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DESARROLLO DEL LENGUAJE 2 a 6 años

El lenguaje es una de las facultades más típicas de la especie humana,

cualquier ser humano que cuente con sus facultades normales es capaz de
aprender a hablar gracias a la interacción que se tiene con otros seres
humanos, esto sin necesidad de un entrenamiento especifico.
Para entender la forma en cómo los niños aprenden a hablar, es necesario
desmenuzar el lenguaje, en sus diferentes componentes:
1. Semántica: estudia el significado de las palabras y oraciones.

2. Fonología o sintaxis: Se encarga de aspectos que no tienen mucha

relación con nuestro conocimiento, son mas lingüísticas. Estudia el
material sonoro del lenguaje humano. Y del orden que debe existir en los
elementos de una oración.
3. Pragmática: estudia el uso del lenguaje; como con el lenguaje
expresamos intenciones y cómo realizamos modificaciones en nuestra
forma de hablar teniendo en cuenta de los que nos rodean y de las
situaciones que se nos presentan.
A medida que el niño aprende a hablar es capaz de expresar contenidos
cada vez más complejos de forma compleja y variada y de una manera
mas apropiada a las convenciones sociales del uso del lenguaje.
DESARROLLO FONOLOGICO
Diferenciación entre la percepción del habla y la producción del habla.
La capacidad de percibir el habla, es previa a la capacidad de producir las
primeras palabras y así parece ocurrir evolutivamente. Esta predilección por la
voz humana va a facilitar que los bebés presten una atención especial a sus
características y que vayan siendo capaces de discriminar e imitar cada vez
más rasgos. Una de las primeras discriminaciones: melodía y entonación, se
dan en el primer mes.
Los bebes por la exposición intrauterina, al habla materna y a su experiencia
postnatal, por poca que esta sea, pueden percibir diferencias en la prosodia
(estructura rítmica, melodía, entonación, etc).
Desde el nacimiento los niños producen ruidos que ejercitaran el aparato buco
fonador (laringe, faringe y boca) gritan, gimen, lloran: para después poder
producir combinaciones de sonidos semejantes a los de un adulto hablando. A
los tres meses los niños suelen producir sonidos de tipo gutural, que se llaman
gorjeos, y hacia los seis meses comienzan a producir el balbuceo que son
combinaciones de sonidos semejantes a vocales y consonantes que se repiten
en forma rítmica y con variaciones en la entonación (bisílabos).

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A los ocho o nueve meses comienzan a producir protopalabras (palabras con
estabilidad fonética), producidas en diferentes eventos. Cada niño utiliza una
manera de expresarse y hacerse entender con expresiones o uso diferente del
lenguaje.
De los doce a dieciocho meses, aparecen las primeras palabras. Se producen
repeticiones de un sonido, pero con distorsión es decir transforman un sonido
que aparece en la palabra modelo en otro sonido, como por ejemplo ti en lugar
de si.
A los cuatro años, se originan progresos significativos en lo que se llama ajuste
morfo fonológico modificando las raíces de las palabras al conjugar algún
verbo.
De los cinco o seis años los niños comienzan el desarrollo meta fonológico:
conciencia de las diferencias que suponen los cambios en varios sonidos.
Ejemplo: carro, gato, pato. Estas habilidades son fundamentales para el
aprendizaje de la lengua escrita. La conciencia fonológica se ve estimulada por
todas las actividades relacionadas con el aprendizaje de la lectura y la
escritura, de manera que estos se refuerzan mutuamente.
DESARROLLO PRAGMATICO
Aprender a hablar no es aprender una serie de elementos y reglas lingüísticas.
Hay que saber usar los elementos que obtenemos para realizar uso de este en
preguntas, respuestas, peticiones, argumentos, propuestas, indagar, dar
información...
A los dos años de edad los niños comienzan a expresar sentimientos, a hacer
preguntas, a dar información, a describir, a responder, entre otros usos. En
esta etapa es importante el desarrollo sociocultural que se tenga ya que de
este depende que se avance normalmente el proceso o que por el contrario se
retrase el buen curso del uso del lenguaje.
Entre los dos y los cuatro años de edad: los niños desarrollan habilidad para
mantener una conversación, en la que están en capacidad de sostener un
tema, pero aun no modifican su entonación.
Hacia los seis años de edad los niños son capaces de emplear la forma
condicional o potencial de verbo.
Ejemplo:
“por favor” ¿me alcanza una silla?, “por favor” ¿podría alcanzarme una silla?
DESARROLLO SEMANTICO
Referente a como los niños desarrollan o adquieren el significado de las
palabras, en relación con el desarrollo conceptual en particular y cognitivo en
general; el aumento de vocabulario (más de 50 palabras) indica el ritmo de

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adquisición, los niños adquieren entre 5 a 9 palabras nuevas al día, hasta los 6
años.

Las diferencias no solo se dan en la cantidad de vocabulario sino también en el

uso que los niños hacen de las palabras y el significado subyacente de acuerdo
a los contextos creados por los adultos, los niños no son capaces todavía de
formar representaciones de la realidad, al no tener una representación de
determinados objetos, que se dan a partir de las situaciones familiares
rutinizadas (representación de eventos), ellos simplemente repiten o
representan escenas pasadas.
Según Nelson 1973, encontramos niños de estilo referencial: que tienden a
usar más nombres comunes y menos palabras con función gramatical. Y niños
de estilo expresivo: que utilizan más pronombres demostrativos y utilizan el
lenguaje para expresar sus sentimientos y relacionarse socialmente.
A medida que aumenta la edad y el repertorio de palabras, se aumenta la
comprensión, la relación, la contextualización y la adquisición de nuevos
significados como parte del lenguaje, se va desarrollando todo un contexto
integral en el niño.

DESARROLLO MORFOLOGICO Y SINTACTICO

Los niños están en continuo aprendizaje, los niños aprenden muchas
regularidades en el uso de los morfemas, este tipo de aprendizaje se debe a el
esfuerzo intelectual que tienen los niños y la capacidad de estos para analizar
todos los fenómenos lingüísticos es por esto que los niños tienen una rápida
evolución en su desarrollo morfológico y sintáctico.
Hacia los 18 meses los niños no diferencian entre artículos determinados e
indeterminados, ni formas masculinas ni femeninas, ni singular ni plural. En
cuanto al uso del plural no es generalizado y al tiempo en todas las palabras.
También se debe destacar el uso de ciertos morfemas en esta edad, tales
como el pronombre y el adjetivo posesivo de primera persona en singular “mío”,
“mía”, “mi”, que inicialmente utilizan para mostrar posesión de algo o cuando
reclaman algo para ellos. En este momento empiezan a utilizarlos con nuevas
funciones con un uso descriptivo y con un uso narrativo.

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