Вы находитесь на странице: 1из 4

CANCER OSEO

El cáncer óseo primario es un tipo de cáncer poco común que afecta al esqueleto humano. A
diferencia del secundario, se origina en el hueso y no es consecuencia de un cáncer de otra parte
del cuerpo diseminado al hueso. Su síntoma más frecuente es el dolor aunque puede causar
también inflamación, fracturas, pérdida de movilidad, fiebre, anemia, etc. Hay tres tipos de
cáncer óseo:

Osteosarcoma: es la variante más común. Se desarrolla en el tejido nuevo de los huesos en crecimiento
(osteoide).

Condrosarcoma: se origina en el cartílago entre les edades de 50 y 60 años.

Sarcoma de Ewing: nace en el tejido nervioso inmaduro, generalmente en la médula ósea. Es más
frecuente en la edad de crecimiento.

Los factores de riesgo son: ser de corta edad (excepto en el condrosarcoma), haber recibido
radioterapia o quimioterapia, padecer la enfermedad de Paget y en algunos casos puede haber
un componente hereditario.

SINTOMAS

El dolor es el síntoma más común de cáncer de hueso. Sin embargo, los síntomas pueden variar
dependiendo de la localización y del tamaño del tumor. Los tumores que se presentan en las
articulaciones o cerca de ellas pueden causar inflamación o sensibilidad en el área afectada. El
cáncer de hueso puede también interferir con los movimientos normales. Puede debilitar los
huesos y conducir en ocasiones a que haya fracturas. Otros síntomas pueden ser la fatiga, la
fiebre, la pérdida de peso y la anemia. Ninguno de estos síntomas es signo seguro de cáncer,
pues pueden también ser causados por otras condiciones menos serias. Por eso es importante
consultar con un médico.

• Dolores articulares.
• Dolores de huesos.
• Fracturas frecuentes.
• Debilidad.
• Fatiga.
• Fiebre.

PRECAUCIONES Y TRATAMIENTO:

Aunque la causa del cáncer es desconocida en muchos casos y multifactorial en otros, se conoce
unos factores de riesgo, que aumentan la probabilidad de padecer cáncer y que deberían
evitarse, como por ejemplo el tabaquismo o todo otro modo de fumar. Se estima que hasta un
50% de los cánceres podrían ser evitables.

Existe una vacuna recientemente aprobada contra el cancer de cuello de útero, que afecta y
causa la muerte de cientos de mujeres en todo el mundo. La comercialización de esta vacuna fue
aprobada en varios países y se estudia la aprobación de otras vacunas contra el cancer de piel y
el cancer de próstata.
NAYMLAP Y LOS SEÑORES DE LAMBAYEQUE
Cuentan los pobladores de Lambayeque que en tiempos tan antiguos que ya se perdió la cuenta de cuantos fueron
arribó de la parte suprema(2) del Perú a estas costas una gran flota de balsas comandada por un gran señor, hombre
de mucho valor y calidad llamado Naymlap.

Viajaba acompañado por una numerosa comitiva que lo seguía con reverencia y adoración como a gran caudillo.
Estaba su esposa, llamada Ceterni, un numeroso harén, cuarenta de sus más valientes capitanes, el trompetero
oficial (uno de los cargos más prestigiosos) llamado Pita Zofi, quien se encargaba de hacer sonar el pututo(3),
Ñinacola, encargado del cuidado del anda y trono de Naymlap, Ñinagintue, encargado de la bebida, Fonga Sigde,
quien tenía por misión esparcir polvo de mullu(4) por donde pisaría su señor, Occhocalo, el cocinero, Xam Muchec
quien pintaba el rostro de Naymlap. Lo bañaba, adornaba y untaba con finas esencias, Ollop-copoc. Tejía y bordaba
para su señor y elaboraba camisas y mantas usando la fina y complicada técnica de la aplicación con plumas de
vivos colores Llapchiluli, muy querido por su Señor Naymlap, además de una numerosa y casi incontable
muchedumbre.

Desembarcaron cerca a la desembocadura del río Faquisllanga, de allí caminaron media legua tierra adentro
buscando un buen lugar para asentarse. Al encontrar el lugar adecuado construyeron un palacio al que llamaron
Chot y en el lugar principal colocaron a Yampallec, figura esculpida en piedra verde que trajeron consigo y que
representa la imagen del mismo Naymlap. Yampallec significa figura y estatua de Naymlap.

Pasaron los años viviendo en paz, procrearon muchos hijos y nietos, construyeron casas, labraron la tierra y le
tomaron mucho cariño a su nuevo terruño. Pero el tiempo no perdona y la muerte visita al gran Naymlap. Por temor
a que no se entienda la mortalidad del caudillo y Señor lo enterraron a escondidas y publicaron por todas parte que
con prodigioso poder se había convertido en ave y había volado lejos de allí. Consternados y muy dolidos quedaron
sus más cercanos y leales seguidores, los que viajaron con él desde la parte suprema del Perú. No podían
comprender por qué su amado señor Naymlap los había abandonado. Presos de la desesperación no dudaron en
abandonar casa y familia, hijos, nietos, tierras y salieron apresuradamente, sin guía ni orden, a buscar a Naymlap y
se juraron no regresar hasta encontrarlo y traerlo de regreso así tengan que ir hasta donde nadie había llegado.
Nunca más se supo de ellos.

Al irse en busca de Naymlap, al que creían desaparecido, todos los que vinieron con él, quedó la tierra poblada sólo
por los que habían nacido en ella. Lo sucedió a Naymlap su hijo Cium, que se casó con una hermosa joven llamada
Zolzoloñi y en ella y otras mujeres tuvo doce hijos varones y cada uno de ellos fundó una numerosa familia. Uno de
ellos llamado Nor, se fue al valle de Cinto, otro llamado Cala al valle de Túcume, otro más al valle de Collique y los
demás a diversos lugares. Llapchillulli, hombre muy cercano a Naymlap y que arribó a Lambayeque
acompañándolo se mudó al valle de Jayanca donde se asentó y enraizó.

Cium vivió muchos años y sintiéndose morir bajó por propia voluntad a una habitación subterránea donde estuvo
hasta que murió, pues no quería que se supiese que era mortal y más bien quería que lo crean inmortal y divino.

Luego gobernó una larga lista de herederos como Mascuy, Cuntipallec, Allascunti, Nofan Nech, Mulumuslan,
Llamecol, Lanipat Cum y Acunta. Finalmente gobernó Fempellec quien tuvo la desdichada idea de trasladar a
Yampallec de Chot, donde Naymlap lo colocó. Se cuenta que cuando buscaba otro lugar para llevarse al ídolo el
demonio disfrazado de mujer se le presentó y lo sedujo. En castigo sobrevinieron 30 días de torrenciales lluvias
seguidos de un año de cruel sequía, esterilidad y hambre. Reunidos los sacerdotes y hombres principales que
adoraban a Yampallec comprendieron que las penurias que padecían eran por los errores cometidos por Fempellec,
por eso, dejando a un lado el temor y respeto que se tiene a los Señores, lo ataron de pies y manos y lo arrojaron a lo
profundo del mar. Y este fue el final de la línea y descendencia de Naymlap.

Quedó el valle de Lambayeque sin un único gobernante hasta que desde el sur llegó un poderoso Señor guerrero,
Chimú Capac, Curaca (gobernante) del Imperio Chimú quién reunificó y anexó para sus dominios este. Impuso
como gobernador de Lambayeque a Pongmasa, natural de Chimú, quién al morir dejó en su cargo a Oxa, su hijo,
que fue el primero en tener noticias de los Incas del Cusco, grandes conquistadores, y desde entonces vivieron con
el temor de ser despojados. Le sucede su hijo Llempisan, quién conoció del poder de los Incas. Luego gobernó
Chullumpisan, al que sucedió su hermano Cipromarca y luego otro hermano menor llamado Fallenpisan. Luego
vino Efquempisan, seguido de Secfunpisan en cuyo gobierno llegaron al Perú los conquistadores españoles y se
adueñaron del valle de Lambayeque y de todo lo demás.
EL MITO DE CUNIRAYA HUIRACOCHA
Cuentan que en tiempos muy antiguos, Cuniraya Huiracocha se convirtió en un hombre muy pobre, y andaba
paseando con su ropa hecha arapos, y sin reconocerlo algunos hombres lo trataban de mendigo piojoso. Pero
Cuniraya Huiracocha era el dios del campo. Con solo decirlo preparaba las chacras para el cultivo y reparaba los
andenes. Con el solo hecho de arrojar una flor de cañaveral (llamada pupuna) hacía acequias desde sus fuentes. Así,
por su gran poder, humillaba a los demás dioses (huacas) de la región.

Había una vez una mujer llamada Cahuillaca, quien también era huaca, que por ser tan hermosa todos los demás
huacas la pretendían. Pero ella siempre los rechazaba. Sucedió que esta mujer, que nunca se había dejado tocar por
un hombre, se encontraba tejiendo debajo de un árbol de Lúcumo. Cuniraya que la observaba de lejos pensaba en
una manera astuta de acercarse a la bella Cahuillaca. Entonces se convirtió en un pájaro y voló hasta la copa del
Lúcumo, donde encontró una lúcuma madura a la que le introdujo su semen, luego la hizo caer del árbol justo al
costado de donde Cahuillaca se encontraba tejiendo. Al verla se la comió muy gustosa y de esta manera la bella
diosa quedó embarazada sin haber tenido relaciones con ningún hombre.

A los nueve meses, como era de esperarse, Cahuillaca dio a luz. Durante más de un año crió sola a su hijo, pero
siempre se interrogaba sobre quién sería el padre. Llamó a todos los Huacas y Huillcas a una reunión para dar
respuesta a su pregunta. Cuando supieron de la reunión todos los huacas se alegraron mucho, asistieron muy
finamente vestidos y arreglados, convencidos de ser a los que la bella Cahuillaca elegiría. Esta reunión tuvo lugar en
un pueblo llamado Anchicocha. Al llegar se fueron sentando, y la bella huaca les enseñaba a su hijo y les preguntaba
si eran los padres. Pero nadie reconoció al niño. Cuniraya Huiracocha también había asistido, pero como estaba
vestido como mendigo Cahuillaca no le preguntó a él pues le parecía imposible que su hijo hubiese sido engendrado
por aquel hombre pobre.

Ante la negativa de todos los preguntados de reconocer al niño, Cahuillaca ideó posar en el piso al niño, dejando
que ande a gatas solo hasta donde se encuentre su padre. Hizo así, y el niño se dirigió muy contento donde se
encontraba Cuniraya Huiracocha. Cuando su madre lo vio, muy encolerizada, gritó: "Ay de mí! ¨Cómo habría
podido yo dar a luz el hijo de un hombre tan miserable?". Y con estas palabras cogió a su hijo y corrió hacia el mar.
Entonces Cuniraya dijo: "Ahora sí me va a amar!" y se vistió con un traje de oro, y la siguió, llamándola para que lo
viera. Pero Cahuillaca no volvió para mirarlo, siguió corriendo con la intención de arrojarse al mar por dar a luz el
hijo de un hombre tan "horrible y sarnoso". Al llegar a la orilla, frente a Pachacamac, se arrojó y quedaron
convertidos, ella y su hijo, en dos islotes que están muy cerca a la playa.

Como Cuniraya pensaba que Cahuillaca voltearía a verlo, la seguía a distancia llamándola y gritándole
continuamente. Entonces se encontró con un cóndor y le preguntó: -"Hermano, ¨dónde te encontraste con esa
mujer?", -"Aquí cerca está, ya casi la vas alcanzando" le respondió el cóndor. Por darle esa respuesta Cuniraya le
dijo al cóndor: -"Siempre vivirás alimentándote con todos los animales de la puna, y cuando mueran tú sólo te los
comerás, y si alguien te mata, él también morirá"

El huaca siguió en su carrera en pos de Cahuillaca, encontrándose con una zorrina. -"Hermana" le preguntó, "¨En
donde te has encontrado con esa mujer?"

La zorrina le respondió: -"Ya no la alcanzarás, está muy lejos"-. Por darle esa mala noticia el huaca le dijo: -"Por lo
que me has contado, te condeno a que camines sólo de noche, odiada por los hombres y apestando horriblemente".
Más abajo en su camino se encontró con un puma. -"Ella todavía anda por aquí; ya te estás acercando" le dijo el
puma

Por darle tan buenas noticias Cuniraya le respondió: -"Comerás las llamas del hombre culpable, y si alguien te mata
te hará bailar primero en una gran fiesta, y todos los años te sacará sacrificándote una llama" (De este modo
Cuniraya le confiere al puma categoría para ser adorado, y manda además que todos los años se celebre una fiesta
en su honor, en la que se bailará y se sacrificará una llama en su honor) También se encontró con un zorro. Al
preguntarle por Cahuillaca el zorro le dijo que se encontraba ya muy lejos y que no la alcanzaría.

Por esto le dijo al zorro: -"Aunque andes a distancia, los hombres llenos de odio te tratarán de zorro malvado y
desgraciado. Y cuando te maten te botarán a tí y a tu piel como algo sin valor". El halcón, con quién también se
encontró, le auguró que pronto la alcanzaría. Por ello le contestó el huaca: -"Tendrás mucha suerte, y cuando comas
primero almorzarás picaflores. El hombre que te mate llorará tu muerte, y sacrificará una llama en tu honor, y
bailará poniéndote sobre su cabeza para que resplandescas allí".

Enseguida se encontró con unos loros, quienes le dijeron que ya no la alcanzaría. Por ello Cuniraya les maldijo así:
-"Andareís gritando muy fuerte, y cuando los escuchen, sabiendo que tienen la intención de destruir los cultivos, sin
tardar los hombres os ahuyentarán y habrán de vivir sufriendo mucho, odiados por ellos". De este modo, cada vez
que se encontraba con alguien que le daba una buena noticia le auguraba un buen porvenir, y si se encontraba con
alguien que le daba malas noticias lo maldecía. De este modo llegó hasta el mar donde se encontraban dos hijas de
Pachacamac custodiadas por una serpiente. Pero poco antes, la madre de éstas: Urpayhuachac, había entrado al mar
a visitar a Cahuillaca.

Aprovechando esta ausencia Cuniraya violó a la menor de las hijas. Cuando quiso hacer lo mismo con la otra, ésta
se transformó en paloma y voló. Es por esto que a su madre le llaman Urpayhuachac: la que pare palomas. En ese
tiempo no habían peces en el agua. Solo Urpayhuachac los criaba en un estanque que estaba dentro de su casa.
Cuniraya, enfadado porque había ido a visitar a Cahuillaca arrojó todos los peces del estanque al mar. Y es por esto
que el mar, ahora, se encuentra poblado de peces. Cuando la hija menor de Urpayhuachac le contó lo que Cuniraya
le había hecho, se encolerizó y se decidió por matarlo. Para ello tramó un astuto plan. Urpayhuachac llamó a
Cuniraya con el pretexto de quitarle las pulgas. Este aceptó. Pero al mismo tiempo hacía crecer una gran peña para
que le callera encima al huaca y lo aplastara.

Вам также может понравиться