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creacionistas
Creen que Noé trasladó a los dinosaurios en su Arca. Que las razas del
mundo son resultado de la Torre de Babel. Que el planeta Tierra tiene sólo
6.010 años de edad. Estas son algunas de las tesis que se expondrán en el
Museo de la Creación de Cincinnati, Estados Unidos, en 2007. El pujante
movimiento creacionista, que niega las tesis de selección natural
formuladas por Darwin y que está enfrentado al Vaticano, interpreta la
Biblia de modo literal. La polémica ha llegado hasta la Educación.
Carolyn Manto y Stephanie Fazekas creen que Dios creó el mundo en seis
días, que Noé salvó en su arca a los animales —incluyendo a los
dinosaurios, que no se extinguieron hasta hace unos pocos siglos, si es que
todavía no quedan algunos en regiones tropicales— y que las razas
humanas son una consecuencia directa de la confusión creada tras la Torre
de Babel. Es lo mismo que creen otros 125 millones de estadounidenses, el
42% de la población, según una encuesta hecha en agosto pasado por el
Centro de Estudios Pew, la organización de análisis de la opinión pública
más prestigiosa de ese país. La tesis de Charles Darwin de que las especies
han evolucionado de forma aleatoria sólo es aceptada por el 26% del censo:
apenas 67 millones de personas.
Dos pisos más arriba del taller en el que Manto y Mazekas tratan de
reconstruir el Génesis, está el despacho de Ken Ham, el fundador y
máximo responsable del proyecto. "La gente está empezando a tener acceso
a más y más información. Eso les lleva a cuestionar la Evolución. La
información es clave. Y queremos que el museo disemine esa información
crítica", dice Ham frente a su ordenada mesa de trabajo. Al otro lado de los
grandes ventanales, el jardín de hectárea y media que rodea la sala, y en el
que están empezando a construirse una serie de cascadas, tiembla bajo el
frío del Medio Oeste estadounidense.
Cuatro años después, los hechos revelan que esas palabras eran proféticas
(aunque no consta que Fogel sea creacionista). Y la Teoría de la Evolución,
más incluso que el aborto o el matrimonio homosexual, se ha convertido en
lo que en EEUU se llama "las guerras de la cultura". La clave reside en si
Dios debe entrar o no en las clases de las disciplinas científicas. Los
defensores de que así sea pretenden que los profesores expliquen, además
de la Evolución, la teoría del Diseño Inteligente, según la cual ciertos
elementos del Universo y de los seres vivos se comprenden, mejor que con
la selección natural, con una causa creadora inteligente. Es decir: por Dios
(aunque no falta quien dice que por los extraterrestres o por viajeros en el
tiempo).
La idea es muy popular. El vicepresidente Dick Cheney ha dado
conferencias en el Discovery Institute, la organización más fuerte de apoyo
al Diseño Inteligente. George W. Bush y su principal enemigo político, el
senador John McCain, al que muchos ven como un republicano moderado,
defienden que el Diseño Inteligente sea impartido en igualdad de
condiciones que el Darwinismo. En 2001, el senador Rick Santorum —el
número 3 de la jerarquía republicana del Senado— introdujo una propuesta
no de ley para que así fuera y la coló en la Ley del Presupuesto de
Educación: 91 senadores votaron favor de la Ley —con enmienda incluida
— y ocho en contra. Era previsible. Por un lado, la propuesta no iba a
convertirse en ley, por lo que sólo tenía un significado simbólico. Por otro,
revelaba que los legisladores son conscientes de que mostrar un apoyo
ciego al Darwinismo es un suicidio político. Según una encuesta de la
empresa de estudios demoscópicos Zogby, el 71% de los estadounidenses
"quiere que los profesores de Biología enseñen en clase la Teoría de la
Evolución de Darwin, pero también los argumentos científicos en su
contra".
En www.answeringenesis.com y www.discovery.org
1 Dinosaurios
Según los creacionistas, no se extinguieron hasta fechas recientes y es
posible que haya algunos vivos. Los primeros seres humanos jugaban con
los dinosaurios herbívoros. La Tierra no supo lo que fue la muerte de un ser
vivo a manos de otro hasta después del Pecado Original, cuando Yavé
ordenó a Adán que sacrificara un cordero.
2 La familia
3 Mamuts
4 La vegetación
Es difícil saber cómo era, pero los creacionistas asumen que en el principio,
el Jardín del Edén era como una selva tropical.
EL DÍA EN QUE DARWIN SE DECIDIÓ A
CONTARLO
Mantuvo en secreto su Teoría de la Evolución durante
20 años porque sabía las consecuencias que iba a tener.
Por Pablo Jáuregui
Pero precisamente por haber tenido que padecer disputas tan dolorosas en
su propia casa, y quizás en sus diálogos consigo mismo, Darwin temía las
reacciones de hostilidad que podrían provocar sus ideas sobre la evolución
de las especies y, sobre todo, la implicación más humillante para el ser
humano: el hecho de que nuestra especie no había sido creada a imagen y
semejanza de Dios, sino que había “descendido” del mono. El padre de la
evolución quiso asegurarse, por lo tanto, de que sus argumentos estaban
muy bien fundamentados sobre los cimientos de la evidencia recogida en
sus trabajos de campo, y por eso tardó más de 20 años en “confesar su
crimen”.