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Representación: el espacio
instrumental de la mediación social
PABLO DEL RÍO
Universidad Complutense de Madrid
Resumen
Se propone en este artículo un modelo de conciencia y representación que actualiza la pro-
puesta socio-cultural de la ZPD extendiendo conceptos poco elaborados de la psicología de
Vygotski como el sincretismo, espacio semiológico, e instrumento psicológico. El modelo se de-
fiende a partir de una revisión del desarrollo multigenético de la espacialidad de las funciones
superiores: filo génesis, histórico-génesis, génesis defectológica, onto génesis y microgénesis. Se
postula desde ahí la existencia de una conciencia que opera en una zona fronteriza y mixta
externa/interna, natural/cultural, de carácter simbiótico, social e instrumental que articula las
conexiones funcionales intra y extracorticales en un sistema único y sincrético de la actividad
mental y de la actividad externa. El modelo de Zona Sincrética de Representación (SZR) pro-
puesto se aplica por último a un programa educativo y desde él se proponen unos principios de
diseño.
Palabras clave: ZDP, representación espacial, sincretismo, instrumento psicológico, funciones
psíquicas superiores, diseño instruccional.
Abstract
A model of conciousness and representation which updates the socio-cultural proposal of
ZPD extending concepts little elaborated in Vyrtsky's psychology such as synchretism, semio-
logic space, and psychological tool, is proposed in this paper. The model is defined on the basis
of a review on the multigenetic development of higher functions spatúdlity: phylo lenesis, his-
toric-genesis, defectologic genesis, ontogenesis, and microgenesis. From that standpoznt the exis-
tence of a consciousness which operates in a mixed external/internal frontier zone, which is
also natural/cultural, symbiotic, social and instrumental, which articutates intra and extracor-
tical functional connections in a single and synchretic system of mental activity and external
activity is postulated. Finally, the proposed model of Synchretic Zone of Representation (SZR)
is applied to an educational pro gramme and from there some design principles are proposed.
Keywords: ZPD, spatial representation, synchretism, psychological tool, higher psychological
functions, instructional design.
(:) 1990 by Aprendizaje, ISSN: 0210-3702 Infancia y Aprendizaje, 1990, 51-52, 191-244.
192
«Todas las palabras de la psicología son metáforas
tomadas de los espacios del universo»
L. S. VYGOTSKI
(U
y triángulo 2 debajo de cuadrado 2.
2. Modalidad visual/verbal
nputs de.
mediaciones
sociales
(conciencia prestada
o suplementación
funcional)
233
sentido tanto todo lo externo (mediacio- me— y con una sugerencia hablada, o in-
nes instrumentales y sociales en la ZT) cluso escrita, subrayada o gestual sobre el
como todo lo interno (Funciones Natura- contenido de alguno o ninguno de estos
les y Superiores) pasan por ella que queda marcos. La ZT se define en función del
convertida no sólo en unidad central del «foco» atencional-enactivo en que estruc-
procesamiento interno sino del procesa- turo mi actividad: puede ser la habitación
miento sincrético. De ese modo, y sin que entera si soy hiperactivo y mi primer blo-
eso suponga olvidar la trama sociocultural que funcional me pide activarme postural-
de la psique, los efectos madurativos que mente así ante el trabajo intelectual; al
han sido señalados en la MT (por ejem- margen de ese primer bloque puede serlo
plo, Pascual-Leone, 1980) nos obligan a sólo la mesa de trabajo si mi segundo blo-
modular con cuidado los factores biológi- que funcional está adaptado estrechamen-
cos y culturales que influyen en la ZSR y te al trabajo exclusivo sobre esa superfi-
a su través, en el desarrollo psicológico. cie; y al margen del primero y del segun-
2. Zona de Trabajo (ZT). Escenario o do, mi tercer -bloque puede precisar de una
marco que incluye las representaciones ex- suplementación social en el programa se-
ternas y que permite a la vez la actuación, cuencial y entonces saldría del 'despacho
directa sobre los hechos, o mediada sobre para ir a buscar el criterio de otra perso-
los operadores o estímulos-medio que na. La ZT habitual en un aula es la totali-
controlan o representan los hechos. Una dad del aula, aunque el maestro puede
ZT puede incluir diversas subzonas o di- pensar implícitamente que sólo es relevan-
versos marcos y cada uno de ellos tiene te la pizarra o el pupitre, o sólo el cuader-
sus operadores o elementos de mediación, no del escolar.
así, la ZT del entrenador de baloncesto in- Dentro de la ZT operan pues los otros
cluye la pizarra, el campo y a los propios dos componentes esenciales 'de la ZSR: las
jugadores, que aparecen dos veces, en la mediaciones sociales y las mediaciones
pizarra como símbolos y en el campo instrumentales.
como jugadores reales. En una habitación
puede haber varias mesas, en una mesa 3. Mediaciones sociales (MS). El
puede haber una serie de marcos más o «otro» de Wallon o el adulto de Vygotski
menos articulados: un grupo de marcos operan en el contexto de la actividad del
superpuestos en un taco de apuntes u ho- niño organizando ésta desde el principio
jas de papel, y muchos otros montones de como ZT. Es decir, las tres ayudas inicia-
marcos —libros, más apuntes, etc.—, un les más importantes que se brindan tienen
planning sobre un atril, un marco-panta- que ver con la suplencia primero y orga-
lla de ordenador con su marco-teclado y-o nización paulatina después de los tres blo-
con un marco-tapete con un ratón, y pue- ques funcionales superiores: 1) la forma-
do operar sobre ese marco pasando pági- ción de la emoción en relación con la di-
nas o yendo de documento en documen- rección de la actividad, 2) la estructuración
to... Mi memoria a largo plazo puede pa- del espacio como ZT o como contexto a
sar a mi memoria de trabajo elementos que la vez de la acción y de estímulos-medio
integro en uno de esos marcos externos o que permiten actuar a un nivel mediado,
viceversa: como cuando un elemento ex- y 3) la formación de la regulación y pla-
terno activa una asociación mental y re- nificación de la conducta, de la estructura
cuerdo algo y lo digo en voz alta —el Ha- secuencial de la actividad y el significado.
bla Egocéntrica es aquí un elemento que, El papel del otro va cambiando en el de-
desde la MT se «pone» en la ZT para re- sarrollo, en la situación, en las culturas,
forzarlo y extenderlo— para que opere pero incluso un papel de suplementación
como nuevo elemento de fuera a adentro; máxima como el que se tiene en una diada
o como cuando hago un gráfico de mis adulto-bebé, es más o menos rico y más o
movimientos mentales en una reunión; o menos competente en función de las com-
cuando miro una cita en mi agenda, cierro petencias, medios y concepción que el
los ojos y reestructuro mentalmente mi adulto tenga sobre su papel en la ZDP.
plan. Un compañero puede llegar con una 4. Mediaciones Instrumentales (MI).
taza de café para activarme —o distraer- Son los estímulos-medio y los signos, o los
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instrumentos psicológicos en general, que tructura funcional interna y externa del
se ponen y están a disposición de los su- sujeto en relación con la actividad.
jetos en la ZT y que desempeñen realmen- El ajuste entre estos cuatro componen-
te ese papel mediador a nivel efectivo (un tes ha sido relativamente bien descrito en
libro cuando no se sabe leer, o un semi- la relación bilateral mediación social-MT
círculo graduado para un niño que no sabe (Rommetveit, 1979; Wertsch, 1985; vv.aa.
lo que es un grado difícilmente pueden en este número) o en la relación MT-me-
considerarse mediaciones instrumentales) diación verbal, pero está mucho menos es-
es decir, cuando la mediación facilitada tudiado en otras mediaciones instrumen-
está en la ZDP del sujeto o sujetos. Este tales y en la relación sistémica general. La
carácter mediador no puede establecerse psicología actual posee sin embargo recur-
pues sin un diagnóstico preciso de la es- sos sobrados para emplearlos en esta tarea
FIGURA 4
Ff. Naturales
Funciones
Naturales
Funciones
Superiores
Ft. Superiores ,/
../
ZT ZT
Mediaciones
instrumentales
y sociales
Mediaciones (proporción entre ellas
instrumentales según el sujeto)
y sociales
(proporción éntre ellas
según el sujeto)
B2. Múltiplos del sistema convencional geográfico, hexa-axiométrico, con 1,10 y 60 unida-
des por área hexagonal.
238
do el acierto con la mirada en la expresión tal se transfiere o transita de un marco a
o las reacciones del educador o incluso otro, su paso final al plano mental es rá-
yendo a buscarle con gritos si hace falta. pido y podemos decir que el sincretismo
Independientemente de que ciertos niños instrumental va cambiando cualitativa-
han llegado a cristalizar un «estilo» de he- mente e incrementándose el uso de con-
terorregulación social educativamente no- textos y operadores mentales, es decir, que
civo, lo cierto es que estas dos modalida- el nivel de dependencia respecto a los ins-
des, si no suponen ese sesgo actitudinal, trumentos externos se reduce.
implican dos tendencias necesarias, pero f) Integrar conjuntamente las mediacio-
cuya proporción varía en la organización nes sociales e instrumentales en una misma
sincrética de la actividad en la ZDP. En actividad significativa. La toma de con-
una actividad compleja el niño controla al ciencia de las mediaciones instrumentales
principio aspectos parciales de la media- y sociales es pues un paso obligado para
ción, y debe regular su avance cada vez el dominio consciente y para la descontex-
que culmina un aspeco parcial, y a medi- tualización (transición inter-marcos y por
da que controla planes y planos jerárqui- último transición al plano mental) de los
camente más integrales, sus peticiones de operadores externos, que permiten esta-
regulación social van pasando a esos nive- blecer las funciones superiores, primero
les superiores hasta llegar a la autorregu- extra-corticales y luego intra-corticales.
lación autónoma o al uso autónomo de los La vía metodológica que hemos compro-
mediadores instrumentales. bado más eficaz es la integración de toda
e) Definir y comprobar en marcos espe- mediación instrumental en el marco de
cíficos de la ZSR los procesos de transfe- una mediación social —y viceversa—: por
rencia de las mediaciones. Si la autorregu- ejemplo, usar un mediador instrumental
lación es lo que permite medir el desarro- como paso necesario para ejecutar una me-
llo o independencia respecto al sincretis- diación social o, al revés, mediar a través
mo o suplementación social, la «transición de un compañero las acciones una y dos
instrumental» es lo que permite medirla a de un mediador instrumental. Este diseño,
nivel del sincretismo de los instrumentos adecuadamente dramatizado con un argu-
psicológicos. Cuando un operador (por mento con sentido para los niños, provo-
ejemplo la brújula de giros, un instrumen- caba una descontextualización rápida de
to psicológico que diseñamos para mediar las mediaciones, es decir, la comprensión
la orientación espacial, que funcionaba y aceptación consciente del proceso con-
analógica y analíticamente a la vez (véase vencional por el que mediamos los proce-
Figura 5), se utiliza en un marco para una sos implicados. Esto de hecho es el equi-
actividad y se pasa por iniciativa propia valente de lo que se ha dado en llamar «li-
con facilidad a otro marco para una acti- teridad» (dominio experto de la alfabeti-
vidad parecida o incluso distinta, podemos zación) de la que puede también hablarse
decir que su valor funcional ha alcanzado en relación con cualquier sistema de repre-
una independencia del marco original y sentación complejo instrumentalmente
que se ha convertido en un operador men- mediado. La «literidad espacial», si pode-
tal consciente y dominado por el sujeto. mos hablar así, sería el dominio conscien-
Esta transferencia de los procesos psicoló- te de los mecanismos mediacionales en los
gicos se puede establecer pues en sus orí- marcos de representación externa y luego
genes, perfectamente a nivel externo. La interna, para convertirlos en instrumentos
brújula de posiciones podía operar en el u operadores simbólicos de representación
suelo, de manera analógica respecto al con posibilidad de expresarse tanto inter-
cuerpo, en una mesa e incluso en una hoja na, como manipulativamente y en comu-
grande de papel, o en la pantalla del orde- nicación social con otra persona.
nador. Si al principio estas transferencias
estaban integradas en la actividad y social- La relación entre investigación y diseño
mente mediadas, al final del programa eran educativo
espontáneas y los niños las ejecutaban en
tareas autorreguladas. Cuando el instru- Para ayudar al niño en su ZDP es por
mento psicológico o mediador instrumen- tanto preciso diseñar el tipo adecuado de
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ayudas, la mejor secuencia de éstas y la es- trumental psicológico-cultural que media
tructura más adecuada de la ZSR, lo que las funciones superiores. El problema es
en muchos casos, además del diseño social poner detrás una teoría lúcida sobre su pa-
de la actividad, implicará hacer auténtica pel y estructura.
ingeniería psicológica de la situación y de Los roles mutuos entre psicología y
los instrumentos psicológicos, diseñando educación no pueden por tanto ser más
aquellos que permitan al niño alcanzar importantes. El diseño educativo construi-
mejor las funciones que perseguimos. De rá y nos desvelará la arquitectura de los
algún modo este razonamiento nos lleva a mecanismos mentales y, alternativamente,
una cierta circularidad de la investiga- la comprensión de esos mecanismos per-
ción/intervención, o de la evaluación/ins- mitirá hacer diseños más económicos
trucción de la que parecía ser consciente —psicológica y funcionalmente hablan-
Vygotski cuando sostenía que ambos pro- do— y eficaces, de las ZT, los marcos, los
cesos debían simultanearse. Ese es, cree- operadores, las mediaciones sociales, la es-
mos nosotros, el núcleo conceptual de lo tructura de las actividades para el proceso
que Vygotski denominaba método cons- educativo. Porque, como hemos dicho,
tructivo o experimento formativo (junto para enseñar geometría no es preciso se-
con la necesidad de captar el desarrollo en guir el camino de la geometría en la his-
el mismo momento en que se produce y toria de la humanidad, sino establecer el
no cuando ya está fijado). Este punto es adecuado escalonamiento de mediaciones
importante: no podemos investigar el de- que permitan pasar desde el plano viso-
sarrollo sin producirlo. La asepsia y neu- motor a los niveles más abstractos del pen-
tralidad del investigador no pueden darse samiento espacial matemático. La perspec-
al afrontar el desarrollo y durante el pro- tiva histórico-cultural devuelve el control
ceso de éste, sino, en todo caso, antes o del hombre a la educación y el de ésta a
después de él. Por decirlo de otra manera, los educadores —incluido entre ellos el
únicamente en lo que suele denominarse psicólogo— y obliga a abandonar el adies-
inteligencia cristalizada, en lo que en nues- tramiento ciego o la espera apática a que
tra perspectiva es la Zona de Desarrollo los estadios lleguen a su madurez. Detrás
Actual (ZDR), podemos limitarnos a com- de esta concepción está la idea del «hom-
probar resultad-os. Igual que el físico tiene bre nuevo» de Vylotski o, dicho de otro
que dividir partículas para estudiarlas el modo, la conciencia de que el hecho hu-
psicólogo tiene que construir funciones mano es algo en continua evolución his-
para estudiarlas: tiene que educar: «Un tórica impulsada por la cultura/educación
método constructivo implica dos cosas: 1) y donde una psicología que realmente lle-
estudia construcciones más bien que es- gue a dominar su tarea, permitirá entrar
tructuras naturales; 2) no analiza el pro- en una etapa de diseño consciente de ese
ceso, sino que lo construye. (...) Y la cons- proceso histórico.
trucción cognitiva en un experimento No podemos extendernos pormenori-
corresponde a la construcción real del pro- zadamente aquí sobre los criterios y pasos
pio proceso», (Vygotski, 1986, p. 55). Mu- del diseño educativo en la ZDP a partir
chos de los desarrollos de la psicología del modelo de la ZSR que hemos expues-
educativa de los discípulos de Vygotski en to, que tendrán que quedarse para otra
la Unión Soviética y de la psicología de la oportunidad. Aspectos esenciales de estos
instrucción —sólo en el aspecto instru- principios pueden encontrarse por otra
mental y sin interpretarlo sociocultural- parte en el articulo de A. Alvarez (en este
mente pero contando con ella— aceptan número). Y quisiéramos terminar señalan-
de hecho esa manera de investigar los pro- do que en la perspectiva histórico-cultu-
cesos cognitivos y de diseñar la instruc- ral, no sólo es conveniente unir la investi-
ción a la vez. El «material educativo» y las gación y la intervención educativas, sino
«modalidades o características representa- que resulta inevitable para seguir con ri-
cionales en la tarea», son de hecho el ins- gor sus requerimientos metodológicos.
240
Notas
«Así (con símbolos) el hombre construyó un nuevo mundo en el que vivir. Ciertamente, aún ambulaba
por la tierra, sentía la brisa en las mejillas o la escuchaba suspirar entre los pinos. Y bebía de los arroyos,
dormía bajo las estrellas y despertaba para saludar al sol. ¡Pero ya no era el mismo sol! Nada sería ya nunca
lo mismo. Todo estaba "bañado en una luz celestial" y había insinuaciones de inmortalidad" por doquier.
El agua no era ya simplemente algo con lo que mitigar la sed: podía conferir la vida eterna. Entre el hombre
y la naturaleza pendía el velo de la cultura y ya no podía ver nada sino a través de ese médium. Todavía
utilizaba sus sentidos. Tallaba la piedra, cazaba venados, se apareaba y engendraba progenie. Pero impreg-
nándolo todo estaba la esencia de las palabras: los significados y valores le guiaban, además de sus sentidos
y, a menudo, anteponiéndose a éstos.»
2 A partir de su análisis de las invetigaciones con chimpancés de Kóhler y de los presupuestos estructu-
rales de la imagen de la Gestalt Vygotski (1982) parece haber visto con mucha claridad que para pasar desde
las estructuras típicas de las funciones naturales que se dan el plano visual a las estructuras conceptuales hace
falta recurrir a un modelo explicativo nuevo que incluya el significado. Pero, pese a valorar muy positiva-
mente el análisis de las estructuras visuales y presentacionales, del campo visual, que hacen los psicólogos
de la Gestalt, y a intuir que el desarrollo del significado no debe dejar de explotar esa fuerte base inicial, su
propia formación previa y la psicología de su época le brindan un trabajo mucho más organizado en la se-
miótica verbal que en la visual y Vygotski concentra su esfuerzo en la primera. El campo visual de la Gestalt
parece ser el campo semiológico de Vygotski. Pero pese a esa valoración inicial el psicólogo ruso no se plan-
teó claramente una comparación de las funciones naturales partiendo del campo viso-motor y de las supe-
riores partiendo de un espcio representacional. Sin embargo, no deben quedar dudas sobre la rotundidad de
un análisis del habla y de la conciencia que se sitúa en ese terreno o espacio fronterizo entre la mente y el
campo visomotor. Para Vygotski, la unificación de la palabra (nivel semántico) y del acto (nivel fásico) per-
mite que el hombre deje de ser un «esclavo del campo visual» y se convierta en dueño y señor de éste, a
través del dominio del nuevo campo semántico. El habla, al igual que el espacio, aparece así de manera co-
herente en Vygotski, como algo ligado tanto a la acción como a la mente, y no sólo a ésta: «El habla es un
correlato de la conciencia, no del pensamiento» (1982, pág. 165), es decir, de la estructura semántica de la
acción que va del nivel intencional interno al marco externo y no, idealmente, de la estructura gramatical a
los conceptos.
3 Las últimas estimaciones de biólogos de diversas universidades (Harvard, Michigan y Texas) concuer-
dan por el momento (a partir de cálculos sobre el reloj molecular del ADN, en el que quedan huellas de las
especies precedentes), que el hombre es un simio en el 90,4 por ciento de esta herencia genética, midiéndose
esta base común en comparación con el primate más cercano genéticamente al hombre, el chimpancé.
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Extended summary
This paper proposes a model of representation and consciousness —and from there
a model of the process of educational interaction— which attempts to integrate the con-
tributions from today's models of cognitive psychology within the framework of
Vygotsky's model of ZPD. The proposal is based primarily on several conceptual and
empirical unes of approach taking as starting point an analysis of the structure of na-
tural and higher functions and their different conceptualizations in psychology, com-
paring them with the historic-cultural proposal. Models of spiritual faculties and
psychotecnic competencies-skills are reviewed, to finish by defending a model of func-
tional systems constructed from the culture.
In this refocus of psychological functions, the central problem of the frame and for-
mats of representation is tackled, proposing the external space and cultural context as
the origin and basis of representations and consciousness and of higher functions. This
choice is justified in the first place from a theoretical review of space which goes from
evidence of spatial thought to proposals and models of «spatiallity of thought». The
review culminates with a more detailed exposition of the concepts put forth by
Vygotsky, which allow the linking of his psychological perspective to space and which
serve as the basis of the proposal made in this paper. These concepts are: a) semiologic
space and the spatial nature of ZPD itself, which jointly offer the external social and
instrumental frame; b) the psychological instrument, with a special emphasis on its ini-
tial developmental manifestations in which it functions fundamentally at the enactive
level, as «stimulus-means» and where it constitutes a more pragmatic than semiologic
operator, having still a partial and primitive symbolic character; synchretism —in
the Vygotskian meaning differentiated from Piaget's or Claparéde's— as external and
not only internal characterization of the child's mind and primitive mind. The deve-
lopment of higher functions thus goes, from the synchretic construction of the visual-
motor plan-plane, through the construction of mental plan and map with a more se-
mantic-verbal nature.
On the basis of this conceptual base, the paper presents a demonstration of the plau-
243
sability and existence of this spatial and synchretic model of representation from a mul-
ti-genetic approach, characteristic of the historic-cultural perspective: phylogenetic, his-
toric-genetic, ontogenetic, intra and transcultural, genetic-defectologic, and microgene-
tic.
At the phylogenetic level interaction between aspects of biological and sociocultu-
ral genesis is underlined, updating some of the imprecisions of Vygotsky's phylogene-
tic proposal and characterizing the appearence of a zone of synchretic and sympraxic
interaction (activity+representation), a system of activity mediationally guided which
externally prefigures functional cortical systems, and from which the most autonomous
and interiorized mediational systems will spring.
At the historic-genetic level the same une is followed showing the dependence of
mental models of representation of frames and cultural operators which have been cons-
tructed during the process of development of folk and cultures. The developmental
study of functional dependencies at the external and cultural level is thus constituted
parallel to the study of internal functional dependencies in ontogenetic development,
brought to light aboye ahl on the basis of pathologic and defectologic alterations, which
has allowed Luna to develop neuro-psychology from socio-cultural theses. The detai-
led study of functional systems and of the plan-map structure, syntagm-paradigm, of
consciousness and internal neuropsychologic functioning, is thus compared with the
study of the structure of functional systems of external cultural activity, and of the
maps or frames and external and culturally mediated plans of activity.
The multigenetic perspective ends with the analysis of marked transcultural and in-
tracultural differences in the construction of these frames and spatial operators, and of
mental competencies-functions associated to them, on the basis of the author's empi-
rical research: psychological instruments in the home, for example, corrrelate with
psychological functions; likewise, the degree of variability and dispersion of psycho-
logical processes is very marked and directly dependent for its spreading on cultural
procedures and educational precesses; spatial processes considered innate and universal
(such as rotations) turn out to be varied and to depend upon cultural strategies linked
to certain psychological instruments and social strategies of use; processes of construc-
tion of the mental plan and map, together with their structure, may be altered depen-
ding on the symbolic mediations used and the ways of use, as may be seen in the analy-
sis of the external functional structure of tasks with a high tradition in the cognitive
«mentalist» analysis (such as intermodal coding series on propositions presented in ver-
bal or imaginistic form, Luna, 1978; Cooper, 1980; Clark and Chase, 1972); media-
tions which allow functional expertise on an activity at the external level and which
shape the internal functional structure may be polarized favouring (in cultural stages
of development or in styles of cultural development) either social or instrumental me-
diations; functional expertise is acquired through a series of steps or levels from maxi-
mum synchretism to autonomous expertise, which allow the understanding from a so-
cio-culturally viewpoint, of instructional psychology's distinction of experts and novi-
ces.
These and other evidence support the model being proposed of Synchretic Zone of
Representation —trying to maintain Vygotsky's germinal concepts of ZPD and
Synchretism in its formulation— to characterize consciousness and the psychic struc-
ture of functional systems, and which attempts to expliciti the model of consciousness
and context which allow the development of the implicit potentiality in Vygotsky's mo-
del of ZPD. The Synchretic Zone of Representation (SZR) is a frontier and symbiotic
space of consciousness in which natural internal functions and external and cultural-
higher functions converge, and where extracortical conexions are articulated with cor-
•244
tical conexions, individual mental activity with social cultural activity. The SZR has as
its starting point a series of assumptions: representation's sympraxic and pragmatic na-
ture, linked to action; the ecological and extra-cortical nature of psychological higher
functions; the social nature of representation; the multimodal nature of representation;
and the culturalized nature of the human physical environment. And as may be appre-
ciated in Figure 3, in the structure of the SZR we distinguish a series of components:
Working Memory; Working Zone (setting or frame which include external represen-
tations and which at the same time allows to act directly over reality or to act media-
tely over operators or stimulus-means which control or represent objects or actions;
Social Mediations (suplementing the child at the three neuropsychological functional
blocks level: emotional regulation, the construction of the map or context, and the cons-
truction of the plan or sequence of actions, through direct actions and through exter-
nal psychological mediators); Instrumental Mediations (psychological instruments in
the wide acceptance of the term, which do not only include signs but also objects used
as stimulus-means).
From this model of SZR a more precise diagnosis and assessment of psychological
and cognitive development may be carried out, so that the Zone of Actual Develop-
ment may be established with precision and from a socio-cultural model of functions
and not from an ecclectic model of skills or defined mental competencies. Also, the
context and internal structure of activity and of mediators which must be provided or
supplemented to the child (help and functioning in the ZPD) to achieve his/her deve-
lopment may be designed with precision, that is, to programme an efficient education.
The paper ends with some conclusion-prescriptions extracted from the experimental
programme mentioned previously (a «formative experiment» in the tradition proposed
by Vygotsky of genetically constructing the process to be investigated) to develop what,
in the psychology dealing with aptitude, we may define as spatial competencies; that
is, to construct socio-cultural frames and operators, first at the social, instrumental,
and external leve!, and later at the individual and internal leve!, going through several
levels of expertise defined in the paper. These prescriptions, briefly outlined are:
At a first level of diagnosis-assessment:
— To have an adequate inventory of natural and higher functions achieved up the
present historic-cultural moment of the culture and problem we are working on.
— To have precise knowledge of the mediations offered and being offered in the
childs specific environment.
— To diagnose with precision the ZAD and ZPD at the time of tackling an edu-
cational programme.
At a second level of instruction the instruments provided by an actual single cul-
ture or by single or multiple historical development must not be taken as an obliged
sequence model, for a new functional architecture is always possible. For this it is ne-
cessary to:
— Define and design the adequate type of social and instrumental help/mediation,
its best sequence and stairs of representation and the best activity and SZR structure.
— Define and check in specific frames of SZR mediations' transference processes.
— Integrate social and instrumental mediations, sense and meaning, in the same
meaningful activity.