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DE LA GESTIÓN CULTURAL
F.E.A.G.C.
FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ASOCIACIONES DE GESTORES CULTURALES
1.- PREÁMBULO.
Esto requiere aptitudes especiales y una amplia formación de actitudes en el trabajo con
medios limitados. El trabajo en equipo es fundamental por la cantidad de funciones y
tareas necesarias para conseguir objetivos y actividades diversas. Las herramientas
metodológicas estructuradas son medibles y al desarrollarse en contextos deben
evaluarse.
La Gestión Cultural tiende puentes entre Arte y Conocimiento Científico para el desarrollo
de los individuos, comunidades y de la humanidad de forma diversa y sostenible, para
alcanzar un Diálogo Cultural que favorezca la paz y la felicidad.
Para merecer esta especial confianza, la persona trabajadora de la gestión cultural debe
actuar con un alto sentido de responsabilidad moral. Esto permitirá que desde las
instituciones donde trabajen se promueva el equilibrio de valores éticos, económicos y
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culturales y auxiliar de cultura) enumera las siguientes funciones de la persona que ejerce
profesionalmente la gestión cultural:
- Biblioteca.
- Museología.
- Conservación y puesta en valor del Patrimonio.
- Animadores e intermediadores Sociales.
- Archivadores y Documentalistas.
- Creadores e Intérpretes.
1.4. Responsabilidad.
Como Gestores Culturales, cuando tratamos directamente con bienes y servicios que
pertenecen a la Cultura del espacio donde se interviene, somos personalmente
responsables de los mismos. Ya sea en la práctica privada de la profesión, ya sea como
personal funcionario de las distintas administraciones públicas, o como personal
empleado de una empresa privada, como profesionales de la Gestión Cultural tenemos
obligaciones:
El siguiente Código Deontológico expresa los principios y prácticas que deberán guiarnos
como Gestores Culturales en la práctica ética de su profesión.
2.1. Obligatoriedad.
La profesión de la Gestión Cultural constituye una actividad de interés general, y debe ser
practicada con estricta observancia de las leyes y disposiciones legales nacionales y
regionales y de los convenios internacionales que afecten a este campo. Es conveniente
definir y delimitar el interés general de la cultura con respecto a los papeles de las
Administraciones, Entidades no-lucrativas y Empresas; sin tener en cuenta el formato de
contratación como gestores o su figura legal (pública, privada o mixta).
3. OBLIGACIONES CULTURALES.
Todas las actividades que ejercemos como Gestores Culturales estarán gobernadas por un
inmutable respeto hacia la significación histórica, social, ética, económica y estética de los
productos tangibles e intangibles que se comuniquen, y a la seguridad e integridad física de
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los bienes, servicios, agentes y públicos cuya gestión se nos confíen. Es fundamental la
eficacia y eficiencia de sus actividades.
Como Gestores Culturales tenemos la obligación de producir con protección, difundir con
calidad y preservar con prospectiva los bienes y servicios culturales que se les confíen,
siendo responsable de la actuación del personal auxiliar y colaboradores que estén bajo
su dirección profesional.
4.2. Confidencialidad.
4.3. Contratos.
Los contratos profesionales son el medio adecuado para que, como Gestores Culturales
en ejercicio libre de la profesión, acordemos con personas o instituciones, tanto públicas
como privadas, la prestación de nuestros servicios profesionales. Tales contratos no
contravendrán la letra ni el espíritu de los principios éticos contenidos en este Código.
Todas las personas profesionales con los que se mantengan lazos comerciales, deben
mantener relación contractual legal con entidad pública o privada, atendiendo a los
derechos de los trabajadores especificados en su Estatuto y a las obligaciones de
Seguridad Social vigentes. Es de especial interés la vigilancia en las relaciones con el
Voluntariado Cultural y el Asociacionismo Cultural, que puedan ser susceptibles de
intrusismo profesional y competencia desleal.
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Una vez que un contrato, sea oral o escrito, haya sido establecido entre Gestores y un
cliente para la prestación de servicios profesionales, ninguna de las partes puede
éticamente cancelarlo unilateralmente salvo que medie mutuo acuerdo. Los gestores
culturales por cuenta ajena estarán sujetos al Estatuto de los Trabajadores en cuanto a
sus condiciones particulares.
El contrato describirá el trabajo a realizar con la mayor precisión posible, de manera que
tanto gestores como cliente sepan el alcance, las condiciones, las calidades a aplicar, el
plazo de ejecución, el precio y la forma de pago del encargo.
El Proyecto Técnico es el instrumento más adecuado para que, como gestores culturales
en el ejercicio libre de nuestra profesión, presentemos al cliente las características del
trabajo a realizar, debiendo comprender como mínimo los siguientes documentos:
4.7. Honorarios.
Los honorarios como gestores serán proporcionados al servicio prestado, con la debida
consideración a la equidad en relación con ambas partes contratantes y por el respeto
hacia la profesión.
La abundancia de medios económicos del cliente no justifica el que se cargue con más
presupuesto de gastos del valor medio de los servicios prestados. Como Gestores
Culturales trataremos de evitar tanto los honorarios que sobrestiman el trabajo realizado
como los que lo infravaloran, a no ser que exista acuerdo por ambas partes sin
menoscabo de la competencia profesional.
citados derechos. La Cultura, como derecho, obliga a la cooperación entre colegas sin
menoscabo de los recursos.
5.3. Referencias.
Como Gestores Culturales sólo recomendaremos a otro profesional para prestar servicios,
cuando tengamos conocimiento directo de que la formación y experiencia de dicho
profesional lo capacitan para el trabajo a desarrollar.
Gestores Culturales que paguen una comisión a otro colega o a cualquier otra persona
por haberle dado la referencia de un cliente debe ser rechazado por anti-profesional. La
división de honorarios entre dos Gestores es sólo aceptable cuando está basada en una
división de los servicios prestados por cada una de las partes.
Es obligación en nuestro sector profesional dar consejo adecuado, cuando se le pida por
aquellos que buscan apoyo contra prácticas negligentes o no éticas, incluso denunciando
tales prácticas ante los organismos asociativos o gubernativos correspondientes.
6.4. Comunicación.
I Estudia.
La Gestión Cultural se transforma constantemente, se requiere formación Inicial y continua para ser gestor
cultural.
II Planifica.
La Gestión Cultural se ejerce pensando, proyectando y, sobre todo, planificando.
III Organiza.
La Gestión Cultural es un arduo trabajo de grandes metas y escasos recursos en un tiempo limitado, que
debes de resolver con creatividad, eficacia, eficiencia y prospectiva.
IV Facilita.
La buena gestión es facilitar la toma de decisiones a las personas que comparten el proyecto cultural con
herramientas diversas.
V Comunica.
Dialoga cuando informes o publicites. Escucha y contesta siempre a creadores, a tu equipo, a tus colegas, a
otros agentes socioculturales y, sobre todo, al público. La Gestión de la Cultura es Comunicación e
Intermediación entre Personas que producen Ideas, Bienes y Servicios.
VI Lucha.
Tu deber es producir Cultura con el máximo de calidad y seguridad, para conseguir introducir el Arte en la vida
todos los días. Esa lucha es continua y diversa, por esa razón debes realizar evaluaciones al final de cada
proyecto o de un periodo de tiempo considerado: meses, año, etc.
VII Sé leal.
Sé leal con tu cliente, al que no debes defraudar nunca. Leal con tus colegas aunque exista competencia. Leal
con el público y la sociedad que confía en nuestro trabajo, porque somos competentes.
VIII Tolera.
La verdad y el gusto en Cultura es un caleidoscopio que requiere paciencia y apertura, nuestro papel es aceptar y
ponderar siempre.
IX Valora.
Ten fe en la Gestión Cultural como instrumento para la convivencia humana con ideas, bienes y servicios, que
persiguen el equilibrio de valores culturales éticos, económicos y estéticos.
X Ama tu profesión.
Trata la profesión de Gestión Cultural de tal manera que el día que tu hijo o tu hija, te pida consejo sobre su
destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga gestor o gestora cultural.