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que son los angeles
Por el prestigioso Profesor español Martín Soria www.martinsoria.cl
Director de la Academia de Bellas Artes ABAMS
Prestigioso profesor de Moral, Ética y Estética, cuyos descubrimientos sobre la naturaleza humana y su comportamiento están orientando a profesores de diversas Universidades
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Авторское право:
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que son los angeles
Por el prestigioso Profesor español Martín Soria www.martinsoria.cl
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¿Qué es un ángel? ¿Es un ser, una conducta, un servidor inserto en la conducta, es una virtud, capacidad, función, ánima, potencial, o potestad? ¿Qué es un ángel? ¿Es un ser autónomo e independiente del ser humano, o es un servidor humano dependiente del humano? ¿Es un tipo de instinto o es un hermano paralelo al que solo se le puede suponer? Si los ángeles son seres espirituales, plenamente independientes del ser humano y que conocen la voluntad de Dios, conocen los principios de la creación y la normativa natural de las especies y que operan en orden y de acuerdo con las exigencias y función de las mismas, ¿qué justifica la existencia humana? ¿Qué razón podía tener el Dios absoluto y eterno para repetir la creación de seres en espíritu similares y dotarles de una participación terrena riesgosa con el potencial de perder la autenticidad, si ya disponía de seres espirituales auténticos y maduros con El y en El? ¿Qué significa y qué es, espiritual y porqué es necesaria la existencia del espíritu?
La conciencia humana como norma espera y persigue siempre la unidad, concordia
y vínculo y cuando carece de estos, los pretende o cuando algo, o alguien amenazan con privarle de ellos o se los impiden, la conciencia se defiende. Esta doble actitud es natural en la conciencia humana, pretender y proteger. Pretender y proteger son dos conductas derivadas del deber y derecho contenido en toda necesidad. Nuestra conciencia existe sometida al deber de ser cumplida y al derecho al beneficio de su realización. Nuestra conciencia bajo esta perspectiva es una con la Ley, no puede sustraerse ni escindirse del deber de realizarse ni tampoco puede desligarse de la necesidad del beneficio derivado de la realización de la conciencia humana y por eso pretende siempre la unidad, la concordia y el vínculo, y por eso también protege celosamente el camino de su cumplimiento o el deber de realizarse. Se entiende que la pretensión de un determinado bien, así como la defensa y protección del mismo, pertenezcan a la misma norma cuyo deber de realizar o de encontrarse en ese estado pretendido, y derecho al beneficio de lo logrado, satisfagan a la necesidad de la conciencia. Pero esa necesidad de perseguir un bien exige de un sujeto que lo persiga, un sujeto conductor que lo pretenda, lo busque y lo logre, un sujeto custodio que protege el camino, y anuncia la existencia de la necesidad; un mediador custodio entre la necesidad y el beneficio, que si logra su destino es bueno y si no lo logra es malo. Por lo tanto, ese intermediario o sujeto que realiza a la necesidad contiene dos certificados potenciales, el de ser victorioso si logra la satisfacción de su necesidad pretendida o, el de ser fracasado si no lo logra. Este doble potencial del éxito o del fracaso, del bien o del mal, de lo cierto o lo falso, existe contenido en toda realización, en toda actividad en todo proceso origen, división y unión, en toda base de cuatro posiciones, existe inserto en el establecimiento de la estructura base fundamental de la creación. Pero existe como potencial nada más. Existe como posibilidad y no como pretensión, la pretensión es solo una la consecución del bien. A ese potencial se le determina en el punto y final del proceso de consecución, es decir, cuando se siente la justicia o la injusticia del haber logrado o no logrado en consecuencia. Si se ha logrado la proposición, se es bueno y si no se ha logrado se es malo. Pero el término malo, contiene un significado indeterminado, no se suele decir al niño que araña el auto con un clavo: ¡No arañes con un clavo la pintura del automóvil porque arañarlo es un acto que no beneficia al auto! Esto no se suele decir cuando estás viendo que te araña el hummer recién comprado. La dosis de adrenalina solo te permite gritar un: ¡¡¡¡NO SEAS MALO!!!!!!! Ese no ser malo lo convierte siempre en malo, no se especifica qué tan malo es, ni por cuanto tiempo. El ser malo es una condición, no una conducta y por lo mismo, el ser humano que en su esencia no es malo, al reconocer el significado de este ser denominado malo y como condición, lo niega y se lo saca de encima asumiendo que existe “otro” malo en él. Pero al crear al malo en él, también debe asumir la existencia de un bueno en él, ese es dilema del postulado angelical, de los ángeles buenos y de los ángeles malos.
El postulado y la defensa del ángel se justifican en psicología con el “tercero
imaginario”, de este modo no se estigmatiza al individuo sino al ángel que lo acompaña. Pero en el caso contrario, en el de honrar alabar o reconocer al ángel como autor del logro no surge esa necesidad, porque lo pretendido es gestionado por el sujeto (ser persona) La anunciación de María se le atribuye a un Ángel, pero la realización de aceptar voluntaria e incondicionalmente la voluntad de obrar en consecuencia con las normas naturales de incondicional, no se le atribuyen a ningún Ángel fue labor de María. Un ángel tienta a Jesús pero fue Jesús quien superó la tentación del ángel, un ángel detiene la mano de Abraham pero fue Abraham quien mantuvo vivo a Isaac. Un ángel tienta a Jacob ante la inminente llegada de su hermano Esaú para matarle, pero fue Jacob quien consumó la unidad con Esaú. Al ángel se le observa en el proceso de consecución de algo, anuncian, tientan, acomodan o incomodan, esas son operaciones dentro del proceso de desarrollo de la estructura base de cuatro posiciones. Los ángeles no contienen identidad propia, a pesar de que los humanos les nombremos dándoles atribuciones indemostrables, porque cumplen la función de ese tercero imaginario necesario para evitar el ser estigmatizado. O en ocasiones para no ser estigmatizado de soberbio como en el caso de Mahoma quien es supuestamente atendido por un ángel llamado Gabriel. Pero cuando el ser humano madura en el entendimiento y comprensión del celo y en su dominio, ni los ángeles, ni los serafines, ni los abstractos justificativos pueden seguir operativos, porque se sabe cómo identificar el celo y diferenciarlo del recelo. Se sabe cómo diferenciar el bien del mal, lo cierto de lo falso, lo eficientemente auténtico e integro de lo insuficiente y relativo o fragmentario. Es curioso que en el Principio Divino se constate la realidad del –celo- y que, a tan pocos miembros se les haya ocurrido investigarlo. En el Cristianismo esta fuerza mala es conocida como «Satán». Se trata de una fuerza mala, no se menciona a un individuo ajeno a l hombre, sino a una fuerza incorrecta. Debido a que no se conoce la naturaleza y el origen real de Satán, el hombre ha sido incapaz de eliminar la fuerza de Satán. El Principio vuelve a insistir en denominarla “fuerza”. En la Biblia leemos que la serpiente tentó a Eva a cometer el pecado (Gn. 3:4-5) ¿Qué significa esta serpiente? La respuesta se encuentra estudiando el verdadero carácter de la serpiente en el tercer capítulo del Génesis. La serpiente, descrita en la Biblia, pudo conversar con el hombre. Además, causó la caída del hombre, que es un ser espiritual. Por consiguiente, la serpiente debió haber sido también un ser espiritual. Conocía el mandamiento de Dios de prohibir al hombre comer del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Esto nos dice decisivamente que la serpiente era espiritual. No dice que la serpiente era un ser independiente al hombre En Apocalipsis 12:9 leemos más detalladamente que «fue arrojada la gran Serpiente, la Serpiente antigua», que es llamada el Diablo, por algunos, y Satán por otros. Esta «Serpiente antigua» era la misma que tentó a Adán y Eva en el Jardín del Edén. Esta serpiente es llamada el Diablo o Satán, quien como sabemos ha dirigido constantemente a la mente humana hacia el mal. Por lo tanto, Satán debe ser un ser espiritual. Si el Diablo es espiritual, la serpiente que simboliza al Diablo debe ser también espiritual. Así pues, hemos demostrado que la serpiente que tentó al primer hombre y la primera mujer no era un animal, sino un ser espiritual. Aquí se estipula que es un ser pero tampoco se especifica qué tipo de ser es. Una cuestión que debemos resolver, entonces, es si la serpiente existió antes del tiempo de la creación o apareció después de la creación. Si la serpiente fuera un ser que existía antes de la creación con un propósito contrario al de Dios, la lucha entre el bien y el mal en el mundo sería inevitable y eterna. La providencia de la restauración de Dios, entonces, no tendría significado y el monismo, la creencia de que todas las cosas fueron hechas por un solo Dios, sería descartado. No podemos evitar la conclusión, pues, de que el ser espiritual, representado por la serpiente, era un ser originalmente creado para un propósito bueno y que más tarde cayó y se degradó convirtiéndose en Satán. En el justificativo de la motivación de la caída se dice que: “Lucifer, al sentir una pérdida de amor, trató de tentar a Eva para que se rindiera ante él, con el fin de poder disfrutar en la sociedad humana de la misma posición que tenía en el mundo angélico. Esto fue el motivo de la caída espiritual.” Esto que para muchos es normal, a mí me resulta muy extraño. “Lucifer un ser creado completamente como cualquier ser, siente y compara su naturaleza vincular con la naturaleza vincular del ser humano y se siente insuficiente. ¿Cuál era la naturaleza elástica de la capacidad de ese ser inferior al hombre, para que en un determinado momento esa capacidad sintiera que debía igualarse a la humana? ¿Existe en la naturaleza algo similar? ¿Existe algún ser con la capacidad de ser mono que pretenda ser humano? Si los lectores creen en esa posibilidad, entonces aceptemos la teoría de la evolución y nos hacemos todos materialistas. Ese postulado es un postulado para la capacidad sensible de los años sesenta. Hoy las cosas han cambiado, muchos de nosotros hemos estudiado a fondo el contenido del celo y hemos experimentado en base a este postulado y hemos, en algunos casos descubierto que los ángeles son algo más que la expresión de una cultura judeo-cristiana o islámica. Los ángeles son una realidad contenida en el proceso de desarrollo de la creación y por eso existen contenidos antes de la realización del hombre, y no solo del hombre, sino de la primera energía universal y de cualquier actividad que se pretenda. El ángel es un mediador potencial que custodia la eficiencia de la consecución. Es un mediador custodio de la unidad, de la concordia y del vínculo. Y ese mediador custodio no es más que el ánimo del sujeto que construye, reconoce y vincula. Ese ángel no es ni más ni menos que mi propio ánimo, el ánimo de cada ser que construye, ajusta o realiza algo. Animo al que hemos denominado de diversas maneras: Alma, espíritu, ángel, celo, Satanás, lucifer, miguel, Gabriel etc Alma= ánimo, movimiento que permite la función. Espirituu= ánimo, movimiento que permite la función. Angel= ánimo, movimiento que permite la función. Celo = ánimo, movimiento que permite la función. Satanás= ánimo, movimiento que NO permite la función. Lucifer = ánimo, movimiento que ENTIENDE la función. Miguel= ánimo, movimiento que SE UNE con la función. Gabriel= ánimo, movimiento que ANUNCIA la función. Al no tener claridad ni certeza en la comprensión espiritual, se inventaron atribuciones inadecuadas. El ángel es un servidor custodio como la prudencia, la firmeza y la templanza. Estos tres aspectos naturales porque todas las especies los poseen, son custodios. En el caso del hombre no son solo custodios automáticos, como en el caso del instinto de los animales, son custodios a voluntad, son custodios dominados por la conciencia consciente, inmanente y eterna. Pero son custodios dependientes de la voluntad humana, no son independientes ni contienen otra individualidad que su funcionalidad. La prudencia, no es ni masculina ni femenina, ni es grande ni chica, ni gorda ni flaca, ni tiene pelo ni plumas, a pesar de que si me piden un cuadro en el que debo representar a la prudencia, yo como artista la represente con cuerpo femenino para que atraiga al comprador (generalmente hombre) y con pelo liso y rubio (para que atraiga a los sajones que tienen dólares) y con ropas elegantes, (para que los que disfrutan de esa riqueza me lo compren) Eso es imaginario no es demostrativo de la existencia de la prudencia con plumas y con gesto angelical, que por lo demás se asocia con ingenuidad, pureza y madurez, que son atributos de la naturaleza humana. Observen lo que ocurre al practicar los principios de la creación y se darán cuenta en detalle de lo que es el ángel. Al crear se establecen posiciones de sujeto y de objeto, de proposición y consecuencia. Estas posiciones implican ciertas funciones a cumplir, sin las cuales la consecución de la proposición sería imposible: 1- La proposición ha de ser valida para el sujeto y para el objeto, esta validez compartida posibilita el establecimiento de posiciones. 2- El sujeto debe ser leal, fiel y obediente a la proposición planteada durante todo el proceso de consecución involucrado en su desarrollo y realización. Y debe realizar completamente al objeto en el caso de ser este una cosa y, en el caso de ser un similar, ha de seducirle con afecto, persuadirle con verdad y motivarle con el ejemplo de lo bien hecho. 3- El objeto tiene por función retribuir voluntariamente a la proposición del sujeto y
4- El logro o consecuencia tiene por función, concordar, coincidir y ser correlativo
con la proposición. Para que se establezcan estas funciones, en cada una de ellas se antepone la normativa necesaria para su desarrollo y cumplimiento. 1- Para determinar la validez de la elección existe el servidor custodio de la prudencia. La prudencia discierne entre la validez o no del postulado. Sin prudencia no podríamos ser selectivos ni podríamos optar por lo que es siempre y para todo válido. 2- Para sostener la determinación exigida y necesaria en la consecución del logro pretendido existe el servidor custodio de la firmeza. La fortaleza es el servidor custodio y protector del desarrollo de la consecución, del proceso entero. Sin fortaleza o firmeza, no se podría mantener la determinación exigida en el construir o realizar algo. 3- Para ajustar o mantener el equilibrio de las diferencias entre causa y consecuencia o entre sujeto y objeto existe un servidor custodio denominado la templanza. Templanza es ajustar las diferencias establecidas en el proceso. La templanza no es tolerar cualquier cosa, eso es tolerancia, la templanza no acepta otra visión que la visión de la proposición a la que se debe, mientras que la tolerancia acepta cualquier proposición y la tolera abandonándose a cualquier alternativa. Estos tres servidores custodios son evaluados por un custodio superior el custodio de la unidad, el gerente regulador de la unidad. El celo, que como termostato sensible regula el funcionamiento de la unidad. Pero que como buen termostato puede llegar a los extremos de quemarse al proponer altas temperaturas o de helarse al extremar el frío emitido. Y en esos extremos pierde su condición reguladora para transformarse en agresor. Que hiela o que quema. En recelo. Para establecer la unidad entre causa y consecuencia existe el celo como servidor custodio de la unidad. El celo opera en el inicio, en la elección de la propuesta y se mantiene operativo hasta la consecución del la proposición. El celo es coparticipe del proceso de realización de cualquier acto, pero es un coparticipe mecánico. Es un derivado de la normativa natural de la conciencia, y en ocasiones puede incluso trascender la naturaleza del individuo, sobre todo en ocasiones en las que el individuo asume una certeza social, cultural o televisiva, porque el celo es un servidor custodio ligado con la conciencia original del ser persona. El celo asume y acepta lo que complace y rechaza lo que no complace, aunque en ocasiones el hombre pueda determinarse a realizar algo no natural, como en el caso de destruir sin motivo, de responder sin justificación o de violar la pureza de otro, el celo asume una actitud de preferir lo natural siempre y en todo momento, por eso una vez realizada esa injusta operación el ser humano siente pudor, vergüenza o nerviosismo , el celo asume siempre lo que considera cierto, pero no solo lo cierto por convicción sino lo cierto por justicia y en ocasiones ocurre que se siente la tensión del celo por no disponer de la justicia y estar en defensa de la convicción. Podemos convencernos con numerosos justificativos, pero el celo no acepta este tipo de convencimiento, a no ser que coincida con la justicia natural. Y por eso nos tensamos frente a las razones sin fundamento coincidente con la naturaleza. El celo asume lo que considera eficiente, bueno o completo y cuando nos sentimos insuficientes o en situación de riesgo el celo busca acomodo, seguridad y eficiencia. Este celo es nuestro ángel de la guarda y es al mismo tiempo el capaz de transformarse en recelo. El celo que sintió Eva al saberse físicamente realizada y a la espera del encuentro con Adán era normal y natural en ella, pero incómodo en él. La mujer se desarrolla antes que el hombre, porque es el hombre quien debe ejercer el dominio de su posición de sembrador frente a la tierra de cultivo que la mujer representa. La mujer representa la tierra y esta ha de estar lista, para recibir la semilla, pero la semilla ha de estar madura antes de sembrarla en la tierra y para que la semilla de Adán estuviera madura, debía de estar en conciencia por sobre el dominio del instinto automático, y para eso debía de ser tentado por el apetito ínter genital prematuro. ¿Por qué debía de ser tentado? Porque es la única manera de superar al apetito ínter genital prematuro. No se puede superar ningún apetito antes de sentirlo. El hombre pudo superar el apetito alimenticio, el apetito de evacuar, el apetito de dormir, todos estos apetitos pudo supeditarlos a la voluntad de la conciencia, pero el apetito ínter genital prematuro no supo como superarlo y por no poder superarlo, el fruto derivado de esta semilla inmadura, fue un resultado también inmaduro. En esta comprensión no es necesario de ángeles o arcángeles que lo justifiquen, basta con la sensibilidad natural de un ser maduro, para darse cuenta de que si la mujer era la depositaria de la semilla y de que el fruto debía de contener en sí la experiencia del dominio sobre todas las cosas, porque el hombre está dotado con esa capacidad, para poder decirse madura, el primer hombre antes de sembrar, de acuerdo a esta premisa, no había logrado la experiencia de dominar el apetito inter genital prematuro. Lo mismo ocurre con los adolescentes actuales. Ningún adolescente que yo conozca se encuentra con un ángel de plumas o de formas corpóreas que le habla y le dice: “pero si ya tienes todo en orden si te unes con tu amiga serás como Dios” Pero curiosamente ocurre lo mismo que en la escena de Adán y por eso ha permanecido vigente por tantos años. El joven siente que está listo, la mujer joven también. La mujer propone al joven establecer una relación ínter genital puesto que está lista y el joven siente lo que todo joven siente en ese instante incluso lo que sintió Adán: Siente que está listo culturalmente, su conciencia adquirida le dice que está listo, dispone de la mujer y del órgano genital maduro, entonces …¿qué más? Pero no se siente libre, no se siente justo, no se siente satisfecho plenamente, no es capaz de llamar por teléfono a su suegro y decirle que está en ese instante de plenitud con su hija que se sienten plenos que no importa que entren en la pieza y les vean porque están haciendo algo natural y aprobado por sus suegros. No lo hacen incluso estando aprobados por sus suegros. Hay algo entre sus conductas y sus conciencias que les hace presentir que no es correcto. Y eso lo conoce el celo. El celo sabe que si no se ha establecido el dominio sobre el instinto de protección, si no se ha establecido el vínculo filio paternal maduro en la incondicionalidad, si no se ha establecido el vinculo fraterno conyugal incondicional y el vínculo paterno filial incondicional, y si no se ha establecido el dominio sobre el instinto de reproducción, superando la tentación del apetito ínter genital prematuro no se está obrando en consecuencia con las normas naturales y el adolescente siente esa tensión, siente esa advertencia, siente esa amenaza a romper con la autenticidad emocional, intelectual y motivacional, lo siente, pero no lo identifica, no lo reconoce, y finalmente se justifica en el error del otro, o en el tercero invisible que lo llevó a hacerlo. Se dejó tentar, fue tentado por alguien, no por él puesto que él es bueno, fue tentado por el demonio, por Satanás, por el otro que amerita ser estigmatizado porque uno siempre es por naturaleza bueno. Este juego derivado de la transformación del celo en recelo, es una práctica constante que el hombre siente profundamente y que le afecta directamente a él y a quienes se conectan con él, pero que aún no reconoce y que es en suma aclaratorio para el entendimiento de lo que es en realidad un ángel. Así puedo entender porqué el Padre que es auténtico en el dominio sobre el apetito intergenital prematuro no necesita de la iglesias, porque es por sobre los ángeles en su conducta acertiva, reconoce a la perfección e identifica cual es la máxima necesidad valida siempre y para todos y pretende realizarla siempre. Reconoce la razón que justifica el actuar de la creación y lo comparte y reconoce el deber que es necesario realizar y lo cumple con la ayuda o sin la ayuda, hasta celebrarlo finalmente en el grado de solución. Esa conciencia es por sobre los ángeles y los arcángeles, por sobre los principados, querubines, serafines o tronos, por sobre las virtudes y poderes. Esa es la conciencia tipo que cada uno de los humanos debe desarrollar y madurar. Si cada uno de nosotros capta y descubre cual es la máxima necesidad valida para todos y se determina a realizarla, solucionándola y trasformándola en beneficio, el mundo cambiaría rápidamente. Si enviáramos textos derivados o explicando este pensamiento al ministro de educación o de cultura, a los medios de comunicación, a guionistas de cine, a creativos de publicidad, a los comentaristas de radio y televisión, a los sindicatos de trabajadores, a los profesores de filosofía, a los estudiantes de derecho y a los alcaldes, políticos y asociaciones familiares, el Reino Familiar de las Naciones Integras se aproximaría rápidamente. Pero para eso debemos saber todos qué tipo de gobierno ha de tener el Reino, quien va a ser el candidato a la Presidencia de las Naciones y qué tipo de beneficios sociales, criterio ideológico y regulación económica estamos promulgando y claro está, qué tipo de deberes y derechos vamos a compartir en él, no sea que por ser demasiado ingenuos se nos encierre en una proposición “celestial” no por todos compartida. Y en eso es esencial que compartamos todos el mismo criterio sobre la verdadera identidad espiritual del ser, y lógicamente sobre la naturaleza de los ángeles. Martín Soria