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TIPS BÁSICOS DE AJEDREZ

Si bien el ajedrez es un juego de estrategia de mucha profundidad, muchos ajedrecistas,


en especial muchos grandes ajedrecistas de la historia han aprendido desde la infancia,
así tenemos a José Capablanca que aprendió a los 4 años de edad.
Por la naturaleza de un niño, la enseñanza del ajedrez para infantes es un tema
particular y distinto a otros en el ajedrez. Un niño es capaz de aprender el movimiento de
las piezas y posteriormente ir comprendiendo temas tácticos y superiores paulatinamente.
A partir de los 4 años de edad, muchos ajedrecistas han aprendido a jugar. Por las
cualidades de ejercicio y desarollo mental que el ajedrez desarrolla, muchas escuelas
alrededor del mundo ofrece a los niños cursos de ajedrez.
Recomendaciones de pedagogos profesionales señalan que la mejor forma de
motivar a un niño es jugando en su entorno y sin presionarlo explicarle siempre que lo
desee, ya que los niños son curiosos por naturaleza y poseen grandes deseos de
aprender. La imaginación infantil es un elemento que viene a apoyar significativamente el
aprendizaje del juego, muchas veces es más difícil interesar a un adulto que a un niño en
el juego. A los niños hay que explicarles el juego primeramente conforme a lo que
realmente representa: "Dos reinos que luchan entre sí para defenderse de la amenaza
monstruosa del contrario y que quieren capturar al jefe del bando, el rey; todas las piezas
de cada uno (de los bandos) son amigos y se apoyan entre si, a veces para defender al
rey, a veces para tratar de atacar al rey del otro o para atrapar las piezas del otro para
que no nos lastimen. Para ganar hay que encerrar al rey del otro".
Los niños aprenden mejor con un juego que tenga solo colores blanco y negro, tanto
de sus piezas como del tablero, así se evitan confusiones o explicaciones que distraigan
al pequeño. La posición inicial de las piezas se explica haciendo una analogía a un
castillo: "las torres en las esquinas, los caballitos amarrados a las torres, el alfil después
de cada uno (yendo de los extremos al centro) y la dama en su color y al final el rey que
va junto a su novia; los peones que son los soldaditos van al frente para cuidar a todos en
el castillo".
Respecto al movimiento de las piezas es necesario apoyarse en la imaginación del
niño: "Si un peón nuestro llega hasta el final de su camino entonces podrá rescatar a una
de las piezas atrapadas". "El caballo salta", "el peón como es chiquito camina solo un
pasito, siempre derechito por que es un soldado, cuando empieza de su casita puede
moverse dos pasos por que esta descansado", "el peón come con la boca torcida, para un
lado o para otro, pero no la puede poner derecha". "El rey como es gordo solo da un
paso". "La torre, el alfil y la dama son deportistas, y por eso corren mucho, hasta donde
quieran para ayudar a sus amigos o atrapar al rey malo".
A un niño que no conoce los conceptos de cuadrado, fila, renglón ni conoce las letras
(ej. la ele "L"), el movimiento de las piezas es enseñado gradualmente, así para las piezas
de largo alcance (las que corren): torre, alfil y dama, el aprendizaje mejor es en el orden
indicado y poco a poco. Un buen método para el aprendizaje del movimiento del caballo a
niños que no saben que es una ele (L) o que no saben que es columna ni renglón es
explicarlo mediante "el caballo salta así: un paso como torre y un pasito como alfil",
explicando que debe alejarse en caso que por intuición simple no lo haga así, que es lo
natural en un pequeño.
Una primera "jugada" que pueden aprender los pequeños es la del enroque partiendo
desde la posición inicial. Se les puede explicar que debe "abrir la puerta" para que pueda
salir el alfil, seguido del movimiento de este, mover su caballo y la dama para el caso del
enroque largo, y una vez libre, cuando el rey y la torre (en cuestión) se puedan decir
"hola" entonces hacer el enroque: "el rey camina dos pasitos para saludar a su torre, y la
torre brinca sobre el rey".
A continuación, gracias a la web laplaza.org.ar de Jorge Laplaza, podemos consultar
las 50 reglas de oro del ajedrez infantil:
Estas 50 reglas son consejos que te servirán no sólo durante el aprendizaje escolar
del ajedrez; sino para toda la vida. Los junté de tantas experiencias con chicos
inteligentes durante años. Los que se la aprenden bien las sacan a relucir en todas sus
partidas para sacar de cada una el mayor provecho posible. Recuérdalas lo más que
puedas.
Del reglamento:
1. Si toco una pieza tengo que moverla. (se dice "pieza tocada, pieza movida")
2. Al poner el tablero, el rincón derecho debe ser blanco.
3. La dama blanca empieza en casilla blanca y la negra, en color negro.
4. El peón puede coronar dama, torre, caballo o alfil.
5. La única pieza que no puede volver atrás es el peón.
6. El caballo es el único que salta.
7. El peón puede comer al paso, pero si no lo hace en ese momento, después ya no se
puede.
8. No se puede hacer el enroque si moví la torre o el rey.
9. No se puede hacer el enroque si el rey está en jaque.
10. No se puede hacer el enroque si el rey, al ir a la casilla que le corresponde, pasa por
jaque.
11. Si pasan 50 jugadas seguidas de cada jugador y no hay movidas de peones o
capturas, es tablas.
12. Es tablas si se repite 3 veces la misma posición.
13. Es tablas si se demuestra que uno va a dar jaque perpetuo (todas las jugadas).

Para jugar torneos:

14. Para jugar un torneo debo estar descansado, concentrado desde algún tiempo antes,
no haber comido demasiado ni muy poco y, si estudio jugadas, no repasarlas a último
momento pues se me confundirán. Además me siento discretamente alegre, para
nada nervioso y muy confiado en mí mismo.
15. Estudio y practico las aperturas más conocidas: con blancas la Ruy López o la
Italiana, con negras la Siciliana, la Francesa o el Peón Rey.
16. Trato de jugar con rivales más fuertes para aprender.
17. No me desespero por ganar y menos por perder.
18. Es preferible estudiar y aprender antes que sólo jugar.
19. Trato de estar muy atento toda la partida.
20. Pienso que mi rival hará siempre la peor jugada para mí.

Al principio:

21. Tengo que poner 2 peones en el centro.


22. Saco los caballos antes que los alfiles.
23. Hago el enroque lo más rápido posible.
24. No saco la dama demasiado temprano.
25. Muevo una vez cada pieza.
Después de la apertura:

26. Avanzo un peón del centro bien protegido, para atacar.


27. No muevo los peones que rodean a mi rey enrocado.
28. Cambio un peón por otro para despejar una columna.
29. Pongo una torre en la columna abierta.
30. Muevo la dama detrás de las demás piezas.
31. Todas las piezas se dirigen hacia el centro.
32. Busco amenazar piezas contrarias de mayor valor que las mías.
33. Observo bien la posición para encontrar piezas rivales sin defender.
34. Trato de atacar con una mía a dos contrarias.
35. Hago clavadas inmovilizando a piezas contrarias.
36. Cuido de tener los peones que se puedan llegar a defender entre sí.

En el final:

37. Cambio piezas si tengo claras ventajas (por ejemplo, una pieza de más).
38. No cambio las damas si estoy perdiendo.
39. No es necesario comerle todo al otro. Podría ahogarlo.
40. Lo importante es dar mate al rival.
41. Con la torre y mi rey doy mate al rey contrario cuando lo arrincono contra el borde del
tablero, enfrentando a mi rey con el otro.
42. Con la dama sóla contra el rey contrario, para arrinconarlo voy poniendo la dama a
salto de caballo hasta que le dejo sólo dos casillas en el rincón. Luego traigo el rey.
43. Siempre busco coronar una dama, mirando los peones pasados (que no tienen uno
contrario delante ni a los costados).
44. Rey y caballo o rey y alfil no ganan contra rey sólo.
45. En los finales de peones los reyes son los principales atacantes. Tienen que ir rápido
al centro.
46. Los finales de peones son los más sencillos para ganar si tengo ventajas.
47. Los finales con torres son los más difíciles de ganar.
48. Tres peones le ganan a un alfil si están unidos. Y dos le pueden ganar a una torre si
llegan a la 6ª fila juntos.

Para todas las situaciones:

49. Trato de que el ajedrez me enseñe formas de pensar y de mejorar intelectualmente.


Por eso participo de las actividades áun si no me gusta jugar o competir.
50. El mejor juez que me puede decir si estoy progresando soy yo mismo y por eso, con
las partidas aprendo a autoevaluarme.

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