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Existe una frase que dice que al fútbol se juega más con la cabeza que con los pies. El
fútbol en esencia, es un juego de continua toma de decisiones, los jugadores deben
tomar decisiones continuamente, buscar el compañero, pasar el balón o aguantarlo,
jugar en corto o en largo, dar un apoyo al compañero...etc. Dentro de las tomas
decisiones juegan un papel esencial los estados mentales, más allá de los aspectos
técnicos, tácticos y físicos, como decía Valdano, los equipos son un estado de ánimo,
tanto positivos como, especialmente negativos.
Actualmente la Real Sociedad pasa por una difícil época, en la que ha encadenado 4
derrotas consecutivas y en el que no se atisba ningún signo positivo para afrontar el
futuro con optimismo. Se ha llegado a esta situación por una serie de acontecimientos
negativos, que gota a gota, han ido colmando el vaso de la falta de confianza y de la
inseguridad de los futbolistas y ha provocado la aparición de la ansiedad y el
nerviosismo: ventajas desaprovechadas en los últimos minutos de partido, partidos que
se han perdido tras ir ganando, incapacidad para mantener un resultado favorable...
Todas las circunstancias con un mismo patrón: la incapacidad para hacer frente a la
adversidad y sobreponerse a las dificultades en los partidos. El problema principal es
que el equipo, mentalmente, se cae de los partidos, se va de los partidos ante la más
mínima adversidad; un gol en contra, una expulsión, un ambiente hostil, un arbitraje
adverso... Esto provoca que aparezca el nerviosismo y la ansiedad que atenaza a los
jugadores, dificulta y distorsiona la toma de decisiones, empiezan a aparecer las dudas y
los temores y éstos producen los errores en el pase, en el marcaje, la cabeza empieza a
funcionar, los pensamientos negativos aparecen; no vamos a ser capaces de sacar esto,
otro partido que se nos va a ir tras empezar ganando, siempre nos pasa lo mismo... La
dinámica de la autodestrucción psicológica empieza a funcionar y es difícil poder
pararla.
Y ahora llega la gran pregunta: ¿Se puede solucionar esto? Esta temporada y en diversos
ámbitos se ha cuestionado que el equipo podría necesitar de un psicólogo para fortalecer
el aspecto mental del equipo y ayudarles para hacer frente desde la fortaleza mental a
las adversidades en los partidos. La inclusión de la figura del psicólogo deportivo está
produciéndose cada vez más en el deporte y también está llegando al fútbol. En los caso
de dificultades deportivas suelen aparecer voces que se acuerdan del psicólogo en los
malos momentos deportivos, pero ¿en que podría ayudar un psicólogo deportivo? En
primer lugar, para que un psicólogo deportivo trabaje en un equipo debe contar con el
beneplácito del entrenador que es, en última instancia el máximo responsable del equipo
y el que mayor influencia psicológica tiene sobre sus jugadores mediante sus decisiones,
la relación que establece con ellos y la capacidad de liderazgo que transmita.