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Esteban Moore
Papeltinta ediciones, Buenos Aires, 2003.
Esteban Moore comienza su libro con una cita de Octavio Paz: " Cómo olvidar que lo
sabemos / Tiempo que entreabre los párpados / Y se deja mirar y nos mira". Desde
este epígrafe hasta el final del libro, todo es un entreabrir tiempos, y hablo de
tiempos imaginados y de los que no se pueden definir históricamente, como si el
poeta pudiera ver remotas eras pero también pienso en los tiempos del juego verbal,
en la flexibilidad conque va y vuelve manejando esas dos instancias y haciendo el
recorrido de este libro. Luego: " Tiempo que se deja mirar y nos mira ". Moore puede
mirar el tiempo, puede alterar el orden y detenerse a mirar. Momentos que " se
dejan " observar por la mirada del poeta que no puede "olvidar lo que sabe " y eso
genera ese "entreabrir de párpados" para que se revele el recuerdo, aunque este
franquear la imagen sea fragmentario ya que no entrará en los ojos completa y
abruptamente sino por el resquicio que dejan los párpados entreabiertos, vale decir,
que la evocación es percibida permaneciendo en un estado meditativo, que a la
manera budista deja una suave contemplación de la realidad impermanente con
ojos a medio cerrar para que la mente haga su trayecto.
El fondo de la obra es aclarar la idea de " lo mínimo ". este mensurar es un
contraponer, un desacomodar las medidas de las cosas, un jugar entre la idea de
grandeza y la idea de exigüidad. Moore encuentra que esa grandeza global, ese
mundo central y extendido del siglo XXI puede ser alterado tomando conciencia de
lo minúsculo y uno y otro concepto construyendo una alternancia que vulnere los
parámetros actuales de magnitud impuestos por el mundo (shoppings, macros, etc.)
mundo interconectado, mundo interactuando, enormidad nimia en la que el hombre
queda con su espacio coloquial desdibujado.
El primer tramo del libro es un constante escenario natural que hace de la
Patagonia un " lugar morada " en el que Moore decide sostener su voz. Poemas en
prosa en los que deliberadamente incorpora lo terrestre y lo celeste como fenómeno.
Mínima naturae es la propia estructura de los poemas que se suceden breves con
cuidadoso tono que respeta una atmósfera por momentos irreal. En medio de la
amplitud de lo desértico el poeta reflexiona haciendo una permanente metáfora
metafísica, en el espacio franco, extendido hasta la exasperación el que deja al
hombre fuera de su centro. Este hombre que vive el siglo XXI también fuera de su
centro, en el lugar que le permiten los " no lugares " inventados para ser
identificados, construidos para perderse entre la gente.
Moore va describiendo esta parte de la tierra argentina insistiendo y atestiguando
que su grandeza es un dominio universal a los ojos para poder tomarla hace suyos
como puntos de apoyo lo doméstico a mano: accidentes geográficos (planos,
pantanos, canales, ríos, torrentes, altas cumbres, glaciares); momentos climáticos ("
la onda de aire cálido ") o " el viento que sopla desde el desierto cristalino " elementos
( piedra de metal, canto rodado, guijarros, rocas, ceniza calcinada, esponja
magmática). Recurre a imágenes que transmiten un efecto fortalecido en contrarios,
tanto lo denso como lo etéreo, lo fluido como lo inamovible, lo alto como lo bajo, lo
opaco como lo lumínico, lo ardiente como lo helado, comparten la descripción. Lo
natural con lo cotidiano va narrando un lugar entre fantástico y conocido, los
poemas tienen una impronta fotográfica y un estado que fluctúa entre la creación
del mundo o su hecatombe última " el viento que sopla desde el desierto cristalino tan
blando como un terso cielo -anunciará del universo, infinitas desconocidas geometrías
/ el más pequeño de los detalles / los dominios de una agregada luminosidad " o " los
galaciares en la lejana patagonia impulsan / el tamaño -de su acumulado volumen /
-recreando bajo la magnitud de sus formas / -una música de aguas ".
La estructura de esta primera parte de la obra está trabajada como una unidad con
la Data que agrega luego del poema número 35, la que supone en cierto modo un
cuaderno de bitácora para el lector. En dicha anotación nos informa que cada título
responde a un verso de otro poeta, es así como trae a referencia nombres que vale la
pena citar y que sería conveniente transcribir en su totalidad. Citaremos sólo
algunos: poema N° 8 " In the main of light " " En lo principal de la luz " William
Shakespeare -Sonnet 60. Histories and Poems; poema N° 17 " Ciego discurso
humano ", Luis de Góngora, Soneto CLVIII; o el N° 25 " catch the roar of eternity " o "
atrapa el rugido de la eternidad " -Jack Kerouac. Poems of the Buddhas of Old.
Lecturas diversas que acompañan al autor y lo pluralizan, lo extienden, voces que
se suman a su voz, textos que soplan en la poesía de Moore y la disparan y la
connotan.
Lo que sigue del libros es Hoja de Ruta y luego un aparte denominado Versiones en
el que incluye traducciones de su autoría, no olvidemos que Moore ha desarrollado
esta labor desde hace tiempo con sólida dedicación y profesionalismo. Pero volviendo
a Hoja de Ruta, tengo la necesidad de significar el estilo innovadoramente coloquial
que hace de los poemas un trayecto incidental y del lenguaje un espacio que genera
otro espacio de puntuación escritural. Valiéndose de barras y guiones, Moore va
dejando lugares que bien podrían ser reflexiones, aclaraciones, mutismos o el tratar
de acordarse mientras va escribiendo el poema:
sólo buscaba
dice --la música de la cifra------------“lo demás me pareció
irrelevante”: de " El viejo Bill explica un poema".
Asimismo podría tratarse de señales de esta Hoja de Ruta que deja libradas al lector,
lo cierto que el poema -tal como ha sido transcripto es como una figura en el libro-
deja explicarse no en la voz del viejo Bill sino en el sitio en que el pensamiento
encuentra un espacio abierto respirable. Experimentación que fragmenta, como son
fragmentarios los recuerdos. Y lo dice en " El tiempo labra las ruinas de la memoria":
" Dark, you will entyer the darkness that expects you,
Doomed to the limits of your traveled time.
Know that in some sense you by now are dead "
Escritora argentina (Rosario). Desde 2000 coordina el Taller de Poesía "Poetas de la Terraza" en la
Sala "Manuel J. De Lavardén", dependiente de la Subsecretaría de Cultura del Gobierno de la
Provincia de Santa Fe, así como también las ediciones de antologías: 2000, 2001 y Revistalleres:
"Perfiles" (2002), "El cuerpo como territorio poético" (2003), "El río, esa metáfora" (2004) y "La poesía
en el cine" (2005). Obtuvo el Gran Premio de la Asociación Argentina de Escritores de Mendoza.
Coordinó el suplemento cultural del diario La Capital (Rosario, 1984-89) y es colaboradora de la
revista Poesía de Rosario. Participó, en colaboración con el actor rosarino Héctor Barreiros, en textos
para la puesta La vuelta mundo en ochenta Julios, en homenaje a Julio Cortázar. Ha participado en
eventos como el Festival Internacional de Poesía, los ciclos ciudadanos "La Poesía en los Bares", "Por
orden alfabético" y otros de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, y el Congreso
Internacional de la Lengua (Rosario, 2005). Textos suyos aparecen en las antologías Cuadernos de
Cultura de la Municipalidad de Rosario (1980), Ediciones Culturales Santafesinas (Concurso Fundación
Arcien, 1993), Cuaderno de reseña del Primer Festival de Poesía (Sade Rosario, 1993), Café con letras
(Municipalidad de Rosario, 1997) y Retrato de poetas, así como el CD Voces de poetas (Ediciones
Poesía de Rosario). También ha publicado en revistas como la desaparecida Rosario Cultura, y en el
diario La Prensa de Buenos Aires.