Вы находитесь на странице: 1из 5

Maya

(Mostrado en sueños, por la gracia de los Dioses, una noche de verano)

Una familia aparece en la Ciudad de Piedra: una dama acompañada por dos
jóvenes. Ellos sólo aparentan su edad, el tiempo para ellos pasa de un
modo distinto del nuestro.

El nombre de la dama es Zaida, ella es tía y Maestra de los jóvenes, su


apariencia es de gran solemnidad; ella tiene los cabellos cortos y del color
de las cenizas y en sus negros ojos se puede ver una gran sabiduría, reflejo
del conocimiento adquirido por centurias.

El nombre del joven es Eduardo, el aparenta tener unos 21 años y al


observarlo se puede apreciar fortaleza contenida, gran poder y grandeza de
espíritu.

La más joven del grupo es Alejandra que parece tener sólo 17 años, ella es
una muchacha de aspecto gentil y risueño, que lleva en su interior la fuerza
indomable del fuego, un poder que todavía no aprendió a controlar.

Ellos están en el portal del impresionante y oscuro castillo de piedra,


cerrado a cualquier visita durante mucho tiempo. El castillo está siendo
restaurado y el trabajo aún continúa en la noche, los trabajadores no se
percatan del bullicio de los jóvenes que realizan una fiesta popular en la
calle.

Nadie nota la presencia de los recién llegados y del mismo modo, ellos
parecen no percibir ni los trabajadores ni la fiesta, ellos están atentos a algo
que esperan llegará del claro cielo nocturno.

Volando de lejos un enorme ave negra con pico de muchos colores se


aproxima a ellos y al momento de posarse sobre las piedras del suelo se
transforma en una joven mujer, de cerca de 23 años, de cabellos largos y de
graciosa figura que más que caminar parece flotar, y, sin embargo, lo que
más llama la atención en ella es la tristeza de su mirada; su nombre es
Maya y es la persona que esperaban. Oscurece, los cuatro entran al
castillo. Ahora están en casa.

…………..

En una amplia y limpia sala completamente de piedra, con altas puertas de


madera y una alfombra roja que casi cubre la totalidad del suelo, hay
cuatro tronos de dorada madera que esperan por la familia, habrá una
importante reunión.

Llegado el momento, la Maestra Zaida está sentada en el trono del norte,


Eduardo en el del este, Alejandra en el del oeste, el trono del surestá vacío,
Maya está atrasada… ella ha estado mostrando una actitud muy extraña los
últimos tiempos, un comportamiento que no es compatible con su grado de
instrucción ni con lo que se espera de ella. La Maestra Zaida está perdiendo
la paciencia.
Caminando lentamente Maya entra en la sala atravesando la puerta que se
encuentra a la derecha de la Maestra Zaida. Alejandra la recibe con una
tierna sonrisa, Maya sólo mira hacia ella y observa que está sentada cerca
de una puerta que lleva hacia el primer patio y luego a la calle… es
prohibido salir del castillo… y para sorpresa de todos los presentes, Maya se
dirige directamente hacia afuera.

La Maestra Zaida la llama, los primos están sorprendidos y asustados, la


Maestra Zaida la llama una vez más, levantando la voz… pero es como si
Maya no la pudiese oír… cualquier persona que hubiese oído aquella
imperiosa llamada acudiría inmediatamente, pero para Maya nada importa,
es casi como si nada pudiese sentir, ella sólo se mueve inexorablemente
atraía por una fuerza que guía sus pasos, ella ni siquiera está pensando.

Maya llega a la calle frente al castillo y allá la fiesta continúa, la música es


buena y sin darse cuenta comienza a moverse distraídamente,
divirtiéndose. Un joven –Brendan- se da la vuelta y la mira con sus ojos
brillantes, lleno de felicidad y se acerca a ella lentamente, como si estuviera
danzando, y le dice:

– Tengo la fórmula perfecta para un perfecto azul para el cabello.


– Azul? –pregunta Maya- pero es que no ves que mi cabello es lila?

Ya era de noche y bajo la luz de los astros él no pudo ver que su cabello en
verdades rojo, y si lo notó, no le importó. Otros dos jóvenes se habían
acercado a ellos y los tres comenzaron a reír.

Brendan la invita a ir con ellos a una fiesta. Maya se deja llevar y al


acercarse al animado grupo, pudo ver algunos hombres –y no solamente
jóvenes- saliendo de una vagoneta negra con los cabellos teñidos de azul,
un perfecto azul.

Aunque la fiesta en la calle duraría muchas horas más, Maya se


alejasentada en la parte trasera de una camioneta roja, junto con otras dos
muchachas. Maya no sabe para donde van, pero ellas sí, y la verdad las
jóvenes no se muestran muy entusiasmadas, esas fiestas les son algo tan
rutinario que incluso lesparecen aburridas. Aquellas jóvenes son las novias
de los amigos de Brendan que ahora conduce la camioneta y sus dos
amigos están con él, muy felices y sonrientes.

Los jóvenes dejan la fiesta, van por las calles pedregosas, pasando entre
casas y edificios de piedra. En una esquina Maya ve una mujer con su hija,
la niña tiene cerca de 7 años y apuntando a Maya con un dedo dice a su
madre:

– Quiero ser como ella.


– Si quieres ser como ella, sólo tienes que serlo. Responde la madre de
un modo natural.
Madre e hija quedan frente la una a la otra, tomadas de las manos, la niña
intenta transformarse en un ave! Un ave blanca, como un cisne, para ser
como Maya.

Los jóvenes en la camioneta van a la casa de Brendan, una de las


muchachas le dice a Maya:

– No sabes que ésta es la fiesta de despedida de Brendan? Él viaja


mañana.

………………..

Maya deja la casa de piedra, realmente ella se convirtió en un ave de blanco


plumaje de modo tan natural que el hecho de tener conciencia de ello no la
sorprende. Ahora ella entiende por qué aquella niña que quería ser como
ella, intentó transformarse en un ave, aquella niña consiguió ver a través de
su piel la esencia de su verdad y ella recuerda eso remotamente al salir
volando por la ventana.

Mientras tanto, la Maestra Zaida parece estar hablando con el frontis del
castillo... en aquel frontis hay esculturas de dioses extraños y parado en la
parte más alta está unenorme ave negra. La Maestra está disculpándose
con él, algo como aquello nunca había ocurrido. El ave escucha
pacientemente, él no está enojado, sólo pensativo. La Maestra le asegura
que ella encontrará a Maya y la castigará… el ave es un tipo de dios.

La parte trasera del frontis está siendo refaccionada y Alejandra está


escuchando atentamente la conversación. Cuando la Maestra se retira,
Alejandra desciende y pasa por entre los trabajadores de aspecto egipcio, su
intención es advertir a Maya.

La Maestra Zaida envía a Eduardo a buscar a Maya. El joven adquiere


entonces la apariencia de un anciano y vistiendoun traje azul marino se
aleja montado en una bicicleta. Después de mucho buscar y habiendo
pasado por desiertos, llega a un paisaje remoto con mucha arena y pocas
palmeras donde ve una mujer vieja y sabia que vende frutas exóticas,
justamente frente a una casa de piedra. Eduardo pregunta a la mujer si
sabe dónde está Maya, con una sonrisa tierna la anciana le dice:

– Maya está quedándose en el apartamento de su hermano Harold,


exactamente en esta casa.

Eduardo ve algunas flores, pequeñas rosas amarillas y anaranjadas , con un


choclo al final del tallo. Él quiere comprar una flor amarilla para Maya, pero
pensando que ella debe tener hambre, decide comprar una flor con un
choclo más grande… mientras Eduardo busca una flor con aquella
característica, Maya sale volando una vez más… la anciana sonríe y
Eduardo queda mirando para el cielo en la dirección que Maya siguió. Un
momento después recibe la orden telepática de la Maestra Zaida de volver
a casa porque Maya ya se encuentra allí.

……………….
Es de noche, con el cielo azul claro pero extrañamente sin luna ni estrellas,
la familia, Maestra y discípulos, están en el patio central del castillo y va a
dar comienzo una ceremonia muy importante.

La Maestra Zaida está sentada en su trono colocado directamente bajo el


cielo. Los jóvenes, vistiendo sus blancas ropas ceremoniales, también se
disponen bajo el cielo y comienza una danza espiral, siguiendo una música
especial… música de CDs que Maya tomó prestados de Brendan.

Eduardo y Alejandra siguen los pasos ceremoniales… Maya, no. Ella


escucha una música especial que se combina con la música del CD y danza
con ella… para un observador de fuera, ella parece estar danzando con el
grupo, pero sus pasos no son los ceremoniales, por lo menos, no los
esperados.

Finalmente Eduardo y Alejandra paran de danzar y se apartan, ellos no


consiguen dejar de ver, estupefactos una vez más, los actos de su prima.

Maya todavía escucha aquella música especial y continúa danzando,


girando. Sus movimientos son como los de la Tierra, parada en la punta de
los pies mirando arriba y los brazos extendidos al cielo.

Alejandra está preocupada por ella y en un fuerte susurro de advertencia le


dice:

– Qué estás haciendo?!

La Maestra Zaida está más que sorprendida, atónita. Se levanta


lentamente, pues ella conoce aquella danza, ella ya la vio con anterioridad
pero no esperaba que Maya la ejecutase porque su instrucción no llegó a
ese grado, no es su tiempo, aún no.

El gran ave negra es el espectador principal, la ceremonia es para él.

Mientras va girando, Maya a veces puede ver una esfera de luz en el cielo,
blanca, muy brillante. En su última rotación ella ve aquella esfera y el
frontis del castillo, como una catedral de piedra… y entonces cae,
lentamente, no desmayada, sólo sintiéndose débil.

La familia y el gran ave se acercan a ella, pero no la tocan.

Lentamente Maya se levanta, hasta quedar a la altura del rostro del ave que
está contento; la familia está sorprendida de que el ave acepte aquella
danza… no era la ceremonial.

El ave dice que es tiempo, Maya está preparada y él mismo no lo sabía


hasta que la vio danzar.

Se suponía que eso debía ser la meta, que el ave nos acepte de tal forma
que pueda llevarnos a la Tierra de Luz.

Maya siente una gran tristeza, esa tristeza que se reflejaba en sus ojos,
ahora la oprime por completo, ella no quiere ir…
Que idea tan absurda! Esa era la razón de su entera existencia, la razón del
arduo entrenamiento y ahora ella no quiere ir!

Resignadamente acepta e intenta volverse una con aquella ave… es algo


que ella ya hizo antes, durante años –así fue como ella llegó al castillo- pero
en aquel momento no lo consigue. Ella cae al lado del ave. La familia está
sorprendida:

– Cómo es que no consigues hacer lo que has estado haciendo por


tantos años?, pregunta Alejandra más sorprendida, si es posible.

El ave parece satisfecha y explica que Maya danzó de un modo diferente


porque ella podía oír una música diferente y que ella podía oírlaporque
estaba enamorada. Todavía no era el tiempo para que ella alcanzara aquel
nivel de vibración espiritual, pero sólo porque ahora ella amaba, había
conseguido saltar el tiempo de entrenamiento naturalmente requerido.

Mientras parece sonreír, el ave le dice a Maya que puede irse, que es libre y
que no tiene que volver al castillo ni obedecer más a su Maestra.

Maya se levanta y deja el castillo, está confundida pero decide buscar a


Brendan, aunque en ese momento no entienda el motivo ni sepa si él
todavía está en la ciudad o tan siquiera si conseguirá encontrarlo. Ella sólo
está siguiendo aquella fuerza de magia que la guió la primera vez que
abandonó el castillo.

El ave sólo queda mirando pensativamente hacia el lugar por donde Maya
desapareció. Tal vez le gustaría detenerla pero no puede interferir con su
libre albedrío, de hoy en adelante Maya tomará sus propias decisiones que
la llevarán por un camino inédito hasta alcanzar su destino.

…………………………..

En el patio interior del castillo, directamente bajo el cielo estrellado,


sentados en sus tronos, está la familia. Suspirando románticamente,
Alejandra dice:

– Desearía también estar preparada.


– Eso tomará algún tiempo –dice la Maestra Zaida-: 145 años.
– Eso es mucho tiempo! –protesta Alejandra.
– De que te quejas? –responde calmadamente la dama-, a mí me
tomará 146.

Вам также может понравиться