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Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


44 El acontecimiento Aramburu (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ACONTECIMIENTO ARMA SU 1962, Frondizi es arrestado en Olivos y lo tiran excesivamente a los militares: el 29 de mayo de
PROPIA TELEOLOGIA en Martín García. (Luego Frondizi hará de esto 1966, a pocos días del golpe, hay elecciones en
ería sencillo ceder a una tentación su punto de honor. Sólo tres presidentes –dirá– la Legislatura de Catamarca. Ya se sabe cómo

S frecuente: que la historia tiene un


sentido lineal, que de unos hechos
se siguen necesariamente otros, y
que, entre todos ellos, van
tramando un relato, una narración que los
ordena con un sentido finalista, necesario. A
esto se le llama teleología. Un estudio de los
estuvieron en Martín García: Yrigoyen, Perón y
él. Pero a él lo llevaron de mala manera. Como
un esbirro que había hecho mal los deberes.) El
país se queda sin presidente. Es un día que
muchos comparan con el de “la anarquía del
año ’20”. Los diarios de la tarde sacan titulares
catástrofe: ¿Quién gobierna? Lo cierto es que
funciona este país: cada resultado, grande o
pequeño, prefigura el futuro de modo
inapelable. Gana la Unión Justicialista con
27.156 sufragios. Horror. El general Pistarini,
jefe del Ejército, ya casi anuncia el golpe. Todos
lo saben, pero nadie lo sanciona. Pistarini,
tranquilo. No pueden sancionarlo: son hijos,
fines de la historia, de su finalidad. Nos sería entre las 5 de la mañana y las 5 de la tarde el lacayos suyos, han sido puestos ahí para que
sencillo armar una narración inmanente y país está sin presidente. Aquí se dan los dos eviten precisamente lo que ocurrió en
necesaria entre el fusilamiento de Valle y la surcos diferenciados del relato: 1) El Catamarca, el triunfo del justicialismo. Si no
muerte de Aramburu. Sería así: alejado Juan comandante del Ejército, general Raúl Poggi pueden, deben irse. El 3 de junio Illia declara
Perón del gobierno por el golpe oligárquico- (que le había pedido a Frondizi, de modo que su gobierno puede resistir cualquier golpe
militar, el pueblo peronista queda a la altisonante y hasta brutal, su renuncia), quiere de Estado. El del 28 de junio, no. Asume
intemperie, sometido a la represión del poder asumir la Presidencia. Es más: ya se sienta en el Onganía. Lo hace el día 29. Un mes después, el
gorila. Su primera rebelión importante es el sillón de Rivadavia; 2) El Ejército Gorila 29 de julio, interviene las universidades y se
golpe del 9 de junio de 1955. El golpe de Valle. encuentra a un nuevo civil obediente. Al cabo, produce “la noche de los bastones largos”. La
Este golpe es necesario resultado del golpe del si el Presidente se tiene que ir y hay un negra noche de la Universidad argentina. Pero,
’55, que expulsa a Perón del poder. Se realiza, presidente del Senado, lo totalmente ¡qué importa eso! Al día siguiente se inaugura la
también, porque el pueblo está desamparado y constitucional es que sea éste quien asuma la 100ª exposición, en Palermo, de la Sociedad
sometido a la represión. Porque el líder está Presidencia. El presidente del Senado es un Rural Argentina. A ver si está claro: al día
exiliado y el cadáver de Eva, desaparecido. hombre pequeño (en todo sentido), endeble, siguiente de la sangrienta intervención a las
Internamente estos hechos van provocando con lentes y una enorme capacidad de sumisión. universidades. Onganía llega al lugar en carroza.
otros, que se desprenden necesariamente de ellos. Sin embargo, algunos lo ven como el salvador Yo, lo juro, todavía lo veo: era la forma más
Valle se levanta contra el aramburato. Fracasa y de la democracia argentina. ¡Ya se estaba por perfecta de la injuria, de la burla. Una carroza
es fusilado. La Libertadora, exhibiendo su rostro sentar el ambicioso Poggi en el sillón real y, dentro de ella, el nuevo Uriburu, paladín
asesino, derrama sangre inocente: la de los presidencial y gracias a este civil honesto que es del anticomunismo, católico cavernícola, amigo
fusilados en José León Suárez. Esta sangre, Guido seguimos teniendo democracia! Muchos fervoroso de los Estados Unidos, gorila
desde este lugar, José León Suárez, pedirá no ser razonaban así. La clase media sobre todo, claro. ignorante, bruto y violento. La carroza dio toda
nunca negociada. No se bajarán nunca las La oligarquía habría querido colgar a Frondizi y una larga vuelta –un círculo perfecto– al predio
banderas por las que esa sangre se derramó. Esta luego bombardear la CGT y los barrios obreros de la Rural. En las tribunas, la oligarquía había
determinación se desprende necesariamente del en el mejor estilo junio ’55. Pero el Ejército despegado sus multimillonarios culos de las
crimen clandestino. Valle, en una carta a Gorila triunfa: quieren ser democráticos. Hay butacas, es decir: se había puesto de pie, y
Aramburu, le dice: asesino. Graba esa palabra en que tener claro que los norteamericanos aplaudía apasionadamente al nuevo salvador de
la frente de su verdugo, esa palabra lo señala, es acababan de hacer derrocar a las dictaduras del la patria y sus negocios. Algunos cagatintas de
una mancha imborrable que lo arroja a los ’50, todavía querían que se buscara una hoy son acaso demasiado jóvenes para haber
tiempos futuros como un marcado, como solución democrática. Era la temporalidad- vivido estas cosas, de aquí el súbito
alguien que carga sobre sí un crimen infame, un Kennedy. El relato, entonces, no se bifurca. enamoramiento que han experimentado por ese
crimen que reclama reparación. La derrota de Sigue su línea recta. Ya veremos hacia dónde. símbolo patrio que es la Sociedad Rural. Hacen
este primer intento armado peronista produce el Esa línea insiste en el siguiente esquema: bien: ahí, de ese lado, no se pierde nunca.
endurecimiento de los sectores obreros. El gobierno civil sin representatividad alguna pero Sabemos cómo sigue el relato: Onganía
régimen no es proclive al diálogo y se empecina con exclusión del peronismo. Empieza a consagra el país a la Virgen. De la Universidad
en no legalizar al peronismo. De este hecho se gobernar Guido. Lateralmente hay un hecho arrasada surgirá un estudiantado diferente. Un
deduce necesariamente que el peronismo deberá cuya enorme proyección futura ignoramos: se caso único. Onganía no llevó a fondo la
luchar por conseguir su legitimación, que se acusa al Movimiento Nacionalista Tacuara del limpieza de la Universidad. Curioso: creo que
expresará en la consigna que pide el regreso del secuestro y tortura de la joven judía Graciela hasta se olvidó de ella. Surgen las Cátedras
general Perón. La huelga del Frigorífico Narcisa Sirota, que tiene 19 años. Por otra Nacionales. El nacionalismo se une al
Lisandro de la Torre es la decisión de los parte, el 23 de agosto (1962) la Policía de proletariado peronista. Surge la cuestión
obreros de no integrarse al régimen salvo que se Guido y el Ejército Gorila detienen al dirigente nacional. El nacionalismo les es arrebatado a los
respete su identidad política. Se los reprime metalúrgico Felipe Vallese. Lo torturan hasta anticomunistas, ultracatólicos, racistas del
fuertemente. Frondizi ha llegado al gobierno matarlo. Se convierte en un símbolo de la tacuarismo y es asumido por el estudiantado de
con los votos peronistas, pero no puede Resistencia Peronista. El 29 de agosto de 1963, formación hegeliano-marxista. Por los lectores
gobernar para el peronismo y para los gorilas otro hecho, por ahora lateral: los muchachos de Sartre-Fanon. De Giap. Del Che. Surge la
(militares y civiles). Llegó al gobierno porque el nazis, antisemitas de “Tacuara”, asaltan el izquierda peronista. Que surge del estudiantado,
Ejército Gorila se lo permitió. El Maquiavelo Policlínico Bancario y se llevan 14 millones de de los estudiantes que entendieron la lección del
argentino creyó poder usar y burlar a todos. pesos. Uno de ellos, José Luis Nell. Cooke golpe de Onganía: “No somos una isla
Consecuencia necesaria: lo sacan a patadas los habrá de defenderlo. Su evolución política democrática. Estamos tan desvalidos, tan a la
propios militares. Porque Frondizi, por sus requerirá toda nuestra esforzada comprensión, a intemperie como los perseguidos obreros
compromisos con el peronismo, permite veces extenuante. El 12 de octubre de 1963 peronistas”. Algunos se preguntan (un poco
elecciones libres en las provincias. Consecuencia asume Illia. Ya conocemos el esquema: “Te retóricamente, conociendo la respuesta): ¿cuál
necesaria: gana el peronismo. Consecuencia ponemos ahí porque necesitamos la farsa es el sujeto de nuestro pensamiento
necesaria: los militares echan a Frondizi. Ellos lo democrática. Vas a conservar ese puesto revolucionario? ¿Cuál es la materia de la
pusieron ahí para cubrir la fachada democrática mientras no hagas nada que pueda llevar al revolución en la Argentina? ¿Con qué tiene que
del país sin que el peronismo fuera legalizado. peronismo a meterse en ‘nuestra’ democracia. trabajar la teoría revolucionaria? Con el pueblo
El proyecto del Ejército Gorila es: una No te la creas. Te pusimos y te sacamos cuando peronista. Con los obreros peronistas. Y si lo
democracia sin peronismo. Este proyecto es queremos”. El ministro de Economía de Illia quieren más claro: con los negros del
necesariamente imposible porque la mayoría de es... ¡Eugenio Blanco! El que fue ministro de peronismo. Hacia ahí hay que ir. Ahí hay que
los obreros y de los pobres del país son Hacienda de Aramburu. El que dijo: “Vuelve la trabajar. ¿A quién adhieren ellos? Es hora de
peronistas. La narración sigue su curso lógico, Argentina de nuestros padres y nuestros saberlo: nuestro sujeto revolucionario tiene un
su trama interna. Es una fuerza que va abuelos”. Con ellos fue a reunirse al año líder. Lo espera. Lo ve llegar en un avión negro.
encadenando racionalmente los hechos. Lo que siguiente: muere en 1964. Perón vuelve a la Es Perón, ese tipo que odiaban nuestros viejos
ocurre explica lo que ocurrirá y para entender lo Argentina. El 2 de diciembre de 1964 se frustra (se dicen los jóvenes revolucionarios, los
que por fin ocurrió hay que remitirse a lo que su propósito. Responsables: todos. El Ejército nacional-populares, los deslumbrados por la
antes había ocurrido, pues lo-que-ocurrió es su Gorila, el cancilller de Illia Zavala Ortiz (por cuestión nacional). Hay que trabajar ahí. Si hay
lógico y necesario resultado. Eliminado consiguiente: Illia, los radicales), los Estados una revolución en este país no puede desconocer
Frondizi, el Ejército Gorila intenta seguir Unidos y la dictadura brasileña. Aquí, el relato su materia prima. Entre tanto, unos jóvenes
cubriendo la fachada civil-democrática. Pero pudo haberse alterado seriamente. Supongamos: católicos, que no saben un pomo de marxismo,
hay un factor que el Ejército Gorila sustrae y Perón regresa al país, se instala provisoriamente que apenas si oyeron el nombre de Hegel, que
esta sustracción le impide democratizar el país, en la CGT y empieza a reorganizar el partido anduvieron con manoplas y cadenas, ex
ya que el Ejército Gorila persigue un imposible: peronista. Illia (al fin y al cabo, el “viejito tacuaristas ahora peronistas, ejecutan el
una democracia sin peronismo. Quiere bueno”) renuncia y convoca a nuevas elecciones acontecimiento desde el que se ordena todo este
extirparle el peronismo a la democracia, tarea verdaderamente democráticas. La Marina se relato. El acontecimiento que da unidad a todos
que pareciera no ser posible. No obstante, pone en pie de guerra pero el Ejército la frena y estos hechos. Que actúa como el punto exquisito
insiste. Hay un momento en que el relato advierte que es posible una pacificación en que todos se fusionan. En que todos
pareciera tener la autonomía, el azar, la profunda, honesta, con el peronismo. Este adquieren su máxima transparencia. Matan, en
imprevisión, de ceder a dos posibilidades. Si hay relato no sucedió. ¿Era necesario que no la localidad de Timote, a Pedro Eugenio
dos posibilidades se elimina el relato único, el sucediera o podría haber sucedido? ¿Hay algo Aramburu. ¿Asesinato, venganza, crimen,
devenir necesario de la historia. ¿Cuáles eran necesario en la historia? Todo sigue igual. Illia atentado o justicia popular? Todavía falta para
aquí las dos posibilidades? El 29 de marzo de gobierna hasta que unos resultados preocupan ajustar esta conceptualización que –como la
II
mayoría de las cosas que tratamos aquí– no del historicismo en el llamado siglo de la Historia: Nietzsche, se va bastante a los caños. Hay que
dejará contento a nadie. Pero este acontecimiento Nietzsche. En la Segunda consideración intempesti- leer, para comprenderlo, Nietzsche, la genealogía y
traza una línea: de Valle a Aramburu. La línea va (que habrá de ser el fundamento de la episteme la historia, un texto de 1971 que está en Microfísi-
que traza no es previa al acontecimiento. Es el histórica de Foucault) escribe sobre Hegel: “Tal ca del poder. Dice, ahí, Michel: “La historia será
acontecimiento el que traza desde sí, hacia atrás, concepción ha acostumbrado a los alemanes a ‘efectiva’ en la medida en que introduzca lo dis-
esa línea, inexistente antes de él. hablar del ‘proceso del mundo’ y a justificar su continuo en nuestro mismo ser (...) Socavará
propia época como la consecuencia ineludible del aquello sobre lo que se la quiere hacer descansar,
NO HAY NECESARIEDAD mismo (...). De este modo, para Hegel, la cima y y se encarnizará contra su pretendida continuidad
DIALECTICA ENTRE el punto final del proceso del mundo hallan su (...) Las fuerzas presentes en la historia no obde-
VALLE-ARAMBURU culminación en su propia existencia berlinesa (...); cen a un destino ni a una mecánica, sino al azar
No hay una dialéctica interna, necesaria, inma- ha implantado, en las generaciones acidificadas de la lucha. No se manifiestan como las formas
nente, de la historia que lleve de Valle a Arambu- por su filosofía, esa admiración por el ‘poder de la sucesivas de una intención primordial; no adop-
ru. No la hay porque la historia no es dialéctica, Historia’ que transforma prácticamente todo tan tampoco el aspecto de un resultado. Aparecen
lo que ocurre en ella no ocurre necesariamente. momento en pura admiración del éxito, condu- siempre en el conjunto aleatorio y singular del
Cuando sucede un hecho no se desprende, de él, ciendo así a la idolatría de los hechos” (Friedrich suceso” (Michel Foucault, Microfísica del poder,
otro que necesariamente lo sigue. La cadena dia- Nietzsche, Segunda consideración intempestiva, Ediciones de La Piqueta, Madrid, 1992, pp.
léctica que otorgaba unidad al sistema hegeliano Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2006, pp. 20/21. Cursivas nuestras). Bravo. No hay destino
entró en crisis. Hoy, en un mundo en que los 114/115). La idea de “progreso” (progreso dialécti- ni hay mecánica. Está el azar de la lucha. Las fuer-
desarrollos de la historia pululan, en que los polos co) fue constitutiva de la izquierda. Desde el zas no son resultado. Recordemos a Hegel: “El
de historicidad no dejan de surgir, en que el caos Manifiesto ya Marx había profetizado que la bur- resultado es el resultado más todo aquello de lo
es casi nuestra experiencia más cercana, en que el guesía generaría a su propio enterrador, el prole- que resulta” (cito de memoria). Y en lugar del
apocalipsis es más que una amenaza bíblica o la tariado. Esta misión poderosa llevó al genio del resultado, el suceso. Que es el “acontecimiento”. O
pesadilla de San Juan, es arduo sostener la certeza British Museum a visualizar en cada avance de la el “evento”. Este concepto nace en el Heidegger
hegeliana de un devenir racional de la historia. burguesía un avance de la Historia. Vaciló algo en de Identidad y diferencia. Lo retoma Foucault. Lo
Estas tesis –en los ochenta y aun en los noventa– sus años finales, pero levemente. El Epílogo de El continúa (como a tantas otras cosas de Michel)
fueron conocidas por medio de la exitosa moda capital que citamos es bastante tardío y ahí Marx Deleuze. Y cae en manos de Badiou, que titula
posmoderna. Pero vienen de lejos. Y de fuentes se muestra más dogmático que nunca en relación con él su extensísimo El ser y el acontecimiento.
más sólidas, más confiables. Los posmodernos, con el tema. Está bien, así vio la cuestión. Benja- Entre tanto, Sartre, en la Crítica de la razón dia-
sin duda, se inspiraron en ellas. Pero nosotros min –en sus Tesis sobre Filosofía de la Historia–
pensábamos estas cosas acerca de la dialéctica hablará del Angel de la Historia (del Angelus
mucho antes que ellos, porque habíamos trabaja- Novus) y le hará ver una cadena de ruinas ahí
do antes, o porque ellos vinieron después. Por donde Hegel y Marx veían un decurso racional,
ejemplo: “La dialéctica, desde la perspectiva teóri- necesario, inmanente, dialéctico. Luego dirá:
co-política de la periferia, lejos de ser una herra- “Nada ha corrompido tanto a los obreros alema-
mienta revolucionaria, ha sido una herramienta nes como la opinión de que están nadando con la
de colonización, en tanto siempre (ya sea en corriente”. Nosotros podríamos decir que poco
manos de Hegel o Marx) concibió a los territorios nos favoreció creer –como buenos dialécticos–
periféricos como un momento particular en el que el mundo marchaba necesariamente al socia-
proceso de universalización emprendido por las lismo. Hay centenares de frases en los más gran-
burguesías europeas. Y este proceso, para noso- des pensadores de la revolución que expresan la
tros: hispanoamericanos, se lo viera como se lo certeza de que la Historia es incontenible, que
viese, santificado por el monarquismo del viejo marcha hacia la resolución de sus injusticias,
Hegel o por el socialismo de Marx, fue reacciona- hacia la derrota del colonialismo, del capitalismo.
rio” (JPF, Filosofía y nación, estudios sobre el pensa- Tomemos la más poderosa por provenir de un
miento argentino, Legasa, Buenos Aires, 1982, p. poderoso pensador: “La descolonización está en
100. El texto, en verdad, es de 1975. Dije bien: camino; lo único que pueden intentar nuestros
1975. Pero no pude publicar el libro. Amorrurtu mercenarios es retrasar su realización” (Sartre en
tenía el propósito de hacerlo en 1976. Mal su Prólogo al libro de Fanon Los condenados de la
momento). Sé que este texto ha puesto fuera de sí Tierra). ¿A qué viene todo esto? Buscamos trans-
a ciertos fundamentalistas del marxismo o a des- parentar lo siguiente: entre la muerte de Valle y la
tacados socialdemócratas de los ochenta, ligados de Aramburu no hay necesariedad alguna, no hay
al alfonsinismo, y luego amigos de las institucio- desarrollo dialéctico de la Historia, no hay sentido
nes, la república y durante estos días apasionados interno, no hay nada anterior ni interior que lleve
militantes de la “nueva” Sociedad Rural, del forzosamente de una a la otra. En suma, no hay
“nuevo” agrarismo, de los “nuevos” terratenien- teleología. Creer que la Historia es teleológica es
tes, de la oratoria del señor Miguens o del colori- creer que marcha internamente determinada
do lumpenaje –que recoge el espíritu de Don hacia un fin. La palabra griega telos significa “fin”.
Segundo, la estirpe güiraldeana– de esos gauchos La teleología sería el estudio de la finalidad, el
combativos, puros y fértiles como la tierra, que estudio de los fines. Detectamos una concepción
son los líderes de la Federación Agraria. Pero la teleológica de la Historia siempre que se encuen-
dialéctica –al montarse sobre el desarrollo de la tra en ella algo que necesariamente se cumplirá.
racionalidad occidental– exigió el sometimiento La Idea en Hegel. La sociedad sin clases en Marx.
de todas las regiones donde ella entrara. Esto no El triunfo de la Ciencia en el positivismo. El
lo voy a discutir otra vez. Ya fue pensado en Filo- triunfo de la técnica, de la sociedad de mercado,
sofía y nación y ha sido desarrollado en las dilata- en el capitalismo. En Marx, en el marxismo o en
das páginas de La filosofía y el barro de la historia el socialismo, el concepto ha colapsado dramáti-
que saldrá en octubre. Me refiero a otra cosa. La camente. El proletariado –supuesto sucesor ani-
dialéctica –en Hegel y, por consiguiente en Marx, quilante de la burguesía– fue enterrado por ésta.
que lo siguió en este aspecto– introduce una line- El capitalismo se sucede a sí mismo. No hay dia-
alidad en la historia, un proceso necesario, un léctica, sólo un continuum, un discurso intermi-
decurso ininterrumpido, que expresa su racionali- nable del capital que, triunfante en la Guerra
dad. (Nota: No puedo detenerme mucho en esto. Fría, se lanza a un esquema de “guerras preventi-
Recomiendo leer el Epílogo de Marx a la segunda vas” desastrosas y cuasi apocalípticas.
edición de El capital, fechado en Londres en Siguiendo con lo nuestro: no hay una relación
1873. Está en la edición de Siglo XXI, en la p. 20 de desarrollo dialéctico entre Valle-Aramburu.
del tomo I, volumen I. Marx lo dice con todas las No hay necesariedad. La habría si la muerte de
letras: “En su forma mistificada, la dialéctica estu- Aramburu estuviera contenida en la de Valle, si
vo en boga en Alemania, porque parecía glorificar todo lo que ocurre a partir del hecho sanguinario
lo existente. En su figura racional es escándalo y de la Penitenciaría Nacional ocurriera necesaria-
abominación para la burguesía y sus portavoces mente hasta llegar a Timote. Así, la historia ten-
doctrinarios, porque en la intelección positiva de dría un sentido interno, una teleología. No hay
lo existente incluye también, al propio tiempo, la teleología. La historia es tan incierta como el
inteligencia de su negación, de su necesaria ruina; átomo de hidrógeno para Werner Heisenberg.
porque concibe toda forma desarrollada en el fluir No bien se establece que el átomo puede existir,
de su movimiento, y por tanto sin perder de vista por lo menos, en dos formas diferentes, se acaba-
su lado perecedero; porque nada la hace retroce- ron las certezas infalibles de la física nuclear. Hay
der y es, por esencia, crítica y revolucionaria”.) que aceptar el principio de incertidumbre. Hay que
Esta racionalidad implica que la dialéctica no incorporar a la Historia el principio de incertidum-
retrocede. Es el concepto de superación de los con- bre. ¿Alguien todavía puede negar esto? Pero la
tradictorios el que la hace avanzar. Las críticas incertidumbre no es el caos. En esto es que Fou-
empezaron a surgir por parte del gran enemigo cault, basándose en la Segunda intempestiva de

III
léctica, no ha tomado este concepto (Sartre, deli- llegamos al gobierno en elecciones democráti- destotaliza no bien acontece, pues de inmediato
berada, apasionadamente ignoró al Heidegger cas, pero nos vimos forzados a intervenir por la pasa a ser otra cosa. La que sigue al aconteci-
posterior a Ser y tiempo y nada hay que repro- ilegalidad democrática en que había incurrido miento. La cual vuelve a expresar la incertidum-
charle por eso) pero crea algo impensable para el gobierno que derrocamos. Somos, así, baluar- bre habitual de los hechos hasta que otro acon-
Hegel y Marx: una dialéctica de la libertad. No tes de la democracia, sus más puros defensores, tecimiento los convoca. La historia no se fija en
hay necesariedad alguna en la dialéctica sartrea- pues hemos hecho por ella algo que no habría- el acontecimiento. En él logra una inusitada
na. Hay un movimiento dialéctico que va de la mos querido hacer: dejar nuestras específicas condensación y traslucidez. Hay que atrapar eso
totalización a la destotalización y a la retotaliza- funciones militares, nuestro profesionalismo, y que el acontecimiento nos dice. Pero el aconteci-
ción. Aunque neguemos el sentido, finalista, derrocar a un gobierno legítimamente elegido miento no dice una cosa. Los significantes que el
teleológico de la dialéctica, la categoría de totali- que se había ilegitimado en el ejercicio del acontecimiento arroja son infinitos. ¿Cuál es el
dad no será dejada de lado. Al unirla a la de poder. Una feroz dictadura sólo comparable significado definitivo del significante
acontecimiento es que nos diferenciaremos de con los fascismos europeos. De modo que si Aramburu? No hay uno, son infinitos. Entra-
las discontinuidades foucaultianas, demasiado algunos mandos se sublevan en defensa de ese mos en el terreno de la hermenéutica. Ella, en
semejantes a las tempestades dionisíacas de orden antidemocrático, ilegítimo, repudiado tanto disciplina de la interpretación, será el espa-
Nietzsche. Ahora, creo, podremos definir qué por la ciudadanía católica y culta de este país, cio en que se juegue la verdad del significante
entendemos por acontecimiento Aramburu. por sus estudiantes y sus Fuerzas Armadas, les Aramburu. Pero la verdad es hija del poder. En
haremos sentir el peso de la ley. Nosotros resumen, y acaso instrumentando una termino-
EL ACONTECIMIENTO somos la Justicia. Somos la Revolución de la logía que a algunos les sonará sartreana, hay un
ARAMBURU, ¿ASESINATO O Libertad. Les aplicaremos la justicia que mere- en-sí y un para-sí del acontecimiento. El en-sí son
AJUSTICIAMIENTO? cen sus enemigos. De este modo, para Arambu- todos los hechos que el acontecimiento, desde
La muerte de Aramburu fue un aconteci- ru, matar a Valle fue justo, fue un acto de justi- sí, constituye hacia atrás como su propia teleo-
miento en la historia argentina. Un aconteci- cia revolucionaria. También, si se quiere, un logía, que no podría existir previa al aconteci-
miento o un suceso no está fuera de la historia, acto de justicia democrática y republicana, pues miento. Ya que es él, insistimos, el que la ins-
pero produce en él una condensación de senti- fue en defensa de esos valores que esas vidas se taura al acontecimentalizarse. Esos hechos, que
do. Si Foucault, para eludir la Metafísica de lo segaron. La de Valle y sus secuaces. Para los recién ahora forman una cadena de datos, son el
Uno caía en una Metafísica de lo Múltiple, el Montoneros, matar a Aramburu fue un acto de en-sí, la materialidad del acontecimiento. El
acontecimiento produce una Acumulación de lo justicia popular. Ellos expresaban el sentir del para-sí es más complejo. El acontecimiento no
Múltiple. No es previo a nada. Puede ocurrir/ pueblo. El pueblo odiaba a Aramburu porque toma conciencia de sí por sí mismo, a partir de
Puede no ocurrir. No es necesario que ocurra. había derrocado a Perón, escamoteado el cadá- sí o desde sí. ¿Dónde toma conciencia de sí el
No responde a ninguna necesariedad, a ningu- ver de Eva y fusilado a Valle y sus compañeros. acontecimiento? Afuera de sí. En las infinitas
na teleología de la Historia. Pero una vez que Había, también, impulsado el decreto 4161. interpretaciones que de él se realizan. Esto es
ocurre funda una teleología, pero hacia atrás. Es Ahí, ya había firmado su sentencia de muerte. relativamente sencillo. ¿Cuántas interpretacio-
el “acontecimiento Aramburu” el que nos per- La cuestión es: Aramburu dice representar a la nes del acontecimiento Aramburu hay en
mite trazar, partiendo de él, la sucesión de democracia. Los Montoneros dicen representar juego? Muchas. Tantas, como fuerzas políticas
hechos que tuvieron que ocurrir para que ese al pueblo. ¿Es así? Si es así, ambos han cometi- diferenciadas existen. Esas, digamos, lecturas
acontecimiento se produjera. El acontecimiento do –eliminando cada uno la vida de su corres- del acontecimiento son su para-sí. El aconteci-
crea su propia teleología. Elimina, desde sí, la pondiente condenado– un acto de justicia. Si miento trama fuera de él su conciencia de sí. Él
visión azarosa de la Historia. Todos los hechos no es así, han cometido un asesinato. Sin no puede elaborarla. El acontecimiento no
que –desde él– ahora se ordenan no se habrían embargo, conjeturo, aunque la cuestión está piensa, es pensado. No interpreta, es interpreta-
ordenado si el acontecimiento no hubiera esta- certeramente planteada, no agota en modo do. No hay jamás una interpretación definitiva.
llado. No podemos decir: “La muerte de Aram- alguno la densidad del problema. Aclaremos, en Es decir, el acontecimiento está siempre en estado
buru estaba en la lógica de los hechos”. Porque principio, algo, sólo una punta de la cuestión, de interpretación. Su en-sí queda trazado no
no hay lógica de los hechos. La historia es una punta, creo, muy sugerente (por ahora): bien acontece: sabemos, desde él, los hechos
incertidumbre. Pero una vez producido el acon- tanto Valle como Aramburu perdieron sus que han llevado hasta él. Jamás sabremos dónde
tecimiento podemos leer –hacia atrás– todo lo vidas, no bajo gobiernos democráticos, sino habrá de detenerse la tarea hermenéutica. Hay y
que contribuyó a producirlo y todo lo que no. bajo durísimas dictaduras. Valle, bajo la dicta- habrá muchas interpretaciones del “arambura-
Por ejemplo: el estreno de la película Ben Hur, dura de Aramburu. Aramburu, bajo la dictadu- zo”, es decir, del significante Aramburu o de,
en la década del sesenta, poco habrá contribui- ra de Onganía. A Valle lo mata el jefe de la dic- más exactamente, el acontecimiento Aramburu.
do a la muerte de Aramburu. El acontecimiento tadura. A Aramburu, no. No lo mata Onganía. Nos vamos a pasar la vida discutiendo si fue un
Aramburu la deja de lado. La candidatura de Lo mata un grupo civil, un grupo de jóvenes asesinato, un atentado, un crimen, un fusila-
Horacio Thedy en no-recuerdo-qué-elecciones que se oponen a esa dictadura en la que ven una miento o una venganza. Esto no se detiene
tampoco. El programa Tropicana Club, con continuación, una heredera de la suya. Lo nunca. En esas controversias el acontecimiento
Marty Cosens, María Concepción César y matan, también, porque creen que Aramburu es es pensado. En ellas adquiere, contradictoria-
Chico Novarro, tampoco. La aparición consa- la pieza esencial para que la dictadura de Onga- mente, conciencia de sí. Sólo que esta concien-
gratoria de la novela Sobre héroes y tumbas de nía pueda lograr una salida digna, democrática cia de sí, como el para-sí sartreano, es diaspórica.
Ernesto Sabato, casi imposible. La serie televisi- pero controlada por el poder “gorila” de siem- Nunca es una. Nunca un acontecimiento reposa
va del Canal 7 Patrulla de caminos, en que el pre. Una perversa continuidad, en suma. Hay en la mismidad de una sola interpretación.
fornido actor Broderick Crawford decía la céle- semejanzas. Y hay diferencias. Nada es reflejo Nunca atraparemos su verdad definitiva. Sería
bre frase “20.50 llamando a Jefatura”, menos. de nada. Todo acontecimiento tiene su propia hacer de él una cosa. El acontecimiento sigue
Pero hay muchos, muchísimos hechos que, leí- densidad. Está sobredeterminado. Y ni uno solo vivo en la medida en que aún no se ha instalado
dos desde el acontecimiento Aramburu, se orde- de sus elementos puede no ser puesto en juego una verdad sobre él. Nietzsche dijo: no hay
nan, tienen un sentido teleológico y nos entre- si queremos lograr su total traslucidez. Si quere- hechos, hay interpretaciones. Más aún del aconte-
gan a la tentación de leer “en los hechos” todo mos totalizar sin haber dejado nada de lado, cimiento, que lleva en sí múltiples caminos que
lo que llevaba “inexorablemente” a ese hecho. nada en el camino. Una totalidad contiene en sí han confluido hacia él. Lo que puede establecer,
Pero no: es al revés. Es ese hecho el que nos todos los elementos que la constituyen, se rela- por sobre las otras, una interpretación es la fuer-
lleva, desde sí, a descifrar, en retroceso (en eso ciona con cada uno de ellos por mediación de za. Es la fuerza que tiene el poder. Foucault ana-
que Sartre llamaría una metodología “regresi- las partes y las partes se relacionan con la totali- lizó bien la relación entre verdad y poder. La
va”), todo lo que tuvo que ocurrir para que dad y con las partes a la vez, por su mediación. vamos a exasperar un poco: La verdad es una cre-
Aramburu muriera. A su vez, el acontecimiento Cada relación que se establece implica también ación del poder. La “verdad” no existe. Lo que
Aramburu abre una temporalidad de persisten- una relación mediada por todos los otros ele- existe es la verdad del poder. Tener poder es obligar
cias. No se agota, no muere en sí mismo. Se mentos de la totalidad. Como se sabe: la totali- a los otros a aceptar mi verdad como la verdad de
prolonga. En resumen: el acontecimiento crea dad no se reduce a la suma de sus partes sino todos. Si en este país la verdad del diario La
una teleología hacia atrás y una persistencia que es siempre más que la mera suma de ellas. Nación tal como –veremos– la expresa José Clau-
hacia adelante. La totalidad es el acontecimiento, pero lo es en la dio Escribano se impusiera por sobre todas las
Nuestra cuestión es ahora candente. Sería forma del acontecer y no bien el acontecimiento demás tal como los intereses de ese sector se
más sencillo para nosotros pasar esta cuestión se acontecimentaliza empieza su destotalización. impusieron a partir de 1976, la verdad del acon-
por encima, pero hay que ir a fondo. La incó- Esta palabra –évenementialization– es de cuño tecimiento Aramburu sería: fue un asesinato y sus
moda pregunta que exigirá una sólida (o lo más foucaultiano y es Deleuze quien más la desarro- ejecutores fueron vulgares delincuentes, vulgares
sólida posible) respuesta es: ¿La muerte de lla. Pero si bien yo la utilizo para quebrar, para asesinos. Entre 1976-1983 ésta fue la verdad. La
Aramburu fue un asesinato o un ajusticiamiento? efectuar la ruptura de toda linealidad histórica, lucha por la verdad es la lucha por el poder. Aquí
Que fue una venganza es tan obvio que casi no de toda necesariedad, de toda esa hojarasca que es donde llegamos a la importancia de los medios
lo trataremos. Cualquiera advierte que se trata les fija a los hechos un devenir inexorable, de de comunicación. La acumulación de medios es
de una venganza: Aramburu por Valle. Pero toda constancia, de todo sentido que se exprese la acumualción de poder para imponer verdades.
aquí está en juego el tema de la justicia. Para internamente a los hechos, no acepto en absolu- El que tiene más poder comunicacional tiene más
Aramburu fusilar a Valle fue un acto de justicia. to los ataques a la antropología que Foucault- poder para imponer o crear verdades. Tenemos,
Un acto de un gobierno revolucionario que Deleuze –sin poder escapar del posestructuralis- pues, que ir de a poco. Vamos a dejar –en princi-
PROXIMO
debía matar a los sediciosos que lo agredieran, mo– llevan a cabo. La historia, aun en la moda- pio– que sean los mismos Montoneros quienes
DOMINGO que desconocieran su autoridad. Su legitimidad lidad de la incertidumbre y precisamente por nos cuenten cómo mataron al fusilador de Valle.
estaba dada por la ilegitimidad democrática del eso, está hecha por el ente antropológico, por
El acontecimiento gobierno al que la Libertadora había derrocado. los sujetos, en fin, por los hombres. Y el aconte- Colaboración especial:
Aramburu (III) Nosotros, dirían y dijeron los “libertadores”, no cimiento, aconteciendo, se impone a todos. Se Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 21 de septiembre de 2008

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