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EBOLSILLO Contemporinea Contemporsnes La mente ética de Coetzee sigue siendo atractiva por lo que vdo de ejemplaridad.» Cultura/s, La Vanguardio PREMIO NOBELDE LITERATURA .M. COET Diario de un mal afio our eusun sp outa 337 10D wid Contemporénea LM. Costes nao eo Den Cd de Cabo y set en Suditicn yon Estados Unidos ts profs de iterate atta erie lier , sin du, wn de los excita mis imporantes que ba do estos tino aos Susi «.y se events eats Ios ns galrdonadoe. Premio Nobel de Litera ev 2005, en 1973 puhlco su primera novela, Terra de panics. Le sguteron En ono de ago part (1977, co la gue gan el CNA, pier promi fo rh rerato dels ets sacs: so (1980, tambien premiads con gf CNA Pad» dower de Michal K (1983), le repos primer Boker Pri- 22 premio mis petigina de itera en ei n= ise Pix Femina Prager ie (98, La eka le ier (1990) El masa de Poeurgo (1994), Desgr- (199), quel vali i gid Booker Prize fine 1998) vem 2002), Eb Coto 2003), Hom te em QMS), Diario det maa (2007) » Verano (2009), Tambien ha publieado varios litos decay, em gallos Conn a concur 1936), Ls vida de os cri es (1999), Cost exranac (2002) y Macon deri (2007), Asimiso, han sido consis esa Ps 2769 The rsh Times Intemational Fiston Prize En Epa nso yalrdonao cont Prom Liber 2003 y el Pr mio Rein de Reon ced rel escrito Javir Mars, PREMIO NOBEL OF LTERATURA J. M. Coetzee Diario de un mal afio Tradusciin de Jou Fils DEBOLSILLO ilo vgn: Dry of fd Yur thes sec Lanack Agen Ine 32 92092 J Coc Opiniones contundentes (12 de septiembre de 2005-31 de mayo de 2006) 01, SOBRE LOS ORIGENES DEL ESTADO. Toa explicacin de los origenes del estado parte de la pre= mia de que mosotrase (0 Tos Iectores ino algtin nosoteos xgencrico, tin amplio que to excluya a nadie) paricipamios tena creacisn del estado, Pero lo cierto esque el nico «n10- otros: «ite conocentos (nosotros mismios ¥ las persomas que nos rodean) micenios en el estado; y nuestros antepasados, Inasa tan les en el tiempo conto podanios remontarnos, también nacieron en el estado, El estado esti siempre abi. antes que nosorros. (Cunto tiempo atsis poslemos remontarno sito africaro ha legac al consenso de que después de ls sdptinna generacisn ya no es posible dstinguar entre histo- pena Si, pesea ba eviddencia de mestros sentidos, eptames a premisa de que nuestros antepusides erearon el esto, en= tonces dehernos aceptar también lo qui esto comport: que. si ln hubigsemos elegida, nosotros © nuestros antepasidos podriamos haber creado el estado de alyna otra forma: tal inbiarlo colectivamente si vex, tambign, que podriamon ¢ asilo decidigramos, Pero lo cierto es que, incluso colectiva- 1 eseado, a quienes spertene mente, 4 quienes estin sbajo ‘ene al estado, les realars difiil de veras cambiar la fora del estado, Pesde luego carecerin (careeeremes) de peer para abolirlo Lavi por primera ver en l linanderia, Era a media ma- fiana de un tranquilo dia de primavera y yo estabs sentado, miranda cémo la colada daba vueltas, cuando ented aque~ Ts asombrosa joven. Asombtoss ponue lo dilimo que es peraba era setnejante aparieion: ambien porque el vestide rojo tomate que levaba era asombroso en sa brevedad. No esti en musta poder cambiar Ia forma del estado y ’ssimposible abolitlo porque, frente a estado, somos, preci saiente,impotentes. En el mito de la fundacion del estado expuesto por Thomas Hobbes, nuestra caida en fa impo- tencia era volinearia: afin de escapar a la violencia de lain ternvinable guerm intestina (una represaia cas ora, una venganaa tas oa, ha ado cediamos a estado el derecho a emplear la fueraa fis

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