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Trabajo científico
CONDUCTO ARTERIOSO
PERSISTENTE: DIAGNÓSTICO Y
NOVEDADES EN EL TRATAMIENTO
Pedro P. Esteve
Beatriz Aguilar
Cardiosonic SL
cardiosonic@arrakis.es
www.cardiosonic.es
Introducción
El conducto arterioso persistente (CAP) es la persistencia de la comunicación fetal entre la aorta descendente y
la arteria pulmonar común (1) cuyo cierre se debe realizar de forma natural en las primeras horas posteriores al
nacimiento. Algunos autores describen al CAP como la segunda cardiopatía congénita más frecuente diagnosticada
en perros (1). Se ha observado que existe una mayor incidencia en hembras, con un indice de probabilidades de 3 a
1, aunque no ocurre así en todas las razas. Es más frecuente la incidencia en perros que en gatos. Sin la corrección
del CAP, se estima una mortalidad en el primer año del 60%, si bien nos podemos encontrar desde animales muy
jóvenes con CAP que presentan insuficiencia cardiaca congestiva avanzada hasta animales adultos sin síntomas
en los que se diagnostica debido al tipo de soplo que presentan o por la realización de pruebas complementarias.
Se han descrito varios tipos de CAP. Tradicionalmente, se ha realizado la resolución del CAP mediante cirugía
convencional si bien en los últimos años se han descrito varios métodos nuevos para ocluir el flujo del conducto.
Algunos autores señalan que esta es la malformación congénita con mayor frecuencia de intervención.
Etiología y fisiopatología
Las investigaciones indican que el fallo en el cierre del conducto se debe a alteraciones en la musculatura lisa que
4 forma la pared del conducto y que debe reaccionar en las horas a días posteriores al nacimiento provocando su
cierre. En caso de no producirse el mecanismo reactivo para que dichas fibras musculares ocluyan el conducto,
este queda persistente. Las investigaciones realizadas por Patterson concluyeron que el modo de transmisión es,
REHABILITACIÓN DEL PACIENTE GERIÁTRICO:
CONDUCTOOSTEOARTROSIS
ARTERIOSO PERSISTENTE-
- Del Pueyo,Esteve
G. y GP.uillorme
y Agular,B.S
Diagnóstico
El diagnóstico clínico del CAP depende de la detección, en un examen cuidadoso, del clásico soplo contínuo. Se
ha descrito este tipo de soplo como tipo maquina de vapor o martilleo. Pueden existir problemas para detectar
adecuadamente el componente diastólico en animales con frecuencia cardiaca muy elevada. Para detectarlo
adecuadamente es imprescindible situar el fonendoscopio en localización craneal, en la región axilar izquierda donde
Persistencia del ductus arterioso (PDA) es más probable obtener mayor precisión en el diagnóstico.
Corazón Normal
Los CAP que tiene dirección de comunicación de izquierda
a derecha con gran volumen, producen pulso femoral de
Aorta
tipo hiperdinámico, por lo que es importante combinar
Arteria
Pulmonar
la auscultación con la toma de pulso. En la mayoría de las
ocasiones se detecta el soplo antes de presentar insuficiencia
cardiaca congestiva por lo que estos animales no presentan
síntomas. Solo en caso de presentar insuficiencia cardiaca
congestiva, los síntomas estarán en relación al grado
de insuficiencia: intolerancia al ejercicio, tos, disnea. En
algunos perros, si ya existe insuficiencia mitral asociada,
pueden presentar soplo sistólico en área mitral por lo que es
necesario concentrarse adecuadamente en la auscultación y
Defecto en la diferenciación de los diferentes componentes.
a
al final de la diástole puede ser muy suave o incluso
ausente (1).
a b c
Es importante descartar otras patologías congénitas combinadas como puede ser la existencia de estenosis
pulmonar o estenosis aortica entre otras posibilidades.
En caso de CAP invertido de derecha a izquierda, los hallazgos ecocardiograficos habituales son la hipertrófia
del ventrículo derecho, dilatación del tronco pulmonar y la insuficiencia pulmonar severa. La inyección de
un contraste con microburbujas (por ejemplo, suero salino agitado) permitirá ver dichas burbujas en la aorta
abdominal caudal mientras realizamos una ecografía en aorta abdominal. En estos casos, debido a que se
acompañan de hipertrofia de la pared del ventrículo derecho, es muy importante no confundirlos con posible
8 estenosis pulmonar, realizando un estudio Doppler adecuado y si es necesario la realización del contraste
con microburbujas. Además, clínicamente, los CAP invertidos no presentan soplo mientras que los casos con
estenosis pulmonar presenta soplo sistólico en grado IV o superior.
CONDUCTO ARTERIOSO PERSISTENTE- Esteve P. y Agular B.
Tratamiento
El tratamiento de elección una vez diagnosticado un CAP es el cierre del mismo quirúrgico. La excepción
son los conductos de flujo invertido derecha izquierda donde existe absoluta contraindicación del cierre
quirúrgico ya que agravaría mortalmente la hipertensión pulmonar.
Es importante no retrasar el cierre del CAP hasta que el perro sea “maduro” o “desarrolle síntomas”, ya que
puede producir lesión miocardica irreversible, insuficiencia cardiaca congestiva y muerte. Unicamente se
puede esperar si clínicamente el perro no tiene síntomas y el objetivo de la espera es permitir el tamaño
adecuado del paciente porque se haya elegido la técnica de intervencionismo.
En la actualidad hay dos opciones: la ligadura quirúrgica y el cierre del conducto basado en el uso de catéteres. Este
ultimo es el avance más importante en el tratamiento del CAP en la ultima década (1). La ligadura quirúrgica se ha
considerado como la técnica de elección durante muchos años para el CAP con dirección izquierda a derecha, y es
un procedimiento con excelentes resultados y bajo riesgo de mortalidad en manos de cirujanos con experiencia.
Aunque se han descrito el uso de diversos tipos de dispositivos para el cierre mediante intervencionismo (coils,
plugs, Amplatzer no específicos), en la actualidad, el dispositivo de elección es el uso de dispositivo Amplatzer de
oclusión especialmente diseñado para su uso en perros (ACDO: Amplatzer Canine Ductal Occluder).
El procedimiento, que se realiza íntegramente guiado por arco quirúrgico, se realiza bajo anestesia general, con
abordaje de la arteria femoral para su canalización y posteriormente la realización de un estudio angiocardiográfico,
para la valoración morfológica del conducto que complementa el estudio transesofágico. Posteriormente se elige
el diámetro adecuado y mediante
un catéter especial de liberación se
introduce hasta el conducto donde a b
se libera progresivamente hasta
que queda anclado y se libera del
introductor, quedando alojado en
el conducto y cerrando el flujo de
comunicación. Una vez comprobado
el posible flujo residual mediante
angiografía o por ecocardiografía
transesofágica, se retira el introductor
y se cierra quirúrgicamente la herida
vascular o si se ha realizado de tipo
percutáneo, se presiona hasta que cesa
la hemorragia.
perros de menos de 2 kg , debido a que el diámetro de la arteria femoral es menor que el diámetro del catéter
de liberación y es difícil o casi imposible en todos los perros de menos de 3 kg o en perros de cualquier
tamaño con un tipo de morfología del conducto tipo III (tubular sin estrechamiento).
Dependiendo del estado en el que estaba el perro al hacer el cierre, puede quedar con tratamiento de
furosemida al menos durante 1 o 2 días aunque algunos precisan más días, y por lo general con IECA durante
varios meses dependiendo de los resultados de las revisiones realizadas.
a b
Figura 8 . Secuencia de imágenes de diagnostico de CAP mediante ecocardiografía transesofágica (ETE) y control de Amplatzer y del flujo a través del
dispositivo implantado: a. ETE del conducto arterioso persistente. b. ETE del dispositivo Amplatzer con la valoración Doppler color que permite ver si
existe flujo residual. En este caso no se observa flujo a través del dispositivo. AP: Arteria pulmonar; AMP: amplatzer; CAP: conducto arterioso persistente
es más cara aunque posiblemente el resultado final (hospitalización, curas, complicaciones) fuese muy
similar.
La técnica consiste en la toracotomía a nivel del 4º espacio intercostal izquierdo, la disección del conducto,
bien directa o indirecta (técnica de Jackson), si bien la de elección, personalmente sea la técnica de De Bakey
descrita por el Dr. Roberto Bussadori (5) que mejora la disección del conducto ayudado por una pinza de De
Bakey. Se realiza el paso de una seda doble por detrás del conducto, y se independiza cada cabo de la seda,
anudándose primero el nudo de la cara aórtica y posteriormente el de la cara pulmonar. Se realiza el cierre
rutinario de la toracotomía y el correcto drenaje del neumotórax o dejando un drenaje temporal.
Por último, el tratamiento del CAP invertido de flujo derecha a izquierda se basa en el uso de fármacos que
ayuden a disminuir la hipertensión pulmonar como el sildenafilo y tienen un pronóstico pobre debido a los
síntomas de fatiga e intolerancia al ejercicio severos y también a la policitemia que se produce y que puede
controlarse mediante flebotomías periódicas. Algunos textos recogen la posibilidad del uso de la hidoxiurea
para el control de la policitemia. En estos casos no es posible realizar el cierre quirúrgico.
Conclusiones
El CAP es la enfermedad cardiaca congénita con mejor respuesta a procedimiento de cierre bien quirúrgico
o por intervencionismo. Su diagnóstico precoz permite que se pueda realizar sin que se produzcan lesiones
estructurales secundarias por lo que es importante prestar gran atención en la auscultación de los cachorros
en las primeras visitas a la clínica.
Bibliografía
1 Miller, M; Gordon,S; Patent ductus arteriosus. En Kirk´s “ Current veterinarary therapy XIV”. St. Louis. Ed. Saunders Elsevier,2009.
744-747
2 Cardiopatias congenitas. Tratado de medicina interna veterinaria Ettinger 6ª ed. Oyama, M; Sisson, D; Thomas, W; Bonagura, J. Ed.
Elsevier. 2007
3 Utilidad de la ecocardiografía transesofágica para el estudio de la morfología del conducto arterioso persistente en perros y su comparación
con la angiocardiografía. Domenech,O; Bussadori,C; Sancho,J; Fernandez, MJ. Revista Oficial AVEPA, volumen 29, Nº 2 año 2009.
110-114.
4. Kienle, R. Patent ductus arteriosus. En “Small animal cardiovascular Medicine”. St Louis, Ed. Mosby Inc., 1998; 218-230. 11
5. Bonagura, JD; Lemhkuhl, L; Congenital heart disease. Textbook of canine and feline cardiology. Fox, Sisson & Möise. 2º Ed. Philadelphia,
Ed. Saunders. 1999; 505-512