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Introducción.
Hipótesis.
Capítulo I
I.I. Génesis.
Capítulo III
Análisis de la estructura interna del Templo, así como el simbolismo que guarda su
decoración para crear emociones y sentimientos en los usuarios.
Conclusiones.
Recursos de Información.
Anexos
Introducción.
Tanto por derivación como por uso común la palabra templo, en su aplicación literal, tiene
un significado limitado y particular. El concepto esencial de un templo es y siempre ha sido
el de un lugar especialmente reservado para un servicio considerado sagrado y de santidad
verdadera o asumida; en una acepción más limitada, un templo es un edificio construido
para efectuar ritos y ceremonias sagrados, y exclusivamente dedicado a tal objeto.
El vocablo latín templum era el equivalente del término hebreo Beth Elohim, y significaba
la morada de Dios; de ahí que, por su relación con la adoración divina, literalmente
significa la Casa del Señor.
Los Templos, en la actualidad, siguen siendo recintos sagrados, dedicados a adorar al Padre
y bajo el contexto de ser la Casa del Señor, su diseño arquitectónico obedece casi a la pura
inspiración divina, representando la deidad de su función, particularmente, semejando al
Palacio Celestial que, según la teología mormona, todos podemos alcanzar.
Para efecto de este estudio es fundamental tener un antecedente teológico e ideológico, para
así poder tener una interpretación más precisa sobre los elementos simbólicos y los
modelos utilizados dentro del diseño de este edificio. Es importante tener la mente lista
para poder comprender el significado de estos símbolos.
Hipótesis.
¿Cómo diseñar espacios y recintos para que, según la creencia, Dios more? ¿Qué elementos
debe contener el diseño de la Casa del Señor?, ¿Cómo proyectar un edificio dedicado a
Dios, un edificio como en el reino celestial, combinándolo con el entorno de un mundo
terrenal?, ¿Cuáles son los fundamentos utilizados por un diseñador, para ser como un dios,
y crear obras que, pareciera que solo Dios sabe hacer? ¿Cómo crear espacios que funcionen
como centros de adoración, con fundamentos espirituales muy precisos?
I.I. Génesis
En muchas edades distintas, tanto los adoradores de ídolos como los adherentes del Dios
verdadero y viviente han levantado edificios considerados en su totalidad como santuarios o
recintos llamados templos. Los templos paganos de la antigüedad eran tenidos por
habitación de los dioses y diosas míticos cuyos nombres llevaban, y a cuyo servicio se
consagraban los edificios. Aunque se usaban las inmediaciones de estos templos como
sitios de reunión general y ceremonia pública, siempre había recintos interiores donde
solamente los sacerdotes consagrados podían entrar, y en los cuales, según se afirmaba, se
manifestaba la presencia de su deidad.
Los templos jamás han sido considerados como sitios de reuniones públicas ordinarias, sino
como recintos santos, consagrados a las ceremonias más solemnes de ese sistema particular
de adoración, idólatra o divino, del cual el templo era el símbolo visible y el ejemplo
material.
En días antiguos, el pueblo de Israel se distinguía entre las naciones como edificador de
santuarios al nombre del Dios viviente. Este servicio les era requerido en forma particular
por Jehová, a quien profesaban servir. Durante los siglos de su esclavitud en Egipto, los
hijos de Jacob habían llegado a ser un pueblo numeroso y fuerte, mas no obstante, bajo
servidumbre. En el debido tiempo, sin embargo, sus aflicciones y súplicas llegaron al
Señor, quien los sacó con brazo extendido de poder. No bien hubieron escapado del
ambiente de la idolatría egipcia, les fue requerido preparar un santuario en el cual Jehová
pudiera manifestar Su presencia y dar a conocer Su voluntad como su Señor y Rey
aceptado.
Después que Israel se hubo establecido en la tierra de promisión, cuando, después de cuatro
décadas de andar errantes por el desierto, el pueblo del convenio finalmente tomó posesión
de su propia Canaán, el tabernáculo con sus objetos sagrados se estableció en Silo, y allí se
reunían las tribus para conocer la voluntad y la palabra de Dios. David, el segundo rey de
Israel, pretendió y proyectó edificarle casa al Señor, declarando que era impropio que él, el
rey, morara en un palacio de cedro, mientras que el santuario de Dios no era sino una
tienda. Mas Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de
guerra, y has derramado mucha sangre”. No obstante, le fue permitido a David recoger el
material para la Casa del Señor, edificio que había de construir no él, sino su hijo Salomón.
Poco después de ascender al trono, Salomón emprendió la obra que, como herencia y
honor, recibió con la corona. La construcción del Templo de Salomón fue un
acontecimiento trascendental, no sólo en la historia de Israel, sino en la del mundo. De
acuerdo con la cronología comúnmente aceptada, el templo se terminó hacia el año 1005 a.
de J. C. En cuanto a arquitectura y construcción, diseño y costo, es conocido como uno de
los edificios más notables de la historia.
La inclusión de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (que de ahora en
adelante llamaremos Iglesia) en México, data del año 1870, cuando Brigam Young,
presidente en turno de la Iglesia, envió una comisión misional a México, para localizar
sitios que los fieles pudieran colonizar, en busca de refugio, por la persecución que estaban
siendo sujetos en Estados Unidos. Así, llegaron y se instalaron en pequeñas colonias en las
comunidades de Casas Grandes en Chihuahua y Bavispe en Sonora.
Desde entonces, la Iglesia, ha crecido exponencialmente, distribuyéndose equitativamente
entre los confines del país y del mundo. Actualmente cuenta con una membresia de más de
doce millones, que representan el 1% de la población mundial. En México, para 2004, eran
un millón, haciendo esto el país con más miembros después de Estados Unidos.
Existen por lo menos 3000 centros de reunión, y cerca de 150 Templos, con funciones y
características especiales alrededor del mundo.
En México, contamos con 12 de estos Templos, distribuidos por el territorio nacional para
que la membresia pueda tener acceso a ellos, situados en las ciudades de Hermosillo,
Chihuahua, Cd. Juárez, Monterrey, Tampico, Guadalajara, Veracruz, Oaxaca, Villahermosa,
Tuxtla Gutiérrez y Mérida.
Ubicación: Av. 510 # 90, Col. San Juan de Aragón, México, D.F.
De los cuatro diseños, propuestos por Emil B. Fetzer, arquitecto de origen alemán, uno fue
inspirado por un libro sobre la Arquitectura en Mesoamérica, obsequiado por unos buenos
amigos miembros de la Iglesia, de éstas cuatro propuestas, al final, la más representativa
para México, es la del objeto de nuestro estudio.
Utilizando los elementos básicos de estas culturas, como lo son las formas geométricas
exactas, cuadrados, círculos, triángulos y dejando muy poco a las estructuras orgánicas y
altamente influenciado por el estilo Puuc, preponderante en la cultura Maya y representado
en la región que lleva el mismo nombre. Pareciera que el Templo no es más que una réplica
del edificio sur, en el Cuadrángulo de las Monjas, de la zona arqueológica de Uxmal, en
Yucatán.
Por su finalidad espiritual, y ser una representación de la casa del Señor en la tierra, su
diseño responde ampliamente a simbolismos tanto en su exterior, como en su interior. La
utilización de elementos inspirados en la arquitectura Mesoamericana, como son remates,
cenefas, capiteles, registros y elementos estructurales, dan la sensación de estar frente a un
edifico ceremonial prehispánico, remontándonos a aquella época en Uxmal, donde los
templos también era dedicados a sus dioses, en ellos ofrecían sacrificios, y sólo una parte
muy elevada de la congregación tenía acceso a ellos.
Otra característica extraída de la arquitectura Puuc, son los muros lisos verticales en la
parte inferior con frisos que decoran la parte superior, rematados por cornisas planas y
grecas. Así, como el uso de las columnas para separar los espacios y las puertas de acceso
así como las escalinatas. Estos frisos, compuestos por elementos estructurales, muy
específicos, representando los techos de las chozas de la cultura maya. Las grecas,
simulando las serpientes representadas por meandros geometrizados, que simbolizan la
fecundidad de la tierra, y particularmente a Kukulcán para los Mayas, y Quetzalcóatl para
los Aztecas. Según la doctrina mormona, Quetzalcóatl o Kulkulcán pudiera ser Jesucristo, y
el hecho cuando Él viene a las Américas y se manifiesta a los nefitas.
Otros elementos característicos son los remates, que presentan una composición de
estructuras geométricas, una serie de rectángulos superpuestos concéntricos, que hacen
referencia a la Eternidad, como si se reflejase un espejo frente a otro; y las cresterías con
símbolos en forma de elipses, representando a los ojos de Chaac, o Tlaloc, dios de la lluvia,
con su gran y característica nariz que evoca los rayos. El agua es un símbolo importante en
el cristianismo, representa la purificación y en la doctrina mormona, es fundamental, ya que
el bautismo se realiza por inmersión.
En la parte más alta del edificio, sostenido por una estructura piramidal, con los mismos
detalles prehispánicos que hemos mencionado, se encuentra la estatua de Moroni
sosteniendo las escrituras (uno de los cinco únicos con estas características en el mundo)
forrado en láminas de oro, orientado hacia el Este, como la mayoría de los templos antiguos
y de la actualidad, ya que desde allí, se cree que vendrá por segunda ocasión Jesucristo.
Capítulo III
Ya en el interior todo se vuelve aún más blanco, pacífico y suntuoso. Cuando los mormones
van al templo no visitan la casa de Dios; pretenden entrar en el cielo. Y por eso lo primero
que hacen es despojarse de las ropas, con las que viven su vida cotidiana, y cubrirse con
una túnica blanca.
El templo está distribuido en tres plantas y un sótano. En cada planta un corredor, que
discurre paralelo a las cuatro paredes exteriores del templo y sirve de distribuidor entre las
diferentes salas que a derecha e izquierda se van sucediendo. En el sótano, podemos
encontrar el Bautisterio: una enorme pila montada sobre el lomo de 12 bueyes, que
representan a las tribus de Israel.
En la primera planta se encuentra la Capilla del Templo, que es como una capilla de
cualquier centro de reunión. Aquí se pretende dar una sensación acogedora, pero no de
recogimiento místico, sino de compañerismo y hermanamiento. En este caso el ambiente se
logra gracias a la utilización de moqueta o alfombrado de colores cálidos y al uso intensivo
de el Roble rojo. Todos los paramentos, incluso el suelo enmoquetado, tienen algo de este
material. Los techos están forrados por paneles de este material. En ellos se ha logrado
camuflar las salidas de aire acondicionado gracias a unos agujeros practicados en todos los
paneles, lo que les hace parecer más uniformes, a la vez que proporcionan unas condiciones
acústicas óptimas. Las paredes combinan los paneles de cedro y caoba con los de roble
rojo, jugando con los diferentes tonos de las maderas, de tal manera que se logra un
agradable ambiente íntimo.
En el suelo volvemos a encontrar la eterna moqueta, pero esta vez de un tono cálido y
resistente, empotrada entre madera de roble rojo formando pasillos y escaleras. Los bancos
donde se sientan los fieles, los atriles y asientos de la tarima escalonada desde donde
preside el obispado y en general todo el mobiliario está fabricado de roble rojo, cedro o
caoba.
En la siguiente planta, cuenta con cuatro salas para ordenanzas y once salones más
pequeños para realizar sellamientos matrimoniales. En las primes, se recibe instrucción, y
están decoradas de la misma manera que los anteriores espacios. Por necesidades de la
instrucción cuentan con una perfecta acústica e iluminación.
Dos paredes encontradas de las salas de sellamientos, están forradas con espejos,
representando la superposición de planos y que dan la sensación de lo repetitivo, lo infinito,
la Eternidad, en la creencia que los fieles se casan por tiempo y eternidad.
Describir esta habitación es describir la esencia del resto del edificio. Se trata de una amplia
sala con grandes ventanas altas a través de las cuales la luz inunda el espacio y se refleja en
las paredes blancas cubiertas de estuco y adornadas con frisos llenos de relieves. En el
suelo una enorme alfombra de lana clara amortigua blandamente el ruido de los pasos.
Varios sillones y taburetes, tapizados en dorados y cremas, junto a las pequeñas lámparas,
le dan cierto aire de salón de recepciones de estilo Luis XV. En el centro y pareciera que
justo debajo del pináculo donde se encuentra Moroni, se encuentra una imponente lámpara
de cristal, resplandeciente, asemejando la luz que irradia la presencia de Dios. Es un
espacio para meditar y tener un acercamiento a Dios, donde todos los sentidos y emociones
se desbordan. La réplica, según la creencia, del interior de un palacio, en el Cielo.
Tengamos presente el hecho de que, bien se trate del don de un hombre o de una nación, lo
mejor, si se ofrece con toda la voluntad y con intención pura, siempre es precioso a la vista
de Dios, pese a lo pobre que parezca ser cuando se le compara con otras cosas.
Guia para el Estudio.
Ordenanzas. Son ritos y ceremonias sagradas que consisten en actos que tienen
significados espirituales y deben realizarse por la autoridad del Sacerdocio y confirmado
por el Espíritu Santo para ser válido. Las ordenanzas pueden referirse también a leyes y
juicios reveladas por Dios. El Mormonismo enseña que hay cinco ordenanzas necesarias
para La Exaltación
Cuadrángulo de las Monjas. Detrás de la Pirámide del Adivino, en Uxmal, hay un gran
patio situado sobre una gran plataforma cuadrada de 120m de lado. En cada lado se alzan
edificaciones que tienen un gran número de aposentos que se abren al patio. Este hecho
llevó, ya en las primeras visitas que realzaron los españoles a esta lugar, a que lo
compararan con un convento, de ahí adopta el nombre.
Chaac. Importante deidad del panteón maya, asociada al agua y sobre todo a la lluvia.
Representado con una larga trompa inclinada hacia arriba. Tenía gran importancia y el
pueblo lo invocaba para obtener buenas cosechas. Su equivalente centromexicano es
Tláloc, y Pitao Cocijo, para los zapotecas.
Serpientes. En occidente, las creencias cristianas y del islam la identifican con el demonio,
en este caso con Satanás de acuerdo a la Biblia y el Corán, donde relata su condena por
tentar a Adán y Eva. Incluso en los primeros capítulos y versículos del génesis, después de
cometer la tentación, relata como Dios, aparte de decirle que se arrastrará y andará sobre su
pecho, también habrá una enemistad entre ella y la mujer que le morderá su talón y la mujer
le quebrará la cabeza. Aunque en el cristianismo parece que hay ciertas contradicciones,
algunos teólogos según sobre la historía de Moisés, para liberar al pueblo hebreo según el
relato bíblico, Dios convirtió su bastón en una serpiente en medio de la zarza ardiente
cuando Moises entró en contacto. De acuerdo a esta historía, se interpreta que Dios a través
de Moises demostraba su furia contra el pueblo egipcio frente al Faraón. De acuerdo a esta
historía, algunos teólogos consideran que el bastón de Moises es una serpiente de aspecto
positivo o a la vez milagroso.
Los nefitas. Fueron un pueblo antiguo que vivió sobre el continente americano. Su nombre
procede de su profeta y líder Nefi, quien viajó con su familia desde Jerusalén
aproximadamente 600 años antes del nacimiento de Jesucristo. Nefi y sus descendientes
recibieron el mandamiento de Dios de llevar un registro.
Moroni. El ángel que según la creencia, dará el aviso con su trompeta sobre la segunda
venida de Jesucristo, que se relata en el libro de las Revelaciones (Apocalipsis).
Pila Bautismal. Es una instalación apartada para llevar a cabo bautismos, en esencia, es un
espacio grande, muy simple, bastante parecida a una tina, sólo sustancialmente más grande.
Ya que los mormones creen en el bautismo por inmersión, las pilas bautismales son lo
suficientemente grandes para poder sumergir completamente a una persona en el agua que
contienen. Una pila bautismal se halla bajo el nivel del suelo para simbolizar la el entierro y
nacimiento espirituales.
No hay nada sagrado acerca del agua en una pila bautismal; no es como el "agua bendita"
reconocida en algunas religiones. Se llena suficiente agua para que una persona pueda ser
sumergida completamente en el agua. Esto normalmente significa treinta o treinta y seis
pulgadas de agua, la que es suficiente para que una persona se recueste de espaldas y pueda
ser sumergida completamente. Después de que termina el servicio bautismal, el agua se
drena totalmente de la pila.
En áreas donde no hay una pila bautismal disponible, los mormones creen que los
conversos pueden ser bautizados en cualquier espacio con agua que sea lo suficientemente
grande para que puedan ser sumergidos. No es inusual en áreas rurales o menos
desarrolladas, que las personas sean bautizadas en pozas, lagos, arroyos, ríos, o en el mar.
Las pilas bautismales en los templos difieren de aquellos de los centros de reunión y se
emplean para la ordenanza del bautismo por los muertos. Estas estructuras siguen
instrucciones bíblicas para la construcción del templo y son enormes fuentes montadas
sobre los lomos de doce esculturas de bueyes.
Recursos de Información.
http://www.infomadera.net/uploads/articulos/archivo_3594_11781.pdf?PHPSESSID=8476f
d14aaf9e22ede3760d3b3924ba0 (Consulta: Julio 16 de 2009)
Intellectual Reserve, Inc. Leales a la Fe. Una referencia del Evangelio. Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Traducción al español autorizada en 07/2004.
Pp 27-31, 179,
Infante, Gonzalo. Mundo Maya. Editorial México Antiguo. Documental en DVD, México
1992