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El presente artículo tiene la finalidad de hacer llegar los enfoques de cómo el habitante de un
nuevo mundo, tiene que generar las condiciones de existencia y de sus niveles de conocimiento y
de practicidad para enfrentar el futuro.
La vitalidad del espíritu para viajar al futuro, imaginar nuevas realidades y diseñar
proyectos viables.
La habilidad del marco conceptual para manejar e incorporar a los proyectos y estrategias
los nuevos conocimientos.
La competencia gerencial para llevar adelante los proyectos.
El mayor peligro en tiempos de turbulencia es actuar con la lógica de ayer deambulando entre dos
mundos, uno muerto y el otro impotente por nacer
Todo lo bueno o malo del pasado lo queremos aplicar al futuro y nos volvemos expertos en las
competencias requeridas para el éxito en el pasado.
Debemos ver las innumerables posibilidades en cada situación y estimar las probabilidades de
éxito para cada una o construirlas donde no existan, generar valor con lo que sabemos y no sólo
acumular competencias técnicas con la expectativa de que alguien nos contrate y nos haga
socialmente útiles.
Debemos estudiar los factores y situaciones que estarán en el futuro, pues lo que es,
desaparecerá y el destino se decide en medio de las posibilidades que serán en el futuro
El análisis del pasado sólo clarifica o reordena la misma figura, en cambio el futuro que aún no es,
depende de las posibilidades que se inventen y las decisiones que se tomen.
La sabiduría orientada por la visión del futuro supera al conocimiento basado en la experiencia
pasada, da una idea cabal de las probabilidades de éxito de las diferentes opciones, permite
mejores decisiones y sobre todo permite llegar antes que nadie, para construir con tranquilidad.
El pasado vive en el espíritu, toda idea de un futuro deseable altera el equilibrio y produce un
cambio. Es fácil eliminar la continuidad del pasado si se vislumbran nuevas posibilidades de futuro.
El avance del futuro en el presente es inevitable. Aunque estemos en el mismo lugar vivimos en
diferentes mundos y tiempos, asistimos al mismo presente pero lo hacemos con los ojos de
diferentes culturas, algunas muy antiguas.
En todo diálogo cada uno escucha con los significados que su pasado le asigna, eso origina
muchas discrepancias.
Algunos mitos impulsan el progreso, otros persiguen y paralizan; pero todos son más activos en
situaciones de incertidumbre.