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¿Como son los ojos compuestos de los insectos?

El ojo compuesto de los insectos es un órgano visual que consiste en la


agrupación de entre 12 y miles de omatidios (Son unidades sensoriales
formadas por células fotorreceptoras capaces de distinguir entre la
presencia y la falta de luz y, en algunos casos, capaces de distinguir entre
colores., presentes en algunos invertebrados como los insectos y los
crustáceos) que van por ejemplo desde 1 en la obrera de la hormiga y hasta
los cerca de 30.000 que presentan algunas especies de libélulas .

Existen dos tipos de ojos compuestos: el ojo de aposición y el ojo de


superposición. De forma contraria a otros tipos de ojos, el ojo compuesto no
tiene una lente central o retina, lo cual implica una baja resolución de la
imagen. Este tipo de ojos es capaz de detectar movimientos rápidos, ve un
amplio rango de ángulo sólido y en algunos casos hasta perciben la
polarización de la luz, lo que les permite encontrar la dirección a seguir
entre las colmenas y las fuentes de néctar de las abejas. Estos ojos se
encuentran localizados dorsalmente en la cabeza.

Además de los ojos compuestos la mayoría de los insectos poseen tres ojos
simples localizados en la parte superior de la cabeza, entre los ojos
compuestos.

La abeja tiene 5 ojos, 3 comunes muy pequeños sobre la cabeza y dos ojos
compuestos a los lados, de tamaño fácilmente visible por el ojo humano. La
abeja es ciega al color rojo, ubicado en el extremo final del espectro, pero
puede ver perfectamente el ultravioleta, que las personas no distinguimos.

Aunque ciega al rojo, puede reaccionar fuertemente frente a algunas flores


de ese color, debido a que éstas reflejan el ultra violeta. Las que no irradian
el ultravioleta aparecen como negras a los ojos de las abejas. Las pinturas
que contienen blanco de plomo reflejan el ultravioleta y, por lo tanto,
proporcionan a la abeja una luz que se halla dentro de sus límites de
percepción (blanco abeja). Las pinturas con pigmento blanco basado en cinc
no reflejan el ultravioleta y, por lo tanto, las abejas las perciben como de
color azul verdoso. Los narcisos blancos reflejan una luz similar a la de la
pintura con base de plomo y producen un estímulo análogo.

¡Qué interesante!, ¿no?... Insectos vemos en todas partes, pero me


atrevería a decir que nunca te has puesto a observarlos detenidamente para
apreciar, por ejemplo…sus ojos!

Te invito a que salgas al patio y con la ayuda de una lupa, “descubras” los
ojos de los insectos…eso si, cuidado con las abejas!...

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