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Fernando Moctezuma Ulloa Seminario de Filosofía Moderna
Filosofía y Comunicación, 6º 03-Marzo-2009
Tal era su certeza de ello, que dijo tener una prueba de la existencia de Dios, y tener
una física y una Bilogía fundada en principios evidentes a priori.
El espiritualismo cartesiano
La filosofía es un capítulo de la matemática universal. Por ello pudo completar
rápidamente su metafísica. Su filosofía debía ir de las ideas a las cosas y no al revés.
Ejemplo del círculo.
(…) todo lo que se puede afirmar clara y distintamente de las idea de la cosa se
puede afirmar de la cosa misma. ES, en realidad, la cosa.
El conocer algo de manera distinta consiste en saber lo que es y al mismo tiempo lo
que no es.
Tomando estos últimos puntos es que Descartes establece el modo de proceder del
filósofo, tal como el matemático.
Una vez que tuvo todas las ideas, quiso bajar a al realidad, y de ahí derivo el elegir por
cual idea empezar, organizarlas, y ahí también ayudó la matemática, pues según su
perspectiva era como acudir a las reglas mismas de la razón y del sentido común.
Sus reglas son: dividir el problema en tantas partes como sea posible, primero hay
que resolver los problemas implicados no la totalidad, ordenar nuestras reflexiones
empezando por las más sencillas, dar el orden más natural a ellas, sino lo hay dar uno
provisional.
El primer problema provisional para un hombre que parte de las ideas es encontrar un
conocimiento evidente que pueda soportar hasta el argumento más radical de los
escépticos.
Aquí viene algo muy similar a lo que decía San Agustín, que en Descartes es el cogito
ergo sum, el cual funciona aún cuando supongamos que el Creador nos quiera
engañar, pues no puede hacer que no sea en tanto que yo pienso que soy algo.
Hubo puntos de coincidencia entre Agustín y Descartes, que usaron esa prueba para ir
contra el escepticismo, demostrar la existencia del alma y la existencia de Dios.
El principio adquiere otra connotación, ahora es un punto de partida, no en el sentido
de una afirmación abstracta y universal.
Esta afirmación debía ser la primera porque no necesitaba conocer otra para llegar a
ella, pero sin ella no puede conocerse nada, y era el modelo de claridad, evidencia y
distinción. Aquí, en este punto retoma que lo que pienso es lo mismo que la realidad.
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Fernando Moctezuma Ulloa Seminario de Filosofía Moderna
Filosofía y Comunicación, 6º 03-Marzo-2009
La única respuesta a quién soy yo es decir que soy una cosa que piensa (según
Descartes).
(…) ¿qué es una cosa pensante? <<Es una cosa que duda, entiende, concibe, afirma,
niega, quiere, rehusa, imagina y siente>> Saber que yo soy tal es tener una idea clara
de mí mismo como cosa que piensa, pero (..) para tener de ello una idea distinta, es
preciso que me haga cargo de lo que una cosa pensante no es. (p. 141)
Lo primero que excluyo a la idea de cosa pensante fue la idea de cuerpo, con lo cual
llego a una física mecanicista y una metafísica espiritualista.
(…) si se concede que la mente es puro pensamiento, resulta claro que no puede
dejar de pensar sin dejar de ser. Y esto lo sostiene Descartes constantemente de
forma tal que la mente debe ser como es, independientemente de que haya o no
cuerpos. De ahí deriva la pregunta: ¿De dónde nacen las ideas que tienen la mente?
Su respuesta es que en sí misma y sólo ahí.
La mente tiene una aptitud natural para captar en una intuición directa las ideas que
representan esencias verdaderas, eternas e inmóviles (…). (p. 143)
Otras ideas son las ficticias, nacidas de la voluntad y la imaginación, el tercer grupo
son las sensaciones, las cuáles parecen venir de fuera, aunque sabemos que no es
así. A lo más este último grupo son ideas innatas que despiertan con ocasión de un
cambio en la extensión.
El personaje que empezó a poner fin a la concepción cartesiana fue John Locke.
La pretensión de Locke era revalorizar los hechos particulares y evitar sacar axiomas
precipitados de ellos o hacinarlos en la memoria.
Locke destruye un poco este sistema cartesiano a partir de que según él, empezamos
a llegar a las ideas a partir de la sensación y la reflexión.
Locke sostiene que no podemos sostener que una persona que sueñe, piensa, y
menos aún sino recuerda lo que soñó. Además también dice que es evidente que por
medio de nuestro pensamiento podemos obrar en nuestro cuerpo donde quiera que
esté, pero no puede obrar en otro cuerpo que este muy lejos de él.
Esto, por el ritmo del razonamiento, lleva a pensar en una materia pensante, lo cual es
contradictorio para Descartes, quien dice que el cuerpo, que es extensión, sólo está
en tres dimensiones.
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Filosofía y Comunicación, 6º 03-Marzo-2009
Ahora el proceso que sufrió la escolástica lo sufría Descartes por la crítica de Locke,
había zozobra por la prueba de la existencia de Dios. Y el desprecio escolástico
seguía, pero ya no era la única vía el cartesianismo.
Indirectamente Descartes aún defendía desde su perspe3ctiva el ámbito escolástico,
sin embargo, la presencia de Locke, quien derrumbo a Descartes, termino por
derrumbar totalmente la escolástica.
La difusión del materialismo fue responsabilidad de Descartes, quien por parte de
Locke, recibió al caída de la mente, dejando el cuerpo sólo, el cual para Descartes era
una máquina.
Esta disección de la mente y el espíritu con respecto al cuerpo , la cual vino a
destrozar la unidad cuerpo y alma, deja totalmente imposibilitada la posibilidad de
probar la existencia de una mente. Y en estos términos se fue desarrollando la
Filosofía.
El idealismo cartesiano
Al no encontrar la idea siguiente a su sistema, Descartes vuelve al punto de partida, y
como se da cuenta que duda y que su conocimiento es imperfecto, eso significa que
tienen una idea de ser perfecto. Pero como un ser imperfecto, puesto que duda, no
puede tenerla, tendría que ser Dios, pues ninguna cosa material ni el espíritu
imperfecto puede tener por sí mismo el modelo de perfección. Además para que la
idea de perfección tenga validez como efecto, su causa debe ser al menos tan
perfecta como la idea que tengo.
Sin embargo, Descartes no tiene evidencia concreta de la idea de extensión.
Como mi idea de perfección se sustenta en el ser por la existencia actual de Dios, y
como no puedo concebir a Dios sino como existente, y además, todo aquello que es
verdad de la idea, es verdad de la cosa, entonces la existencia le pertenece a Dios.
Conocer a Dios como perfecto elimina la posibilidad de que nos engañe en lo que
conocemos.
Realmente Descartes nunca dudó de la existencia de las cosas materiales, pero sus
principios lo obligaron a descartarlas, pues aún no había podido probarlas, y sabía que
finalmente todos seguirían creyendo en las cosas materiales.
Debido a la naturaleza de que en todo debemos partir de una idea, no fue posible que
en el entendimiento hubiese una idea de materia, sino que era cosa de la imaginación,
y con esto prueba la existencia de la materia, pero no con base en sus principios.
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Fernando Moctezuma Ulloa Seminario de Filosofía Moderna
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Malebranche recurrió a la Religión, pero la justificó como filosófica a partir de que las
impresiones que Dios nos da de las cosas son revelaciones naturales, no revelación
divina.
La caída del cartesianismo
Valga la tremenda reducción del capítulo y/o el tema, pero es necesario decir que la
caída del cartesianismo surgió a partir de la negación de las cosas materiales y de la
incapacidad de Descartes para lograr explicar la unidad de la cosa pensante con las
cosas extensas.
Y como cerró Gilson el capítulo anterior, también acabó con la causalidad.
Y por si fuera poco también llevo a la filosofía al extremo de ser lógica, aunque
disfrazada de matemática, como dijo en un principio Gilson, extrapolo el campo de su
ciencia creyendo que la llevó a sus máximas posibilidades.