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Sintesis y conclusiones Para tratar de conocer la influencia directa de ciertos factores del entorno en el desarrollo de los movimientos y sobre todo, para acla- rar si es necesario, o si resulta deseable, «ensefiar» estos movimien. tos a los nifios con Ia finalidad de asegurar el proceso fisiolégico de este desarrollo, hemos observado en el Instituto metodolégico Loczy. desde el estadio de volverse de costado y hasta la marcha estable, el desarrollo motor de 722 nifios bien constituidos. Proporcionamos a los nifios unas buenas condiciones por lo que Se refiere a cuidados y educacién. Nos mostramos muy atentos a ves tirles con ropas adecuadas y, con un espacio suficiente, darles la po- sibilidad de moyerse.a_su_antojo, sin poner en peligro su propia se- guridad y la de sus compaficros. Tuvieron también en todo momento la posibilidad de realizar libremente las diferentes fases del mo. vimiento. Gracias a las buenas relaciones nifig-adulto, obtenidas por nues- tro trabajo, los nifios observados tenian un estado emocional satis- factorio y se mostraban activos durante su tiempo de vigiha. Sin em. bargo, €n ningtin momento influimos en su desarrollo motor con cual- quier ayuda directa o indirecta ni mediante prohibiciones, Los 722 nifios cuyo desarrollo motor se analizé estuvieron en Loczy entre 1946 y 1966. Los otros 5 nifios cuya observacién propor- cioné los datos sobre la evolucién de la motilidad, se hallaron en Loczy entre 1966 y 1969. Las dos investigaciones se hallan basadas en observaciones efectuadas, no en condiciones experimentales, sino durante las actividades cotidianas de los nifios que se hallaban en su ambiente habitual. Estas dos investigaciones asi como la observacién diaria de la vida m7 SINTESIS¥ CONCLUSIONES. de los nifios de Loczy por un lado, las comparaciones con los datos de la literatura especializada asf como las de la vida diaria de los ni- fos en otras instituciones (0 en otros ambientes al margen de las ins- tituciones) por otro lado, nos permiten extraer las siguientes con- clusiones: 1. Cuando las relaciones del nifio con el adulto son satisfactorias y se hallan aseguradas todas las condiciones para que el ejercicio libre de los movimientos responda a la iniciativa propia del nifio, el desarro- lio de los movimientos, desde «volverse tumbado hacia abajo» hasta la marcha estable, aparece regularmente, en general sin retraso nota ble, en ausencia de toda intervencidn directa, modificadora, «docen- te»'o prohibitiva del adulto. 2. Los «otros» diversos movimientos, transitorios, caracteristicos de la primera edad, asi como la posibilidad de ejercerios en libertad paralelamente a la maduraciGn del sistema nervioso, poscen una im portancia fundamental en el desarrollo motor. Preparan al organismo Para movimientos més evolucionados, de acuerdo con el nivel actual, cl ritmo individual, segan las disposiciones propias de cada nifio. Es. {as «otras» formas de movimientos son las siguientes: volverse de la po- sici6n dorsal a la de costado y volver a la dorsal hacia arriba; volverse de la posicién dorsal a la ventral y volver a la dorsal; jugar tumbado sobre el vientre; vueltas alternadas; rodar, reptar; gatear; todos os gra. dos intermedios para sentarse; arrodillarse con el tronco erguido: po- nerse de pic y descender de cada una de estas posiciones, 3. La aparicion de los «otros» movimientos es regular en condi- ciones convenientes pero puede ser inhibida. Su aparicidn en el nifio bien constituido, en buenas relaciones con el adulto, se halla en fun. cidn del comportamiento de este iltimo: jle permite 0 no le permite 1 ejercicio libre de estos movimientos? ;Le asegura las condiciones materiales necesarias (espacio, ropa, juguetes, etc.)? Cuando de vez fen cuando el adulto tumba al nifio hacia abajo, le sienta, le pone de Pie, le hace andar, no impide totalmente la apaticion y el ejetcicio de estos «otros» movimientos; simplemente los hace temporalmente im posibles, es decir durante el tiempo en que es mantenido en unas po- Siciones o dedicado a unos movimientos que atin no puede realizar sin la ayuda exterior. En el curso del desarrollo motor del tipo «Loczy» que hemos estudiado, estos «otros» movimientos aparecen regularmen. te, forman parte integrante de este desarrollo y constituyen su trama 4. En el curso del desarrollo del tipo «Loczy», los bebés y los ni- fios pequefios se muestran especialmente activos, siempre en movi- miento, pasan su tiempo de vigilia en diversas posiciones y las cam- bian frecuentemente; en el curso de su desarrollo se desplazan tam. bign cada vez mas a menudo y durante mas tiempo (reptan, gatean, te.). 5. A lo largo de este desarrollo los nifios tienen la posibilidad de realizar a su antojo estos movimientos transitorios durante todo su MOVERSE EN LIERTAD ns. tiempo de vigilia. No conocen los movimientos ni las posiciones cuya ejecucién auténoma ain no se halla a su alcance. Llegan por si mi. ‘mos, por su propia iniciativa, a cada una de las nuevas etapas, Esto erea por una parte unas condiciones favorables a la adguisicicn, con una coordinacion correcta, de movimientos cada vez mas evoluciona- dos y permite por otra una progresién de las actividades autnomas El hecho de que el nivel de motilidad sca estable en el curso de {a adquisicién de los movimientos basicos, as{ como el de que los ni- fos adquieran por si solos, gracias a sus propias actividades, las me. vas fases del desarrollo motor y de que entablen por si mismos cone. cimiento de su entorno, influyen favorablemente en su deseo de mo. verse y erean la condicin bésica para la evolucién ventajosa de su ex. tado emocional, de su desarrollo intelectual y, en general, de su des. arrollo psiquico 6. El desarrollo motor del tipo «Loczy» influye favorablemente en las relaciones entre el nifio y el adulto; sobre todo en una institu. cién pero también en el caso de madres muy ocupadas. Gracias a la ‘mayor autonomia de los niios, los adultos se ven menos agobiados ello facilita el establecimiento’ de relaciones serenas y equilibradas _ Comparando los rasgos tipicos del desarrollo motor habitual, (con- dicionados por la intervencién directa y modificadora del adulto), con {os de la motricidad observada en el Instituto metodologico Loczy (rea. lizdndose sin intervencion directa y modificadora del adulto, en un en. forno material adecuado), es este tiltimo desarrollo el que se puede con. siderar como fisiolégico. Epilogo En esta obra hemos estudiado la influencia de ciertos factores de! entorno en el desarrollo motor. He comparado el proceso de este des- arrollo, dimanado del sistema habitual de la educacién en donde el adulto interviene con la ayuda, con la «ensefianza», pero también me- diante limitaciones y prohibiciones, con el que se desarrolla sin inter- vencién del adulto y en un entorno adecuado, Con esta investigacisn he querido contribuir a aclarar lo que es, en nuestra actitud educati- va, efectivamente deseable, necesario o util al nifio desde el punto de vista de su desarrollo motor. Pero atin resta profundizar y precisar numerosos problemas refe- ridos al tema de la presente investigacion (el desarrollo autnomo de los movimientos de la primera edad). Asi, no se ha precisado el papel de Ja imitacién en el curso de este desarrollo (sin intervencién directa del adulto). El nino ve a los adultos de su entorno activandose y realizando movimientos diversos Pasa también su tiempo de vigilia entre compafieros que se hallan en diferentes niveles de su desarrollo motor. (Sin embargo, el proceso andlogo del desarrollo motor apreciado en los primeros nifios criados en familia, sin compaferos de su edad, tenderia a probar que este ul- timo factor no es preponderante) No hemos abordado tampoco el problema especialmente intere- sante de la influencia del contenido de lo que espera el adulto en re- lacién con el proceso del desarrollo, es decir el hecho de que sean pre~ cisamente las realizaciones por experimentaciones auténomas, en las diferentes etapas del desarrollo, las esperadas, facilitadas y acogidas con alegria. Queda plantearse la pregunta: ademas de asegurar el adulto el entorno material adecuado ,cémo se manifiesta lo que éste MOVERSE EN LIBERTAD bo, espera y qué es lo que percibe de ello el nifio pequeio? Hay dos es- tudios que me han llamado la atencién sobre la importancia de tales problemas"; sus autores ponen de relieve la influencia que en el com. Portamiento del nifio ejerce lo que el adulto espera de él A |i hur de estas investizaciones seria preciso presiar més atencisn a ta eleeion dd exterios y de normas de desarrolio con destino alas madres. Seria juicioso dferey ‘ar muy claramente 0 elaborar, en dos escalasdistintas, los dos campus ue Tepresen tan de un lado lava activa y cotidiana del nifio' de otro el terreno medion concctinn Por una parte lo que querriamos que la madre espere del nfo. lo que le nds es ee ciciosy las actividades cotidianas que resultan adecuadas para si desaroli'y de ote Parte to que espera el médieo, el exxminador (0 lo que provoca) para poet caablocee lin dagndstico diferencia, No hemos estudiado tampoco cémo aparecen en nuestras condi- Ciones particulares los reflejos descritos con relacién al proceso de desarrollo «usual». Como ya seiialé més arriba, no lo hemos hecho, entre otras razones, para no exponer periddicamente a los nifios si. tuaciones experimentales que requieren exémenes. Proyectamos sin embargo, realizar préximamente investigaciones en este sentido, especialmente durante una serie de eximenes de Ge- sell. Creemos hallarnos actualmente en posesién de suficiente mate- rial de control acerca del desarrollo motor de la primera edad sin in. tervencién directa del adulto. Por consiguiente, si en el curso de las investigaciones relativas a los reflejos, damos a conocer a los nifios estas posiciones o estos movimientos ain desconocidos para ellos, que ain no pueden alcanzar o realizar por si mismos (volviéndoles tum- bados hacia abajo, poniéndoles sentados o de pie) estaremos en dis- posici6n de comprobar si tales examenes modifican, y en caso afir- mativo en qué medida, el proceso de su desarrollo motor. Deseamos proseguir nuestras investigaciones relativas al desarro- lo motor también en otras direcciones. Continuaremos, evidentemen. te, los trabajos referentes a la evolucién de la actividad motriz para Poder completar nuestros datos, obtenidos hasta el momento, con te- Sultados de las observaciones sobre un mayor mimero de nifios. Pen. samos medir la agilidad, la movilidad durante el mantenimiento de una misma postura, asi como el estudio de las influencias reciprocas de las alternancias y de las apariciones simulténeas de movimientos globales y manipulativos. Vamos a estudiar formas de movimiento: su evolucion y su variacién cualitativa, a partir del «tumbado hac bt emoco arriba» y hasta «tumbarse de costado hacia abajo»; los progresos de las diferentes modalidades de sentarse y de ponerse de pie: la evolu ci6n de las particularidades cualitativas de la marcha, de los primeros Pasos hasta la marcha estable; asi como el proceso de evolucion de otros movimientos, como trepar por escalones, subir escaleras, correr ¥ saltar. Mediante estos examenes deseamos obtener unos datos que Puedan compararse con los contenidos en descripciones hechas en un ambiente de laboratorio, segiin la observacién de nifios cuyo desarro- lo motor haya evolucionado segiin el proceso «habitual» En estos tiltimos tiempos observamos el desarrollo motor de un grupo de nifios colocados en deciibito ventral desde su nacimiento y educados por lo demés en las condiciones determinadas de nuestro Instituto. Entre los factores del entorno deseariamos aclarar sobre todo el problema de la necesidad de espacio Proyectamos realizar otros exémenes catamnésicos (ulteriores) concernientes al sostenimiento del cuerpo, la resistencia y la agilidad de los nifios. En primer lugar queremos obtener indicadores sobre el comportamiento motor ulterior de aquellos nitios cuyo desarrollo mo- tor en el Instituto fue especialmente lento. Efectivamente, es un he- cho bien conocido que Ios nirios que se desarrollan lentamente (los que son objeto de mis solicitaciones que los demas) se hallan some: tidos mas tarde a un cierto desequilibrio postural, a ciertas dificulta- des de adaptacién motriz. Querriamos saber si hay fendmenos pare- cidos observables en los nifios de desarrollo lento educados en Loczy. Finalmente, deseariamos intentar —cuando las condiciones ma. teriales nos lo permitan— una descripcién objetiva de la calidad del movimiento, basada en examenes de la tonicidad, asi como en reco- nocimientos biolégicos acerca del funcionamiento muscular. Pensa- mos también filmar los movimientos observados? srg Met sa Le ni imi ede aprecare su manera de movers Ene esas puleoree canes intents (960 dndependniey complete 08, Mais eA Be ttn y Sun moviestos ens ference cade st “Hasta ahora y en el Instituto lo se han filmado peliculas de divulgacif fe

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