocimientos y
experiencias a sus compañeros cómodos, prejuiciosos o displicentes que no
alcanzaron ese progreso ni en veinte años de trabajo. Estos últimos viven
repitiendo las comunicaciones fastidiosas, usando los viejos términos y la
elocuencia sentenciosa de siempre, mientras carece de provecho espiritual el
mensaje que transmiten.
Pensando que el desarrollo mediúmnico se resume en la exclusiva
operación de "recibir" espíritus desencarnados, se habitúan a la modalidad

134
mediúmnica usada durante varios años, mientras se cristalizan en una práctica
improductiva, que impide a los guías exponer los temas nuevos a los
encarnados, por la imposibilidad de atravesar el paredón granítico de un
acondicionamiento tan pobre de recursos intelectivos y de conocimientos
espirituales.
De ahí el caso de esas extensas frases sin sentido lógico, que los médiums
repiten en forma lacrimosa o bajo la afectada elocuencia, cuando abren los
trabajos espiritas. Tal como sucede en los demás sectores de la vida humana,
los "alumnos novicios" siempre imitan a los veteranos, cosa que también es
justificable en el ambiente espirítico. Los candidatos a médiums y los neófitos
del ambiente espirita raramente conocen las obras de Allan Kardec, León
Denis, Gabriel Delanne, Ernesto Bozzano, Pablo Gibier, Dale Oven, William
Crookes, César Lambroso, Albert de Rochas, Aksakoff, y otros que sería
extenso enumerar, pero suficientemente buenos para esclarecer los modos de
extirpar los ridículos, trivialidades o manifestaciones mediúmnicas que
contrarían el buen sentido. En consecuencia, a los displicentes sólo les queda
seguir al pie de la letra todo aquello que observan en el médium desenvuelto e
instrumento del guía director de los trabajos del Centro espirita. En base al
"tabú" inescrutable, especie de dogma espirita, todo aquello que dice y enseña
el guía debe observarse religiosamente, tal como sucede con los fieles católicos
según el padre; los médiums novatos también aceptan ciegamente y sin reparo
alguno lo que expone el médium señor del trabajo, que también puede enseñar
tonterías a cuenta de conceptos de elevada filosofía espiritual.
Consecuentemente, pronto surge el animismo colectivo, resultando ser copia
fiel de las mismas formas y palabreríos usados en la apertura del trabajo, sin
faltar el tono de voz dramática que dará elocuencia al dictado del comunicante.

137 Pregunta: El hermano Ramatís, ¿encuentra razonable esa conducta por


parte de los médiums novatos en el desarrollo mediúmnico?
Ramatís: Eso es humano y bastante justificable, pues la mitad de la
humanidad le gustaría imitar a la otra mitad. Es regla general que en cualquier
experiencia del mundo, los neófitos se guíen por los veteranos, porque
desconocen el camino, pues deben seguir los pasos de quienes van adelante.
El artista, el cantante, el escritor o el orador famoso caminan por la vida con el
cortejo de imitadores que en ansiosa emulación, buscan la fama y la celebridad
del imitado. Es verdad que algunos de los imitadores, con el transcurso del
tiempo, también consiguen imponerse por alguna creación original; pero al
comienzo, el candidato incipiente precisa apoyarse en aquellos que alcanzaron
éxito.

135
Sucede lo mismo en el campo de la mediumnidad, en donde los novicios
tratan de asimilar las cualidades de los veteranos, aunque en el futuro hasta
puedan superarlos ventajosamente. Pero desde que los candidatos a médiums
olviden el estudio, la investigación provechosa y recelen para enfrentar los
"tabúes" supersticiosos, prefiriendo la cómoda posición del misticismo
suspirante e improductivo, no hay dudas que se cristalizarán como ruines
imitadores de los buenos o malos médiums en que se inspiraron. De esa forma
se viciarán también con las llaves sentenciosas, señas sibilinas y las metáforas
ridículas que se prefieren bajo la elocuencia imitadora de los viejos tribunos
romanos.
Bajo el conocimiento profundo de la bibliografía espirita, por la parte
doctrinaria o la práctica mediúmnica, sólo ahí tendrán la base para reducir las
interferencias anímicas del médium en las comunicaciones de los espíritus,
ayudándolo a eliminar gradualmente los datismos, imitaciones, redundancias y
formas indeseables en el intercambio con las entidades del Espacio. En
algunos trabajos espiritas de nivel intelectual muy pobre, donde los
componentes se limitan a una interpretación tristona y lacrimosa del Evangelio,
se llega a exaltar el "tabú" del médium analfabeto, el que compensa su
ignorancia, apenas por su buena intención.
Es natural que solo la buena intención no basta para alcanzar el éxito
completo durante la vida humana, pues muchos acontecimientos indeseables y
trágicos del mundo son fruto de la ignorancia de aquellos que lo provocan,
aunque sean bien intencionados. Y el médium, que es un intermediario de las
enseñanzas y derroteros del mundo espiritual para los encarnados, no puede
eximirse del estudio doctrinario de la investigación mediúmnica y de la cultura
del mundo que vive, aunque alegue que actúa con buena intención, pues ésta
debe basarse en los conocimientos seguros y sensatos para no producir
perjuicios irreparables a la fe y confianza del prójimo.

138 Pregunta: Esa falta de instrucción que induce a los médiums incipientes a
copiar el modo de hablar, la voz, la manera y el estilo del médium principal,
¿puede perjudicar los trabajos del centro donde actúa?
Ramatís: Aún son pocos los trabajos mediúmnicos que están liberados de
ciertas prácticas contraproducentes y que sería de mucho agrado para los
espíritus comunicantes eliminarlas. Los médiums, en gran parte, conforme os
dijimos, se dedican forzosamente a la práctica mediúmnica, porque viven
acicateados por la necesidad de desarrollarse a fin de recuperar la salud o
liberarse de incómodas opresiones psíquicas que constantemente actúan sobre
ellos. Les falta al comienzo el sentido heroico de renuncia a sus intereses

136
personales, el placer de servir al prójimo o el ideal de divulgar la doctrina
espirita.
Entonces claudican por muchos años, cambian constantemente de centros
espiritas, siempre insatisfechos, procurando las "corrientes afines" de los
"buenos trabajos" o "reuniones elevadas", donde puedan obtener el máximo
rendimiento con el mínimo esfuerzo. Muchos de esos médiums incultos e
inquietos se olvidan de que al participar en las mejores corrientes y en los
mejores trabajos espiritas, algunas veces logran desarmonizar los trabajos
mediúmnicos ajenos. La solución, por lo tanto, no está en buscar grupos
espiritas más simpáticos o eficientes para alcanzar el desenvolvimiento
mediúmnico, pues el médium debe promover la renovación íntima de su espíritu
en el mismo ambiente donde la bondad de los presentes les toleran su bagaje
aún bastante defectuoso.
He ahí la causa del por qué, a falta de otros recursos, los benefactores
desencarnados se dan por muy satisfechos cuando consiguen actuar a través
de los médiums de buena voluntad, trabajadores y sin complicaciones, aunque
no sean muy preparados. Por eso también son pacientes y tolerantes con la
incapacidad de sus mediadores encarnados, soportándoles el animismo, la
histeria, el automatismo psicológico, la imaginación indisciplinada, los largos
circunloquios, las frases pomposas y vacías, la manifestación neurótica y los
caprichos llevados a cuenta de las cualidades mediúmnicas. Cuando
encuentran alguna docilidad en sus intérpretes, hacen todo lo posible para
apartarlos de los ambientes perniciosos, de las compañías degradantes,
encaminándolos hacia las conversaciones elevadas, lecturas provechosas que
los ajusten gradualmente al imperativo superior del trabajo mediúmnico junto a
la mesa espirita.
Como dijéramos anteriormente, es mucho más importante para el guía que
el médium se rehabilite espiritualmente, antes de volcarse como un gran
intérprete de la revelación del Espacio... Cuando afirme su conducta espiritual y
se decida por el rumbo provechoso, se volverá el candidato que se gradúa para
recibir los mensajes de los espíritus de buena estirpe. Los médiums, en gran
parte, ignoran que los espíritus responsables y conscientes de sus tareas son
concisos, sensatos y parsimoniosos en sus comunicaciones hacia la materia,
despreocupados por impresionar a los encarnados por la oratoria pomposa,
pero carente de beneficios.
El animismo colectivo, que generaliza en un mismo patrón anímico a los
médiums en sus comunicaciones, es el resultado de la displicencia de quienes
se creen muy bien desarrollados pero que por comodidad prefieren extraer los
conocimientos y orientaciones espirituales de la fuente más próxima y
favorable, que en ese caso es el médium principal donde ellos actúan. Si el

137
médium escogido como modelo, resulta ser también anímico, lleno de manías,
prevenciones y superficialidades a cuenta del "estilo" mediúmnico, entonces
sus imitadores se vuelven otros multiplicadores de las mismas incongruencias
en nuevos papeles carbónicos, cuando actúan en otros centros espiritas. De
esta forma quedan viciadas las más sencillas comunicaciones de "este lado"
debido a la excesiva repetición de modismos, aperturas de trabajos con
palabras pomposas y huecas, mientras el guía aguarda paciente, junto al
médium indisciplinado, para poder saludar a los presentes con un fraternal
"buenas noches".

139 Pregunta: Hace poco os referisteis a las "prolongadas aperturas" de los


trabajos mediúmnicos, lo que nos induce a preguntar si es razonable la
costumbre adoptada en ciertas reuniones espiritas, donde todos los médiums,
uno por uno, deben recibir a su "protector" para hacer la apertura de los
trabajos y saludar a los presentes. ¿Son verdaderamente "protectores" o es la
interferencia anímica de los médiums?
Ramatís: El buen sentido recomienda que en los trabajos doctrinarios o de
desenvolvimiento mediúmnico, sus realizadores aprovechen al máximo posible
los minutos disponibles, para tratar los asuntos importantes y de
esclarecimiento público. Conviene evitar esa improductiva práctica de que todos
los médiums, uno a uno, invoquen al protector en el trabajo mediúmnico,
imitando a los soldados que responden al llamado de revista en el cuartel. Se
consume gran parte de la valiosa y milimetrada hora de trabajo espirita en
saludos sin provecho, que en forma alguna compensan el sacrificio de los guías
que abandonan sus tareas espirituales para esperar su actuación en la materia.
Los dirigentes formales de los trabajos espiritas y que se destinan
principalmente al público, deben trazar un programa orientado por el guía de la
casa o por la dirección responsable de la institución, graduando las
comunicaciones de cada médium conforme a su progreso y provecho.
Considerando que las sesiones mediúmnicas se limitan apenas a una hora de
trabajo, controlado rigurosamente por el péndulo del reloj, es evidente, que los
frecuentadores semanales más asiduos habrán participado de 48 horas de
trabajos mediúmnicos durante el año. Sin dudas que si los médiums gastan la
mitad de esas valiosas horas en saludos y cumplimientos formales, quedan
apenas 24 horas de servicio efectivo y provechoso en ese año, lo que nos
parece de muy poca oportunidad para el esclarecimiento espiritual. Debemos
considerar que muchos asistentes a las reuniones duermen, otros hablan o se
desinteresan de las lecciones de los espíritus, por ser cansadoras,
desarticuladas y molestas, a causa de la interferencia improductiva y muy
anímicas de sus médiums.

138
Es necesario eliminar de los trabajos mediúmnicos todas las
manifestaciones que roben el tiempo precioso destinado a los asuntos útiles,
así como los espíritus sensatos dispensan de las etiquetas y preconceptos del
mundo físico, evitando las competiciones que lo destaquen personalmente en la
apertura de los trabajos citados. En las sesiones mediúmnicas disciplinadas por
las enseñanzas de Allan Kardec la regla general es permitir a la entidad
responsable de la casa que delinee el programa de servicio para la noche, que
exponga el asunto esencial de beneficio colectivo y después hacer efectivas las
demás comunicaciones de los espíritus, aprovechando magníficamente el
tiempo sin tantas demoras por los extensos saludos y que, además, son
improductivos. Con respecto a ciertos oradores que agotan gran porcentaje del
tiempo en los trabajos espíritas, podrían utilizar provechosamente esos minutos
radiando pensamientos benefactores a los enfermos, a para esclarecer el
Evangelio al público.

140 Pregunta: ¿Cómo se explica la aflicción que generalmente embarga' a los


médiums novatos, cuando se les insiste para que "abran" los trabajos
mediúmnicos con la palabra de sus "guías", que comúnmente denominan
"protectores"?
Ramatís: Los médiums novatos creen que su desenvolvimiento
mediúmnico depende de la "cantidad" de comunicaciones de los espíritus, que
de la "calidad" del estudio del espiritualismo y de su urgente renovación moral.
Entonces se afanan para aprovechar todas las oportunidades favorables que
tuvieren en los trabajos espiritas, para transmitir su comunicación, pues se
sienten malogrados cuando no pueden concretar tal deseo. Basta recordaros
que en los trabajos mediúmnicos, donde la dirección de la mesa no tiene
experiencia o posee excesiva condescendencia, hay momentos en que varias
comunicaciones se reciben simultáneamente o alguien se comunica después
de cerrados los trabajos; tal es la fiebre de los novicios por transmitir la palabra
de sus guías, aunque éstos no sean tan atrevidos.
Si el éxito dependiera del mayor número de comunicaciones de los
espíritus, es evidente que los tipos populares, obsecados de las calles y los
infelices encerrados en el manicomio, deberían ser considerados "excelentes"
médiums y en completo desarrollo, pues comunican fielmente y en todos los
instantes las palabras y deseos de sus obsesores.
Por lo tanto deben evitarse los excesos de saludos en los comienzos de los
trabajos mediúmnicos, las lecciones triviales, las pronunciadas oratorias y los
comunicados excéntricos que cansan al público, como frutos del animismo
exacerbado de los médiums nuevos. Que se aproveche al máximo posible el

139
tiempo disponible para esclarecer a los "vivos" en vez de estimular el estéril
convencionalismo de los "muertos".

141 Pregunta: Esa preocupación febril y anímica de algunos médiums en


"abrir" los trabajos mediúmnicos, en usar formas convencionales y frases típicas
que preludian a las comunicaciones de los espíritus, ¿deben ser blanco de
nuestra censura en la siembra espirita?
Ramatís: Deseamos aclararos que nuestro principal interés en esta obra
es enfrentar el problema anímico en su esencia, sin recelos de "tabúes" o
misticismo lacrimoso que favorezca la institución de dogmas en el seno del
Espiritismo. Muchos factores indeseables que rebajan el nivel de las
comunicaciones pueden ser corregidas a tiempo, a fin de estimular el progreso
mediúmnico. No podemos censurar a los médiums anímicos, porque el
animismo es fruto natural y lógico del desenvolvimiento mediúmnico, aunque
muchos continúen estacionados en esa improductividad, después de
considerarse completamente desarrollados. El médium en desenvolvimiento es
como la hoja que arrastra el viento, algunas veces copia las veleidades y
contradicciones de aquellos que juzga más competentes. En verdad el médium
evoluciona o se cristaliza; se estaciona entre las excrecencias anímicas
copiadas del "modelo" veterano en quien se inspiró,' o entonces estudia,
investiga y desenvuelve el sentido de la autocrítica, suficiente para comprender
mejor su propio temperamento y carácter, a fin de liberarse rápidamente de las
anomalías del animismo improductivo.
No importa los tropiezos de los primeros pasos, aunque predominen las
fórmulas típicas, las comunicaciones tontas, pomposas o improductivas, que
significan para el candidato a médium como el "a - b - c" para el analfabeto. La
base del mediumnismo aún es el animismo; sin éste no existe aquél. Los
rasgos de la oratoria genial, con que ciertos médiums experimentados terminan
por deslumbrar a sus oyentes, tuvieron por bases las manifestaciones
mediúmnicas incipientes de los primeros días.

142 Pregunta: Vuestro médium, que parece ágil y desprovisto de convenciones


mediúmnicas, ¿también atravesó la fase anímica y contradictoria, transmitiendo
el pensamiento de los encarnados a través de las comunicaciones ridículas,
ingenuas y superficiales?
Ramatís: La base primaria de su desenvolvimiento la realizó comunicando
las ideas de los espíritus a través de frases entrecortadas, de los dísticos
supersticiosos o redundancias sin provecho doctrinario. Por mucho tiempo nos
mantuvimos a la expectativa, aguardando pacientemente que atravesase el
período de los desbordes orales, de los datismos propios de los intelectos

140
desenvueltos, pero indisciplinados, fruto natural de su animismo e
inexperiencia. Él también profirió extensos saludos de apertura en los trabajos
espiritas, copió los gestos, exclamaciones y el tono de voz de los médiums a
quienes él atribuía mayores quilates; muchas veces exageró las
pronunciaciones provincianas, intentando impresionar al público por la
exposición de conceptos triviales, que juzgaba eran de elevada filosofía
espiritual. Cuando temíamos que se cristalizase en el mediumnismo
improductivo y convencional, se mostró inconformado con la situación y deseó
nuevos conocimientos; se dedicó incondicionalmente al estudio de todo aquello
que le pudiese dar un concepto superior de la vida creada por Dios. Vimos
cómo rompía las fronteras ortodoxas de su creencia e investigaba en los
esfuerzos ajenos, de otros hombres que sinceramente buscaban la Verdad,
consolidándose con las enseñanzas de la ciencia y psicología del mundo
material. En su investigación incondicional sobre la inmortalidad del espíritu,
nuestro médium terminó por comprender que Dios es íntegro en su Obra, por
cuya causa la materia también es una creación divina, como condición
provisoria para que el alma despierte su conciencia. Sin mayores aflicciones
examinó cuidadosamente sus propias incongruencias y estigmas anímicos, que
interferían en las comunicaciones, investigó su subconsciente bajo el método
freudiano y terminó por identificar innumerables anomalías que se interponían
durante su trance mediúmnico. Investigando el fenómeno de la mediumnidad
sin la mística religiosa que dogmatiza, poco a poco fue eliminando muchas
intervenciones anímicas que oscurecían nuestro intercambio espiritual, pasando
a facilitarnos las comunicaciones por su intermedio.

143 Pregunta: No deseamos censurar los trabajos de los médiums noveles que
son sinceros y entusiastas, pero observamos ciertas competiciones de oratoria
mediúmnica, que parecen contrariar las recomendaciones hechas por Allan
Kardec en el Libro de los Médiums. ¿Qué decís al respecto?
Ramatís: Lógicamente, la solución del animismo, que se manifiesta en sus
más variados aspectos, no se conseguirá a través de la censura; pero sí es
necesario afrontar ese problema sin recelos de "tabúes" o de herir
susceptibilidades sujetas al misticismo improductivo. El Espiritismo es una
doctrina sensata, seria y evolutiva y no puede endosar las anomalías que
aparecen en el ejercicio mediúmnico y que pueden ser el blanco de los
adversarios malintencionados. El médium, que es uno de los elementos de
mayor importancia en la propaganda del Espiritismo práctico, debe destacarse
por su modestia, conducta moral superior y en el servicio mediúmnico
exceptuado de las excrecencias ridículas.

141
Los médiums son hombres, y por eso también imperfectos; mientras tanto,
siempre que estudien conscientemente las obras codificadas de Allan Kardec,
quedarán esclarecidos desde su comienzo en el trabajo mediúmnico con
respecto a las incongruencias que necesitan evitar en nombre de la doctrina
espirita, como ser los desajustes de los médiums en lo tocante a sus cualidades
morales conforme se expresa claramente en el Libro de los Médiums *. (*Nota
del médium: Libro de los Médiums, Cáp. XVI, 185 a 109.)
Los médiums nuevos son tímidos, cuidadosos y temen al ridículo; al
comienzo, mal disimulan la ansiedad de sobrepasar a los compañeros más
experimentados, oportunidad ésta que no desechan cuando se les presenta.
Algunos alcanzan buenos éxitos en el ambiente más confuso; otros se
perturban en los trabajos mediúmnicos más armónicos. Obviamente se gradúan
por los matices más variados y conforme a la mayor o menor influencia
anímica; en unos predomina un elevado lenguaje, el potencial intelectivo
superior o el sentimiento de tolerancia evangélica; en otros, la trivialidad, el
mental primario o el empeño decidido de "decir la verdad" a los demás.
Conforme cita Allan Kardec, en el Libro de los Médiums, aún es el médium
exhibicionista el que más se preocupa en competir e imponerse sobre sus
compañeros de trabajos mediúmnicos, así no pierde la oportunidad de atraer al
público y teatralizar las más sencillas comunicaciones. Hace del ambiente
espirita la moldura que le adorna las actitudes rebuscadas, los efectos
pirotécnicos o las exclamaciones dramáticas.

144 Pregunta: En algunos trabajos oímos comunicaciones de buena índole por


parte de sensitivos constructivos, pero nos extrañó ciertos convencionalismos o
modismos, repetidos constantemente por el comunicante, en una lengua típica
de otras razas. Algunos colegas nos explican que ciertos espíritus usan siglas o
saludos particulares, para identificarse con más facilidad al comienzo de su
manifestación. ¿Qué nos decís?
Ramatís: El saludo tradicional que utilizan algunos desencarnados al
comienzo de sus adoctrinamientos, es propio de su índole peculiar y no
representa seña o código que sería rematada tontería aceptar como prueba de
identificación espiritual. Nosotros también os saludamos con las palabras "Paz y
Amor", al comienzo de nuestras comunicaciones espirituales, sin que nos
encontremos sujetos a ningún código de identificación o signo esotérico.
Aunque no sean palabras sagradas o mántricas, ciertas frases peculiares, al ser
manifestadas en las sesiones espiritas, predisponen al público para hacerlo
vibrar simpáticamente por el reconocimiento de su presencia.

142
145 Pregunta: Y en el caso de los modismos o saludos repetidos de los
desencarnados en sánscrito, hebreo, bantú, guaraní, árabe o cualquier otro
dialecto extraño, como observamos; ¿cómo lo debemos interpretar?
Ramatís: Sabéis que un 'loado sea Dios", pronunciado con ánimo y
convicción sincera, en cualquier dialecto o idioma extraño a vuestra raza, ha de
poseer la fuerza espiritual emotiva y necesaria. Pero no deja de ser un
excéntrico el médium intuitivo que saluda en idioma extraño a su raza y luego
no consigue transmitir lo restante del mensaje en la misma lengua. Cuando se
trata de un médium políglota o xenoglósico, es natural que comunique cualquier
mensaje de los desencarnados en la lengua que ellos utilizaban en la vida
física, ya sea francés, bantú, turco o chino.
Muchas veces, no pasa de ser la escena motivada por parte del médium
intuitivo, que en vigilia conoce el fraseado en lengua extraña y lo usa como llave
al comienzo de la comunicación. Creemos que os sería bastante extraño si a
través del presente médium intuitivo dictásemos el tradicional saludo nuestro de
"Paz y Amor" en lengua indochina y después no pudiésemos transmitir en la
misma lengua el resto de la comunicación.
No censuramos tales hechos, cuando ocurren tradicionalmente en los trabajos
mediúmnicos del ambiente de la Umbanda, donde los salvajes, viejos negros de
Angola, Nagó o Bantú, llegan a arrancar de sus "intérpretes" algunos vocablos
del idioma natal que usaban en su vida" física. Todo eso ya no se justifica en
las sesiones espiritas disciplinadas por la codificación de Allan Kardec, donde la
manifestación medianímica debe desligarse de las superficialidades y
teatralizaciones extravagantes.
En cuanto a la suposición de que ciertos espíritus superiores usan "llaves"
esotéricas previamente combinadas con los encarnados, para garantizarles su
identificación en los trabajos medianímicos, creemos que esa seguridad moral o
benefactora de los desencarnados no depende directamente de su nombre,
llaves sibilinas o señas cabalísticas antes del mensaje, sino de sus intenciones
y del tratamiento espiritual con que se comporten en sus comunicaciones.
En cualquier circunstancia, es más loable y segura la presencia anónima
de Francisco de Asís en los trabajos espiritas, sin llave alguna que lo
identifique, que algunos espíritus diabólicos que aleccionan solapadamente,
empleando frases lacrimosas y señas enigmáticas.

Capítulo 22

143
LA SUGESTIÓN Y LA IMAGINACIÓN EN LAS
COMUNICACIONES ANÍMICAS

146 Pregunta: Gustaríamos que nos explicaseis el caso de ciertas


comunicaciones transmitidas, hasta por médiums muy bien dispuestos, de
espíritus desencarnados en homicidios, accidentes trágicos o suicidios, cuyas
muertes, tiempo después son desmentidas. Un amigo nuestro fue dado por
muerto en un accidente ferroviario ocurrido en una provincia vecina, y esa
misma noche, en el centro espirita que frecuentábamos se comunicó afligido y
perturbado, quejándose de tantos dolores que soportaba. Mientras tanto, para
asombro y espanto general, días más tarde volvió a su hogar, pues la víctima
del accidente fue otra persona de igual nombre y apellido. ¿Nos podéis orientar
sobre este particular?
Ramatís: El animismo os explica muy bien esos casos contradictorios y
decepcionantes, generalmente, si el médium es sugestionable en su vida
profana, a punto de estigmatizar, con facilidad en su mente indisciplinada, la
noticia trágica del periódico del día, sin comprobar si la noticia es verídica o
dudosa. Cuando este aspecto no pertenece a los espíritus livianos que gustan
divertirse, que hacen lo imposible para ridiculizar el trabajo mediúmnico, es el
fruto de la imaginación exaltada del médium que trabaja totalmente
desgobernado y crea los cuadros dramáticos que supone le habían ocurrido a
la víctima. Por eso, a la noche, en la sesión mediúmnica las imágenes
exacerbadas por la sugestión que domina la mente del mediador, le hace
describir los hechos a cuenta de ser verdaderos.

147 Pregunta: ¿Deberíamos censurar o apartar al médium que se deja


sugestionar tan fácilmente, hasta el punto de causar perjuicios a la contextura
doctrinaria del Espiritismo?
Ramatís: En cualquier situación de la vida aún es la recomendación de
Jesús: "No juzguéis para no ser juzgados", lo que debe orientar nuestras
apreciaciones sobre los actos del prójimo. Es evidente que si el médium
demasiado sugestionable tuviera certeza del hecho desairoso que sucede
consigo mismo, no lo contaría, sembrando su propio ridículo. No existiendo
intención, por no haber propósitos censurables, el deber de los espiritas
esclarecidos es conducir al médium sin gobierno alguno para que ejerza el
servicio mediúmnico con el máximo de criterio, evitando causar el desánimo y la
decepción en aquellos que le escuchan.

144
El buen éxito de las comunicaciones intuitivas mediúmnicas depende
principalmente de la mayor pasividad del médium intuitivo; sin embargo, en
estado neutro, su psiquismo tiende al estado de auto-hipnosis, en cuya fase es
muy fácil la sugestión y el dominio de las ideas que fueron factor principal del
día. Hay casos en que los sensitivos de poco control mental llegan a transmitir,
a cuenta de mensajes de entidades desencarnadas, las ideas y pensamientos
de alguien que frecuenta los trabajos y es mentalmente desenvuelto. Otros son
fácilmente dominados por el don de querer colocarse en el lugar del que sufre
el hecho trágico y pasa a vivir sus dolores o vicisitudes. Y los más
sugestionables pasan a materializar a la noche, en el centro espirita, aquello
que durante el día los impresionó más.
Raros son los médiums que saben controlar los avanzados recursos de su
imaginación, que deberían aprovecharlo para dinamizar las ideas que los
espíritus les transmiten, pues generalmente, confunden las imágenes virtuales
de su pensamiento, suponiéndolas como entidades concretas y fuera del
cuerpo físico. La falta de estudio y autocrítica conduce a gran número de
mediadores a confundir la realidad con la fantasía.

148 Pregunta: ¿Cuáles son los recursos o providencias más aconsejables para
ayudar a esos tipos de médiums tan imaginativos, volviéndolos más eficientes y
menos anímicos, reales y menos fantasiosos, evitando los casos de falsas
comunicaciones mediúmnicas, inspiradas por la noticia trágica de los
periódicos? Aunque no pretendemos juzgar a los médiums víctimas de esas
incongruencias, creemos que los acontecimientos perjudican la creencia
espirita de los neófitos, y dan lugar a las críticas mordaces; ¿no es verdad?
Ramatís: Ante vuestra indagación sólo podemos insistir fastidiosamente
en la tecla batidísima de que sólo hay un camino para que cualquier médium
logre éxitos en su trabajo mediúmnico; es el estudio constante, aliado a la
disciplina moral y superior. El Espiritismo explica que no existen privilegios por
parte de Dios para ninguno de sus hijos; en su seno es inaceptable el milagro o
la magia, que contraría la disciplina de las leyes sidéreas. De esa forma ningún
médium ignorante, fantasioso o anímico se transforma en un instrumento
efectivo, inteligente y capaz, si no hiciera por el estudio el propio esfuerzo de
ascensión espiritual.
No contrariamos la tesis de que es preferible el médium analfabeto,
ingenuo e imaginativo, pero dotado de virtudes cristianas y sublimes, al médium
intelectivo, culto y atrevido, pero vanidoso, mal intencionado o interesado. Es
evidente que es mejor el médium humilde, bueno y desinteresado, estudioso de
las obras espiritas y de los compendios profanos, que se inmuniza contra los

145
automatismos psicológicos, las sugestiones ajenas y las interferencias
anímicas.
Actualmente el hombre no precisa nacer en cuna privilegiada para ser
culto, pues la facilidad de la vida moderna pone a su alcance los libros, revistas
y ¡métodos pedagógicos a través de los cursos radiofónicos o correspondencia,
desmintiendo a los que displicentemente alegan dificultad para educarse.
Algunos médiums adversos a las lecturas se abandonan a la fama voluptuosa y
cómoda de ser excelentes médiums, aunque analfabetos; lo cierto es que lo
hacen más por prejuicio y desinterés de su progreso intelectivo y espiritual.
Todo ser convocado para contribuir mediunímicamente junto a la mesa espirita,
debe reconocerse como una criatura endeudada, debiendo recoger los frutos
espinosos de la siembra imprudente del pasado. Bajo tal condición, asume
graves compromisos con sus benefactores desencarnados y es responsable
por su renovación moral, intelectiva y espiritual.
El primer deber del médium analfabeto o inculto es alfabetizarse y tratar
de adquirir cultura, recordando que el sacrificio inicial puede ser una imposición
de su propio karma, demasiado gravoso. No se justifica en el seno del
Espiritismo el viejo y cómodo sistema, muy a gusto de muchos médiums o
adoctrinadores displicentes, que justifican su ociosidad mental con la disculpa
pobre y evasiva de poseer innata intuición, sensata y segura sobre todas las
cosas, sin tener conocimiento alguno de las obras espiritas. Los más ingenuos
acrecientan que su vasto conocimiento intuitivo los dispensa actualmente de
cualquier aprendizaje nuevo en lo doctrinario, pues es el fruto de su contacto
con el Espiritismo en su vida anterior.
También es lógico que todos los hombres nacen analfabetos, pero
precisan aprender a leer. Una vez que los niños consiguen alfabetizarse es
natural que haya de ser más fácil para los adultos, puesto que también poseen
mayor desenvolvimiento y sensibilidad mental. Inconscientes de su ridículo,
aquellos que se enorgullecen de ser iletrados, pero innatamente cultos, se
sientan en las mesas espiritas para lanzar torrentes de sandeces y
exhortaciones saturadas de pobreza a cuenta de brillante tesis filosófica sobre
la doctrina espirita.

149 Pregunta: ¿Cuáles serían los libros que esos médiums incipientes
deberían compulsar para dominar la interferencia anímica y progresar en el
trato de sus relaciones con el Más Allá?
Ramatís: No sugerimos que sea necesario al médium iletrado o
demasiado anímico volverse un genio o un valioso autodidacta, para
corresponder a los objetivos y responsabilidades de su tarea mediúmnica. La
verdad irrefutable es que un buen porcentaje de los médiums son displicentes y

146
estratifícanse durante varios años, hipnotizados por su ignorancia, mientras
confunden los conceptos vulgares con los elevados e inteligentes postulados de
salvación al prójimo. El médium sinceramente dedicado a la causa espirita trata
de elevar su nivel intelectual por el estudio de las obras de la doctrina, pero
también debe auscultarse hacia el interior de su alma para identificar las
pasiones y trivialidades que le amoldan perjudicialmente en las comunicaciones
mediúmnicas. Después de conocerse a sí mismo, es cuando recién está en
condiciones de corregir al prójimo.
Ciertos médiums justifican su alergia a la lectura alegando la imposibilidad
dé adquirir los libros de esclarecimiento científico o filosófico, porque son
excesivamente pobres y trabajan agotadoramente para lograr sostener a la
familia. Pero sucede algo característico, pues se devoran millares de revistas
improductivas, folletines aventurescos, cuentos policiales, diarios deportivos, y
todavía tienen tiempo de ir a casa del amigo que presta el aparato de televisión
a fin de no perder el suspenso de la serie preferida... Las horas que le sobran
en días de descanso o feriados, gustan pegarse a la radio para oír novelas
sentimentalistas y a veces inconvenientes. Los médiums masculinos pierden
largas horas en el cafecito de la esquina, dando cuerpo a la conversación inútil;
los médiums femeninos consumen mucho tiempo con la vecina próxima, en el
comentario de las historias dramáticas de las vecinas distantes.
Como no hay regla sin excepción, algunos médiums que son iletrados e
ignorantes de los recursos de su mente, alcanzan admirables resultados en su
intercambio mediúmnico con el Más Allá. Algunos son bastante serios y sirven
satisfactoriamente a los desencarnados, pues elevan el nivel mental de los
compañeros por las transmisiones de excelentes derroteros espirituales.
El fenómeno se explica con suma facilidad porque esos casos son
referidos a espíritus experimentados y dueños de elevado conocimiento
filosófico y saludable entendimiento psicológico, que les permite transmitir el
pensamiento de las entidades en nivel de comprensión superior. Aunque sean
anímicos, son tan utilísimos para los asistentes neófitos, como si realmente se
comunicaran espíritus desencarnados, pues su memoria del pasado es rica en
conocimientos espirituales, avivándolos bajo el clima espirita. Todavía son
pocos los médiums intuitivos que saben distinguir dónde termina la frontera de
su subconsciente y dónde comienza el área de la fenomenología mediúmnica.
Los médiums, que son criaturas imperfectas, a veces caen en
contradicciones flagrantes y desmoralizan el concepto público de la
mediumnidad, principalmente cuando opinan, en el ambiente espirita, sobre los
problemas del mundo profano. Algunos se precipitan en dar respaldo
mediúmnico, como sucede con la competencia sensacionalista de los
periódicos, haciéndolo en forma imprudente, como en el caso que

147
mencionasteis en vuestra primera pregunta del presente capítulo.
Inconscientemente van cosechando los apodos y críticas contra la codificación
de Allan Kardec, el que con muy buen sentido advirtió "que sería mejor
rechazar 99 verdades antes que aceptar una sola mentira en la doctrina
espirita".
Por medio de los recursos del hipnotismo se puede implantar una idea fija
o una orden incondicional en el "sujeto" hipnotizado, que obedece fielmente
como se lo habían ordenado. Ese hecho es muy conocido entre los
hipnotizadores por el "signo señalado". Del mismo modo los médiums
fácilmente sugestionables, también se transforman en "sujeto" capaz de vivir en
trance mediúmnico las ideas y fantasías que lo impresionan fuertemente en
estado de vigilia. En verdad, ellos también son dirigidos por un "signo señalado"
que les impone el propio subconsciente.

150 Pregunta: ¿Cuáles son los factores responsables por la comunicación


fantasiosa, aunque el médium lo haga con buena intención, seguro de que fue
intuido o incorporado por alguna entidad desencarnada?
Ramatís: Ya hemos citado el automatismo psicológico o el dominio de la
personalidad ajena sobre la mente del médium; mientras tanto, existe otro
factor de fuerte influencia, que es el histerismo. Las mujeres, principalmente,
son las mayores víctimas de la citada distorsión individual, una vez que
involucran fácilmente su estado anormal de excitación o frustración a cuenta de
la facultad mediúmnica en crecimiento. Los sueños inalcanzables, la excesiva
introspección, las neurosis, las perturbaciones intelectuales, las convulsiones,
las manías de grandeza, las exageraciones y simulaciones muy familiares en la
esfera psiquiátrica y en la terminología freudiana, son responsables por las
falsas suposiciones de mediumnidad. El histerismo, en particular, puede atacar
a la mujer frustrada en el casamiento o soltería, acicateándole el psiquismo por
la angustia de la soledad, fruto de la ausencia del compañero predestinado por
las leyes biológicas de la vida humana.
La consecuencia neurópata, el traumatismo psíquico o exaltación
incontrolable, fácilmente se confunden con las manifestaciones mediúmnicas.
Algunas personas intentan el trance mediúmnico sin tener la sensibilidad
exigida; de ese esfuerzo incomún resurge el bagaje oculto del subconsciente,
que es capaz de confundirse con la comunicación de los espíritus
desencarnados.

Capítulo 23

148
EL ESPÍRITA Y EL BUEN HUMOR

151 Pregunta: ¿Qué nos decís de esas comunicaciones bastante fúnebres, de


espíritus guías o benefactores, que dejan al público espirita algo deprimido?
¿Debe atribuirse al comportamiento habitual de los comunicantes, que al ser
desencarnados modifican totalmente su temperamento psicológico, a causa de
su responsabilidad espiritual? Algunos espíritus pronuncian sus palabras de un
modo casi espasmódico, entre frases que casi parecen sollozos y gemidos. ¿A
qué se atribuye tales circunstancias?
Ramatís: En general, los médiums' novatos e ignorantes de la realidad de
la vida del espíritu, presuponen que la muerte es un acto de magia o pase
milagroso, que modifica instantáneamente el contenido psicológico y estado
moral de los desencarnados. Aunque comprueben que las entidades, a través
de ellos, se comunican eufóricas, felices y liberadas de preconceptos terrenos,
sin embargo, nos siguen considerando lúgubres, puesto que por encima de
todo, somos las almas de los "muertos".
En base a la idea fúnebre que se tiene en la Tierra, con relación a la vida
Más Allá de la sepultura, a los desencarnados se les transforman en figuras
duras y sentenciosas, que se mueven en un cielo silencioso y sepulcral. Los
"vivos" nos colocan en los dos extremos opuestos; somos ángeles estáticos en
eterna contemplación de la obra del Señor, o somos fantasmas
melodramáticos, helados y tétricos. Después de la muerte del cuerpo físico,
dicen ellos, los espíritus deben ser inteligentes, graves y compungidos, cuyos
labios deben abrirse para censurar las voluptuosidades y pecados de los
hombres.
Difícilmente los encarnados puedan imaginar que Más Allá de la tumba y
en las regiones felices, las almas angélicas conservan la risa franca, su
jovialidad y despreocupación, liberadas de los complejos y resentimientos
humanos, cuyo sentimiento elevado, puro e inocencia de intenciones, justifican
la máxima de Jesús, cuando exclamaba: "Venid a mí los niños, porque de ellos
es el reino de los cielos". Los pesimistas de la morada terrena no pueden
admitir que los "muertos" desempeñen actividades laboriosas y contagien con
su alegría y optimismo. La verdad es que en las colonias espirituales
venturosas que circundan al orbe terráqueo -conforme hemos notificado en
otras obras-, son verdaderas colmenas de almas afectuosas y de humorismo
sano, gracia y jovialidad ligados al bien y a la utilidad espiritual. Si la muerte no

149
transforma las almas en arcángeles liriales, purificados a última hora, tampoco
no anula las preferencias buenas o malas que hayan poseído en la Tierra.
También es cierto que en las carnadas densas del astral inferior existe la
otra cara de la verdad; allí los engrillados de las sombras transitan bajo el peso
de sus remordimientos o enloquecidos por sufrimientos atroces, mientras los
más revoltosos lanzan amenazas contra sus compañeros del pasado. El
gemido lúgubre, el dolor profundo, la carcajada siniestra, los gritos de
desesperación y terror son la antítesis de la alegría y ventura que domina a las
almas habitantes de las esferas superiores. Esos infelices, cuando se
comunican con la Tierra, no pueden hacer nada para evitar los gritos
angustiosos y las rebeldías irrefrenables, porque se manifiestan conforme al
submundo donde habitan.
Pero los guías que os visitan de las regiones de Paz y Luz no pueden
tenerse como fantasmas suspirantes o almas tristes y severas, cuya presencia
en las sesiones espiritas en vez de disipar el ambiente, lo hacen triste y
taciturno.

152 Pregunta: Muchas veces hemos escuchado críticas severas contra ciertos
espíritus, que entre una y otra enseñanza en sus comunicaciones, interrumpían
con un dicho o una gracia que despertaba el humorismo y desahogaba la
tensión de los presentes. Nos dicen los colegas espiritas que las sesiones no es
el palco del humorismo o la arena del circo. ¿Qué nos decís?
Ramatís: Todo extremismo es pasible de censura y lo será también en la
práctica mediúmnica o en la sesión espirita. No aprobamos la sesión
mediúmnica donde predomina la trivialidad, el interés mercenario, la chacota, la
ironía, la gracia intencionada o el lenguaje sarcástico, que termina
transformándose en fuente de atracción para los espíritus capciosos y
libertinos; pero, tampoco no lisonjeamos la reunión espirita a base de
comunicaciones compungidas, que parece la rememoración del velorio terreno.
En general los amantes de esas sesiones son personas recién llegadas de las
reuniones alegres, participantes de conversaciones chistosas, donde predomina
el anecdotario jocoso de la calle; mientras tanto, se encuentran que deben
"cerrar" los ojos con toda urgencia, y poner "cara fea" ni bien se encuentran
ante el médium, el director o el adoctrinador de mirar compungido. Es lógico
suponer que poco adelanta el hombre modificando su aspecto fisonómico
exterior, si dentro de sí laten los recuerdos que lo hacen reír a voluntad, o si
desperdicia los días de la semana, riendo desconsoladamente por las
anécdotas maliciosas que ofrece la radio, el cine o las revistas humorísticas.
Los espíritus felices son alegres y absolutamente despreocupados de las
convenciones y preconceptos humanos y su mayor deseo es activar el ánimo y

150
henchir vuestra alma de optimismo y esperanzas hacia un futuro feliz. El
Espiritismo, como doctrina de ayuda y esclarecimiento para los "vivos", también
suple el objetivo de confortar y orientar al hombre, víctima de angustioso
pesimismo, que sólo piensa que ha de alcanzar un cielo melancólico o la
eternidad del infierno, casi imposible de evitar.
En consecuencia, como doctrina de optimismo y liberación espiritual, el
Espiritismo no puede patrocinar las sesiones lúgubres o especie de velorios
mediúmnicos, donde los adeptos se someten convencionalmente a una falsa
tensión de gravedad apostólica, bajo las voces lacrimosas de la lectura del
Evangelio, para volver más tarde a las tareas cotidianas, agitados por las
emociones descontroladas y perturbados por los sentimientos contradictorios.
No admitimos la payasada o la irreverencia en el ambiente espirita, pero
aseguramos que al codificar el Espiritismo, Allan Kardec realizaba una
transfusión de sangre nueva en la creencia triste y en los sufrimientos de los
hombres, cuando estableció el intercambio convencional, donde las almas
felices resultan ser los "muertos" apesadumbrados y lastimosos.

Capítulo 24

LA TELEPATÍA Y LAS COMUNICACIONES


MEDIÚMNICAS

153 Pregunta: Ciertos críticos afirman que los médiums son telepáticos
pasivos, pues sus comunicaciones con los desencarnados, no dejan de ser la
simple transmisión del pensamiento de los "vivos" que frecuentan las sesiones
mediúmnicas. A sus formas de ver, los médiums son personas sumamente
sensibles a la recepción de las ondas "ultra-micro-cortas" emitidas por los
cerebros de los encarnados y que les hacen creer que son intermediarios de las
almas desencarnadas. ¿Existe algún fundamento en esa explicación?
Ramatís: No existe desacuerdo por vuestra parte con respecto a la
posibilidad de que los fenómenos telepáticos intervengan en las prácticas
mediúmnicas, mas no prueba que los médiums sean únicamente transmisores
de pensamientos de los asistentes a las sesiones espiritas. La mediumnidad
inspirativa es en verdad efectuada por el proceso de comunicación telepática;
por eso es tan necesario distinguir si son dos personas encarnadas que se
transmiten el pensamiento, o se trata de los espíritus desencarnados que
proyectan sus pensamientos sobre el médium.

151
En la telepatía efectuada únicamente entre los encarnados, una voluntad
activa transmite sus pensamientos a otra voluntad deliberadamente pasiva,
constituyendo un proceso de transmisión mental directamente de persona a
persona encarnada. Pero en el caso de la comunicación mediúmnica telepática,
el médium además de ser "inspirado" por otro espíritu desencarnado, también
domina sus problemas venturosos o aflictivos, como recibe mensajes
espirituales educativos que sobrepasan su entendimiento o concepción común
que posee de la vida.
En la telepatía, un cerebro vivo envía ondas concéntricas que son
captadas por otro cerebro receptor y pasivo, porque ambos se sintonizan en la
misma faja vibratoria de transmisión mental. Sin embargo, la transmisión
mediúmnica se efectúa por el "ajuste peri-espiritual" entre el espíritu del
médium y el desencarnado, donde el primero recibe directamente el mensaje
que debe transferir hacia el mundo material.

154 Pregunta: Entonces, ¿hay posibilidad de que el médium reciba


telepáticamente el pensamiento del público, para después retransmitirlo
verbalmente, en la creencia de que es una comunicación de las entidades
desencantadas?
Ramatís: La transmisión telepática puede ocurrir en cualquier lugar, para
lo cual deben existir circunstancias favorables y dos cerebros apropiados para
el fenómeno, donde uno transmite y otro recibe el pensamiento. Como el
médium necesita entregarse a un estado de pasividad para recibir los
pensamientos de los encarnados, no es difícil que también capte algunos
pensamientos de los encarnados que forman parte del ambiente de trabajo. Es
el caso de la telepatía accidental, recibiendo ideas sueltas y sin concatenación,
que interfieren en la comunicación mediúmnica, pero que no logran modificarla,
pues no se producen por la voluntad deliberada de quienes las emiten.
En el caso de la telepatía pura entre los encarnados, el fenómeno se
subordina a los acontecimientos del mundo físico, mientras que en el
intercambio telepático inspirado por los espíritus desencarnados, los médiums
captan noticias inéditas del Más Allá, haciendo previsiones acertadas y muchas
veces exponen asuntos que además de trascender sus conocimientos,
ultrapasan el concepto habitual de los asistentes de las sesiones espiritas.
En las instituciones espiritas, donde los desencarnados de mejor
graduación pueden actuar con seguridad y manifestarse con éxito a través de
sus intérpretes mediúmnicos, el fenómeno transcurre exceptuado de cualquier
intervención telepática por parte de los encarnados y las entidades del Más
Allá. Los médiums bien asistidos son aislados y protegidos por sus guías contra
cualquier influencia exterior, por tal motivo sus comunicaciones conservan la

152
fidelidad del pensamiento enviado de "este lado". Así como la mediumnidad no
anula el fenómeno de la telepatía, éste tampoco puede hacer lo mismo con la
mediumnidad, pues además de ejercerse ambas en forma bastante diferente,
suceden en planos diversos.

Capítulo 25

EL PROBLEMA DE LA MISTIFICACIÓN
156 Pregunta: ¿Todos los médiums pueden ser mistificados?
Ramatís: La mistificación mediúmnica es un problema que requiere
minucioso estudio y análisis, exceptuado de premeditaciones personales,
porque intervienen innumerables factores desconocidos para el mismo médium,
víctima del fenómeno. La Tierra todavía es un planeta que está en la fase de
ajuste geológico y consolidación física; su inestabilidad material es
profundamente correlativa a la inestabilidad del orden espiritual de su
humanidad. Por consecuencia, no podéis exigir absoluto éxito en el intercambio
mediúmnico entre los "vivos" y los "muertos", pues depende muchísimo del
entendimiento evangélico que se logre establecer en esas relaciones
espirituales. Los médiums totalmente dedicados al servicio del Bien y que
ofrecen garantía por su vibración sintónica con el plano espiritual del Maestro
Jesús, son los únicos capacitados para superar cualquier tentativa de
mistificación que provenga del Más Allá. En verdad, los agentes de las sombras
no consiguen interferir a quienes cuidan su conducta espiritual y se Allan a las
tareas de ayuda y liberación de sus hermanos encarnados.

157 Pregunta: La mistificación del médium directamente, ¿significa descuido e


indiferencia por parte de sus guías espirituales?
Ramatís: Es el fruto de las circunstancias naturales creadas por el
mediador, o de aquellos que creen que la sesión espirita es un espectáculo
para impresionar al público. El espíritu mistificador siempre aprovecha el estado
del alma, la ingenuidad o la vanidad del médium para poder mistificar. Pero os
podemos asegurar que la mistificación no tiene relación con los mentores del
médium, y aunque no puedan o no deban intervenir, hacen todo lo posible para
que sus intérpretes redoblen la vigilancia y sensibilidad psíquica, para que se
fortalezcan en el futuro.
La mayoría de las mistificaciones se deben al amor propio exagerado, al
prejuicio mental y al exceso de confianza del médium en el intercambio tan

153
complejo y mañoso con el plano invisible, abandonándose displicentemente a la
práctica de su facultad mediúmnica.

158 Pregunta: Basándonos en vuestras palabras, suponemos que la mayoría


de los médiums pueden ser mistificados, ¿no es verdad? Algunos colegas
espiritas nos explican que la mistificación en algunos casos tiene por objetivo
principal combatir la vanidad del médium. ¿Qué fundamento tiene este
concepto?
Ramatís: Los mentores de elevada estirpe espiritual jamás promueven
acontecimientos deliberados sobre mistificación mediúmnica, ni aun sirviendo
para advertir al médium vanidoso en forma educativa ¡Es el propio médium
quien ofrece la oportunidad para su perturbación o la presencia indeseable de
dichas entidades en su trabajo! Algunas veces, la base de la mistificación es
kármica, por eso el médium no consigue liberarse de los adversarios del
pasado, que lo importunan en todo momento, procurando mistificarlo de
cualquier modo para dificultarle la recuperación espiritual en la tarea ardua de la
mediumnidad.
No creemos que la vanidad de los médiums desaparezca porque sean
víctimas de mistificación correctiva; en general, cuando comprueban que fueron
eludidos por los desencarnados, se sienten profundamente heridos en su amor
propio y se rebelan contra su propia facultad mediúmnica. En muchos casos, el
médium mistificado y rebelado, por la decepción de haber sido humillado en la
mistificación, desiste más rápido de la tarea mediúmnica que lo ayudaba a
amortizar la deuda kármica, terminando por corresponder perfectamente a los
propósitos maquiavélicos de sus perseguidores del Más Allá. Algunos médiums
abandonaron las prácticas mediúmnicas, alegando que fueron traicionados en
su buena intención y no recibieron la debida recompensa de lo Alto, que
esperaban oportunamente.
Son raros los que admiten honradamente que día más o día menos pueden
ser mistificados, no por culpa de los mentores, sino por su imprudencia,
descuido, vanidad o intereses personales que a veces les domina, ofreciendo
oportunidades magníficas para la infiltración de los espíritus livianos,
irresponsables y malévolos en el ejercicio de la mediumnidad. Los desocupados
del Más Allá de la tumba vigilan astutamente cualquier brecha vulnerable que
se produzca en el carácter del médium, perturbación que tuviera en el trabajo o
en el trato con la familia, para poder interferir en esa virtual caída de frecuencia
vibratoria espiritual y lograr la tan deseada mistificación, que más tarde
desanima, decepciona o debilita la confianza. La mistificación todavía significa
la determinada cuota de sacrificio en la práctica mediúmnica, tal como sucede
en ciertas profesiones humanas, que a través del tiempo van eliminando ciertas

154
equivocaciones que fueran patrimonio de los primeros pasos, hasta que se
afirman definitivamente en su renglón profesional.

159 Pregunta: ¿Qué medio resulta más eficiente para que el mediador se
pueda librar de la mistificación?
Ramatís: Sin lugar a dudas, es la conducta moral y la integración
incondicional a los preceptos sublimes de la vida espiritual superior. Si el
médium conjuga todos sus actos y subordina sus pensamientos a la directriz
doctrinaria del Cristo-Jesús, se ha de ligar definitivamente a las entidades
superiores, responsables por el desenvolvimiento de la humanidad terrena, que
lo inmunizarán contra los espíritus maquiavélicos. La paciencia, la bondad, el
desinterés, la renuncia, la humildad y el amor son las virtudes que atraen a los
espíritus buenos y sinceros, absolutamente incapaces de actuar capciosamente
o con intenciones subversivas.
Las intromisiones de los espíritus indeseables en el ejercicio mediúmnico
es a causa de la distracción del médium, que imprudentemente abre su puerta
psicofísica a los irresponsables del mundo invisible. La disculpa que ofrecen
ciertos médiums es que, a pesar de su buena intención en el trabajo, no es lo
suficiente para poder liberarse de los espíritus maquiavélicos, juguetones e
inescrupulosos, que actúan contra todas las criaturas interesadas por la
liberación del hombre. Muchos médiums bien intencionados no pueden
sustraerse de la vanidad, ignorancia, fanatismo o resultan demasiado fanáticos,
cuando no personalistas, ofreciendo el camino propicio para que los
desencarnados perversos les perturben en su función de intermediarios con los
espíritus. A los espíritus sagaces, malos y pervertidos poco les importa las
buenas intenciones de los encarnados, les interesa únicamente descubrir el
defecto moral, la ingenuidad mental o la confianza tonta de aquellos que se
entregan al servicio superior. No es bastante que el médium posea un objetivo
bueno, para liberarse de cualquier mistificación del Más Allá, es necesario que
comprenda que los espíritus astutos, capciosos y crueles gozan de la regalía de
ser invisibles.
Además, Allan Kardec trató cuidadosamente el aspecto de la mistificación
en el Libro de los Médiums, después que hubo indagado a los espíritus sobre
ese problema, recibiendo la siguiente respuesta: "Me parece que podéis
encontrar la respuesta en todo aquello que se os ha enseñado. Si es cierto, hay
para esto un me-' dio muy sencillo: es no pedir al Espiritismo más que aquello
que puede y debe daros ya que su objeto es el mejoramiento moral de la
humanidad; si no os separáis de esto, nunca seréis engañados, porque no hay
dos modos de comprender la verdadera moral, la que puede admitir todo
hombre de buen sentido".

155
"Los espíritus vienen a instruiros y a guiaros por el camino del bien y no por
el de los hombres y de la fortuna, o para serviros en vuestras mezquinas
pasiones. Si nunca se les pidiera nada trivial o que esté fuera de sus
atribuciones, no daría motivo a los Espíritus mentirosos, de donde debéis sacar
en consecuencia que el que es mistificado es porque lo merece." (Cáp. XXVII,
Tópico 303: "De las Mistificaciones".)

160 Pregunta: El guía, en caso de mistificación, ¿deja de intervenir en favor de


su médium?
Ramatís: El principal objetivo de la pedagogía espiritual es conducir al
hombre a su perfeccionamiento angélico, dado que en su intimidad permanece
indestructible la centella espiritual, que es la emanación del Creador. La función
del mundo físico, astral y mental, es proporcionar a las almas la oportunidad de
volverse conscientes de sí mismas, aunque existan aparentemente separadas,
pero todas son oriundas de la misma fuente creadora.
Los caprichos, el prejuicio, la negligencia y el descuido a los consejos
espirituales, significan los pecados de los seres, pero Dios los tolera porque
representan la fase del proceso evolutivo, en cuya lucha heroica van tomando
conocimiento de sí mismos y deshaciéndose de los prejuicios y equívocos que
retardan el ascenso angélico. El hombre debe decidir conscientemente sobre
todo cuanto lo satura en la vida transitoria y material, pues la liberación de las
ilusiones de la carne debe efectuarse sin violencia o imposiciones gravosas,
que lo empujan hacia el frente mas no lo esclarecen de la verdad.
Los pecados, que son combatidos y censurados por todos los instructores
religiosos, apenas son los equívocos del alma titubeante en su marcha por los
largos caminos planetarios. Así como el joven estudiante reconoce y lamenta
más tarde los errores cometidos en las pruebas de su examen colegial,
señalados por el profesor, el espíritu del hombre lamenta después el tiempo
perdido en sus equívocos espirituales, haciendo todo lo posible para
recuperarse de los deslices condenables.
Tampoco es posible cultivar flores hermosas sin que primero sepultéis las
raíces en el suelo abonado con desperdicios repugnantes, y el espíritu del
hombre también desenvuelve sus poderes y alcanza su gloria angélica después
de consolidarse en el seno de la materia inferior de los mundos planetarios. Las
equivocaciones, mistificaciones o contradicciones espirituales de muchos
médiums, son el fruto de sus deslices e imprudencias cometidas en el pasado,
cuando hirieron a esas almas, que hoy los mistifican y se vengan desde el Más
Allá. La mistificación, en ese caso, es el efecto de la Ley del Karma, en donde
dice: "La siembra es libre, mas la cosecha es obligatoria".

156
161 Pregunta: El médium, ¿podría liberarse de la mistificación, si se apartara a
los espíritus que la provocan?
Ramatís: Es un problema que no se soluciona apartando simplemente a
los espíritus mistificadores, pues dicha separación debe incidir directamente
con la renovación moral del médium y del sincero perdón de las entidades que
actuaban sobre ellos. Conforme sabéis, las moscas se apartan cuando se cura
la herida y no por espantarlas. Generalmente es mistificado por sus verdugos o
víctimas del pasado; debiendo demostrar su sincera humildad y su amor para
quienes lo hieren, tanto como él hirió en otras vidas.
Los espíritus adversos, del pasado obtienen mayor éxito en su empresa
malhechora cuando sus víctimas poseen la facultad mediúmnica de "prueba",
que les vuelve el periespíritu más hacia "este lado" y facilita la acción obsesiva.
Las entidades perversas tratan de acentuarle la vanidad, el amor propio, el
capricho, el orgullo, la falsa modestia y demás defectos que puedan exaltar la
personalidad del médium, él que valoriza por demás su mediumnidad,
dejándose vencer por el delirio de auto-suficiencia y se impermeabiliza a las
intuiciones benefactoras de sus guías. Algunos médiums imprudentes y
vanidosos rechazan cualquier advertencia ajena, como también confunden la
humildad con su propia ignorancia. Se vuelven petulantes dejándose dominar
por el "máximo de animismo", por su auto-exaltación, y no esconden el
despecho contra aquellos que osan dudar de su mediumnidad.
No tardan en perturbar la armonía del ambiente que frecuentan volviéndolo
un clima de opresión y ansiedad, provocando la división entre los menos
conocedores de la doctrina espirita. Cuando no recibe la lisonja a la que se
creen merecedores, o los demás compañeros le subestiman el prestigio y el
tenor de los mensajes, entonces se mudan con armas y bagajes hacia otro
ambiente espirita, a fin de encontrar la compensación deseada.
Con ese cambio poco provechoso, que es fruto del inconformismo y del
anonimato, la facultad mediúmnica pierde la fluencia natural y comienza a
dominar el animismo incontrolable o la fascinación solapada de los elementos
de las sombras. La poca paciencia, la indisciplina e irreflexión terminan por
desanimar hasta a sus propios guías, que no pueden invertir su precioso tiempo
junto al médium que sólo se preocupa de su prestigio personal en detrimento
del servicio benefactor hacia el prójimo.

162 Pregunta: El médium que en este momento recibe vuestro pensamiento,


¿también podría ser mistificado?
Ramatís: ¿Por qué no? No lo consideramos con más privilegio que los
otros médiums, pues no deja de ser un espíritu endeudado y que por eso tiene
la mediumnidad de "prueba", a fin de recuperarse de su orden kármico.

157
Siempre que desatienda su conducta moral y falsee sus intenciones
espirituales, seguro que será el blanco de los espíritus maquiavélicos y
mistificadores, que hacen todo lo posible desde el Más Allá para neutralizar el
servicio mediúmnico benefactor para la Tierra. El intercambio que el sensitivo
efectúa con nosotros es apenas el "beneficio" que lo Alto le concedió para su
recuperación espiritual; pero no creáis por eso que está exceptuado de los
experimentos y rectificaciones kármicas junto a su familia, de sus amigos, de su
raza y en la sociedad de que forma parte.
Evidentemente, su primera obligación es sustentar al grupo familiar y
cumplir con sus obligaciones sociales; después atender sus deberes de la
mediumnidad hacia el prójimo. Sin embargo, es igual a cualquier médium, pues
le cabe ejercer vigilancia sobre sus pensamientos y debe ejercitar las virtudes
superiores en su corazón. Ha de vivir correctamente por encima de cualquier
resabio de vanidad personal, si desea garantizar los principios espirituales de
los mensajes que le enviamos e impedir que las entidades subversivas
deformen nuestros pensamientos.
La facultad mediúmnica es el medio que faculta a los desencarnados para
la realización del servicio útil al prójimo, pero el médium que intercambia los
principios elevados de lo Alto necesita vivir en absoluta armonía con aquello
que le fluye para los encarnados, si no quiere volverse el muñeco de los
espíritus livianos, irresponsables y mal intencionados. Cualquier médium
distraído de sus obligaciones comunes y ligado a las aventuras poco dignas, no
es más que un candidato favorable para la mistificación del mundo invisible.

163 Pregunta: ¿No sería posible que a vuestro médium, a pesar de su buena
voluntad, de la conducta regular y del esfuerzo sincero que realiza para captar
vuestros pensamientos, lograra interferirlo alguna entidad experimentada en el
campo científico, filosófico y de intelecto avanzado, que viniese a mistificar por
la interposición de las ideas corruptoras o capciosas de vuestros mensajes?
Ramatís :Ese es uno de los motivos principales del por qué deseamos fluir
nuestros pensamientos a través de un médium intuitivo que sea estudioso, sutil,
bien intencionado y trabajador, en vez de hacerlo por un médium sonambúlico
como si fuera una simple máquina, sin voluntad propia en el intercambio
mediúmnico. Nuestros mensajes fueron transmitidos a través de este sensitivo
después que comprobamos su capacidad para recibirlos. Tratamos siempre de
guiarlo en el buen desempeño de su misión; sin embargo, a pesar de nuestra
intensa vigilancia, cariño y asistencia, no podrá liberarse de la mistificación,
cuando decida dejar todo a nuestro cargo y se desvié de la ruta programada en
el Espacio, antes de su actual encarnación.

158
Capítulo 26

LAS COMUNICACIONES DE LOS ESPÍRITUS


SOBRE LOS TESOROS ENTERRADOS
164 Pregunta: ¿Qué nos decís de los espíritus, que en las sesiones espíritas
como en los lugares apropiados de la Umbanda, acostumbran a indicar los
lugares donde afirman que existen tesoros enterrados por los piratas, jesuitas o
aventureros? En general, dicen que cierta parte de lo que fuera descubierto
puede emplearse en obras de caridad, aliviando a los infelices que están
sujetos magnéticamente al lugar donde enterraron los tesoros.
Ramatís: Las personas que fanáticamente se ponen a buscar tesoros
indicados por los espíritus desencarnados, les recomendamos la proverbial
advertencia que el Maestro Jesús citaba continuamente: "No acumuléis tesoros
en la Tierra, donde la herrumbre y los gusanos los consumen y que los ladrones
desentierran y roban; acumulad tesoros en el cielo, donde los gusanos y la
herrumbre no dañan, porque donde está vuestro tesoro, ahí está vuestro
corazón" (Mateo, Cáp. VI, v. 19).
En cuanto a las entidades que en las sesiones mediúmnicas indican los
tesoros enterrados, la mayoría de las veces son espíritus bromistas e
irresponsables, que abusan de la ingenuidad humana, proponiendo empresas
que incitan a la codicia. No tienen escrúpulos, causando las mayores
decepciones, induciendo a los encarnados a emprender los más agotadores
esfuerzos físicos cavando túneles en terrenos pedregosos y difíciles, para
encontrar los supuestos tesoros, mientras ríen y gozan a gusto de aquellos que
se dejan fascinar por la avidez de la fortuna fácil.
Los seres que realmente entierran joyas, monedas o valores y que por esa
causa sufren aprisionados a los recuerdos de las cosas en donde
imprudentemente fijaron su ideal, raramente están en condiciones de poder
elucidar a los encarnados el lugar donde se encuentran, pues además de las
vibraciones proporcionadas por la avaricia que promovieron en el mundo físico,
se encuentran desorientados bajo el manto de los fluidos mórbidos del astral
inferior.

165 Pregunta: ¿No sería una empresa caritativa desenterrar los tesoros que
todavía aprisionan a las almas imprudentes y sufren atrozmente? ¿Siempre que
los valores ocultos fuesen aplicados en obras filantrópicas, no mejoraría la
situación espiritual de esos infelices que tontamente los escondieron?

159
Ramatís: Aunque los ex dueños de esos valores pudieran indicar los
lugares en que fueron enterrados, no sería posible extraerles a ellos la avaricia
o capacidad que existe en sus corazones, fruto del profundo egoísmo de haber
pensado en sí mismos. Que se encuentren ligados a los tesoros o separados
de ellos, esas almas continuarán sufriendo en sí mismas los efectos de la causa
mórbida que los indujo a ocultar los valores que circulaban por el mundo
material. Bajo la Ley benefactora y justa del Karma, aquellos que mueven
fuerzas magnéticas, tocados por la avaricia, enterrando egoístamente los
bienes, deberán sufrir el efecto coercitivo hasta su máxima disolución.

166 Pregunta: ¿Podemos suponer, que el aprisionamiento del espíritu junto a


los valores enterrados, es una imantación magnética, efectuada por un acto de
magia?
Ramatís: Esos espíritus no están imantados magnéticamente a los objetos
o tesoros enterrados por la causa que citáis en la pregunta; es su voluntad la
que los fija, movilizada por un acto de profunda avaricia y contraria a las leyes
espirituales. Después de desencarnados pierden el raciocinio, pasando a vivir
en constante pesadilla, dominados por el miedo de perder aquello para lo cual
pusieron todas sus fuerzas de posesión y objetivo de su vida. En verdad, es un
crimen ante las leyes espirituales, pues sustraen los elementos que
corresponden a la circulación del mundo, para atender su egoísmo y avaricia.

167 Pregunta: ¿Suponiendo que algún tesoro descubierto por una persona
magnánima y desprendida de los intereses personales, lo devuelve a la
circulación y se aplique en obras de caridad y filantropía, por ventura, el espíritu
que lo enterró no se libera de su tormento espiritual, favorecido por las
bendiciones y gratitudes de las personas beneficiadas?
Ramatís: Si suponéis que los tesoros desenterrados, vueltos a la
circulación y más tarde distribuidos en obras de beneficencia pueden causar
alivio y eliminar de la responsabilidad a los espíritus avaros y egoístas que los
enterraron, entonces también debéis admitir la eficacia de las misas y oraciones
consagradas a los hombres crueles y deshonestos que usufructuaron la
existencia humana en su provecho, explotando al prójimo. Aquellos que
entierran tesoros u objetos movidos por las ganancias y codicia, quedan
exceptuados de las bendiciones y gratitud que las personas agraciadas con
esos elementos les puedan dedicar.
El bien es fruto espontáneo del grado espiritual del ser y no el producto de
circunstancias favorables. El tesoro enterrado, aplicado después por las
personas buenas en servicio caritativo, no comprueba que haya sido la voluntad
expresa del espíritu en falta. Lo mismo sucede con las almas sufrientes, que a

160
veces aparecen por los lugares solitarios e inspiran a algún médium, señalando
el lugar donde enterraron los bienes; aun así están demostrando que les guía el
interés de librarse, lo más rápidamente posible, del sufrimiento atroz que les
acicatea el alma en el Más Allá, a consecuencia de su tonta avaricia.
Entonces se afligen para desembarazarse del tesoro que tan
cuidadosamente escondieron y que ya no pueden utilizar jamás, por
encontrarse en otro plano vibratorio de vida. Tampoco renuncian
espontáneamente a los bienes enterrados, pero obran así porque están
impedidos para utilizarlos, cediéndolos tal como reza el viejo proverbio popular:
"Cuando no puedas cargar, da al prójimo y te aliviarás".
De esa forma, no les caben las gracias de las personas favorecidas por la
distribución de los valores que habían sustraído de modo ilícito y más tarde
cedidos por fuerza de las circunstancias dolorosas. La oración tiene finalidad
justiciera beneficiando solamente a quien merece, pues no hay injusticia ni
privilegio en el Cosmos; en verdad, "a cada uno le será dado según sus obras".

Capítulo 27

CONSIDERACIONES SOBRE LA CASTIDAD POR


PARTE DE LOS MÉDIUMS
168 Pregunta: La continencia sexual por parte del médium que presta servicio
a los espíritus superiores, ¿lo ayuda a mejorar su trabajo mediúmnico? ¿Ese
proceder le apresura el psiquismo y le favorece en el intercambio vibratorio con
sus comunicantes?
Ramatís: Es de sentido común que Dios no estatuyó el acto sexual como
una práctica deprimente, capaz de rebajar al ser humano cuando precisa
cumplir con sus deberes procreativos. Es una función técnica importantísima
para la continuidad de la vida física en los mundos planetarios, coadyuvando
las fuerzas creadoras del mundo espiritual con las energías instintivas del
mundo de la carne.
No es una función impura o censurable, cuando se desempeña como
objetivo noble. Constituye el proceso prodigioso que materializa y plasma en la
superficie del planeta la vida en todas sus manifestaciones animales, ofreciendo
la oportunidad que el espíritu necesita para apresurar el raciocinio y
entendimiento espiritual. No hay dudas que lo más acertado, ante las leyes de
elevada espiritualidad, sería la relación sexual ejercida solamente en función
procreadora, en las épocas apropiadas para dar lugar a una nueva vida.

161
Mientras tanto, el temperamento instintivo de los hombres terrenos, todavía
inestable y en medio de dos mundos, el de la vida animal y el plano angélico,
los acicatea en procura de goces, a veces en forma insaciable, y los esclaviza a
las pasiones violentas, transformando el acto sexual en una continua fuente de
placeres que retarda la ventura espiritual. El comportamiento sexual del hombre
terreno es aberrado y desatinado a causa de su incapacidad para gobernar su
instinto animal inferior, entendiendo normalmente que el animal es una entidad
primitiva y fiel seguidor de las leyes de la procreación. La historia os dice
paradójicamente de los espíritus lúcidos, geniales y buenísimos, que
descendieron al nivel más degradante de la escala sexual, sin" poder dominar
la fuerza primitiva del instinto animal indisciplinado.
Mas no se debe condenar a esos seres, pues las almas con cierto relieve
espiritual sobre los valores del físico, en su actividad incomún para difundir las
enseñanzas superiores, a veces son tomadas de sorpresa por la fuerza
inflamante de la carne y que ellos suponían superada. Aun para el santo
descendido de las alturas del Paraíso, Jesús lanzó su imperecedera
recomendación: "Orad y Vigilad". Aunque los vicios o las pasiones residan en el
alma y se proyecten en el plano físico a través de la carne, la vida exige que el
espíritu dirija a la materia, en cuyo trabajo no siempre alcanza el éxito deseado.
Algunas almas de grado superior se perturban en el trato con el potencial
vigoroso de las fuerzas sexuales aunque después sufran terriblemente en su
conciencia despierta, censurándose a sí mismas. Nos recuerda la hipótesis del
hombre vestido de traje blanco, que necesita descender a la mina de carbón,
contaminándose con el polvo negro, cada vez que se descuida.
Algunos espíritus benefactores y disciplinados, cuando regresan a su
esfera paradisíaca, sufren atrozmente por el comportamiento sexual
equivocado que ejercieron en el mundo físico. Aunque se hayan dedicado a
todas las formas del Bien no pudieron controlar los ascendientes biológicos que
los impelían a la satisfacción sexual desatinada. En base a su grado sideral y
debido al sincero examen crítico de su propia conciencia, tuvieron que
reconocer su debilidad en el trato aberrativo de la práctica sexual en el mundo
Tierra.
Sin embargo les sería más perjudicial el falso puritanismo de la contención
sexual, semejante a la caldera de presión, sin válvula de escape. El hombre
puede engañarse a sí mismo, pero no puede eludir la realidad de Dios, que
forma el receptáculo de su conciencia. Ningún espíritu puede exceptuarse del
aguijón sexual que lo hiere continuamente, exigiéndole el máximo esfuerzo para
no ser arrastrado al desamparo espiritual. En el campo de la actividad sexual, el
hombre no puede juzgar al prójimo, pues la contención, que muchas veces se
supone es una virtud loable, es una consecuencia del miedo, de la falta de

162
circunstancias favorables, o debido a la noción pecaminosa de la tradición
religiosa. Rarísimas criaturas podrán afirmar, con sana conciencia, que
resistieron sexualmente a todas las seducciones y oportunidades que les
ofreció la vida humana, terminando sus últimos días en perfecta castidad.
Lo cierto es que mientras el hombre no comprenda que la realidad del
placer sexual es un espasmo orgánico de importante función biológica, ha de
ser siempre esclavo de la vida física. De acuerdo a las leyes que regulan las
afinidades electivas, los encarnados atraerán compañeros buenos o grupos de
almas detestables del Más Allá, conforme se sintonicen las frecuencias
vibratorias, bajas o altas, que les inspiran los deseos, pensamientos y actos.
Los placeres deletéreos o los vicios insidiosos de la carne son multiplicadores
de frecuencia del astral inferior, una especie de operación baja que sólo
consume el peor combustible del ser, y lo impermeabiliza de las elevadas
sugestiones de lo Alto.
En consecuencia, el médium, como intermediario sensible y en contacto
con el mundo oculto, no podrá gozar de la protección espiritual superior,
mientras sea un esclavo incontrolable de las pasiones animales inferiores. Pues
sólo ha de ser como el ave, que a pesar de tener alas, no consigue volar por
tener las patas en el lodo.

169 Pregunta: ¿Cuál es vuestra consideración respecto al acto sexual, como


fuente de placer, y que aún es una debilidad común en la humanidad terrena?
Ramatís: Reconocemos que Dios palpita en la intimidad de toda su obra,
permaneciendo en el seno de la virtud y en el peor de los pecados, puesto que
el hombre es el fruto de su esencia. Que el hombre haga del acto sexual un
placer común no es una afrenta odiosa a Dios, pues Él no se ofende por las
equivocaciones o pecados de sus hijos aún ignorantes de su realidad espiritual.
Inhibidos de usufructuar los bienes elevados y duraderos del espíritu, porque
les falta la capacidad psíquica, los terrícolas subliman su ansiedad de goce y
ventura haciendo un vicio de la función sexual.
Todos los individuos se mueven en continuo proceso de perfeccionamiento
y en cada uno se va efectuando la transformación, lenta o apresurada para su
bien. Dios no crea hombres al simple toque de un capricho, mas les apura la
conciencia para que los mismos puedan desenvolver sus cualidades divinas
innatas y que prefieran lo que más les convenga. Si el terrícola se satisface en
el intercambio de las sensaciones animales, es porque no alcanzó la fase que
lo hace sensitivo a los goces definitivos del espíritu angélico. No se le puede
exigir diferente actuación mientras le falte el don de percepción psíquica
superior y la gradación espiritual que sea capaz de compensarle en espíritu los
goces que le brinda la sensación primitiva de la vida carnal.

163
Su pecado no es un acto de provocación o premeditación contra la
Divinidad, es el fruto de sus impulsos inferiores sin la dirección espiritual. La
criatura humana vive tratando de alcanzar el mejor placer y ventura, que es un
derecho desde que nace y lo impulsa continuamente para la realización
consciente de sí mismo. Reza el concepto humano de que Dios es la
Perfección, por cuya causa, sus hijos son impelidos por el deseo de
108alcanzar lo mejor y más perfecto, seguros de que la Verdad en algún tiempo
se ha de encontrar. Entonces, los seres humanos se dejan atraer por la magia
del sexo, gozan y se sienten transitoriamente compensados en esa mutua
relación física, en donde se conjuga el placer fugaz de la carne y la ansiedad
por la ventura espiritual.
El laboratorio terreno posee todos los recursos apropiados para despertar y
graduar la conciencia del hombre sideral, liberándolo poco a poco del lastre que
le ofrece la carne transitoria. El placer sexual, por lo tanto, después de la
comprensión consciente del hombre y de la mujer sobre la realidad espiritual,
será relegado hacia una condición inferior y superado por los valores definitivos
de la vida inmortal. A su debido tiempo, los terrícolas se sentirán saturados de
ese placer físico y efímero, que es un ardid de la naturaleza para mantener la
continuidad de la vida en los mundos materiales. Y comprenderán que la
verdadera felicidad no es el fruto de las contracciones y espasmos de la carne,
pero por encima de todo, proviene del intercambio con las cosas siderales.

170 Pregunta: Suponemos que esa actitud irregular del hombre, en lo tocante
a sus relaciones sexuales, merece la censura de los espíritus disciplinados.
¿No es verdad?
Ramatís: No nos cabe censurar al terrícola por su contradicción sexual,
puesto que intenta encontrar lo "mejor" para sí; y si aún confunde el placer del
cuerpo efímero con el placer del espíritu eterno, os volvemos a repetir: eso se
debe a su inmadurez espiritual. El cuerpo físico es el instrumento de que el
alma se sirve para alcanzar su perfeccionamiento, así como el alumno se
alfabetiza y adquiere conocimientos a través de la materia escolar. Si el hombre
se ofusca para utilizar su organismo carnal, que es su banco escolar y
educativo en el mundo físico, además de ser un candidato a las enfermedades
comunes de la Tierra, se impregna de los fluidos inferiores de la animalidad,
que cada vez lo aíslan más de la inspiración de los Alto.
Principalmente el médium -que es el puente sensible y el instrumento de
relación entre la materia y lo Invisible, destinado para cumplir el servicio
espiritual a favor del prójimo y de sí mismo- necesita protegerse de la infiltración
inferior y disponer de su cuerpo físico para el éxito de su tarea incomún.

164
Todo gasto excesivo de las fuerzas sexuales destruye los elementos
preciosos de la vida psíquica, responsable por la interconexión entre el mundo
superior y la Tierra; faltando ésta el hombre se precipita hacia el submundo del
instinto inferior animal. En sentido opuesto, la economía y el control de las
energías sexuales, cuando están disciplinadas por la mente, benefician
extraordinariamente al médium. El fluido creador, cuando está acumulado sin la
violencia de la contención obligatoria, se purifica por el contacto con las
vibraciones sutiles del espíritu. Ese magnetismo vitalizante, producto de las
glándulas sexuales, se funde al fluido superior emanado del "chakra" coronario,
irriga el cerebro y aclara la mente, despertando la función de la glándula pineal
a la altura del "chakra" frontal, favoreciendo la visión psíquica del mundo
interior.
Los abusos de la práctica sexual debilitan el cerebro, pues tanto el hombre
como la mujer exteriorizan la parte positiva y negativa de la fuerza sexual, que
los órganos responsables utilizan para la procreación. La mayor parte de las
criaturas ignoran que cierto porcentaje de esa fuerza construye y alimenta el
cerebro y su gasto excesivo puede afectar la memoria y retardar el raciocinio,
mientras que el buen uso purifica las emociones y pensamientos. Ciertas
personas que abusan de estimulantes para multiplicar la práctica sexual,
generalmente terminan enfermas, imbéciles y retardadas, presentando los
síndromes "parckisonianos", debido al agotamiento de los fluidos sexuales
imprescindibles para la nutrición de las células cerebrales.
También es necesario considerar que la castidad no puede ser el fruto de
una reacción exclusiva de la mente, pues refrenando las actividades del cuerpo,
de modo alguno el espíritu consigue resolver el problema que sólo desaparece
por su mejoría espiritual. Toda virtud deja de serlo cuando la criatura decide
cultivarla como algo independiente de sí misma, y que exige una vigilancia
continua para mantenerse constante. El hombre que trata de ser modesto, vigila
todos sus actos, preocupado por no decepcionar al prójimo; en verdad, termina
cultivando la vanidad de ser modesto. De la misma forma, no os volvéis castos
porque cultivéis la castidad, cosa que solo conseguiréis por la renovación íntima
de vuestro espíritu, entonces sí podréis ser castos sin tener preocupación de
ser castos.
La contención sexual forzada es una deliberación artificial e inútil, que
acumula las energías procreativas, pero no las extingue. El acumular no es
liberación, resulta transferencia obligatoria de acción, tal como sucede con la
caldera, que guarda en su interior el peligroso vapor. Algunas criaturas, que
después de cierto tiempo abandonan el convento o las instituciones donde se
acostumbraba a sofocar el deseo sexual, a veces se vuelven peores de
aquellos que no hacen restricciones por conceptos morales. Apenas se

165
contenían impedidos por el ambiente que cultivaban, pero ni bien rompieron las
amarras de las convenciones religiosas o de moral compulsoria, se
sumergieron violentamente en la tempestad sensual, que les rugía en la
intimidad descontrolada del alma.

171 Pregunta: ¿Nos podéis decir si la liberación del sexo en la materia es


suficiente para elevar al espíritu hacia las esferas superiores, exceptuándolo de
las reencarnaciones físicas?
Ramatís: El sexo es la última puerta a cerrarse para el hombre que desea
liberarse del ciclo doloroso de las reencarnaciones físicas, que conseguirá -
conforme dijéramos anteriormente- cuando se vuelva casto sin la angustia
enfermiza por serlo. Será un fruto natural de su evolución espiritual, antes que
la sofocación forzada de la llama interior, que persistirá latente bajo las cenizas
de la voluntad impuesta drásticamente. La castidad forzada es el cerebro
terrible que incita hacia el deseo insatisfecho y que acicatea a la mente
descontrolada. Una vez que sea reconocido el sexo como un proceso
procreativo, antes que un deseo reprimido, la contención sexual beneficia al
hombre y principalmente al médium, eliminándole la ansiedad de la relación
física. El deseo lúbrico desaparecerá por la comprensión consciente sobre el
acto sexual, que antes de ser una acción placentera, es una función biológica
de reproducción en la materia.
Ojalá que el médium bien intencionado se dé por satisfecho con sus
relaciones conyugales, evitando las aventuras condenables fuera de su hogar y
las ligazones deprimentes con el psiquismo torturado de las infelices
meretrices. Los prostíbulos, bajo cualquier hipótesis, son cisternas de fluidos
intoxicantes, que se adhieren a la tesitura delicada del periespíritu, creando
condiciones apropiadas para actuar los obsesores y vampiros atrasados de las
sombras del astral inferior. El médium que se entrega a las aventuras sexuales
se transforma en un puente que une el astral tenebroso y el hogar en que vive,
atrayendo hacia éste las emanaciones nocivas y las perturbaciones, frutos de
su mal comportamiento sexual. Los miasmas, los bacilos y virus psíquicos de la
degradación del sexo terminan por saturarle el ambiente familiar, creando
enfermedad, angustia y desarmonía que caracterizan a las noches tristes y
trágicas de los ambientes prostituidos.
También es evidente que la liberación del sexo en la materia, no basta
paira elevar al espíritu a las esferas celestiales, ni tampoco cuando se
encuentra encadenado a la crueldad, venganza o avaricia, cosa que aún los
pone en sintonía con el astral inferior.

166
Capítulo 28

ASPECTOS PSICOLÓGICOS DE LAS


REENCARNACIONES DE LOS APÓSTOLES Y
LÍDERES DEL CRISTIANISMO
172 Pregunta: ¿Qué nos podéis decir sobre algunos médiums o colegas
espiritas que dicen ser la reencarnación de apóstoles o destacados líderes del
cristianismo?
Ramatís: No es imposible la hipótesis sobre la reencarnación de algunos
discípulos de Jesús, en suelo brasileño. Muchos seguidores y contemporáneos
de Jesús regresaron más tarde a la carne, para hacer brotar las simientes
críticas arrojadas hace dos mil años. Algunos lo hicieron para alcanzar mayor
graduación espiritual, pues no hubo el milagro de verse transformados
instantáneamente en seres angélicos, por el solo hecho de haber convivido a la
sombra, del Sublime Rabí. Frecuentando nuevamente la escuela terrena,
asumieron otras configuraciones humanas viviendo personalidades y razas
diferentes de aquellas donde la historia sagrada los consagró en el
advenimiento del Cristianismo.
Aunque hubiesen sido los apóstoles Bartolomé, Simón, Felipe, Juan o
Andrés, tiempo después tuvieron que retornar a la Tierra para asumir
posiciones destacadas o de servicio humilde y anónimo en vuestro mundo. Bajo
otros nombres algunas veces se demostraron eficientes colaboradores
crísticos, como les sucedió en Judea bajo la orientación del Divino Jesús.
Muchas veces el mundo espiritual fue el conocedor de las obras de bien que
estos hermanos elevados hicieron exclusivamente dedicados al Bien.
Posiblemente se llamaron José, Giácomo, Estanislao, etc., viviendo
personalidades humanas que son de poca importancia para el mundo, pero de
profunda influencia en la transformación de sus espíritus. ¡Qué importa la
configuración provisoria de la personalidad terrena en el mundo físico, cuando
interesa únicamente el contenido espiritual definitivo y que involucra las etapas
de gloria de la vida angélica!

173 Pregunta: Conocemos algunos trabajadores espiritas que aseguran haber


sido algunas de esas personalidades históricas del cristianismo y afirman que
no han habitado la Tierra después de su última encarnación apostolar. ¿Qué
nos decís?

167
Ramatís: Es cierto que en el área de la experimentación espirita abundan
las reencarnaciones de Marcos, Juan, Mateo, Felipe, Lucas, Verónica, María
Magdalena, Martha, etc., etc., que se sienten investidos de nuevas tareas
mesiánicas en el actual resurgimiento del Cristianismo. Muchos viven inquietos
y ansiosos, esperando el momento sublime, donde la luz súbita" emane del
espíritu y vaya por el mundo en defensa de los postulados de Jesús. Pedro, el
apóstol, Pablo de Tarso o Juan el Bautista, que se suponen reencarnados en la
actualidad, también se esfuerzan para no demostrar la
misma índole o temperamento y la contextura psicológica con que la historia
sagrada los puso en evidencia en el pasado.
Viviendo otras personalidades, apropiadas al siglo atómico, los nuevos
Pedros reencarnados también se demuestran circunspectos, los Pablos de
Tarso son dinámicos y amigos de las "epístolas", promoviendo las
peregrinaciones agotadoras para sustentar el basamento del nuevo movimiento
salvador. Las nuevas copias de Juan el Bautista, precursor del Maestro,
mantienen la severidad de otrora y anatematizan los pecados del mundo, tal
como lo hacía ese grande y austero espíritu.
Sin embargo, los estudiosos sensatos y sutiles de la fenomenología
mediúmnica se sorprenden confusos, descubriendo que todos los viejos
seguidores de Jesús se encuentran reencarnados en la actualidad y
paradójicamente se siguen manifestando en las sesiones espiritas,
conservando las características personales de la época del advenimiento del
Cristianismo. Pablo de Tarso, Pedro, Marcos, Juan Evangelista, Lucas y todos
los demás conocidos, tanto viven encarnados en la Tierra, cumpliendo nuevas
misiones a la sombra amiga del Espiritismo, como no dejan de comunicarse por
los médiums eufóricos de esa preferencia espiritual tan honrosa.
De esa forma, tanto se multiplican en la Tierra como en el Espacio los
mismos apóstoles y discípulos de Jesús, dejando perplejos a los neófitos
espiritas, que todavía desconocen la complejidad del mecanismo de la
mediumnidad e ignoran la intervención fácil de la mente indisciplinada en la
sugestión mesiánica.

174 Pregunta: ¿Qué nos podéis decir de las comunicaciones mediúmnicas, tan
comunes en ciertos trabajos espiritas, atribuidas a destacados espíritus que
fueron expresión viva de las filosofías y religiones de otros pueblos? ¿Es viable,
por ejemplo, la comunicación rutinaria, en los centros espiritas, de
personalidades como Moisés, Sócrates, Ramakrisna, Mahoma, Zoroastro,
Platón, Confucio o Gandhi, cuando son trabajos mediúmnicos de Occidente?
Ramatís: No es imposible la comunicación, pero os advertimos que serian
muy raras y en casos muy excepcionales, porque esos líderes de pueblos y

168
razas dedican su valioso tiempo a los emprendimientos colectivos de mayor
importancia. No los justificaría ni les compensaría desligarse de sus planos
siderales para atender asuntos rutinarios de la materia. Vivieron en las
personalidades adecuadas a las costumbres, ideas y experimentaciones de su
época tradicional, como espíritus que afrontaron la corriente de la vida
evolutiva, para atender las necesidades espirituales de razas, pueblos y
colectividades y no a individuos o grupos aislados.

175 Pregunta: En base a la ternura y el amor que esos líderes espirituales


manifestaban a los seres humanos, ¿no podrían manifestarse en nuestras
sesiones mediúmnicas o espiritas, a fin de orientarnos, siempre que tuviéramos
sinceridad y honestidad para nuestro progreso espiritual? ¿No podrían Buda,
Confucio, Gandhi, etc., etc., brindarnos las enseñanzas espirituales, puesto que
sus obras y pensamientos son bastante conocidos y divulgados por Occidente?
Ramatís: Os repetimos, en virtud a que el Espíritu Cósmico de Dios es la
fuente eterna de nuestras vidas, cuya Individualidad Divina se manifiesta a
través de las personalidades microcósmicas de las figuras humanas, todo es
posible que suceda en el seno del Cosmos, donde el permanece eternamente
integrado en su Obra. Si fuera de provecho espiritual que tales líderes del
pasado tuvieran que tomar contacto con vosotros en los trabajos espiritas, no
hay dudas que así lo harían bajo la orientación de lo Alto. Es de sentido común
que el general no debe sustituir al soldado en la tarea común de transmitir el
sencillo recado a la compañía, y el emperador no desciende a la calle para
discutir con el servidor público el modo más práctico para recoger la basura en
la limpieza de la ciudad; ¿por qué entonces los espíritus líderes e instructores
de razas y pueblos, sometidos a otros condicionamientos psicológicos y
costumbres diversas, deben transmitiros aquello que la parentela desencarnada
o los protectores familiares afines a vuestros entendimientos, pueden deciros
con más propiedad? Los espíritus de vuestro nivel, portadores de hábitos
semejantes a los ambientes de vuestra experimentación humana, son mucho
más aptos para advertiros y orientaros en el plano de las necesidades
domésticas o espirituales. Las almas que pasan por la Tierra cumpliendo
actividades poco comunes, construyendo y orientando el crecimiento espiritual
de pueblos y razas, no pueden disponer de su precioso tiempo para solucionar
los asuntos individuales, plagados de pequeñeces.
La ley que rige los movimientos del ascenso espiritual también regula la
economía del Cosmos y los gastos excesivos; en consecuencia, en los
intercambios mediúmnicos al servicio de la colectividad, es designado el
instructor espiritual para que actúe y produzca los beneficios conforme a la
estricta exigencia del momento, sin que se produzcan anomalías,

169
desperdiciando los oyentes los conceptos que todavía no pueden asimilar. Si
admitís que no es lógico que Pitágoras sustituya al modesto profesor primario
que enseña los principios rudimentarios de la aritmética, ¿por qué os parece
sensato que Confucio, Buda, Zoroastro, Platón o Gandhi deban abandonar sus
tareas importantes para sugerir a vosotros el despertar de las virtudes primarias
para el espíritu? Ese alcance tendrá más éxito cuando actúan las entidades que
poseen el nivel de vuestras necesidades ambientales y entrenadas en la rutina
de vuestra vida en común. Los líderes y guías espirituales, después de
abandonar el cuerpo físico continúan influenciando desde el Más Allá el
progreso de las razas y pueblos que dirigieron en la Tierra, cumpliendo con un
programa, en cuyo transcurso se invierten algunos siglos de trabajo.

176 Pregunta: Sin embargo, en las obras de Allan Kardec existen varias
comunicaciones atribuidas a esos luminares del Señor. ¿Debemos tener
discreción con este asunto?
Ramatís: Las comunicaciones de los espíritus bastante elevados, que se
registran en las obras fundamentales del Espiritismo, no son intervenciones
accidentales o discutibles, puesto que representan las directrices doctrinarias y
definitivas para el progreso espiritual colectivo. No son comunicaciones para
orientar individuos o grupos aislados, son el cimiento cohesivo de la doctrina de
orientación espiritual definitiva para toda la humanidad. Por eso Hermes,
Krishna, Lao Tse, Zoroastro, Rama, Buda y el Divino Jesús, influenciaron a
Kardec por algún tiempo, aunque estuviera actuando en Francia, es decir, en
Occidente, aferrado a una severa disciplina científica. Esos luminares del Señor
no fueron evocados para atender las trivialidades humanas o promover
soluciones fáciles de orden doméstico, puesto que afirmaron los postulados de
la Doctrina Espirita como cuño del Espíritu Superior.

117 Pregunta: ¿Puede causar perjuicio a la doctrina espirita que sus adeptos
juzguen erróneamente las encarnaciones de los apóstoles u otras
personalidades famosas del pasado? ¿Los espíritus superiores, cuando son
emulados por los vivos, plagiando su reencarnación terrena, puede afectarlos
íntimamente?
Ramatís: Las personalidades apostolares consagradas por la historia
religiosa no sufren perjuicio alguno cuando los encarnados se suponen
ingenuamente ser su entidad espiritual. Gracias a su índice elevado de
comprensión de las debilidades humanas, son inmunes a las actitudes
censurables o ingenuas de quienes les imitan la personalidad del pasado,
practicando apenas una grosera mistificación. Mientras tanto, algunas
personas, convencidas de que en el pasado fueron santos o apóstoles a la

170
sombra de Jesús, se benefician bastante porque emplean todos sus esfuerzos
y vigilan sus actos, a fin de no desmentir la "línea psicológica" del modelo-
patrón que juzgan haber sido anteriormente.

178 Pregunta: ¿Nos podéis aclarar mejor ese punto?


Ramatís: Los seres que juzgan ser la nueva encarnación de Pablo de
Tarso tratan de ser dinámicos, decididos y valerosos, tal como lo era el apóstol.
Algunos emprenden tareas de peregrinaciones fatigosas para divulgar los
postulados del Espiritismo, pues creen que es el Cristianismo resurgido,
debiendo ser activos, como lo fueron en la supuesta vida mesiánica del pasado.
A semejanza de la actividad de los apóstoles y discípulos de Jesús, se
dispersan por diversos lugares de la Tierra donde nacieron, para cumplir con
las "misiones" que les fueron asignadas de lo Alto.
De ahí el motivo por qué los presuntos apóstoles o santos reencarnados
repiten cual copia al carbónico los mismos gustos, gestos y temperamentos de
sus modelos pretéritos. Por eso los nuevos Juan Bautista son circunspectos,
abominan de las riquezas y placeres; algunos se dejan crecer la barba y
cabellos, y su lenguaje áspero condena las pasiones del mundo, tal como lo
hacía el severo precursor del Divino Maestro. Los Mateos o Lucas devoran las
páginas del Evangelio tratando de embeberse del contenido, que juzgan haber
compuesto otrora, habilitándose para citar cualquier versículo esclarecedor en
el momento oportuno.
Algunos ofrecen resistencia a creerse tales entidades, inclusive rechazan
rápidamente las sugerencias en tal sentido, pero cuando llegan a aceptar la
situación, no lo hacen por su culpa, pues debido a la precipitación de sus
colegas sin experiencias ni conocimientos, les preparan el basamento a través
de coincidencias, semejanzas de temperamento, trabajo y objetivos,
convenciéndolos de que realmente son los espíritus apostolares. Es lo que
sucede con la probable reencarnación de Allan Kardec, pues en Brasil
solamente existen decenas de conductores espiritas que presumen ser la
reencarnación del codificador del Espiritismo. Como Allan Kardec debía volver a
la carne a principios de este siglo, conforme lo predice en cierta obra*, (*Obras
póstumas: Mi Regreso), algunos próceres espiritas y médiums consagrados
alientan la esperanza de ser su encarnación.
Se justifica tal pretensión por la facilidad del don de la simpatía que
predomina en las personas sensibles, principalmente en los médiums, siempre
dispuestos a vivir la personalidad que más admiran. En base a esa
multiplicación de apóstoles y líderes del Cristianismo, en mayor número de la
realidad, los mentores espirituales aconsejan a los médiums la modestia,

171
humildad y constante autocrítica, a fin de no dar lugar al crecimiento de las
flores ridículas que condicen con la vanidad humana.

179 Pregunta: ¿Los elevados planos espirituales censuran la convicción de


esos encarnados que se juzgan la encarnación de apóstoles, líderes y
destacados cooperadores de Jesús?
Ramatís: Si Dios es el "paño de fondo" de todas las conciencias humanas,
no vemos la razón para que los presuntos apóstoles se preocupen con el tipo
de personalidad humana que deberían haber vivido anteriormente, puesto que
todos hemos sido agraciados con la misma fuerza divina, que tanto vivifica a los
grandes como pequeños seres. La personalidad terrena que se manifiesta en el
mundo físico es la cáscara, el involucro exterior que no necesita imitación,
porque todos los hombres pueden revelar la misma gloria y poder, que proviene
del espíritu y no de la carne. Sólo la ingenuidad, la
exaltación personal o la contradicción interior pueden imponer ese tipo de
ansiedad del alma, sin haber sido famoso en el escenario terreno. Hay muchos
"Juan nadie" que son desconocidos por el mundo terreno y son capaces de
superar a los más famosos personajes de otrora, porque alcanzan mayor
porción de la Divinidad y hacen emanar más luz de sus conciencias.
No podemos censurar a los encarnados, que juzgan ser la encarnación de
almas apostolares, que sé dejan absorber por un ideal mesiánico para sembrar
el Bien, siempre que para justificar las figuras del pasado que imitan,
abandonen las pasiones peligrosas, purificándose moralmente, estudian,
trabajan y se vuelven útiles a sí mismos y al prójimo. Analizando esos
acontecimientos a la sombra amiga del Espiritismo, deseamos advertiros contra
las exageraciones que pueden sembrar confusiones y ridículos a cuenta de la
doctrina. Es conveniente, por lo tanto, evitar todo aquello que sea insensatez o
exotismos, que después se atribuyen a la responsabilidad espirítica, pues los
adversarios inescrupulosos critican a las instituciones benefactoras del mundo
por los actos claudicantes de sus adeptos irresponsables.
Ciertas criaturas que presuponen ser la encarnación de Juan Bautista, por
ejemplo, tratan de justificarse siendo estoicas, sentenciosas y severas,
olvidando que el circunspecto precursor de Jesús, actualmente ha cambiado su
temperamento espiritual en el transcurso' de sus encarnaciones terrenas. Tal
vez, en la actualidad, sea menos agresivo para los pecadillos del mundo y más
tolerante con la riqueza material, propiciando nociones más optimistas con
relación a la vida física. Es probable que se hubiera destacado en literatura, en
el teatro o en filosofía, produciendo obras de elevado alcance moral y
educativo, además podría haber' afinado su humor, dejando la fragancia de la
jovialidad en todo lo que emana de su mente complaciente. A medida que se

172
popularizan los conceptos iniciáticos de Oriente y que el hombre comprende
más el divino misterio del "Yo Soy" y de la inmanencia del Creador en toda su
Obra, comprende mejor que los pecados del mundo son las fases transitorias
del constante progreso de angelización para todos los seres. Ninguno se
perderá en el seno del Cosmos, y todas las criaturas serán eternamente
venturosas, pues no hay privilegios o diferencias especiales en la metamorfosis
angélica, sólo el destino implacable de ser todos felices.

180 Pregunta: Gustaríamos que nos explicaseis con mayores detalles, qué
significa la línea psicológica" del personaje del pasado a que hicisteis referencia
en una nueva encarnación de un mismo espíritu.
Ramatís: Es evidente que cualquier personaje históricamente famoso o
santificado poseyó un conjunto de ideas, sentimientos y determinaciones
particulares que lo han hecho diferente de otra persona sometida a la misma
experimentación psicológica. Costumbres, preferencias morales, temperamento
artístico y capacidad intelectiva que había poseído, lo hacían reaccionar en
forma peculiar en el ambiente donde vivía con relación a los demás seres. Esa
síntesis viva que los cientistas de la Tierra consideran del
espíritu humano o su vida mental proyectada en el mundo, nosotros, espíritus
desencarnados, la consideramos como un curso precario de una existencia
física, pero que la estudiamos en cada nueva encarnación. La ciencia terrícola
considera la "línea psicológica" únicamente desde el momento que se inicia la
vida en la cuna y termina en el sepulcro; pero nosotros la consideramos como
la memoria del pasado forjada a través de los milenios y que forma el bagaje
del espíritu inmortal.
La línea psicológica", por lo tanto, es la marca o el cuño personal que
auspicia definitivamente la personalidad exteriorizada en el tiempo y en el
espacio del mundo de las formas. Entre los grandes espíritus del pasado, que
realizaban un trabajo poco común en favor de la revelación espiritual, se
distinguen de los demás porque presentan una "línea psicológica" diferente.
Pablo de Tarso, por ejemplo, si se encontrara encarnado entre vosotros, se
habría caracterizado por la renuncia a los bienes del mundo y por la ayuda en
favor del prójimo; psicológicamente se distinguiría por su dinamismo, espíritu
combativo y heroísmo en sus emprendimientos sacrificiales. Mientras tanto,
Francisco de Asís y Buda presentarían otra línea psicológica, pues mientras el
primero era poesía y humildad, Buda personificó la inteligencia ilimitada y el
dominio espiritual sobre la mente ilusoria.
Aquellos que se juzgan ser la encarnación de determinado personaje
históricamente conocido, deberán revelar también su emotividad, virtudes,
heroísmos o pecadillos, pues si tal cosa no se diera, obviamente sería una

173
verdadera "quiebra" en la línea psicológica entre el espíritu que vivió otrora y el
que se supone encarnado actualmente.

181 Pregunta: ¿Nos podríais dar algún ejemplo objetivo sobre esa "quiebra" de
la línea psicológica?
Ramatís: Sería una quiebra de la línea psicológica y un desmentido de la
nueva encarnación del espíritu si un individuo prepotente y rico se convenciera
que anteriormente fue Francisco de Asís. Francisco de Asís renunció
absolutamente a los intereses en el mundo material y jamás regresaría a la
carne como prepotente o con el interés de acumular fortuna, competir
comercialmente o coleccionar propiedades transitorias. En varias existencias
anteriores buscaba liberación de la vida física, y en el último
pasaje terreno alcanzó a eliminar totalmente el deseo de gozo en la materia.
Cuando la naturaleza angélica del espíritu predomina sobre la personalidad
transitoria de la Tierra, pierde el gusto y el entusiasmo en destacarse en el
mundo provisorio, cuya mayor gloria no vale el minuto de paz que se usufructúa
en el reino del Cristo. He ahí el por qué un individuo astuto, utilitarista,
negociante celoso e industrial hábil no se puede ajustar al porte espiritual de
Francisco de Asís, que es todo renuncia y pobreza absoluta, viviendo
exclusivamente para el bien ajeno.
Reviéndose las encarnaciones anteriores de Francisco de Asís y
examinando sus personalidades terrenas, se observa que no hay incoherencia
ni truncamiento en su línea psicológica, pues su tipo espiritual se identifica
perfectamente con los personajes que viviera anteriormente. Además fue
Samuel, el profeta puro, místico y poeta, que más tarde retornó a la Tierra como
Juan Evangelista, para encarnar posteriormente como Francisco de Asís,
confirmando el inmenso amor que sentía por el Maestro Jesús, ratificando su
línea psicológica de renuncia y bondad. En este ejemplo no existe quiebra de
esa línea psicológica, pues las tres personalidades vividas en los dos milenios
manifiestan la misma estructura íntima, espiritual y temperamental, aunque más
evolucionada por el transcurso del tiempo.
Sería absurdo que Francisco de Asís retornara a la Tierra en la
personalidad de un potentado; un Gandhi encarnara en la figura egocéntrica y
belicosa de un déspota; pero no existe quiebra en la línea psicológica cuando
se comprueba que Moisés fue Abraham; Nostradamus fue Isaías; Einstein fue
Demócrito; Napoleón fue César y Alejandro; Frei Fabiano de Cristo fue
Anchieta, y Ruy Barbosa fue José Bonifacio.

182 Pregunta: Entonces, ¿no hay posibilidad de que algún encarnado de hoy
puede haber sido Pablo de Tarso, Juan Bautista, Lucas, Marcos o Mateo? ¿No

174
hay posibilidad de que algunos de los nombrados pueda encontrarse encarnado
en la Tierra; quizás en Brasil?
Ramatís: Eso no es imposible; además algunos espíritus laboriosos, de la
época de Jesús, actúan en Brasil en favor de la doctrina espirita, entregados al
servicio cristiano. Pero, por ser espíritus sinceros, humildes y serviciales, los
verdaderos Pablo de Tarso, Esteban, Juan Bautista o demás apóstoles de
Jesús serán los últimos en creer que fueron
esas entidades destacadas y que actuaron en el advenimiento del Cristianismo.
Ya está confirmado en la Tierra que el hombre cuanto más sabio o santo sea
más humilde y bueno es, pues su amplia visión de la realidad cósmica le
sugiere colocarse al término de la "fila" de los favores y vanidades del mundo
material.

183 Pregunta: Las criaturas que se asignan falsamente la encarnación de


famosas entidades apostólicas o históricas del pasado, ¿pueden sufrir
perjuicios al desencarnar? Al comprobar su equívoco en el Espacio, ¿no les
embarga una gran decepción?
Ramatís: No sufren aquellos que aun siendo ilusos y suponiéndose
erradamente la encarnación de apóstoles o santos del pasado, hayan vivido en
forma digna y justa. Después de la muerte corporal, la tranquilidad del espíritu
no depende de la raza, configuración física o condición material que vivió en la
Tierra; lo que garantiza la ventura espiritual es el servicio prestado al prójimo y
la conducta moral alcanzada en su vida
física. Las personalidades que se sustituyen por las formas físicas en las
sucesivas encarnaciones, son meros accidentes que marcan las etapas del
perfeccionamiento de la conciencia espiritual en el contacto con el mundo
planetario. Son como las perlas de color de un collar disperso en el tiempo y en
el espacio y que se liga definitivamente por el hilo de la individualidad eterna.
Las almas caritativas y disciplinadas no sufren en el Más Allá, porque se
hayan juzgado erróneamente como la copia del carbónico de un Pablo de
Tarso, Marcos, Juan o Pedro; y si por ventura imitaron lo más posible la
conducta, el coeficiente de lucha y renuncia que fueron las virtudes proverbiales
de sus modelos del pasado, es natural, que les habrá sido de mayor provecho
la existencia física. Es preferible que el hombre se juzgue ser la encarnación de
un espíritu benefactor del pasado, que entregarse a una existencia indigna y
animalizada, aunque esto último lo haga consciente de su personalidad.
Realizando esfuerzos heroicos para no desmentir el modelo superior del
pretérito, muchas criaturas logran éxitos en su gradación espiritual, aunque sea
oportuno y de buen sentido no caer en los absurdos mesiánicos, que sólo
representan la vanidad humana.

175
184 Pregunta: Creemos que en los médiums el impulso místico es más
vigoroso que en el hombre común; ¿no es verdad? Eso tal vez los lleve a
sentirse ligados a las misiones espirituales y a los misioneros que más se
distinguieron en el mundo, convencidos de que ellos también desempeñaron
actividades excelsas en el pretérito.
Ramatís: Es preciso no confundir ese impulso místico y loable con los
estímulos de la personalidad egocéntrica, tonta y vanidosa, que pueden ser
explotadas fácilmente por los espíritus astutos de las sombras. La
autofascinación o el fanatismo por una idea, aunque sea benefactora, también
puede atrofiar el sentido de la crítica interior y alterar ladirección psíquica,
haciendo confundir al hombre el buen sentido con lo ridículo. Eso puede
volverlo ajeno a los preceptos sensatos de la vida humana y rebelde a las
advertencias fraternas de los que intentan despertarlo de la obstinación
perjudicial. Aun en el seno del Espiritismo, algunos más presumidos o que se
juzgan autosuficientes, a veces se aíslan en la coraza de su vanidad y amor
propio, confundiendo sus "obligaciones kármicas" con las "misiones divinas".
Pocos médiums y adeptos espiritas se conforman con haber sido en el
pasado figuras comunes y desconocidas, que vivieron sujetas a las tareas más
serviles y prosaicas. Esos aún necesitan de los atavíos y de las glorias efímeras
del mundo material, a fin de exaltar su personalidad humana y compensar los
sueños e ideas que todavía no pudieron realizar. No hay deshonra para las
personas en considerarse la encarnación de algún apóstol o discípulo devoto
de Jesús, en el pasado; pero grande ha de ser su decepción en el Más Allá, si
ha vivido una existencia censurable y contraria a la conducta manifestada por
su predecesor.

Capítulo 29

LA FUNCIÓN DE LOS GUÍAS Y LAS OBLIGACIONES


DE LOS MÉDIUMS
185 Pregunta: Algunos médiums con quienes hemos tenido contacto en varios
lugares del país, dejaron entrever que son misioneros en tarea sacrificial a favor
del progreso de la humanidad. Algunos se quejan del mundo adverso de la
Tierra, donde se sienten desajustados, pero necesitan desempeñar su servicio
mesiánico. ¿Qué nos decís al respecto?
Ramatís: Los médiums, generalmente, son criaturas portadoras de
grandes débitos del pasado. En vidas pasadas abusaron del poder y de la

176
influencia magnética sobre los encarnados, sirviéndose de su inteligencia
avanzada para concretar empresas mercenarias y casi siempre de absoluto
interés personal. Muchos huyeron de los compromisos contraídos con el pueblo
o descendieron a los abismos de la vanidad, orgullo o venganza.
A pesar de la corrección con que se desempeñan en su tarea mediúmnica,
no es difícil identificarles las fallas perjudiciales del pretérito y la exagerada
susceptibilidad que manifiestan en contacto con el prójimo. Hay médiums que
se irritan fácilmente cuando son contrariados; buscan las primeras posiciones,
exigen la dirección de los trabajos espiritas y estiman profundamente el
prestigio personal en el ambiente de que participan. Se sienten humillados
cuando deben someterse a otros colegas de menor envergadura cultural y
hacen todo lo posible para huir de las posiciones que los conservan en el
anonimato. Raros son los que se someten a la disciplina eficaz de los
postulados codificados por Allan Kardec y algunos alegan que sus principios ya
pasaron de tiempo.
Cuando son espíritus inteligentes y cultos el amor propio les grita en lo
íntimo del alma cuando reciben cualquier advertencia ajena. Algunas veces
reproducen en la siembra espirita los actos insensatos del pasado como nuevas
copias al carbónico, y los más exaltados e inconformes se apartan
inmediatamente de los trabajos espíritas donde predomina la disciplina
doctrinaria kardecista. Más tarde, por espíritu de venganza o de
rebelde personalismo, prefieren cultivar las rarezas mediúmnicas, distantes de
los postulados espiritas, consagrados por un siglo de experimentación. Los más
soberbios rompen las cadenas del convencionalismo de su vanidad y orgullo y
gritan frenéticamente que no fueron comprendidos en sus "buenas intenciones".
En el pasado gustaban de las altas posiciones políticas o sociales,
imponiendo su voluntad a los menos agraciados en inteligencia, dejando de
cumplir sus promesas demagógicas que arrebataban a las multitudes. Entonces
la Ley Justiciera los obliga en la actualidad a servir a las masas que
subestimaron y maltrataron con insistencia, para que salden sus deudas
pasadas con la contabilidad divina. Pocos son los médiums que se reconocen
en la prueba de recuperación kármica, pues la mayoría considera la obligación
mediúmnica como fruto de su elevada graduación espiritual o condición
misionera, olvidando que los propuestos, en realidad, fueron Antulio, Hermes,
Buda, Krishna, Juan Bautista, Francisco de Asís, Allan Kardec, Gandhi y por
encima de todos, el inconfundible Jesús.

186 Pregunta: Que el médium se crea un misionero al servicio de lo Alto, ¿no


lo ayuda a sustituir sus inclinaciones inferiores por las del servicio benefactor
hacia el prójimo? Convencidos totalmente de su misión, algunos se dedican a la

177
aplicación de pases, a los recetarios, a la adoctrinación de los sufrientes y
realizan toda clase de esfuerzos para "hacer la caridad". ¿Qué opináis?
Ramatís: El Bien tiene múltiples formas; en cuanto a los méritos de las
realizaciones humanas, no nos preocupemos, pues Jesús sabrá distinguir la
cizaña del trigo. Es evidente que la prestación de la caridad es sublime y loable
cuando en la intimidad del alma existe la cualidad crística del placer espontáneo
de «servir al prójimo. Algunas veces podemos encender luces en los corazones
ajenos y paradójicamente afirmamos nuestras vidas en la oscuridad de la
irreflexión íntima. Nos agotamos para atender a los necesitados de todas las
especies, que en su mayoría buscan soluciones físicas por la vía mediúmnica,
ni aun así dejamos de acudir con la finalidad de eliminar las solapadas pasiones
que pudieran anidar en el interior de sus almas. El servicio en favor del prójimo,
aunque sea de valor, no elude la higienización espiritual de quien lo realiza.
Cuando el cruel Saulo se transformó en Pablo, el sublime apóstol decidió
en primer lugar dar por terminada la vida del "hombre viejo", es decir, eliminar la
vieja y vanidosa personalidad humana y hacer resurgir el "hombre nuevo" de la
individualidad angélica. Los magníficos servicios cristianos que los médiums
pueden prestar a la humanidad, convencidos de que son misioneros al servicio
de lo Alto, no los exime de purificar sus espíritus, pues no basta atender a los
seres afligidos o practicar la caridad a "toda mano". Antes de todo, precisan
comprobar en sí mismos, si realmente usufructúan la emoción espiritual de
servir al prójimo, o es el deseo egoísta de alcanzar el cielo.
Los médiums que se jactan de realizar el trabajo espectacular de la caridad
por obligación kármica y sin la fuerza íntima del amor espiritual son candidatos
a la desilusión producida por la ceniza de los fuegos artificiales. El bien debe
hacerse por el propio bien, sin interés o noción del deber; es un estado
espiritual de dedicación en favor de otro; conmueve a quien lo recibe y regocija
a quien lo practica. Es un acto esencial del espíritu y se degrada cuando es
practicado bajo el interés personal. La caridad puede ser puro artificialismo, aun
en aquellos que la practican para cumplir misiones de lo Alto. El Bien, en su
verdadera esencia, dispensa de los estímulos externos que le quitan
espontaneidad; sólo es válido por el placer íntimo de servir.

187 Pregunta: ¿Qué fundamento existe para que algunos de los guías
acostumbren a lisonjear a sus médiums, destacándoles el servicio mediúmnico
como sacrificado trabajo en favor de la humanidad? Otras veces hemos
escuchado que solicitan a los presentes oraciones y ayuda para sus
mediadores, a fin de que cumplan con su misión espinosa en la materia.
Ramatís: Los protectores desencarnados o afiliados a las instituciones
espirituales de Comunicaciones con la Tierra y responsables por sus tutelados

178
en la tarea mediúmnica, reconocen perfectamente el peligro que entraña,
distinguir al médium en el trabajo de intercambio con los desencarnados.
Conforme hemos dicho en otras oportunidades, bajo raras excepciones, los
médiums en actividad en la superficie de la Tierra son servidores a "prueba" y
no misioneros elegidos, por esa causa es conveniente evitar los elogios que
son capaces de avivarles la vanidad y crear una falsa superioridad espiritual.
Los guías y mentores sensatos evitan sistemáticamente la imprudencia de
hacer reflorecer en sus sensitivos el viejo personalismo, que en el pasado los
arrojó por tierra bajo el peso de las pasiones y veleidades humanas. En el
servicio mediúmnico existe el peligro de crear una nueva clase de "elegidos" y
una vanidosa jerarquía religiosa.
Como los médiums, en su mayoría, son espíritus que abusaron de la
inteligencia, cultura, poder o riquezas en vidas pretéritas, tomados por la
vanidad, orgullo e intereses materiales, cualquier trabajo imprudente y
prematuro puede reactivarles la escoria adormecida en la intimidad del alma
imperfecta. Los guías esclarecidos se consideran satisfechos cuando pueden
conservar a sus mediadores a distancia de las entidades de las sombras, que
solapadamente procuran infiltrarse en todos los movimientos mediúmnicos
indisciplinados, atizando la vanidad de los médiums, tratando de convencerlos
de que son misioneros abnegados a disposición del servicio de lo Alto.

188 Pregunta: ¿Cómo se explica entonces, los elogios que algunos guías de
cierta notoriedad acostumbran a hacer de sus médiums?
Ramatís: Siempre que esos elogios no los manifieste un espíritu liviano,
irresponsable o maquiavélico, interesado en subvertir el propósito serio del
trabajo mediúmnico, pueden provenir de los propios médiums bajo el dominio
de algún complejo de narcisismo. Reconocemos que estos elogios,
comúnmente no son hechos en forma deliberada, por vanidad, exhibicionismo o
ansiedad de prestigio entre sus admiradores. Casi siempre son fruto de la
ignorancia.

189 Pregunta: Toda persona candidata a médium, ¿tiene asignado su guía


desde que abre sus ojos en el mundo terreno?
Ramatís: En verdad, todos los seres poseen su guía espiritual desde que
nacen y que la tradición religiosa designó como el ángel de la guarda, que los
protege e inspira para las buenas acciones. En algunos casos el espíritu que
debe renacer en la materia con la prueba de la mediumnidad, solicita a otro
espíritu amigo, con autorización de lo Alto, que lo proteja y guíe en el denso
matorral de las dificultades propias de la vida física. Otras veces los guías son
atraídos naturalmente por los médiums en desenvolvimiento mediúmnico,

179
porque ambos poseen genios semejantes y se aproximan por los lazos de la
simpatía espiritual. Los guías también pueden ser designados posteriormente,
en el Espacio, mucho tiempo después de encarnar sus- pupilos, como otros se
ligan al médium que les ofrece la oportunidad de progreso en el intercambio
recíproco de ideas y en el trabajo mediúmnico benefactor.
El guía, por lo general, es el amigo, portador de cualidades y aptitudes que
el médium posee embrionariamente, así el éxito de su pupilo, en la materia,
también se refleja benéficamente sobre sí. Hay casos en que el guía acompaña
al médium durante siglos, al que se siente ligado por profundo afecto, pues
decidió situarlo definitivamente a la sombra salvadora del Cristo. Todo éxito en
ese servicio de ayuda y orientación espiritual a los médiums encarnados,
depende de su cooperación espiritual, pues en general, se dejan dominar por la
terquedad, irascibilidad o por los vicios, que proporciona una tupida cortina de
fluidos perniciosos entre ellos y las intuiciones de lo Alto.

190 Pregunta: A veces los médiums anuncian la sustitución de su guía habitual


por otro espíritu afín, despidiéndose el primero en determinada noche en el
Centro Espirita. ¿Es esto razonable, o el guía debe acompañar al médium hasta
el último día de su encarnación sobre la Tierra?
Ramatís: En ciertos casos el espíritu encarnado necesita de
esclarecimientos especiales para desenvolver determinado objetivo científico o
posee intelecto excepcional, requiriendo entonces la asistencia de otros
espíritus más competentes de aquel que lo guía desde la cuna. De esta forma,
ninguno se encuentra desamparado de la protección de lo Alto, mas atraen
hacia sí las almas que vibran en el mismo patrón espiritual. Esa protección se
reduce cuando el médium crea las condiciones psíquicas o fluídicas que
hostilizan la acción de su protector.
Ciertas veces el guía del médium necesita retornar a la materia, a fin de
proseguir con su perfeccionamiento espiritual; en otras oportunidades debe
ausentarse para colaborar en servicios elevados en esferas próximas, o precisa
atender a otra alma de mayor afinidad y compromiso kármico que ha renacido
en el mundo físico. Si el médium es estudioso y dedicado sinceramente al
servicio del Cristo, obviamente acelera su progreso espiritual, requiriendo a
veces, otro orientador espiritual con mejores perspectivas y experiencias, que
ha de suplirle las condiciones y conocimientos nuevos buscados por su espíritu.

191 Pregunta: ¿Puede darse el caso de que los médiums logren tal progreso
espiritual en su vida terrena, que lleguen a superar a su propio "guía", en
conocimientos o experiencia?

180
Ramatís: En realidad, quien puede progresar más en el trabajo material es
el médium, siempre que estudie, experimente y mejore su conducta espiritual.
El guía, en sentido general, es el fruto de la amistad espiritual
prereencarnatoria, de la responsabilidad recíproca asumida en vidas anteriores,
o consecuente determinación de lo Alto. De tal manera varían las aptitudes, el
entendimiento y el poder espiritual de los guías entre sí; algunos son muy
semejantes a sus pupilos encarnados, llevando solamente la ventaja de estar
en libertad en el Más Allá, conociendo anticipadamente las necesidades,
objetivos y posibilidades de éxito de sus guiados. Los guías visualizan con más
seguridad la realidad espiritual que los encarnados perciben confusamente,
dado que estos últimos pierden considerable parte de su memoria del pasado y
la visión del Más Allá.
El médium muy intelectivo pero débil moralmente puede ser guiado por un
espíritu humilde y buenísimo, cuyo objetivo es despertarle las virtudes
superiores; mas el médium de elevado índice moral, pero pobre de intelecto, a
veces es orientado por un alma de menor coeficiente espiritual pero de buena
intención y valiosa inteligencia. En ambos casos la influencia es recíproca y da
muy buenos resultados; el guía recibe los estímulos inteligentes de su médium,
que le acelera el coeficiente mental, mientras que en el otro extremo, el
orientador de intelecto avanzado, pero de pocas virtudes, se influencia por la
fuerza de las disposiciones morales elevadas de su tutelado.
El médium estudioso, bueno y de elevado criterio, dedicado a los objetivos
espirituales superiores y ardiente investigador del misterio de la vida, es capaz
de elevarse al nivel mental de su tutor espiritual y hacerse merecedor de otra
entidad de mayor graduación en la escala sideral.

192 Pregunta: Conocemos reuniones espiritas, públicas y privadas,


frecuentadas únicamente por espíritus de renombre, lo que es muy pregonado
por los presentes, quienes consideran ese hecho como un alto índice de
seguridad espiritual del ambiente. Los adeptos de la doctrina se sienten
impresionados por esas entidades prestigiosas, realizando el acto sin
consultarlas previamente. ¿Podríamos saber si esos médiums y demás colegas
están realmente bajo la égida de los espíritus superiores y de merecida
confianza?
Ramatís: Debéis recordar lo que explicamos en otras oportunidades, pues
el animismo, aunque sea el fundamento de las prácticas mediúmnicas, influye
en todas las comunicaciones de los espíritus desencarnados, variando
conforme a la capacidad intelectual, sentido lógico o imaginación de los
mediadores. Son raros los médiums cultos, sonambúlicos o intuitivos que
ofrezcan absoluta seguridad espiritual en todas sus comunicaciones

181
mediúmnicas; siempre es conveniente conocer el porcentaje de actuación del
desencarnado en relación a las ideas preconcebidas de los mediadores. No
aconsejamos a los adeptos espiritas abdicar de su sentido común y aceptar
incondicionalmente las reglas y sugestiones impuestas por los espíritus
desencarnados, aunque sean prestigiosos, pues casi siempre es el médium el
que interfiere fuertemente, haciendo recomendaciones anímicas.
Podéis notar que si el médium anímico es un individuo prepotente y
ortodoxo en su vida común, coincide con su guía severo, rígido y sectario,
profiriendo advertencias graves y sentenciosas. Hay casos en donde algunos
médiums abusan de autosuficiencia por considerarse perfectamente hábiles o
capacitados anímicamente, llevando sus desaciertos o errores personales a
cuenta y responsabilidad de su guía.
Muchos espiritas se extrañan de ciertos seres conocidos como tolerantes y
afectuosos, y cuando se comunican por determinado médium, se vuelven
álgidos, exigentes y severos. Evidentemente, en este caso, o el médium impone
al espíritu su personalidad anímica, o es otra entidad que se sirve
abusivamente de la identidad ajena para impresionar a los oyentes. No existe
ningún tipo de policía astral responsable por el contenido o pureza de las
comunicaciones de los "muertos" para los "vivos", en el intercambio mutuo,
siendo frecuente la intromisión de los espíritus perturbadores en los asuntos
que no les competen.
De "este lado" también proliferan los supuestos guías, que pretenden
saberlo todo; dictan gravemente las reglas más tontas a los encarnados, incitan
a viejas supersticiones y transmiten mensajes triviales a cuenta de revelaciones
trascendentales. Explotan la vanidad de los médiums presuntuosos o adversos
al estudio, dictándoles escritos vulgares, produciendo material que sólo sirve
para que los adversarios cultos
ridiculicen la práctica mediúmnica.
Esos son enemigos comunes y declarados del progreso de la doctrina
espirita, pues reconocen que ésta es capaz de liberar las conciencias
encadenadas a las pasiones de la materia y también a los infelices del
vampirismo repulsivo del astral inferior. Algunas veces, hasta los hombres de
buen sentido y estudiosos del Espiritismo se dejan fascinar por las invenciones
y exhortaciones banales de esos pseudoguías, que las profieren bajo
incontrolable verborragia, repleta de sentencias pomposas de puro efecto
infantil.

193 Pregunta: ¿Qué nos aconsejáis para cuando tengamos oportunidad de


enfrentarnos con situaciones similares?

182
Ramatís: Allan Kardec esclareció perfectamente esa situación en el Libro
de los Médiums; sus conclusiones sensatas y comentarios claros y concisos
sobre la naturaleza, acción y objetivo de los espíritus mistificadores, son el
molde para instruir a cualquier espirita sobre la actitud más acertada. Se trata
de entidades que se aprovechan fácilmente del interés particular, de la vanidad
o ingenuidad de los dominados por los prejuicios que
desprecian las advertencias ajenas y las intuiciones de sus amigos espirituales.
Generalmente profieren extensos discursos y entregan cansadores mensajes
sin nexo alguno, a cuenta de elevada filosofía espiritualista, que no se olvidan
de signarlas con el nombre de los espíritus santificados por el servicio cristiano
de la Tierra. En el intercambio con el Más Allá es necesario mantener el
raciocinio despierto y evitar el sentimentalismo improductivo, analizando con
buen criterio los compungidos mensajes mediúmnicos, cuyo contenido dudoso
es firmado con nombres pomposos. La mala intención y liviandad de ciertos
espíritus os rodean constantemente.
No aconsejamos la desconfianza preconcebida hacia las recomendaciones
sanas y sensatas que os ofrecen las almas bien intencionadas; pero no debéis
olvidar que el árbol bueno sólo se conoce por sus frutos. Sed prudentes en el
intercambio con el Más Allá, cuyo mundo vibra en otra dimensión y escapa a la
auscultación positiva de vuestros sentidos. Cuando Jesús se refirió a la
situación de los espíritus en la materia, recomendó que fuésemos "mansos"
como palomas, pero "prudentes" como las serpientes. No es conveniente
cultivar el intercambio con los desencarnados como se hacía en el pasado, en
el tiempo de las sibilas, de los oráculos y de las vestales, donde los esclavos,
emperadores y reyes aceptaban sumisamente los consejos más
desconcertantes y las revelaciones más tontas, atribuidas a los dioses de la
época.
No debéis aceptar sin un examen esmerado todo cuanto los espíritus
envían hacia la Tierra, como si los desencarnados fuesen oráculos infalibles. En
cualquier campo de actividad y experimentación del espíritu, es necesario
permanecer despejado para raciocinar y resolver los problemas por el esfuerzo
propio. Muchas veces resulta más productivo el equívoco, pues una vez
corregido indica el camino seguro.
El abuso del "guiísmo" * (* La sumisión completa a los Guías) en la siembra
espirita puede terminar por conducir a sus adeptos cómodos y sin iniciativa
particular al fanatismo enfermizo y ridículo. La vida física tiene por función
principal desenvolver el raciocinio, la voluntad y el entendimiento del ser, por
cuyo motivo las indagaciones y rogativas en exceso a los desencarnados, no
encuentran al guía disponible y de plantón para dar el consejo seguro. Casi
siempre la rogativa trivial atrae a los espíritus adversos que se manifiestan por

183
la brecha vulnerable de la negligencia humana, sembrando aflicciones en los
incautos pedigüeños, que suponen el movimiento espirita como si fuera una
cooperativa de consumo.

194 Pregunta: ¿Cómo debemos interpretar ese aspecto del "guiísmo" en la


siembra espirita?
Ramatís: La vida terrena es una escuela de educación espiritual, lo
repetimos constantemente; el orbe terráqueo puede compararse a un inmenso
laboratorio de ensayos y perfeccionamiento, donde el quimismo de la buena
voluntad y ofrenda de la renuncia cataliza en el espíritu su cualidad angélica y
le desenvuelve el raciocinio para el entendimiento consciente del Universo. Y el
Espiritismo, inspirado por lo Alto, es de importante influencia para el siglo
actual, en la hora profética de los "tiempos son llegados", que ha de servir como
óptimo derrotero para ascender rápidamente las almas imperfectas.
Mas los terrícolas juzgan que la doctrina debe atender a los más absurdos
ruegos, al igual que una "agencia de informaciones", pues pretenden que debe
resolver los asuntos más frívolos, transformando a sus guías en correctores
desencarnados, con la obligación de resolverles urgentemente todos los
problemas del mundo del César. Mientras se atrofian en su discernimiento
espiritual por la ausencia de la experimentación física, se aíslan de los espíritus
serios y responsables por su progreso espiritual, sometiéndose ciegamente a
los guías.
En consecuencia, las entidades bromistas y capciosas, que se aprovechan
de la oportunidad favorable, pasan a sustituir a los guías serios y prudentes,
influyendo sobre los encarnados en todos los aspectos triviales del mundo
material. Los seres que no se ejercitan en las vicisitudes de la vida humana,
menos podrán atender las difíciles tareas y resolver los complejos problemas
que les esperan en el Más Allá de la tumba. Lastimosamente atraviesan la vida
terrena con la mente anquilosada por la falta de uso, anotando sentencias,
consejos e indicaciones fáciles que los eximan de las complicaciones
cotidianas.

195 Pregunta: Cuando los espíritus son evocados con insistencia por sus
admiradores o pupilos encarnados para atender solicitudes prosaicas, ¿se
irritan o apartan de nuestro lado, totalmente decepcionados?
Ramatís: Imaginad lo absurdo que sería molestar a vuestros parientes y
amigos que siendo autoridad pública, con graves problemas, tuvieran que
atenderos para solucionar los caprichos que a cada instante se os ocurran.
Indudablemente que esas personas serias y dignas de su ocupación se
sentirían sorprendidas y hasta molestas, por las solicitaciones infantiles,

184
cabiéndoles un solo recurso: dejaros sin respuesta para que os entreguéis
vosotros mismos al estudio de tan dispares ocurrencias y caprichos.
Los buenos espíritus tratan de ayudar y orientar a los encarnados alejados
de cualquier interés superior; hacen el bien por el bien mismo y deben atender
a quienes están interesados verdaderamente por su reforma espiritual. No se
someten a la función despreciable de ser oráculos graciosos o informantes
ridículos de las familias terrenas, despreocupados por los objetivos serios de la
vida, y que los evocan asiduamente para resolver los asuntos triviales de la vida
humana. Viven absorbidos por el servicio de protección a los desencarnados
que se debaten dificultosamente en el Más Allá, causa ésta que les permite
emplear su precioso tiempo en las obras que producen resultados beneficiosos
y definitivos en las almas atribuladas, mientras se apartan de las consultas
imprudentes de los encarnados.
Los espíritus laboriosos no se irritan ni se decepcionan por las
solicitaciones absurdas, cómodas e inconvenientes de sus tutelados de la
Tierra, pero al verificar la inutilidad de su esfuerzo para elevarles su patrón
espiritual, los dejan solos, para así poder orientar y servir a otros más
necesitados. Y, como dijéramos anteriormente, la incomprensión es
aprovechada por las entidades mistificadoras e irresponsables, que adoptan
nombres pomposos, consagrados por la historia religiosa, pasando a satisfacer
la vanidad, el interés y los caprichos de sus cómodos consultantes.
La situación es más grave para los encarnados que no tienen objetivos
serios en el intercambio mediúmnico, porque los espíritus livianos, gozadores y
ociosos, atraídos por ellos, en general utilizan la enorme organización de los
genios del mal, situados en el astral inferior. Actúan desaprensivamente a la
vanguardia, anotando los caracteres precarios y las deficiencias espirituales de
los encarnados, para minarles las fuerzas morales, debilitándoles la fe en la
inmortalidad del alma.,

196 Pregunta: Si la renuncia y el amor son los atributos de las almas angélicas,
¿por qué los espíritus benefactores y amigos se apartan de nosotros, en base a
nuestra ignorancia, cuando nos comportamos en forma tonta e interesada, en el
intercambio mediúmnico? Cuántas veces, nosotros, encarnados, toleramos las
incongruencias, los pedidos interesados y absurdos de las personas, y sin
embargo los atendemos en sus indagaciones frívolas, sin que las censuremos.
¿Qué os parece nuestra consideración?
Ramatís: Los espíritus buenos sirven a sus entes queridos y encarnados,
ayudándolos a cargar con su fardo kármico durante la trayectoria física. Pero la
bondad y el altruismo no deben incentivar la imprudencia y pretensión de
atender a todos los intereses de sus simpatizantes encarnados, pues la

185
bondad, para ser útil, la mayoría de las veces debe estar amparada por la
sabiduría.
Hay casos donde los guías, aunque se sientan contrariados en sus
sentimientos, necesitan adoptar providencias drásticas contra sus protegidos,
dejándolos a merced de sus propias experiencias dolorosas. Aunque se diga
que es preferible la bondad sin la sabiduría, a veces la bondad puede volverse
insensata y dar lugar a la indisciplina o confusión.

Capítulo 30

EL PEDIDO A LOS AMIGOS DEL ESPACIO


197 Pregunta: ¿Puede haber peligro si nos entregamos a la orientación de
cualquier desencarnado servicial, a fin de solucionar nuestros problemas
particulares, siempre que confiemos en sus buenas intenciones?
Ramatís: Como simple ejemplo, os recordamos que seria bastante
insensato e imprudente que el santo amoroso, movido por un sentimiento
generoso, resolviera conducir la fogosa pareja de caballos que tiran del carruaje
repleto de niños, y no tuviera habilidad en la conducción. De la misma forma,
ciertos espíritus buenos y serviciales, pero sin experiencia, se transforman en
"padrinos" incondicionales de los encarnados, atendiendo toda clase de
imprudencias y problemas materiales.
Los hombres que se entregan fácilmente a la orientación de cualquier
desencarnado servicial, sin comprobar su gradación y competencia espiritual,
pueden llegar a perder el coeficiente del buen sentido que es peculiar al ser
humano normal. Muchos seres se sorprenden, después de su desencarnación,
cuando comprueban la gradación mediocre de algunos pseudoguías, que
siempre estaban prontos para atender los pedidos más absurdos de la Tierra.

198 Pregunta: Entonces, ¿debemos suponer que los espíritus de gradación


elevada son los únicos que pueden orientarnos satisfactoriamente?
Ramatís: Algunos espíritus desencarnados y de poca gradación espiritual
que permanecen ligados a las actividades de la Tierra, pueden serviros con
cierto éxito en las soluciones de los problemas directos del mundo carnal, pues
se infiltran con mucha facilidad en los ambientes físicos y perciben nítidamente
las intenciones de los encarnados. De esa forma prevén algunos
acontecimientos y orientan a sus inquietos consultantes para obtener mejores
negocios materiales; opinan sobre el noviazgo de la joven casadera; advierten

186
sobre las amistades inconvenientes para la familia, indican el trabajo para el
joven negligente o aconsejan el cambio de sus pupilos hacia otro barrio más
favorable.
No quedan dudas de que se trata de almas bien intencionadas y cariñosas,
que hacen lo posible para servir y ayudar espiritualmente. Pero es evidente que
su bondad y ternura se vuelven hasta perjudiciales, porque incentivan el
prejuicio, el interés y la codicia del terrícola. Son los encarnados los principales
culpables de esa situación, puesto que algunos espíritus bondadosos, pacíficos
y serviciales quedan ligados afectiva e ingenuamente a la tela seductora que
les extienden desde la Tierra bajo el interés oculto. A través de los ruegos
acentuados, la mente encarnada y subvertida por ardientes deseos, enlaza al
espíritu desencarnado bueno y confiado, transformándolo en un corredor activo
del mundo astral, convocado a cada instante para cumplir con la inagotable
mendicancia espiritual ejercida en la materia.
Es un acontecimiento muy común en las prácticas de la Umbanda, donde
muchos asistentes buscan únicamente solucionar sus problemas particulares,
transformando a los viejos negros y humildes como "esclavos psíquicos". El
verbo "pedir" se emplea sin ceremonia alguna, disfrazado por las afectadas
demostraciones de cariño y gratitud de los encarnados, constituyéndose en un
verdadero soborno espiritual destinado a conmover a los corazones generosos
del Más Allá.
Los terrícolas paralíticos de la espiritualidad explotan la magnanimidad y
piedad de esos espíritus bondadosos, sinceros y serviciales, para solucionar la
transferencia del jefe indeseable de la repartición, o el traslado urgente del
vecino impertinente, hasta la ayuda para la elección del político mañero, que
promete "ayudar a los pobres" ni bien sea elegido. Aquí el militar de graduación
convoca a los servidores del astral para obtener una mejor promoción y menos
trabajo; allí la señora repleta de joyas y frivolidades ruega para que se tomen
las providencias necesarias para que su esposo regrese al hogar, aunque
oculte sus caprichos y celos que lo apartaron; acullá, el jefe interesado, pide al
protector que acentúe el pase del empleado solicitado para su dependencia,
pero que lo retiene algún alto funcionario celoso. Así se organizan los trabajos
especiales, como si fueran procesos de juicios urgentes.
Por otra parte, los espíritus servidores son llamados urgentemente para
atender con pases, descargas o medicamentos al jefe de la familia, víctima de
un fuerte choque hepático después del opíparo banquete de carne de cerdo, o
la jovencita posesionada, que después de tres días consecutivos de Carnaval
frenético, es subyugada por la entidad desencarnada, que a través de su
mediumnidad intenta seguir festejando el Carnaval en el último día de cenizas...

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199 Pregunta: ¿Es censurable que nuestros amigos desencarnados nos
ayuden cuanto les sea posible en solucionar los problemas y vicisitudes de
nuestra existencia? ¿Si Dios permite que en la vida física cometamos
equivocaciones y más tarde debemos repararlas, para merecer el premio
espiritual exacto; eso no podría interpretarse como un acto de sadismo por
parte del Creador?
Ramatís: Los espíritus desencarnados de buena índole hacen cuanto está
a su alcance para ayudar a sus parientes, amigos y admiradores encarnados; y
los más valientes se dedican a ayudar a sus adversarios practicando el Amor,
que en verdad, es lo único que salva al hombre. Aunque esas almas no se
evoquen en las sesiones mediúmnicas o en los hogares, acuden y ayudan a los
encarnados que merecen real ayuda en sus problemas aflictivos. Pero no es
lícito que por eso hagan Alianza con la ociosidad, el capricho y la comodidad
tan común entre los terrícolas irresponsables, y que no condice con su elevada
gradación espiritual. Es de sentido común que si los padres no pueden apartar
a sus hijos de la senda del vicio o de los placeres peligrosos, por lo menos
eviten apoyarlos o atenderlos en las solicitudes ilícitas.
De la misma forma, los espíritus inteligentes no atienden a los ruegos que
pueden anular el discernimiento y la libre iniciativa de los encarnados, o
incitarlos a la mendicancia con los desencarnados mal intencionados. Conforme
dice el concepto de que "la función hace al órgano", es lógico que la falta de
ejercicio del raciocinio termina por ofuscar la mente del hombre, como huir de la
experiencia que ofrecen los problemas comunes de la vida física, anquilosando
la sensibilidad espiritual.
Dios no exige que sus hijos se equivoquen primero en el contacto con el
mundo material, para después darles el apoyo o discernimiento espiritual. El
objetivo principal de la experimentación humana, aunque surjan equívocos, es
desenvolver en el espíritu la capacidad de raciocinio y hacerlo consciente,
experto y receptivo a la evocación de lo Alto. Los espíritus estoicos enfrentan la
existencia humana con ánimo y buena voluntad, porque reconocen la
necesidad de apresurar su tono espiritual para integrarse rápidamente a la
humanidad angélica. No tenemos constancia, en la historia de la vida de Jesús,
que haya invocado constantemente a los ángeles para que le resolvieran los
problemas comunes; sus ruegos los dedicaba siempre en favor de los
desheredados de la suerte y nunca en su propio beneficio.

200 Pregunta: ¿Qué tipo de recursos o providencias adoptan los guías para
ayudarnos en el transcurso de la vida terrena?
Ramatís: Ya lo hemos dicho; los espíritus prudentes y benefactores tratan
de despertar las energías superiores de vuestra alma, antes que ayudaros a

188
acumular fortuna. Prefieren retardaros hasta la salud física, si os ayuda a
libraros de los excesos y abusos nocivos para la armonía espiritual. Su principal
objetivo es ayudaros a dominar el orgullo, la vanidad, la crueldad, el odio, la
avaricia o la deshonestidad, cualidad ésta que sólo conseguís a través de las
dificultades materiales o por el sufrimiento redentor. Aunque esos amigos
desencarnados os amen profundamente, no deben asumir el papel de
"resuélvelo todo" de la espiritualidad, comprometiéndose a descubriros los
negocios turbios, las empresas deshonestas o hechos censurables.
Aunque algunas veces hayan sido parientes carnales, después de la
muerte física reconocen el enorme perjuicio generado por la devoción fanática a
los familiares encarnados, cuando éstos persisten en abdicar del esfuerzo
propio para ejercer un intercambio mediúmnico puramente interesado.

201 Pregunta: Por consecuencia, los guías no nos pueden ayudar a solucionar
los problemas materiales, puesto que sólo deben asistir a nuestro
desenvolvimiento espiritual y recuperación moral, ¿no es verdad?
Ramatís: Los guías jamás dejan de asistiros espiritualmente, sea cual
fuera la necesidad de vuestra vida, aun con relación a los problemas comunes
de la vida cotidiana; alguien de "este lado" se presta siempre para cooperar
desinteresadamente. Pero ello se realiza a través de la vía de la inspiración o la
sugestión benefactora, afirmando el mérito de la buena escuela, de acuerdo a
vuestro discernimiento espiritual.
Bajo cualquier hipótesis, los protectores os inspiran en los negocios
honestos y realizaciones venturosas, apartando a sus tutelados de las
transacciones lucrativas, puesto que arrojan enormes perjuicios materiales al
prójimo. Ellos os evitan todas las ventajas o confort de la vida carnal, siempre
que esto pueda agravar vuestra deuda kármica, con el consecuente perjuicio
para el espíritu inmortal. Los desencarnados serios y responsables no aceptan,
en el Más Allá, la función de Investigadores de la Policía en procura de
distinciones en la materia. Cuando os inspiran lo hacen únicamente en el
sentido del Bien, pues su principal objetivo es liberaros del compromiso
espiritual, que más tarde puede arrojaros a los charcos pestilentes del mundo
astral.

202 Pregunta: ¿Nos podéis aclarar mejor ese aspecto según el cual nuestros
guías nos ayudan espiritualmente, aunque seamos perjudicados
materialmente?
Ramatís: Supongamos que deseáis vender un automóvil defectuoso y
desvalorizado, que impresiona en su apariencia, pero qué causará enormes
perjuicios al comprador sin experiencia; de dos compradores, uno acepta el

189
precio exorbitante que se le impone, mientras que el otro sólo ofrece el valor
justo y equitativo de la mercadería. Íntimamente creéis que vuestro guía
espiritual ha de ayudaros a realizar el mejor negocio, es decir, que se venda por
el precio más alto; no, vuestro protector, interesado en la reducción de vuestra
deuda kármica y progreso espiritual, no ha de transigir con el negocio
deshonesto en perjuicio ajeno. Siempre que le fuera posible intervenir, hará
todo lo posible para que el automóvil sea vendido a aquel que ofrece menor
precio, puesto que es lo más justo y de menor perjuicio para el prójimo.

203 Pregunta: Consideremos que el hombre peca al generar un pensamiento


deshonesto, ¿por ventura quedará exceptuado de culpa espiritual porque el
guía impidió a su protegido concretar una transacción poco digna que había
deliberado premeditadamente.
Ramatís: En verdad, el hombre comete pecado desde el momento que
emite un pensamiento ruin. También es evidente que el espíritu que proyecta
negocios ilícitos es de índole perversa, ejecute o no esa transacción
deshonesta. Su deficiencia espiritual no se comprueba porque piense mal o
tenga negocios deshonestos; eso es el fruto natural de su temperamento, de su
psiquismo, de su índole psicológica, que lo induce a proceder en forma
irregular. Si el guía evita que su tutelado practique acciones ilícitas, también
evita que sufra en el futuro cuando recoge la cosecha dañina. El pensamiento
ruin acarrea perjuicios y estigmatiza espiritualmente a su propio autor, pero una
vez materializado es cuando exige la reparación total del perjuicio ocasionado.

Capítulo 31

LAS INFLUENCIAS OBSESIVAS SOBRE LOS


MÉDIUMS Y SUS CONSECUENCIAS
204 Pregunta: Ciertos candidatos a médium y adeptos al Espiritismo se quejan
de que no pueden dominar su entorpecimiento visual, cuando tratan de estudiar
o leer las obras espiritas. Ellos creen que esto es obra de espíritus atrasados o
malévolos que tratan de impedirles su desenvolvimiento mediúmnico y su
progreso espiritual. ¿Hay fundamento para tales afirmaciones?
Ramatís: Encontramos algo extraño que esas personas sientan los
párpados pesados cuando tratan de leer obras espiritas y que nada les suceda
cuando se dedican a leer novelas fútiles, romances kilométricos, revistas tontas
o dramas lacrimosos. Si manifestasen el mismo interés por las obras de
esclarecimiento espiritual creemos que ninguna fuerza oculta o sugestión

190
inferior sería capaz de cansarles los ojos o entorpecerles el cerebro.
Suponiendo que en realidad no puedan vencer esa mala influencia que les
perturba durante la lectura espiritual constructiva, es aconsejable que se
sometan urgentemente a un tratamiento psíquico, porque son seres obsesados
y que abdicaron de su voluntad.
En muchos casos no tienen interés por el valor de las enseñanzas de la
vida inmortal, en especial, cuando se acondicionaron a las lecturas fútiles,
historias de cuadros y novelas melodramáticas, que son verdaderos
entorpecedores para la lectura de profundidad espiritual. Agradan de las
verborragias sentimentalistas que malgastan el esfuerzo del raciocinio y sirven
de "mata tiempo". Así evitan el libro serio, útil y sensato; además son
displicentes consigo mismos, algunos son ociosos de mente, culpando a los
espíritus desencarnados, que ellos suponen, deben perturbarlos cuando se
dedican a la lectura superior. De esa forma, el médium aguarda el día milagroso
en que deberá surgir su mediumnidad, mientras que el adepto espirita espera
su angelización instantánea, sin necesidad de consultar ninguna obra
espiritualista o dedicarse a lecturas saludables.

205 Pregunta: Algunas personas se duermen en las sesiones espiritas, por no


resistir en vigilia el tiempo normal del trabajo mediúmnico o de oratoria,
alegando, que por más que lo intentan no pueden sustraerse al sueño. ¿Qué
nos podéis aleccionar sobre este particular?
Ramatís: Reconocemos que en el trance sonambúlico el cuerpo físico se
adormece profundamente, mientras que el espíritu del médium puede
distanciarse suficientemente para ejercer algún trabajo espiritual, pero eso no
se da con aquellos que dormitan en los trabajos mediúmnicos. En verdad lo que
mantiene a la persona despierta durante las conferencias, lecturas, trabajos
mediúmnicos o adoctrinamientos en los centros espiritas, es el interés
espontáneo causado por el deseo sincero de perfeccionarse espiritualmente.
En general, los que duermen fácilmente en las sesiones mediúmnicas y
reuniones evangélicas, muy raramente se adormecen durante el partido de
fútbol, las carreras de caballos, la irradiación de la novela jocosa y aún en el
cine, aunque se pase alguna película que no es de su agrado.
Hay feligreses que duermen en las iglesias católicas y en el templo
protestante -y también en las instituciones culturales- ni bien el sacerdote abre
el Evangelio para la lectura de práctica, o el pastor toma la Biblia para el
comentario del día -o el conferencista aborda el tema instructivo de su
disertación-. Es evidente que sólo duermen en los ambientes religiosos o
espiritas las personas muy cansadas por el trabajo agotador durante el día, y

191
aquellos que realmente no se preocupan ni se interesan por lo que oyen o
participan.

206 Pregunta: Algunos colegas explican que durante ese sueño los que
dormitan acostumbran a donar fluidos en favor de los enfermos que se
encuentran a distancia. ¿Qué opináis?
Ramatís: Es un hecho demasiado raro; creemos que en casos muy
excepcionales los espíritus de responsabilidad extraen fluidos de personas
somnolientas en las sesiones espiritas para atender a los enfermos distantes,
puesto que no acostumbran a violentar o vampirizar a quienes duermen
displicentemente y que no participan en vigilia de los fenómenos caritativos. A
tales espíritus no les agrada hacer la caridad sin el consentimiento del dueño de
los fluidos, quien además, si duerme, es el menos interesado. El que provee
fluidos benefactores al prójimo debe estar movido por la voluntad de servir. La
caridad es posible y efectiva cuando el agente que la promueve ofrece algo de
sí mismo, consciente y espontáneamente, impregnando la acción con el calor
de su corazón, porque el cielo no se conquista con el esfuerzo ajeno, ni
cómodamente dormido. La extracción indebida de fluidos a quienes duermen en
los ambientes espíritas, en verdad no dejaría de ser un censurable vampirismo,
aunque fuera practicado por los espíritus benefactores y destinado a fines
útiles.

207 Pregunta: Conocemos algunos trabajos mediúmnicos especializados,


donde los espíritus obsesores son apartados compulsivamente de la persona
objeto de ese trato e impedidos para que actúen malignamente. Algunos
espiritualistas aseguran que es muy eficaz y saludable ese tipo de trabajo
mediúmnico y drástico, donde los espíritus atormentadores son anulados en su
función nefasta. ¿Qué hay de cierto?
Ramatís: Muchísimas veces los instructores espirituales os han advertido
de que la simple providencia de apartar las moscas de las heridas no es
suficiente para que se curen. De la misma forma el alejamiento forzado del
obsesor de su víctima tampoco soluciona ciertos problemas psíquicos
dolorosos, que desde hace muchos siglos se entretejen debido a la crueldad y
venganza de ambas partes. Esa providencia drástica, es semejante al efecto de
la inyección violenta; mientras dura la acción en el organismo físico, existe cura
aparente y contemporizase el síntoma doloroso, pero no es la remoción de la
causa oculta de la enfermedad. El obsesor apartado violentamente, aguarda el
momento oportuno para volver a hostigar más enfurecido a su víctima,
continuando su obra odiosa.

192
Ciertos espíritus vengativos, astutos y maquiavélicos, fingen adherirse a las
imposiciones violentas que los fuerzan a dejar a sus víctimas kármicas; mas
después las vigilan constantemente, esperando el momento de herirlas
mortalmente, a fin de quitarles toda oportunidad de recuperación. ¡Cuántas
veces se manifiesta entre los encarnados el júbilo ocasionado por la conversión
y arrepentimiento lacrimoso del obsesor que fue apartado drásticamente por la
intervención de los entendidos, y al poco tiempo ese obsesor desata su furia
homicida alcanzando su nefasto designio! Aquí arroja al viejo compañero de
andanzas bajo la rueda del vehículo pesado; allí deja inválida a su víctima para
el resto de su vida material en un accidente inevitable; acullá hiere
profundamente al más querido de sus seres o le destruye los bienes terrenos.
El problema de la obsesión no se soluciona por el solo hecho de apartar al
obsesor, ni impedirle que se acerque a sus victimas. Ese recurso violento no
elimina la responsabilidad kármica recíproca, en donde ambos, víctima y
verdugo, se encuentran atrapados en la red de odios y venganzas crueles. Ese
recurso apenas resuelve temporariamente el problema, mas no lo soluciona.
Persistiendo el odio, como causa de la enfermedad espiritual, sin duda que
vuelve el perseguidor, tal como sucede con las moscas que vuelven a la herida
mal cerrada.
Únicamente la conversión simultánea del obsesor y su víctima pueden
proporcionar la solución espiritual, que la fuerza y la violencia jamás podrán
resolver.

208 Pregunta: Hemos visto casos tan crueles por parte de los espíritus
obsesores, que al ver el estado de sus víctimas nos inclinamos a creer que el
empleo de la fuerza y los métodos violentos, aunque no se justifiquen, pueden
arrojar por lo menos alivio y un poco de recuperación para el obseso agotado.
Nos gustaría vuestro parecer al respecto.
Ramatís: No tenemos conocimiento de que Buda, Krishna, Ramakrishna,
Maharsi, Gandhi, Vicente de Paul, Francisco de Asís y principalmente Jesús,
espíritus que renunciaron a las glorias terrenas para dedicarse al bien del
prójimo, hayan sido víctimas de las entidades obsesoras del mundo oculto.
Allan Kardec, a nuestra forma de ver, fue una de las criaturas que más trató con
los espíritus de diversos matices y gradación espiritual, al mismo tiempo que
enfrentaba la campaña difamante del Clero y de los pseudocientistas de la
época. Sin embargo, ningún espíritu desencarnado malévolo y cruel consiguió
atacar al codificador del Espiritismo o afirmar sus bases para cualquier intento
obsesivo.
De acuerdo con los principios justos de la Ley del Karma, la interferencia
de los espíritus crueles y enfurecidos intentando obsesar a los encarnados, no

193
es un acontecimiento accidental o proceder injusto, es el efecto de alguna
causa infeliz o trágica del pasado. Es el propio obseso el que engendró las
consecuencias dolorosas que después viene a recoger; él también hirió o
maltrató a quien lo persigue. La ley rectificadora de esos casos la enunció
claramente Jesús cuando advertía que "quien con hierro hiere con hierro será
herido", o sea su equivalente en el adagio terrícola de "quien siembra vientos,
recoge tempestades".
No hay injusticias en el mecanismo ordenado de la evolución espiritual
creada por Dios; ninguno será perseguido, maltratado o engañado, si está
exceptuado de imprudencias o culpas en el pasado.

209 Pregunta: ¿Con qué providencias crísticas se podría dominar a ese tigre
rebelde y furioso?
Ramatís: A pesar de comparar al obsesor con el tigre feroz, rebelde y
refractario al lenguaje amoroso, no tengáis dudas de que su víctima es el
principal culpable de atraerlo hacia su presencia, en base a los perjuicios que le
hiciera sufrir en el pasado.
Las fieras también tienen el don de presentir a la criatura inofensiva y
amorosa, pues mientras algunos hombres han sido sacrificados por los
animales, otros nunca fueron picados por las abejas, reptiles e insectos
venenosos, ni mordidos por los perros, coceados por los caballos o heridos por
fiera alguna. Francisco de Asís, en su inmenso amor, exhortaba a las aves y
fieras, haciendo perdurable amistad con el lobo feroz. Jesús extendía sus
manos sobre las serpientes que se enroscaban dócilmente por su magnetismo
sublime; Ramana Maharsi, cuando era joven, se entregaba al éxtasis, mientras
las arañas le subían por el rostro y las fieras le lamían las manos, participando
también de su alimento.
El castigo o la prisión no apagan las llamas del odio que alimenta a los
espíritus en mutuo proceso obsesivo, donde uno de ellos lleva la ventaja de
actuar desde lo Invisible. Sólo hay un recurso o solución: el amor pregonado
por Cristo y que convierte hasta a las fieras. El espíritu perseguidor y cruel es
apenas el acreedor que regresa para cobrar sus deudas, provocando los
mismos procesos que la víctima le infringió en el pasado. Desgraciadamente,
aun entre los mismos espiritas estudiosos de la doctrina, dirigen sus reproches
hacia el obsesor, mientras se trata de ignorar el odio, la irascibilidad y blasfemia
de la propia víctima, que intenta ignorar sus culpas del pasado.
La familia del obseso trata de liquidar el problema aflictivo e incómodo a
cualquier precio y forma; para eso mueve tierra y cielo a fin de apartar al
obsesor, o si es posible liquidarlo. Raramente los perjudicados reconocen los
gritos de odio, los propósitos de venganza y desesperación espiritual que se

194
encuentran en el alma de aquel que fue la víctima de antes. Pocos son los que
se disponen a conquistar el corazón de aquel que los persigue, dado que
intentan ignorar sus propias culpas pasadas y huir de la responsabilidad
kármica.
Hasta que los lazos atados por el odio no sean desatados por los
sentimientos sublimes de amor y ternura crística, el problema obsesivo
continuará insoluble, prolongándose recíprocamente a través de otras
existencias futuras y en la erraticidad del Espacio, bajo la condenable pérdida
de tiempo, que tanto retarda la ventura espiritual del obsesor como la del
obseso. Es inútil apartar con violencia a los obsesores, pues sus víctimas son
verdaderos imanes vivos, cuya vibración odiosa insiste en atraer a sus
perseguidores.

Capítulo 32

CONSIDERACIONES SOBRE EL
DESENVOLVIMIENTO MEDIÚMNICO
210 Pregunta: Algunos médiums se quejan de que no lograban desenvolver
rápidamente la mediumnidad cuando asistían al desarrollo de las mesas
kardecistas; alegando que tuvieron más éxito frecuentando los ambientes de la
Umbanda. ¿Qué nos podéis decir al respecto?
Ramatís: Respetamos el método de desenvolvimiento mediúmnico en los
ambientes de la Umbanda, que son bastante diferentes y casi opuestos al que
se realiza en el área del Espiritismo codificado por Allan Kardec, pero debemos
agregar que en ambos casos el éxito no depende de la mayor o menor
agitación física, sino del contenido espiritual superior que el médium kardecista
o intermediario de la Umbanda haya podido acumular y consolidar en su
espíritu.
La mediumnidad, y principalmente la de prueba, no es un don concedido
por lo Alto para ser aprovechado de cualquier forma y precio, como un madero
de "salvación" para la humanidad terrena. Es un recurso, un medio divino
concedido prematuramente para la mejoría espiritual del candidato a médium,
que generalmente se encuentra bastante endeudado por sus imprudencias del
pretérito. En consecuencia, lo que importa no es la cantidad de tiempo que
precisa invertir para su desenvolvimiento, pero sí la calidad espiritual
conseguida durante el ejercicio o la asidua asistencia a la sesión mediúmnica.
¿De qué vale un desenvolvimiento mediúmnico rápido y fenoménico, si el
médium no posee nada de bueno y útil para ofrecer al prójimo? ¿No sería

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absurdo ofrecer una copa vacía al que está agonizando de sed? Partiendo de la
base de que la facultad mediúmnica no es un baño milagroso capaz de
transformar instantáneamente a su portador en un sabio o en un santo, pero sí
una hipersensibilidad periespiritual prematura en los médiums de prueba,
debiendo desenvolverse en perfecta concomitancia con la recuperación
espiritual del portador, puesto que es el más necesitado y también puede ser el
más beneficiado.
Como el desenvolvimiento mediúmnico no consiste en una serie de
movimientos rítmicos, parecido a la gimnasia muscular, el candidato a médium
encuentra en el ambiente de trabajo espírita la oportunidad valiosa de apresurar
sus atributos angélicos, antes que volverse un intermediario fenoménico de los
espíritus desencarnados.
Frecuentando asiduamente a las sesiones mediúmnicas y ante la influencia
benefactora de la oración y enseñanzas evangélicas, tendrá la oportunidad de
dominar muchos impulsos viciosos y moderar los sentimientos irascibles e
indisciplinados. Comprobando la inmortalidad del alma por medio de los
espíritus comunicantes, también elevará su tono psíquico, dinamizando su fe en
los propósitos de la vida espiritual. En el servicio de irradiación a los enfermos,
el médium activa sus células cerebrales, mientras desenvuelve mejor el sentido
crítico; así, cuando debe juzgar las cosas y raciocinar sobre los motivos
angustiosos de los espíritus sufrientes, pone en práctica cuanto de bien y
evolución alcanzó hasta ese instante.

211 Pregunta: ¿No es razonable la ansiedad que demuestra todo médium


cuando trata de comunicar lo más breve posible el pensamiento de los espíritus
desencarnados, a fin de cumplir con su deber espiritual y fortalecerse bajo la
protección del guía?
Ramatís: Aunque no comunique directamente el pensamiento de los
espíritus del astral, deberá incorporar innumerables valores en su empobrecido
patrimonio espiritual, mucho antes que poseer la idea aflictiva de ser un
médium para recibir al guía o "hacer la caridad", como si fuera un académico
diplomado del mundo profano. Junto a la mesa kardecista el aspirante a
médium no disfruta únicamente de su desenvolvimiento mediúmnico, también
sensibiliza su sentimiento fraterno en favor de los necesitados, como también
conquista nuevas amistades benefactoras, volviendo la mente más receptiva a
los conocimientos técnicos sobre la mediumnidad y los principios saludables de
la doctrina espirita. Antes de ejercer su mandato mediúmnico, debe docilizar la
lengua para cooperar con el adoctrinador de turno y apurar su juicio en el
entendimiento psicológico de la vida, para servir a los "muertos" como a los
"vivos".

196
Esperanzado en que su mediumnidad se manifieste de un momento a otro,
el candidato ha de perseverar pacientemente frecuentando las sesiones
mediúmnicas; de ese modo aprovecha centenares de horas ejerciendo
actividades benéficas, evitando consumirlas en los juegos viciosos, anécdotas
indecentes, conversaciones fútiles, críticas injustas, o discusiones políticas o
deportivas, que siempre dejan en el alma los
residuos de las toxinas psíquicas. También deben evitar la ingestión de
alcoholes, rechazar la tiranía del tabaco, vencer la ociosidad mental y no
desperdiciar el tiempo precioso escuchando novelas radiofónicas o leyendo
revistas de poco provecho intelectual.
Sucede, desgraciadamente, que el futuro candidato a médium,
inconsciente de las virtudes o atributos superiores que iba incorporando poco a
poco en su patrimonio espiritual, gracias a la demora en su desenvolvimiento,
se deja dominar por la impaciencia y abandona el banco de su escuela
espiritual preliminar, decidido a promover la eclosión milagrosa de su facultad,
aunque sea activada por estímulos inoportunos y fuera de tiempo.
En su comienzo confunde sensibilidad psíquica con dinamismo muscular o
espasmo físico, creyendo ser el señor absoluto del poder mediúmnico, pasando
a resolver los difíciles problemas ajenos, antes que conseguir su propio
equilibrio espiritual. Eufórico por la manifestación fenoménica que se produce
en la periferia de su cuerpo físico, confiando en que su probable guía le
fortalecerá a partir de ese momento y sin el menor esfuerzo de su parte; en
todo cuanto ha de consultarlo, descuida el estudio, la investigación y su propia
recuperación espiritual. Paradójicamente, más tarde le faltará el tiempo para
atender su propia penuria en lo íntimo del alma, ante la multiplicidad de
problemas que se pone a resolver junto a los seres que a veces son más ricos
en conocimientos que él mismo.
Algunas veces el médium pseudamente desenvuelto es un individuo que
se liberó de la incómoda fascinación del Más Allá, cuando no se trata de un
portador de neurosis crónica a cuenta de una mediumnidad diagnosticada por
otro médium incipiente. Entonces, a los primeros síntomas en su organización
psico-física, se pone a recetar y a distribuir pases fuera del ambiente donde mal
se reajusta, y que luego abandona por las advertencias prudentes de sus
compañeros más experimentados. Todavía no citamos aquéllos que exudando
fluidos enfermos por todos los poros y siendo incapaces de atender a las
necesidades más imprescindibles de su familia, se dedican, afligidos pero
audaces, al trabajo mediúmnico, para lo cual no tienen alcance ni están
debidamente preparados, tratando de cumplir a "todo costo" la misión espiritual
que suponen están seriamente cumpliendo.

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212 Pregunta: Sabemos de algunos colegas que vivían accionados por
espíritus, cuya actuación se intensificaba más en los días predeterminados para
los trabajos mediúmnicos. Pero, ni bien se sentaban junto a la mesa kardecista,
para el debido desenvolvimiento, la influencia del Más Allá cesaba
instantáneamente. ¿No es justo que intentaran su desenvolvimiento en otro
ambiente o bajo métodos diferentes, pero capaces de ayudarlos a despertar
rápidamente su facultad?
Ramatís: Los guías, ciertas veces, acostumbran a utilizar hermanos
inferiores, que tienen fluidos densos y constrictivos, proyectándolos
periódicamente a sus pupilos encarnados y desinteresados de las cosas
espirituales. Estos, ni bien siente esas cargas fluídicas tratan de buscar lenitivo,
desconfiados de estar sufriendo algo detestable o peligroso en su sistema
nervioso. Inquietos y afligidos, efectúan la tradicional "vía sacra" por los
consultorios médicos, sin alcanzar los resultados provechosos, coleccionando
los más raros diagnósticos, entregándose a la ingestión de tóxicos
medicamentosos a granel.
Visitan a renombrados psiquiatras y neurólogos, se someten al
psicoanálisis, pasan por toda clase de radiografías y exámenes de laboratorios,
sin conseguir solucionar sus problemas tan incomunes y complicados. Algunos
amigos afines les advierten diciéndoles que puede ser un problema psíquico, tal
vez la manifestación de la mediumnidad, sugiriéndoles el recurso del
Espiritismo; pero el credo, la convicción ateísta o el diploma académico les
impide solicitar los recursos humildes y efectivos de los médiums espiritas.
Finalmente, después del cansancio físico y de los gastos enormes, el
paciente acepta el indeseable diagnóstico, que puede ser un médium en
potencia que necesita desenvolverse en la sesión espirita para poder liberarse
de los fluidos agresivos que lo ponen enfermo y desesperado. Entonces el guía,
que planeó colocar a su pupilo negligente y sarcástico en el ambiente espirita,
hace todo lo posible para encaminarlo hacia las obras fundamentales de la
doctrina y desenvolverle propósitos espirituales sanos para su mejor
aprovechamiento de la existencia física. Después que verifica la presencia
asidua de su tutelado a los trabajos mediúmnicos para obtener la cura psíquica,
por lo cual ha de recibir esclarecimientos útiles para su espíritu embrutecido, le
suspende las cargas fluídicas coercitivas y periódicas, que lo forzaban a buscar
el ambiente espirita, debilitándole la orgullosa convicción ateísta.
El pupilo recuperado en su salud y libre del "peso" y de la "angustia"
nerviosa que lo molestaba, desaparece de las sesiones mediúmnicas y de las
reuniones evangélicas, retornando a la antigua situación improductiva e
indolente. No tarda en olvidar su viejo caso de dolores, alegando entre sus
amigos que fue víctima de alguna alucinación nerviosa o neurosis accidental,

198
cuya manifestación mórbida desapareció gracias a los efectos retardados de los
medicamentos proscriptos por los médicos.
Sin embargo su guía está atento, pues su tutelado irresponsable no tarda
en sentir nuevamente el mismo y extraño fenómeno, que además de incómodo
le causa la misma angustia y descontrol psíquico, reaparecen las cargas
fluídicas agresivas que lo obligan a frecuentar, nuevamente, el círculo de
amistad espirita o someterse a la disciplina del desenvolvimiento mediúmnico
que lo había aliviado. Ignora que al huir del ambiente doctrinario, que atendía
su falta de espiritualidad, pasa a sufrir la carga fluídica coercitiva de las
entidades groseras al servicio de su guía. Y para que continúe frecuentando
regularmente el centro espirita, donde tomaba conocimientos y apresuraba sus
sentimientos embrutecidos, esa actuación fuerte y agresiva se registra con más
propiedad el día del trabajo mediúmnico.
También suele ocurrir que algunos candidatos bastante inconscientes de
sus necesidades espirituales y afligidos por liberarse lo más rápido posible de
su carga psíquica, tratan de buscar ambientes que los desenvuelvan
apresuradamente, aunque sea engañados o mistificados. Ignoran que su
recuperación espiritual es más importante que sus poderes mediúmnicos en la
manifestación fenoménica y opuesta al trabajo delineado por su guía.
También es lógico que su generoso mentor espiritual no tenga otra salida
que dejar a su pupilo que actúe en el ambiente que él considera más simpático
y favorable, cuya única finalidad es verse liberado de sus incomodidades
psíquicas. Pero como ésa no sea la solución propuesta por su guía para su
versátil tutelado, prefiere verlo colocado en un ambiente de menor
aprovechamiento espiritual, pero que lo aparta por algún tiempo de la actuación
viciosa y censurable en el mundo profano.

213 Pregunta: Suponiendo que el médium frecuente un ambiente espirita


atrasado, donde los dirigentes son incultos, negligentes y demasiado ortodoxos,
y por consecuencia, su desenvolvimiento se halla estacionado por falta de
estímulos, ese médium, ¿no debe tratar de buscar otro lugar más favorable
para alcanzar su objetivo?
Ramatís: El progreso de la facultad mediúmnica, como dijéramos muchas
veces, es fruto del esfuerzo propio, de la perseverancia y tenacidad. El médium
estudioso, investigador incansable de los preceptos superiores de la vida
inmortal, debe interesarse por los esfuerzos educativos de la Ciencia y Filosofía
del mundo, terminando por apartarse del ambiente empobrecido donde actúa,
volviéndose un elemento útil y capacitado, que invierte los papeles y pasa a
esclarecer a sus compañeros más ignorantes. El esclarecimiento de la razón y
el apresuramiento espiritual son tareas que corresponden tanto al médium,

199
adoctrinadores y dirigentes, como a los adeptos espiritas. Los que prefieren
depender del progreso de sus compañeros, aguardando cómodamente la
colaboración ajena, no hay duda de que terminarán cristalizados bajo la
condenable estagnación espiritual.
El propio Jesús hacía invitaciones a sus discípulos para que tomasen sus
cruces y lo siguieran, pero no los arrastró con el fin de evangelizarlos
apresuradamente, fuera del tiempo debido, sino que lo efectuaran sin violentar
su ascensión espiritual. El médium que descuida su urgente renovación interior
y su egilizamiento intelectivo, se estaciona improductivamente en las
comunicaciones mediúmnicas mediocres y muy comunes, terminando por
desinteresar al mismo público del ambiente donde participa. Cuando percibe
que no lo lisonjean, ni le dan importancia a sus mensajes, cambia de centro en
busca de la "corriente más afín" donde le elogien su don de "misión sacrificial"
en el mundo.
No hay duda que confunde su pobreza espiritual con la deficiencia del
medio donde actúa, atribuyendo su proceso improductivo como mediador, a la
falta de conocimientos por parte de sus colegas. Todos los trabajadores de la
siembra espirita precisan instruirse eficientemente, pero no basta leer y releer
exclusivamente las obras espiritas y disponerse a enfrentar a un público cada
vez más ávido de conocimientos evolutivos en todos los sectores de la vida
humana. Innumerables fuentes educativas en lo espiritual y obras que tratan las
últimas conquistas de la Ciencia, Filosofía y Psicología, ayudan al espirita a
disciplinar su mente, prejuzgar sus impulsos ocultos que se proyectan del
subconsciente en la tentativa de esclavizar al alma con sus embestidas
inferiores.

214 Pregunta: ¿Es contraproducente la ansiedad que manifiestan casi todos


los médiums neófitos para recibir a su guía, a fin de participar provechosamente
en el servicio de la caridad espirita? La receta mediúmnica, el pase espirita o la
revelación de los desencarnados, ¿no es la característica básica de todo
médium desenvuelto?
Ramatís: Somos del parecer que la manifestación súbita del espíritu guía
no es suficiente para despertar en el médium los tesoros del amor que él no
haya revelado en el trato cotidiano con el prójimo. El sentimiento caritativo, que
hace padecer y participar de la desdicha ajena, no puede despertarse o
merecer la asistencia de las almas excelsas, si la persona deseosa de hacer el
Bien no se esfuerza para despertar en sí misma el placer de servir y amar.
Caridad, en su esencia absoluta, es la emoción estética amorosa del alma
angelizada; es la sensibilidad espiritual fruto del grado evolutivo del ser, que
produce el Bien por el ejercicio espontáneo del propio Bien, pero exceptuado de

200
cualquier interés personal y de la ansiedad utilitarista de alcanzar el cielo.
Francisco de Asís, Vicente de Paul, Pablo de Tarso, Buda, Gandhi y el amado
Jesús, como determinados apóstoles y cristianos ejecutados, probaron la
grandiosidad del sentimiento de la caridad, puesto que vivieron entregados al
servicio del amor al prójimo y se sacrificaron en holocausto heroico sin
preocupación de lucros espirituales

215 Pregunta: Creemos que el deseo de hacer el bien y ser útil al prójimo,
como objetivo venturoso de los médiums en desenvolvimiento, es una intención
loable y un estímulo para el futuro servicio de hacer la caridad; ¿no es verdad?
Ramatís: Es evidente que ese sentimiento de caridad debe ser
permanente en el individuo y manifestado como un estado natural del alma,
dispensando de cualquier clima religioso o ambiente espiritista para ser
practicado, y sin depender de cualquier influencia exterior. Será de poco valor la
fiebre de los médiums en hacer la caridad en el recetario mediúmnico
distribuyendo pases, recibiendo desencarnados sufrientes o dedicándose a las
campañas filantrópicas, si después fracasan en los actos y cosas más simples.
Muchas veces, en el trayecto del hogar al centro espirita donde pretenden
hacer beneficios a favor del prójimo, ciertos médiums dejan de cumplir los actos
más simples del amor. Aquí faltan con la caridad amistosa con el amigo de la
infancia empobrecido y viciado, apresurando los pasos a fin de no ser visto y
demandado en algún servicio momentáneo; allí son groseros con el conductor
del vehículo de pasajeros, que agotado y neurasténico, demoró su llegada o no
estacionó en el punto prefijado; acullá, censuran al vagabundo o al embriagado
que las entidades espirituales superiores le colocaron en el camino, para tomar
y experimentarle la temperatura del corazón. Ese espíritu carente de crítica
amorosa, va desde la censura contra los viciados en el alcohol, las prostitutas
infelices y los mendigos que explotan la caridad pública, hasta las acusaciones
livianas de robo a los servidores públicos o críticas violentas a las instituciones
religiosas adversas.
A la espera del ómnibus o del ascensor, los candidatos a la prestación de
la caridad protestan vivamente contra el aumento injusto del pan, de la leche, la
carne, y los negocios censurables de los acaparadores del fruto del pueblo;
pero no dejan de desperdiciar el dinero en cigarrillos, alcohol o futilidades
dispensables en la vida humana, vicios que si fueran abandonados,
beneficiarían hasta la propia salud orgánica. Se discute prolongadamente con el
proveedor que altera el aceite, el queso y demás comestibles, pero dejan de
protestar delante del joyero que les anuncia el costo astronómico de la piedra
preciosa destinada a engalanar la vanidad humana. Sería justificable la crítica
sana y la protesta justa contra el imperio del robo, el crimen y la corrupción

201
administrativa, como la censura por la indiferencia de las autoridades con
relación al problema del menor abandonado, la juventud desviada o la mujer
desamparada. En nuestro caso, nos referimos especialmente a todos aquellos
que asumen graves responsabilidades en el ambiente espirita y procuran el
desenvolvimiento mediúmnico para servir al prójimo, contradiciéndose con
frecuencia, puesto que alternan los momentos de caridad, con aquellos que
desmienten la verdadera personalidad espirítica.
Ese proceder no los ayuda a conseguir los fluidos buenos, ni los
predispone para el pase espirita, a fin de irradiar a los enfermos y fluidificar el
agua curativa, pues al comportarse equivocadamente en el trato común de la
vida, se contaminan fácilmente con los tóxicos generados por la intolerancia,
cólera, maledicencia, irritación o desamor al prójimo.

216 Pregunta: ¿Qué fundamento existe en las afirmaciones de ciertos


adoctrinadores espiritas, cuando dicen que los médiums en desarrollo, que
todavía no recibieron a sus guías, conservan en sus auras los fluidos malos de
los espíritus sufrientes?
Ramatís: En los buenos trabajos mediúmnicos, los espíritus perturbados o
sufrientes están bajo el control y los cuidados del guía de la casa, y cuando se
retiran del cuerpo del médium, los técnicos de "este lado" les higienizan el
periespíritu para disolverles los fluidos y miasmas dejados.
Evidentemente, lo que más ensucia el aura de los encarnados es el
depósito de fluidos deletéreos engrosado por los vicios, pensamientos
obscenos, coléricos o maldicientes, preparando las bases para que las
entidades malhechoras alcancen sus propósitos perniciosos en el mundo físico.
El espíritu sufriente puede causar malestar y estigmatizar el periespíritu del
médium en la hora de su comunicación, mas las interferencias e infiltraciones
pervertidas que se manifiestan por la mente indisciplinada o deseos impuros,
forman manchas lodosas definitivas, que difícilmente se desintegran en quienes
la producen.
Jesús estuvo en contacto con los fluidos sufrientes del orbe, sin embargo
no se apartó de la naturaleza sublime del Espíritu Santo, que le orientaba los
pasos en el mundo y le alimentaba el espíritu con las energías de lo Alto.

217 Pregunta: ¿Qué factores son más eficientes para ayudar al


desenvolvimiento de los médiums en los trabajos espiritas kardecistas?
Ramatís: El desenvolvimiento mediúmnico, como dijéramos, no es
gimnasia física, su éxito depende muchísimo del apresuramiento del intelecto y
sentimientos del médium; es lógico que además del entrenamiento disciplinado
junto a la mesa espírita, el candidato debe tratar de alcanzar constantemente su

202
esclarecimiento espiritual. Es tiempo de terminar con el viejo tabú de que no
tiene importancia que el médium sea analfabeto, siempre que sea humilde y de
buenas intenciones. Hay casos en donde la mediumnidad aparece
espontáneamente en criaturas incultas y humildes, que son capaces de cumplir
loablemente su mandato mediúmnico, porque no se apartan en forma alguna de
las prácticas evangélicas.
Mientras tanto, el médium que además de poseer buenos sentimientos y
sustentar propósitos superiores en su tarea mediúmnica, fuera estudioso de la
doctrina espirita y culto en el trato con otras fuentes de educación espiritual del
mundo, en verdad, ha de convertir con más facilidad al prójimo, por su humildad
afectuosa y argumentación intelectual superior. En las conversaciones,
conferencias, estudios y comunicaciones mediúmnicas en el centro espírita, sus
responsables deben exigir un patrón de conocimientos y cultura que no
empobrezca la divulgación de los postulados doctrinarios en público.

218 Pregunta: ¿Qué nos decís sobre la formación de escuelas para la


orientación y desenvolvimiento disciplinado de los médiums? Están aquellos
que censuran cualquier movimiento o programa de acción en el seno del
Espiritismo, pues alegan que se elimina la espontaneidad mediúmnica.
Ramatís: Desgraciadamente aún predomina entre muchos espiritas el
sistema crónico y endurecido por parte de los médiums y dirigentes de
sesiones, que confunden su ortodoxia enfermiza con el linaje iniciático de la
doctrina. En su ignorancia, bastante generalizada, defienden la rectitud, la
inmutabilidad y la disciplina de las leyes qué Dios creó para regir los fenómenos
de la vida en toda su manifestación en el Cosmos, y paradójicamente exigen la
incuria, el empirismo, la indisciplina y la sorpresa para el desenvolvimiento de la
facultad mediúmnica.
Si la propia flor, que se supone ha de abrirse espontáneamente a la luz del
Sol, es un acontecimiento resultante de millares de procesos y realizaciones
técnicas, disciplinadas por leyes inteligentes, que rigen desde la eclosión de la
simiente hasta el quimismo del color, ¿por qué, entonces, la mediumnidad, que
es una facultad compleja, de relación entre el mundo espiritual y la materia,
debe prescindir de cualquier derrotero científico, educativo o técnico? Ella exige
tratamiento y control científico tan eficaz como cualquier manifestación de la
vida oculta, puesto que también se subordinan a las leyes inteligentes y
definitivas, que no pueden ser contrariadas por la voluntad humana.
Además de su entrenamiento psíquico y de su garantía evangélica, el éxito
de la mediumnidad requiere cultura, disciplina y control consciente, en
concomitancia con la exigencia de la doctrina espirita en su triple aspecto de
Ciencia, Filosofía y Religión. Si la evangelización es asunto íntimo y

203
espontáneo del candidato a médium, su desenvolvimiento mediúmnico requiere
la sesión especializada y la dirección del instructor apto, para evitar el deterioro
de los principios lógicos con que Allan Kardec consolidó la base de la doctrina
espirita.
En consecuencia, siempre es aconsejable la escuela de médiums o los
cursos disciplinados que deben graduar a los candidatos por su competencia y
responsabilidad, pues siendo la mediumnidad una facultad -que en la opinión
cándida y ortodoxa de algunos espiritistas, debe desenvolverse
espontáneamente- requiere la experimentada asistencia técnica y el control
inteligente, para evitar el ridículo y degradación en las relaciones espirituales.
Innumerables médiums, cuyo desenvolvimiento se produjo contrariando las
sanas orientaciones, en vez de exaltar o justificar la sensatez de los postulados
espiritas, lo ridiculizan y arrojan al desánimo a las criaturas más esperanzadas.

219 Pregunta: Algunos colegas espiritas condenan la escuela de médiums,


porque temen que los cursos especializados del mediumnismo terminen por
inducir a la mercantilización de la facultad mediúmnica. Argumentan también
contra el peligro de los diplomas, insignias de mérito o gradaciones, muy al
gusto académico del mundo profano, capaz de crear castas de sacerdotes o
una jerarquía espirita. ¿Qué opináis al respecto?
Ramatís: No preconizamos la creación de cualquier clase de sacerdotes
médiums, subordinados a la jerarquía de jefes, subjefes o acólitos de menor
envergadura, copiando los vicios de las religiones seculares, que sustentan sus
dignatarios a expensas del pueblo. Nos referimos únicamente a la necesidad
del médium para que corrija y eduque su imaginación desatinada, sin
despreciar la disciplina, técnica y cultura de la vida material, para evitar los
tabúes y convicciones ingenuas, que lo colocan al margen del programa y de
las realizaciones del mundo terreno.
La escuela de médiums bajo el control de las federaciones e instituciones
espiritas de responsabilidad, es el recurso aconsejable para el
desenvolvimiento mediúmnico sin el empirismo dispersivo, que además
proporciona la oportunidad de exámenes y la creación de los "tests" que
comprueban el conocimiento y progreso del médium con relación a los
postulados espiritas, que pretende divulgar y proteger. El curso mediúmnico
disciplinado libera al médium de los datismos, estulticias, frivolidades,
exotismos y manifestaciones excéntricas, que se anteponen a la lógica y
prudencia espirita.
Los cursos elementales, preparatorios y de conclusiones pedagógicas para
la mediumnidad, contribuyen al perfeccionamiento teórico y práctico del
médium, desenvolviéndole también el entendimiento psicológico de los

204
fenómenos del subconsciente y le apresura la capacidad de oratoria y facilidad
correcta de la palabra en público.
Es lamentable que el índice creciente de médiums incultos y sin
comprensión psicológica de sus tareas en público, sirvan de motivo para que
los adversarios inescrupulosos desprestigien al Espiritismo. Los mal
intencionados acostumbran a tejer críticas injustas contra la doctrina, después
que han recogido el material censurable en las manifestaciones absurdas,
banalidades filosóficas, exhortaciones tontas o revelaciones excéntricas, que
los médiums incultos y presumidos transmiten a cuenta de mensajes
importantes.

220 Pregunta: Cierta vez oímos a un prestigioso espirita alegar que el


Espiritismo progresó satisfactoriamente en un siglo de actividades, sin tener
necesidad de crear las escuelas de médiums, por cuya causa tal iniciativa es
innecesaria.
Ramatís: Si en la actualidad los hombres se agrupan y disciplinan para
proteger las profesiones más humildes, como son la academia de peluqueros
hasta el instituto especializado en la física nuclear, ¿por qué motivo la
mediumnidad no ha de merecer un tratamiento sensato, un derrotero sano y
progresivo, a fin de entrenar a los médiums para alejarlos de los escollos y
decepciones propias de las tentativas empíricas desordenadas? El hombre
moderno se disciplina hasta para limpiarse los dientes e higienizarse la boca;
mientras tanto, la práctica mediúmnica que sirve de ligazón entre el mundo de
las fuerzas ocultas e incontrolables y la materia impotente, ¿debe abandonarse
al juicio equivocado del primer consejero ignorante?
El médium la mayoría de las veces es pobre, inculto y agravado por un
doloroso karma, debiendo debatirse sin protección alguna contra las
embestidas maquiavélicas del Más Allá; casi siempre enfrenta problemas
dificultosos y dramáticos en medio del hogar, o luchan contra la descreencia de
sus familiares con respecto al Espiritismo. Sin disciplina espiritual interior, sin el
conocimiento suficiente para saber cómo se manifiesta su facultad que le
conmueve brutalmente el psiquismo, aun todavía son el blanco de la crítica fácil
de aquellos que fiscalizan ortodoxamente la doctrina. En el caso que sobreviva
con éxito del mar revuelto de sus condiciones y angustias, prestando favores y
ayudando al público sediento de soluciones para los intereses comunes, será
una fuente de gratitud, respetado y deseado en la mesa de todos los hogares.
Pero el infeliz cae agotado y masacrado por la ignorancia, dificultades
domésticas y desorientaciones maquiavélicas del Más Allá, es juzgado como un
perdulario de los bienes divinos, caído espiritualmente y víctima de su

205
presunción, vanidad, orgullo, interés o indiferencia a las sabias advertencias de
sus colegas.
La escuela de médiums, es un bendecido "oasis" para los médiums de
buena voluntad, quienes podrán mitigar la sed de esclarecimiento, confort y
amparo para su "vía crucis", aún tan mal comprendida por sus propios
compañeros de doctrina.

221 Pregunta: Reflexionando sobre vuestras explicaciones acerca del


mediumnismo, creemos que es muy dificultoso para los guías desarrollar
satisfactoriamente a sus futuros médiums; ¿no es verdad? ¿Qué nos podéis
decir sobre el proceso de desarrollo mediúmnico, conforme a las prácticas de la
doctrina espirita codificada por Allan Kardec?
Ramatís: No siempre los guías prevén cuál ha de ser el éxito y
aprovechamiento en sus relaciones futuras con sus pupilos o candidatos a
médium de servicio espiritual en la Tierra. Generalmente, los mediadores
descienden a la carne después de efectuar mil promesas de
absoluta136consagración al servicio mediúmnico y renunciar a las ilusiones
seductoras y sensuales de la vida física; son pocos los que resisten a las
vicisitudes humanas o dominan los placeres deletéreos. Algunos caen
desamparados por falta de recursos económicos; otros debilitan sus fuerzas
espirituales arrasados por las pasiones viciosas; algunos se desaniman ante la
tarea más simple; otros se agotan en el trabajo desordenado. Así, enfrentando
todas las probabilidades hostiles en el trabajo espiritual junto a la Tierra, los
guías precisan estudiar previamente el ambiente fluídico donde deben actuar a
través de los encarnados que les servirán de mediadores. Analizan los fluidos
ambientales, auras periespirituales y corrientes magnéticas que puedan influir
en la receptividad mediúmnica; investigan desde las amistades terrenas al tipo
de espíritus desencarnados que podrán influir en el futuro en sus
comunicaciones doctrinarias.
A pesar del trabajo inteligente, agotador y cuidadoso de los mentores, el
programa espiritual para descender hasta la materia sufre los más variados
tropiezos, cuyo mayor porcentaje cae en el fracaso, ante la falta de pericia,
mala voluntad, negligencia, vanidad e interés de los médiums que se olvidan
del compromiso reencarnatorio. La obra benefactora concebida en el Espacio
se retarda en su transferencia hacia el mundo físico, pues aunque los guían
sean inteligentes y capaces, no son oráculos infalibles, capaces de prever las
debilidades, enfermedad, rebeldía, desánimo y desconfianza de sus
mediadores futuros. El trabajo del Bien en la Tierra, aún es dudoso e
imprevisible, pues además del laboratorio correctivo, que es el espíritu en la

206
materia, es un planeta geológicamente inestable y sincronizado perfectamente
con la discordia, sensualismo, cupidez, egoísmo y crueldad de sus habitantes.

222 Pregunta: ¿Qué opinión nos podríais dar si tuvierais que indicarnos el
camino más seguro a seguir, para el ajuste de los nuevos candidatos a
médiums?
Ramatís: Siempre es aconsejable que el candidato al desarrollo
mediúmnico y elemento nuevo en las reuniones de ese tipo, se mantenga
primeramente a la expectativa, sin participar directamente en el trabajo, tiempo
éste que durará de uno a varios meses, así podrá valorar su propia electividad
o antipatía con el ambiente. De esta forma se evitará el gasto inútil en el
servicio de intercambio espiritual y el toque llamativo, por ser un elemento
nuevo que debe actuar desafinando con la "corriente mediúmnica" establecida.
Después de un período de observación o aclimatación al nuevo ambiente, el
candidato podrá ser admitido, encuadrándose a la disciplina peculiar de la casa
espirita que encuentra organizada e independiente de su cooperación.
En trabajos de mayor capacidad intelectiva y entendimiento doctrinario,
conviene que sus directores procedan a los "tests" elementales con referencia a
los nuevos elementos, para seleccionar a los que manifiestan la facultad en
forma más positiva, espontánea y segura, dado que necesita mayor urgencia
para su desenvolvimiento. Los demás elementos, cuyo mediumnismo no se
define y se confunde fácilmente con las perturbaciones nerviosas, histéricas,
animismo o fenómenos neuro-vegetativos, deben aguardar mejor disposición
psíquica, para evitar la pérdida de tiempo en tentativas empíricas y sin
resultados útiles para el futuro.
Se debe distinguir entre el "doliente" que se conjuga específicamente en la
terminología patogénica de la medicina académica, que será improductivo junto
a la mesa mediúmnica, y el médium, cuyo psiquismo descontrolado puede
llevarlo al desequilibrio mental. Reconocemos que la mayoría de las molestias
en la materia tienen su origen en las perturbaciones del psiquismo incontrolado,
pudiendo curarse en los trabajos especializados y bajo la égida de la doctrina
espirita. Mientras tanto no se justifica forzar el desenvolvimiento mediúmnico de
un epiléptico en la sesión de desarrollo, pudiendo encontrar su cura en las
sesiones de pases, recetario mediúmnico, o bien en el trabajo de irradiación
fluídica a distancia.
Además, el médium de prueba es un espíritu cargado de deudas en el
pasado, que generalmente se conforma con el desenvolvimiento mediúmnico
después de muchas perturbaciones y sufrimientos. En consecuencia, su
adaptación psíquica a cualquier ambiente espirita debe hacerse en forma
gradual, hasta que se armonice y ajuste satisfactoriamente al equipo de trabajo.

207
Paz y Amor.

Ramatís

ÍNDICE

En el campo de la mediumnidad
Algunas palabras del médium
Preámbulo
01 Consideraciones sobre el "Libro de los médiums"
02 La mediumnidad y el consolador prometido
03 ¿Todas las personas son médiums?
04 La "prueba" de la obsesión
05 Los trabajadores activos en el servicio mediúmnico
06 El médium "Kardecista" y el médium "Umbandista
07 Consideraciones sobre la mediumnidad natural y la Mediumnidad de prueba
08 Dificultades en las comunicaciones mediúmnicas
09 Extensión y profundidad de las comunicaciones Mediúmnicas
10 El médium anímico-mediúmnico y el intuitivo
11 Una observación individual
12 La mediumnidad mecánica
13 La mediumnidad intuitiva y la de incorporación
14 La mediumnidad sonambúlica
15 Trabajos de tiptología
16 Las comunicaciones perversas por medio de la Tiptología
17 Consideraciones sobre la videncia
18 Videncia ideoplástica
19 Algunas observaciones sobre el animismo
20 El aprovechamiento anímico en las comunicaciones mediúmnicas
21 La influencia anímica en la apertura de los trabajos mediúmnicos
22 La sugestión y la imaginación en las comunicaciones anímicas
23 El espirita y el buen humor
24 La telepatía y las comunicaciones mediúmnicas
25 El problema de la mistificación
26 Las comunicaciones de los espíritus sobre los tesoros enterrados
27 Consideraciones sobre la castidad por parte de los médiums
28 Aspectos psicológicos de las encarnaciones de los apóstoles y líderes del
cristianismo
29 La función de los guías y las obligaciones de los médiums

208
30 El pedido a los amigos del espacio
31 Las influencias obsesivas sobre los médiums y sus consecuencias

209

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