POEMAS JOVENES

POR: GUILLERMO E. MATTA

Creación

En el adverso sentir indefinible a veces

donde el amor se conjugo como un destello
el placer de la vida dio otra vida
las gotas de sudor y de la sangre
desplazaron el cuerpo del poeta
el agónico momento y la sorpresa
broto las lágrimas y el llanto
el gorgojeó natural de las alondras
confundió con su canto la nueva criatura
manoteando fuera del vientre de su madre.
Se acompasaron las horas y los días
los meses y los años y el querubín creció
entre el pecho y los brazos de su madre
importunando las horas de la noche
agotando las fuerzas, dibujando sonrisas
según conversaciones y recuerdos pasados
camino y trastavillo a los catorce meses
de malas ganas, pues caminar
no fueron jamás sus intenciones
el flujo de la vida lo llevo a muchas partes
entre estancias y ríos distinguió lo muerto de lo vivo
correteo las aves de los huertos
arranco las flores del camino,
se encaramo en los árboles y muros
abofeteo al gato y cabalgo en el perro
contemplo el sol en el ocaso, descubrió las estrellas
se revolcó en la noche en la luz de la luna
camino por el fango saltando charcos
persiguió mariposas se hizo niño.

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Seis Años

Entramos a la escuela con todas las formabilidades

los hermanos Maristas de almidonados cuellos
aprendimos el ojo y hacer un par de números
a pintar con colores a escuchar al maestro
a usar los delantales a correr por los patios
a observar las palomas colgadas de los techo
Gorgoreando caprichos
vinieron días tibios, vinieron días fríos
viajamos en tranvías por cuarenta centavos
trazamos ilusiones en las ventanas frías
lloraron los cristales y crujieron los pisos
llego la primavera, se abrieron las cortinas
se escucharon los trinos de aves pasajeras
se poso en la vereda la sombra de maitenes
con flores, ramas verdes y muchas hojas nuevas
se vistieron de fiesta los cielos de las quintas
encumbrando los chicos enormes volantines.
Se adornaron las casas con patrios tricolores
se escucharon las bandas pasar por la alameda,
nos vistieron de gala
estrenando zapatos y un billete celeste
con la efinge de O’Higgins, tal vez de cinco pesos.
Jugamos con las horas y los días azules
esperando la pascua la venida del niño
escribiendo una carta al viejito pascuero
limpiando los zapatos
aminorando ruidos, rogándole al arcángel
que nos velara el sueño.

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Escuela de Pintura

Una vieja casona en Moneda recuerdo

con aleros de tejas e intrincados pasillos
llenos de ventanales, vasijones con plantas
jardín con cardenales y delineado por lirios
una fuente de piedra y un portal de madera
una reja de fierro con una enredadera
pasillos de ladrillos, vidrios empavonados
con corazones blancos de amores expirados
mi maestro Orellana, enseñaba acuarela
Olguín y Valenzuela la vida de pintores
Alfredo Madariaga charcol y carboncillo
Varela marinas o copiar un paisaje.
Martines Sancho observaba ensimismado
con sus espalda torcida. Las cartulinas blancas
pintar era sus vidas y enseñar una obligación remunerada
pintar y dibujar fue mi tarea, ayudarle a los lentos
recibir peñizcones, correr por los pasillos
enviarles sonrisas a las chicas bonitas
pintarle corazones, adular sus trabajos
tomarlas de la mano, caminar por la plaza
fumar un cigarrillo, hablar de poesía
emitando a Gabriela y también a Neruda
criticar a Ibáñez y a sus generales.
Y a todos los políticos de la calle Moneda
eran los pasatiempos de profes y estudiantes
nadie estaba contento con estas prestaciones
alegar era fácil si subían las micros
patalear era el último recurso de las cuatro estaciones.

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El Sabor del Amor

Era tiempo de amarnos de traspasar barreras

de jugar con los besos, de entender los deseos
de expander nuestras mentes, haciendo concesiones
de compartir la tierra y compartir el cielo
viajar por la montaña, cruzar por los esteros
desafiando la bruma idealizando sueños
allí estaba Lautaro, el hombre inteligente
observando la gente, rodeado de maestros
amigos y enemigos, encasillado en libros
en un vaso de tinto que compartió Leonello
con Guillermo González, con Ogaz y Valencia
hablando de poetas famosos, escritores
ilustres pensadores de otras generaciones
escribiendo en pasquines todas las insolencias
de gobiernos nefastos vestidos de corderos
siempre hubo vino en la mesa, una olla con sopa
alluyas pan chocoso y también marraquetas
no se cerro la puerta fue mi casa y tu casa
aprendimos justicia y actuar inteligentes,
a salirnos del lodo, a echarle pa adelante
algunos lo logramos con ciertas recompensas
otros perdieron fuerzas en sus largos caminos
mutilando esperanzas cayeron y no se levantaron
otros se fueron lejos y jamás regresaron.
Que será de la Chepa un artefacto humano
que nos sirvió de copa en nuestras discusiones
Albornoz y Mundaca siempre la respetaron al
igual que Fernández Aguilar y Morales,
era la única muerta con francos ideales.

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La Escuela

Una casona blanca rodeada de jardines,

con escalas de piedra y grandes ventanales,
pinos eucaliptos y verdes naranjales
allí se hicieron mentes de hombres y mujeres
se forjaron corazas y también corazones,
se compartió el esfuerzo de profes y alumnado
se hizo teatro y se hizo poesía,
aprendimos guitarra con Matilde Baeza,
a bailar nuestras danzas, y amar con entereza,
a compartir sonrisas con todas las maestras
Brunequilda y la Olga Jorquera
a luchar por la escuela a escuchar Elsa Aguirre,
ayudarle a las chicas a resolver problemas
acompañar al cine a la Katiuska Pérez,
Irene Peñaloza y la Edda Compiano
encaminar a casa a la Angélica Montes,
hacer planes para el fin de semana.
Escaparse de viaje para una boda en espejo
de la hermana de Helena, la trigueña.
Distraer nuestra vista en la amplia pasarela
adornada de flores de colores y azahares.
Allí viene Maritza, con Magdalena Hidalgo
detrás con Julia Hernández, y Angélica Vargas
Ledda Gallardo fue la primera reina de la escuela
después ya no recuerdo, fue un amor transparente
bordado de ilusiones de fugases abrazos
y caprichosos besos que el tiempo disiparon.
Danton Russeau, me lo dijo, también Gustavo,
Luis Úbeda y la Carmen, flaquito ten cuidado
el profesor Videla, Tyke Matta tómalo con calma
Lucia Neñuz de lejos lo apoyaba
Eva Gómez no quería meterse ni con arcos y flechas
Insular algún vuelo que estuviera cupido.
Kena Matta su amiga y la Maria Romero
se mantenían neutras entre dos primaveras
en tu tedioso invierno se evaporo el encanto
en un sobre cerrado me entregaron dos cartas
con fotos y poemas y una canción amada.

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Vino a mi vida otras vidas flores primaverales,
nombrarla no era justo disyuntivo pasado
ideales y sueños que se quedo en la nada
fui admiración de muchas de los cursos inferiores,
parsimiosa modestia también las admiraba
por su diaria constancia para pasar al quinto
y nosotros luchando con verdadero esfuerzo
para pasar al sexto de la primavera horneada.
Praxides Guerrero y Leonello Vincenti querían ser
maestros, las hermanas Ulloa entrar al magisterio
con la Iris Parada, Aurora Silva casarse,
Norma Hernández y Myrna Rioja quien sabe.
El resto en construcción o entrar al Politécnico
el tiempo se acababa había esperanzas de seguir adelante
en cursos especiales, la fe no nos faltaba.
Después que terminamos y se acabo la escuela,
jamás la abandonamos pasamos por sus aulas
a visitar Cifuentes a Funez y Contreras
saludar al mas viejo de la Consolidada
el maestro y amigo el abuelo Videla, de paso
al Ivan Nuñez a la Luzmira Leyton, a Ivan Veliz,
Jofre y a Rosa Cartagena, charlar con Elsa Aguirre.
También con el Profesor Rodríguez que hacia castellano
preguntarle en privado por su fiel Dulcinea
que se quedo en el Sur sumida en su amargura
esperando al Quijote que un día apareciera.
Talvez ustedes piensen que son mis invenciones
de alguna poesía que el tyke había inventado
no mis amigos, eso fue cierto como estas manos con que
escribo, son recuerdos pasados que juntos los vivimos
Brindamos unas copas con Juan Olave, Armando Aguilar
Los Ubedas y Rivero, también estaba Danton,
Antonia Hans, la Delira Domínguez
y las hermanas Gómez Eva, Ligia y la
adorada Nancy.
Cantamos villancicos, con Mario Sánchez y
Gustavo Rodríguez, no faltaba Espinoza
ni Ogaz ni Franklin Ortuzar.
Algunos nos cambiamos. Otros se fueron de la escuela
se fueron de la Davila a otras poblaciones.
De Ledda no ha sabido, que tenía dos niñas

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Me lo contó mi hermana en Nueva York un día
con el correr del tiempo la divise en Santiago.
Fue un encontrón muy breve de que hubos y chaos.
En dos minutos me devolvió al pasado la vi en Goyocalan
cruzar por la rotonda, obsequiarle pasteles con sabores a
hurtados
bailar a los compases de Elvis, Sedaca y Perez Prado
talvez los mencionados no estén todos de acuerdo
con el tiempo pasado.
Pero la misma simpleza de los triunfos ganados y con la
inspiración de versos de prosa prorrumpida en suspiros en
carcajada y llanto los días mas felices los pase con ustedes en
los bancos de tabla de la Consolidada.

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Visitas de Año Nuevo

Después de los exámenes del último semestre

quedamos exhaustos eran las noches cortas
y los días muy largos recopilando notas
repasando materias bogando por los mares
de las matemáticas encallando en problemas
arrastrando esperanzas sin conseguir respuesta
cada cosa abrumada el nivel de conciencia
del espíritu humano se agotaban las fuerzas
se sacaba la boca masticando las ciencias
se vaciaba en los cuartos el calor del verano
esa noche y esta noche era igual a las otras.
Los verdugos sonreían al ver a sus esclavos
de rostros sudorosos caminar al estrado
imaginando cuerdas y cuerpos descajados
alaridos de angustia y sables desvainados
relincho de caballos de carros desbocados
entre las intermitencias de lucidez y miedo
se divisaban por los cielos las aves agoreras
cruzar entre las nubes aleteando esperanzas
murmurando a su paso sus incongruentes trinos.

Era una tragedia medieval de guerreros

de bandos sin sentido sin tierras ni castillos
de negros estandartes de temor y de miedo.
No era fácil pasar del infierno a los cielos
sin parar en el limbo para leer los grados
o escapar algún grito de los que fracasaron.
No era fácil reconciliar el sueño
o afrontar el estrado
perder una materia arruinaba tu vida
pocas veces nos vimos en la casa de Lautaro
a veces salíamos con Gustavo Rodríguez
con el manolo Gómez, con Héctor Espinosa
con Adolfo Latorre y también con Leonello
a cantar villancicos con Mario Sánchez
con la Lucia Núñez y la Edda Campiano
a casa de Delira junto con sus hermanos
tenia un patio embaldosado especial para fiestas

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un parron para sombras y para hacer asados
la fiesta no empezaba hasta después del año nuevo
con Filomena Vargas, Lidia Muñoz con el
Eugenio Salas y los hermanos Úbeda.
Visitamos al abuelo con don Rafael Salas
el Pato Peñalosa allí caí sin invitación
el Guatón Mundana el flaco Andrewarsa
Albornoz y Leonello Vicenti con Guillermo
González, Robier y Danton Russeau.
A menudo llegaba al pato Matta con
alguna garrata de ese blanco poblano
embutido en su moto y echando maldiciones.

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Viaje a la Montaña

Con Franklin y Rodríguez se organizo un paseo

Lautaro tenía un compromiso de invierno o de verano
Leonello con Mundaca invitaron Manolo
Ogaz a la Katiuska y Maria Romero
me gustaría ir, susurro Marilu Aguirre a la Maritza López
había mucho entusiasmo para la cordillera
salir de la rutina sin serios compromisos
cruzar bosques y esteros adentrarse en la sierra
armar carpas en el suelo, hacer una fogata
eran las cosas simples que nos brinda la tierra
después de algunos días de conseguirnos botas
una olla, cantimplora otra carpa y estacas
hicimos una lista y repartimos las cosas
mundaca llevaría la carne preparada
para hacer un asado en la primera noche
Maritza con Katiuska todos los desayunos
Marilu Aguirre leche y algunos en latados
Gustavo una marmita con salsa de espaguetis
ortuzar tallarines, carne seca Gustavo
la mama de Ogaz todo el pan amasado
habían ciertas dudas del viaje y resultado
no iba ningún maestro o padre apoderado
se establecieron reglas de buen comportamiento
evitando problemas a los organizadores
afinamos detalles de algunos pormenores
era el mes de septiembre con dos días feriados
el jueves a la siete saldríamos de Dávila
las banderas chilenas flameaban en los buses
el día estaba fresco ya era la primavera.

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Cuatro días de Libertad

En el primer descanso se formaron tres grupos

con Gustavo Manolo y Leonello Vicentti
eran las tres personas con mayor experiencia
conocían las trochas y armar un campamento
y cuidar a las chicas no era cuestión de ciencia
por mi mente cruzaban preguntas y respuestas
había que ser justo y muy inteligente
había que cuidarse, evitar accidentes
disfrutar del paseo sin exponerse a nada,
después de varias horas de pasar por el monte
cruzar unos esteros y bordear la quiebrada
armamos campamento muy cerca de las pozas
desestiramos lienzos y arreglamos las cosas
mundaca empezó el fuego con muchas frustraciones
las muchachas aportaron con leña
y varias recomendaciones que ignoro por completo
entre el humo y las risas se prendió la fogata
se coloco la carne en dos sartas de hierro
alguien traía papas y ensalada con berros
se levantaron carpas se armo la comilona
Ogaz con el Ortúzar armaron los asientos
con dos troncos traídos de una cercana loma
estábamos a cinco días de la primavera
el día estaba claro con un cielo azulado
Marilu Aguirre con Gustavo Rodríguez
repartieron la carne en porciones iguales
la Maria Romero exclamo sorprendida
a mí me dieron mucho y Mundaca muy poco
después de un gran almuerzo nos fuimos a las pozas
a ver pasar el agua bajar de la quiebrada
a charlar de las cosas de la Consolidada
hacer algunos planes para el siguiente día
según el noticiario de radio Minería
mañana por la tarde habría aguaceros
subir otros quinientos metros sobre el techo de nubes
nos mantendría secos en la alta cordillera
después de tirar líneas y planear el asenso
acordamos levantar campamento y salir al otro día

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por la tarde tomamos unas onces comidas
hicimos tallarines y tortilla de papa sin contar calorías
algunos reclamaron muchos carbohidratos
Mundaca se hizo el loco y se comió tres platos
Marilu estaba a dieta se comió un solo plato
detrás de una factura calculo el consumo del día
Galletas, chocolates y dulces ambrosoli, carne asada
Café tostadas y tallarines tres mil quinientas calorías
Marilu esta sobrepasada le dijo la Ana Rubio.
Si sigues esa dieta tendrás serios problemas,
el grupo de Valencia Mario Sánchez y Molina
prepararon la leña con Adriana alburque
Irene Peñalosa y la Katiuska Pérez.
Se hizo una fogata muy cerquita del cielo.

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Partida hacia la Cima

Después del desayuno de avena y de maicena

retomamos la troche que va a la cordillera
era una gran caravana de divos y de divas
resueltos a escaparnos de los aguaceros
estaba haciendo fresco con un cielo nublado
después del medio día salimos de las nubes
la brisa estaba fresca con un cielo azulado
nos quitamos las parcas y ajustamos mochilas
preparamos unos sándwiches con un pan amasado
que la mamá de Katiuska había preparado
Pedro Molina con el franklin Ortúzar
sacaron sus termos con café preparado
no fue mucha la cuota para pasar el pan
pero sirvió el descanso para volver andar
abajo se quedaba la vegetación algunos arbustos
habían florecido con las flores salvajes
de una nueva estación.
Por desfiladero con dirección al sur
encontramos la huella detrás del abanico
subimos otra hora hasta llegar a un pico
de calizas azules hicimos campamento
por la roca caía un hilo de agua fresca
a una quebrada angosta llamada la Morada
levantamos las carpas detrás de la cascada
recogimos algunas ramas secas para prender el fuego
la leña estaba escasa, llenamos las marmitas
con agua de una poza, Ana Rubio traía carne cocinada
en dos ollas bien grandes hicimos arroz granado
le echamos arbejas y un par de zanahorias
la carne de Ana Rubio y sobro pal desayuno
tal vez usted no recuerde el resto de la historia
fue un paseo muy sano, nadie tenía novia.
el día 20 de Septiembre regresamos de vuelta.
Amaneció temprano, el agua estaba lejos
Leonello con Molina encontraron un espejo
a unos veinte minutos de nuestro campamento
se fue un grupo de divas con Gustavo Rodríguez
algunas se bañaron con agua bien helada

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según tengo entendido un grupo desistieron
hicieron la parodia y muchos aspavientos y volvieron
muy frescas de nuevo al campamento
mañana bajaríamos ya seria domingo
bajar no era problema siempre y cuando
la trocha no estuviera mojada
Salimos por la tarde casi todos con agua y golosinas
Mundaca con algunas se quedaron leyendo
o evitarse cansarse para el otro día
el techo de nubes seguía a cierta altura
cubriendo el amplio valle desde aquí hasta Angostura
después de cruzar unos cortes rocosos con
hielo en sus cravicies y montones de nieve
nos devolvimos todos por el mismo sendero
fue unas onces comidas, terminamos las papas
cocinamos arroz con atún y verduras
limpiamos las mochilas, había una bolsa de Quaquer
leche en polvo y varios tarros de jamón chino,
unos quesos caritas, salchichón y tocino,
galletas chocolates, carne seca y comino
en una jarra plástica varios huevos batidos
para hacer homelette o preparar un cocido
comida no faltaba, había pan de molde
algunos tallarines, dos paquetes de velas fruta en lata
mantequilla y un kilo de lentejas.

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En Casa de los Ubedas

Fue una fiesta del veintiuno de Junio,

el santo de mi hermano
Carmeza invito a su grupo, y Delira a otro tanto,
unos trajeron queques otros vino tinto y del blanco,
doña Berta con Oscar y las vecinas de frente
prepararon canapés de pollo y de huevo con cilantro
vinieron los maestros, hacia mucho frió y no estaba lloviendo
invite a Eva Gómez
y a su hermanita Nancy, también vino Manolo
Ligia se quedo triste, no cumplía los nueve
apareció Valencia, con Armando Aguilar,
luego llego Héctor Espinosa con Leopoldo Ogaz,
Ana Rubio y Molina con Ledda y Marilu,
las chiquillas de frente Rosa Briones y la Nora Morales
se unieron al fandango con abrigos de cuero,
apaciguando el frió de invierno de hoy
después vino Lucia Núñez y mi amigo Lautaro,
la Irene Peñalosa con la Angélica Varas,
las hermanitas Pérez y Leonello Vincenti,
la Teresa Serrano y la Filomena Vargas,
vino un rato cortito la Anita Oyarzum
también Lidia Muñoz con el Eugenio Salas.
El guaton Yusey canto y recito poesías
a pesar que Delira lo hizo sentar dos veces.
Entre risas y cantos tome nota mental,
de todos los amigos que entraron por la puerta
de la calle Reumen, me faltaba Maritza López ,
Mario Sánchez y Varela
el curso de Katiuska, Julia Hernández y Filomena
era el grupo mas chévere que existía en la escuela.

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En Líos con Luzmira

Se me olvido contarles de regreso a la escuela

Elsa Aguirre y otros viejos de la Consolidada
hicieron un estrado para juzgar al grupo que se fue de paseo
nadie tuvo problemas, nadie hizo reclamos, fue una cuestión
internas de algún profesorado
se acuso a los mayores de no ir acompañado con algún
profesor
la posición de Matta y también de Leonello tenían que
escucharla
fue una excursión privada de amigos del colegio
y nunca usamos el nombre de la Consolidada
aclaramos esto con los apoderados, explicando los cargos
de que nos acusaban, varios de nuestros padres tomaron
posiciones
defendiendo las acciones tomadas por el grupo
cada chica del grupo hablo sobre el paseo,
ninguna puso quejas de sus acompañantes
nunca hubo coerción en sus declaraciones
las madres de las niñas también nos apoyaron,
hablaron con Elsa Aguirre y también con Olga Jorquera
la idea era ir con Lautaro, pero esta vez no pudo
tenía compromisos con unos familiares.
Después de varios días se aplacaron los ánimos.
Yo hable con los padres de la Katiuska Pérez, con Don
Manolo Gómez, y con varios padres de las acompañantes,
siempre hubo respeto con las más jovencitas.
Con el correr del tiempo ganamos simpatía, con el cuarto
y el quinto y con los demás alumnos de los terceros años
trabajamos con todos en el baile folklórico
también en las veladas de la Consolidadas
ayudamos a muchos en las giras de estudio
pusimos muchas horas de nuestro tiempo libre
pa sacar adelante cualquier tarea que nos beneficiara
en el arte y deporte y otras actividades de padre y profesores.

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Fiesta de Graduación

Era una fiesta más de la Consolidada

el salón del gimnasio se vestía de Gala
se graduaba una horneada de un curso de la escuela
los padres y maestros se sentían honrados
organizando sillas y el acceso al estrado.
Yo fui a buscar a Leonello y mi amigo Varela,
allí estaba Lautaro Videla
la Rosa Cartagena,
la Matilde Baeza, organizando el canto
habían otras chicas del curso de Valencia
estaba Maritza López, Irene Peñalosa
Adriana Alburquerque y Angélica Varas
la Katiuska Pérez y Filomena Vargas
Julia Hernández con la Edda Conpiano
también Maria Luisa Matta.

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Bolitas de Cristal

Bolitas de cristal notas musicales

entre lazados colores y suave terciopelo
juguetitos pequeños de jóvenes y niños
amigos en los patios de la calle y la escuela
ruidos acusadores en todos los bolsillos
salpicadas algunas en rigorosos juegos
amigas incansables de las ratoneras
que achuntarle a los huecos
era una cosa seria.
era un trueque continuo entre
mis hermanos y entre mis vecinos
jugábamos a veces en medio del camino
tardándonos a casa con Mario Palomino
quien no jugo bolitas
habiendo sido niño
no vivió esos momentos
que despiertan tu alma
a mantenerte vivo
y consagrar tus ansias
en cosas que el destino
trajo pausadamente
en su corto camino
entre joven y niño.

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Jugando con Trompos

Trompos amigos de madera

de graciosos colores
juguetes de tiempos pasajeros
hechiceros en los redondeles
trazados con la pulla en planos
de los patios de escuelas
en las sombras azules
de frondosas higueras
héroes de entonces
bailarines viajeros
púas deslizantes y duras
enemigas de muchos
amigos compañeros
de tardes de verano
empujando monedas
entre dos líneas cortas
y metas paralelas
de simples estructuras
un clavo y un trozo de madera
una lienza seguida
con un nudo en la punta
sujetando el sombrero
que maltratado a veces
por puyazos certeros
descarnado sus flecos
en bailes concebidos
para mostrarle a otros
mi trompo preferido.

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