Rama Secular Sector Perú – Comisión de Formación

Proyecto de Fundación de Comunidades Laicales ss.cc.

Documento 1 : Características del grupo católico.

Es importante considerar que, dentro de la experiencia de los grupos de Iglesia,

de la Rama secular y de la Congregación en su conjunto existen constantes, que nos
permiten mencionar que existe pues una dinámica bastante marcada en el desarrollo
grupal.
En cada grupo se puede observar que el inicio, si bien a veces no es ordenado, es
marcado por una gran preocupación por el seguimiento de Jesús. Experiencias de
vivencia del sacramento de la Confirmación o invitaciones a diferentes experiencias de
apostolado o de formación, nos llevan a pensar que nuestra vida dentro de un grupo es
una experiencia importante para nuestro desarrollo espiritual y personal. Así llegamos a
los grupos, y dentro de ellos se genera una dinámica particular.
Sin embargo, existen dimensiones de la vida grupal que se dan en cada grupo y
que merecen toda nuestra atención. En la escucha y análisis de cada una de ellas el
grupo puede descubrir los elementos que pueden invitar al mismo a promover procesos
de formación o proyectos de actividades pastorales.
En este sentido se dan en el grupo tres dimensiones principales de la dinámica
grupal:

a) VIDA : relacionada con las actividades que tiene el grupo en función de la

interacción grupal, la comunicación en el grupo y la preocupación por la
dimensión de crecimiento personal. El grupo en la dimensión de la Vida
desarrolla entre sus integrantes una preocupación por la comunicación, por
conocer la vida y preocupaciones de cada uno de sus miembros. Para lograr que
en el grupo existan las condiciones para una mejor comunicación, se desarrollan
dinámicas de integración, se crea un clima de confianza y se trata de estar atento
a lo que vive cada uno de sus integrantes.
Un grupo que tiene una buena dinámica de integración grupal, tiene a sus
integrantes muy unidos frente a los diferentes problemas de decisión, que a

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veces se presentan en los grupos. No le es difícil llegar al consenso, y cuando

hay discusiones, éstas no representan una valla infranqueable, sino una
oportunidad de crecimiento. Cada integrante siente que pertenece al grupo, que
allí en esas reuniones, encuentra a personas que lo conocen y lo aprecian.
Tendencias excesivas: cuando el grupo se inclina de modo extremo por esta
dimensión, la acción del grupo se vuelve muy frágil, y se detecta la conducta del
grupo cerrado, con una marcada tendencia por encerrarse también en sus
problemas ( personales y grupales ). El grupo se dedica a la afectividad y
sucumbe muchas veces en problemas de relación, que como siempre, suceden.

b) FE . Dimensión central de la vida del grupo, se desarrolla a través del testimonio

y de la revisión del mismo a partir de la vida de Jesucristo nuestro modelo. El
grupo practica y vive la oración como una manera de vivir la fidelidad con Jesús
y el Evangelio. El grupo se preocupa también por cultivar su fe en la práctica,
pero también en la formación, con una lectura y estudio de la Biblia y del
Magisterio y los Documentos del Iglesia. Uno de los gestos importantes del
grupo que responde al proyecto de Jesús es la vivencia de los Sacramentos, por
su capacidad de hacernos Iglesia y crear comunión.
Tendencias excesivas : Cuando esta dimensión se radicaliza el grupo se vuelve
una capilla, se aísla del resto y se convierte en un círculo de falsa pureza. La
oración se vive como una forma de aislarse de la realidad, y existen
personalidades duales, que son de una forma en el grupo y de otra fuera de él.
Tiene baja capacidad de aceptar a otros fuera del grupo y todo el que piensa
distinto. Otro comportamiento común es el excesivo uso de lo religioso, en el
extremo de lo mágico, en donde se confieren muchas atribuciones al campo
espiritual, y pocos al campo social y personal que son vistos como subordinados
y algunos casos, como impuros.

c) ACCION. Que vincula al grupo con la dimensión del apostolado, del

compromiso en los hechos. Es una dimensión tradicionalmente bastante
desarrollada en los grupos, que impulsados por la necesidad de destacarse,
realizan acciones, a veces con poca reflexión y profundización. Estos primeros
intentos de apostolado, son importantes en la vida del grupo, porque lo enfrentan
con preguntas relacionadas con su propia respuesta como grupo ante los demás.

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Sin embargo cabe destacar que este apostolado nos debe llevar, como las otras
dimensiones de la vida grupal, a una integralidad del compromiso.
La acción pastoral debe estar muy ligada al testimonio personal, de nada vale
mostrarnos demasiado comprometidos con la parroquia si al interior de nuestras
vidas, nuestros actos cotidianos no tienen la intención de estar motivados por
una sincera decisión de amor a Dios y a los demás.
En tal sentido, lo que ocurre muchas veces en los grupos, es que dejando de lado
el componente operativo dela acción grupal, se descuida la reflexión y
asimilación del compromiso más amplio: el del mundo laical.
Es allí donde los grupos, muchas veces bajan la varilla del compromiso y dejan
esos temas para después. Entonces el compromiso con la familia, el mundo del
trabajo, y la sociedad quedan rezagados y tomados a veces, casi sobre la marcha,
cuando aparecen en nuestras vidas.
Tendencias excesivas: Cuando el grupo se vuelve activista, muchas veces hace
de lado toda posibilidad de acceso ala profundización. Son los famosos grupos
grandes, donde la acción grupal está presentada como la manera de consolidar el
compromiso. Lamentablemente, la acción sin reflexión se consume en el tiempo,
y carece de permanencia. Muchos integrantes en nuestros grupos se han
consumido –nosotros decimos “quemado”- en la acción y a veces se deprimen y
se retiran del grupo cuando ven imposible continuar con el ritmo de actividades.

CONCLUSIONES :
Estas tres dimensiones ocurren en la vida real dentro dela historia de
cualquier grupo de fe. Es importante tomar distancia de los extremos, y
favorecer personal y grupalmente una tendencia hacia el equilibrio entre las tres
dimensiones, que favorezca la maduración grupal.
La vida de los grupos es como la propia vida de cada uno también
atraviesa por distintos problemas y tensiones, la diferencia está que en la vida
grupal las dificultades no se superan si no existe la suficiente fuerza en el grupo
para enfrentarlos, y eso a su vez depende de cómo cada uno de los integrantes ha
enfrentado o enfrenta los propios en su vida. Los niveles de responsabilidad
personal implican siempre el avance a mayores niveles de responsabilidad
grupal y viceversa.

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Nada en la vida de los grupos es posible sin tener confianza en la

voluntad de Dios. Es en Jesucristo que encontramos las claves para nuestra vida
personal y grupal. Confiemos en que el Espíritu Santo nos oriente en una vida
cristiana confiada en el Señor y su palabra , pero también comprometida y
responsable en el día a día.