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¿QUÉ SIGNIFICA NAM-MYOJO-RENGUE-KYO?

LA LEY MÍSTICA:
El 28 de abril de 1253, Nichiren Daishonin proclamó por primera vez
públicamente que la esencia de su enseñanza yacía en invocar Nam-myoho-
rengue-kyo.
¿Qué es Nam-myoho-rengue-kyo? Nichiren Daishonin declaró que es la Ley
Universal y la realidad esencial de la vida. Como tal, la frase no puede ser
comprendida sólo por una definición verbal. Intentar hacerlo sería equivalente a
cavar un glaciar con una cucharita. En verdad, sólo la práctica del Budismo
puede revelar los más profundos significados de Nam-myoho-rengue-kyo. Sin
embargo, existe una definición superficial para cada una de las palabras que lo
componen.
Nichiren Daishonin corporificó la Ley Mística en un mandala llamado
Gohonzon. Su enseñanza fue que a través de la fe en el Gohonzon y la práctica
de Nam-myoho-renge-kyo, podemos manifestar la Ley Mística o realidad
fundamental de nuestra vida. Esta ley es tanto el objeto de veneración como, en
un sentido más amplio, la verdad inherente en nuestro interior.
La Ley Mística es inseparable de nuestro cuerpo. De hecho, el cuerpo,
como manifestación de nuestra vida, es también entidad de esa Ley. El Budismo
afirma que el cuerpo y la mente son inseparables e imposibles de distinguir: son
una única entidad sicosomática.
El propósito del Budismo es liberar a los seres humanos de los sufrimientos
de nacer y de morir, al permitirles despertar a la verdad inmutable, es decir, a su
propia naturaleza de Buda.
Existe una diferencia esencial entre el Budismo de Nichiren Daishonin y las
doctrinas anteriores. Éstas enseñaban que las personas podían lograr la
iluminación a través de tremendos esfuerzos dedicados a los estudios
doctrinarios y a las prácticas de meditación. Por lo tanto, restringieron el logro
de la iluminación a elites recluidas en monasterios. La enseñanza de Nichiren
Daishonin, por el contrario, es un medio que nos permite a todos acceder a la
verdad última, sean cuales fueren nuestras capacidades o circunstancias.

NAM:
Esta palabra es de origen sánscrito (namas) y significa “devoción”. Así en
el acto de invocar Nam-myoho-renge-kyo nos consagramos a la ley fundamental
de Myoho-renge-kyo y nos fusionamos con ella. Al hacerlo manifestamos de
inmediato nuestra naturaleza de Buda inherente.
También significa “consagrar la vida”. Nam: significa devoción tanto de
cuerpo como de mente. Nam tiene un doble significado: un aspecto de Nam es
que consagramos nuestra vida a la realidad suprema (la Ley) e inmutable, que
nos fusionamos con ella; dedicar la propia vida a tornarse uno con la ley eterna
de la vida.
El otro es que, mediante esta fusión, simultáneamente somos capaces de
extraer una sabiduría infinita que funciona de acuerdo a nuestras circunstancias
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cambiantes. Esta última es la sabiduría mediante la cual los seres humanos
podemos experimentar ilimitada alegría y libertad, a pesar de las incertidumbres
a las que estamos sujetos por el sólo hecho de vivir. Significa que extraemos
infinita energía de esta frase y así realizamos una acción positiva para aliviar el
sufrimiento de otros.
Nam se traduce como "Me devociono a mí mismo a", "Coloco mi vida en
ritmo con", o de hecho “Regreso mi vida a" esta fuerza Myoho-rengue-kyo. Es la
palabra Nam la que nos permite utilizar la fuerza inherente en la vida. Con
nuestra vida, cuerpo y mente, cada parte de nosotros mismos, nos
devocionamos a la Ley Mística -esto es FE, pero no significa fe ciega porque no
excluye la comprensión- de hecho nuestra vida ya lo sabe todo, sólo que
necesitamos revelarlo a nivel conciente. "Si Ud. piensa que la Ley está fuera de
Ud., no estará abrazando la Ley Mística sino una enseñanza inferior."

MYOHO:
Significa literalmente “Ley Mística”. Nichiren Daishonin describe la Ley o
realidad suprema como myo (mística), ya que es infinitamente profunda y va
más allá de todas las concepciones o formulaciones posibles de la mente
humana. En cuanto a ho, lo identifica con el mundo de los fenómenos, en sus
formas siempre cambiantes. La unión de estos dos conceptos, que queda
expresada por la palabra myoho, refleja la unidad esencial entre la realidad
suprema y el mundo manifiesto, en otras palabras, según el Budismo, no hay
distinción fundamental entre la realidad suprema y la realidad cotidiana. Si
comprendemos ésto, somos iluminados, si no, nos convertimos en víctimas de
todas las formas de ilusión.
El ideograma myo posee tres significados distintos: “abrir”, “estar
perfectamente dotado” y “revivir”. Abrir: se refiere a dispersar o despejar, abrir
la oscuridad de la ilusión para revelar la naturaleza de Buda: la vida de la
persona que despierta su estado de Buda inherente “se abre” hasta convivir con
el universo. “Ser perfectamente dotado”: significa que la Ley Mística abarca
todos los fenómenos y que es inherente a todas las cosas; también significa que
la Ley Mística contiene, en sí, todas las verdades y beneficios. Revivir: significa
permitir al individuo lograr la Budeidad; se refiere también a crear valor; revivir
significa que todas las leyes y enseñanzas, cuando se basan en la Ley Mística,
asumen aspectos de la verdad suprema. Del mismo modo, cuando basamos
nuestra fe en la Ley Mística, todas nuestras aptitudes y características personales
cobran vida y se expresan de una forma que no sólo contribuye a nuestro
crecimiento, sino que brinda grandes beneficios a los demás.
Otra interpretación de myo es que significa inconcebible o místico. En
contraste, la vida se expresa de diversas formas visibles, según patrones
definidos, por lo tanto, la vida corresponde a ho, que también significa ley. La
vida y la muerte son dos manifestaciones contrapuestas de una misma realidad
suprema o Ley Mística. Si invertimos los términos, podemos decir que la realidad
última se manifiesta puramente en las realidades cotidianas de la vida y la
muerte.
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Otra explicación: Myo (místico) significa "insondable" y ho significa 'ley".
Myoho es la incomprensible ley que penetra todas las realidades de la vida.
Cómo esta vida se hizo visible, es el resultado de Myo, aquello que no se ve,
como las profundas e invisibles corrientes en el fondo del océano que producen
las olas en la superficie. La aparición de las olas en la superficie es ho, un
fenómeno visible causado por algo profundo e invisible o no captado por nuestra
vista. Así pues, Myo es lo que no vemos, lo intangible, y sin embargo es la
dinámica fuerza de vida del Universo y ho es el aspecto visible y tangible de esta
fuerza: las dos cosas unidas son la realidad de la vida. Myoho es también el
principio fundamental de la dualidad de la vida. Una vida revela características
de inteligencia e ignorancia, energía y fatiga, bien y mal. En este contexto, Myo
significa "esclarecimiento" y ho "oscuridad".

RENGE:
Significa literalmente “capullo de loto”. Desde épocas antiguas los
hombres de todas partes de planeta se sintieron fascinados por las cualidades de
pureza y de eternidad implícitas en la imagen de esta flor. Y tal vez esta
connotación fue la que condujo a utilizar el loto como símbolo de la Ley. Ahora
bien, el nombre “loto” no debe considerarse un símbolo. Es la enseñanza
expuesta en el Sutra del Loto, en sí misma. Esta enseñanza es pura, libre de
toda mancha y explica las sutiles funciones de la causa y el efecto, por lo tanto
se llama loto. El nombre designa la esencia de la meditación de la Ley del Sutra
del Loto y no se debe tomar como una metáfora o término figurativo, pero ya
que el loto de la Ley es difícil de comprender, se introdujo la metáfora de la
planta de loto.
Myoho-renge-kyo se compara con el loto. De todas las flores, el Buda
escogió el capullo del loto para simbolizar el Sutra del Loto. Hay una razón.
Algunas plantas florecen primero y luego producen fruto, mientras que, en otras,
el fruto precede a la flor. Algunas dan una sola flor y muchos frutos, y otras
florecen profusamente pero dan un sólo fruto. Y, también, otras dan fruto sin
flor. Entre todas esas plantas, el loto es la única que da flor y fruto
simultáneamente. La planta del loto produce flor y fruto al mismo tiempo. Por
ende, representa la maravillosa Ley única que posee simultáneamente causa y
efecto.
Otro atributo del loto como símbolo del Budismo es que la planta crece y da
flor en medio del lodo, sin embargo sus capullos son inmaculados y hermosos.
Esto nos sugiere la manera en que la naturaleza de Buda emerge desde el
interior de una persona común, pese a que su vida está impregnada de ilusiones
y de deseos humanos. Algunos consideran la existencia humana como una
ardiente vorágine de deseos, pasiones e impulsos, que son la génesis de todo
vicio y sufrimiento. Es verdad que alguien sujeto únicamente a sus deseos e
impulsos no puede disfrutar de una identidad verdadera ni de libertad; por el
contrario, estará siempre a merced de su condición de vida, siempre cambiante.
Por esa razón algunas enseñanzas religiosas han proclamado que la eliminación
de los propios deseos es el único camino hacia la salvación. Pero, el deseo es
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una función inherente a la vida y no se la puede erradicar sin extinguir la vida
misma. Puesto que los deseos son una función innata de nuestra vida, no debe
considerárselos negativos, sino neutros, ya que poseen tanto el potencial de
dañarnos como de beneficiarnos. La verdadera cuestión no es suprimirlos, sino
cómo conducirlos y controlarlos para que actúen para enaltecer nuestras
virtudes. Es en este punto donde el Budismo tiene una profunda injerencia.
Según sus enseñanzas, una vez que hacemos surgir el estado de Budeidad
inherente a cada uno de nosotros, los deseos se elevan y cambian su orientación,
de modo que comienzan a enriquecer nuestro crecimiento e iluminación.
Otra explicación: el Budismo utiliza el loto para explicar la profunda ley de
causalidad', porque el loto produce flores y semillas al mismo tiempo. El loto es
por lo tanto el símbolo de la causa y efecto simultáneos. Causa y efecto,
simultáneos significa que en verdad nuestro futuro está determinado por las
causas presentes, aunque generalmente percibimos las causas y los efectos
como separados por el tiempo. Así, la ley de causa y efecto es también un
principio de responsabilidad personal por nuestro propio destino o karma. Sin
embargo, porque lo más profundo de nuestra vida -el corazón eterno de Nam-
myoho-rengue-kyo- permanece independiente del ciclo kármico que hemos
creado a través de nuestras acciones pasadas, podemos transformar nuestro
karma tocando este centro y creando así felicidad absoluta. Esto también está
representado por otra cualidad del loto.
Sus hermosas flores brotan dentro de un estanque lodoso, sin embargo,
ellas no son ensuciadas por el lodo. En otras palabras, la más profunda
naturaleza de nuestra vida permanece inmaculada a pesar del mal karma que
podamos haber creado. Rengue implica así, revelar la naturaleza más profunda
de la realidad de la vida. En términos prácticos, esta naturaleza fundamental se
despliega a sí misma como la prueba real de fortuna y sabiduría que se
manifiesta como resultado de nuestro esfuerzo en la práctica budista.

KYO:
La palabra kyo es la traducción al japonés del término “sutra”. Al decir
sutra, nos referimos a una enseñanza del buda Shakyamuni; puesto que el Buda
enseñó mediante la prédica -es decir, utilizó su propia voz- la palabra kyo ha sido
traducida a veces como “sonido”.
Nichiren Daishonin expresa: “kyo indica las palabras y el lenguaje, los
sonidos y las voces de todos los seres animados”. De ese modo indicó que la Ley
última a la que el Buda se ha iluminado es inherente a todos los seres vivos.
El carácter chino que se utiliza para expresar kyo significó,
originariamente, la urdimbre de una pieza de tela; tal vez porque eso generaba
una idea de continuidad: el sentido de kyo se amplió para indicar una enseñanza
que debía ser preservada y legada a la posteridad. El carácter se usaba en la
China para designar “libros” o “clásicos”, como las obras del Confucionismo o el
Taoísmo; cuando las escrituras budistas se introdujeron en la India, se lo utilizó
para indicar “sutra”.

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La iluminación de un buda, manifiesta en la voz a través de su prédica es
kyo, y la verdad respecto de la cual se ha iluminado abarca eternamente el
pasado, el presente y el futuro. Cuando despertamos a esa verdad, percibimos
el aspecto eterno de nuestra propia vida; ese aspecto trasciende los cambios del
mundo fenoménico y el ciclo del nacimiento y la muerte.
Otra explicación:
KYO se traduce a menudo como sonido o vibración, pero un estudio más
profundo del término, revela que también quiere decir "hilo", que significa el
eslabón que conecta todo a través de toda la eternidad, la vida que continúa a
través del pasado, presente y futuro del universo.
También significa enseñanza o sutra, tomar conciencia de que nuestra
propia vida es la ley Mística y por lo tanto, también la vida de todos los demás.
Nam-myoho-rengue-kyo es la Ley misma del universo: que existe en nuestra
propia vida y que tiene dos funciones: es el imán que atrae la felicidad y es el
remedio de todas las enfermedades. Nichiren Daishonin dice: "Nam-myoho-
rengue-kyo es como el rugido de un león, ¿qué enfermedad, en consecuencia,
puede ser un obstáculo?". ¿Qué significa esto? Por medio de la invocación
sincera de Nam-myoho-rengue-kyo al Objeto de Veneración, el Gohonzon,
despertamos en nosotros la fuerza vital necesaria para emprender cualquier
empresa, la fuerza vital que nos permite desarrollarnos.

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