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La ayuda oficial al desarrollo ha sido objeto de una redefinición a lo largo de los años.
Una muestra de esta evolución conceptual la encontramos en los trabajos del Comité de
Ayuda al Desarrollo (CAD)22 de la OCDE que se ha encargado de ir actualizando el
concepto de ayuda oficial al desarrollo a las nuevas necesidades planteadas en el
ámbito del desarrollo.
Para contextualizar este concepto debemos tener presente que los orígenes históricos
de la ayuda oficial al desarrollo se sitúan a finales de la II Guerra Mundial cuando las
potencias coloniales llevan a cabo actividades de desarrollo de los territorios de
ultramar, en el ámbito de las Naciones Unidas se empiezan a crear instituciones y
programas para la cooperación económica, Estados Unidos inicia sus programas de
cooperación al desarrollo encabezados por el Plan Marshall y, en la órbita soviética, se
llevan a cabo actuaciones para apoyar la estabilidad económica de estos países.
El primer estudio anual sobre los programas de ayuda al desarrollo de los estados
miembros del CAD el año 1962 analiza la aplicación de los principios establecidos el
año anterior. En particular, destaca que el papel de los miembros del CAD respecto a
los países subdesarrollados es substancial y está creciendo, a pesar de que los
recursos destinados sean insuficientes, que deben tenerse en cuenta las necesidades y
circunstancias del país receptor y que es necesario mejorar la coordinación de los
programas de ayuda en general y de las contribuciones en particular para conseguir un
máximo efecto en el desarrollo. Además, el CAD considera que los miembros deben
unir las políticas de ayuda más directamente a objetivos de desarrollo a largo plazo,
equilibrar la distribución geográfica de la ayuda al desarrollo; explotar las vías para
mejorar, promover y salvaguardar los flujos privados de capital. Finalmente, el CAD
reconoce la importante función de las agencias de cooperación multilaterales. Por lo
tanto, se puede observar un seguimiento inicial de los principios pero todavía en la
mente de los donantes se encuentran otros intereses más allá del desarrollo.
Esto ha influido para que a partir de aquí el trabajo del CAD se haya ido centrando en la
definición y delimitación de los diferentes aspectos relativos a la ayuda oficial al
desarrollo contribuyendo a mejorar la eficacia y eficiencia de los programas de los
diferentes estados donantes. Durante los años sesenta, las preocupaciones del CAD y,
por lo tanto, las orientaciones en materia de ayuda al desarrollo, se centraron en el
establecimiento de directrices para informar sobre orientaciones de carácter técnico e
instrumental55.
“La AOD consiste en flujos a los países desarrollados o a las instituciones multilaterales
por parte de las agencias oficiales, incluyendo a los gobiernos estatales y locales, o
para sus agencias ejecutivas, cuando cada una de las transacciones cumpla los
siguientes requisitos:
Se puede observar que la definición establecida en 1972 sigue los mismos principios
establecidos en los años 60 pero se ha procedido a una delimitación cuantitativa y
cualitativa. A partir de este momento, la actividad del CAD se ha centrado en delimitar el
contenido y los objetivos de la AOD desde una perspectiva más cualitativa que
cuantitativa.8[8]
Durante los años 80 continúa esta tendencia orientada a perfilar el concepto de ayuda al
desarrollo, dotándolo de una visión más integral y amplia y también continúan los
trabajos del CAD para mejorar la aplicación de los programas públicos de ayuda al
desarrollo e iniciándose una preocupación por la evaluación de la ayuda99
Un hito importante en los trabajos del CAD lo encontramos el año 1985 al celebrarse los
veinticinco años de su creación. En este momento el CAD lleva a cabo una revisión de
su trabajo, extrayendo una lecciones de su experiencia y apunta las líneas por donde se
avanzará en un futuro1010.
Durante la década de los 80 e inicios de los 90, continúan los trabajos del CAD en
diversas materias relacionadas con la ayuda al desarrollo que se podrían agrupar en las
de contenido más técnico y las relativas al destino de la ayuda1111.
Durante estos años el CAD incorpora en la ayuda oficial al desarrollo las consecuencias
de los nuevos conceptos de desarrollo participativo, el respeto al medio ambiente y el
buen gobierno.
En el año 1992, se publica el Manual sobre Ayuda al desarrollo que recoge todo el
trabajo del CAD durante muchos años121213.
Septiembre 2000.
161 Fragmento extraído de “La modernització de l’administració catalana d’ajut al
desenvolupament”. De J. Prats y A. Cerrillo. Octubre de 2000. Institut Internacional de
Governabilitat.17
5 La ayuda y el flujo de recursos hacia los países en desarrollo (1962); los términos y
condiciones de ayuda (1963); los términos y condiciones financieras (1965) y la
coordinación de la asistencia técnica (1966).21.
8 Así, por ejemplo durante los años setenta se empieza a plantear una visión integral de
los problemas de desarrollo (1973); la integración de la mujer en el proceso de
desarrollo (1975); la cooperación al desarrollo relacionado con la satisfacción de las
necesidades humanas básicas (1976); los términos y condiciones de la ayuda (1978); la
implementación y mejora de programas (1979).24
26
10 De estas lecciones podemos destacar las siguientes notas:
- La ayuda no puede ser más eficaz que el entorno político, económico y administrativo
en el que opera. La experiencia muestra que la ayuda ha de estar siempre más
centrada en el establecimiento de las condiciones indispensables para su eficacia.
- Algunos de los problemas que surgen durante la implementación pueden ser
superados o evitados llevando a cabo un trabajo previo más riguroso, claro y realista de
selección de los proyectos, la determinación de los objetivos y una mayor flexibilidad en
el diseño y en la implementación.
- Hay que dar un mayor énfasis a asegurar el compromiso y apoyo de las agencias
ejecutivas de los estados receptores y la motivación de los grupos locales destinados a
través de su implicación en la selección, diseño e implementación.
- La ayuda no sólo se ha de centrar en la selección correcta, el diseño y la
implementación de proyectos individuales sino también en el apoyo a esfuerzos y
políticas nacionales y sectoriales más amplias.
- Hay que fortalecer la coordinación entre los donantes y con los destinatarios.
- Hay que superar la competencia entre donantes y, también, con los receptores, a
través, por ejemplo, de un intercambio de información real del desarrollo de los
diferentes proyectos27
2811 De entre las que podemos destacar las relacionadas con: la coordinación (1986);
buenas prácticas de procedimiento para la AOD (1986); revisión de la ayuda multilateral
(1987); guía de principios para el financiamiento asociado y unido y parcialmente unido
de la AOD (1987); estudios sobre el voluntariado, las ONGD y la deuda externa (1988);
papel de la mujer en el desarrollo (1989); principio de coherencia (1990); nuevas
disciplinas para la ayuda asociada y el financiamiento asociado (1991); trabajo sobre el
desarrollo participativo y buena gobernabilidad (1992).
1
12 La edición española: CAD (1995) Principios del CAD para una ayuda eficaz, op.cit.29
1
14 CAD (1995). Principios del CAD para una ayuda eficaz, op.cit.