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PORTADA
A la deriva la
educación pública
Agobiada por su rígida estructura y los embates de la
politización, la educación pública puertorriqueña navega
por un rumbo incierto
E l certificado de graduación escolar de muchos
puertorriqueños lleva la firma de un hombre
que cumple sentencia en prisión por corrup-
ción. Ese nombre que autoriza la otorgación de un
grado, es un ejemplo claro de cómo el Departamento
de Educación (DE) está inmerso en más de un conflic-
to que, abarca tanto su estructura administrativa como
su capacidad de cumplir con su función ministerial.
Hoy por hoy, esta dependencia es siete veces mayor
que la institución financiera más importante en Puerto
Rico. Tiene 75 mil empleados, 610 mil estudiantes y
sobre 1,500 escuelas, según detalla el ex secretario
de educación César Rey en El reto de la gobernabilidad
en la educación pública en Puerto Rico, único estudio
publicado a modo de libro que analiza la situación de
esa agencia.
Un sistema tan abarcador debería rendir frutos
notables, pero como es sabido no es ése el caso. La de-
serción escolar, los embarazos de adolescentes, el pobre
“
aprovechamiento del
estudiantado, la falta de Puerto Rico no tiene ningún problema fiscal en el área
supervisión, la corrup- de educación, es un asunto de gobernabilidad .
ción, el despilfarro de
fondos, el ausentismo
de estudiantes, maestros y personal en general y la poca
productividad son algunos de los males que esta gigante
estructura padece. A esto se le suma el desprestigio
social en el que, casos como la
convicción por corrupción del
ex secretario Víctor Fajardo,
han dejado sumido al DE en un
estado crítico que atenta no sólo
contra su funcionamiento sino
contra su capacidad de atender
el rol principal al que debe res-
ponder: educar a la población
para la forja de individuos que
trabajen por el País.
Su presupuesto de alrededor
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de tres billones de dólares
(de los cuales el 33 por ciento
proviene de fondos federales),
superior al de once países
del Caribe, nunca parece ser Carlos Chardón, secretario del
suficiente pues cada año el DE Departamento de Educación
agosto - septiembre 2009
Ana teresa Toro
La raíz del desfase en los currículos del DE se ubica en su propia estructura y sus
relaciones políticas.
acaba en déficit y las necesidades apremiantes no son
atendidas. Cada agosto las noticias relacionadas al inicio
de clases tienen que ver con escuelas que no están listas,
falta de materiales, infraestructura y dimes y diretes
en torno a las plazas de empleo de maestros, personal
docente y no docente. Y es que no puede ser de otra
manera en una estructura que designa el 75 por ciento
del presupuesto a la nómina.
A esto se le añade el agravante de que el sistema está
altamente politizado, para muchos el principal problema
de la agencia. “El Departamento de Educación ha crecido
en gran medida como agencia de empleo para satisfacer
caprichos políticos y, en algunos casos, en detrimento
de verdaderas intenciones educativas. Ese hecho, unido
a un ejercicio clientelista de algunas administraciones,
fue elevando el nivel de burocracia, al punto de hacer de
algunas de sus dependencias organismos disfuncionales
a sus propósitos originales”, denunció el ex secretario
César Rey en su libro.
Como re-
sultado de estas
”
tendencias, los
Nyvea Silva, directora ejecutiva de IPEDCo. más afectados
son los alumnos.
Eso sí no es un
asunto nuevo, es un problema cuya raíz está en los
inicios de esa agencia como Departamento de Instruc-
ción Pública, cuya meta era americanizar al
puertorriqueño. Es decir, el Departamento
Foto suministrada
respondió desde sus comienzos a una
necesidad o intención del Estado, no de la
población.
De ahí se desprenden decisiones como
el propio currículo académico. El secretario
del DE, Carlos Chardón, aseveró que estas
determinaciones son asuntos que poco tienen
que ver con un proyecto de país económico
o social, sino con la base sobre la cual se
configura el sistema.
“Nosotros bailamos al ritmo de los
fondos federales. A nosotros nos dan 500 mi-
llones de dólares al año para educación, más
otras propuestas. Esto quiere decir que quien
establece la agenda de educación de Puerto
Rico es el gobierno federal. Aquí no hay una
Foto por Ricardo Alcaraz
agenda educativa nuestra y para comenzar a cambiar eso
lo primero que hay que hacer es hablar honestamente y
admitir que estamos amarrados a esos requerimientos
básicos, a esos enfoques educativos porque son los
que se prueban en las Pruebas Puertorriqueñas. Nadie
quiere decir aquí que el aceptar fondos federales nos
quitó el control del Departamento de Educación a los
puertorriqueños. Nos vendimos, ahora no podemos dar
para atrás”, sentenció Chardón ubicando así la raíz de
los desfases en el currículo en la propia estructura y sus
relaciones políticas.
La politización de la agencia
“La función de la escuela pública siempre ha sido
política y eso yo lo rechazo”, dijo Chardón en alusión
a que nunca se ha orquestado un proyecto educativo
cónsono con las expectativas de crecimiento económico
o de evolución social puesto que históricamente la
escuela se ha utilizado como bastión político. “Los
partidos se nutren de las licencias que se les otorgan a
los empleados del Departamento para que se vayan a
hacer campaña”, ejemplificó el Secretario, quien asumió
en este cuatrienio la posición que ocupó previamente
de 1977 al 1980; uno de los periodos recordado por los
conflictos relacionados con la crasa politización del
sistema.
Cada cuatro años, el cambio de gobierno altera la
fluidez del sistema educativo del País. No sólo se dejan
sin completar proyectos sino que, muchos de ellos se
cambian de raíz, sin un previo análisis de su eficiencia.
“Cada cuatro años hay una idea de botín y se reparte el
DE, interrumpiendo sus procesos”, apuntó Nyvea Silva,
directora ejecutiva del Instituto de Política Educativa
para el Desarrollo Comunitario (IPEDCo), entidad que
se dedica al estudio de las estructuras educativas desde
la Universidad del Sagrado Corazón.
El caso más reciente de cómo la política alteró el
sistema en gran escala fue el resultado de la firma de la
Ley Número 149 del 30 de junio de 1999 –Ley Orgánica
del Departamento de Educación Pública de Puerto Rico–
para establecer una nueva política pública educativa, así
como la creación de un sistema basado en escuelas de
la comunidad con autonomía académica, fiscal y admi-
nistrativa; entre otras disposiciones. Según indican los
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Fotos por Ricardo Alcaraz

estudios, a pesar de que el sistema de las escuelas de la
comunidad comenzó como una iniciativa exitosa gracias
a que su personal fue adiestrado oportunamente sobre
el cambio, luego fracasó, en gran medida porque las
restantes unidades se establecieron sin que se cumpliera
con el importante componente de la orientación.
“No se estableció claramente a qué se refieren con
autonomía escolar y como venía el año de elecciones, se
tomaron esas decisiones”, recuerda Silva, quien desde
IPEDCo ha estudiado el fenómeno. “Entonces se corre
un sistema con una nueva filosofía administrativa pero
sin verdaderamente ejercer esas autonomías fiscales,
pedagógicas y administrativas que se supone que tengan
las escuelas de la comunidad. Se firmó la ley pero no se
operacionalizó”, añadió.
Curiosamente, en las recomendaciones del actual
Director del DE parecieran estar las disposiciones de la
citada ley que no se pusieron en práctica, pues Chardón
apuesta a darles mayor libertad y autonomía a las escue-
las para que identifiquen sus necesidades particulares y
administren sus recursos en torno a ellas.
Sus directrices son cónsonas con las recomendaciones
en las que insiste César Rey en su libro. Es decir, la des-
centralización, la corrección de procesos administrativos
y la simplificación de trámites intradepartamentales.
La burocracia
Puerto Rico es el único lugar, en comparación con
Estados Unidos, cuyo sistema de educación cuenta
con cuatro estructuras administrativas: la escuela, la
región, el distrito y la oficina central. Un ejemplo sencillo
de cómo opera esta burocratización es la compra de
materiales; proceso que, según cuentan los maestros, es
tan largo y pasa por tantas oficinas que cuando llegan
los fondos asignados para ese fin, se acabó el año
escolar y hay que devolverlos.
El distrito y la región se crearon con el propósito
de ofrecer apoyo al maestro, sin embargo un estudio
reciente del IPEDCo reveló que es necesario replan-
tearse estructuras como la región y el distrito escolar
pues no sólo son extremadamente costosas sino que,
a la larga, son ineficientes. Ahora bien, eliminarlas
representaría una pérdida de empleos considerable.
“El Departamento de Educación es un sistema de
empleadores”, aseveró Chardón, quien considera que
además de la extrema burocratización del sistema la
falta de supervisión parte de algo tan sencillo como
la definición de responsabilidades del cargo que
ostenta.
“Hay que quitarle al Secretario un montón de
actividades que no son propias de un Secretario sino
de una persona que está a cargo de operaciones”,
elaboró Chardón haciendo referencia a ejemplos
concretos en otros niveles como el que, por ejemplo,
para que un director haga una visita de supervisión a
un maestro debe avisarle y solicitar su autorización.
Queda pues identificado un panorama de inefi-
ciencia en la estructura, sin embargo el peso político
de la toma de una decisión de reforma impide que los
cambios necesarios ocurran. “Cambiar la estructura
implicaría la pérdida de empleos y nadie quiere cargar
con ese peso político y tampoco las uniones lo van a
permitir”, respondió Chardón.
Según la Directora Ejecutiva de IPEDCo, los
problemas de funcionamiento en el DE tienen que El actual Secreatrio del DE apuesta a darles mayor autonomía a las escuelas
ver además con la cultura de gobierno en la que no para que identifiquen sus necesidades y administren sus recursos.
existe la tradición de rendir cuentas. Se asigna un
presupuesto pero no se establece un mecanismo para
que el gobierno corrobore cómo y en qué se invirtió la que integra las destrezas tecnológicas al currículo, las
asignación, salvo en los fondos federales. “La meta es escuelas bilingües, Nuestra Escuela en Caguas y casos
educar a 520 mil estudiantes pero no hay nadie que al como la Escuela Segunda Unidad Pasto de Aibonito
final pregunte cómo se utilizaron los fondos y cuál fue donde utilizan la filosofía de enseñanza Montessori
el producto final respecto a las metas de la agencia”, en algunos espacios del plantel. Como éstas hay otras
señaló. iniciativas que han surgido de la saludable cohesión de
“Puerto Rico no tiene ningún problema fiscal en el ideas en las comunidades.
área de Educación, es un asunto de gobernabilidad”,
sostuvo Silva, con quien coincidió

la mayoría de los entrevistados.
Modelos esperanzadores
“
Quien establece la agenda de educación de Puerto Rico es
el gobierno federal. Aquí no hay una agenda educativa nuestra…
Nadie quiere decir aquí que el aceptar fondos federales nos quitó
el control del Departamento de Educación a los puertorriqueños.

A pesar de estas situaciones
que impiden el funcionamiento Nos vendimos, ahora no podemos dar para atrás.
adecuado del DE, no todas las
escuelas del sistema son un fracaso.
Existen iniciativas modélicas que resultan en estudiantes
y maestros entusiasmados, excelente aprovechamiento
académico, comunidades integradas y logros en el
fin social de la educación. Ejemplo de ello lo son la
”
Carlos Chardón, secretario de Educación.
“Esas iniciativas son excelentes y las queremos
apoyar”, expresó Chardón.
Evidentemente, cada comunidad tiene necesidades
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Iniciativas como las de Nuestra Escuela en Caguas representan una
esperanzadora propuesta educativa.
Escuela Elemental Antonio S. Pedreira y la Escuela
Intermedia Manuel Elzaburu que trabajan currículos
cónsonos con el interés del estudiante. Asimismo, la
Escuela Juan Ponce de León en el Barrio Juan Domingo
de Guaynabo que inserta las experiencias de trabajo
desde la escuela elemental, la Escuela Federico Asenjo
particulares que requieren herramientas que hay que
tener en cuenta para que el DE deje de funcionar como
una bicicleta estacionaria en la que se pedalea sin llegar
a ninguna parte. Sin embargo, cabe preguntarse si
permitirá realmente el sistema que los cambios de base
lleguen a la cúpula.