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- Creo que hay que señalar dos sobre todo: una es la Teoría de las Ideas, la otra es la idea
de que aprender es recordar, de que aprender algo es recuperar reservas de
conocimiento que tuvimos en nuestra mente antes de nacer.
- Ha dicho algo que es de suma importancia para cualquier pensamiento serio. Todos
tendemos a dar por sentado que mediante la discusión se puede alcanzar la verdad, sin
embargo no hay nada especial en ella que indique que tenga que ser así necesariamente.
La discusión más importante nos puede demostrar que nuestras conclusiones están o no
conformes con nuestras premisas. Sin embargo, incluso si lo están, ello no implica que
sean efectivamente ciertas.
- Supongo que estamos muy apegados a la idea de que mediante la discusión podemos
alcanzar la verdad, a pesar de que si reflexionamos sobre ella, es bastante difícil de
justificar. Sócrates no trata de justificarla. Se limita a hacer preguntas, reunir las
respuestas para descubrir la contradicción y asegura haber rebatido la definición. Pero
si uno se propone dar una teoría de lo que está haciendo, tendría que inventar algo
como la idea que acabamos de señalar, que todos tenemos dentro de nosotros los
medios para hacer que lo cierto venza a lo falso. Y eso es exactamente lo que hace
Platón en Menón. Presenta, por decirlo de alguna manera, una teoría de la discusión
socrática o filosófica según la cual todos tenemos en nuestras mentes el conocimiento
de las respuestas a las preguntas «¿Qué es el valor?», «¿Qué es la justicia?» y las
demás. Ese conocimiento, que está en nuestro interior, aunque no podamos acceder a
él fácilmente, es lo que nos permite eliminar las respuestas falsas y demostrar que son
incorrectas. Ese conocimiento es lo que va surgiendo en el transcurso de la discusión,
en donde, como hemos visto, se utiliza una de las cosas que dice Laques para
demostrar que otra de las cosas que dice Laques debe ser falsa.
- Por anteriores conversaciones con usted sé que, en su opinión, la teoría que acaba
de exponer prepara el terreno para la otra de las dos teorías más importantes de Platón
dentro del periodo medio, la Teoría de las Ideas. Esta es con mucho la más importante de
las teorías de Platón; de hecho es lo que se ha llegado a entender por «platonismo».
¿Puede explicarla?
- La teoría de que hay otro mundo aparte de éste, un mundo ideal en el que existe todo
lo que da valor y significado a nuestro mundo actual, ha tenido una gran influencia en
toda nuestra cultura, ¿no es así?
- Eso es cierto, sí. Pero creo que habría que andarse con cuidado a la hora de
emplear frases como «el mundo de las Ideas» u «otro mundo». Platón las utiliza, pero
el contraste al que se refiere no es, como podría imaginarse, un contraste entre un
conjunto de cosas particulares y otro conjunto totalmente igual a él sólo que más
perfecto, más abstracto y localizado en otro lugar, en algún cielo del más allá. El
contraste al que se refiere es el contraste entre lo particular y lo general. Las preguntas,
«Qué es la justicia?», «¿Qué es la belleza?», etc., son preguntas generales, preguntas
acerca de la justicia y la belleza en general. No son preguntas acerca de lo que está aquí
ahora... Es el contraste que debemos comprender.
Hay un párrafo en el Fedón en el que Sócrates sostiene que hacer filosofía es practicar
para la muerte. En realidad es practicar el hecho de estar muerto [Risas]. ¿Por qué?
Porque estar muerto supone que el alma se separa del cuerpo, precisamente porque no
se piensa en el lugar ni el momento en el que el cuerpo está aquí y ahora. Porque si se
pregunta «¿Qué es la justicia?», refiriéndose a la justicia en cualquier parte, en
cualquier momento, la justicia en sí misma, no se está preguntando «¿Quién me ha
hecho algún mal ayer u hoy?» Si se pregunta «¿Qué es la belleza?», no se está
preguntando «¿Quién es la persona más hermosa de esta habitación?». Y si no se está
pensando en el aquí ni en el ahora, entonces, en el sentido que le interesa a Platón, no
se está ni aquí ni ahora. Se está donde está la mente, no porque se esté en un lugar con-
creto mejor, sino porque de ninguna manera estamos en ese sentido en el espacio.
Estamos inmersos en generalidades. De modo que se puede emplear la expresión
«mundo de las Ideas», siempre que se comprenda que su significado es el reino de las
generalidades invariables.
- Las obras del periodo medio a las que nos estamos refiriendo ahora, Menón, Fedón, La
República, El Banquete y Fedro, las escribió Platón en plena madurez, así que creo que
es un buen momento para hacer una pausa y considerar su valor literario y otras
cualidades estéticas. ¿Por qué se consideran obras maestras del arte literario?
- Son muy dinámicas. Otros filósofos han intentado escribir diálogos, tanto en la
antigüedad como en épocas modernas (Jenofonte, Cicerón, San Agustín, Berkeley,
Hume). Pero el único de todos ellos que se acerca a Platón es Hume. Y creo que es
porque para Hume, como para Platón, el proceso del pensamiento filosófico cuenta al
menos tanto como las respuestas. En el caso de Jenofonte o Berkeley queda demasiado
claro que se está leyendo la obra de alguien a quien le importan sólo las respuestas, no el
camino que conduce hacia ellas. En el caso de Platón, hemos de añadir su gran
maestría y dominio del lenguaje, desde sus descripciones fluidas e imaginativas
hasta el análisis austero, así como sus chistes y salidas ingeniosas. Señalemos además
que tiene una gran capacidad para hacer que los pensamientos más complejos
resulten claros como el agua. Y podría seguir añadiendo cualidades. En definitiva,
sólo se puede decir que es un genio del arte así como de la filosofía.
- Sí.
- Creo que La República más que en ninguna otra obra donde Platón demuestra su
creencia de que toda pregunta se relaciona con todas las demás; la investigación no
debe detenerse jamás, porque cada «conclusión» conduce al siguiente problema. De
este modo comienza con una pregunta directa, «¿Qué es la justicia», una pregunta
típicamente socrática. Eso le conduce a la pregunta «¿Beneficia la justicia a su
poseedor? El tema fundamental de La República es demostrar que, en efecto, la justicia
es un beneficio para su poseedor; es lo que más necesitamos para ser felices, mientras
que el hombre injusto es la más miserable de todas las criaturas.
Pero para demostrar todo esto se da cuenta de que tiene que exponer una teoría sobre la
naturaleza humana. Divide el alma en tres partes: aquí es donde se aparta de la tesis de
Sócrates de que la virtud es conocimiento. La virtud pasa a abarcar más que el
conocimiento, a pesar de que el conocimiento sigue siendo su factor principal. Y la
idea de que el conocimiento sea algo que pueda y deba controlar los factores no
racionales del alma, también hace posible la idea de una sociedad ideal en la que
gobierne el conocimiento. De este modo obtenemos una teoría política que describe
un modo de vida mejor dentro de la sociedad. Al mismo tiempo, el énfasis que se pone
en la idea de que sea el conocimiento el que gobierne, plantea la pregunta: «¿Qué
conocimiento debe gobernar?; ¿qué es el conocimiento en cualquier caso, y por qué es
mejor que la opinión?» De modo que se nos da una teoría del conocimiento, y la teoría
del conocimiento a su vez se amplía hasta convertirse en una investigación sobre las
ciencias. Hay una profunda discusión sobre la naturaleza del saber matemático. Se
expone toda una visión de lo que supondría tener una total comprensión del mundo en
el que vivimos con el fin de ratificar la afirmación de que esta comprensión debe
correr de nuestra cuenta, tanto individualmente como en la sociedad; esta
comprensión traerá los beneficios de la justicia, tanto para el alma individual como
para la sociedad en conjunto.
Tras esta gran ampliación de la pregunta «¿Qué es la justicia?», la única conclusión
natural es la visión de la vida después de la muerte y el mito de Er al final del libro.
Puede decirse que La República hace posible la convicción de que la investigación
no termina hasta la muerte.
La República es un libro tan rico que no nos es posible seguir todas las
ramificaciones que desarrolla, pero es indiscutiblemente uno de los libros más
importantes de la historia de nuestra cultura, y espero que nuestra discusión
anime a muchas personas a leer esta obra.
¿ES ANTINATURAL EL CONOCIMIENTO?