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Prólogo

Esa noche la luna se alzaba roja y magnífica sobre los esqueletos de los árboles que
franqueaban una de las entradas a las ruinas de la Ciudad. Bell levantó la cabeza y observó el cielo
desde su escondite.
-Eclipse lunar -pensó. Nunca había visto uno real y en cualquier otro momento se habría
alegrado de poder presenciar el fenómeno en la realidad, pero esa noche no. Esa noche no tenía
tiempo para distracciones. No le gustaba tener que estar allí en medio de la nada y en mitad de la
noche escondiéndose entre un montón de esqueletos de árboles y arbustos esperando a que las
nubes ocultasen la luna para poder salir de su escondite. No tenía muy claro cómo había acabado
cediendo, el caso es que ahora estaba a punto de entrar en Ralley.
Ralley era el nombre con el que el Sistema Central identificaba todo ese montón de cosas
raras, desnudas y derruidas que supuestamente se habían llamado edificios y que eran los sitios
donde toda la población habitaba. (Desde luego, qué expresiones más raras y antisistema usaban
aquellas personas antiguas). Junto a los edificios y rodeando cualquier cosa estaban esos canales, o
vías de circulación casi destruidas y que estaban llenas de…
-¿Cómo era, Shawn-I? –le preguntó a su Sistema Individual al que llamaba así, mediante su
sensor y codificador mental. Era tan simple comunicarse mediante pensamientos, parecía increíble
que todavía hubiese seres que no se comunicaran de ese modo.
-Escombros –apareció en su mente.
Sí, escombros era lo único que quedaba de lo que en la edad anterior había sido un antiguo
An, o como los antiguos los llamaban, una Ciudad próspera y abundante, aunque ahora no eran más
que ruinas olvidadas que no importaban a nadie. Y nadie iba nunca allí y por una buena razón.
Las ruinas eran los lugares predilectos de los halcones. Bell recordó a los extraños seres que
el Sistema Abierto de su Room había virtualizado cuándo había preguntado por la procedencia del
nombre. Los halcones aeroflotantes le habían hecho gracia. Shawn-I le había informado de que los
antiguos de la edad Tecnológica habían utilizado a los halcones para la caza. Eso le daba cierto
sentido a que el Sistema los identificara con ese nombre. Sin embargo el nombre tenía una
procedencia muchísimo más antigua, pero el Sistema no pudo virtualizar a ningún halcón de la edad
Contemporánea, sólo le mostró unas imágenes pésimas (qué palabra más graciosa) en dos
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dimensiones que mostraban a unos seres totalmente petrolíficos. Ninguno de los halcones antiguos
se parecía en absolutamente nada a los halcones reales. ¿Por qué el Sistema los identificaba con ese
nombre? Habían otros nombres de animales antiguos que los podrían identificar mucho mejor…
-Halcones -pensar en ellos le producía sensaciones totalmente antisistema. Bell sabía qué
aspecto tenían gracias a todos los datos del Sistema y las virtualizaciones. Los halcones eres seres
bípedos de piel nívea y desnuda, no es que fueran completamente desnudos, aunque era casi lo
mismo porque sólo se cubrían parte del cuerpo con unos tejidos de a saber qué átomos, dejando
totalmente claro que no llevaban encima ningún tipo de hardware protector o movilizador o
cualquier cobertura básica y localizadora. Además tenían esos ojos tan inquietantes (había que
reconocer que las expresiones antiguas, por muy antisistema que fueran, identificaban de forma
verbal más concreta las sensaciones), con un círculo coloreado en el centro rodeado de algo blanco
y que se movía constantemente hacia todos los lados como si para poder ver algo tuvieran que
dirigir esos pequeños circulitos negros, que había dentro de la zona coloreada y que cambiaban de
tamaño, hacia lo que querían ver, era como si no llevaran sensores visuales ni lectores oculares o
protectores antirradiación. Y se movían con demasiada rapidez como para no llevar ningún tipo de
propulsión. Los halcones eran los únicos seres vivos que el Sistema identificaba y virtualizaba sin
ningún tipo de Sistema, ni siquiera el más básico de ellos y por eso resultaban tan inquietantes,
porque en realidad eran muy parecidos a los humanos en apariencia física.
Bell volvió a levantar la cabeza, las nubes se movían con lentitud pero ya habían ocultado la
mitad del astro. En breves podría salir y acabar con aquel asunto de una vez, no es que se
arrepintiera de haber ido allí, lo que pasaba era que la idea de poder encontrarse con algún halcón
real no le atraía lo más mínimo, porque en muchos de sus entrenamientos virtuales, los halcones
eran los oponentes más difíciles de superar y si eran así en la realidad, lo mejor sería no encontrarse
a ninguno.
Cuando su pantalla ocular se iluminó permitiéndole ver en la oscuridad sin delatar su
posición, Bell activó las alzas magnéticas de su hardware acorazado mediante su sensor y
codificador mental y su cuerpo dio una pequeña sacudida cuando el Si activó los estabilizadores.
Siempre le había gustado aeroflotar en la realidad porque las sensaciones que recorrían su cuerpo
cada vez que giraba y oscilaba hacia los lados o se detenía bruscamente eran pura fusión.
El localizador visual le iba indicando el camino hacia su destino a medida que surcaba el
aire. Bell aumentó la carga eléctrica para ganar velocidad, tenía que llegar antes de que la luna
volviera a iluminarlo todo, al aumentar la velocidad su acorazado producía un zumbido lo
suficientemente audible como para que un simple potenciador auditivo lo detectara, sin embargo
eso no le preocupó lo más mínimo porque que ningún halcón llevaba algo así encima así que el
ruido pasaría completamente desapercibido.
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-Localización del destino a trescientos setenta y ocho teras subatómicos –le informó su
localizador.
Sí, ya podía ver el cementerio de árboles antiguos y los restos de lo que había sido un
parque. Allí podría ocultarse sin ningún problema. Redujo la velocidad hasta detenerse en el aire y
bajó hasta el suelo sin hacer ruido. Cuando llegó a lo que parecía el centro del parque su localizador
empezó a parpadear y los hologramas se fueron haciendo cada vez más borrosos hasta que
desaparecieron.
-Increíble, ¿acaban de interceptar mi localizador? -pero para eso era necesario usar sistemas
y si los halcones no los usaban ¿cómo podía un localizador apagarse sin motivo alguno?
-Shawn-I, abre la Fuente.
-¿Código?
-634K87B.
-Abriendo Fuente –unas pantallas azules empezaron a virtualizarse a su alrededor formando
un círculo.
-Abre inicio –las pantallas giraron y se detuvieron en la que había solicitado-, divide la
pantalla en dos, abre los teclados y activa los sensores manuales –la pantalla se iluminó y se dividió
en dos y luego aparecieron unos teclados a su alrededor. Bell pulsó la pantalla de la derecha y tecleó
un par de códigos.
-Abriendo datos del sistema –en la pantalla de la izquierda empezó a aparecer toda la
información descodificada, mientras la otra se llenaba de fuentes. Bell pulsó la de dispositivos y
tecleó “localizador”. Todos los códigos de la pantalla izquierda se borraron y la pantalla se apagó.
-La información que solicitas no está disponible.
-¿Hay algún tipo de barrera?
-No, es posible que el dispositivo esté dañado.
-¿Se puede reparar?
-Parece que las conexiones fallan.
-Está bien, cierra inicio y abre el controlador –las pantallas volvieron rotar y esta vez se
detuvieron en una que estaba dividida en cuatro y que era mucho más grande que las demás.
-Vamos a ponernos a prueba -pensó con entusiasmo, siempre le habían gustado los retos.
Entonces empezó teclear claves y códigos a velocidad de vértigo.
Al cabo de unos minutos tres de las pantallas se unieron y mostraron un holograma detallado
de Ralley con su posición y la de su destino.
-Tu destino se encuentra a tres mil quinientos cuarenta y ocho teras subatómicos en
dirección noroeste.

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-Perfecto -pensó con satisfacción mientras observaba el holograma y analizaba la
información que iba a pareciendo en la cuarta pantalla…. Así que su localizador había sido
interceptado por una señal externa sin identificación, era muy difícil conseguir lanzar señales
constantes de bloqueo sin dejar ningún rastro, eso podía significar tres cosas: el sistema central
contenía datos erróneos sobre los halcones y éstos sí usaban sistemas y además sabían controlarlos
muy bien; o bien los halcones poseían sistemas muy avanzados que todavía no habían sido
difundidos; o los halcones no eran los únicos que habitaban Ralley.
La tercera opción parecía la más acertada porque además explicar lo de la señal, también le
daba sentido a que lo que estaba buscando estuviera allí, porque la verdad, los halcones podían ser
oponentes difíciles, pero no tenían pinta (esa expresión le gustaba) de estar lo suficientemente
capacitados como para poseer El Origen.
-Cierra la fuente –las pantallas desaparecieron y con ellas el holograma, ya sabía adónde
tenía que ir así que no le hacía falta. Bell empezó a caminar pero se detuvo al quinto paso, había
pisado algo distinto de la tierra. Apartó los arbustos y observó el círculo de metal que tenía debajo.
-¿Qué es esto? –le preguntó.
-Es un desagüe.
-¿Un desagüe?
-Los antiguos construían unos conductos subterráneos en sus ciudades para evacuar aguas
residuales y evitar inundaciones –Shawn-I virtualizó un sistema de alcantarillado y le mostró cómo
funcionaba y lo que eran las aguas residuales, anticipándose a lo que le iba a preguntar.
-O sea que los antiguos no depuraban el agua… y si no depuraban el agua ¿cómo hacían con
las sustancias deshecho? ¿Acaso no reciclaban? -no le preguntó nada de eso porque sabía de
antemano que no conocía las respuestas. Si Shawn-I tenía tantos datos sobre la antigüedad era
porque Bell había estado recogiendo toda esa información desde hacía años y era esa misma
búsqueda la que había conducido sus pasos a Ralley tras la pista de El Origen.
-Activa las alzas uno y dos superiores izquierdas del acorazado –Bell se apartó del círculo de
metal y puso la mano izquierda sobre él cuando las alzas estuvieron en funcionamiento-. Regula el
radio magnético a un giga subatómico frontal –el tapa del desagüe produjo un repiqueteo y empezó
a temblar-, aumenta la carga eléctrica un dos por ciento –la tapa dejó de temblar y ascendió
lentamente hasta situarse bajo la palma de su mano sin llegar a rozar el material de su acorazado.
Bell observó la entrada al alcantarillado, habían unas varillas que descendían paralelamente hasta el
suelo del conducto. Seguramente los antiguos las necesitaban para poder descender- Activa el resto
de las alzas –su cuerpo volvió a dar una pequeña sacudida al estabilizarse, se despegó del suelo y
descendió por el agujero después de dejar la tapa metálica en su sitio.

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-Shawn-I ¿cómo era esa expresión que usaban los antiguos recientes cuando sentían este tipo
de sensación fusionante? –le preguntó en cuanto tuvo la primera visión real de los conductos.
-Usaban varias expresiones diferentes pero la más frecuente entre los recientes era Joder.
-Pues ¡Joder!
Bell avanzó a una velocidad moderada mientras miraba los túneles con asombro. Tuvo que
consultar el mapa holográfico otra vez porque allí abajo no tenía ninguna referencia y no conseguía
ubicarse muy bien, pero era mejor que moverse por la superficie y arriesgarse a encontrar halcones
o lo que fuera que viviera en Ralley. No tardó mucho en llegar al lugar dónde se encontraba lo que
buscaba, el problema era que no había ninguna salida justo ahí, en ese preciso punto, y las salidas
más próximas estaban lejos, además no sabía adónde iban a dar.
Al final se decidió por la salida que había en un túnel a la izquierda porque parecía que era
la que quedaba más cerca. Bell levantó la tapa con mucho cuidado intentando hacer el mínimo ruido
posible y asomó la cabeza (por suerte su acorazado era negro y pasaba desapercibido), no parecía
que hubiese nadie por allí, así que se apresuró a salir y volver a colocar la tapa en su sitio. La salida
daba a una especie de…
-¿Cómo se llama esto?
-Callejón.
Ajá, pues junto al callejón estaban las ruinas de un edificio enorme, justo delante de la tapa
de la alcantarilla había una entrada y sobre la entrada había un pequeño panel que estaba iluminado,
¡iluminado! Yeso significaba que ¡allí había energía!
-¡Shawn-I, la ciudad no está muerta! –exclamó con entusiasmo. Siempre le había parecido
curioso el modo en que aparecían reflejados en su mente los sentimientos, siempre que se sentía así
era como si su mente se llenara de chispas.
-¿Quieres que analice la energía y su procedencia?
-Sí y… creo que voy dejar instalado un seguidor.
-Es posible que el dispositivo bloqueador intercepte las señales.
-Cierto… entonces localiza la fuente y nada más –Bell levantó una mano y de una ranura de
su acorazado salió una pequeña lámina, la colocó sobre el panel en el que había impresa la palabra
EXIT y automáticamente ésta se volvió líquida y se introdujo por las ranuras- Adoro los nanos ¿tú
no?
-Sí. Resultan muy útiles.
Bell empujó la palanca y la puerta se abrió con un ligero crujido. Dentro todo estaba lo
suficientemente iluminado como para que su pantalla ocular se apagara. Había unas escaleras que
daban a un pasillo lleno de puertas, Bell se metió en la del centro porque era la que parecía estar

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más cerca de su destino. Dentro había una enorme sala llena de sillones dispuestos en un plano
inclinado y en frente de ellos había una enorme superficie blanca paralela a la pared.
-¿Qué será esta sala? –pensó. En el fondo, en la parte de arriba, había una luz que iluminaba
la superficie blanca- ¿Y para qué servirá esa luz?
-Por toda la sala hay distribuidos paneles de comunicación unidireccional muy potentes –le
informó Shawn-I.
-¡Qué raro! ¿Para qué querría alguien un comunicador unidireccional? No tenía mucho
sentido. Claro que si se trataba de halcones… como no usaban sistemas ni sensores, un
comunicador multidireccional no les serviría de mucho si no podían enviar datos. Entonces sí que
tendría sentido que usaran comunicadores unidireccionales.
-Tendría sentido si no fueran comunicadores tan potentes, tendrían que tener un sentido del
oído muy deteriorado para necesitar tanta potencia.
-Cierto, pero no sabemos mucho sobre ellos así que cabe cualquier posibilidad. Activa las
alzas, quiero ver qué es esa luz –Bell se elevó en el aire y fue hasta la luz, su sombra quedó
proyectada sobre la superficie blanca, qué gracioso, podía hacer formas con las manos… -¡Oh,
vaya! -Bell se escondió debajo de la luz- ¿Qué ha sido eso? -le había parecido ver algo moviéndose
detrás de la luz- ¿Es posible que haya algo dentro de una luz lo suficientemente grande como para
que yo lo vea? No, ¿verdad Shawn-I, verdad que eso no puede ser…? ¿O sí? -la luz acababa de
parpadear, y… de repente sonó un estruendo y las luces se apagaron y…- ¡Oh, no! ¡Oh, Joder
Shawn-I! ¡Halcones, halcones reales! ¡Están… están entrando en la sala!
-¡Escóndete Bell! ¡No dejes que te vean! –el estruendo seguía sonando, aunque eso no le
impedía distinguir las palabras de Shawn-I en su mente, y tenía ritmo, como si fuese música, música
muy desagradable, pero música al fin de cuentas.
Bell se agachó todo lo que pudo detrás de las sillas, los halcones entraban por montones y
eran…
-Shawn-I, estos halcones son muy extraños, no son para nada como los virtualizas, tus datos
son erróneos. Mira, tienen unas cosas rarísimas en la cabeza y todos son diferentes unos de otros.
Son muy, muy diferentes.
-Es probable que lo de la cabeza se identifique como pelo.
-¿Pelo? ¿Eso no es lo que tenían los humanos antiguos?
-Sí, los antiguos tenían muchas cosas que se han perdido en la evolución ya que eran
innecesarias, como por ejemplo el pelo.
-¿Tienes alguna imagen de un antiguo? –Bell se asomó por una de las rendijas que había
entre los sillones.
-No, sólo tengo datos estructurales. Y coinciden con la estructura de los halcones.
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-¿Qué?
-Tienen pelo, orejas, nariz, cuerdas vocales y es muy probable que tengan uñas.
-¿Y qué es todo eso? ¿Qué son uñas? ¿Qué son cuerdas vocales? -Bell levantó un poco más
la cabeza para poder verlos mejor. Estaba sintiendo cosas muy extrañas y sus pensamientos se
confundían y se enredaban unos con otros de forma caótica en su mente. Quería salir de allí pero al
mismo tiempo quería hacer todo lo contrario.
-Escucha, ¿puedes oír por encima de ese ruido de fondo los sonidos que salen de sus bocas?
–Bell lo intentó, pero sólo escuchaba la estruendosa música.
-Activa el potenciador auditivo en su dirección –bien, ahora sí que los oía, parecía como si
estuviesen hablando, hablando sin necesidad de sensores ni codificadores mentales ni nada,
hablando… mediante sonidos- ¡Increíble! -jamás había visto algo semejante. Había algunos que
iban muy juntos, ¡tocándose! Y…- ¿Se están riendo? ¿Están reproduciendo una carcajada con esas
cuerdas vocales?
-Parece que su sistema de comunicación es exacto al de los antiguos.
-¡Increíble! ¿Pero cómo, cómo pueden hacer todo eso sin sistemas? –Bell apenas se lo podía
creer, los halcones eran seres vivos que no necesitaran ningún tipo de protección para sus cuerpos,
ningún tipo de sistema ni de hardware, ¡se tocaban! Como si no corrieran ningún riesgo al hacerlo
y tenían comunicadores naturales que reproducían sus pensamientos en forma de sonidos…
-¡Eh! ¡Para ya Eileen! No tiene gracia -¡Joder! ¡Hablaban en su mismo idioma! Pero… qué
nombre más raro para identificar a alguien y qué sonidos más graciosos.
-¡Tranquilo Leigh! Sólo era una broma.
-¡Oh vaya! ¿Qué significa lo que acaba de decir? –le preguntó a Shawn-I.
-Las palabras no son claras, los sensores auditivos con las pueden codificar correctamente
debido al ruido de fondo.
-Si me levanto un poco más, es posible que consiga…
-¡Eh! ¿Qué ha sido eso? –Bell sintió algo totalmente desconocido y desagradable por todo su
cuerpo al escuchar aquello.
-¿Qué cosa?
-Algo se ha movido allí detrás.
Una sacudida lo recorrió de pies a cabeza y automáticamente se pegó todo lo que pudo al
suelo.
-¡Me han descubierto Shawn-I! ¿Qué hago?
-No te muevas, son demasiados, intentar huir no servirá de nada en esta sala.
-Veamos ¿qué tenemos aquí? –Bell prefirió no mirar cuando la sombra de un enorme halcón
cubrió todo su cuerpo y su campo de visión.
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-¿Por qué no puedo moverme? –le preguntó a Shawn-I con un potentísimo pensamiento que
llenó por completo su mente impidiéndole distinguir la respuesta de su SI.

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