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por
Eduardo sevilla Guzmán
1. NOTA INTRODUCTORIA.
El presente trabajo pretende caracterizar la evolución del Pensamiento Social Agrario a
través de los discursos que, consciente o inconscientemente, se encuentran detrás de los
actores colectivos que configuran lo que aquí llamamos “orientaciones teóricas”, como
categorias intelectuales, en las que se articulan explicaciones y valores sobre algún nivel de la
realidad, generadoras de procesos de legitimación o deslegitimación sobre determinadas
2
La perspectiva que vamos a utilizar pretende tener una naturaleza holística, en el sentido
que Ortí introduce en el excelente análisis de la sociología española que aparece en este libro;
es decir, a su vez histórica y totalizadora; intentando captar la compleja diversidad de las
manifestaciones del debate, y de su permanente proceso de transformación. Ésta es
considerada, no sólo desde una perspectiva multidisciplinar, sino en su más amplia
generalidad y aceptando la articulación de diferentes “orientaciones teóricas” en un proceso
de configuración de un “pensamiento científico convencional” confrontado, en las diversas
coyunturas históricas, con un “pensamiento alternativo”. El primero, como consecuencia de
las interrelaciones de la “ciencia” con la “sociedad”, no cuestiona el sistema de relaciones
sociales existentes. Las acciones de desarrollo realizadas como consecuencia del trasfondo
sociopolítico de cada “orientación teórica” tiende a legitimar el orden social existente. Por el
contrario el pensamiento alternativo tiende a.transformarlo.
1 La presente investigación solo adquiere su sentido cabal en el contexto de otras anteriores ( Cf. Giner, S., and E. Sevilla Guzmán, (1980) ;
E. Sevilla Guzmán, (1983) ; Newby, H. y E. Sevilla-Guzmán, (1983) ; E. Sevilla Guzmán, (1984 :41-107) ; Sevilla Guzmán, E., (1988 );
Sevilla Guzmán,( 1990 ); y Sevilla-Guzmán, E., y Antonio Alonso Mielgo, (1995) donde se desarrollan, en forma mas detallada
aspectos cocretos de ésta. Una visión global, muy esquemática, considerando la implementación práctica de estos marcos teóricos a
través de sus formas de desarrollo aparecerá en breve en E. Sevilla Guzmán y Graham Woodgate, “Susttainable Rural Development :
Forma Industrial Agriculture to Agroecologyy” en Michel Redclift and Grahm Woodgate (eds) The International Handbook of
Environmental Sociology (Chaltenham :Edwuard Elgar, 1997)
3
ésta nace como un intento desesperado de impedir el despliegue del capitalismo a través de
formas de acción social colectiva (que hoy podían muy bien calificarse como de desarrollo
rural participativo), cuyo objetivo es evitar la desorganización social, explotación económica
y deprodación sociocultural que tal proceso generaba en las comunidades rurales.
Rastrear la génesis teórica del Pensamiento Social Agrario, desde esta perspectiva,
supone partir necesariamente de esbozar los rasgos básicos de los movimientos intelectuales,
que podrían ser definidos como Pensamiento evolucionista sobre el campesinado y
Derecho Consuetudinario Campesino. Los autores centrales de tales movimientos son, al
menos, los siguientes (Cf. referencias en E. Sevilla Guzmán, 1990): 1) George Ludwin von
Maurer que, desde la Universidad de Munich, presentó a la organización social campesina de
la marca germánica como un valor histórico de la antigua civilización germánica que era
preciso conservar. La utilización de los trabajos de Maurer por Engels en El origen de la
familia, la propiedad privada y el estado jugaría un papel clave en la configuración de la
“orientación teórica” del Marxismo Ortodoxo Agrario, que consideraremos en el apartado
2.1.; 2) Lewis H. Morgan, quien en su Ancient Soviety establece por primera vez un esquema
del proceso histórico interrelacionando la evolución técnica con variables sociales como el
parentesco, la organización política y la propiedad. Su importancia radica en que es la
primera visión completa del proceso histórico desde la perspectiva del evolucionismo
unilineal. Jugó un papel central en la bifurcación teórica del Marxismo Ortodoxo Agrario y el
Populismo Marxista que consideramos esquemáticamente en los dos siguientes apartados;
3) Henry Summer Maine, quien intenta explicar el progreso de la humanidad con su esquema
teórico de paso de las relaciones sociales basadas en el status a las regidas por el contrato.
El análisis de sus obras Ancient Law, Village: Communities in the East and West y
Lectures on the Early History of Institutions, constituyen un elemento imprescindible para
elaborar el contexto teórico de la génesis de los estudios sobre el campesinado. Además, la
influencia de Maine sobre el Anarquismo Agrario mediante su utilización por Kropotkin,
sitúa a este autor como central en la configuración de la Antigua Tradición de los Estudios
Campesinos; 4) August von Haxthusen, quien estudia por primera vez, desde una perspectiva
científica, la organización social de la obshina rusa. Su trabajo lo realiza por encargo de
Nicolás II, como informe técnico antes de llevar a cabo la abolición de la servidumbre en
Rusia y juega un papel central en la configuración del Populismo en sus tres corrientes, que
veremos, también esquemáticamente más adelante; 5) Makxim Makximovich Kovalevski,
quien estudió la estructura social del campesinado medieval europeo, primero desde la
4
2
Cf. Maurice Godelier (1.970) ; Angel Palerm ( 1.974) y (1980) y Teodor Shanin (1984). Las obras clave de Kovalevsky para nuestro
argumento son (1.891a); ( 1.891b : 480-516); ( 1.885 : 177-233); (1.903) y ( 1.906).
3
E. Sevilla Guzmán y K. Heisel (1.988 : pp. 43-44). Para un reciente análisis desde similares presupuestos teóricos para su aplicación a la
realidad mexicana Cf.Tomás García Saldaña (1993).
5
en pie de igualdad, las formas de cooperación solidarias que permitan crear formas de
progreso a las que se incorpore la justicia y la moral.
Dentro del narodnismo o “populismo” ruso pueden diferenciarse tres etapas:1) una
primera, fundacional, a la que pertenecen HERZEN(4) y CHERNYSHEVSKI(5), quienes
pretenden fortalecer las formas de acción solidaria del colectivismo campesino para evitar el
sufrimiento y la explotación que sobre la comunidad rural generaba el capitalismo. En este
contexto, el campesinado se considera la instancia moral(6) que encierra las posibilidades para
la cooperación agraria(7) y, desde el punto de vista de la praxis política, como la palanca para
alcanzar el socialismo sin pasar por el capitalismo, contradiciendo la más pura ortodoxia
marxista.2) los representantes del populismo clásico son TKACHEV(8), LAVROV(9),
MIKHALOVSKI(10) y BERVI-FLEROVSKI(11). La coincidencia entre ellos y los
representantes de la anterior etapa en su rechazo al capitalismo y en su deseo de que Rusia dé
el salto al socialismo sin pasar por la descomposición del campesinado cristaliza en la “teoría
de las ventajas del atraso” que, en opinión de estos autores, ahorraría a Rusia el sufrimiento
de descencer al infierno del capitalismo. Su investigación, en todo caso, queda subordinada al
bienestar; 3) la base de la tercera etapa populista, el anarquismo agrario (Sevilla
Guzmán,1988 : 25), se sitúa en la teoría de la apoyo mútuo(12) de KROPOTKIN y en el
4
Los trabajos en que queda resumida su propuesta son: A. Herzen, (1853) y (1.852).
5
Como introducción y exposición del pensamiento de N. Chernyshevski puede leerse a G.D.H. Cole, (1.985 : 53-58); a Waliki, (1.971); a
F. Venturi, (1.981, Vol. I, pp. 275-352); a A. Bensançon, (1.980 : pp. 185-203), y a L. Kolakowski, (1.982 : pp. 310-312). Dentro de la
producción bibliográfica de N. Chernyshevski, existen versiones castellanas de su novela ¿Qué Hacer ? en (Moscú: Progreso, 1.978 y
Madrid: Júcar, 1.984). Una recopilación de textos del autor en torno a la comuna rusa, particularmente interesante en base a extractos
de La crítica de las prevenciones filosóficas contra la obshina, han sido publicados por T. Shanin, (1.984 : pp. 181-203).
6
Para Herzen la comuna rusa (obshina) a pesar de considerarla una estructura quebrantada por las embestidas del poder, se había
conservado como el marco de resistencia por el que el pueblo ruso había conseguido sacudirse los efectos de la "barbarie mongola" y el
zarismo civilizador. La permanencia de la obshina rusa resultaba así, en su opinión, providencial, pues de ello se derivan importantes
consecuencias para el futuro del pueblo ruso. La inviabilidad social de una emancipación proletaria del campesinado, la participación
directa del pueblo y la conservación de elementos comunistas en la explotación del suelo llevaron a Herzen a valorar positivamente las
posibilidades que, a través de la permanencia de la obshina, podrían derivarse para el pueblo ruso respecto al objetivo de construir un
nuevo modelo de sociedad. Cf. A. Herzen, ( 1.852 : 31-35) y (, 1.979 : p. 20) y, sobre todo, su "Epílogo".
7
Cf. N. Chernyshevski, "A Critique of Philosophical Prejudice against Communal Ownership" en T. Shanin , (1.984), y F. Venturi,
(1.984 : 300-304).
8
En cuanto introducción y semblanza de la figura de Tkachev (1.844-1.886) puede leerse a Jonathan Sanders, "The Russian scene: a
biographical note" en Teodor Shanin (1984, 172-178; 177 y 178); A. Waliki, (1.971); F. Venturi, (1984 : 629-679); A. Besançon,
(1980 : 253-262), y L. Kolakowski, (1982 : 319-321).
9
Sobre su aportación al populismo Cf. T.G. Masaryk, (1.979 : 131-134); G.D.H. Cole, (1.964 : 376-380); W.S. Timasheff, (1.974), 5ª
reimpresión, pp. 156-158; A. Walicki, El populismo ruso (Madrid: Alianza Editorial, 1.981), pp. 700-726; A. Besançon (1980 : pp.
234-239); L. Kolakowski, (1982 : pp. 315-317).
10
Para un análisis de su pensamiento Cf. G.D.H. Cole, (1985 :, pp. 368-376); N.S. Timasheff, (1974 : pp. 158-159); A. Walicki, (1971).;
A. Besançon, (1980 : pp. 239-243); L. Kolakowski, (1982 : pp. 317-319).
11
Para una excelente caracterización de la figura de Bervi-Flerovski Cf. Franco Venturi, (1981 : pp. 756-766). Entre sus obras destaca
como más importante La situación de la clase obrera en Rusia (1.869), publicado en San Petesburgo bajo el seudónimo de "Flerovski".
Fue detenido por sus escritos en los que formulaba denuncias por las insuficiencias de la emancipación de los campesinos en 1.862, lo
que le fue explicado a Marx en una carta en 1.871. Jonathan Sanders, "The Russian Scene: a biographical note" en Teodor Shanin
(1984 : p. 72).
12
Cf. P. Kropotkin, (1902) en su obra clásica Apoyo mutuo de la edición castellana en (Bilbao: Zero-ZYX, 1970), pp. 173-175 y pp.
191-294. Para una excelente interpretación del pensamiento de Kropotkin como precursor de los estudios campesinos Cf. Angel Palerm,
(1.976 :151-165). Existe una segunda edición de 1.982 y una reimpresión de 1.987 en (México: Editorial Alhambra).
6
análisis del potencial revolucionario del campesinado que lleva a cabo BAKUNIN(13). El
primero contempla la ayuda mútua como una fuerza histórica de progreso moral contra la que
se levanta el Estado y el Capitalismo.
Tal praxis intelectual y política respondía a una filosofía que sería desarrollada y
sistematizada teóricamente años más tarde por Alexander V. Chayanov en su propuesta
neopopulista de Agronomía Social, en la que los propios campesinos definirían “desde
abajo” sus modelos de desarrollo(14). El que hayamos caracterizado en otro lugar este marco
teórico como precursor de un “Neopopulismo Ecológico”(E. Sevilla Guzmán, 1990) nos
exime de presentar aquí una versión de este trascendental marco teórico que como veremos
más adelante, influirá en los años ochernta en el desarrollo de la orientación teórica de la
agroecología.
13
Desde el punto de vista biográfico, pueden consultarse las obras de E.H. Carr, (1.970) y (1.969); como contraste de las obras de Carr, se
recomienda leer a M. Nettlau, "Esbozo biográfico" en G.P. Maximoff (comp.), Mikhail Bakunin: escritos de filosofía política (Madrid:
Alianza Editorial, 1.978), Vol. II, pp. 221-249; a S. Dolgoff (ed.), La anarquía según Bakunin. Apuntes biográficos de J. Guillaume
(Barcelona: Tusquets Editor, 1.976), y en un tono menor, pero también interesante, a C. Díaz, 3 biografías (Proudhon ... op. cit., y a F.
Savater, "Recordando a Bakunin (en el primer centenario de su muerte)" en Para la Anarquía (Barcelona: Tusquets editor, 1.977), pp.
119-134. La edición de las obras de Bakunin a cargo del International Institute voor sociale Geshiedenis (Amsterdam) incluye
interesantes introducciones de A. Lehning que combinan datos biográficos y trayectoria intelectual de Bakunin, M. Bakunin, Archives
bakounine publiees pour International Institut voor Sociale Geschiedenis (Amsterdam) (Leiden: E.J. Brill), I (1.961; 1.963: XI-
LXVI), II (1.965: XI-LXV), III (1.967:IX-XXX), IV (1.971: XIII-LXXXVI), V (1.974: XI-LXXXV), VI (1.977: XI-CXVI), VII (1.981:
IX-XLIII). Para las relaciones de Bakunin con movimientos anarquistas españoles, véase M. Nettlau, Miguel Bakunin. La
Internacional y la Alianza en España (Madrid: Ediciones La Piqueta, 1.977). En cuanto introducción al pensamiento de Bakunin
resulta interesante la lectura de R. Rocker, "Introducción" a M. Bakunin, Escritos de filosofía política, compilados por G.P. Maximoff y
traducidos del inglés por A. Escohatado (Madrid: Alianza Editorial, 1.978), Vol. I, pp. 19-34; G.D.H. Cole, (1985 : pp. 203-224),
además de los capítulos VII y VIII; de G. Woodcock, El anarquismo. Historia de las ideas y movimientos libertarios (Barcelona: Ariel,
1.979), pp. 136-171; de F. Venturi, (1984 : pp. 149-184 y pp. 681-697); de A. Palerm, Historia de la Etnología ... op. cit., pp. 144-150;
de H. Saña, El anarquismo de Broudhon a Cohn-Bendit (Madrid: Indice, 1.970), pp. 97-144, y de H. Arvon, El anarquismo en el
siglo XX (Madrid: Taurus, 1.981), pp. 58-62, pp. 95-100, pp. 120-124 y pp. 165-170. En cualquier caso, las instrucciones de A. Lehning
en la edición de las obras completas de M. Bakunin citadas en la nota anterior resultan imprescindibles para una mayor profundización
en la trayectoria intelectual del autor y como paso previo a la lectura directa de los textos con él escritos. En traducción de D. Abad de
Santillán, se dispone de versión castellana de las obras completas de Bakunin (Madrid: Júcar, 1.977; Madrid: La Piqueta, 1.977); la
compilación de lecturas a cargo de G.P. Maximoff: M. Bakunin, Escritos de filosofía política (Madrid: Alianza Editorial, 1.978), 2 Vol.,
puede servir de primer contacto general con el pensamiento del autor.
14
Cf Alexander V. Chayanov (1988) excelente selección de textos de Fiorenzo Sperotto entre los que incluyela propuesta de Agronomía
social. Cf tambien para el contexto histórico Teodor Shanin, (1.972); G.L. Yaney, (1982) y Edward P. Archietti, (1974) en su
"Presentación" al clásico texto de Alexander V. Chayanov, sobre la económica campesina (1986). Hay edicción castellana en
(Buenos Aires: Nueva Visión, 1.974).
15
.Lester KolaKowski, acuña este concepto mediante una excelente contextualización histórica (1982)
16
Cf. Vladimir I. Lenin, (1975, 1ª ed 1899 : 59, 60 y 61).
17
Samuel H. Baron ha escrito el libro clave sobre el tema en su ,Plekhanov. The father Of Russian marxism.publicado en California:
Stanford University Press en 1966 : Cf el .cap.11.
7
corazón marxista. Se debe al propio Engels, al utilizar los materiales (conocidos como
cuadernos o apuntes etnológicos de Marx) para escribir El origen de la familia, de la
propiedad privada y del estado (1972, 1ªed. 1884), la fundamentación teórica de tal
interpretación. Su intención fue presentar una teoría general del proceso histórico que
culminara la obra realizada conjuntamente por ambos autores, una vez muerto Marx. Con ello
Engels se alejó de la praxis intelectual y política de su amigo y colaborador en sus últimos
años y, por tanto de su contexto teórico. Así, del trabajo de Engels(18). se desprende como una
derivación lógica un Marxismo Ortodox Agrario, marco teórico elaborado al atribuir el
estatus de teoría general a las aportaciones realizadas por Lenin, de un lado, y por Kaustsky,
de otro, en 1.899, en sus respectivos trabajos: El desarrollo del Capitalismo en Rusia(19) y La
Cuestión Agraria(20). Tal “orientación teórica” atribuye a ambos autores el intento de llenar
el vacío teórico existente en la obra de Marx respecto a la evolución de la agricultura en el
desarrollo del capitalismo.
En un esfuerzo de síntesis el Marxismo Ortodoxo Agrario podría definirse como el esquema teórico
que interpreta la evolución de la estructura agraria en el proceso histórico a través de las siguientes
características:1) Evolución unilineal: Las transformaciones que se operan en la agricultura
responden al cambio de la sociedad global. Tal cambio está determinado por el crecimiento de las
‘fuerzas productivas’ y la configuración del progreso como resultado. Estas generan formas de
polarización social en las que se produce un proceso acumulativo de formas de explotación. Así, “la
esclavitud es la primera forma de explotación, la forma propia del mundo antiguo; le sucede la
servidumbre, en la Edad Media, y el trabajo asalariado en los tiempo modernos”(22) Secuencia
histórica: Tales formas de explotación se insertan en fases históricas de evolución de las sociedades
en las que la reproducción de las relaciones económicas y sociales responden a la lógica de
18
Eric J. Hobsbawn, "Gli aspetti politici della transizione dal capitalismo al socialismo", Storia del Marxismo. 1. Il Marxismo ai tempi di
Marx (Torino: Giulio Einandi Editori, 1.978), pp. 2454-287; p. 252.
19
Cf. la versión castellana de José Laín Entralgo en (Barcelona: Ariel, 1.974).
20
Cf. la versión castellana de Miguel de Unamuno en (París: Cuadernos de Ruedo Ibérico, 1.970, reeditado en Barcelona: Laia, 1.973).
Para una excelente selección de textos Cf. Miren Etxezarreta (1.979 : 101-147).
21
Cf Juan Martínez Alier en su trabajo "El marxismo y la economía ecológica" publicado en Mientras Tanto( 1.988 : 127-147).
22
F. Engels, (1972 : 179)
8
funcionamiento del desarrollo de las fuerzas productivas. Se produce así una secuencia histórica de
modos de producción irreconciliables entre sí.3) Disolución del campesinado: La aparición del
capita-lismo, como modo de producción previo al socialista, determina la disolución del campesinado
como organi-zación socioeconómica característica de los modos de producción previos a él. La
centralización y concen-tración como procesos necesarios al capitalismo industrial eliminan al
campesinado de la agricultura al ser aquel incapaz de incorporarse al progreso
técnico.4) Superioridad del latifundismo: Las grandes posibilidades de adaptación de la gran
explotación al funcionamiento de la agricultura capitalista, como una rama más de la industria, dotan
al latifundio de una potencial superioridad técnica que, a través de las ventajas de las “economías
de escala”, permiti-rán el crecimiento de su composición orgánica del capital, avanzando así hacia la
socialización de la producción agraria.5) Contraposición de la gran y pequeña explotación: Como
resultado de lo anterior, la dinámica del capitalismo genera una confrontación entre el campesinado
y el latifundismo que tiene como desenlace la proletarización del campesinado y la polarización
social en el campo.
Aun cuando Kautsky y Lenin formularan el contexto teórico de las características
apuntadas, la riqueza del análisis realizado por ambos, al intentar explicar la evolución del
capitalismo en la agricultura, permite encontrar en sus trabajos multitud de elementos
teóricos plenos de fertilidad analítica.
23
Para un excelente análisis de la riqueza teórica de este trabajo Cf. Hanza Alavi y Teodor Shanin, en Karl Kautsky, (1.988). Cf. un
extracto en Agricultura y Sociedad, nº 47, abril-junio, 1.988; pp. 43-54. Tiene mucho interés el análisis que realiza, sobre este tema,
Miren Etxezarreta, (1.979).
24
Cf. en este sentido el excelente análisis de David Goodman y Michael Redclift, (1.981 :100-112). Es importante matizar que la
evolución intelectual de Vladimir I. Lenin como consecuencia de sus praxis política le apartó sustantivamente del Marxismo Agrario
9
adaptación histórica; y, por otro, el “marxismo ortodoxo”, para quien éste no suponía ya más
que un residuo anacrónico que habría de ser sacrificado en los altares del progreso(25). El
triunfo del “marxismo ortodoxo” (basado en la interpretación dogmática de los trabajos de
Lenin y Kausky, y en la represión de la burocracia estalinista para imponer una realidadad
formalmente distinta pero, en su raiz última, coactivamente uniformadora) supondría,
paradógicamente, una convergencia con el pensamiento liberal agrario: la agricultura habría
de transformarse en una rama más de la industria. Ello unido a la hegemonía política e
intelectual de USA, y su creencia ciega en “la justiciera mano invisible del mercado”, (que
premiaría a los honrrados negociantes y castigaría a los holgazanes), mutilaría de raíz
cualquier intento de reflexión teórica sobre la dimensión histórica de las estructuras agrarias.
“Por el contrario, la Mass Society, por un lado, y la clase obrera industrial, por otro, se
constituyeron en el foco de atención de sus reflexiones, las cuales se verían siempre teñidas
por la visión marxista de la ‘agonía del campesinado’ (antes considerada). Así el pensamiento
científico convencional, al igual que el marxismo oficial aceptarán que los procesos
evolutivos agrarios han de seguir ineluctablemente distintas etapas de un proceso que se
asume secuencial y taxonómicamente único”(26)
aquí caracterizado. Cf. Teodor Shanin, artículos publicados en Agricultura y Sociedad, nº 11, 1.979, y nº 16, 1.980. También tiene
interés, aun cuando discrepemos en determinados aspectos de su trabajo, la obra de Emilio Pérez Touriño, (1.983).
25
El primer esbozo en la caracterización del marxismo agrario aparece en S. Giner and E. Sevilla Guzmán, al intentar mostrar la
confluencia del pensamiento liberal y el marxismo en "The Demise of the Peasant: Some Ideological Inroads into Social Theory" en el
European Congress for Rural Sociology que organizó el Instituto de Sociología y Estudios Campesinos de la Universidad de Córdoba
en 1979 Cf. S. Giner and E. Sevilla Guzmán, (1980 : 13-27).
26
Eduardo Sevilla Guzmán, "Una breve incursión por la 'otra sociología rural'" en Howard Newby y E. Sevilla Guzmán,(1.983 :137-165 y
145).
27
Junto al ya reseñado trabajo E. Sevilla-Guzmán, (1984) Cf. M. García Ferrando, (1.976 : 25-59). Una completa recopilación
bibliográfica de esta tradición intelectual puede verse en Howard Newby, (1980b) y en su versión castellana Howard Newby y E.
Sevilla Guzmán,(1983 :11-135) Cf. F. Buttel et al., (1990 : 1-72) y W. H. Friedland, Frederick H. Buttel y A. P. Rudy (1991 : 1-34).
10
nuestro tratamiento del tema aquí será harto sintético. La orientación teórica de la “Vida
Rural” surge en Estados Unidos, en las útlimas décadas del siglo XIX, abriéndose una
primera etapa que podría definirse como de reformismo social, en la que clérigos y
educadores estudian los problemas sociales del campo. El primer trabajo relevante desde esta
perspectiva lo contituye el texto de Charles J. Galpin, Rural Life (New York, 1931), donde
se desarrolla el concepto de “Rururban Community”, como intento de caracterizar los
procesos de transformación social que tienen lugar por aquellos años en las comunidades
rurales norteamericanas. Sin embargo, mucho más conocida, por su caracter pionero, es la
obra de John M. Gillette Constructive Rural Sociology (New York, 1913), en la que aborda
la cuestión del “desarrollo eficiente de la civilización científica en el campo”. En estos
trabajos la dimensión asistencial es patente y esta vinculada al trabajo en las escuelas y en las
Iglesias, aunque se de una fuerte articulación de éstas con la Administración Agraria a través
de los “Land Grant Colleges”, los “Departments of Agriculture” de las Universidades y las
unidades del “División of Farm Life”.
En una segunda etapa, que se prolonga desde 1930 hasta la década de los 50, se pretende
inútilmente -mediante el fugaz paso de Pitirim A. Sorokin por la sociología rural(28)-
introducir el legado teórico de la antigua tradición europea de los estudios campesinos. En
ella se origina la teoría del continuum rural-urbano, prácticamente el único mecanismo
conceptual con el que se intenta explicar la realidad social agraria; el texto clave en el que se
lleva a cabo tal formulación teórica es Principles of Ruran-Urban Sociology (New York:
Henry Holt,1929). Esta etapa se inicia con la obra de C.P. Loomis(29), constituyendo un
estadio en el que se desarrollan aquellas cuestiones en las que los esquemas funcionalistas
permiten, como sistemas parciales, una aportación más aplicada; caso de la teoría de la
comunicación agraria, la difusión de innovaciones y transmisión tecnológica en general.
28
Sorokin llegó a la Universidad de Minnesota después de sufrir un encarcelamiento y condena a muerte, que le fue conmutada por el
exilio durante la revolución rusa. A pesar de estos antecedentes cuando trató de imprimir, como consecuencia del seminario que dio
junto a Zimmerman en 1.924, una colección de artículos de autores europeos se bloqueó su publicación hasta 1.930, en que aparece
como un nuevo autor el citado Charles J. Galpin, que sin duda tuvo que ver en esta demora. Este trabajo contenía una amplia colección
de estudios sobre el campesinado, desde los clásicos romanos y griegos hasta aquel entonces. Entre ellos, se encontraban varios teóricos
de la tradición oriental europea como M.J. Tugan-Baranowski, Karraiski, Nusinoff y Tschaianoff (ya citado anteriormente en este
trabajo como Alexander V. Chayanov). El libro en cuestión escrito por Pitirim A. Sorokin y Carle C. Zimmerman, se publicó por éstos
con Charles J. Galpin con el título de A Systematic Source Book in Rural Sociology en tres tomos, en 1930-32 y se reeditó en New
York: Russell & Russell, 1.965).
29
Charles P. Loomis y J. Allen Beagle, (1950);.Charles P. Loomis, (1960); tiene también gran interés de este autor el trabajo "The Nature
of Rural Systems. A Tipological Analysis" publicado en Sociometry. Vol.II, nº3, 1948. Así como su trabajo con J. Allen Beagle,
(1956).
11
USA, la multitud de trabajos que aparecen con este enfoque ignoran el rico legado de la
antigua tradición de los estudios campesinos. Si esto, constituyó una importante remora para
el avance del conocimiento en USA, hasta cierto punto comprensible por la naturaleza
conservadora del contexto intelectual en el que surge, resulta absolutamente incomprnsible
que ocurriera lo mismo en Europa, donde, como hemos visto antes, se había producido una
valiosa acumulación teórica sobre el campesinado.. La European Rural Life Conference,
que organizada por la F.A.O., tuvo lugar en Bad Godesberg (Républica Federal Alemana) en
1957, emitió una resolución expresando el deseo de crear una Working Party for Rural
Sociological Problems in Europe como foro de encuentro institucional. Como señala su
primer Presidente E.W. Hofstee(30) “de hecho el Working Party se creó aproximadamente al
mismo tiempo que la European Society for Rural Sociology y desde sus comienzos ha
existido una estrecha cooperación entre las dos organizaciones”(31); en torno a ellas se nucleó
el grupo de investigadores que, por entonces, estaba trabajando en sociología rural en
Europa(32) (33)
. Ambas instituciones llegaron casi a identificarse al “hacerse una costumbre
que las reuniones períodicas del Working Party y los congresos de la European Society se
realizaran simultáneamente en el mismo lugar y en idénticas fechas. El hecho de que el
Working Party fuera “una agencia que trabajaba a nivel de gobiernos nacionales y la mayoría
de los gobiernos de la Europa Occidental (no todos) enviaran sus representantes a sus
sesiones” determinó que la European Society for Rural Sociology tuviera un carácter
fuertemente oficialista en sus primeros tiempos. No obstante, el protagonismo que tomó la
Universidad Agraria de Wageningen determinó que ésta tuviera un carácter fuertemente
académico, aunque ello no impidio que el enfoque de la sociología rural europea tuviera la
misma vinculación institucional a las Administraciones agrarias de los gobiernos europeos
que poseía la sociología rural americana: de hecho, como señala Hofstee, a pesar de intentar
resaltar las diferencias entre ambas “la influencia de la moderna sociología general americana
y la moderna sociología rural americana, en particular, fue de primordial importancia para el
desarrollo de la sociología rural en Europa”; por lo que su enfoque se vió fuertemente
influenciado por el tipo de trabajo que la sociología rural americana realiza, es decir, aquel
que se mueve en los débiles esquemas teóricos del continuum rural-urbano.
30
De la Universidad Agraria de Wageningen (Holanda).
31
E.W. Hofstee escribió uno de los análisis pioneros sobre la sociología rural europea en , "Rural Sociology in Europe", que apareció
publicado en Rural Sociology, Vol. XXVIII, nº3, 1963; pp.329-341;Cf. la p.337.
32
"A pesar de los importantes trabajos efectuados en Europa sobre todo en Alemania, el Reino Unido, Francia, Rumanía y la U.R.S.S.
entre 1890 y 1925, en general, puede decirse que la investigación sociológica en gran escala (tanto rural como de otra índole) es en
Europa relativamente reciente" decía el propio E.W. Hofstee en su trabajo con A.K. Constandse, ( 1965 :.7).
33
Cf . en este sentido Carl C. Taylor, ( 1965 :.471).
12
34
T. Lynn Smith, Carl C. Taylor, Olen E. Leonard, Charles P. Loomis, Nathan L. Whetten, Lowry Nelson y George L. Wheten, entre
otros, realizaron importantes investigaciones sociológicas de carácter gubernamental en Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba,
Guatemala, México, Panamá, Perú y Venezuela y sentaron las bases de la sociología rural en aquellos países creando así numerosos
satélites teóricos de la tradición sociológica de la vida rural. Cf. Lowry Nelson, Rural Sociology. Its Origns ... op. cit., pp. 141-149;
Olen E. Leonard y Roy A. Clifford, La Sociología Rural para los programas de acción (La Habana: Inst. Interamericano de Ciencias
Agrícolas de la O.E.A., 1.960), pp. 15-23.
35
Eduardo y José Luis Sevilla-Guzmán, La tradición sociológica ... op. cit., p. 81. El consolidador de este enfoque en la sociología rural
fue Everett M. Rogers que desde la Michigan State University llevó a cabo diversos programas relacionados con la Oficina de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y varias instituciones estatales de Colombia, India y Kenia entre 1.963 y 1.965, y
que consideraremos mas adelante como configurador del marco teórico de la "modernizacion de los campesinos".
13
dos discípulos suyos, C.A. Arensberg y S.T. Kimbal, traspasan este tipo de investigaciones a
Europa(36). Con análogo enfoque, aunque con mayor huella de la antropología británica, se
encuentran los trabajos de Alwyn Rees (considerado como el padre de los estudios de
comunidades británicos), W.M. Williams y L. Wylie(37). Todo este tipo de trabajos supone, en
buena medida, una reencarnación europea de los clásicos estudios de comunidad americanos,
donde las estáticas y estables comunidades rurales sin ningún tipo de conflicto que rompa su
encapsulado orden social se ven forzadas a transformarse adadptandose a los cambios
sociales que exige el “progreso”. El trasfondo teórico del continuo rural-urbano subyace a la
práctica totalidad de sus interpretaciones, en las que como señalaría Frankenberg “está
ausente la más mínima caracterización de la organización capitalista de las áreas comerciales
agrícolas”(38).
36
C.A. Arensberg y S.T. Kimbal, (1940).
37
Alwyn Rees (1950); M.W. Williams (1956 , 1963 y 1964 :.299-314); y L. Wylie, ( 957). Cf. en esta misma línea los trabajos de David
Jenkins, Emrys Jones, T. Jones y Trefor M. Owen, ( 1962) editado por Elwyn Davis y Alwyn Rees.
38
R. Frankenberg, (1966 :.252). Una excepción lo constituye el trabajo de James Littlejohn, (1963) quien estudia un área rural en términos
de conflicto, interés y análisis de clase.
39
Gwyn E. Jones, (1967 :1034) y del mismo autor, (1968) así como multiples trabajos en el Agricultural Extension Bulletin de la
Universidad de Reading.
40
Cf. por ejemplo, la tipología de comunidades rurales que establece como aplicación del marco teórico del continuum rural-urbano a las
comunidades rurales británicas, en un esfuerzo de acumulación teórica Gwyn E. Jones, (1973 : 19-21).
41
Existe una versión castellana de este trabajo completada con un capítulo sobre "La otra Sociología Rural" (Los estudios campesinos de
la antigua y nueva tradición) y un análisis de la Teoría Social Agraria Española en Howard Newby y Eduardo Sevilla Guzmán, (1983).
14
42
Cf. Manuel Castells,(1972); R.E. Pahl , (1968) y David Harvey , (1973).
43
Ver el ingenuo lamento respecto a la estirilidad analítica de la sociología rural realizada en el primer mundo (y para la cual no existe otra
sociología rural que ella misma) en Benvenuti, B., Galjart, B. and Newby, H. (1975),.
44
Teodor Shanin, en su excelente y sarcástico comentario : "A world without Rural Sociology" (1976 : 233-237).
45
Cf. su Sociología Rurale (Bolonia: Edizioni Agricole, 1965)
46
Corrado Barberis, (1959 , 1959, 1960a, 1960b, 1963a, 1963b, y 1964).
15
europeo(47). Así, es posible diferneciar dentro de esta tradición intelectual italiana como
primer marco teórico, la Teoría que elabora Corrado Barberis, sobre “la Reforma Agraria,
como corchón, contra la Revolución Social”. De su análisis de las distintas experiencias
europeas extrae conclusiones teóricas relativas a la posibilidad de diseño de políticas agrarias
de concesión de determinados recursos naturales a las clases jornaleras esterilizando así su
hambre de tierra y sus impulsos revolucionarios transformándolos, finalmente en campesinos
conservadores.
Sin embargo, el trabajo de Barberis, a pesar de ser una figura clave en el desarrollo de la
sociología rural italiana, supone durante mucho tiempo un esfuerzo aislado. Si hubiera que
establecer una fecha como la del nacimiento oficial de los estudios rurales en Italia, esta sería
diciembre de 1944, cuando se establece en Bari un convenio para el estudio de la
problemática del Mezzogiorno y más precisamente con la realización de los estudios de
Guido Dorso sobre La classe dirigente meridionale y de Malio Rossi Doria sobre La
Strutture e problemi dell ‘Agricoltura meridionale. Surge así el grupo conocido como
“meridionalista” en el que, con un predominio de economistas agrarios, se inició el estudio de
los problemas del campo desde una perspectiva científica. Ello supone la apertura de un
proceso de institunalización de la investigación en ciencias sociales agrarias vinculado a las
transformaciones políticas que se van operando en Italia con el paso a un estado regional. En
ello juegan un papel importante “el Movimiento di Comunità formado por Adriano Olivetti,
la Svimez de Roma y la sección de sociología rural del Centro di Specializzazione Ricerche
Economiche per il Mezzogiorno de Portici”. En este contexto se genera una especie de
movimiento cultural, que sensibiliza a las autoridades regionales y estatales sobre la
necesidad de una investigación empírica en sociología rural. No obstante, todavía hoy
Corrado Barberis, sigue considerandose como el padre fundador de la sociología rural
italiana, y aunque sus trabajos se encuentren insertos en el pensamiento liberal,
probablemente su obra haya establecido desde el comienzo una clara diferenciación con la
sociología de la vida rural americana. En efecto, todavía en 1975, el texto básico de
sociología rural poseía su autoría(48) y en la actualidad constituye un texto de obligada
referencia en las universidades europeas. Más aún, la labor que lleva a cabo como presidente
del Instituto Nazionale di Sociologia Rurale (INSOR) publicando a través de la editorial
47
Cf. Corrado Barberis, (1965). Ver igualmente sus análisis sobre la reforma agraria y la emigración en Italia., en (1957 y 1960).
48
C f., su último.texto de Sociología Rural : Elementi di Sociologia Rurali (1975).
16
Aunque se vincule más a la sociología rural nórdica por haber formado parte del grupo
de Wageningen, Bruno Benvenuti jugó un papel importante en la sociología rural italiana, en
particular, y en la sociología rural europea, en general. De hecho el mejor análisis que hasta
ahora se ha hecho de la sociología rural italiana se debe a él el propio Benvenuti las
diferentes líneas de investigación de la sociología rural italiana de los primeros años(51) La
reforma agraria fué untema central en aquellos años iniciales através de los trabajos de
Ardigò, Musatti, Moschini, Pin, Gallino(52) “ La reforma acabó así por convertirse en uno de
los mayores eslabones de enlace entre investigadores de procedencia económico-agraria e
investigadores procedentes de otras ciencias sociales”. No obstant como afirma Benvenuti los
primeros trabalos estudios agrarios italianoscon un cierto contenido sociológico estan en los
“pasados a la historia como investigaciones meridionalistas”(53). Para concluir con la etapa de
génesis y consolidación de la sociología rural en Italia, baste decir que desde el comienzo de
los años sesenta en que aparece la primera revista específicamente inscribible en esta
disciplina, Quaderni di Sociologia rurali, los mayores impulsos en cuanto a producción
teórica se deben, junto a Barberis como ya hemos apuntado, a Bruno Benvenuti(54) que desde
Wageningen supone una inyección renovadora de gran valor y sobre todo la dimensión
sociológica que van adquiriendo los trabajos del grupo de Portici que juegan un papel
49
Entre las investigaciones aquí publicadas dirigidas por él se encuentran Produzione agricole estrati sociale (en colaboración con
Vicenzo Siesto); L'avvenire delle campagne europee (recopilación con Henri Mendras); La clase politica municipale; Famiglie
senza giovani e agricoltura e mezzotempo in Italia, dos volúmenes y su reciente estratificación social agraria partiendo de datos
censales, Agricultura e Strati Sociali (1986).
50
Alexander V. Chayanov (Aleksandr Vasil'evic Cajanov) (1988).
51
Bruno Benvenuti, (1966) :1063-10113 y 089-1090).
52
Entre los autores pioneros del enfoque sociológico Benvenuti inluye a G. Orlando, C. Schifani, E. Pampaloni, N. Prestianni y F.
Platzer, entre otros económistas agrarios; más tarde se refiere a A. Ardigò, como autor más prolijo y clave en la tradición italiana de
estudios de economía rural (1958) ; D. Musatti, (1958); de Moschini véase: F. N. Moschini, (1958). De Pin Cf. "Effetti psicosociologici
della riforma agraia" (1964) :.9-102). De Gallino, ( 958),
53
A. Ardigò, "Meridione e ricerca sociale", (1961:.211).
54
Entre su numerosa producción caben destacar sus trabajos sobre el estado de la sociología rural: Ardigo (1961 ; 1963 y 1966). Entre las
investigaciones sobre el trabajo en la agricultura están "Trends in the development of rural occupational structure and labour
organization", ( 1960); su tesis doctoral de Wageningen en: "Farming" (1962a); "Rural Youth Organizations, Agriculture and Rural
Life" (1962b). "Un`ipotesi di lavoro a tre profonditá per lo studio della modernizzazione della cultura rurale" (1962c), y "L'évolution
des comportements psychosociologiques des agriculteurs en Fonction des changements des structures agraires", (1964). "Structure
agrarie e comportamento dllágricoltore (una primera reseña de los resultados de la investigación social), Studi Metodologici
sull'Assistenza Tecnica, (1966).
17
Como hemos señalado, anteriormente, los Países Bajos juegan un papel fundamental en
la institucionalización de la Sociología de la Vida Rural en Europa. En efecto, Hofstee y el
núcleo de agrónomos, geógrafos y científicos sociales embarcados en los proyectos de
desarrollo que el gobierno holandés implementa en sus colonias, se configuran en varios
departamentos vinculados a la sociología rural y toman el liderazgo intelectual de la
European Society for Rural Sociology y de su revista Sociología Ruralis. De entre las
aportaciones más rlevantes desde una perspectiva teórica cabría citar los análisis del manejo
de los recursos naturales y su vinculación con la estructura social. Aparece así por primera
vez el concepto de Styles of Farming como marco teórico de gran relevancia analítica. Tras
su formulación inicial por Hofstee, aparece una continuidad teórica en el sociólogo italiano
afincado en Wageningen y ya considerado anteriormente, Bruno Benvenuti, quién se
constituye la figura más relevante del grupo desde la perspectiva de sus aportaciones
teóricas`(57). Así nuclea en torno suyo a un grupo de investigadores jovenes como E.Bussi, H.
Mommaas y Jan Douwe van der Ploeg, alguno de los cuales años mas tarde se configurarían
como figuras de gran valor, como veremos mas adelante al analizar la sociología de la
agricultura.
Los estudios rurales franceses, inscrivibles en esta tradición teórica son poco relavantes;
sin embargo será el enfoque crítico francés procedente de la antropología quien, más tarde,
generará el impulso de renovación teórica que se producirá en los años setenta en el
55
Gilberto Antonio Marselli, (1968); Gkiovanni Mottura, ( 1968); Enrico Pugliese, (1970 y 1971); G. Accardi, G. Mottura y E. Pugliese,
(1971); Giovanni Mottura y Enrico Pugliese, (1972); Aldo Pugliese, (1973); Mena Furnari, (1973); y M. Furnari, G. Mottura y E.
Pugliese, XXXXXX"Ocupazione femminile e mercato del lavoro" en International Review of Community Development, nº31-32.
56
F. H. Buttel y H. Newby, (1980).
57
Cf. "Institutional Changes in Rural Life";" The Current Status of Rural Sociology"; "General Systems Theory and anew Feudalism or
towards Democratic Planning?"; "Bettween Marx and The Readers' Digest" y "On The Dualimbetween Sociology and Rural Sociology:
Some Hints from the case of Modernization" en Sociologia Ruralis, Vols 6,15,18,21 y 25 corespondientes alos años de 1966 a 1985; o
sus trabajos en la Rivista di Economia Agraria de los años 1975 y 1980; y en La Questione Agraria, criticando el neoliberalismo de
la agricultura italiana y el modelo de desarrollo de las explotaciones agrarias mediterraneas (nº 7 y 17). Cf su último trabajo compilador
Produttore Agrario e Potere.(Roma:CNR/IPRA,1990).
18
pensamiento social agrario bajo la influencia de las corrientes neomarxistas. La obra clave,
que puede marcar el fin del predominio de la sociología rural institucionalizada en Francia es
El final de los campesinos (1970), al mostrar la búsqueda de una corriente teórica
renovadora.Tambien tiene interés su trabajo Sociedades campesinas: elementos para una
teoría del campesinado (1976), cuando ya han empezado a aparecer los estudios que
configurararán las “teorías de la articulación” del campesinado en el sistema capitalista que
veremos más adelante. Así, en las conclusiones de sus “sociedades campesinas” Mendras
afirma que “la sociedad industrial se vuelve contra los campesinos, quiero decir que los
condena irremediablemente porque no puede tolerar que algo se rebele contra su
raiconalidad. El final del campesinado en el sentido preciso que aquí doy a ese término ya ha
sido actualmente alcanzado en Occidente. Al mismo tiempo la industrialización del resto del
planeta provoca el renacimiento, el reforzamiento y, a veces, la aparición de campesinados.
En medio siglo la sociedad industrial soviética no ha conseguido desembarazarse de su
campesinado a pesar de una deliberada voluntad de asimilar obreros y agricultores,
ciudadanos a rurales”(58).
58
Henri Mendras, (1978 :.246).
59
Carlota Solé, Modernización ... op. cit., p. 91.
19
Entre los trabajos que han causado un mayor impacto dentro de las teorías de la
modernización agraria se encuentran los trabajos de Edward C. Banfield(60) en los que se
analiza, desde una perspectiva antropológica, durante 1.954 y 1.955 la comunidad rural de
Montenegro al sur de Italia. Como consecuencia de su investigación elabora una construcción
teórica que se conoce como el familismo amoral. A partir de su investigación en esta única
comunidad italiana, Banfield elabora una ambiciosa conceptualización desde la que examina
“los factores que imponen una acción corporativa en una cultura campesina” bajo el supuesto
de que ésta es en “varios aspectos bastante similar a los mundos mediterráneo y
levantino”(61). Intente elaborar así una teoría general del “ethos campesino” que se conoce
con el nombre de “familismo amoral”.
Para Banfield la cultura campesina puede ser explicada “en gran medida (aunque no
totalmente) por la inhabilidad de los miembros de la comunidad para actuar conjuntamente
por su común bienestar o, ciertamente, por algún fin que trascienda el inmediato interés de la
familia nuclear. Esta inhabilidad para concertar la actividad más allá de la familia inmediata
surge de un ethos (en sentido summeriano), el de familismo amoral(62). Para Banfield todo el
comportamiento de los campesinos montenegresi puede explicarse si se tiene en cuenta que
actúan maximizando las ventajas materiales de su familia nuclear a corto plazo como
(63)
consecuencia de que se asume que todos los demás actúan así. .Aunque Banfield
reconozca que la coincidencia entre sus descripciones y las derivaciones lógicas que se
obtienen de su teoría no la prueban, argumenta que su teoría explica y en gran medida hace
legible gran parte del comportamiento de los campesinos, al no ser desmentida por ninguno
de los “hechos” por él obtenidos. Así, establece una serie de proposiciones lógicas que se
articulan en una construcción teórica que es fundamentada empíricamente (a su entender) por
la realidad, dentro del más puro y refinado funcionalismo.Aún cuando este autor perciba que
su familismo amoral pueda existir en otras sociedades y quizás más en aquéllas de tipo
urbano del mundo moderno, afirma que el familismo amoral es una pauta o síndrome y el
hecho de que una sociedad muestre algunos de los elementos que lo constituyen no significa
su existencia, ya que ésta requiere que aparezcan todos juntos. Lo cual parece que sucede en
el “mundo campesino mediterráneo y levantino”(64)
60
Sigo desde aquí, casi literalmente, mi trabajo en Agricultores y campesinos (1.984: 87, 88 y 90) suprimiendo las partes inadecuadas
para este discurso.
61
Edward C. Banfield, (1.958 : 9-10).
62
Ibid, p. 10.
63
Ibid, p. 83.
64
Ibid, p. 83-101.
20
.Esta pauta o síndrome de desconfianza y mutua sospecha hacia todo aquél que no sea
de la familia es tomada por la tradición “modernicista” de la vida rural asumiendo, en cierto
sentido, que los “modernos” del mundo urbano industrial se caracterizan por la hospitalidad y
la confianza entre sus miembros, para los cuales el círculo de familiares y amigos es abierto y
fuera de él no existe la competitividad, característica que paradójicamente se atribuye a las
sociedades campesinas.Quizá el trabajo que ha alcanzado mayor éxito entre los sociólogos de
la modernización de la vida rural sea la muy conocida teoría de la imagen del bien limitado
que desarrolla Foster. Este, en un intento de caracterizar la dimensión dominante en la
orientación cognoscitiva de las sociedades campesinas, construyó un modelo para explicitar
el compor-tamiento de estas(65).
Para Foster amplias áreas del comportamiento campesino están modeladas por esta
percepción del universo sociocultural. Tal percepción consiste, en síntesis, en una visión a
través de la cual todo aquello que es deseado y valioso para el campesino (como la amistad,
la riqueza, la salud y cuantas otras cosas son ambicionadas) existe en su mundo en una
cantidad escasa y limitada. Pero además, todo bien es finito y no existe manera posible de
ser incrementado en cantidad disponible por los campesinos. De esta forma, todo incremento
en el bienestar de una unidad campesina supone, de alguna manera, una pérdida relativa de
ese bienestar por parte de los demás miembros de la comunidad. Como consecuencia de ello,
el logro del éxito personal está ausente en las sociedades campesinas, donde las “virtudes
anglosajonas del trabajo duro y el ahorro, vistas como determinante del éxito económico no
tienen sentido”(66). Al ser el universo social de los campesinos percibido desde las
perspectivas en las que toda satisfacción personal se torna en insatisfacción colectiva, como
resultado de la cantidad limitada y sin posible expansión de los bienes sociales, el orden
social campesino será consecuentemente reflejo de tal orientación cognoscitiva. Así, dentro
de una concepción funcionalista de la sociedad, Foster concluye que todas las instituciones
sociales, el comportamiento social e incluso los valores y actitudes de los campesinos serán
modeladas como funciones de esta orientación cognoscitiva. Desde el momento en que el
logro personal se realiza a expensas de otro, ello constituye una amenaza que es necesario
combatir para preservar la posición relativa de cada campesino dentro de su orden social
tradicional. Ello se traduce en dos expresiones dentro de las comunidades rurales; por un
lado, la máxima cooperación o el comunismo como forma de solución para la nivelación y
65
George M. Foster, "Peasant Society and the Image of Limited good" en American Anthropologist, Vol. 67, nº 2, 1.965; pp. 293-315.
66
Ibid, p. 307.
21
67
Everett M. Rogers, (1.989). Hay traducción castellana en (México: Fondo de Cultura Económica, 1.973). A partir de aquí seguimos, de
nuevo, mi citado trabajo Sobre agricultores y campesinos ... op. cit., pp. 84 y 85.
68
Everett M. Rogers, (1989: 24-36).
69
Ibid, pp. 38 y 39. El problema, en nuestra opinión, radica en quién planea el cambio y cuál es el modelo de sociedad que se busca, que
en este caso no tiene, probablemente, mucho que ver con el deseo de los campesinos, a quienes se les ofrecen los logros materiales sin
22
en otra palabras, desde el etnocentrismo de esta teoría occidental el campesinado debe ser
sacrificado en aras de la modernización.
permitirles que ellos mismos después de entenderlos los introduzcan en su propia cultura paulatinamente. Por el conrario, se trata de
"modernizar" cuanto más rápido mejor.
70
Cf. Howard Newby, (1.979); Francois Bourquelot, "De quelques tendances sur l'emploi des salaries dans la production agricole"
(1.987); Giovanni Mottura and Enrico Pugliese, "Capitalism in Agriculture and Capitalistic Agriculture: The Italian Case" (1.980 : 171-
199). Y más específicamente Enrico Pugliese, (1.983).
23
Dada la naturaleza de estos papeles nos vemos obligados a considerar tan solo a unos
pocos autores, los que yo considero más representativos de estos enfoques. No obstante
merece la pena considerar esquemáticamente la dinámica de su formulación teórica. Los
debates básicos del neomarxismo surgieron en torno a la acumulación del capital y los
orígenes del capitalismo, a través de las polémicas generadas en distintas revistas como
Science and Society(71), Past and Present(72) , New Left Review y Monthly Review Pero
veamos con una mayor sistematización este proceso.
71
Tiene mucho interés el debate que en el seno de esta revista se generó de 1950 a 1953, reunida parcialmente en Rodney Hilton, (1.976).
Hay varias recopilaciones en castellano del debate, entre otras, en Ciencia Nueva, Artiach y Ayuso
72
Bàsicamente de 1976 a 1982 Cf. T.H. Aston y C.H.E. Philip (1.988)
73
Cf. André Gunder Frank, (1991: 42 y ss). Las características apuntadas son una interpretación nuestra de sus sentencias.
74
No entramos en los "confrontos academicistas" respecto a quien fué el primero en definir esto o aquello ni en la "radicalidad" de las
teorías por cuestión de edad. Theotonio Dos Santos fué alumno de André Gunder Frank cuando daba clase de Antropología en la
Universidad de Brasilia. Si tenía contrato de catedrático o lo hacía clandestinamente es algo irrelevante para este discurso.
75
Cf. Theotonio Dos Santos, "The Structure of Dependence" (1970 : 231-36 y .231).
76
Cf. Theotonio Dos Santos, "Dependency and Development in Latin America" (1965) in New Left Review nº74, 1972, pp.83-95; "The
Industrial Elite" (1967) y su trabajo mas acabado en colaboración con E. Paletto, (1969), Cf. también el extracto de este trabajo en H.
Alavi y T. Shanin (1982).
77
Cf. "Siete Tesis equivocadas sobre América Latina" (1965) en R. Stavenhagen et al., Tres Ensayos Sobre América Latina (1973) así
como los trabajos de Jacques Chonchol y Gerrit Huizer, entre otros.
24
económico mundial, “nuevo concepto teórico” en el que se buscó la génesis y pervivencia del
atraso.
Probablemente, la Teoría del Subdesarrollo que posea un mayor interés sea el marco
teórico conocido como El Colonialilsmo Interno. Esisten al menos tres versiones distintas
del mismo; la que posee un mayor grado de generalidad fué elaborada por André Gorz a
primeros de los años setenta y hace referencia al “proceso de acumulación capitalista y su
generación de empobrecimiento y degradación social en aquellas regiones que son utilizadas
78
The Modern World System: Capitalist Agriculture and the Origens of the European World Economy in the 16th Century (New
York: Academic Press, 1974); The Modern World Systems II: Mercantilism and the consolidation of European World-Economy
1600-1750 (New York: Academic Press, 1980) y The World System III: The Second Era of Great Expansion of Capitalistic World
Economy: 1730.1840 (1989). Cf. un resumen en castellano como El capitalismo histórico (1988).
79
La crítica de Ernesto Laclau (a pesar de sus posteriores frivolidades estructuralistas, (1.977 y 1.971), aunque su esquema del feudalismo
quedara como veremos más tarde incompleto. Para una excelente crítica al modelo teórico global, Cf. Harriet Friedman, (1.983 : 497-
508).
80
Su obra clave desde nuestros intereses es Extensao ou Comunicaçao? (1.982) la publicación original tuvo lugar en el Instituto de
Capacitación e Investigación en Reforma Agraria de Santiago de Chile en 1.969.
81
Para una completa bibliografía de Gutiérrez Cf. Laurentino Heras Montoya, (1.987 : 154).
25
por los centros industriales y financieros como reservas de mano de obra y de materias
primas (incluidas las agrícolas), de igual forma que las colonias de los grandes imperios
europeos. Las “regiones periféricas” han enviado a las metrópolis sus ahorros, su mano de
obra...[y demás recursos]...sin tener derecho a la reinversión local del capital acumulado
con su actividad(82).La segunda versión del colonialismo interno surge en Latinoamérica en el
marco de las teorías de la dependencia que acabamos de caracterizar, siendo Pablo González
Casanova su más conocido formulador. En un esfuerzo de síntesis este colonialismo interno
puede ser definido commo “una estructura de relaciones sociales basadas en la dominación y
la explotación de grupos culturalmente distintos y heterogéneos...cuya génesis y evolución
tuvo lugar sin ningún tipo de contacto mutuo hasta un momento determinado”(83).
82
André Gortz, (1971 :1-25). Un mayor desarrollo de estos argumentos puede verse en André Gortz, (1967 : 155-74).
83
Pablo González-Casanova (1969..27-37). Una más desarrollada versión puede encontrarse en Sociología de la Explotación (1969 :
221-250).
84
Michael Hechter, (1975 : 30-43).
85
Michael Hechter, Internal Colonialism...op. cit., p.4.
26
86
Michael Hechter, Internal Colonialism...op. cit, p. 10. Es necesario señalar que Michael Hechter abandonó haca casi una década este
enfoque conflictivista para abrazar el funcionalismo hegemónico de nuevo cuño en los estudios del nacionalismo, Cf., M. Hechter,
(1988 : 3-13). Para una teoría del Nacionalismo periferico (utilizando el colonialismo interno como marco teórico) pensando en
Andalucia, Cf., E. Sevilla Guzmán, (1990 : 37-97).
87
Charles Bettelheim, (1.973 : 379-423 y 1.974).
88
"Sur l'articulation des modes de production" en Problèmes de la planification, nº 13, Centre d'études de planification socialiste, Paris-
Sorbonne, pp. 42 y ss.
89
Femmes, greniers et capitaux (París: Maspero, 1.975). Hay edición castellana en (México: Siglo XXI, 1.977).
27
90
Para una interesante exposición de este "marco teórico de la articulación" en el contexto de los análisis del campesinado, Cf. David
Goodman and Michael Redclift, (1.981 : 54-67).
91
Pierre-Philippe Rey (1970); Claude Meillassoux, (1972 : 103); Charles Bettelhein Theorical Comentsen A. Emmanuel, unequal...op.
cit., pp. 297.
92
A.L.Kroeber, (1948 : 284).
93
Redfield estudia, primero, en compañía de su mujer e hijos, una población azteca próxima a México (Teopozland, a Mexican Village:
a Study of Folk Life) (1930) y, después (ayudado por quien más tarde sería su discípulo y colega, Alfonso Villas Rojas, entonces
maestro rural), cuatro comunidades yucatecas (Chan Kom: A Maya Village) (1934), y ,The Folk Culture of Yucatán (1941).
Publicados todos ellos en The University of Chicago Press).
28
Sin embargo, el conjunto de estudios más relevantes sobre el campesinado surgen del
grupo vinculado a Julián H. Steward, cuya tradición teórica se conoce como evolucionismo
multilineal o ecología cultural. Junto a Steward, cabe señalar como figuras más relevantes a
Sidney Mintz, Eric Wolf, Karl A. Wittfogel, Robert Adams y Angel Palerm, entre otros
muchos(96). Probablemente la caracterización más completa del campesinado de esta tradición
teórica se deba a Eric Wolf. Este no sólo recoge los elementos más interesantes de la
aportación de suscompañeros, sino que además incorpora a su análisis relevantes aspectos de
la antigua tradición de los estudios campesinos y en especial los trabajos de Chayanov.
Aparece así, el marco teórico de los ecotipos campesinos que años más tarde se completaría
con un enfoque conflictivista del proceso de expansión europea a Latinoamérica en su
excelente análisis sobre los “pueblos sin historia”(97). Tiene gran intéres la caracterización
que hace Sidney Mintz de los obreros agrícolas como parte del campesinado. Y sobre todo
sus últimos análisis sobre el campesinado caribeño de los cuales surge el marco teórico que
hemos denominado del “Campesinado como ranura histórica”(98).
Otro autor de gran relevancia, dentro de esta tradición teórica es Boguslaw Galeski,
quién recogiendo el legado de V.I. Lenin, reelabora el concepto de estructura social
aplicandolo al análisis del campesinado. Aparece así, lo que hemos definido como el marco
teórico de la estructura social rural(99). Pero sin duda, el gran inpulsor de los nuevos estilos
campesinos es Teodor Shanin quién en sus trabajos sobre Chayanov, Lenin, y Kautsky rompe
con la perspectiva unilineal del marxismo ortodoxo agrario(100) y genera, lo que hemos
denominado aquí, el marco teórico del Narodnismo Marxista, recuperando así, el valioso
94
R. Redfield, (1947 : 293-308). Sobre su carácter de modelo teórico, cf. "The Natural history of the Folk Society", (1953 : 224-228).
95
R. Redfield , (1956 : 29-30 y 64-68).
96
La configuración de este grupo surge del trabajo interdiciplinario que Steward dirigió en Puerto Rico al final de los años cuarenta Cf.
The People of Puerto Rico (Urbana Ill.: University of Illinois Press, 1956. De aquí surgieron las tesis doctorales de Sidney Mintz y
Eric Wolf generándose una acumulación teórica que incorporaba el legado teórico de Childe y White.
97
Erick R. Wolf, (1982).
98
Sidney Mintz, (1960). Hay edición castellana en 1988 (Rio Piedras: Ediciones Huracán). Para el marco teórico del campesinado como
ranura histórica Cf. Caribbean Contours (1985).
99
Boguslaw Galeski, (1972 : 100-133). Ver su aplicación al análisis español en, Eduardo Sevilla Guzmán, (1979).
100
Teodor Shanin, en A.V. Chayanov, (1986). Hay traducción castellana en Agricultura y Sociedad, nº48; y con Hamza Alavi, en Karl
Kautsky, (1988), también hay versión castellana en Agricultura y Sociedad.
29
Junto con Teodor Shanin y Hamza Alavi (articuladores de los estudios campesinos con la
Sociología del Subdesarrollo), probablemente la figura más innovadora de ésta tradición
intelectual es Joan Martínez Alier(103), quién introduce una dimensión agroecológica a su
análisis de los movimientos sociales en los países periféricos construyendo así, el marco
teórico de “La ecología de los pobres”(104). A ellos es obligado añadir al núcleo de trabajos
más impactante en las transformaciones de la sociología rural europea hacia un enfoque más
interdisciplinario, despegandose así definitivamente de la sociología de la vida rural; son
éstos los estudios sobre desarrollo rural vinculados a Norman Long, que, desde una
perspectiva neomarxista y utilizando materiales recogidos sobre Asia, Africa y
Latinoamérica, exploran los problemas de las sociedades rurales del Tercer Mundo. Su
trabajo clave lo constituye el análisis que sobre las “teorías de la modernización” y los
“marcos de la dependencia” le llevan a formular propuestas de diseño de métodos de
desarrollo rural. Primero desde Inglaterra(105) y después desde la Universidad de Wageningen
(106)
, elabora una estrategia metodológica para encarar el problema del encuentro entre
diferentes identidades para la construcción de procesos de desarrollo local. Constituye así un
interesante equipo al que se integraria una de las que serán más relevantes figuras del
panorama actual del pensamiento social agrario Jan Douwe van der Ploeg, que
consideraremos más adelante.
Otra figura destacada de la sociología rural inglesa, que incidiría en esta orientación
teórica es Michael Redclift, quién, tras ciertas incursiones en los estudios de comunidad en
Inglaterra y España, se dedica al análisis del Tercer Mundo, centrándose en los estudios sobre
La Reforma Agraria en el Ecuador(107) y México, donde analiza el fenómeno del populismo
agrario como vía campesina de transición hacia formas de organización políticas más
igualitarias(108). Sin embargo, la aportación fundamental de Michael Redclift al pensamiento
social agrario, tiene lugar en elproceso de confluencia de esta orientación teórica con la
101
Teodor Shanin (1983).
102
London: Basil Blackwell, 1990.
103
Landlabourers and Landowners in Southern Spain (London: Allen and Unwin, 1971), así como sus trabajos sobre Cuba, Perú y
otros países latinoamericanos. Haciendas, Plantations and Collective Farms (London: Frank Cass, 1977).
104
Cf. Ecological Economics (Oxford: Basil Blackwell, 1987). Y sobre todo su De la economía ecológica al ecologismo popular
(Barcelona: Icaria, 1992).
105
Cf. An Introduction to the Sociology of Rural Development (London: Tavistock, 1977).
106
Norman Long (1989 y 1992).
107
Michael R. Redclift, (1978).
108
Michael Redclift, (1980 : 492-502). Cf., también, su trabajo "Production Programs for Small Farmers: Plan Puebla as Myth and
Reality" en (1983 :.551-570).
30
sociología del subdesarrollo que acabamos de ver; su libro con David Goodman, From
Peasant to Proletarian constituyen el más lúcido análisis de los marcos teóricos del
subdesarrollo(109). Es obligado, considerar aquí, a Hamza Alavi y Teodor Shanin(110) como
iniciadores de este proceso de confluencia, No obstante, es dentro de la sociología de la
agricultura que veremos despues, donde Michael Redclift destacará como principal
introductor del enfoque medioambiental en la sociología rural de las “sociedades
avanzadas”(111)
109
(Oxford: Basil Blackwell, 1981).
110
Cf. Sociology of "Developing Societies" (London: MacMillan Press, 1982).
111
Michael Redclift, (1987) y su estudio con David Goodman (1991).
112
Colin Bell and Howard Newby, ( 1.971) y de los mismos autores The Sociology of Community (1.974), como una selección de
algunos trabajos analizados en el anterior libro. El estudio de Robert J. Havighurst and Anton J. Jansen, 1.967, juega también un cierto
papel en este proceso.
113
Cf. como uno de los más representativos ejemplos Howard Newby, (1.977). Especialmente su análisis histórico de los trabajadores
agrícolas ingleses (pp. 23-91).
114
Cf. entre otros Howard Newby, Colin Bell, David Rosey y Peter Saunders, (1.978); H. Newby, D. Rose, D. Saunders and C. Bell,
"Farming for aurvival: Small Farmers in the Class Structure" (1.979). Howard Newby, (1.980). Así como varios artículos en Journal
of Farm Management, Comparative Studies in Society and History y Sociological Review.
31
115
Howard Newby autor central de este grupo surgido en torno suyo el Departamento de Sociología de la Universidad de Essex percibe en
Galpin, una de las figuras centrales de la sociología de la vida rural como hemos visto, "una embriónica teoría centro-periferia en sus
primeras formulaciones" (Cf. H. Newby, Basis Papers ... op. cit., p. 114). Por otro lado este autor inicia una serie de fructíferas
colaboraciones con Frederick Buttel de la Universidad de Cornell que, como veremos más adelante, juega un relevante papel en el
movimiento de renovación que surge dentro de Estados Unidos. Newby en 1.980 pasa a desempeñar un puesto importante en uno de los
clásicos santuarios de la sociología de la vida rural americana: el departamento de Sociología Rural de la Universidad de Wisconsin.
116
Cf, Frederick H. Buttel and Howard Newby, (1980).
117
Cf. "La sociología de la vida rural americana: una larga marcha hacia el funcionalismo" en E. Sevilla Guzmán (1984 : 104-107).
118
Creating Space for Change: A Perspective on The Sociology Of Developememt.(1984) y The Commoditization Debate: Labour
Process, Strategy and Social Nework ambos publicados en los Wageningen Agricultural University Series. Cf. Tambien los trabajos
citados de este autor al considerar esta tradición teórica en Inglaterra.
119
Endogenous Regional Development in Europe. Theory, Method and Practice.(Brussels: European Commission DG VI).
120
Cf. La Ristrutturazione del Lavoro Agricolo.(Roma: Reda, 1986) Y, sobre todo su excelente trabajo Labor, Markets, and
Agricultural Production (Boulder: Westview Press, 1990).Cf sus trabajos en castellano en Agricultura y Sociedad y, sobre todo su
aportación a E.Sevilla Guzmán y MGonzalez de Molina, Ecología, Campesinado e Historia (Madrid: La Piqueta, 1993); Cf su reciente
compilación : Beyond Modernization.(Assen, The Netherlands: Van Gorcum, 1995).
121
The Sociology of Agriculture (New York: Gren Wood Pres, 1990) en colaboración con Olaf F. Larson y Gilbert W. Gillespie. En 1983
intenté mostrar la génesis teórica de esta corriente. No obstante, la falta de perspectiva (aún desconocía dos trabajos de Willian H.
Friedlan y sobre todo del economista Alain de Janvry) lo que limitó el desarrollo el desarrollo de aquel trabajo: E. Sevilla Guzmán
(1993 : 37-60).
32
institucionalizada sobre la agricultura. Así se interpreta que existen tres periodos o “eras
principales” de la sociología rural, “respecto a la conceptualización de la agricultura, que
muestran sustantivas diferencias en sus enfoques teórico y metodológico. La Sociología de la
Agricultura se despliega durante la tercera era de la sociología rural. En ésta el tratamiento de
la agricultura se centra, para los citados autores, en el análisis de la economía política y la
estructura interna y dinámica de la agricultura. Su enfoque tiene una dualidad: neo-marxista
por un lado y neo-weberiana por otro, y se centra en el estudio de “estructura agraria”; las
formas de producción y el cambio en la agricultura; el rol de la etnicidad y la persistencia de
la agricultura familiar; la agricultura industrializada; la fuerza de trabajo asalariado en la
agricultura; las pequeñas explotaciones y la agricultura a tiempo parcial y el género en la
agricultura. Finalmente como otro gran tema central de la sociología de la agricultura se debe
considerar el medio ambiente de la agricultura en una doble acepción: literal y metafórica.
Literalmente consideran “el rol de los factores ecológico-naturales como antecedentes de la
estructura de la agricultura y el impacto de la agricultura en el medio ambiente natural.
Metafóricamente se refieren al “medio ambiente socioeconómico de la agricultura: cambio
tecnológico en la agricultura, sociología de la ciencia agraria, el impacto de la estructura de
las explotaciones (parcialmente a sus orígenes en la política del medio ambiente)” (122)
122
Frederick H.Buttel, Olaf F. Larson y Gilbert W. Gillespie Sr, (1990 : XVI-XX).
123
Friedland llama populista en un sentido no se sabe si despectivo a aquellos que piensan que la pequeña producción agraria no va a
desaparecer ineluctablemente en el desarrollo del capitalismo. Según esta defición Harriet Friedmann máximo exponente del
neomarxismo sería tambien populista. El equívoco probablemente se deba a Alain de Janvry en su famoso artículo del libro, pionero en
este enfoque, de Friedrick H. Buttel y Howard Newby The rural Sociology of Advanced Societies, pp 155-170. Para no confundir al
lector vamos a continuar con la acepción de la sociología americana de la agricultura de populismo y vamos a utilizar el término
narodismo cuando hablemos del populismo ruso. Para una clarificación sociológica del concepto populismo ruso o narodismo ver E.
Sevilla Guzmán en Agricultura y Sociedad nº 55, (1990 : 201-237).
33
La crítica que, en la IX Conference of the European Society for Rural Sociology (que
tuvo lugar en la Universidad de Reading en Septiembre de 1974), se realizó a la sociología
rural institucionalizada (o sociología de la vida rural) por parte de los sociólogos ingleses,
(hasta entonces ajenos a esta tradición teórica con excepción de Gwyn E. Jones, organizador
del citado evento) tuvo sin duda mucho que ver con el proceso de renovación teórica que
estamos caracterizando. La amplia participación en aquel encuentro de los antropólogos,
historiadores y sociólogos que se aglutinaban bajo el enfoque de los Estudios Campesinos
hizo remover los cimientos del stablishment sociológico rural europeo, hasta entonces un
apéndice teórico de la poderosa industria sociológica rural americana. Para Friedland el
segundo evento en el proceso de institucionalización de la sociología de la agricultura tiene
lugar en 1982, en México, en el World Congress for Rural Sociology, donde aparece el Ad
Hoc Group que había sido demandado en la reunión de Davis. Olvida, sin embargo, que en
1979 tuvo lugar en Córdoba el X European Congress for Rural Sociology, donde se gestó el,
probablemente, más importante texto producido hasta la actualidad de esta joven tradición
teórica: The Rural Sociology of Advanced Societyes de Newby y Buttel. En New Dheli
(India), en 1986, tuvo lugar el siguiente World Congress of Sociology donde se crea el
Sociology of Agriculture’s Research Committee. Finalmente en 1988 queda intitucionalizada
esta tradición teórica al incorporar la I.S.A. varias sesiones de sociología de la agricultura a
su congreso mundial(124).
124
Cf. W. H. Friedland et al. (1991 : 10-13). Junto a los eventos señalados a nivel internacional aparecen dos a nivel U.S.A.: el Rural
Sociological Society Meating, que tuvo lugar en 1981 en Guelph (Ontario), donde se reconoce la existencia de un nuevo campo de
investigación, la sociología de la agricultura y la reunión de la American Sociological Association de 1983 en Detroit.
34
125
Cf. María Fonte, (1988 : 103-145 y 108-109).
126
Lo más relevante de los trbajos de Margaret Fitz Simmos es su intento de integrar la tradición sociológica con la geográfica, Cf. Hidden
Philosophis: How Geografical Thought is limited by its Theoretical Models en Geo Forum Vol. 16, nº 2, 1985 pp. 139-149; "The new
industrial agriculture" (1986: 334.345), y muy especialmente su trabajo en Philip Lowe, Terry Marsden and Sarah Watmore (1988):
cap. 1. Hay traducción castellanaen ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1990, pp. 29-65.
127
Curiosamente no conozco ningún trabajo de Harriet Friedmann en el que reivindique adscribirse a esta tendencia teórica. Aunque desde
el X Congresos Europeo de Sociología Rural que tuvo lugar en la Universidad de Córdoba, organizado por el Instituto de Sociología y
Estudios Campesinos , se han producido reuniones periódicas de simpatizantes de este enfoque en todos los congresos de la European
Society for Rural Sociology (E.S.R.S.); los defensores del mismo fueron Howard Newby y Frederick Buttle, por este orden, Cf.
Howard Newby (1980 y 1978); El primero de estos trabajos es, de hecho una reivindicación del entonces incipiente enfoque Cf. H.
Newby y E. Sevilla Guzmán (1983 : 161-165). Friedland, como ya hemos adelantado al relatar la institucionalización de la sociología
de la agricultura, cuenta otra película, probablemente con razón, en William H. Friedland, et al. (1991 : 13-17). Cuando Howard Newby
invitó a todos los que entonces componíamos el Comité científico de la E.S.R.S. a escribir el manifiesto antirural-urbano (Bruno
Benvenuti, Benno Galjart and Howard Newby (1974 : 3-21) quienes trabajabamos desde la perspectiva interdisciplinaria de los estudios
campesinos discrepámos de una sociología de la agricultura con análogo enfoque pensando exclusivamente en las "sociedades
avanzadas" (cf. Teodor Shanin "A World without Rural Sociology..op.cit. pp. 233-237).
128
Frederick H. Buttel et al., Sociology of Agriculture... op. Cit. p. 80; María Fonte, Il rinnovamento della sociología rurale... op. Cit,
p. 109. Los trabajos más destacados de Mann Y Dickinson son sus pioneros artículos en The Journal of Peasant Studies Vol. 5, nº 4,
1978, donde adelantan estas ideas; y en la selección de Newby y Buttle: The Rural Sociology of Advanced Societyes... op., cit., y el
libro Susan A. Mann Capitalism and Agriculture (1989). Es de lamentar que estos autores desconozcan el excelente libro de Emilio
Perez Touriño, donde profundiza en diversos aspectos por ellos tratados.
35
129
"Class, State, Technology and International Foods Regimes. An Introduction to Recent Trends in the Sociology and Political Economy
of Agriculture" en Sociologia Ruralis,1989. Vol.XXIX, nº2; pp 86-92.
130
Cf. mi cítica a este aspecto , inexistente en la más relevante literatura neomarxista, en E.Sevilla Guzmán, Prólogo a J.A.Pérez Rubio,
(1995 : 13-46 y 46).
131
Los pioneros, desde la sociología, son: Auguste Comte (1864) Cf. Stanislav Andreski (1974 :124-198); por un lado , y.Herbert
Spencer, (1974);Cf. también Stanislav Andreski, (1971.); por otro a los que habría que unir Emile Durkhrim.
36
producción agregada. Así, la tierra es percibida tanto para Ricardo, como para Marx como
“las energías originarias e indestructibles del suelo” y la agricultura “es el pecado original
que introduce el capitalismo en el mundo”(132). En el trabajo donde desarrolla su
interpretación del avance del capitalismo en los distintos ámbitos de la sociedad, Marx realiza
una formulación detallada del funcionamiento del capitalismo y el avance del fator de
producción capital, como bienes naturales transformados mediante la incorporación de
trabajo. Y, al hacerlo, y considerar el desarrollo de la tecnología como elemento central de tal
proceso, elabora el concepto de “fuerzas productivas”. Es esta, como demuestran Joan
Martínez Alier y José Manuel Naredo, la noción perversa que aleja el pensamiento marxiano
de una concepción ecológica de la naturaleza y la sociedad(133). No obstante, desde distintas
perspectivas se han hecho notables esfuerzos para vincular el marxismo con la ecología
despojando a aquel de la dimensión productivista. El marco teórico analizado en los orígenes
del pensamiento alternativo y más especificamente la tradición narodnista es un camino
abierto y continuado por Chayanov, Polanyi, Palerm, Martínez Alier, González de Molina y
otros,(134).
132
D. Ricardo, (1971 : 91).
133
Karl Marx, El Capital (1867-69). Existen ediciones castellanas en: (Madrid: Akal, varias ediciones) traducción de V. Romano; (Buenos
Aires: Fondo de Cultura Económica, varias ediciones) traducción de W. Roces; y (Madrid: Siglo XXI, varias ediciones) traducción de P.
Scaron; Juan Martínez Alier y José Manuel Naredo, "La noción de fuerzas productivas y la cuestión de la energía" en Cuadernos de
Ruedo Ibérico, nº 63-66; pp. 71-90.
134
Sobre este tema veáse M. González de Molina y E. Sevilla Guzmán, (1993 :121-135).
135
Vilfredo Pareto (1906). Hay traducción castellana en (Buenos Aires: Atalaya, 1945).
37
Se tiene la falsa creencia de que la Teoría de Sistemas ha sido siempre desarrollada desde
postulados conservadores. Existe, no obstante, una tradición conflictivista con este enfoque,
que se remonta al marxismo: desde Leslie A. White(144), con su esquema sistémico para
136
Cf. Bronislaw Malinowki, ( 1960).
137
A.R. Radclilffe-Brown, (1952 : 12-15) y (1958 : 60-62).
138
Alfred Reginald Radcliffe-Brown, Struture and...op. cit. pp. 18-23 y Method in Social ... op. cit.; pp. 181-191.
139
Talcott Parsons, ( 1961). Hay traducción castellana en (Madrid: Guadarrma, 1968) dos Vol..
140
Cf. T. Parsons, (1970); passin.
141
Cf. T. Parsons & E. Sihls, (1951); 2ª parte; José María Maraval, "Sociología y explicación funcional", (1976 : 25-3).
142
Cf. R.K. Merton, (1968 : 73-138).
143
Cf. T. Parsons, (1951 : 5-6).
144
Se ha dicho que el materialismo cultural sistémico de Leslie A. Whhite posee una clara continuidad con Morgan, Marx, Engels y
Bujarin; Cf. M. Opler, (1961 : 1-20).
38
145
Cf. Leslie A. White, (1945 : 335-356); The Evolution of Culture (1959 y 1963 : 1963); "The Science of Culture (1947 : 368 y ss).
(hay edición castellana en Buenos Aires: Paidos, 1966) 1ª ed. 1943. Y también: Marvin Harris, (1978); Howard Newby y Eduardo
Sevilla-Guzmán, (1983 : 146-154).
146
Cf. Niklas Luhmann, (1970); traducción castellna como Ilustración sociológica y otros ensayos (Buenos Aires: Editorial Sur, 1973),
pp. 7-47 y 113-140.
147
Cf. Niklas Luhmann, (1985). Los conceptos negentropía y, en general, el contexto metodológico que utiliza serán comprendidos más
adelante cuando consideremos la Teoría General de Sistemas en el apartado siguiente. Ruego al lector disculpe tal licencia, ya que la
tradición intelectual en que va a ser insertado el Farming System Research se aleja sustantivamente de la perspectiva conflictivista de
Luhmann; aunque éste la construya haciéndola compatible con la Teoría General de Sistemas.
148
Cf. Niklas Luhmann, (1976 : 507-532).
149
Cf. Niklas Luhmann, (1982), passim.
150
Cf. Ludwin von Bertalanffy, (1976 : 161-194). Hay otra edición: General System Theory; Fundations, Development, Applications
(New York: George Braziller, 1968); Theoretische Biologie (Berlin: Borntareger, 1932); Concepción biológica del cosmos (Santiago:
Universidad de Chile, 1963); Robots, hombres y mente (Madrid: Guadarrama, 1974).
39
conservación del todo a través de la acción recíproca de las partes; b) Interrelación: las
relaciones de los seres vivos significan la identificación de un intercambio de energía,
materia e información; c) Equifinidad y Dievenciación: la especialización funcional es el
proceso de la elaboración de las partes a través de la interacción dinámica de las
componentes; las cuales pierden la potencialidad multifuncional inicial. Este proceso se
puede conseguir a partir de diferentes estados iniciales. Los sistemas tienen la capacidad de
llegar a un mismo fin; d) Negentropía: vinculada a la II Ley de la Termodinámica: los
sistemas físicos tienden a un estado de máxima desorganización, igualándose con sus
ambientes, pero los seres vivos pueden importar energía (entropía negativa) y, por ello,
niveles más altos de organización(151). Junto a Bertalanffy, Heinz von Foster; Norbert Wiener;
y Margot Maruyana, entre otros, construyen la teoría general de sistemas (152).
151
Cf. Ludwin von Bertalanffy, (1979 : 40 y ss). Un excelente resumen puede verse en: Darío Rodríguez y Marcelo Arnold, (1991 : 37-
41).
40
152
Cf. H. von Foster, (1962 y 1981); Norbert Wiener, (1948). También The Human Use of Human Beings: Cibernetics and Society (1ª
ed., 1950; Boston: Houghton Mifflin, 1954). Hay traducción castellana en (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1973); Margot
Maruyana, "The second Cibernetics" (1968 : 304-313); D. Rodríguez y Arnold, Sociedad y Teoría de Sistemas... op. cit. pp. 41-53.
153
Cf. C.R.W. Spedding, (1988 : 2).
154
Cf. R. Gras, M. Benoit, G.P. Deffontames, M. Duru, M. Lafarge, A. Langlet y P.L. Osty, (1989 : 17).
155
Cf. R. Gras et al., (1989). Joseph Bonnemaire, "Farming Systems Research/Extention. Aproache and the European Context": INRA
Experience in Creating a Research Structure for Agrarian Systems and Development in France", en J.B. Dent & M.J. McGregor, (1944).
Y para la perspectiva anglosajona Cf. R. Tripp , (1991 : 3-16). Y, David Gibbon, en J.B. Dent & M.J. McGregor , Rural and
Farming... op. cit. pp. 3-18.
41
156
Cf David Gibbon, (1991). Publicado posteriormente por la Dirección General VII de la UE.
157
Cf. Paul Richards, (1985).
158
Cf. Robert Chambers, (1983).
159
Cf. C. Reijntjes, B. Harverkort & A. Waters-Bayes, (1992). Hay edición castellana en (Montevideo: Nordan-Comunidad, 1995).
160
Cf. Eduardo Sevilla-Guzmán y Antonio Alonso Mielgo, en Alfredo Cadenas (1995).
161
Cf. Joan Martínez Alier, De la economía ecológica a la economía política (Barcelona, Montevideo: Icaria y otras, varias ediciones)..
162
Para entender este enfoque hegemónico de desarrallo rural véanse los textos de Raannan Weitz, anteriormente considerado y, para una
versión más reciente. Eduardo Ramos y Josefina Cruz Villalón (1995).
42
Chambers realiza una crítica a algunas herramientas metodológicas del Farming Systems
Research tradicional; sin embargo, a veces parece no cuestionar las herramientas
conceptuales y teóricas sobre las que se asienta este enfoque. Por el contrario, parece
contribuir, desde este punto de vista (conceptual y teórico) a enriquecer con una nueva
estrategia la acumulación teórica del desarrollo sostenible para los ricos, fomentado por los
organismos internacionales. No obstante, hay momentos en los que Chambers se distancia de
esta versión oficial del desarrollo, planteando la investigación-acción participativa como
investigación-acción y concientización, solapándose “en una mirada crítica. El activismo de
los investigadores y la investigación de los activistas son vulnerables a la interrupción
repentina, ya que, en general, no combinan bien (la necesidad) de la rutina que es necesario
tener para la recopilación de datos”. Estas dubitativas interpretaciones de la Teología de la
Liberación están implícitas al describir la investigación-acción participativa como un
“método en el cual la gente rural y los forasteros (outsides) son parteners”. No obstante, más
tarde nos desorienta, párrafos más tarde, al invocar la necesidad de “conectar el micro nivel
de actuación que se mueve en la periferia con el centro del conocimiento y del poder”(163).
163
Cf. Robert Chambers, Rural Development... op cit. p. 74.
164
Robert Chambers, Rural Development ... op. cit, p. 147
43
Lo que hemos denominado en otro lugar, marco teórico del Ecodesarrollo podría, por la
relevancia que da al conocimiento del campesinado, situarse dentro de los estudios
campesinos; sin embargo, el enfoque utilizado por su principal elaborador, Ignacy
Sachs(166),lo separa sensiblemente de esta orientación teórica. El concepto de
ecodesarrollo(167) constituye un intento de introducir el manejo ecológico de los recursos
naturales en el diseño de esquemas de transformación de las sociedades rurales(168), aún
cuando su cooptación por parte de los organismos internacionales lo haya constituido una
forma de desarrollo convencional. Uno de sus más relevantes discípulos, Enrique Leff, al
caracterizar el proceso histórico en sus interacciones con la política agraria y rural diseñada
por los organismos internacionales, situa al ecodesarrollo en el siguiente contexto: “Las
estrategias del ecodesarrollo han sido desarticuladas del marco general de las luchas sociales
por la apropiación de los recursos, eso ha hecho que el ecodesarrollo, a pesar de promover la
autonomía cultural y la gestión tecnológica de las comunidades aparezca como una respuesta
del capital a la crisis ecológica (de recursos, de energéticos, de alimentos) del momento
actual, más que como una praxis de transformación productiva y de cambio social para sentar
las bases de un desarrollo equitativo y usstentable. Esta evaluación se desprende del sentido
explícito de las propuestas del discurso ecodesarrollista en el marco político internacional en
que se inserta.Más tarde, los propósitos de ecodesarrollo fueron definidos como “la
valorización (mise en valeur) de los recursos específicos de cada ecorregión(169). Pero esta
valorización de los recursos implica la apropiación capitalista de la naturaleza, su
introducción en el proceso productivo de plusvalor y su circulación como mercancías en el
165
Para una caracterización aplicada de este enfoque, Cf. los trabajos de Eduardo Sevilla Guzmán, José Carlos Avila Cano, Gaston
Remmers, Rufino Acosta Naranjo y, en general, del equipo ISEC en H. Hann and Jan Douwe van der Ploeg (1994) y más recientemente
E. Sevilla Guzmán and ISEC team, "The Role of Farming System Research/Extension in Guiding Low Imputs System toward
Sustainability. An Agroecological Approach for Andalusia", en J. B. Dent and M. J. McGregor Rural and Farming... op. cit.; pp. 305-
319.
166
Ibid, p. 135.
168
Sachs, (1.981 : 20-22). Un análisis del ecodesarrollo en el contexto de otras posturas ambientalistas europeas puede verse en Michael
Redclift, (1.984). Existe una versión castellana en el FCE tan mal traducida que es prácticamente ininteligible.
44
En efecto, Angel Palerm dedicó sus últimos trabajos al análisis del papel del
campesinado en el capitalismo. De ellos se desprende, sin lugar a dudas, una posición
epistemológica precursora de la Agroecología actual; así, refiriéndose al campesinado
establece: “Resulta evidente que en lugar de las hipótesis y las prácticas de su desaparición,
se necesita una teoría de su continuidad y una praxis derivada de su permanencia
histórica”(173) que “no sólo subsiste modificándose, adaptándose y utilizando las
posibilidades que le ofrece la misma expansión del capitalismo y las continuas
transformaciones del sistema”, sino que subsiste también mediante las “ventajas económicas
169
Naciones Unidas, El desarrollo y el medio ambiente. Founex, Suiza 4-12 junio 19 8 7 XXX?, pp 1, 2, 30 y 40 citdo en el tabajo de
Leff de la siguiente nota.
170
Enrique Leff, (1994 : 320-321).
171
Enrique Leff, (1986). La edición de 1994 supone una revaluación sustantiva de este trabajo introduciendo aportaciones de gran valor.
172
Cf. mis trabajos "In memorian. La significación de Angel Palerm en los estudios campesinos" en Agricultura y Sociedad, nº 17,
octubre-diciembre, 1.980; "Camperols i marxisme en l'obra de Angel Palerm" en Quaderns de l'institut catalá d'antropologia, nº 3/4,
maig/novembre, 1.981; pp. 169-180 y "L'evolucionisme multilineal en els etudis pagesos sobre el llegat teòric d'Angel Palerm" en
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la Generalitat de Catalunya, 1.984), pp. 129-158 y el trabajo citado en (50) versión castellana del anterior. Cf. también Susana Glantz
(compiladora), (1.987).
45
frente a las grandes empresas agrarias” que poseen sus formas de producción. Tales ventajas
proceden de que “produce y usa energía de la materia viva, que incluye su propio trabajo y la
reproducción de la unidad doméstica de trabajo y consumo”. Concluye este trabajo el
profesor Palerm adelantando los supuestos que configuran las bases epistemológicas de la
Agroecología: “El porvenir de la organización de la producción agrícola parece depender de
una nueva tecnología centrada en el manejo inteligente del suelo y de la materia viva por
medio del trabajo humano, utilizando poco capital, poca tierra y poca energía inanimada. Ese
modelo antagónico de la empresa capitalista tiene ya su protoforma en el sistema
campesino”(174). Desde el Centro de Investigaciones del INAH, primero, y desde la
Universidad Iberoamericana, después, Angel Palerm comenzó, creando equipos de
investigación interdisciplinarios -con antropólogos, ecólogos y agrónomos, básicamente- el
proceso de institucionalización del enfoque agroecológico.
Paralelamente, Efraim Hernandez X. y Stephen Gliessman(175), realizan diversos estudios ecológicos sobre
tecnología agrícola tradicional e inician un proceso de interacción con los discípulos del maestro Palerm,
que pronto daría excelentes resultados(176). Será este, Stephen Gliessman uno de los constructores primeros
de la agroecología: desde la perspectiva ecológica, pero considerando como un elemento central los aspectos
sociales, elaboara el marco teórico del “contexto de la sustentabilidad de la agricultura”(177). Sin embeargo la
aportación mas llamativa, desde la ecología, se debe a Victor Manuel Toledo quien recopilando e integrando
los trabajos realizados en comunidades campesinas por diferentes investigadores, fundamentalmente
antropólogos, biólogos y agrónomos, elabora toda una una propuesta teórica que puede “ser considerada
potencialmente como un nuevo paradigma”, y como una implementación de las ideas de Angel Palerm que
venimos considerando. Tal propuesta puede ser formulada en los siguientes términos:”En contraste con los
más modernos sistemas de producción rural, las culturas tradicionales tienden a implementar y desarrollar
sistemas ecológicamente correctos para la apropiación de los recursos naturales”.
A esta asunción subyace la tesis de que existe una cierta racionalidad ecológica en la
producción tradicional aunque todavía no haya sido analizada como para desarrollar la
“protoforma del sistema campesino” en una forma de producción ecológicamente sustentable.
(178)
. Para estudiar adecuadamente el comportamiento ecológico del campesinado ha de ser
contextualizado en la matriz global de su universo sociocultural, ya que sólo desde éste, a
través de la forma en que crea y desarrolla su conocimiento, puede llegar a explicarse
realmente su comportamiento.. Y, a través de tales explicaciones, abstraer de su
“conocimiento ecológico” patrones que permitan desarrollar las nuevas tecnologías que busca
173
Angel Palerm, (1.980 : 169). Artículo basado en los cursos impartidos en la Universidad de Texas en 1.978 y en la Iberoamericana de
México en 1.979. El subrayado es nuestro.
174
Ibid, pp. 196 y 197.
175
Cf. Stephen Giessman, (1978).
176
Cf. La excelente bibliograffía comentada de Alba Gonzalez Jacome en C. García Mora y M. Villalobos Salgado (1988 : 55-189).
177
Cf. Strephen R. Giessman, (1990); Cf tambien sutrabajo en Clive A. Edwards et. al., Sustainable Agricultural Systems (1990).
178
Víctor M. Toledo, "The Ecological Rationality of Peasant Production" en Miguel Altieri and S. Hecht, Agroecology and Small-Farm
Development (CRC Press, en prensa). Cf, tambien, Raúl Iturra, "Letrados y campesinos: el método experimental en Antropología
econímica" en Eduardo Sevilla Guzmán y Manuel González de Molina Navarro, Campesinado, Ecología e Historia (Madrid: La
Piqueta, de próxima aparición).
46
la Agroecología(179). Desde la agronomía, es Miguel Angel Altieri quién, más tarde, realiza la
apotación fundamental a la agroecología a través del Consorcio Latinoamericano de
Agroecología y Desarrollo (CLADES), y por medio de su revista Agroecología y
Desarrollo(180); Susana B. Hecht, Richard B. Norgaard, Peter Rooset como parte del grupo
que Altieri nuclea en la Universidadad de California (Berkeley) realizan numerosas
contribuciones de gran interés(181). A ello habría que añadir la aportación de diversos autores
europeos como Gordon R. Conway(182), y el grupo de investigadores en torno al
International Institute for Environment and Development(183), por un lado, así como los
investigadores vinculados al Information Center for Low-External-Innput for
Sustainable Agriculture (ILEIA), por otro, aún cuando todos éstos pierdan bastante de la
capacidad crítica de los primeros; adoleciendo por tanto del potencial analítico de cambio de
la estrategia Agroecológica. Esta aparece con gran fuera en .diversos autores que, desde el
marco teórico de la “ecología de los pobres”, analizan la depredación ecológica y la
explotación social que el desarrollo del capitalismo en la agricultura ha provocado en el
tercer mundo; entre ellos podrían destacarse Vandana Shiva(184) y Ramachandra Guha(185).
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180
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181
Cf. Miguel A. Altieri, (1990).
182
Cf. Conway, G.R. (1.985): "Agroecosystem Analisis" en Agricultural Administration, Vol. 20:31-55; (1.987): "The properties of
Agroecosystems" en Agricultural Systems, Vol. 24:95-118. y, sobge todo su trabajo con Edward B. Barbier, After the Green
Revolution,(London: Earthscan Publications,1990); así como sus trabajos de tipometodológico.
183
Cf. Ian Scoones and John Thompson, (1994)
184
Cf. Ian Scoones (1991).
185
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