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ABRIL 2 DE 2009
INTRODUCCIÓN
el tamaño de la familia.“2
Los Antígenos Leucocitarios Humanos - HLA son moléculas que se encuentran en los glóbulos blancos
(o leucocitos) de la sangre y en la superficie de casi todas las células de los tejidos de un individuo.
Cumplen con la función de reconocer lo propio y lo ajeno y aseguran la respuesta inmune, capaz de
defender al organismo de algunos agentes extraños que generan infecciones.
Ese conjunto de moléculas y las formas en que son transmitidas de padres a hijos constituyen un Sistema
también denominado de Histocompatibilidad (de histo = tejido) o de la Individualidad (lo propio y lo ajeno).
Su descubrimiento ha permitido a la medicina dar un salto cualitativo en las posibilidades de éxito de un
trasplante.
2
www.fundatal.org.ar/archivos/cph_transp_medula_osea.pdf
preguntas mucho más profundas en mi, alguna de las dos iba a ser parte de
todo lo que estaba sucediendo, no como acompañante sino como
complemento para que el resultado fuera favorable. Todo se condensaba en la
espera de los resultados para asumir el siguiente paso, en el momento de la
entrega de los resultados mi mamá se me acercó y me dijo que me preparara
que ella estaba segura que yo iba a ser compatible con Manuela, no era muy
difícil adivinarlo pues el parecido entre las dos físicamente era suficiente para
asegurar que el de HLA también. Recuerdo muy bien que en el papel se veían
unos cuadros con números y letras en donde cada uno de ellos se anteponía al
de Manuela, un cuadro comparativo. El de mi hermana Isabel era
completamente
contradictorio al de
Manuela, no le pegó a
una, pero el mío daba
constancia y aseguraba
que éramos IDÉNTICAS
sin ser gemelas.
Un poco asustador, pero
sobretodo gratificante
asumir la
responsabilidad de
compartirle un pedazo
de vida. Ahora yo hacía
parte del proceso que
se iba a llevar a cabo y
por esto debía asumir
responsabilidades con mi cuerpo, empecé a sentirlo como precursor de vida, se
iba a llevar a cabo una fundición entre dos cuerpos pero sin tocarse, mi sangre
iba a ser de ella, mis células iban a invadir su organismo para sanar. Me
imaginaba los espacios por los cuales iba a recorrer mi sangre se iba a
transportar a otro lugar pero jamás dejaría de ser mía, me emocionaba la idea
de originar vida. Empecé a observar mi cuerpo con más detenimiento,
contemplaba sus cambios y admiraba la capacidad motora para sentir, el tacto,
los gustos, cada parte que me constituía se tornaba fascinante, mi cuerpo se
había convertido en un espacio completamente original ante mis ojos.
El proceso era relativamente simple, consistía en producir más células madre
en mi médula así que debía ejercitarme y comer sanamente para que ese
proceso se llevara a cabo adecuadamente, procuré relacionarme con espacios
en donde mi cuerpo no corriera ninguna clase de riesgos que perjudicaran el
transplante, mis órganos debían estar lo más sanos posibles y la sangre
oxigenada. Me practicaron varios exámenes en donde se estudiaba más a
fondo mi salud, el recuento de glóbulos blancos (leucocitos), rojos (eritrocitos) y
plaquetas, enfermedades infecciosas (herpes, hepatitis, SIDA) mejor dicho
cualquier cantidad de enfermedades que se pudieran detectar por medio de la
sangre, me estaba involucrando con lo mínimo de mi ser y funcionamiento
orgánico, me encontraba descubriendo qué es lo que hace parte de mi y qué
no, cada minúscula fracción de mi ser estaba siendo estudiada y revelaba poco
a poco detalles de mi cuerpo.