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Re-Conocer
PACTO SOCIAL POR LA MULTICULTURALIDAD
PATRIMONIO Y COMUNIDADES
INDÍGENAS AYMARA
COMPILACIÓN DE REGISTRO SISTEMÁTICO DE YACIMIENTOS
ARQUEOLÓGICOS DEL SECTOR DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Re-Conocer
PACTO SOCIAL POR LA MULTICULTURALIDAD
Este libro está constituido por una compilación de diferentes informes Los textos compilados que incluye
PATRIMONIO Y COMUNIDADES
INDÍGENAS AYMARA.
Compilación de Registro Sistemático de
Yacimientos Arqueológicos del Sector
de Zapahuira y Copaquilla.
PRESENTACIÓN Pág. 05
INTRODUCCIÓN Pág. 07
1. ANTECEDENTES Pág. 13
BIBLIOGRAFÍA Pág. 65
1. Introducción Pág. 87
2. El paisaje natural Pág. 90
3. El paisaje cultural Pág. 93
4. Los lugares de Copaquilla Pág. 96
5. Los lugares de Zapahuira Pág. 102
6. Lo que recuerda la gente de Copaquilla Pág. 107
7. Lo que recuerda la gente de Zapahuira Pág. 115
8. Sobre el manejo futuro Pág. 119
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INTRODUCCIÓN
E ste libro ha sido editado en el marco del proyecto “Talleres de Uso y Manejo
de 02 Sitios Ceremoniales Urbanos y Edición de Texto Catastro de Sitios
Arqueológicos”. La finalidad de esta iniciativa contiene los lineamientos y objeti-
vos del Programa de CONADI denominado “MANEJO Y PROTECCIÓN DEL
PATRIMONIO CULTURAL INDÍGENA”, periodo 2006 - 2010. Los beneficia-
rios de este programa son personas, familias, comunidades y organizaciones indíge-
nas urbanas y rurales, pertenecientes a los diferentes pueblos originarios del Estado
chileno.
Para la adecuada difusión del patrimonio local, este libro ha compilado informes
arqueológicos, patrimoniales, documentos de puesta en valor y difusión de sitios
arqueológicos regionales, generados por CONADI Arica - Parinacota. Los docu-
mentos que conforman el contenido de este libro son los siguientes:
1. Autor: Calogero M. Santoro Vargas, Año 1997, “Catastro de 45 Sitios
Arqueológicos Vinculados a Comunidades Aymaras, en las Provincias de Arica y
Parinacota, con Potencial Turístico”. Trabajo desarrollado en el marco del proyec-
to: Catastro y Programa Quinquenal de Protección del Patrimonio Arqueológico
Indígena de las Provincias de Arica y Parinacota, financiado por CONADI, año
1996.
2. Autores: Álvaro L. Romero Guevara, Rolando C. Ajata López y Manuel A.
Méndez Díaz, 2007. “Informe Final: Registro Sistemático de Yacimientos
Arqueológicos del sector de Zapahuira, Comuna de Putre”. Proyecto Catastro y
Ubicación de Sitios Arqueológicos dentro del Complejo Tambos de Zapahuira,
ejecutado por la Consultora Mallku Ltda.
3. Autores: Rolando C. Ajata López, Álvaro L. Romero Guevara, 2007. “Línea de
Base de Yacimientos Arqueológicos del Valle de Copaquilla, Comuna de Putre”,
Informe Técnico del Proyecto “Apoyo a la Transferencia de Predios Fiscales que
utilizan las personas, Comunidades y demás Organizaciones Indígenas Aymaras
de las Provincias de Arica Y Parinacota, 2006”, ejecutado por la Consultora Uraqui
Ltda.
4. Autores: Comunidad Indígena Pukara de Copaquilla, Comunidad Indígena
Copaquilla Trigopampa, Comunidad Indígena de Zapahuira, Álvaro Romero
Guevara, Carolina Bustos Torres, Franco Venegas Estay. Cartilla Patrimonial
“Pukaras, Tambos y Gentiles: Interpretaciones Multivocales Sobre el Paisaje
Cultural de Copaquilla y Zapahuira”. Proyecto ejecutado por Ingeniería Socio
Cultural Limitada – ISC Consultores.
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La compilación de los trabajos antes mencionados los ha fusionado, sintetizado e
incluido conformando la siguiente estructura del texto:
a. Capítulo 1: Se fusionan los dos informes arqueológicos de Zapahuira y Copaquilla
que contienen información para presentar un estudio sistemático acerca de los
componentes arqueológicos presentes en Zapahuira y el valle de Copaquilla de
la comuna de Putre. Dentro de la terminología de los estudios ambientales, este
registro puede ser entendido como una Línea de Base Arqueológica, es decir, una
descripción detallada de un área con el objetivo de tener un completo diagnóstico
de sus características, potenciales y posibles riesgos frente al inicio de cualquiera
nueva actividad o proyecto.
Esto tiene directa relación con el plan de trabajo e investigación patrimonial se-
guida por la Oficina de Asuntos Indígenas de Arica Parinacota de la Corporación
Nacional de Desarrollo Indígena, que busca desde hace más de 7 años entregar
lugares de valor patrimonial a la administración de comunidades indígenas.
Si bien en un inicio CONADI-Arica centró sus esfuerzos en traspasar los yaci-
mientos de Zapahuira 1 y Pukara de Copaquilla, ambos asociados al flujo turístico
de la Carretera Internacional Arica – La Paz, hoy en día esta institución está consi-
derando realizar un estudio más exhaustivo sobre los inmuebles de valor cultural,
el rol de la activación social del patrimonio por parte de las comunidades locales y
la constitución de paisajes culturales que sean interpretables y sustentables cultural
y económicamente por las comunidades.
Por este motivo, el presente registro sistemático contiene un conjunto de datos
fundamentales para elaborar un Plan de Manejo de las áreas arqueológicas de
Zapahuira y Copaquilla. En el entendido que el Plan de Manejo es una herramien-
ta interdisciplinaria que permitirá mejorar las condiciones de sustentabilidad de los
recursos, tanto desde el punto de vista físico como cultural.
Por lo tanto, este documento de carácter técnico debe ser en un segundo momen-
to socializado con las comunidades involucradas en el tema. Esta información es
fundamental para confeccionar un Plan de Manejo participativo, donde los actores
locales puedan complementar los datos técnicos, identificar los diversos inmuebles
de valor cultural que disponen y señalar los usos potenciales para activar su patri-
monio cultural.
Este trabajo se organiza de la siguiente forma. En primer lugar, se revisan los
antecedentes arqueológicos regionales y los estudios en la localidad de Zapahuira
y Copaquilla. Luego, se explica en detalle la metodología aplicada en el mues-
treo del territorio y las técnicas de registro utilizadas. A continuación, se muestran
los resultados generales, especialmente los tipos de inmuebles inventariados y sus
características. Luego, se presentan los análisis de datos, indicando agrupaciones
de inmuebles y caracterizando su potencial patrimonial. Por último, se señalan
8
recomendaciones acerca de la sustentabilidad de los recursos, la potencialidad de
interpretación y gestión cultural de este territorio.
b. Anexo 1: Mapas y fotografías de los sitios arqueológicos de Zapahuira y
Copaquilla.
c. Anexo 2: Síntesis dinámica del documento “Catastro de 45 Sitios Arqueológicos
Vinculados a Comunidades Aymaras en las Provincias de Arica y Parinacota, con
Potencial Turístico”. Este documento, por su contenido netamente referencial se
ha sistematizado en fichas de difusión que contienen una síntesis de los 45 sitios
arqueológicos con potenciales turísticos de la región, registrados en el documento
original. En este catastro la información concentrada se define en las siguientes
áreas de interés: (a) Putre-Tignamar, (b) Camarones, (c) Parinacota-Guallatire, y
(d) Lluta. El catastro sólo incluye sitios accesibles de características monumentales
con potencial turístico. En la descripción general se presenta un panorama de la
historia cultural de cada uno de los sitios refundiendo los conocimientos arqueoló-
gicos disponibles. Para la definición de los sitios arqueológicos se confeccionó una
ficha con los indicadores que se listan a continuación, con el objeto de establecer
un marco general respecto de las condiciones y características de los sitios y sus
posibilidades de formar parte de circuitos de turismo cultural.
d. Anexo 3: Se incluye la Cartilla Patrimonial “Pukaras, Tambos y Gentiles:
Interpretaciones Multivocales Sobre el Paisaje Cultural de Copaquilla y Zapahuira”.
Este trabajo de difusión plantea crear conciencia patrimonial y generar un vínculo
identitario entre los monumentos arqueológicos descontextualizados en el paisaje
cultural de los pobladores andinos.
Finalmente, se agradece a quienes han generado los documentos de investigación
que componen este texto y a las iniciativas de reconocimiento cultural que ha
generado la voluntad política de valorización de la identidad particularista de las
distintas agrupaciones indígenas y pueblos indígenas que se distribuyen en nuestro
país y, finalmente, las incansables iniciativas y gestiones que han realizado expo-
nentes indígenas en la búsqueda del reconocimiento cultural y participativo desde
la singularidad identitaria en el devenir histórico nacional.
Arica, diciembre de 2008.
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REGISTRO SISTEMÁTICO
DE LOS YACIMIENTOS
ARQUEOLÓGICOS DE
ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
AUTORES: ALVARO ROMERO GÜEVARA, ROLANDO AJATA LOPEZ,
MANUEL MENDEZ DIAZ.
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
1. ANTECEDENTES
Por tanto, se puede afirmar que entre los 3.000 y 3.800 msnm, este medioambiente
logra sustentar la mayor biodiversidad de la transecta entre el Océano Pacífico y la
Cordillera de los Andes. Sin embargo, y por las condiciones desarrolladas anterior-
mente, los suelos son duros y la tierra no es muy fértil, por lo cual es necesario in-
vertir gran cantidad de trabajo para preparar terrenos agrícolas, mediante terrazas
y/o andenes, confección de humus y abono, además del continuo “reposo” de los
terrenos. Con esto se obtiene una escasa cantidad de hectáreas, pero que trabajadas
de manera intensiva suelen ofrecer importantes cosechas.
Esto provoca, en comparación a los valles bajos, un cambio en los cultivos. Los
cultivos de maíz pierden importancia en relación a la papa; las bajas temperatu-
ras permiten el cultivo de quinua (Chenopodium quinua) y se han adaptado a las
condiciones climáticas especies introducidas como el haba (Fabáceas), el orégano
(Origanum vulgare), la alcachofa (Cynara scolymus) y el ajo (Liliaceae).
Además, es una zona eminentemente agroganadera, donde la llama (Lama glama),
alpaca (Lama pacos), caprinos y bóvidos alcanzan una considerable importancia
económica (Keller 1946). Este ganado aprovecha las laderas adyacentes a las áreas
de cultivo donde crecen las poáceas y los andenes donde se cultiva alfalfa.
En las cercanías de actual pueblo de Zapahuira, y distante unos 2,6 km aguas arriba
de Zapahuira 1, se emplaza Zapahuira 2 (Az-124) o Zapahuira Kancha (Santoro
et al. 2005). Consiste en un asentamiento de mayor tamaño y complejidad que
Zapahuira 1, compuesto por dos grandes complejos rectangulares tipo kancha de
construcción maciza, de muros dobles con relleno. La kancha oriental mide 40 x
37 m, mientras que la occidental 42 x 25 m. Además, el lado mas largo de la kan-
cha oriental está orientado al norte, y la cancha occidental, tiene una desviación
cercana a los 20 grados. Estos complejos rectangulares se separan por 95 metros,
dentro de los cuales se han identificado más de 10 unidades domésticas de forma
circular.
Se denomina kancha o RPC a un tipo de arquitectura típicamente inka, compuesta
por diferentes unidades rectangulares que delimitan o dan forma a un gran patio
interno (Hyslop 1990).
Además, se cuenta con varios fechados absolutos correspondientes al sector de
Zapahuira. Seis corresponden a fechas de termoluminiscencia (TL) aplicadas a
fragmentos de cerámica recolectados superficialmente. Los resultados de estas fe-
chas TL, obtenidas por Muñoz y colaboradores (1997), van desde el 1.210 ± 100
hasta 1.520 ± 50, es decir desde momentos preinkas hasta plenamente Inka, espe-
cialmente en Zapahuira 2.
Los fechados de radiocarbono (C14) son más efectivos para tener una cronología
de contextos intactos. De esta forma, Muñoz y colaboradores (1997) presentan
tres fechas C14 provenientes de rasgos arquitectónicos. Estos corroboran el hecho
de que las chullpas son construcciones preinkas, y que las qolqas se asocian a las
primeras expansiones del Estado Inka.
Luego de casi 30 años, Muñoz y Chacama (2006) hacen una descripción de las
características arquitectónicas y de emplazamiento de estos asentamientos (pukara
y poblado) y de los materiales culturales presentes, en especial la cerámica. La
descripción del poblado indica una variedad enorme de funciones y técnicas cons-
tructivas, denotando una presión por ocupar intensivamente la ladera. También
señalan, que este poblado fue habitado largo tiempo, desde un período preinka
primordialmente de bases costeras, hasta un segundo período con influencia alti-
plánica, y finalmente un período Inka, donde las poblaciones locales interactuaron
con los administradores altiplánicos.
Estos trabajos no han explicado el rol de estos poblados complejos y sus cemen-
terios dentro del panorama social e ideológico imperante en la precordillera de
Arica. Sin embargo, poco se ha dicho acerca del funcionamiento de los procesos
sociales dentro del mismo valle de Copaquilla. Para determinar estos detalles, no
basta con estudiar los asentamientos complejos, sino también los recursos de baja
densidad mediante estrategias sistemáticas de prospección.
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
2. METODOLOGÍA DE PROSPECCIÓN
sentan una gran variedad de actividades del pasado y que complementan la infor-
mación proveniente de los yacimientos de alta densidad.
Ambos tipos de yacimientos son fundamentales para el estudio de paisajes arqueo-
lógicos ya que permiten una visión articulada y completa de un territorio, visión
que solamente se puede alcanzar a través de estrategias de reconocimiento arqueo-
lógico como la que se utiliza en este proyecto.
esta sección sólo se rellenó una de las alternativas, para cuidar no crear nuevas ca-
tegorías mixtas. Si fuera estrictamente necesario se agrega una nueva en el campo
“Otro Tipo”.
Sin duda, la ficha recoge nuestro énfasis en categorizar y registrar los yacimientos
de baja densidad. Aunque esta ficha también permite registrar nuevos sitios de
alta densidad, diferentes a los ya conocidos, su incorporación a nuestra base de
datos requiere de otro tipo de procedimiento de registro. En ambos casos, tanto
en Zapahuira como en Capaquilla, no se ficharon los dos yacimientos de alta den-
sidad, presentes en el polígono, porque ya han sido documentados anteriormente:
Zapahuira por Muñoz et al. 1987, Muñoz y Chacama 2006, Santoro et al. 2005,
entre otros, y Copaquilla por Schiappacasse et al. 1989, Muñoz y Chacama 2006.
Los yacimientos poseen componentes o rasgos y materiales muebles, los cuales
pueden aparecer individual o conjuntamente, por lo tanto, pueden señalarse va-
rias alternativas. Entre los denominados rasgos lineales, podemos esperar: huella,
camino, canal y muro. Mientras que entre las estructuras arquitectónicas simples
podemos registrar: marka (pila), apacheta, cajas rituales y paraviento. Entre las es-
tructuras arquitectónicas más complejas, identificamos: habitacional, depósito, co-
rral, tumba (subterránea), y chullpas (sepulcro aéreo).
Los materiales muebles, pueden ser previamente separados en dos grandes ca-
tegorías. La primera categoría son rasgos de clara procedencia histórica, tales
como: vidrio, loza, metal industrializado (clavos, herraduras, alambre, etc.), guano
y material óseo de equino o vacuno. Finalmente, una última categoría tiene rela-
ción con materiales muebles con alguna posibilidad de tener una procedencia
prehispánica o al menos de tradición indígena, tales como, cerámica, objetos líti-
cos, desecho lítico, material óseo humano o animal nativo, material malacológico,
objeto de madera, objeto de metal, restos de mineral y coprolito de camélido. Sin
duda entre estos, existen algunos ítems que son sin duda evidentemente prehispá-
nicos, tales como cierta cerámica decorada o artefactos líticos.
La ficha se complementa con un campo de descripción, donde se registra con ma-
yor detalle las características antes reseñadas, como emplazamiento, rasgos y mate-
riales, pero también poniendo énfasis en las dimensiones del hallazgo. Por último,
se deja un sector para describir las fotos tomadas en este lugar, lo que permite
capturar información importante de los yacimientos y que sirven para contrastar
posteriormente las bases de datos.
disponen a través del software Google Earth Plus™, por medio de su examen visual
es posible discriminar objetos de un tamaño superior a los 10-12 m. en Zapahuira
y 6 m en Copaquilla.
De esta forma se pudieron establecer grandes áreas que corresponderían a siste-
mas de andenerías de cultivo, hoy en día en desuso. Esta identificación por me-
dio de técnicas de teledetección fue testeada en terreno, confirmando su tamaño,
forma y función. Del mismo modo se pudo hacer un seguimiento y trazar tramos
no reconocidos en terreno de los caminos registrados mediante la prospección
pedestre.
Por último, se revisó la información publicada de investigaciones arqueológicas
en el área de Zapahuira (Dauelsberg 1959 [1995]; Muñoz et al. 1987) y del área
de Copaquilla (Schiappacasse et al. 1989, Muñoz y Chacama 2006) con motivo de
caracterizar, localizar y delimitar los yacimientos previamente informados. Estos
corresponden mayoritariamente a sitios amplios y de funcionalidad compleja, los
cuales fueron registrados a partir de la búsqueda de yacimientos de alta densidad,
mediante informantes locales y prospecciones de baja escala.
Estructura
Aislada en Pampa
Huaycuta (ZAP
76).
En relación a los cerros, se distingue el cerro Huaicuta o cerro Sombrero, una pe-
queña meseta o tangani que se eleva unos 50 m sobre la pampa. El cerro Chapicollo
se eleva unos 3.420 msnm, dejando laderas pronunciadas en todas sus direcciones.
Hacia el norte y noroeste del pueblo de Zapahuira se forma un complejo cordón
montañoso, donde destacan el Cerro Calvario y el Cerro Ancovilque.
Para maximizar el hallazgo de las evidencias arqueológicas se efectuó una secto-
rización de los espacios dentro del sector de estudio, considerando las caracterís-
ticas orográficas reseñadas recientemente. De esta manera se definieron, según
24
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
25
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
También fueron descontadas las actuales áreas de cultivo, por lo removido del
terreno y su uso intensivo. Además de otras razones logísticas que tienen que ver
con el acceso a dichas áreas.
Finalmente, fueron descontadas las áreas adyacentes a los yacimientos arqueo-
lógicos plenamente identificados e investigados. Estos sitios son: Zapahuira 1,
Zapahuira 2, Pukara y Poblado de Chapicollo, Cerro Huaycuta. Estos inmuebles
requieren otro tipo de trabajo de registro, para incorporarlo a este inventario, el
que se basa esencialmente en revisión bibliográfica.
En la siguiente tabla se describe el tamaño de las áreas no consideradas para la
prospección por cobertura total, y su relación porcentual relativa al área total del
polígono. También se resta esta cifra para obtener el área total cubierta por la pros-
pección, es decir, un 91,8% de las 1.500 hectáreas.
las hoyas de Azapa y Lluta), y que presenta uno de los microclimas más favorables
en términos agrícolas.
Una manera de ordenar los recorridos de la prospección y así maximizar el hallazgo
de las evidencias arqueológicas fue la sectorización del área de estudio en estratos,
los que consideraron las características orográficas del lugar. De esta manera se
definieron, según las imágenes satelitales y un Modelo Digital de Terreno (MDT),
tres estratos o unidades principales de prospección: A) Margen Nordeste, B)
Fondo y Laderas del Valle, y C) Margen Suroeste.
El primer estrato corresponde al margen nordeste del valle de Copaquilla el cual
está conformado en su sección septentrional por una pequeña planicie que se de-
sarrolla entre la quebrada Río Seco y los alrededores de la quebrada Mulahumaña,
y en su sección meridional por una serie de accidentadas y abruptas quebradillas,
entre las que destaca la quebrada Peregrina, tributaria del río Seco y que tienen su
origen en el cerro Copaquilla. Este estrato abarca un área de 4.265.490 m2, que
equivale al 53,0% del área de prospección.
El segundo estrato corresponde al fondo y laderas del valle, el cual presenta una
vegetación arbustiva y pastos naturales que cubren el fondo del valle, así como
laderas de pendiente abrupta que han sido aprovechadas agrícolamente. Este es-
trato cubre 863.302 m2, lo que equivale al 10,7% del polígono de prospección. El
lecho mismo del valle presenta una escasa posibilidad para el registro de evidencias
arqueológicas debido fundamentalmente a dos situaciones: La primera relacionada
con el acceso a terrenos de propiedad privada, y la segunda relacionada con la
actividad agrícola y la dinámica fluvial que ha modificado a través de los años cual-
quier tipo de evidencia del pasado. Sin embargo, las laderas del valle presentan un
mayor potencial para el descubrimiento de evidencias arqueológicas, a excepción
de aquellas zonas que han sido mayormente modificadas por actividades agrícolas
en el último tiempo.
El tercer estrato corresponde al margen suroeste del valle de Copaquilla, el cual
está conformado por una cumbre aislada denominada pukara localizada inmedia-
tamente al sur de esta carretera, un sector de planicie de leve pendiente y un sec-
tor de accidentadas y abruptas quebradillas que tienen su origen en la formación
denominada Pampa El Muerto. Su extensión es de 2.921.062 m2, lo que equivale
al 36,3% del polígono de prospección. Esta área presenta condiciones similares al
margen norte, cuyos filos de quebradas se disponen de manera perpendicular a la
del valle, presentando una mayor posibilidad de encontrar evidencias de tránsito y
estructuras de uso temporal dispersas en el terreno.
Como una manera de optimizar el reconocimiento de las evidencias arqueológicas
se decidió delimitar el área que se encuentra más alejada del valle de Copaquilla,
la cual presenta las menores posibilidades de presencia de evidencias arqueológi-
cas y así concentrar los esfuerzos en las zonas con mayores opciones de localizar 27
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Época N %
Prehispánica 91 54,8%
Histórica 3 1,8%
Actual 5 3,0%
Indeterminada 67 40,4%
Total 166 100.0%
estudio. Mientras que los inmuebles que por su extensión ocupan tanto la pampa
como las quebradas, presentan una importante frecuencia (16,9%).
EMPLAZAMIENTO N %
PAMPA 74 44,5%
Pampa 59 35,5%
Ladera en Pampa 15 9,0%
QUEBRADA 64 38,6%
Ladera 51 30,7%
Base 9 5,4%
Cumbre 4 2,4%
PAMPA Y QUEBRADA 28 16,9%
Total 166 100,0%
Principal Valorización N %
Científico, Cultural y Paisajístico 30 18,1%
Científico y Cultural 68 40,9%
Científico y Paisajístico 3 1,8%
Cultural y Paisajístico 9 5,4%
Cultural 45 27,1%
Científico 10 6,0%
Paisajístico 1 0,6%
Total 166 100,0%
30
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Tipo Yacimiento N %
Campos de cultivo 34 20,5%
Camino 28 16,9%
Estructura aislada 24 14,5%
Markas y uta 17 10,2%
Alineamientos o muros 15 9,0%
Asentamiento simple 10 6,0%
Despejes 8 4,8%
Asentamiento complejo 7 4,2%
Alero 6 3,6%
Material Mueble 5 3,0%
Subactual 4 2.4%
Alero Arte Rupestre 4 2,4%
Rasgo funerario 4 2,4%
Total 166 100,0%
(ZAP 128) o forman parte de asentamientos simples (ZAP 23), aunque en la ma-
yoría de los casos aparecen en conjuntos, no asociadas a otros rasgos visibles (ZAP
42 y ZAP 83). Hemos agregado otros rasgos discretos que forman unas especies
de cajas, posiblemente escondrijos ceremoniales (ZAP 100).
En el otro extremo de inversión arquitectónica tenemos los asentamientos sim-
ples y complejos, dependiendo del número y tipo de unidades arquitectónicas
registradas.
Como ASENTAMIENTO SIMPLE (10 casos) hemos caracterizado a los in-
muebles compuestos por más de una estructura. En los asentamientos más com-
pletos de este tipo, hemos identificando una unidad habitacional, una unidad de
almacenaje y uno o dos corrales (ZAP 23, ZAP 24, ZAP 134), dando cuenta de un
asentamiento similar a una estancia familiar. También tenemos otros ejemplos con
dos o tres unidades pequeñas (ZAP 48 y ZAP 113), o dos unidades grandes tipo
corrales (ZAP 44 y ZAP 56).
Los ASENTAMIENTOS COMPLEJOS (7 casos), corresponden en su ma-
yoría a los yacimientos previamente registrados por las anteriores investigaciones
arqueológicas. Corresponden a distintos tipos de asentamientos de alta densidad,
tales como el Pukara y la Aldea de Chapicollo (Az-123 a y Az-123 b), o los asen-
tamientos administrativos como Zapahuira 1 (Az-40) y Zapahuira 2 (Az-124).
Además, hemos registrado dos sectores con amplias evidencias arquitectónicas,
(ZAP 57 y ZAP 59), que se ubican al Sur de Zapahuira 2, rodeando una extensa
área funeraria.
Fragmentos de
cerámica decorada,
procedencia altiplánica
(ZAP 99).
Los DESPEJES (8 casos) son otra categoría con una mínima evidencia de rasgos
arquitectónicos y nula presencia de restos materiales. La mayoría son espacios de
forma circular de unos 5 m de diámetro, carentes de vegetación o piedras, y delimi-
tado por un alineamiento irregular de piedras (ZAP 10, ZAP 12, ZAP 14). En cier-
tas ocasiones poseen un apéndice lateral, también delimitado por un alineamiento
irregular de piedras, y un rasgo de piedras en el centro al modo de un nicho. Su
cronología es indeterminada, no teniendo ningún antecedente que nos indique su
función o asociación cultural.
33
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Generalmente, los aleros sin pictografías son de menor profundidad y con rasgos
constructivos de menor elaboración (ZAP 125 y ZAP 136). Mientras que los ale-
ros con arte rupestre, generalmente tienen un mayor espacio interior, rasgos más
elaborados y dispersión de artefactos tales como cerámica y material lítico (ZAP
37 y ZAP 135). En general, este arte rupestre es poco definido, correspondiente
a manchas o figuras geométricas simples. Sin embargo destacan las pinturas del
yacimiento ZAP 66 (o Alero Chapicollo) compuesto por un conjunto de varias
figuras naturalistas de camélidos en colores rojo y amarillo.
Finalmente, la categoría SUBACTUAL (4 casos) reúne a distintas evidencias que
corresponden exclusivamente a rasgos de elaboración reciente, tales como basura-
les modernos, animitas, calvarios. Esto no descarta el hecho de que muchos de los
otros yacimientos tipificados como prehispánicos o de tradición indígena, tengan
componentes recientes, resultado de la ocupación continua de estos territorios.
Hemos separado del análisis general, dos categorías que se constituyen de manera
distinta a los otros yacimientos, ya sea por su gran tamaño y su definición mixta,
34 mediante técnicas pedestres y por teledetección.
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Mapa Áreas
Arqueológicas
derivadas de
agrupamientos
de yacimientos.
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Pinturas
rupestres en
Alero Chapicollo 39
(ZAP 66).
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Mapa
Área
“Chapicollo”
40
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Mapa Área
“Pueblo de
Zapahuira”
41
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Mapa Área
“Huaycuta”
A partir de la variable Tamaño se puede señalar que los yacimientos del rango
muy grande (mayor a 10.000 m2) corresponden a los campos de cultivo, siendo los
de mayor tamaño los emplazados en la quebrada de Zapahuira y Guañazapa. La
superficie total de los campos de cultivo no ocupados en la actualidad alcanza las
74,3 hectáreas y si a ello sumamos los campos de cultivos utilizados en la actuali-
dad, se alcanza un total de 96,3 hectáreas en el sector de Zapahuira de superficies
con potencial de cultivo.
La categoría de tamaño grande (entre 4.000 y 10.000 m2) corresponde a los asen-
tamientos complejos y se concentran de preferencia en el Área 3, y en menor
cantidad en el Área 2.
El resto de las evidencias arqueológicas se caracterizan por presentar un rango
de tamaño entre pequeño (entre 100 y 500 m2) y mínimo (menor a 100 m2), tal
como Aleros, Alineamientos o Muros, Asentamientos Simples, tramos de cami-
nos, Despejes, Estructuras Aisladas, áreas de concentración de Hallazgos Muebles,
Marka, y Rasgos Funerarios. De este modo, las evidencias con un rango de tamaño
Pequeño se concentran preferentemente en el Área 4 y en menor cantidad en el
área del río Seco y Pueblo de Zapahuira.
44
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
categorías de tamaño
Tipo Yacimiento Total
Mín Peq Med Gra MG
Campos de cultivo 5 8 4 11 6 34
Estructura aislada 22 2 0 0 0 24
Marka o uta 16 1 0 0 0 17
Alineamiento o Muro 12 3 0 0 0 15
Asentamiento simple 4 4 1 0 0 10
Despeje 7 1 0 0 0 8
Asentamiento complejo 0 1 0 6 0 7
Alero 6 0 0 0 0 6
Hallazgos Muebles 3 2 0 0 0 5
Alero Arte Rupestre 4 0 0 0 0 4
Rasgo funerario 2 2 0 0 0 4
Subactual 4 0 0 0 0 4
Total 105 31 6 17 6 138
MIN=Mínimo; PEQ=Pequeño; MED=Mediano; GRA=Grande; MG=Muy Grande
40
35
30
25
Yacimientos 20
15
10
5 Área 4
Área 3
0
Área 2
Mínimo
Pequeño Área 1
Mediano
Grande
Tamaño Muy Grande
con cerros que sobresalen del relieve general como los cerros Chapicollo y cerro
Calvario con pendientes que a veces superan los 40° de inclinación.
Estos lugares de alta pendiente se encuentran en las inmediaciones del humedal
del Tograje (ladera oriente), cerro Chapicollo (ladera sur y sureste) y cerro Calvario
(ladera sur).
Las áreas arqueológicas que se emplazan en sectores de menor pendiente corres-
ponden a las Áreas 3 y 4, mientras que las Áreas 1 y 2, son los lugares donde se
emplazan los yacimientos en mayor pendiente. Es notable en este sentido el em-
plazamiento del pukara de Chapicollo, ya que todo su entorno está caracterizado
por fuertes pendientes. Además este yacimiento se ubica en un punto donde se
produce una divisoria de aguas, lo que le permite tener un control visual de ambas
vertientes y fondos de quebrada, tanto de la quebrada Chapicollo como de las
quebradas tributarias del río Seco.
Como señalamos anteriormente son los Aleros rocosos los que se emplazan en
lugares de alta pendiente, especialmente en lugares de quebradas y fondos de que-
brada. Los Alineamientos o Muros, en cambio, se localizan fundamentalmente en
pampas, a diferencia también de los Campos de Cultivo que se localizan por regla
general en laderas de quebradas o en algunos casos en laderas de pampas.
Los Asentamientos Complejos se emplazan mayoritariamente en sectores de pam-
pas y en algunos casos en la cumbre de cerros o mesetas. Los Asentamientos
Simples siguen un patrón general localizándose mayoritariamente en sectores
de pampas, aunque también en fondos de quebrada, en laderas de pampas y en
quebradas.
Los Caminos, al ser rasgos de formas lineales y extensas atraviesan casi todas las
formas del paisaje, aunque por regla general aprovechan los lugares de menor pen-
diente como pampas, laderas de pampas, laderas de quebradas, etc.
Los Despejes únicamente se han documentado para lugares bastante planos como
las pampas. Las Estructuras Aisladas, si bien se presentan en todas las formas del
paisaje, mayoritariamente se han construido en lugares planos de pampas. Los
Hallazgos Muebles se reconocen solamente en lugares llanos de pampas y laderas
de pampas. Las Markas se han documentado mayoritariamente para sectores de
pampas, aunque también en lugares de abras en la loma de cerros. Por último, los
Rasgos Funerarios únicamente se han registrado en lugares de pampas, y en el caso
de las chullpa en las cercanías de quebradas profundas.
46
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
geomorfológicas
Tipo Yacimiento PAMPA QUEBRADA Total
Pam laP que Cum FQu
Campos de cultivo 0 2 31 0 1 34
Estructura aislada 12 2 6 1 3 24
Marka o uta 13 3 0 1 0 17
Alineamiento o Muro 9 2 3 0 1 15
Asentamiento simple 4 2 1 0 3 10
Despeje 8 0 0 0 0 8
Asentamiento complejo 4 0 1 2 0 7
Alero 0 0 5 0 1 6
Hallazgos Muebles 4 1 0 0 0 5
Alero Arte Rupestre 0 0 4 0 0 4
Rasgo funerario 4 0 0 0 0 4
Subactual 1 3 0 0 0 4
Total 59 15 51 4 9 138
PAM=Pampa; LAP=Ladera en Pampa; QUE=Quebrada; CUM=Cumbre; FQU=Fondo de Quebrada
Debemos recalcar que esta investigación, aunque utiliza principalmente una me-
todología arqueológica de recolección de datos y análisis, intenta traspasar la pers-
pectiva meramente científica. Es por esta razón que en el análisis y conclusiones
no hemos perdido la perspectiva práctica de servir como diagnóstico acerca de
la situación patrimonial de un paisaje que mantiene un poblado andino rural con
fuertes vínculos urbanos.
En esta investigación hemos registrado 166 inmuebles arqueológicos, de los cua-
les 139 fueron identificados mediante una prospección pedestre. De estos 166
registros, una amplia mayoría corresponden a tiempos prehispánicos (54,8%) y un
poco menos son de cronología incierta (40,4%).
La categoría Campos de Cultivo es la más frecuente y también la de mayor ex- 47
tensión, sumando 74,3 hectáreas. Esto es levemente inferior a las 96,3 hectareas
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
En segundo lugar, significa una forma de recrear el vínculo cultural con el patri-
monio tangible que rodea a la comunidad; que por diversas razones históricas,
religiosas, demográficas y económicas las comunidades de precordillera han perdi-
do consistentemente su asociación con las múltiples evidencias prehispánicas que
rodean su paisaje habitado. En tal sentido, la actitud tradicional ha sido identificar
las evidencias prehispánicas más visibles y mantener una lejanía y cuidadoso res-
peto hacia los gentiles.
Sólo recientemente, mediante el sostenido empoderamiento de las comunidades
andinas, especialmente urbanas, se ha visto en el recurso arqueológico una fuente
de desarrollo económico. Esta visión de potencial fuente de recurso económico a
través de un turismo cultural es de limitada extensión en las comunidades andinas.
Se basa en la idea general de que las actuales poblaciones andinas son legítimas
herederas del territorio circundante y de los vestigios de sus antepasados. Pero tal
idea general carece de sustento pragmático.
Sostenemos que para recrear un vínculo cultural efectivo de la comunidad local
con su patrimonio, no basta con mostrar el potencial turístico de estos inmuebles.
Por cierto, este potencial efectivamente lo tienen, especialmente a través de los
extensos andenes de cultivo, los aleros con arte rupestre, las instalaciones Inka, los
pukaras y las aldeas.
Sugerimos que una forma de lograr la articulación de estos inmuebles monumen-
tales prehispánicos con los vestigios históricos y recientes, valorizando finalmente
un paisaje cultural completo, es hacer partícipe a la comunidad de este proceso. El
objetivo del recurso arqueológico (prehispánico e histórico) debe ser utilizado en
primera instancia para fortalecer la identidad cultural. Sólo después que la comu-
nidad conozca e interprete su patrimonio y se interiorice de las leyes y las políticas
estatales relacionadas con el patrimonio cultural, se puede decidir cómo utilizar
este recurso.
Esperamos que esta investigación sirva para mostrar la envergadura del patrimo-
nio arqueológico del área de Zapahuira, su diversidad y su potencial como recurso
de identidad cultural. Del mismo modo, la reflexión derivada de esta investigación
también nos permite indicar la amplitud de la tarea de apoyar a las comunidades
andinas en su proceso de identificar y revalorizar sus recursos culturales. Una tarea
que recién estamos asumiendo los investigadores y las instituciones públicas.
50
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
ÉPOCA N %
Prehispánica 60 63,8
Histórica 0 0,0
Actual 0 0,0
Indeterminada 34 36,2
Total 94 100,0%
Sin embargo, dentro de los estratos márgenes nordeste y suroeste podemos dife-
renciar yacimientos arqueológicos localizados en un sector llano o de pequeñas
pampas (14,9%), de otros localizados en pendientes suaves (42,6%) y pendientes
abruptas (17%). Del mismo modo, en el fondo y ladera del valle, la gran mayoría
de los inmuebles se emplaza en laderas abruptas (11,7%), mientras que un mínimo
en laderas de pendiente suave (5,3%) o en su base (5,3%).
TIPO YACIMIENTO N %
Estructura Aislada 43 45,7
Rasgo Lineal 10 10,6
Asentamiento Simple 9 9,6
Rasgos Funerarios 8 8,5
Asentamiento Complejo 7 7,4
Campos de Cultivo 6 6,4
Arte Rupestre 4 4,3
Alero 3 3,2
Espacio Social 2 2,1
Hallazgo Aislado 2 2,1
Total 94 100,0
Sin duda, dentro del conjunto identificado como Estructuras Aisladas (43 ca-
sos), hemos incluido distintos tipos de rasgos, entre los que destacan diversos tipos
de paravientos o refugios expeditivos (COP-45, COP-61 y COP-89), unidades pir-
cadas posiblemente habitacionales (COP-11, COP-22 y COP-56), espacios abier-
tos de función desconocida (COP-12 y COP-33) y varias unidades señalizadoras
como markas y apachetas (COP-25, COP-37 y COP-43). En este grupo también
incluimos una estructura particular (COP-78), nunca antes descrita para la precor-
dillera de Arica, consiste en un recinto pircado circular excavado en el suelo, de
función aún no determinada.
52
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
53
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
Otra categoría relevante de este estudio son los Rasgos Funerarios (8 casos).
Hemos confirmado lo que han señalado los estudios previos acerca de la diver-
sidad de patrones funerarios presentes en el valle. Incluso hemos registrado dos
nuevos patrones hasta ahora sólo presentes en las tierras bajas: uno del tipo de
aglomerados de cistas ortogonales (COP-21) y otro de túmulos de piedra (COP-
65). Además, hemos identificado dos sectores de chullpa de piedra, menos elabora-
das que las identificadas previamente [COP-04 y COP-29].
Finalmente, hemos registrado expresiones de Arte Rupestre (4 casos) previamen-
te no identificadas en el área. Destacan los paneles de diseños geométricos tipo
“maquetas”, ubicados bajo el poblado de Copaquilla [COP-92] y un bloque ubi-
cado justo al frente (COP-90), próximo a un espacio social de función indetermi-
nada (COP-83).
54
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
terreno consiste en una ladera de suave pendiente que desciende hacia el valle de
Copaquilla, pero separado de él por un abrupto acantilado. Comprende también la
parte final de la quebrada tributaria de Mulahumaña y una sección de la quebrada
del río Seco. Presenta un acceso vehicular desde el lado norte asociado a las torres
de alta tensión construidas en este lugar. Entre los yacimientos arqueológicos iden-
tificados se encuentra un asentamiento complejo (COP-24) y cuatro asentamien-
tos simples [COP-18, COP-19, COP-20 y COP-23] localizados en la Quebrada
de Mulahumaña; dos cementerios localizados uno en la quebrada de Mulahumaña
(COP-21) y otro en la lomada que se forma entre el Río Seco y Mulahumaña.
A partir de la variable Tamaño se puede señalar que los yacimientos del rango
Muy Grande (mayor a 10.000 m2) corresponden a los asentamientos complejos,
como el pukara de Copaquilla (COP-01), poblado de Copaquilla (COP-02) y el
asentamiento en la cuchilla del cerro en el sector de Trigopampa (COP-84).
La categoría de tamaño Grande (entre 4.000 y 10.000 m2) encasilla a cuatro tipos
de asentamientos. Un asentamiento complejo (COP-85) localizado en una terraza
baja del área Trigopampa; dos espacios de campos de cultivo (COP-07, COP-10);
dos cementerios (COP-04, COP-77); y dos senderos (COP-51, COP-69).
El resto de las evidencias arqueológicas se caracterizan por presentar un rango
de tamaño entre Mediano (entre 500 y 4.000 m2) y Mínimo (menor a 100 m2),
tal como Aleros, Arte Rupestre, Asentamientos Simples, Cementerios, Espacios
Sociales, Estructuras Aisladas, Hallazgos Aislados y Rasgos Lineales.
60
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
CATEGORÍAS DE TAMAÑO
TIPO YACIMIENTO TOTAL
MÍN PEQ MED GRA MG
Alero 1 2 0 0 0 3
Arte Rupestre 0 2 2 0 0 4
Asentamiento Complejo 0 0 3 1 3 7
Asentamiento simple 0 5 4 0 0 9
Campos de Cultivo 0 0 4 2 0 6
Cementerio 1 3 2 2 0 8
Espacio Social 0 1 1 0 0 2
Estructura Aislada 18 15 10 0 0 43
Hallazgo Aislado 0 1 1 0 0 2
Rasgo Lineal 1 1 6 2 0 10
Total 21 30 33 7 3 94
MIN=Mínimo; PEQ=Pequeño; MED=Mediano; GRA=Grande; MG=Muy Grande
Por otro lado, la categoría Campos de Cultivo reúne 6 casos, de los cuales la gran
mayoría son reconocidos por los habitantes locales. Estos campos antiguos, es-
tán ubicados en laderas que hoy en día son improductivas, y por tanto son inter-
pretados por la población local como evidencia de un clima más favorable para
la agricultura. Es urgente en este caso conocer lo que opina la comunidad local
acerca de estas evidencias y cuál es la valoración que tienen de sus características
tecnológicas, pues con la creciente construcción de reservorios de agua estos te-
rrenos pueden ser nuevamente explotados. Esto ha ocurrido en las andenerías que
se ubican directamente al sur del poblado Copaquilla, recientemente alteradas casi
por completo por maquinaria que ha aplanado el terreno y busca iniciar cultivos
usando una tecnología distinta a los andenes.
Entre los yacimientos de alta densidad, es decir, los de mayor visibilidad y mayor
densidad de rasgos y materiales culturales, destacan sin duda los dos yacimientos
de características monumentales previamente reconocidos tanto por la comunidad
local, como por los arqueólogos. Uno de estos, el pukara de Copaquilla fue res-
taurado a fines de la década de 1970 por un trabajo conjunto de la Universidad de
Tarapacá y SERNATUR, y hoy en día es un sitio frecuentemente visitado por los
turistas que hacen el circuito del Parque Nacional Lauca. Lamentablemente este
gradual incremento de visitas no ha beneficiado en ningún aspecto a la comunidad
local, ni en términos de desarrollo económico ni menos en el desarrollo de su
identidad local.
Los otros sitios de alta densidad identificados por la comunidad son el poblado
de Copaquilla, su sector de colqas protegidas, los petroglifos en sus proximidades y
los diversos cementerios ubicados en su ladera oriental. Para la comunidad actual
este amplio conjunto de evidencias arqueológicas es un referente activo acerca
del pasado, que indican las diversas interpretaciones locales acerca de los gentiles,
los logros tecnológicos alcanzados por estas sociedades y una serie de aspectos
mágicos (tales como tesoros escondidos, edificios que aparecen en determinadas
situaciones y sanciones para los que saquean los entierros).
Además, se registraron otros yacimientos de alta densidad no reconocidos por la
comunidad local, destacando un asentamiento de altura y mucho más abajo un
asentamiento carente de estructuras permanentes, ambos yacimientos ubicados al
oriente de la actual localidad.
En resumen, el área Pukara es la que tiene un mayor potencial cultural, museo-
gráfico y científico. En esta área se reúne la más amplia variedad de elementos
culturales, incluyendo los yacimientos más complejos y los que concentran una
mayor cantidad de estudios científicos e interpretaciones locales. Además, el entor-
no geográfico, compuesto por profundos cañones y espectaculares formaciones
rocosas, puede ser sumado a estos recursos culturales. Todos estos ingredientes
62 permiten potenciar una perspectiva que complemente tanto los saberes técnicos
de arqueólogos, antropólogos e historiadores como los locales. Lo que debería
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
redundar en una activación del patrimonio cultural no sólo para desarrollar pro-
yectos de turismo cultural, sino también para el desarrollo integral de los compo-
nentes inmateriales y materiales de la identidad local.
A partir de una mayor aptitud hacia la activación patrimonial del área Pukara,
puede incrementarse la valoración y el potencial cultural de las áreas Mulahumaña
y Trigopampa. El área Mulahumaña es reconocida por la comunidad local
como una antigua vía de comunicación hacia y desde los valles de Zapahuira y
Murmuntani; la multitud de senderos, markas y paravientos, principales evidencias
culturales de esta área, así lo denotan. Por tanto, una activación cultural desde la
experiencia del arrieraje aún presente en la comunidad y el potencial como un pa-
trimonio paisajístico serían las posibilidades para integrar esta área desde el Pukara
y el cajón del río Seco.
Por otro lado, el área de Trigopampa, otro de los sectores actualmente habita-
dos, puede ser potenciado desde similares alternativas vislumbradas para el área
Mulahumaña. Aquí el entorno geográfico de macizas formaciones rocosas da paso
a agujas de arenas consolidadas que se elevan abruptamente hasta lo alto del valle.
Por estas elevaciones cruza la quebrada Peregrina, donde se registra un importante
camino tropero que comunica el valle de Copaquilla, con el valle más alto de Laco
y Chapiquiña. Además, se han registrado dos importantes yacimientos complejos,
que previamente investigados y socializados con la comunidad pueden ser iden-
tificados como componentes de la identidad local y el desarrollo de actividades
patrimoniales.
A partir de nuestro trabajo podemos formular una recomendación general para
lograr un manejo efectivo, participativo y sustentable del patrimonio arqueológico
del valle de Copaquilla. Nuestro análisis ha mostrado que existe un potencial del
área en términos patrimoniales que radica en su concentración de yacimientos
arqueológicos de alta densidad y diversidad en el área Pukara. Esta concentración
permitiría reunir dos visiones distintas sobre un mismo espacio, lo que significaría
aumentar su densidad como recurso interpretativo. Por un lado, los habitantes
locales reconocen el área Pukara como una zona donde la presencia de los gentiles
es muy relevante. Por otro lado, los investigadores han realizado estudios de sus
características, pero enfocándose más bien a problemas generales de la prehistoria
regional y no en relación a los procesos internos del valle. La necesidad entonces
radica en unir y complementar estos conocimientos y tener una nueva versión
acerca de los procesos pasados locales y cómo éstos pueden ser utilizados susten-
tablemente para la activación patrimonial.
Se sugiere que la forma de unir estas visiones es mediante un taller cultural, cuyo
objetivo sea la educación patrimonial a la comunidad rural y urbana de Copaquilla,
y el diagnóstico acerca de qué es valorado en términos culturales por la población
local y cómo esta valoración se expresa de manera cotidiana. Estos conocimientos 63
nos permiten por un lado, difundir y socializar los resultados de esta investiga-
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
64
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
REGISTRO SISTEMÁTICO DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE ZAPAHUIRA Y COPAQUILLA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
67
ANEXOS
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS ANEXO 1
A N E X O 1 . F I C H A S R E F E R E N C I A L E S D E 45
SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE LA REGIÓN ARICA
PARINACOTA
2. ALERO DE ANOCARIRI El que cortó la cabeza al perro (anukhariri. anu = perro; khari = cortar
[cercenar cabeza].
Comuna de Putre, en una ladera escarpada a 150 m sobre la Carretera
a Ubicación Internacional Arica-La Paz, entre Socoroma y Putre, a unos 3800 m de altura.
De difícil acceso, requiere condiciones físicas para escalada.
Alero con pictografías entre las que destacan figuras naturalistas de camélidos,
b Características un estilizado animal o perro y posiblemente un estandarte, similar a los usados
por bailes religiosos actualmente.
c Conservación Muy alterado por agentes naturales (erosión meteórica y fluvial).
4. PUKARA DE SOCOROMA
Comuna de Putre, en la ladera sur sobre la comunidad de Socoroma, a 3800
a Ubicación
msnm. De difícil acceso, requiere tiempo y buen estado físico.
Sitio compuesto por dos conjuntos de recintos circulares rodeados de un muro
b Características perimetral. El muro perimetral y su ubicación sobre una planicie rodeada de
escarpadas laderas le otorgan funciones defensivas de pukara1.
c Conservación De regular a buena por el difícil acceso de visitantes.
5. ALERO DE ALCACAURANI
Comuna de Putre, sobre la ladera nororiental de la quebrada de Socoroma a
a Ubicación unos 3000 mts abajo del poblado y a unos 2700 metros de altura. De difícil ac-
ceso, requiere unas 3 hrs. de caminata.
Sitio de pictografías formado por un panel con representaciones de camé-
b Características lidos naturalistas y figuras humanas con armas, con máscaras radiadas y
concéntricas.
c Conservación Muy alterado por agentes naturales.
72
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS ANEXO 1
8. CHULLPAS DE ZAPAHUIRA
Comuna de Putre, las dos Chullpas están localizadas a unos 150 ms., al sur del
km 110 del camino internacional Arica-La Paz. La primera Chullpa se ubica al
a Ubicación este del faldeo del Cerro Huaycuta, la segunda, también hacia el este, se en-
cuentra más alejada. Ambas formaban parte del emplazamiento de collqas de
Zapahuira, de época Inka.
Las chullpas de Zapahuira fueron construidas con adobones de barro y paja,
armando torres de forma rectangular. Son unos de los pocos ejemplos de cons-
trucciones de este tipo fuera de la región altiplánica. Es probable que contuvie-
b Características
ran individuos de origen altiplánico establecidos en Zapahuira para funciones
administrativas y de control del sector contiguo de collqas para el Estado Inka y
en el Tambo de Zapahuira.
c Conservación Posiblemente desaparecidos.
10. POBLADO CERRO CHAPICOLLO (cerro de espinas; chapiqu’llu. chapi = planta espinosa en gene-
ral; qu’llu = cerro)
Comuna de Putre, ubicado en los faldeos del cerro Chapicollo a unos 1000 ms al
a Ubicación oeste del camino internacional Arica-La Paz (km 120), en las inmediaciones de la
pista aérea de Zapahuira y a una altura de 3600 msnm.
Poblado prehispánico de recintos pircados de forma semicircular; dispuestos
sobre los faldeos del cerro Chapicollo. Destaca también un canal que atraviesa
la pampa y sube por el este del cerro. La bocatoma de este canal se ubicaba en
b Características la quebrada de Zapahuira. Este canal era indispensable para proveer de agua
al poblado y a las terrazas de cultivo, dado que no existen fuentes naturales
en sus inmediaciones. La relación cultural del recinto es pre-inca o Desarrollo
Regional.
c Conservación Regular.
12. CAMINO DEL INKA, COSTADOS SUR Y NORTE DE LAS POSADAS CAMINERAS DE ZAPAHUIRA
Comuna de Putre, se ubica a la altura del km 115 de la carretera internacional
Arica-La Paz. Los segmentos del camino están al sur de las posadas camione-
a Ubicación
ras de Zapahuira, sobre una ladera que remonta para ingresar a la cuenca de
Murmuntani. No hay acceso vehicular desde las posadas de Zapahuira.
El segmento ubicado hacia el norte de las posadas es un sendero de 2 a 3 mts
de ancho bordeado por una línea de piedras. No hay señales bordes empedra-
b Características dos. El segmento al sur de las posadas, presenta rasgos más típicos como el de
Socoroma: empedrado, muros de contención y escaleras de peldaños peque-
ños para el paso de las llamas caravaneras.
c Conservación Buen estado de conservación.
74
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS ANEXO 1
16. PUKARA DE ANCOPACHANE (Tiempo o lugar blanco jank’upachani. jank’u = blanco; pacha =
espacio-tiempo; ni = pertenencia o tenencia)
Comuna de Putre, ubicado sobre una explanada surcada de cárcavas frente al
cementerio del pueblo de Belén, a 3000 msnm. El lugar está resguardado por
las quebradas de Palomani, Colcapata y Laguane. Este sitio se encuentra junto
a Ubicación
a otro poblado prehispánico conocido como Pukara de Chajpa, separados por
un muro perimetral. Se accede al sitio caminando desde Belén por una suave
pendiente.
Este Pukara, se compone de alrededor de 100 recintos habitacionales circula-
res y rectangulares; un sector de recintos funerarios de forma rectangular y
terrazas de cultivo ubicadas en el sector este y amontonamientos o pequeños
b Características montículos de piedras. Las viviendas fueron construidas con una pirca doble de
piedra rellena con gravilla y tierra. Es importante señalar que el Capaq Ñan pasa
por el oeste del poblado. El sitio se relaciona culturalmente al Inka, según los
vestigios de cerámica decorada Inka-Saxamar o Inca local.
c Conservación Mal estado de conservación debido a agentes naturales y culturales.
75
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
P A T R I MSISTEMÁTICO
REGISTRO O N I O Y CDE
OLOS
M UYACIMIENTOS
N I D A D E S ARQUEOLÓGICOS
I N D Í G E N A S DE
A YZAPAHUIRA
M A R A S Y COPAQUILLA
ANEXO 1
19. CAMINO DEL INKA DE TOJOTOJONE (Cuevitas en la ladera del cerro (Tojotojone= t’uxut’uxuni.
t’uxu = alguna cuevita en el cerro)
Comuna de Putre, ubicado a unos 5 km al sur de Belén se conserva un segmento
a Ubicación del camino del Inka, paralelo al camino vehicular de la sierra que conecta Belén
con Tignamar, a 3800 msnm.
Este sector del camino que cubre entre el Pukara de Huiahuarani por el norte
y Lupica por el sur, sirvió como vía de comunicación entre los pueblos actuales
b Características de la sierra de Arica hasta la construcción del camino vehicular. El segmento de
Tojotojone conserva parte del empedrado y del pircado lateral que delimitaba
la ruta.
c Conservación Mal estado de conservación.
21. PUKARA DE INCAULLO (Campamento inca (inkauyu. inka = inca; uyu = campamento)
Comuna de Putre, ubicado a unos 5 km al sur de Belén, a 500 m al este de
a Ubicación
Huaihuarani. Se puede acceder al pukara caminando.
Es un poblado serrano bien elaborado de rasgos arquitectónicos singulares al
Inka, con recintos rectangulares y algunos circulares, cubiertos con techos de
b Características dos aguas. Está rodeado por áreas de cultivo delimitadas por muros, donde
actualmente se cultiva alfalfa. Otros recintos que lo conforman son chullpas
(recintos mortuorios) y un chaku (encerradero de ganado).
c Conservación Buen estado de conservación.
RUTA: CAMARONES
24. CONANOXA
Comuna de Camarones, localidad de Conanoxa, ubicado a 22 km de la localidad
a Ubicación
de Cuya. Se accede desde la carretera con dificultad.
Campamento de cazadores-recolectores costeros (3.500 antes del periodo ac-
b Características tual) que explotaban esporádicamente la calcedonia, materia prima en la fabri-
cación de instrumentos líticos.
c Conservación Buen estado de conservación.
26. UMAYANI
Comuna de Camarones, ubicado sobre el flanco oriental de la quebrada de
Umayani en la cima de la puntilla divisoria de aguas entre la quebrada de
a Ubicación
Camarones y Umayani, a 4 km al este de Cuya; a unos 80 m sobre el lecho del
río. Se accede por el camino vecinal de penetración de la quebrada.
Poblado compuesto por unos 47 recintos rectangulares, contiguos, construi-
b Características dos de muros de piedra y silos circulares encistados. El lugar habría sido ocupa-
do en época pre-Inka.
c Conservación Buen estado de conservación.
77
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
P A T R I MSISTEMÁTICO
REGISTRO O N I O Y CDE
OLOS
M UYACIMIENTOS
N I D A D E S ARQUEOLÓGICOS
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A YZAPAHUIRA
M A R A S Y COPAQUILLA
ANEXO 1
30. CHIBALJAYA 2
Comuna de Camarones, ubicado en Camarones alto sobre la cima de una loma
escarpada, elevada unos 75 m por sobre el poblado Chibaljaya, que se encuen-
a Ubicación
tra a unos 300 m de distancia. Se accede con dificultad desde el camino vecinal
que penetra la quebrada.
Compuesto por 38 recintos de forma circular y elíptica. Además de su posición
estratégica, la ladera de acceso al poblado está circundada por una sucesión de
b Características
dos fosos, posiblemente para aumentar su capacidad defensiva. Como el sitio
anterior, este poblado fue ocupado en los siglos previos a los Inka.
c Conservación Buen estado de conservación.
78
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS ANEXO 1
31. QUIGUATANA 2
Comuna de Camarones, ubicado a 4 km al oeste de la localidad de Pachica, ubi-
a Ubicación cada a 71 km de Cuya, sobre una suave ladera asociada a una vertiente. Se acce-
de por el camino vecinal que penetra la quebrada.
Poblado formado por 34 recintos, de forma circular o elíptica y rectangular.
Con un grupo de 22 silos acomodados en cavidades naturales de las rocas, un
b Características cementerio con 36 sepulturas encistadas con techo de falsa bóveda y eras de
cultivo. En el sector de los silos se ubica otro cementerio, pequeño pre-Inka,
estructurado por bolones de piedras adosados a un gran bloque.
c Conservación Buen estado de conservación.
33. SAGUARA
Comuna de Camarones, conjunto de varias ruinas arqueológicas ubicadas al
noroeste de la localidad de Esquiña, en las inmediaciones de la localidad de
a Ubicación
Saguara. Se accede con dificultad desde el camino vecinal que penetra a la
quebrada.
Este complejo arqueológico se compone de los siguientes conjuntos: (a) pobla-
do prehispánico (Saguara 1) sepultado en parte por el pueblo actual de Saguara,
(b) poblado en la ribera opuesta al anterior (Saguara 2), (c) conjunto de recintos
circulares pircados (Saguara 3a y 3b), (d) conjunto de abrigos naturales ubica-
b Características
dos en los escarpados taludes de la quebrada por el flanco norte (Saguara 4,
5 y 6), (e) eras de cultivo contiguas al poblado actual de Saguara (todavía en
uso) y aguas abajo del mismo (en desuso), y (f) canales de regadío usados en la
actualidad, posiblemente de origen pre-hispánico.
c Conservación Buen estado de conservación.
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ANEXO 1
RUTA: PARINACOTA‐GUALLATIRE
80
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ANEXO 1
42. ROSARIO 1
Comuna de Arica, ubicado a la altura del kilómetro 20 de la carretera internacio-
nal Arica-La Paz, a 200 metros, en una explanada alta en la ladera sur del valle
a Ubicación
de Lluta sobre la Estación Rosario (450 msnm). Aun cuando se ubica cerca de la
carretera, la visita del sitio demanda esfuerzo físico.
Se trata de un poblado compuesto por un área residencial y tres cementerios
ubicados en un espacio aun más alto hacia el sureste de los recintos habita-
cionales. Las habitaciones fueron construidas con materiales más ligeros como
b Características cañas, totora y postes de madera.
Excavaciones arqueológicas practicadas en algunos de estos recintos determi-
naron que fueron ocupados anteriormente al Inka, correspondiendo a pobla-
ciones de origen local.
c Conservación Buen estado de conservación.
43. ROSARIO 2
Comuna de Arica, ubicado a 500 m al oeste de Rosario 1, a la altura del km 19 de
la carretera internacional Arica-La Paz, en una terraza alta en la ladera sur del
a Ubicación
valle de Lluta, a unos 300 m de la carretera y a unos 25 m sobre la caja del río. Se
accede con dificultad desde la carretera.
Como en Rosario 1 los recintos domésticos fueron levantados sobre largos te-
rraplenes, acomodados formando un conjunto de varias hileras siguiendo las
curvas de nivel. Estos muros y terraplenes de piedra fueron levantados en épo-
b Características
ca Inka encima de las ruinas de un pueblo pre-Inka. Se cultivaban una serie de
productos agrícolas de las zonas de inundación del valle de Lluta, haciendo uso
de canales de regadío.
c Conservación Buen estado de conservación.
44. ROSARIO 3
Comuna de Arica, al oeste de Rosario 2 sobre la ladera sur del valle de Lluta, a la
altura del km 18 de la carretera internacional de Arica-La Paz.
a Ubicación
Se accede desde la carretera atravesando campos de cultivo y remontando la
ladera escarpada del valle.
Aldea caracterizada igualmente por aterrazamientos sobre los cuales se levan-
b Características
taron los recintos habitacionales de formas rectangulares.
c Conservación Buen estado de conservación.
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ANEXO 1
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A N E X O 2. P U K A R A S , T A M B O S Y G E N T I L E S :
INTERPRETACIONES MULTIVOCALES SOBRE EL
PAISAJE CULTURAL DE COPAQUILLA Y ZAPAHUIRA
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ANEXO 2
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1. INTRODUCCIÓN
de todos sus componentes. En un primer momento, esta apropiación tiene que ver
con volver a adquirir y configurar los significados culturales e históricos de cada
uno de los elementos del territorio de la comunidad. Estas interpretaciones son
ciertamente nuevas interpretaciones, basadas en el pasado, pero resultantes de la
visión actual de los miembros de las comunidades.
Tras un proceso de apropiación y re-valorización cultural del territorio y de sus
elementos de mayor significación, se podría dar inicio a otros tipos de apropiacio-
nes, que sumen también un sentido productivo. De esta forma, se deberían buscar
las maneras de colaborar con los habitantes locales para que tengan en un futu-
ro próximo sus herramientas para administrar, gestionar y conservar su conjunto
patrimonial.
Este documento da cuenta de un proceso de acercamiento de tres comunidades
indígenas de la Precordillera de Arica, en la comuna de Putre, con el conjunto
patrimonial tangible que integra sus correspondientes territorios. En específico,
este trabajo difundió entre los comuneros los resultados de la identificación de los
Lugares de Significación Cultural de Copaquilla y Zapahuira, incluyendo con ellos
un re-conocimiento y re-visita en terreno de tales lugares. Con este trabajo colabo-
rativo se logró registrar una serie de significados e interpretaciones locales, que ya
integraban la memoria de los comuneros, pero que ahora al integrarlos activamen-
te a su paisaje y a su historia, les incrementaban su valor y consideración.
El resultado es un texto que intenta ser multivocal, es decir, que busca integrar
en un único discurso y relato diferentes voces. Por un lado, tenemos el saber de
88 los técnicos, arqueólogos e historiadores, y por otro el saber local y tradicional.
Un relato integrado permite ampliar las posibilidades de éxito de la conservación,
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
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2. EL PAISAJE NATURAL
C asi siempre que se nos habla del paisaje pensamos en una serie de aspectos
naturales y físicos que lo integran. Así, cuando hablan de Paisaje Andino se
nos vienen a la cabeza las altas y nevadas montañas, las inclemencias del clima, la
temperatura y la escasez de oxígeno, su característica flora y fauna, y todos aquellos
componentes que aparecen en las postales turísticas.
Por un lado, Zapahuira se conforma por una pequeña quebrada que tiene escasa
protección natural frente a las inclemencias del tiempo. Además, este territorio se
encuentra abierto hacia una extensa pampa y de este hecho posiblemente proviene
su nombre aymara de Sapahuayra (Sapa: sólo; Huayra: viento). Se trata de un hábitat
particularmente difícil para el habitar humano, ya que las características climáticas
de la precordillera se ven agudizadas.
Sin embargo, este punto de la precordillera posee una gran ventaja estratégica, ya
que se sitúa justo a mitad de camino entre el valle de Lluta y el valle de Azapa.
Estos valles son dos alternativas para llegar a la costa, asociadas a diferentes te-
rritorios y diferentes productos: Azapa, con un posible énfasis cocalero prehispá-
nico, y Lluta, con un énfasis en el maíz y el forraje para las tropas de llamas. De
esta forma Zapahuira es un territorio ideal como paradero logístico, para iniciar
la bajada hacia los valles del desierto, o bien para entrar a la precordillera desde la
costa. También ofrece una excelente posición para ejercer algún tipo de control en
la interacción entre la costa y el altiplano.
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ANEXO 2
Valle de
Copaquilla
Por otro lado, Copaquilla es el valle agrícola más cálido de precordillera, situado
a una altura menor, en pleno límite del desierto y alejado de los faldeos cordille-
ranos. En medio de un paisaje completamente desértico, su gran fertilidad quizás
llevó a darle el nombre de “Valle Verde”, una de las posibles interpretaciones del
nombre aymara de Copaquilla (Copa: verde; Quilla: valle).
Además, el valle se caracteriza por una orientación Norte a Sur, diferente al res-
to de las quebradas precordilleranas que siguen un curso general de Oriente a
Poniente. También se debe destacar que este valle se forma dentro de un encajo-
nado tramo del Río Seco, una cuenca prácticamente cerrada entre dos farellones
rocosos casi impenetrables.
Este relieve característico ofrece una protección extra de los vientos y definitiva-
mente una mayor radiación solar. Finalmente, debido a que este valle de Copaquilla
se ubica más alejado de las fuentes cordilleranas de aguas superficiales, es que los
principales recursos de agua no provienen del mismo río, sino que de una serie
de vertientes locales, que nacen en la misma cuenca. Es muy probable que los
originales productos agrícolas de Copaquilla hayan tenido características distin-
tivas en relación a las ofrecidas por los valles desérticos y las otras quebradas
precordilleranas.
92
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
3. EL PAISAJE CULTURAL
Terrazas
de cultivo
prehispánicas
en Copaquilla
De igual forma, los mismos poblados, las iglesias, los calvarios y los caminos tro-
peros son elementos de antigua data que han logrado articularse de manera efec-
tiva con el paisaje natural. Mediante el habitar en los poblados, el transitar en los
caminos, se logra una percepción particular del paisaje andino.
Además, el paisaje no sólo se compone por aspectos naturales y culturales, sino
que también por otros aspectos menos tangibles, pero de similar o mayor relevan-
cia. Mediante los significados y valoraciones que las personas le dan a todos los
elementos de su entorno, ellas pueden ordenar su actuar en el presente, relacionar-
se con el pasado y también planificar su futuro.
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ANEXO 2
Ante esta inminente transformación de los saberes tradicionales, nacen una se-
rie de iniciativas para rescatar y difundir diferentes elementos de raíz indígena.
Exitosos y llamativos son todos los proyectos de valorización de danzas, músicas,
tradición oral, tecnología y lengua. Qué duda cabe que estos proyectos reintegran
una parte importante del patrimonio indígena, como son las expresiones inmate-
riales. Incluso están sirviendo casi indirectamente para lograr una apropiación y
presencia cultural en un nuevo territorio: la ciudad y la vida urbana.
Sin embargo, en las tierras interiores los restos materiales dejados por el paso hu-
mano no sólo se deterioran y se convierten en ruinas tapadas por la tierra, sino que
también pierden rápidamente su significado cultural, su lugar cotidiano e histórico
dentro del conocimiento tradicional. Se hace necesario iniciar un trabajo partici-
pativo en donde las comunidades locales junto con profesionales del patrimonio
94 identifiquen y re-signifiquen estos lugares de significación cultural. Con esto se lo-
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
graría que el actual paisaje cultural andino vuelva a poblarse de un denso y variado
conjunto de Lugares de Significación Cultural, que permitan articular, dar sentido
y hacer sustentable en el tiempo su propia identidad local.
También es cierto que una serie de espacios parcialmente abandonados permane-
cen aún en la memoria de las comunidades locales. Se trata de aquellos espacios
cercanos a las actuales localidades y más próximos a nuestro tiempo, tales como
andenes agrícolas, corrales, caminos troperos, majadas y paskanas. De singular
importancia son los lugares sagrados, integrados principalmente por Templos,
Calvarios y Senderos Rituales, en donde unos pocos han sido abandonados y la
mayoría ha mantenido su lugar y reemplazado sus símbolos.
De esta forma, un primer estudio y registro de los Lugares de Significación Cultural,
que repletan el aparentemente deshabitado paisaje de las comunidades andinas, de-
biera considerar una amplia variedad de ellos. Por un lado están los Yacimientos
Arqueológicos, que dan cuenta de una presencia humana que se remonta a 10.000
años atrás; por otro los Sitios Históricos, que son aquellos lugares en donde ade-
más de los restos materiales podemos encontrar documentos históricos que nos
señalen qué ocurrió allí.
También, el paisaje andino es integrado por Espacios Sociales, es decir, aquellos
lugares que actualmente son utilizados para actividades públicas; y los Lugares
Sagrados, una serie diversa de lugares que representan la presencia de distintos ti-
pos de divinidades en la tierra. Finalmente, los Caminos Antiguos son lugares que
unen diferentes puntos en el territorio y en el tiempo, y desde ellos se tiene una
particular perspectiva del paisaje.
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ANEXO 2
junto al camino que desciende hacia el valle, a unos 100 metros sobre el lecho del
río. Su función y período de origen es indeterminado.
En Copaquilla también son frecuentes lugares de mayor tamaño que correspon-
den a conjuntos arquitectónicos de recintos de pirqa que se ordenan al modo de
estancias temporales. Así, tanto paskanas como estancias temporales se encuentran
próximas a caminos y senderos.
Los caminos de mayor visibilidad son los que comunican el valle de Copaquilla con
el sector de Laco (sección baja de Chapiquiña) utilizando un camino que asciende
por la quebrada Peregrina. Otro camino de importancia es el que une Copaquilla
con el sector de Chusmiza (sección baja de Murmuntani) por la denominada que-
brada Mulahumaña.
Los caminos que se dirigen hacia los valles del poniente han sido desdibujados
por lo múltiples caminos vehiculares que descienden a Copaquilla. Hacia Lluta, el
camino principal debió haber sido la actual Carretera Internacional que pasa por
la quebrada Cardones, mientras que hacia Azapa se distingue un camino a la altura
de la Pampa del Muerto (sección alta de la localidad de Livilcar). Próximos a este
camino existen una serie de cuevas que contienen restos materiales de ocupación
humana y pinturas rupestres:
Aleros Pampa El Muerto: En dos quebradillas que atraviesan la Pampa El Muerto
se han observado varios aleros o cuevas con evidencias de ocupación humana,
como fogones y pequeños muros. Además, muchas de ellas presentan pictogra-
fías en sus paredes. Se reconocen pinturas hechas en color negro, rojo, amarillo y
verde. Para eso utilizaban distintos minerales y tierras mezcladas con grasa animal.
Pintaron diseños de animales, personas y figuras geométricas. Estos diseños fue-
ron hechos por antiguos cazadores, pastores o arrieros que atravesaban la pampa
uniendo la precordillera con el valle de Azapa. No se sabe su significado exacto o
por qué lo hacían. Probablemente las primeras pinturas se hicieron por cazadores
de hace 4.000 años atrás y las últimas por arrieros de hace 100 ó 200 años.
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ANEXO 2
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Pukara de Copaquilla
Chullpas del Poblado: Hacia la parte alta del Poblado de Copaquilla en los már-
genes de una amplia planicie abierta al modo de una plaza, se ubica un cemente-
rio de fosas subterráneas. Muchas de ellas han sido profusamente excavadas y/o
saqueadas, como evidencian grandes cantidades de huesos humanos, fragmentos
de textiles y de cerámicas que rodean estos antiguos nichos. Además, hacia el po-
niente de la plaza y dominando el sector habitacional del poblado se concentran
3 chullpas cuadrangulares, una está confeccionada con barro y las otras dos con
piedra canteada y revestidas con una argamasa blanca.
Chullpas del sector norte: Se emplazan sobre el camino que lleva al sector de
Estanques. Consiste en un sector funerario donde destacan 3 chullpas bien conser-
vadas. La primera es de barro con paja y lajas sobre una plataforma de piedra. Un
poco más arriba se observan otras dos chullpas de tamaño y forma casi idénticas.
Ambas están compuestas de piedras lajas y barro también de color blanco. Deberían
estar relacionadas al Poblado de Copaquilla, como un tercer cementerio.
100
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
Chullpas del cañón del sur: Se emplazan en la ladera del cierre sur del valle. Se
trata de diversos conjuntos de dos, tres o cuatro estructuras pequeñas de piedra
con puertas que miran hacia el oriente. Aunque no se encontraron huesos huma-
nos ni otras evidencias, se piensa que son estructuras funerarias, correspondientes
a poblaciones prehispánicas entre los 1.000 y 1.400 d. C.
En todo lo largo del valle se reconocen sistemas de andenerías o terrazas de cultivo.
Muchas de ellas siguen en uso, especialmente en la parte media y sur del valle. También,
se observa un pequeño sector de andenes bien elaborados frente del Poblado de
Copaquilla. Mientras que hacia el Suroeste se registra un extenso sistema de andenes:
Andenerías sector suroeste: Sistema de andenes de cultivo que se ubican en la la-
dera poniente del río Seco. A ambos costados del camino vehicular se observan an-
denes angostos y mal conservados, los cuales poseen muros de pirqa que sólo alcan-
zan entre 30 a 50 cm de altura. No se puede saber la época exacta de construcción,
pero posiblemente correspondan a los primeros agricultores avanzados del valle.
Finalmente, en el valle de Copaquilla sólo se registra un Lugar Sagrado utilizado
actualmente. Corresponde a la Cruz de Mayo que se levanta sobre un peñón ro-
coso en el sector Norte, ladera oriental. Frente a esta Cruz se reconocen dos es-
pacios donde se realizan las celebraciones. Uno mas amplio y de uso antiguo, que
se ubica justo a los pies del peñón rocoso, y otro más pequeño, compuesto por
una plataforma de piedra a medio camino hacia la parte alta del peñón, que se usa 101
actualmente para las celebraciones.
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ANEXO 2
Este camino si bien puede ser de origen prehispánico, fue utilizado intensamente
en tiempos históricos y recientes, en el intenso tráfico de productos agrícolas y
mineros hacia la costa.
Zapahuira fue un lugar de paso de gran importancia, pero también presenta evi-
dencias de presencia humana más permanente. Así, se han reconocido antiguos
asentamientos pequeños al modo de estancias de producción agroganadera, en
diferentes puntos de las quebradas Chapicollo, Cabrapoco y Tograje. Ahí se han
observado conjuntos con recintos con muro de pirqa que sirvieron de habitacio-
nes, bodegas y corrales. Adyacentes a estos conjuntos se ven pequeños campos de
cultivo en laderas, andenes de construcción tosca que se destruyen por el paso de
fauna silvestre.
Además, en la parte más encajonada de la quebrada de Chapicollo se han obser-
vado cuevas que fueron ocupadas posiblemente por los primeros agricultores y
pastores de la precordillera de Arica.
Pinturas de Chapicollo: En uno de estos abrigos rocosos se observó una serie de
pictografías de gran calidad artística y excelente estado de conservación. Las pin-
turas representan figuras de camélidos naturalistas (llamas o guanacos) en colores
amarillo y rojo. Aunque el alero es de importantes dimensiones, sus paredes son
irregulares por lo que las pinturas se realizaron en pequeños sectores relativamente
planos. Así, las pinturas son de tamaño pequeño y sólo se pueden observar sentán-
dose en el suelo o desde afuera y abajo del alero.
Próximo a tales pinturas se encuentra un importante complejo arqueológico, que
evidencia una ocupación prehispánica permanente en el borde poniente de la
Pampa Quipa, la planicie donde se ha construido el aeródromo de emergencia.
Específicamente, este complejo se ubica en las laderas y cima del cerro denomina-
do Chapicollo (“cerro de espinos”, en aymara).
Poblado de Chapicollo: Se trata de un asentamiento compuesto por más de 30
recintos que sirvieron de habitaciones. Estas habitaciones se ordenan espaciada-
mente sobre la ladera. Son de forma circular, alcanzando 8 m de diámetro y tienen
muros de piedra, que no sobrepasan los 1,30 m. de altura. Además, se caracterizan
por un particular pasillo de acceso en forma de coma. Los arqueólogos han en-
contrado postes en los muros que sugieren un techado parcial o completo de las
estructuras.
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ANEXO 2
Poblado
Prehispánico
de Chapicollo
Tawantinsuyu. El nombre original del cerro en aymara debe estar asociado al viento
(wayra), y nuevas investigaciones podrían clarificar si en él se realizaron ceremonias
y/o fundiciones de minerales.
Chullpa de Zapahuira: Se trata de un edificio rectangular de paredes de barro,
que sirvió de “mausoleo” donde se depositaban y veneraban momias de los ante-
pasados. Tiene una pequeña puerta que mira hacia el oriente, con un dintel de ma-
dera. Sobre la puerta un pequeño orificio pudo haber tenido un vaso ceremonial o
kero. Estos monumentos tendrían su origen en el altiplano oriental (actual Bolivia),
donde son de mayor envergadura. Las fechas obtenidas por los arqueólogos indi-
can que se trataría de construcciones previas al tiempo Inka (1.200 a 1.300 d. C.).
Valor del yacimiento, así los edificios más completos y más visibles corresponden
a recreaciones construidas a fines de la década de 1980.
Tambo de Zapahuira 2 (Kanchas): Se ubica unos cuantos metros al poniente del
pueblo de Zapahuira. Consiste en un complejo arquitectónico compuesto por dos
construcciones cuadrangulares de enormes dimensiones (40 m x 30 m) con varias
divisiones interiores y cada una con su respectiva kancha o patio en su interior. Los
muros son macizos, alcanzando actualmente hasta 1,7 m de altura, dando cuenta
de una construcción de factura excepcional. Excavaciones arqueológicas han in-
dicado que se trata de edificios construidos durante la expansión del Estado Inka
en la zona, es decir, entre los años 1400 y 1500 d. C. Al parecer se trataría de un
lugar de funciones administrativas del Estado, donde se controlaba la producción
agrícola de las andenerías ubicadas en las laderas del norte, y se realizaba la distri-
bución hacia otros lugares del Estado, mediante el Qapaqñam o Camino Inka.
Camino del
Inca o Capaq
Ñam, tramo
Zapahuira
106
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
Así, las tierras de Copaquilla formaron parte del territorio de la localidad prin-
cipal de Chapiquiña, ubicada a casi 10 km hacia el oriente. Se puede decir que
Copaquilla fue un anexo productivo de Chapiquiña, y que los actuales propietarios
y comuneros de Copaquilla se separaron de Chapiquiña. Sin embargo, aún mantie-
nen ciertos lazos sociales, de parentesco y ceremoniales con la marka principal de
Chapiquiña y Pachama.
Este hecho particular, de un poblamiento discontinuo y por temporadas, ha pro-
vocado que los habitantes tengan hoy en día un conocimiento fragmentado del te-
rritorio. Las personas venían exclusivamente a realizar trabajos agrícolas por unos
contados días y luego se retiraban hacia el pueblo principal. De esta forma, los
actuales comuneros de Copaquilla tienen un conocimiento acabado sólo de ciertos
puntos más relevantes de su paisaje.
Entre estos lugares está el sector de la encajonadura norte o sector Pukara donde
las formaciones rocosas, las bodegas encaramadas en los roqueríos, las chullpa que
se observan desde lejos y la concentración masiva de estructuras con muro de pirqa
han llamado la atención a los habitantes durante generaciones. Así, los actuales
pobladores tienen conocimiento de lo que hay y de lo que hubo en lo que hoy de-
nominamos Poblado Arqueológico de Copaquilla. Conocen las características
de sus construcciones y de los objetos antiguos que aún se conservan:
“Antes en [el valle de] Copaquilla las viviendas eran unas chocitas no más, no eran
como ahora. Se copiaron de la gente antigua, de los gentiles, que en el medio le paraban
107
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ANEXO 2
un palo, entonces de ahí a todos lados le ponían otros palos, le ponían techos de los
montes que hay. De ese estilo vivía, así, la gente” (I. V.)
“Yo preguntaba ¿qué eran esos corrales que estaban ahí?, los que están en Pukará
[poblado Copaquilla], me decían que no son corrales, son casas, son chozas” (E.
O.)
“Alguna vez llegué allí donde el Pukará [poblado arqueológico], en esa población,
y encontraba piedras grandes labradas, que eran tan bonitas, así con fondo para ocu-
parla quizás para moler, no sé. Y encontraba también puntas de flechas labradas de la
misma piedra y otras cosas más de piedra.” (E. O.)
Cuando consultamos quiénes dejaron tales restos, todos los pobladores actuales
reconocen con claridad que fueron dejados por antiguos agricultores:
“En Pukará [Poblado Copaquilla] vivieron gentiles, pero igual que nosotros vivían,
igual trabajaban. Ahora está todo destruido” (I. D.)
“Cuando mis padres sembraban en Copaquilla, conversando con ellos me refería yo a
la gente antigua que vivía ahí [en Poblado Copaquilla]. Ellos me decían que eran
los gentiles. Vivían ahí antes que nosotros y la población que se ve ahora era de ellos”
(E. O.)
En Copaquilla, como en muchos otros lugares de los Andes del Sur, a los antiguos
habitantes los reconocen como “gentiles”, nombre que proviene de la influencia
de la temprana evangelización. Así, los “gentiles” son todas aquellas personas que
vivieron antes de la llegada española y que por tanto no fueron bautizadas. Junto
con la evangelización también se expandió la idea de que esos lugares eran peligro-
sos, pues la gente podía enfermar y morir.
“Mi madre decía que no hay que ir para allá, no hay que ir donde han vivido los
gentiles” (I. V.)
“Mi mamita siempre nos decía que nunca había que tocarlos, no había que molestar-
los, no hay que jugar con ellos, molestarlos, ni siquiera hacer pichí en ellos, ahora está
todo saqueado” (I. D.)
“Se respetaban esos cerros antes, daba miedo, cuando uno subía por ahí daba miedo
hasta mirar para adentro, que eran como unas casitas ahí. Ahora parece que está más
deteriorado” (H. V.)
Además, los habitantes de Copaquilla reconocen un relato que otorga a estas per-
sonas una menor altura, ciertos poderes extrahumanos y sobre todo la particulari-
dad de vivir en un mundo donde no existía el sol.
“Eran unas personas chiquititas. Para cosechar, para hacer una casetita, llamaban
108 no más, agua ven, el agua iba, en aymará, entonces, uma purma, y el agua iba a ellos,
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
cala purma, y las piedras corrían hacia ellos, ¿quién va a llevar tantas piedras para
allá arriba?” (I. D.).
“Decían que ellos vivían de noche, no conocían el sol, sino que vivían de noche. Y la
luna era el sol de ellos. Entonces, ¿que pasó con ellos?, resulta que vino el juicio para
ellos, así vino el sol y los quemó. […] Pero otros me decían que no era así, que los
gentiles que estuvieron acá fueron gente como nosotros.” (E. O.)
Incluso existen versiones más sofisticadas que explican con detalle la forma en que
estos antiguos habitantes desaparecieron.
“Yo pienso que […] así como hoy en día predicamos que se va a destruir el mundo,
antiguamente se dice que también se predicaba así, que iba a salir el sol, porque no
había sol, había solamente luna y la gente vivía con la luna, trabajaba así sus cose-
chas. Entonces se predicaba que iba a salir el sol y que tenían que hacer sus casas con
la puerta mirando para abajo [hacia el poniente], porque el sol quema. Algunos
escucharon y otros no, pero los que escucharon hicieron las puertas hacia abajo, vieron
que el sol se perdió para allá [hacia el poniente] y dijeron que sol de allá iba a salir
y dieron vuelta las puertas [hacia el oriente], pero el día siguiente el sol de allá salió,
y por eso quedaron como chicharrón por el sol, quedaron así completitos porque el sol
salió y los quemó” (J. M.)
Este tipo de relatos se basan en la idea de que las chullpa son casas, y no recintos
funerarios, como indican los arqueólogos. Otra alternativa es que en vez de casas
o tumbas sean bodegas:
“En Copaquilla, todas esas casetas que hay con puerta arriba, las cuadradas, ahí esa
gente acumulaban mercadería para salvar cuando vinieron los españoles” (I. V.)
“Después vine a entender a qué se referían con gentiles. La verdad es que eran los
Aymara. […] Y antes de nosotros eran los Aymara, ellos fueron dueños de la tierra,
vivieron ahí, la trabajaron la tierra” (E. O.)
“[Los gentiles] también eran Aymara, de esa misma generación somos. [Después
de la salida del sol] de todo eso que hemos vivido, quedó una familia sola, era una
familia gentilar, por eso nos llamamos hermanos, de esa generación somos nosotros”
(I. D.)
Aunque hay quienes sostienen que los andenes no fueron de creación local, sino
que fue un desarrollo foráneo:
“Ese sistema de trabajo de las terrazas lo trajeron los incas, eso me dijeron a mí, por-
que los Aymara no sabían cómo trabajar la tierra. Los incas venían más adelantados
en ese trabajo, que venían desde el norte, ellos le enseñaron esa forma, de las pirqa,
para el sembrío” (E. O.)
Ambas versiones tienen parte de verdad. Ya que los andenes fueron una tecno-
logía colectiva con aportes de diferentes sociedades andinas prehispánicas, en
Copaquilla gran parte de los andenes fueron de creación previa al Inka. Pero sin
duda con la llegada de influencias Inka se hicieron importantes modificaciones
técnicas, especialmente en los cultivos y canalización.
Ahora bien, la relación que existe entre el Poblado Arqueológico (al que deno-
minan Pukara) ubicado en la base del valle y el Pukara Chapicollo, ubicado en
la cumbre (que denominan Gentilar del Mirador) ha sido utilizada para sustentar
un interesante relato histórico, en donde además de los “gentiles”, se habla de los
inkas y también de los conquistadores españoles.
“Lo que yo tengo entendió, me cuentan, que arriba de Copaquilla, en la parte mirador,
se ve como un fuerte, y según dicen que es un fuerte para defenderse. Hay unos muros,
como parapetos, así para tenderse. Cuentan que los quechuas venían desde el norte y
avanzaron mucho más al sur, y pasaron por acá y barrieron con la gente que había ahí,
fueron más fuertes, más capaces que los Aymara. Entonces el Aymara para defenderse
hicieron esos parapetos arriba fuertes ahí, al ser atacados se esparcieron, se fueron por
ahí. Eso quedó abandonado por un tiempo, de ahí vienen los otros, alguien tienen que
haber quedado tiene que haber venido los otros hasta el día de hoy que somos nosotros,
110 eso me lo contaron mis padres, en esos tiempos.” (E. O.)
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
“En [el Pukara] del Mirador hay unos muros, tremendas pirqa, han sido muro de
defensas, hicieron guerra, por qué hubo guerra, por las riquezas. En Copaquilla había
mucha riqueza, la riqueza en esa época, acarreaban riqueza de Bolivia.” (I. V.)
“Después de la generación de los gentiles, vino la guerra de los españoles, allá arriba
pelearon, está clarito arriba, las divisiones. Los españoles en ese tiempo vinieron a sa-
quear, y después los animales, por ejemplo, los de Choquelimpe, cargaban los animales,
los burros, caballos, y tenían que acarrear el oro acá hacia Arica, lo traían cargado por
el río Cardones” (I. D.)
En cambio, las paskanas serían lugares de descanso y merienda, que ellos mismos
reconstruían cada vez que las utilizaban.
“Nosotros construíamos las paskanas con piedra cuando bajábamos. No está construi-
da como se debe con adobe, así no más, corrales.” (I. D.)
“Se llevaba fiambre, antes “hacíamos mantel” le decíamos nosotros, saco de harina,
carne, papa chuño, surtido, maíz tostado, con sopaipilla, trozo de carne, había que
llevarse ollita chica para cocinarse, agüita. Eso era para bajar no más, en Arica se
abastecía para volver”. (I. V.)
112
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
En este largo viaje se pasaba por una serie de paradas de descanso más o menos
establecidas:
“De ahí, en cada instancia tenía nombre. Alojábamos, descansábamos con los anima-
les, por ejemplo, hoy día salíamos a las 6 de la mañana, todo el día y toda la noche y
llegábamos a casa con animales, descansábamos en esas paskanas. Están como a dos
kilómetros las paskanas, están claritas, hay partes que el agua lo deshizo pero hay par-
tes que está todavía con las pirquitas, piedritas. Ahí primero está Sirca Sirca, después
Negro Muerto [2], después Cardones [3], después en aymará le llaman Jancojaque
[4], el Hombre Blanco, es de piedra, está arriba en el cerro. Después está Roncadero
[5], después está Milagros, seis; después está Maxocruz, siete. Esas paskanas son las
que van a Azapa, ocho con Resbaladera y llegamos a Azapa. En Azapa dejamos los
animales, o sino nos vamos a Arica, y acá en O´Higgins [con Vicuña Mackenna]
en toda la esquina había un tambo, donde dejábamos los animales y alojábamos ahí”
(I. D.).
“Descansábamos en Azapa, en el valle de Lluta también, hay dos caminos. Así
andábamos antes nosotros, descansábamos en paskanas, le llamábamos, y estaban
con nombre. Yo más descansaba en medio camino, Arronjadero, donde está la virgen,
habían unas paskanas, botado, ya nadie descansaba ahí.” (I. V.)
Ahora bien, respecto al tema de los saqueos de los cementerios prehispánicos, los
habitantes de Copaquilla reconocen que estos han sido deteriorados en los últimos
años. Según sus propios relatos ellos saben cuándo ocurrió y posiblemente vieron
a quienes los hacían. Pero no tienen claridad acerca de la finalidad de dichas extrac-
ciones de materiales o de la profesión de los responsables. A veces los identifican
como investigadores profesionales, otras como buscadores de tesoros.
“En Copaquilla habían momias enteritas, con dientes de oro, con sus trenzas enteritas,
entonces yo lo vi y llevé a mi hermano, cuando fui no había nada, y me di cuenta que
estaba todo saqueado, estaba todo enumerado. Antes veíamos eso, los cementerios y
miedo, no había que tocarlos nada porque se podía enfermar” (J. M.) 113
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
P AT R I MSISTEMÁTICO
REGISTRO O N I O Y CDEOLOS
M UYACIMIENTOS
N I D A D E S ARQUEOLÓGICOS
I N D Í G E N A S DE
AYZAPAHUIRA
M A R A S Y COPAQUILLA
ANEXO 2
“En estos momentos hay unos gringos que han revolvido en Copaquilla y en Chulpane
[Pukara de Caillama], han sacado al gentil, puro hueso. Me llevó el gringo a
Chulpane, sacaron todo los gringos, las momias estaban enterradas, iban con una
máquina, y después cuánto más habrán sacado. En Copaquilla igual, los gringos, y
cuando sacaron el oro me dieron las conservas y yo contento.” (M. D.)
“Llegaron los de la Universidad, y se llevaron todas las momias, los oros. Estaba
todavía, un caballero lo sacó y estaba intacto. De qué año, de hace 2000 años atrás
po’, la mazorca de maíz, la frazadita que era chiquita, porque la gente era chiquitita,
todo eso todavía existe, está cerradito” (I. D.)
Así como los investigadores y arqueólogos aún no asumen una actitud de respeto
claro frente a las comunidades locales e indígenas, llevando a cabo su trabajo en
terreno sin establecer diálogos efectivos durante el proceso de investigación, las
mismas comunidades tampoco tienen una actitud clara de defensa de los Lugares
de Significación Cultural que forman parte de su territorio.
“Creo que no debemos abandonarlos, porque si eso está dentro de un sitio de la gente
de ahí, vendría a ser patrimonio de uno y habría que cuidarlo, porque no puede estar
entrando gente a excavar y a estar buscando cosas así. Eso habría que evitarlo.” (E.
O.)
Así, queda mucho trabajo por hacer en Copaquilla y en muchos más lugares de
la Región de Arica y Parinacota, para que investigadores y comunidades locales
puedan iniciar una colaboración y diálogo que beneficie a ambos grupos. Este
beneficio debe basarse, por un lado, en la conservación de la mayor cantidad de
Lugares de Significación Cultural, y por otro lado, con un tipo de investigación que
considere los saberes locales y responda las inquietudes locales.
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P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
del territorio de Zapahuira como una zona de descanso y parada obligada de los
viajeros.
“Esos caminos troperos, mi papá decía, que eran de los arrieros que bajaban de Bolivia,
ahí ocupaban todos esos tambos. Nosotros pensamos que eran corrales, no que eran de
antiguos. Mi papá guardaba las vacas ahí, pensaba que era de los abuelos, no tan anti-
guos. También lo ocupaban los arrieros cuando pasaban, para el descanso” (J. U.)
“Lo usaban los bolivianos, porque cuando llegaban con sus llamas, iban para Lluta, le
decían a mi mamá dónde pueden haber corrales grande para los animales, y mi mamá
los llevaba al tambo, pero no le decía tambo, le decía corrales. Y ahí se quedaban,
estaban la pasada no más, una noche, y de ahí salían para su tierra o para Lluta a
cambiar productos. Nosotros no ocupábamos, porque nosotros ocupábamos otros corra-
les para nuestros animales, chanchitos, ovejas, de eso, no teníamos llamas” (L. M)
De esta forma, los lugares que hoy llamamos yacimientos arqueológicos ocupan
una parte relevante del paisaje tradicional de las comunidades, manteniéndose una
relación cotidiana de la gente con estos parajes. Así, los reutilizan para nuevas ne-
cesidades o se les asignan nuevos significados. Al respecto, destacan los recuerdos
de infancia, cuando niños recorren los lugares, ya sea por juego o pastoreando
animales.
“Éramos como 10 chiquillos, entonces nos íbamos para los cerros para arriba, y mi
mamá nos retaba. Le decíamos que íbamos al cerro Chapicollo, y había un pozo que
tirábamos piedras porque sonaba como una campanita, eso dicen que lo dejaron los
españoles, en la puntita. Nosotros subimos hasta la puntita ahí en el cerro Chapicollo
116
y estaban los cementerios ahí mismo, lleno de huesos. Mirábamos hartas cosas, que la
P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
gente tenía su casita chiquitita, y puertitas igualmente, y después hacían chacras, como
acequia, y nos preguntábamos, cómo hicieron tan arriba sus casas, y cómo llevaron el
agua, y los papás nos decían que ahí vivían los gentiles” (L. M.)
Los “gentiles” son el concepto más recurrente entre las explicaciones locales para
el origen de las construcciones antiguas. Como ya fue señalado, los “gentiles”
corresponden a las personas antiguas, a los pobladores originarios del territorio.
En muchos aspectos el uso de este concepto que proviene del proceso de evan-
gelización buscó imponer una separación entre estos antiguos habitantes y los
nuevos pobladores cristianizados. Así, hoy en día hay muchos pobladores que no
los consideran sus antepasados directos.
“[los “gentiles” eran] gente chiquitita que vivía aquí. Hay hartos corrales, hartas
tumbas, y hartos huesos. Es que ellos murieron ahí.” (L. M.)
También visualizan y se admiran con las grandes obras agrícolas, especialmente los
canales. Reconocen en el territorio de Zapahuira dos canales antiguos, que siguen
cursos paralelos por dos quebradas diferentes. El primero de ellos es el que riega
la parte baja de la quebrada de Zapahuira, y que se inicia en sus nacientes, en el
sector denominado Guañazapa. El otro es el que proviene desde los sectores de
Rosaspata y Jarizmalla, y que se dirige a la quebrada Copaquilla. Esto lo han reco-
nocido personalmente desde la niñez, mientras recorrían el territorio:
“De Rosaspata nos devolvíamos por el canal, la acequia antigua, en donde ya no había
agua, hasta Chapicollo” (L. M.)
Los lugares “de gentiles” y conocidos por los comuneros, no sólo existían en la
Pampa Zapahuira y la Pampa Quipa. También los identificaban en sectores altos
de la quebrada Zapahuira, donde mantienen aún sus majadas y llevaban los anima-
les. Estos sectores se les denominan Rosaspata y Titumaña.
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
P AT R I MSISTEMÁTICO
REGISTRO O N I O Y CDEOLOS
M UYACIMIENTOS
N I D A D E S ARQUEOLÓGICOS
I N D Í G E N A S DE
AYZAPAHUIRA
M A R A S Y COPAQUILLA
ANEXO 2
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P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
E n la Precordillera de Arica tenemos varios lugares que dan cuenta de los más de
10.000 años de historia continua de la mujer y el hombre andino. Muchos de
estos lugares fueron abandonados repentinamente hace más de 500 años. Algunos
desaparecieron sin que nosotros los alcanzáramos a conocer; otros se convirtieron
en ruinas y están en un grave proceso de deterioro; mientras que podemos observar,
en aquellos que fueron mejor construidos o de mayores dimensiones o quedaron
más aislados, aún gran parte de sus características originales. Sin embargo, casi todos
ellos perdieron un pedazo importante de sus significados originales.
Sin desconocer que bastante agua ha corrido en el río Seco y el río Zapahuira, este
trabajo pretende devolver una parte importante de los significados originales de
tales lugares. Aunque de mayor relevancia es difundir la persistencia de un paisaje
cultural tradicional articulado por diversos hitos y lugares. Cada uno de estos lu-
gares, pueden o no poseer actualmente los significados originales, pueden o no ser
reconocidos por la comunidad local, e incluso pueden o no ser parte de la identi-
dad local cotidiana, pero sin embargo, vistos en conjunto mantienen todos ellos la
coherencia de ser parte de un territorio mayor.
En el caso de Zapahuira, se ha mantenido a través del tiempo como un punto cru-
cial en los diferentes tipos de circulación de bienes y personas que han cruzado el
territorio andino. De eso nos hablan los tampus (tambos), las paskanas y las actuales
posadas de los camioneros. Pasan los años y Zapahuira no pierde su identidad y
vocación cultural, de ofrecer refugio y descanso. Dentro de ese ofrecimiento de
protección tampoco han cesado las actividades agro-ganaderas. Hoy en día, los ex-
tensos sistemas abandonados de andenerías Inka y las actuales chacras al lado del
río, forman parte de un mismo paisaje cultural, que es valorizado e interpretado
cotidianamente por sus habitantes.
Por otro lado, Copaquilla, pese a que su historia nos habla de diversas ocupacio-
nes, mantiene intacta su vocación de oasis agrícola. Múltiples andenerías de diver-
sos tamaños y técnicas, junto con densos restos de habitaciones nos indican que
Copaquilla fue un lugar de labores agrícolas que mantuvo por largo tiempo a un
número importante de personas. Incluso, la existencia de monumentos funerarios
y plazas nos señalan, que al igual que hoy en día, se llevó a cabo una intensa vida
social que incluyó ceremonias públicas y festividades. Podemos decir que agricul-
tura y ceremonialismo han sido las constantes en toda la historia de Copaquilla, y
los actuales habitantes valoran y respetan los espacios relativos a estas prácticas,
sean del presente o del pasado.
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
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REGISTRO O N I O Y CDEOLOS
M UYACIMIENTOS
N I D A D E S ARQUEOLÓGICOS
I N D Í G E N A S DE
AYZAPAHUIRA
M A R A S Y COPAQUILLA
ANEXO 2
Estas son algunas de las muchas conclusiones que se pueden derivar de este tra-
bajo conjunto entre comuneros y profesionales en relación al patrimonio cultural
tangible. Sin embargo, este trabajo no está completo, pues es evidente que los
socios de las comunidades indígenas y otras personas tienen aún mucho que apor-
tarnos para conocer y valorar el territorio andino.
Tarea pendiente es la relativa al cuidado y preservación de los Lugares de Significación
Cultural. Con este trabajo se ha colaborado en la valoración, reconocimiento y
apropiación de estos lugares por parte de las Comunidades Indígenas. Además, se
incentiva un proceso de discusión interno en cada unas de las Comunidades y lo-
calidades, que reconozcan que estos lugares son parte de su base para identificarse
con su territorio. A medida que esto se completa y construye, la protección de los
lugares también se irá incrementando. Sin embargo, no basta con la buena volun-
tad de los comuneros, pues hay aspectos técnicos y de regulación que se requieren.
Es decir, se hace imprescindible un acompañamiento directo de una serie de pro-
fesionales e instituciones a la población local, y quizás, prontamente tendremos
profesionales relacionados que sean parte de las mismas comunidades.
En este sentido, entre las tareas pendientes están el consensuar y elaborar un Plan
de Gestión Global Participativo e Intercultural, para cada uno de los diferentes
territorios. Estos deberán contener precisiones acerca del manejo de zonas del te-
rritorio, como también las forma de administrar estos recursos. Del mismo modo,
ciertos Lugares de Significación Cultural requieren de Planes de Manejo específi-
cos, que regulen su uso actual y futuro, y evitar que las actividades productivas y
turísticas los deterioren o desvirtúen su significado original.
Por último, aquellos lugares que tienen un mayor potencial museográfico y en don-
de se puede desarrollar un turismo cultural sustentable, necesitarán de un Diseño
de Puesta en Valor para convertirlos en verdaderos Museos de Sitios. Estas in-
versiones requieren además de un Reglamento de Uso y una Administración que
proteja los yacimientos, sus inversiones y lo haga sustentable económica y social-
mente. Este trabajo debe ser elaborado al menos para el Pukara del Mirador y el
Poblado Arqueológico de Copaquilla. Además, en Zapahuira se identificó similar
necesidad para el Tambo de Zapahuira 1 y el Tambo de Zapahuira 2. Tales son los
yacimientos arqueológicos, con mejor accesibilidad, mayor visibilidad, mejor esta-
do de conservación y que además la comunidad local los reconoce y valora.
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P AT R I M O N I O Y C O M U N I D A D E S I N D Í G E N A S AY M A R A S ANEXO 2
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PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS
PATRIMONIO
REGISTRO Y COMUNIDADES
SISTEMÁTICO INDÍGENAS
DE LOS YACIMIENTOS AYMARAS
ARQUEOLÓGICOS GLOSARIO
DE ZAPAHUIRA REGIONAL
Y COPAQUILLA
GLOSARIO REGIONAL
Disciplina que estudia a las sociedades humanas por medio del estudio
Arqueología de los objetos, edificios y otros restos materiales en desuso. En la re-
gión se ha desarrollado por casi 100 años.
124
PATRIMONIO Y COMUNIDADES INDÍGENAS AYMARAS PARA SABER MÁS
1. LIBROS:
2. ARTÍCULOS ESPECIALIZADOS:
3. RECURSOS DE INTERNET:
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