LIBERACION DE

MALDICIONES
Por: Jorge Villavicencio

MISION CARISMATICA AL MUNDO

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Cali: Colombia
 LIBERACION DE MALDICIONES
Por: Jorge Villavicencio

TEXTO BIBLICO: 2 Samuel 12:9-13 “¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra
de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada,
y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de
Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto
me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer.
Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa,
y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá
con tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lo hiciste en secreto; más yo haré
esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo David a Natán: Pequé
contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no
morirás”.

Introducción:

Este capitulo reseña el regaño que el profeta Natán le hizo al Rey David. La Biblia
dice que el rey estaba paseándose por la terraza de su palacio, el cuál estaba
ubicado en una colina en uno de los montes de Sión y podía mirar toda la ciudad
y observar intimidades a tal punto, que vio una mujer que se estaba bañando. La
tentación del ser humano es un instinto, es una fuerza poderosa.

A las personas les cuesta mucho dominar las incontinencias y David no pudo con
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esa atracción magnética que venía de la desnudez femenina, se olvidó de los

salmos que él escribía. Como dice un predicador alemán “Satanás no nos hace
odiar a Dios, pero nos hace olvidar de Él y la criatura comienza a hacerse real y
el creador pierde realidad”. La criatura en ese momento es tan poderosa, que
este hombre que amaba a Dios, se olvida de los principios y de los
mandamientos de Él.

David llama a la mujer se acuesta con ella y la embaraza, y luego reflexiona

cómo evitar un escándalo. Consecuencia de esto le da el día libre y permiso a
Urias heteo de estar con su mujer pero este guerrero le responde que él no va a
dormir con su esposa porque el Arca del Señor está en tiendas, y el ejército del
Señor está peleando.

David no sabe como instar a Urias para poderle endosar el bebé en gestación. Lo
embriaga, a ver si así se le despierta el deseo de estar con su mujer, pero esto
no dio resultado. David lo manda a la guerra más brutal y da la orden a los
soldados de que lo dejen solo, Urias es asesinado, no tanto por los enemigos sino
por una maquinación maquiavélica de preparación perversa que nace en el
corazón del rey.

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I. Los pecados producen maldiciones

Podemos criticar los pecados de los demás y olvidar los nuestros y a veces es
necesario que Dios mande un profeta para sacar a la luz nuestros pecados, como
fue el caso de David. Esta parábola dice que hizo mal, que cometió adulterio y
adicionalmente el asesinato de un hombre inocente.

Algunos se preguntan por qué les va mal en el negocio, familia, por qué no se
sanan, por qué otros tienen éxito, hay muchos que no captan el poder de la
maldición. Es así como, Natán pronuncia con su boca una sentencia, por causa
del pecado, en tres aspectos:

La espada nunca se alejará de tu casa, siempre tendrás marcada una vida con
violencia por situaciones de guerra.

Tus descendientes y familiares se van a rebelar constantemente contra ti.

Tus descendientes tampoco podrán controlar sus impulsos sexuales y esa

maldición cae sobre tu vida y tu familia.

II. Dios perdona al que se arrepiente pero la maldición queda

Dios perdona a David porque éste se arrepiente, se duele y lamenta de una

manera profunda el terrible pecado y la trasgresión, sin embargo hay algo que
debemos entender, es que la maldición queda, te puedes arrepentir pero ella
opera, es decir trae consecuencias, esto lo debemos saber para ser libres de las
maldiciones.

Si leemos la Biblia, uno encuentra que Amón, así como su papá, no pudo
controlar sus apetitos sexuales y comete incesto con su media hermana Tamar. Y
así como David no tuvo el reparo de matar a un hombre inocente, otro de sus

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hijos, Absalón, no tiene el temor de Dios y a los dos años toma venganza contra
su hermano y le quita la vida, cumpliéndose la palabra del profeta que siempre la
espada estaría sobre su familia: muerte y violencia. Absalón muere
violentamente en una insurrección militar porque quería ser el rey,se rebela
contra su padre. Luego, a los muchos años otro de sus hijos, Adonías, también
muere.

La maldición existe, es una fuerza verdadera que viene del pasado y que cae
sobre nosotros de una forma inexorable y se reviste de dificultades de los
mismos pecados que nuestros antepasados han cometido y no solo heredamos la
fisonomía, el tipo de piel, la contextura física, la personalidad y hasta el
caminado.

Heredamos las debilidades, el espíritu de rebelión viene, Absalón y Adonías se

rebelan, Absalón toma las concubinas de su padre y comete (cine rojo,
pornografía) ante todo Israel. Una vez más se estaba cumpliendo la palabra de
Natán cuando le dijo “lo que tu hiciste en privado yo lo haré en público”.

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 III. Las maldiciones se heredan

Éxodo 34: 7 “que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la

rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que
visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos,
hasta la tercera y cuarta generación.”

La maldad de David gravitaba sobre sus hijos y nietos. Esta maldición solo la
pudo quebrantar Salomón porque oró y eso es lo que tú necesitas hacer. De
pronto usted continúa bajo una nube de maldición.

David se arrepintió, ayunó 7 días, confesó sus pecados, Dios lo perdonó pero la
maldición seguía.

El perdón de Dios está, pero no basta solo con ello. Necesitamos ser restaurados
y buscar la liberación de las maldiciones y que sea quebrantada toda fuerza del
pasado.

Usted no sabe y no conoce los pecados de sus abuelos y tatarabuelos, por eso es
necesario quebrantarlos ya que es un brazo oscuro que viene al presente y cae
como una fuerza desfavorable con todas las maldiciones que están enlistadas en
Deuteronomio 28:15-68. Con este pasaje nos damos cuenta el por qué muchas
veces no somos prosperados y bendecidos.

IV. Cómo quebrantar las maldiciones

1. Oración identificadora

Estas maldiciones se detienen en Salomón, cuyo nombre significa “pacífico”. La

espada no llegó a Salomón ni a su descendencia. Orar como Salomón para
cancelar la maldición, pedir sabiduría. Pedir a Dios que a través de la oración se
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cancele toda maldición y bendiga nuestras vidas. Esto significa que debo pedir
perdón no solo por mis pecados sino por los de mis antepasados.

Levítico 26: 40 “confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su

prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron
conmigo en oposición”.

El mismo Daniel oró diciendo Daniel 9: 5“hemos pecado, hemos cometido

iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos
apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas”. Notemos que Daniel quien
no cometió ninguno de los terribles pecados de sus ancestros, ora como si los
hubiera cometido.

2. Proclamar palabra de bendición

Tú rompes la maldición cuando proclamas que te va ir bien, que Dios te va a

bendecir y proclamas la victoria sobre ti. “Jehová esta conmigo”. ¡Aleluya!

Qué son las bendiciones:

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Son una fuerza positiva y favorable que también viene del pasado y cae sobre ti
pero en forma de favor, bienestar, salud y aún en forma de ministerio. Hay
líderes que no crecen. Deuteronomio 28:62 “Y quedaréis pocos en número, en
lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no
obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios”

Lideres y pastores que tratan de crecer y tienen una barrera y no han roto la
maldición que dice serán pocos en números. Como ministros debemos
examinarnos constantemente.

3. Aplique la sangre de Cristo y reciba las bendiciones

Es la sangre de Jesús, es la cruz del Calvario donde él cargó las enfermedades,

pecados y la maldición.

Gálatas 3:13 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”.

Cuando Cristo murió en la cruz ahí dejó las maldiciones, las absorbió y canceló
todo tipo de maldición.

Para que las bendiciones de Abraham llegasen se hizo maldición en la cruz.

Es tiempo de tomar las bendiciones de Deuteronomio 28:1-14

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