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El latín ya no es lo que era…

D esde el curso 2007-2008, en el IES “Juan del Enzina” hemos adoptado como
método de enseñanza del latín el llamado LINGVA LATINA PER SE
ILLVSTRATA. Conocí la existencia de este método hace algunos años (la
lectura de un artículo1 del profesor italiano LUIGI MIRAGLIA fue un aldabonazo) pero
no creí en sus posibilidades reales de empleo en mi centro –o, para ser más exacto, en
España- hasta que comprobé que había algunos colegas que se hallaban ya empeñados
en su uso.

Contacté con Antonio González Amador, catedrático de latín del IES “Sierra Nevada”,
de Fiñana, en Almería, y con Emilio Canales Muñoz, que lo es en el IES “Cerro
Milano” de Alhama, también en Almería, profesores ambos que han sido quizá los
pioneros en la difusión de la nueva metodología en España. Tras conocer su experiencia,
perdí el temor que podía quedarme, y decidí que ya en el siguiente curso arrancaríamos
con ella en el “Juan del Enzina”.

¿Qué tiene de especial este método? Pues que presenta a los alumnos el latín como lo
que realmente es, una lengua, que no sólo puede, sino que debe ser usada, tanto de
forma oral como escrita. Se trata de una metodología creada ya en los años 50 del siglo
pasado por el filólogo danés HANS H. ORBEG, que contó con la colaboración de los
más ilustres filólogos clásicos del momento, en la idea de utilizar los principios del
llamado método natural, entonces en uso incipiente para el aprendizaje de las lenguas
modernas, también para la enseñanza y aprendizaje de la lengua latina.

Se trata de aprender latín con el latín. Por ello se busca sumergir desde el principio al
alumno en la lengua, leyendo continuamente en latín, hablando en latín, mostrando al
latín como una lengua habitual de uso, no solamente como una colección de reglas
gramaticales cuyo única utilidad sea la de traducir textos, habitualmente –además-
referentes a realidades bastante alejadas de los intereses e inquietudes de los alumnos.

En esta metodología, que dista mucho de ser nueva en Europa y Estados Unidos, la
gramática ocupa un papel importante e imprescindible, pero es siempre considerada
como recurso necesario, nunca como finalidad en sí misma, mientras que se concede
una relevancia definitiva a aspectos hasta ahora bastante relegados, si no olvidados: la
abundancia de vocabulario y el uso activo de la lengua tanto en su forma oral como
escrita.

Los alumnos comprenden, desde el primer momento, que el latín no es, como quizá han
podido oír a otros compañeros veteranos, un conjunto de sistemas morfológicos y
sintácticos, como trucos para resolver un crucigrama, donde lo que menos importa es
qué signifique el texto y qué calado pueda tener, sino sólo si está correctamente
traducido. Comprueban que se pide de ellos lo mismo que se pide a los que se inician en
inglés o alemán, por ejemplo: que sean capaces, poco a poco, de expresarse y usar lo
que van conociendo para empleo personal.

1
“Cómo (no) se enseña el latín”publicado en la revista Micromega, numero 5 del 1996.
Para ello, en el método todo se va ilustrando poco a poco por sí mismo (LINGVA
LATINA PER SE ILLVSTRATA…), de manera que los alumnos van entendiendo el
texto con la ayuda de imágenes y situaciones significativas y contextualizadas SIN
NECESIDAD DE TRADUCIR PARA ENTENDER. No es finalidad declarada del método
conseguir que los alumnos sean capaces de hablar latín, pero lo que los alumnos de
otras lenguas modernas hacen por motivos evidentes (poder usar la lengua con personas
que también la utilizan) en el caso del latín halla su explicación en el hecho irrefutable
de que una lengua sólo se conoce realmente cuando se hace uso personal de ella en la
vida cotidiana. Negamos, pues, que saber gramática se identifique con saber una lengua.
Es más, se puede incluso dudar de que lo que hacen nuestros sufridos alumnos de latín,
con el método tradicional, sea realmente traducir: se parece demasiado a resolver un
acertijo o descifrar una contraseña.

Ya somos más de doscientos los centros en toda España que utilizamos este método,
entre ellos varias universidades. Y el número de partidarios va en aumento
continuamente. Pero España no es un caso especial: en Italia, por ejemplo, más de
20.000 alumnos lo emplean. En Estados Unidos el latín conoce actualmente una
floración y una demanda de tales proporciones, que a duras penas se encuentran
suficientes profesores. Y esta metodología contextual-inductiva no es ajena a ello.

En León varios profesores y profesoras utilizamos ya este método, y recientemente


hemos constituido –signo también de la vitalidad del latín- el CIRCVLVS LATINVS
LEGIONENSIS, hermano de otros muchos que se reparten por todo el orbe de las
tierras, y que tiene como misión reunir de forma periódica a todo tipo de personas que
gusten de charlar en latín sobre lo que apetezca durante un par de horas2.

Basta echar un vistazo por Internet para darse cuenta de la salud y vitalidad de la que
goza la antigua lengua del Lacio: publicaciones periódicas (diarios, revistas…) emisoras
de radio y televisión, blogs, wikis,…todo ello confeccionado y transmitido en latín de
buena calidad, y sólo en latín.

Ahora más que nunca aquella vieja frase el latín es una lengua muerta resulta
particularmente mendaz e inapropiada. ¿Cómo convencer a mis alumnos de que está
muerta la lengua en la que me dirijo a ellos (non satis bene…) en clase -y por los
pasillos- cada día…y en la que ellos mismos intentan (y muchos lo van consiguiendo)
dirigirse a mí siempre que pueden…?

Los muertos que algunos matan gozan de buena salud…o ¿es que el latín ya no es lo
que era? Quizá nunca fue eso que durante tiempo, demasiado tiempo, nos vendieron…
eso de rosa rosáe y la guerra de las Galias. Quizá llegó el momento de dejar de hablar
del latín y empezar a hablar en latín. Audentis Fortuna iuvat!3 ¿Alguien más se anima?

Óscar Ramos

Catedrático de latín IES “Juan del Enzina”

2
Nos reunimos en el IES “Juan del Enzina” los lunes, cada quince días, a partir de las 18’45. Para la
próxima reunión, que será este lunes día 16 de marzo, queda invitado todo aquel que lo desee.
3
VIRGILIO, “Eneida” libro X, verso 284

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