Columna
Esto es como
comprar
Endesa a $
Por Gonzalo Costa Romero
Asesor Inversiones Internacionales
E l dinero se va donde lo tratan bien y eso,
claramente, no ocurre en países que tienen
las tasas más cercanas a cero. Los capitales
simplemente se mueven para encontrar más
rentabilidad con la menor relación de riesgo
asociada. Así es como se dibuja un escenario
que no favorece a EE.UU, en su intención de
activar la economía.
Nunca las naciones deudoras son las que en el
mediano plazo terminan atrayendo capitales.
Si ustedes andan con dinero en la mano, ¿a
quién se lo prestarían?, ¿a alguien que está
ahogado en deudas o a quien tiene suficiente
respaldo y activos para responder?
Con sus acciones de estímulo de corto plazo a
la actividad económica, EE.UU. ha tendido sólo
a debilitar su moneda en forma inconsciente,
a fin de no caer en un shock de iliquidez aún
peor, como el que observamos a fines del año
pasado. De esa manera, efectivamente está
evitando una Gran Depresión, pero la salida
a la que está apuntando es a una mejora,
pero lenta, demasiado lenta. Y aquí es donde
impulsar las expectativas positivas es un
arma de doble filo. Decepcionar los favorables
ánimos en el camino, puede provocar un
golpe doblemente fuerte.
Zonas geográficas que parecen muy buenos
refugios hay varias, de hecho, ingresar
selectivamente a mercados como China,
Taiwán, Sri Lanka, Singapur y Brasil, a muchos
les ha reportado excelentes dividendos.
Pero hay más. Casi a diario nos encontramos
con noticias locales en esos territorios,
que delatan sus intenciones de fortalecer
sus posiciones estructurales para recibir
capitales y darles un tratamiento apetecible
con el objeto de rentabilizar las inversiones
que lleguen.
Un ejemplo es Taiwán, pequeña isla al
suroeste de la costa china. Actualmente es
considerado como uno de los territorios más
baratos del mundo, con una relación precio/
utilidad cerca de 12, que entrega rentabilidades
en dividendo del 6%. Lo que, incluso, es barato
en términos relativos con respecto a sus
estándares históricos. Durante un tiempo,
este estado independiente se ha mantenido
un tanto estancado debido a las tensiones con
China, lo que ha generado que su Gobierno
maneje todos los flujos que entran y salen.
Este tipo de políticas crea barreras de defensa
al capital que gira a su alrededor y evita que
la nación asiática tome el control económico
de la isla, consecuencia de la gigantesca
diferencia existente entre ambas economías,
en cuanto a dimensiones.
Desde 1949, Taiwán se separó de China
por medio de una guerra civil, pero sus
relaciones aún se mantienen en conflicto.
La nación continental, de vez en cuando
manifiesta sus reclamos por este territorio,
sin embargo, desde el año pasado las cosas
están cambiando. El presidente taiwanés
recién electo, Ma Ying-jeou, se está moviendo
muy agresivamente para establecer lazos, un
comportamiento que no veíamos desde hace
60 años.
Sólo por esto, pueden prepararse para
observar una explosión de capital que ingresará
a este mercado por parte de su vecino.
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Hasta hace poco, las empresas en la isla
estaban restringidas para pedir prestado en
otra moneda que no fuera la propia, ya que
la autoridad les prohibía exponer sus activos
como colaterales a préstamos overseas.
Por lo mismo, cuando las compañías tenían
operaciones afuera, debían hacer lo imposible
para no retornar los dineros a Taiwán, puesto
que de ahí nunca más salían. Como pueden
ver, esta realidad, que ataca a la expansión
de las entidades locales, ahora está siendo
modificada y de manera acelerada. Atentos a
esta gran oportunidad.
Este nuevo mandatario pro China, ya firmó
acuerdos que han logrado desarmar la
mitad de los misiles que el país continental
direccionaba a la isla; mayores vuelos abiertos
que han permitido que el turismo influya en
el crecimiento total del Producto Geográfico
Bruto (PGB) en 0.6%. En definitiva, los pasos
concretos hacia una libertad de transferencia
de capital entre estos dos territorios, puede
inundar a Taiwán de monstruosos flujos de
dinero por parte de inversionistas chinos, que
antes no podían ingresar.
Éstos últimos tienen US$2.500 millones
en ahorros que no pueden invertir fuera
de China, pero si esas barreras terminan
cayendo, tal como vimos hace poco, el
mercado taiwanés –estructuralmente- podría
volar. De las 10 mayores empresas de dicha
región, selectivamente algunas presentan
una situación de cash envidiable. Es como
comprar Endesa cuando se privatizó, antes de
que llegaran los flujos de dinero y cuando cada
acción valía $15.