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Luis María Murillo Sarmiento

POEMAS DE

AMOR Y AUSENCIA

1999
ISBN 958-96366-2-4

Derechos reservados

Carátula: “Tus rosas amarillas”


Alicia Murillo

Diagramación e impresión:
EDITORIAL CÓDICE LTDA
Carrera 15 No. 53-86 Int 1
Tels.: 2177010 – 2494992
Santafé de Bogotá, D.C.
DEDICATORIA

A ti mujer que guardas mis secretos, mis nostalgias y


mis sueños.

A ti que has hecho florecer mis versos...

Martha Isabel.
PRÓLOGO

Bajo el arrollador influjo del amor, la realidad pierde su


esencia y sólo perviven las fantasías que el corazón recrea
en sus alegrías, en su dolor y en sus tristezas.

El indescriptible paraíso del amor correspondido como la


ausencia insondable del desamor, la misma noche tornan
mágica y engalanada, ansiada y soñadora, o llena de
sombras y agonía, de soledad que espanta y que en la
muerte busca compañía.

El espíritu dichoso es feliz como el sol del medio día; el


que sufre, de gris está impregnado, como un día de
obscuras nubes que anuncian la tormenta.

Un objeto, una flor, pueden no decir nada, pero pueden


significarlo todo cuando son la llave que abre la puerta
del corazón del ser amado. ¡Cuánto vale la vida cuando se
ama y se es amado! ¡Qué poco en cambio, y en que difícil
carga se transforma, cuando de aquel sentimiento sólo
existen anhelos imposibles!

Con quienes aman, con quienes sufren, con quienes actúan


con bondad y sin engaños, quiero compartir estas páginas
inspiradas en un afecto auténtico.

EL AUTOR
TU SONRISA

Hay una sonrisa


en que la belleza se quedó atrapada,
hay una sonrisa que me trae la dicha
que siempre he soñado.
Hay una sonrisa de rojo encendido
que es pasión y amor...
es fuego en los labios.
Hay una sonrisa tan suave,
tan tierna
que tiene en esencia
el encanto de niña.
Hay una sonrisa
que guarda en los labios
la expresión más dulce...
toda venturanza.
Hay una sonrisa tan iluminada
que mi ser deslumbra,
es una sonrisa que con su ternura
devuelve a la vida toda la esperanza.
Hay una sonrisa que mi amor revive,
por la que mis sueños parecen reales.
Hay una sonrisa en que se dibuja
toda la hermosura del género humano.
Hay una sonrisa que vive en mi alma
que el dolor aleja en horas amargas.

Hay una sonrisa por la que yo vivo,


hay una sonrisa que yo quiero tanto,
hay una sonrisa...
por la que yo aguardo.
CUANDO A MI
LADO ESTÁS

Cuando a mi lado estás,


nada me falta,
eres aliento para seguir viviendo.

Cuando a mi lado estás,


mis pugnas olvido con el mundo,
tu cercanía calma mis ansias
de rebelión y de pendencia.

Cuando a mi lado estás,


hasta la muerte pierde trascendencia,
¿Para que anhelar su paz,
si la felicidad puedes brindarme?

Cuando a mi lado estás,


no existe el dolor ni el sufrimiento:
mi mayor dolor es añorarte.

Cuando a mi lado estás,


mis sentidos todo lo perciben bello,
y en tu ausencia
el mundo
no tiene fundamento.

Cuando a mi lado estás,


la insatisfacción no existe,
se olvida la razón de mis reparos,
sólo sueña el corazón en poseerte.

Cuando a mi lado estás,


todo es sereno,
eres la calma que domina
la tempestad de mis afectos.

Cuando a mi lado estás...


¡ Nada me falta !
TU TRISTEZA

Es tu tristeza la bruma
en que mi alma se refunde,
la penumbra que mi ánimo doblega,
la ocasión que mi corazón
desborda de ternura

De tus sentimientos
soy alerta centinela
que sufre al tenor de tus pesares;
diapasón que en armonía perfecta
resuena con tu alma:
eco soy de tus gozos y tus penas.

Feliz quiero tu espíritu,


ajeno al pesar y al sufrimiento.
Por ti me atrevo a padecer tus penas,
compensando con cariño tus desdichas
y sufriendo tus dolores
en mi carne.
SENTIMIENTO
ETERNO

No quiero prometerte
la dicha eterna
que ofrecen los amantes,
ilusión fugaz
que como el amor
se esfuma.

No quiero decirte
que la felicidad puedo brindarte,
- y por esa causa todo lo daría -
otra fue el alma
que escogió para ti
el destino inescrutable.

No quiero decirte
que te amo con ternura,
- imprudente confesión
que te sonroja-
quiero ofrecerte a cambio mi cariño,
amistad que con el tiempo crece;
mano extendida y generosa
que sin condición
por siempre se prodiga.
IMAGEN
DEL AMOR

Tienes cual las flores


la exquisita fragancia
que al mundo revela
tu esencia delicada.

Tienes de las noches


su seductor encanto.
Eres lucero fulgurante,
feminidad pletórica
de íntimos secretos.

Tienes del sol en su cenit


el resplandor que abrasa,
caricia cálida
que aviva las pasiones.

Tienes del tiempo en calma


la placidez que arrulla.
Eres vaporosa y tersa
cual los copos purismos
que viajan por el cielo.
Tienes de los niños la dulzura
que extasia de ternura,
y de los campos
la frescura que transpiran
tus años juveniles.

Tienes del cielo


lo angelical y límpido.
Eres la obra perfecta
que esculpió el amor
para colmar mis sueños.
TUS ROSAS
AMARILLAS

Nunca reparé en tu ser,


tantas veces a mi vista indiferente;
nunca imaginé tus pétalos al viento,
ni tus hojas cargadas de rocío,
ni tu flor entumecida al alba
y sedienta al sol del mediodía.

Sabía de la pasión
de tus flores encendidas
y el simbólico dolor de tus espinas.
Hoy sé que existen tus flores amarillas,
las que conmueven al ser
que anida en mis ensueños,
las que su corazón alegran,
las que me deparan
una mirada tierna,
las que la más bella sonrisa
me regalan,
por las que alcanzo a imaginar
una caricia.
Porque tú las prefieres,
yo las quiero,
rosas amarillas,
testigos,
cómplices de mis afectos,
símbolo de mi perenne sentimiento.
MARTHICA

Brilló a mis ojos tu ser


desde el primer instante,
y en tu encanto
mis sentidos se perdieron.

Y refulgió la dulzura en tu mirada


y doblegó mi corazón...
sin esperanzas.

Tomó entonces la placidez tu nombre


y tu imagen dominó mis sueños,
y mía creí esa onírica ilusión,
y el encendido rubí de tu sonrisa,
y el brillante azabache de tu pelo,
y la ternura que en tu ser irradia
el fino tejido de tu alma.

Embriagó tu existencia mi existencia,


y mis penumbras,
a tu luz desvanecieron,
y exhaló cada suspiro
un nombre amado:
Marthica,
constante evocación
de un dulce pensamiento.

¡Oh ilusión fugaz por la realidad estremecida!


¡Oh parpadear del amor,
que en un instante se graba para siempre!
¡Oh anhelo imposible,
que busca consuelo en tu mirada!
NOSTALGIA

¿Porqué es triste la vida,


si rebosa de alegría por tu presencia?

¿Porqué es triste la noche,


si eres de ella lucero que refulge?
¿Si de pasión se arroban los amantes?

¿Porque mis días parecen tristes,


si se iluminan con el sol de tu mirada?

¿Porqué a mis sueños la tristeza los invade,


si son la ilusión
para sentirte mía?

¿Porqué mis pensamientos


son presa de nostalgias,
si en ellos tu vives presente?

¿Porqué de la muerte
no temo su llegada?
¡Porque tu existencia
fue en mi vida una quimera!
En otro mundo...
seré al menos
el ángel que te guarde.
SOLEDAD
INSONDABLE

Venus que la dicha eres


de tantos corazones,
¿qué recóndito dolor lleva tu entraña?

¿Cómo tú, que la felicidad desbordas,


puedes albergar siquiera
un pensamiento triste?

¿Sufres la ausencia de un amor


-desconocido-
que a la vida devuelva su sentido?
¿Sientes la soledad que ningún
amor puede curarte?

¿Para ser feliz qué te hace falta?


No el amor que en exceso
de mi ser rebosa,
sólo el de aquél,
que soñado en tus suspiros
inflame tus sentidos y tu alma.
Si buscando tu ventura yo pudiera
los hilos al destino trastocarle,
a mi vida el tiempo devolviera
y para amarte
transformado regresara
a la imagen de tu príncipe soñado.
ANHELO
IMPOSIBLE

Si no puedes amarme,
no lo intentes.
¡De amar no somos libres!

Dejar de amarte,
tampoco yo podría,
aunque otro sea tu mundo...
tan ajeno al mío.

Al cielo por tu ventura pido,


mas me angustia
que con otro
la dicha te conceda.

La luz del día


tu ausencia me compensa,
pero el atardecer
me invade de nostalgia
y la noche me sume
entre tinieblas abismales.
Añoro espontánea tu presencia,
el mayor bien que el cielo me depare,
la inspiración por quien la vida es bella,
consuelo a mis tristezas y a mis males.

Cada momento en tu existencia pienso,


de tu recuerdo vivo
para no buscarte,
útil quiero ser a tu ser
mas nunca importunarte.
UNA TARDE DE
AÑORANZA

Una tarde fue


como cualquiera hubiese sido,
pero fue la más larga en tu presencia,
la más feliz,
- y qué breve -
que he vivido.

De pasión, no fue,
pero en éxtasis mi alma
sintió tu cercanía.
No sentí tu amor ni tus caricias,
tampoco estreché tu cuerpo
entre mis brazos,
no vislumbre siquiera una esperanza,
pero el aire rebosó
fragancias de bondad, de afecto
y de añoranza.
Comunión de un mutuo sentimiento,
comunión de almas
que cuentan su nostalgia,
comunión de miradas por la piedad
iluminadas,
sentimiento puro y trasparente.

Y se marchó la luz,
y en la penumbra
unos ojos preciosos se perdieron,
iluminaron la noche dos luceros,
la noche en que murió esa tarde.
La más feliz,
la más profunda,
la más larga
- y tan corta -
en tu presencia.
CARTAGENA
AUSENTE

De luceros pletórica
la noche ve avanzar
un idílico carruaje,
hiriendo a golpes el silencio
en trote acompasado.

Su paso revive la historia


atrapada en el fortín de piedra,
la nostalgia aviva
el poder seductor de los balcones,
y la fragancia de amor
de la estrechas calles.

Una silueta inconfundible


- claroscuro de la noche -
la mente guarda
de cúpulas, murallas y baluartes,
un recuerdo el corazón
del nostálgico murmullo de las olas,
mi lamento de amor
perdido en la distancia.

A la media luz de las velas,


en el fragor del plenilunio,
los argénteos rayos invitan al romance,
la mesa, de tus rosas adornada,
busco tus manos...
las encuentro ausentes.

Y la tibias arenas de la noche,


por el rumor del mar adormecidas,
mi planta solitaria sienten,
una sombra soy
en la inmensidad del mar,
que tu sombra busca inútilmente.
CARTAGENA
IDÍLICA

Conocía de ti la Cartagena heroica,


la épica, la histórica,
la amurallada de hispánicos cañones,
altiva y soberana.
La Cartagena erguida, indoblegable,
de fortines, de esclavos y de mártires.

Hoy he vuelto a ti
embriagado de un amor lejano,
de un amor ausente,
de un amor que respiro
entre sueños imposibles,
de una pasión
que alucina en tus rincones.
Que imagina a esa dulce mujer
asida de mi mano
bajo la luna llena;
de luceros y perlas adornada;
por la brisa arrullada
sobre mi pecho ardiente;
tierna y amorosa
en una cálida noche de romance,
de calles coloniales,
de coches, de balcones, y de flores;
de secretos balbucientes
perdidos entre el rumor lejano...
de las olas.

Cartagena, eres nostálgica,


idílica, poética.
INTIMIDAD

Deshojar tu intimidad anhelo


como el alba,
que a la noche arranca
sus cómplices secretos,
apartando los velos
que ocultan sus misterios.

Ansío tu desnudez,
silueta perfecta que imagino
bañada por los rayos de la luna,
pudorosa imagen
tímidamente emergida
de los entretelones de la noche,
silueta juvenil y recatada,
congelada por el pincel del tiempo.

Y tu alma anhelo conocer desprevenida


despojada de toda desconfianza,
desnuda y trasparente,
exquisita fuente de deseo,
refugio apacible de amor y de ternura.
AMO

Amo tus labios


que me hablan con dulzura,
alimentando mis sueños
de esperanzas.

Amo tu voz
que rompe los silencios
cargados de ausencia
y de nostalgia.

Amo tus ojos,


en que añora perderse
mirada.

Amo tu risa,
y esa sonrisa
que me da la vida.

Amo tus manos,


angelical contacto
que irradia la ternura.
Amo el pensamiento
que inspirará tu pluma
cuando mi alma
al infinito viaje.

Amo tu corazón y tu promesa


que dejará en mis manos,
-inertes-
tu rosa predilecta.

Amo tu cuerpo,
amo tu alma,
amo todo tu ser...
maravilloso.
SIEMPRE TE
VOY A AMAR

Siempre de te voy a amar,


porque siempre serás inalcanzable,
porque sólo en sueños
disfruto de tus labios,
porque sólo en mi delirio
te anidas en mis brazos.

¡Siempre te voy a amar!

Siempre te voy a amar,


porque nunca habrá convivencia
que rompa “nuestro idilio”,
porque no nos impondrá la vida
sus cargas agobiantes,
libres somos
- de celos extenuantes -
y leales.

¡Siempre te voy a amar!


Siempre te voy a amar,
porque sólo anhelo protegerte,
porque soy capaz de amar
sin demandar un pago,
porque no me ata más lazo
que el afecto,
que permite feliz el sacrificio.

¡Siempre te voy a amar!


TU AUSENCIA

Cuánto anhelo contarte mis pesares,


esos espectros que nacen
de tu ausencia;
fantasmales moradores de la noche,
alados, volátiles, rapaces,
que asaltan mi alma
volviéndola jirones

Cuánto anhelo decirte


que estoy triste,
que anhelo tu consuelo
y tu consejo tierno.

Cuánto anhelo refugiarme


en la paz de tus palabras;
cuánto contarte nuevamente
el diario acontecer de mi existencia.

Hoy que encuentro ausente


el brillo de tus ojos,
y el calor de tu ser
se ha disipado,
cuánto extraño
que seas mi confidente
para confesarte el secreto dolor
que el temor de perderte
me depara.
SOY

Vida soy
que a cambio de nada se subasta,
inútil bien que sueña en imposibles.

Llama soy de libertad ardiente


que no teme en cenizas transformarse,
sangre hirviente de un corazón
que anhela desangrarse:
defensor suicida de ideales.

Espíritu soy
que subyugan los placeres,
clamor que al hombre recrimina
su vocación de esclavo
que el goce desdeña de la vida.

Soy razón indómita


que a la existencia
no encuentra su sentido,
y sentimiento al que embriaga
lo bello de la vida.
Soy voluntad inquebrantable,
aleación de principios y razones,
corazón que el déspota subleva,
doblega el débil,
y embriaga la mujer
con su ternura.

Corcel soy en que el valor cabalga,


encontrando el riesgo apetecido,
alma atraída por la parca,
tempestad en la lucha,
tenacidad
que no se detiene ante el abismo.
DESPEDIDA

Cuando me marche,
mi alma tenderá
a la libertad sus alas
traspasando la puerta de la muerte;
y la última ilusión
exhalaré de la felicidad,
ese sueño imposible de la vida.

Cuando me marche,
derramará la lluvia su llanto
sobre mi cuerpo gélido,
me arropará la arcilla
que me dio la vida
y compañero seré
de las sombras de la noche.

Cuando me marche,
una rosa amarilla
añorará mi tumba,
un símbolo
en que mi amor siga latiendo.
Cuando me marche,
que nadie por mi muerte se conduela:
¡No advierto con tristeza su llegada!

Decid que desee la parca,


también quise la vida;
que siempre desafié la muerte
y finalmente me marché con ella.

Decid que padecí la vida,


aunque le arrebaté sus goces,
y esclavo fui que al mundo
cuestionó sus normas.

Cuando me marche...
tal vez el mundo
no notará mi ausencia.
AUSENCIA

Ansío la nada...
la negación...
la ausencia...

La obscuridad en que se pierda


mi sombra y mi existencia.

Anhelo mi pensamiento en blanco


y mi memoria
sin huella de recuerdos.
Que mi corazón se aquiete
y en mis venas la sangre se detenga.

Y más allá...
plácido mi espíritu
sumido en la nada inagotable.
ÍNDICE

Pág

Prólogo …………………..… 7
Tu sonrisa ............................ 9
Cuando a mi lado estás ....... 11
Tu tristeza ............................ 13
Sentimiento eterno .............. 14
Imagen del amor ................. 16
Tus rosas amarillas ............ 18
Marthica ............................. 20
Nostalgia ............................ 22
Soledad insondable ............ 24
Anhelo imposible ................ 26
Una tarde de añoranza …... 28
Cartagena ausente ............. 30
Cartagena idílica ................ 32
Intimidad ............................. 34
Amo ..................................... 35
Siempre te voy a amar ….. 37
Tu ausencia ......................... 39
Soy ...................................... 41
Despedida ........................... 43
Ausencia ............................. 45

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