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*: el uso del asterisco esta implementado para evitar usar el genérico masculino. La @
tampoco es conveniente en estos términos, ya que implica una derogada dualidad
genérica y además es difícil leer por programas utilizados por personas ciegas o
ambliopes.
Parece ser que si tales estructuras en el cerebro y el SNC del feto, son
masculinizadas por las hormonas durante el embarazo temprano, entonces el
niño tendrá una autopercepción e identidad de género masculina,
independientemente de si los genes o los genitales son de un varón. Si tales
estructuras no son masculinizadas en ese periodo, el niño entonces tendrá una
autopercepcion e identidad de género femeninas, de nuevo
independientemente de sus genes o genitales. Como sucede en el caso de los
niños intersexuales, con genitales ambiguos, indudablemente existen muchos
grados de cruce de géneros en las estructuras del cerebro y el SNC, así que
mientras algunos niños sufren un cruzamiento total
de género, otros solamente sufren un cruzamiento
parcial.
Las investigaciónes más recientes revelan que el
cerebro comienza a diferenciarse en los embriones
hembras y varones aun más tempranamente,
posiblemente antes de que hagan efecto las
hormonas sexuales embriónicas, y por mecanismos
todavía desconocidos--así que se puede considerar
la identidad de género un resultado complejo de la
interacción entre la diferenciación anterior del cerebro
y las hormonas embriónicas posteriores. Para leer
más sobre estas últimas investigaciones, vea: "El
desarrollo del cerebro, el órgano sexual más
importante" en la revista Nature, 29 de enero de 2004 (Nature 427, p. 390-392).
Por esto mismo, es posible para algunos niños poseer identidades de género
inconsistentes con sus genes. En los casos cAIS, por ejemplo, las estructuras
cerebrales de aquellas mujeres eran insensitivas a los efectos masculinizantes
de la testosterona fetal, así como también lo fueron sus genitales. Por lo tanto,
desarrollaron estructuras cerebrales e identidad de género femeninas, a pesar
de que genéticamente eran XY.
Es por esto que también es posible que algunos niños y niñas tengan
identidades de género diferentes con sus genitales y su educación. En el caso
de los niños con síndrome "Extrofia Cloacal" ("micropene"), sus estructuras
cerebrales y su SNC presumiblemente se masculinizaron bajo la influencia de
la testosterona fetal, llevando esto a una posterior identidad de género varonil,
a pesar de haber sido "transformados quirúrgicamente en niñas" y educados
como tal.
Las recientes observaciones acerca de este síndrome están teniendo un
profundo impacto en la comunidad de investigadores sexológicos, ya que para
Ciencia, el género es uno de los factores preponderantes en el estudio de la
sexualidad.
Estas son observaciones dramáticas, sin precedente e inobjetables, y que
causan un giro en el paradigma previo de pensamiento. Y lo hacen en un área
que ha sido objeto de mucha desinformación y tabúes. En el caso de Galileo, el
giro fue de la idea de un universo terracéntrico, a uno heliocéntrico. En el caso
que nos ocupa ha sido de la teoría de la identidad de género basada en
"genitales + educación" a una que basa la identidad de género en el "Desarrollo
neurobiológico del sistema nervioso central".
Las implicaciones del desplazamiento de este paradigma son de largo alcance,
especialmente para aquellos que sufren de identidades de género "cruzadas".
En lugar de que estos sentimientos de género sean considerados de naturaleza
"psicológica", ahora pueden ser entendidos como de naturaleza "neurológica".
Habría que escuchar con cuidado las conclusiones del Dr. William Reiner, M.D.
Pediatra clínico e investigador en el hospital John Hopkins, basadas en su
trabajo con niños intersexuales (Rainer es ahora un investigador del
seguimiento en el síndrome "Extrofia Cloacal"), que ahora confirma estas
conclusiones:
"A fin de cuentas, solamente los propios niños son quienes deben de
identificar quien y que es lo que son. A nosotros los investigadores nos
corresponde escuchar y aprender. Las decisiones clínicas no deben estar
basadas en predicciones anatómicas, ni en la "correcta" función sexual,
tampoco es una cuestión de moral o de "congruencia" social, sino en aquel
camino que sea el más apropiado para el probable desarrollo del patrón
psicosexual del niño. En otras palabras, el órgano que se presenta como crítico
para el desarrollo psicosexual y la adaptación, no son los genitales externos, es
el cerebro."
William Reiner, M.D., Ser Varón o Hembra--Esa es la Cuestión, 151 Arch
Pediatr. Adolesc. Med. 225 (1997)].
Es asombroso que en el pasado los
psiquiatras hayan ignorado todo esto, y que
durante tanto tiempo hayan asumido que la
identidad de género era neutral en el nacimiento y
posteriormente establecida por las interacciones
sociales. Las personas clasificadas erróneamente
en su género, han reportado durante largo tiempo
que sus problemas no provenían sólo de los
PENSAMIENTOS sino de percepciones de género
"cruzadas" y de las SENSACIONES
CORPORALES - como las del pequeño que
percibe sensaciones de género diciéndole como le
gustaría que su cuerpo se moviese, cual es la
respuesta al ser tocado, que tan agresivo o tierno
se percibe, o como interactúa con otros niños. Entonces, después de la
pubertad, al comienzo de las sensaciones sexuales, hay que distinguir entre las
que sean varoniles (necesidad de montar y penetrar) o que sean femeninas
(necesidad de ser penetrada y manipulada).
Uno no construye estas sensaciones sexuales masculinas/ femeninas
producidas por el CNS, ¡simplemente las experimenta! Los mecanismos
básicos de percepción involucrados están "integrados" y no pueden ser
cambiados por medios psiquiátricos de manera permanente más de lo que se
podría cambiar nuestra percepción de frío o de calor.
Cualquiera que sea el proceso "in-útero" que los produce, las sensaciones de
género y la identidad de género de la persona, se encuentran en lo más
profundo de su núcleo. La identidad de género es fija, inmutable, e irreversible
por cualquier medio médico o psicológico. También sabemos que existe un
solo medio para determinar tu identidad de género: ¡Preguntándotela! Tu
género es una percepción: Solo tú conoces con seguridad cual es, y nadie más
puede decírtelo.