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UNIVERSIDAD EAN - 2009

ENSAYO CRÍTICO DEL


DOMINIO PROPIO
Desde la perspectiva de Peter Senge en “La
Quinta Disciplina” y aplicado sobre la vida de
Pedro Gómez
Jorge Castro

Presentado a: Sandra Ximena Díaz – Pensamiento Estratégico


Bogotá, D.C. - 28 de Febrero de 2009

09
Ensayo crítico sobre el dominio propio

Luego de leer sobre este Libro de Peter Senge, “La Quinta Disciplina”, quedé asombrado de cómo un
libro de hace casi veinte años puede estar aún vigente en nuestra actualidad empresarial. No lo
considero sorprendente por lo dicho en él, sino porque los principios y valores denodadamente
estremecen los cimientos del éxito hasta dejarlos firmes. Considero desde ahora un clásico a este
libro y aunque creo que algunas cosas merecen una actualización, la esencia de sus principios
prácticamente no requiere de cambios sustanciales en mi parecer.

Escogí de las cinco disciplinas propuestas por Senge la que el llamó “Dominio Propio” o “Dominio
Personal” (naturalmente incluyendo lo relacionado con la quinta disciplina – el pensamiento
sistémico), por considerarla la más relevante para el enfoque crítico que pretendo hacer en este
ensayo, pero más aún por el personaje a quien evoco en este breve texto: Don Pedro Gómez1,
abogado Colombiano de gran renombre y uno de los ejemplos a seguir, que muestra la cara valiosa
del país. Para empezar adjunté un excelente resumen encontrado en Internet en el anexo A sobre el
dominio propio, del cual he preparado el siguiente esquema2:

1
Pedro Gómez – Abogado Colombiano – Dueño y fundador de Pedro Gómez y Cia Ltda. (Ver Anexo C).
2
Esquema del autor de este ensayo basado en el libro de Senge “La Quinta Disciplina”

Página 2
Dominio Personal 1

El Dominio Personal es la disciplina del crecimiento y del aprendizaje personal.


Implica:
1.− Priorizar
2.− Realismo
3.− Tensión entre la visión y la realidad

La gente con alto nivel de Dominio Personal comparte ciertas características:

1.− La visión es una vocación


2.− Trabajar con la realidad en vez de resistirla
3.− Ver la realidad con precisión creciente.
4.− Comunidad y singularidad.
5.− Integración holística
6.− Aprendizaje continuo
7.− Inteligencia emocional
8.− Amor al trabajo
9.− Centrarse en lo relevante

Y desarrollan las siguientes virtudes:

1.− Compromiso con la verdad. 


2.− Usar el subconsciente o "no es necesario entender todo".
3.− Integración de la Razón e intuición.
4.− Ver nuestra conexión con el mundo.
5.− Compasión.
6.− Compromiso con la totalidad.

Desde el punto de vista de la disciplina del pensamiento sistémico, estas características del dominio
propio hacen énfasis en la disciplina individual, es decir, tal vez, la condición a mi modo de ver más
fundamental para lograr el éxito.

Nuestra individualidad nos exige que preservemos nuestra … el dominio propio significa
singularidad sin caer en el egoísmo, por lo mismo debemos usar el ejercicio de gobernar sobre
todos aquellos recursos y talentos de los que hemos sido el ejército de nuestros
dotados, incluyendo la razón y la intuición en toda su dimensión propios deseos, necesidades
humana y sin limitaciones para encaminarlos hacia la visión y recursos…
seleccionada. Naturalmente el dominio propio significa controlar
toda nuestra individualidad según las leyes que nos dicta nuestro espíritu, razón por la cual el dominio
propio significa el ejercicio de gobernar sobre el ejército de nuestros propios deseos, necesidades y
recursos, sin perder de vista nunca nuestra individualidad, eso podría llamarse en términos más
modernos inteligencia emocional; si añadimos a eso el uso de nuestro subconsciente y el equilibrio
debido entre la razón y la intuición, podemos considerar que estamos equipados para llevar a cabo
nuestro propósito en la vida, con sentido y significado.

1
Resumen preparado por el autor de este ensayo y tomado del libro de Senge “La Quinta Disciplina” Ver Anexo A

Página 3
Principios y valores como la humildad evocan la necesidad del aprendizaje continuo, es decir un
permanente reconocimiento de nuestras falencias y debilidades, de nuestra propia impotencia frente
a las amenazas o la simple preparación para disfrutar con plenitud las oportunidades. Por otro lado el
hecho de tener sinceridad implica varias direcciones de la verdad, hacia mi mismo, reconociendo mis
errores, malos deseos, envidias, odios, egoísmos y temores para poder enfrentarlos, hacia los demás
implica el reconocimiento y la confesión de culpas, y su retribución, significa transparencia que
genera confianza dentro del marco de la verdad. Tal es el caso de la persona que presento en este
ensayo quien hizo uso de este concepto tras el resquebrajamiento de sólida empresa en el año 2000.
Efectivamente Don Pedro Gómez se mantuvo en principios sólidos y perseveró hasta su hoy
reconocida recuperación:

“El endeudamiento moderado es sano porque sirve de palanca para el crecimiento, pero hay que
tener cuidado porque un alza del costo del dinero puede perjudicar muchísimo a una empresa
como le sucedió a la mía hace casi una década: En la crisis de finales de los 90 en Colombia perdí
el 84 por ciento del patrimonio que había acumulado en 30 años de trabajo empresarial. Para
afrontar esa crisis, que me produjo un gran dolor en el alma, tuve que reestructurar los pasivos,
entregar todos los bienes a los bancos, y vender todos los activos que pude. Pasé de tener 280
empleados a solo 7. Y de tener 3.000 trabajadores en las obras, a ninguno. Pero apenas comenzó
a soplar un aire fresco en la economía -a finales del 2000 y comienzos del 2001- decidí comenzar
de nuevo. Hoy mi empresa está mejor que nunca” 1

Esencialmente principios y valores como: “No


…los principios y valores nunca son tan hagas a los demás lo que no quieres que te
probados y establecidos como cuando se hagan a ti, sino por el contrario haz a los
empieza a sentir la tensión inevitable entre la demás lo que quisieras tú que los demás
visión y la actual situación, pues esa tensión hagan por ti estando en su lugar”3, son
se extiende desde los más profundos elementos que establecen el vínculo entre el
pensamientos y sentimientos hasta las individuo y la comunidad sin que pierda su
férreas barreras de la realidad. 2 singularidad. Son aquellas cosas que evocan
la compasión y el compromiso con los seres
humanos, nos alejan de mirarnos el ombligo de nuestra propia situación de problemas, para
comprometernos en las soluciones de los problemas y necesidades de la comunidad.

De la profundización íntima de la individualidad y de la situación con la comunidad y la realidad,


(siempre basados en tener bien puestos los pies en la realidad y nuestra mente en nuestro sueños
establecidos con dominio propio), debe aflorar concientemente el establecimiento de la visión. Ella
surge del establecimiento de las prioridades, el orden y la organización de ideas, conceptos, modelos
mentales que nos permiten estructurar claramente el derrotero, sin embargo, los principios y valores
nunca son tan probados y establecidos como cuando se empieza a sentir la tensión inevitable entre la
visión y la actual situación, pues esa tensión se extiende desde los más profundos pensamientos y
sentimientos hasta las férreas barreras de la realidad. La tentación de abandonar los principios y
valores a cambio del atajo hacia la visión, o la modificación resignada de la visión por causa del temor
fruto de la inseguridad son los caminos a los que invita esta tensión entre más fuerte sea. Unos
férreos principios y valores consolidados son la herramienta fundamental de la constancia en la
búsqueda de la visión, la fortaleza del dominio propio encuentra su raíz en ellos.

1
Favor referirse a las lecciones empresariales del diario Portafolio del anexo B
2
Frases preparadas por el autor de este ensayo con base en el libro de Senge “La Quinta Disciplina” Ver Anexo A
3
Frases preparadas por el autor de este ensayo con base en La Biblia - 2do mandamiento

Página 4
Por esos mismos principios y valores también se
Unos férreos principios y valores establece una visión aterrizada a la realidad, pues
consolidados son la herramienta base las visiones basadas solamente en deseos de la
de la constancia en la búsqueda de la propia humanidad amarrada al egoísmo son
visión, la fortaleza del dominio propio quimeras que producen un stress innecesario y
encuentra su raíz en ellos. 1 frustración que hacen de la vida una eterna
compañía del error y del fracaso.

Por tratarse de una motivación egoísta la visión establecida así no se comporta como lo sagrado de
una vocación, sino más bien como el plan oculto, no transparente y mezquino al que se unen solo
elementos deseosos de metas individualistas.

La esencia del ser humano encuentra significado en un propósito que normalmente trasciende la
individualidad hacia la colectividad enraizándose en ideales supra-humanos o metafísicos, y en el
menor de los casos simplemente filosóficos, y por tratarse de eventos futuros de los que no se tiene
un control podemos hablar de esperanza y fe. Lo que mueve al empresario a forjarse una visión en la
que los principios y valores son el fundamento es el conjunto fe y esperanza, entendiendo la fe como
la convicción interior de lo que aún no se ve y la certeza de lo que se espera.

La historia de Don Pedro Gómez de quien diría es un gran Colombiano está rodeada de dominio
propio personal, de principios y valores, de renombre y aunque no se trata del hombre más rico del
planeta, ni del país si pueden anotarse estos comportamientos como ejemplos a seguir, personas de
quienes podemos hablar a nuestros hijos y recordar en generaciones postreras como orgullo
nacional.

Los principios y valores por si mismos establecen unas prioridades y enfocan una vocación, ellos
dicen en si mismos que vale más y que vale menos, cual es el principio y cual es su valor, de manera
que podemos decir que hay principios que tienen preeminencia sobre otros, por ejemplo, el buen
nombre está por encima de la riqueza, lo cual Don Pedro demostró magistralmente, tal es el caso
tras el resquebrajamiento de su sólida empresa en el año 2000. Efectivamente Don Pedro Gómez se
mantuvo en principios sólidos y perseveró hasta su hoy reconocida recuperación. En su historia su
familia y valores familiares lo sostuvieron cuando la tormenta de la ruina llegó, cuando sopló el viento
de la quiebra. En el interior de la persona con dominio propio las tensiones entre la visión y la realidad
invitan a realizar malabarismos con el corazón y los sentimientos con inteligencia emocional. 1

Aunque ya pasados los setenta años de edad, Don Pedro demostró una gran agilidad emocional,
como la de un atleta en plena juventud; las salidas fáciles del dinero rápido, o de salir huyendo sin
pagar las deudas, de esconderse y sacrificar la visión o sencillamente de enfermarse en medio de
una engañosa psicología autodestructiva basada en el resentimiento u odio, no fueron alternativas,
sencillamente la firmeza y profundidad de sus principios y valores lo constituyeron en una persona
con dominio personal. Todos sus malos deseos quedaron doblegados ante esa firmeza, la misma que
ahora lo sostiene en sus planes y sus proyectos actualmente exitosos.

1
Frases preparadas por el autor de este ensayo con base en el libro de Senge “La Quinta Disciplina” Ver Anexo A

Página 5
La mayor riqueza que podemos tener no está fuera de nosotros, está dentro de nosotros y se
proyecta trascendentalmente. Cuando empezamos la vida no empezamos de cero,2 empezamos con
la esperanza, empezamos con fe, con las cuales podemos edificar todo lo que nos propongamos, el
adobo de los principios y valores no solo le da sabor a la vida como algo de lo cual sentirse orgulloso,
sino que más profundamente le da significado, sentido y propósito a la misma.

La moraleja de esta historia tan Colombiana es esta: ¿Que importa el camino, o el final del camino, si
al concluirlo se termina peor que cuando se empezó?, ¿Cuánto vale nuestro nombre si al final lo
dejamos por el piso?, ¿Cómo queda el sentido de nuestra vida, si estamos llenos de fortuna, pero la
conciencia no nos deja vivir?, ¿Qué sentido tiene la vida si al final no podemos decir “dejé mi aporte
concluí mi meta”?, ¿Qué sería de nuestra vida si gracias a los buenos fundamentos no la llenamos de
esperanza?.

La concepción de Metanoia
El éxito de Don Pedro Gómez no se puede medir por la introducida por Senge en su libro
prosperidad o la excelencia de sus proyectos, si así no es de su originalidad realmente
fuera el Sr. Bernard Madoff, hoy atendido por la justicia como el mismo aclara. Esta es
de su país sería un victorioso, si fuera así, el más usada en los escritos griegos del
grande magnate alemán Adolf Merckle quien se suicidó nuevo testamento en la biblia
recientemente por su ruina en medio de la crisis sería
cristiana, que ha sido traducida
también un ganador. El éxito de Don Pedro se remonta
más bien a sus raíces de principios y valores. 3 con la palabra arrepentimiento, la
cual es solo una aproximación al
original griego. Significa dejar el camino malo que se ha seguido, para seguir un nuevo camino
totalmente contrario. Esto naturalmente implica un total cambio de mentalidad, es decir en la razón y
en la emoción. Estos cambios se producen por una conversión espiritual fuerte (como lo es el caso
del cristianismo original) y que trasladado al caso empresarial según el modelo de Senge sería algo
así como dejar el camino del fracaso para seguir el camino del éxito. Hacerlo tiene profundas
implicaciones en la cultura organizacional y típicamente no se logra sino hasta después de una
profunda crisis, aunque no digo que esta sea necesaria siempre para lograrlo.

Una reflexión personal

Talvez las estrategias, los modelos empresariales y la tecnología teórica para hacer planeación y
control son excelentes herramientas para el correcto y ortodoxo proceder laboral y empresarial, pero
cualquier modelo, sea cual sea, no funcionará si los elementos que lo componen no tiene un básico
de principios y valores. De hecho entre más altos sean, hay mayor riesgo, mayor rentabilidad y mayor
probabilidad de éxito. El riesgo se refiere a que se puede sucumbir a la presión de muchas maneras y
terminarse renunciando a los principios y valores, para terminar en graves situaciones. Pero
mantenerse firme es una señal indubitable del que modelo puede funcionar; de hecho en mi
experiencia personal, he descubierto que un modelo, así no sea tan bueno o tan moderno, puede ser
muy exitoso cuando sus elementos están protegidos por esa cobertura y cuando es el mismo mdelo
el que los promueve.

Para lograr esa formación deben ocurrir cambios a nivel personal y organizacional, por lo que estos
cambios típicamente van precedidos en unos procesos meta-paradigmáticos en la forma de pensar
no solo de los directivos de la organización sino de todos o la gran mayoría de personas que la
conforman, que seguidamente serán cambios fundamentales en los principios y valores, de forma que

Página 6
lo que importa desde el inicio y hasta el final es que nos mantengamos coherentes con nuestras
raíces, y seguramente el caso de Don Pedro Gómez no es único en el país ni en el mundo, pues por
todas partes están, son muchos los colombianos que lo saben y lo practican, aunque talvez no sean
tan sonados, o así no se trate de un exitoso empresario, sino solo de un empleado con su familia, o
un estudiante universitario, o aquel mensajero con moto, o la señora de la tienda, o…, pues
…finalmente los principios y valores establecen el vínculo
virtuoso del éxito. 3

1
Frases preparadas por el autor de este ensayo con base en lo referido en los anexos A y C
2
Adaptado de la frase célebre de Don Pedro Gómez, favor referirse al Anexo B.
3
Frases del autor de este ensayo resaltadas para exaltar el punto.

Página 7
Anexo A
Resumen esquemático de la Disciplina del “Dominio Propio” 1
Desarrollo Personal.
El Dominio Personal representa el cimiento espiritual de la OI, y sus raíces se nutren de las
tradiciones espirituales de Oriente y Occidente (Senge, 1990, 16). Su fundamento reside en el
innegable protagonismo del ser humano, de la gente en la administración de empresas.
El Dominio Personal es la disciplina del crecimiento y del aprendizaje personal. Trasciende tanto las
competencias como las destrezas aunque se basa en ellas. Trasciende la apertura espiritual aunque
requiere crecimiento espiritual. Significa abordar la vida como una tarea creativa, lo cual implica:
1.− Una continua clarificación de lo que es verdaderamente importante para nosotros.
2.− Aprender a ver la realidad con mayor claridad.
3.− La yuxtaposición entre la visión (lo que deseamos) y la clara visión de la realidad (dónde estamos
realmente) genera lo que Senge denomina la "tensión creativa": una fuerza para unir ambos puntos
causada por la tendencia natural de la tensión a buscar resolución. La esencia del Dominio Personal
consiste en aprender a generar y sostener (en suma: gestionar) la tensión creativa en nuestras vidas.
De este modo, "aprendizaje" no significa adquirir más información, sino expandir la capacidad para
producir los resultados que deseamos. Esto se llama aprendizaje generativo.
La gente con alto nivel de Dominio Personal comparte ciertas características:
1.− Para ellos, una visión es una vocación y no sólo una buena idea.
2.− Ven la realidad actual como un aliado, no como un enemigo, y han aprendido a percibir las
fuerzas del cambio y a trabajar con ellas y en ellas en vez de resistirlas.
3.− Son profundamente inquisitivas y desean ver la realidad con precisión creciente.
4.− Se sienten conectadas con otras personas y con la vida misma pero, sin embargo, no sacrifican
su singularidad.
5.− Se sienten parte de un proceso creativo más amplio, en el cual pueden influir sin controlarlo
unilateralmente.
6.− Viven en una continua modalidad de aprendizaje. Nunca "llegan". El Dominio Personal no es una
cosa que se posea, sino que es un proceso que dura toda la vida y que implica ser muy consciente de
su ignorancia, incompetencia (sus zonas de crecimiento). Y, paradójicamente, sienten profunda
confianza en sí mismos porque, para ellos, "la recompensa es el viaje". Alguien le ha llamado a esto
"madurez avanzada".
7.− Aspiran al desarrollo emocional con la misma fuerza e intensidad que los demás deseamos el
físico y el intelectual.
8.− Su relación con el trabajo es "sagrada" (en el sentido sociológico), no instrumental como las
correspondientes a las perspectivas funcionalistas clásicas normales. El trabajo es amado por sí
mismo, no como un medio para obtener ingresos.
9.− Tienen capacidad para centrarse en metas intrínsecamente relevantes, no sólo en las
secundarias.
Como hemos dicho, la gestión de la tensión creativa es el pilar básico del Dominio Personal. Pero hay
que distinguir la tensión creativa de la tensión emocional. La primera es la que resulta de los actos
para alcanzar la visión, mientras que la segunda es la presión que tenemos para reducir la visión para
aliviar la ansiedad.
Existen otro par de obstáculos para sostener la visión. Son dos creencias profundamente arraigadas
que casi todos tenemos: la creencia en la impotencia y en la indignidad. Estas dos se oponen
frontalmente a la visión de modo que la tensión creativa crea un "conflicto estructural". Imaginemos
que estamos atados a dos gomas elásticas opuestas: una a estas dos creencias y la otra a la visión.
A medida que más nos acercamos a la visión, más tensa (y más fuerza de oposición genera) se pone
la que nos ata a las creencias y viceversa.

Página 8
Existen tres estrategias para gestionar este conflicto, y cada una de ellas tiene sus limitaciones:
1.− Permitir el desgaste de nuestra visión.
2.− Manipulación del conflicto generando temor al fracaso al enfatizar sus desagradables
consecuencias.
3.− La Fuerza de la Voluntad, donde nos "energizamos" para superar toda forma de resistencia al
logro de nuestras metas. Esta tiene muchos más defectos escondidos de lo que parece.
3.1.− Carece de "economía de medios". El esfuerzo es descomunal para lo que se obtiene.
3.2.− Existen muchas consecuencias no buscadas (divorcios, mala educación de los hijos, etc.: el
empeño en el trabajo no parece dar el mismo resultado en el hogar).
3.3.− El peor de todos es que deja intacto el problema estructural subyacente. La creencia en la
impotencia no ha cambiado.

Sin embargo, existen formas mucho mejores que vamos a exponer:

1.− Compromiso con la verdad. Decir la verdad es mucho más adecuado y útil de lo que pudiera
parecer. Más que decirla a los demás, no referimos a la capacidad para reconocer dentro de nosotros
patrones del tipo "renuncio porque nadie me aprecia" etc. La habilidad para captar y reconocer estos
patrones es característica de la gente con alto Dominio Personal. Esta nos acerca mucho más a la
realidad y produce, a su vez, mayor tensión creativa, con su inherente fuerza.

2.− Usar el subconsciente o "no es necesario entender todo". Uno de los aspectos más
fascinantes de las personas con alto nivel de Dominio Personal es su aptitud para hacer tareas
extraordinariamente complejas con gracia y facilidad. Esto es posible porque tienen mayor grado de
comunicación entre la conciencia normal y el subconsciente, y explotan como disciplina esta
comunicación, mientras que la mayoría lo damos por sentado y lo explotamos al azar.
La mayoría de habilidades que tenemos son automáticas y subconscientes. Algún día en el pasado,
muchas de ellas fueron conscientes mientras se aprendían, pero el que no lo sean ahora, no quiere
decir que no estén actuando o que no sean útiles para nuestros propósitos.

3.− Integración de la Razón e intuición. Einstein dijo: "Nunca descubrí nada con mi mente racional".
Al igual que los dos ojos nos dotan de visión estereoscópica y nuestros dos oídos de audición
estereofónica, dotando de una tercera dimensión a ambos sentidos, así también sucede con la razón
y la intuición. Lejos de estar en contradicción (como muchas creencias clásicas sostienen), la
utilización simultánea de ambas capacidades dota de "volumen" y espacialidad, de una tercera
dimensión, a nuestras percepciones. Utilizarlas por separado sólo nos daría una visión "plana" (de 2
dimensiones) del mundo. Las personas con alto Dominio Personal consiguen esto espontáneamente.

4.− Ver nuestra conexión con el mundo. El hijo de Senge (un niño de 6 semanas) se apretó
fortuitamente la oreja con la mano. El daño que sintió le hizo apretar aún más su mano, la cual le
producía más daño aún etc. El niño de 6 semanas no sabe que la mano que se mueve delante de él
forma parte de su propio sistema corporal y la concibe como algo externo a él.
Al proceso de descubrir que ciertas fuerzas, aparentemente externas, están interrelacionadas con
nuestros propios actos, Senge lo denomina "cerrar los rizos". El niño citado, como la mayoría de
nosotros, pronto "cerrará el rizo" en la comprensión de su mano, pero la mayoría de nosotros, a
medida que crecemos, cerramos cada vez menos rizos y dejamos de descubrir la inevitable
interconexión de todo cuanto existe (característica de aquellos con alto Dominio Personal). Esta
creciente conectividad que se percibe al ir "cerrando rizos", junto a la también creciente pasión por la
totalidad de lo existente, es el permanente reto del aprendizaje y al que Einstein se refería cuando
dijo:

"La más bella emoción que podemos tener es la mística. Es la fuerza de toda ciencia y arte
verdaderos. Para quien esta experiencia resulte extraña es como si estuviera muerto. Saber

Página 9
que existe lo que para nosotros es impenetrable, manifestándose como la más alta sabiduría y
la más radiante belleza, que nuestras pobres facultades sólo pueden entender en sus formas
más primitivas −este conocimiento, esta sensación− está en el corazón de nuestra verdadera
religiosidad. En este sentido, y sólo en éste, pertenezco a las filas de los hombres devotos ...
Un ser humano es parte del todo ... Se considera a sí mismo, a sus pensamientos y
sentimientos, como algo separado del resto, como por una suerte de ilusión óptica de su
conciencia. Esta ilusión es para nosotros como una prisión, que nos restringe a nuestros
deseos personales y nos encariña con unas pocas personas que nos son próximas. Nuestra
tarea es liberarnos de esta cárcel ensanchando nuestra área de compasión hasta abrazar a
todas las criaturas vivientes y a toda la naturaleza en su belleza."
(Einstein en Weber, 1990, 236−7).

5.− Compasión. La creciente comprensión de la totalidad erosiona gradualmente nuestras actitudes


de acusación y de culpa. Comenzamos a ver que todos estamos atrapados en estructuras
encastradas en nuestros modos de pensar y en nuestros ámbitos interpersonales y sociales donde
vivimos. A diferencia del compadecerse y de la conmiseración (estados emocionales ligados a la
preocupación mutua), la compasión (viene de "con" y "pasión": "pasión con todo") es un nivel de
conciencia de mayor empatía fruto de la comprensión de la interconectividad.

6.− Compromiso con la totalidad. La visión más amplia consecuente de los aspectos anteriores
suele llevar al compromiso con una visión mucho más grande que nosotros mismos. No existe
persona que haya tenido un descubrimiento valedero que no haya experimentado poder espiritual:
"un grito desde el alma que fue sacudida y despertó". Sin esta visión más amplia, las organizaciones
no pueden innovar ni prosperar.

1
www.hacienda.go.cr/centro/datos/Publicacion/La%20quinta%20disciplina.pdf
Resumido y ampliado desde Senge, P., 1990 "La Quinta Disciplina".

Página 10
Anexo B
“Sí es posible hacer cosas importantes partiendo de cero”
Pedro Gómez Barrero

Se llevó a cabo la quinta versión de Lecciones Empresariales, el encuentro mensual de destacados


empresarios con suscriptores de nuestro diario, foro que pretende enseñar valiosas recomendaciones para
la creación y desarrollo de negocios en Colombia. En esta ocasión nuestro invitado fue el distinguido
empresario Pedro Gómez Barrero, muy conocido por sus múltiples y exitosos proyectos urbanísticos. A
continuación resumimos los mensajes de Gómez Barrero que más nos llamaron la atención: * Si se tiene
algo de experiencia y unos ahorros se puede vencer el temor de dar el paso trascendental de empleado a
empresario. * La clave del éxito es planear con mucho cuidado, conocer a fondo el mercado, estudiar en
detalle el producto o servicio que uno quiere ofrecer. * En todo momento hay que tener cuidado con el
exceso de confianza en la estabilidad de la economía. * El endeudamiento moderado es sano porque sirve
de palanca para el crecimiento, pero hay que tener cuidado porque un alza del costo del dinero puede
perjudicar muchísimo a una empresa como le sucedió a la mía hace casi una década: En la crisis de
finales de los 90 en Colombia perdí el 84 por ciento del patrimonio que había acumulado en 30 años de
trabajo empresarial. Para afrontar esa crisis, que me produjo un gran dolor en el alma, tuve que
reestructurar los pasivos, entregar todos los bienes a los bancos, y vender todos los activos que pude.
Pasé de tener 280 empleados a solo 7. Y de tener 3.000 trabajadores en las obras, a ninguno. Pero
apenas comenzó a soplar un aire fresco en la economía -a finales del 2000 y comienzos del 2001- decidí
comenzar de nuevo. Hoy mi empresa está mejor que nunca.* Me gusta consultar a los varios expertos que
tengo en la empresa, pero las grandes decisiones finales las tomo yo solo. * Hay que ser cauteloso, pero
no en exceso. Porque para aprovechar las oportunidades siempre hay que tomar riesgos. * Al momento de
seleccionar a mis colaboradores de más alto nivel busco no solo que sean profesionales con los
conocimientos y la experiencia necesarios, sino sobre todo que sean buenas personas, gente confiable,
amable, con la que se pueda compartir y hacer equipo. Esto último hoy en día no es fácil porque hay
mucho egoísmo. * Vale la pena traer ideas de afuera, pero siempre hay que adaptarlas a las
circunstancias locales. * Hay que tener la audacia para pensar y actuar en grande y a largo plazo.*
Cuando se tiene un gran proyecto, muy especial, conviene enfocar toda la energía y los recursos en esa
prioridad. * En una época me distraje de mis actividades empresariales al asumir la Embajada de
Colombia en Venezuela, pero fue una gran vivencia de la cual no me arrepiento. Creo que le hice un gran
aporte a mi país, posiblemente lo más importante que he hecho en mi vida. * Para salir adelante de la
crisis lo que me impulsó fue la imperiosa necesidad de recuperarme; sentía una gran fuerza interior que
me motivaba a no darme por vencido y recibí un gran apoyo de mi familia, cosa que fue fundamental para
comenzar de nuevo con éxito. * La reacción de mi familia cuando les conté que había perdido casi todo mi
patrimonio fue maravillosa: me dijeron que el dinero no era lo esencial en la vida y que se alegraban por
poder, en ese entonces, pasar mucho más tiempo conmigo al yo no tener una actividad empresarial. * El
empresario no se puede dedicar solo a hacer plata. Esa es una vida aburrida. Hay que dedicar parte
importante del tiempo a otras cosas muy gratificantes como el servicio público, la política, la cultura, la
academia y la filantropía. * Creo que todos los ciudadanos deben participar en política, porque ésta bien
ejercida es trascendental para el progreso de una nación. Así sea parcial u ocasionalmente pienso que
todo ciudadano tiene la obligación de hacer política. * La miseria, la pobreza y la inequidad son
deficiencias graves del país y en estos frentes se progresa muy lentamente. Por lo tanto, todos tenemos
que aportar mucho más a sus soluciones. * Estoy convencido de que la educación es la clave del avance
sustancial de una sociedad, pero tiene que ser una educación de muy buena calidad. Hoy en día el
sistema educativo nacional deja aún mucho qué desear. * Valoro mucho a los maestros -mi madre era
maestra en mi pueblo natal, Cucunubá. Por ese motivo creé la Fundación Compartir cuya principal misión
es la profesionalización de los maestros de Colombia. * En mi agenda diaria trato de evitar al máximo los
desayunos de trabajo, porque como decía un amigo mío, desayunar en la casa es un derecho del ser
humano, derecho que preferiblemente se debe ejercer en la cama. * La fórmula para conservar la buena
energía, la vitalidad y el entusiasmo en la vida empresarial es embarcarse en proyectos que sean muy
interesantes. Eso lo motiva a uno mucho y lo mantiene joven. * Trabajo largas jornadas entre semana,

Página 11
pero el fin de semana es siempre sagrado para la familia. * Me gusta salir al campo y estar con las vacas y
los caballos, porque el campo renueva, oxigena. * El éxito nunca se consigue de la noche a la mañana,
hay que trabajar intensamente durante mucho tiempo para alcanzar objetivos valiosos. * El conocimiento y
la experiencia que uno va acumulando a través de los años es un capital muy preciado. Por lo tanto no se
debe abandonar la actividad que uno ha llevado toda la vida, a menos que las circunstancias externas
sean muy hostiles contra esa labor (por ejemplo, lo que le sucede en estos momentos a los floricultores
con la nociva y prolongada revaluación). * Como se dice en mi tierra cuando uno enfrenta una situación
adversa, "hay que buscarle la comba al palo", es decir, con creatividad y constancia termina apareciendo
una salida. * Uno realmente es nadie o muy poco en sí mismo; uno simplemente es parte de un equipo.
* Jamás se debe subestimar ni tratar mal a los competidores. Y hay que competir con todo, se debe tratar
de ser mejor que los rivales en todos los aspectos. * Para diferenciarse de los demás hay que renovarse
continuamente; se deben buscar nuevos productos y nuevos valores agregados a los ya existentes. * Las
universidades de Colombia deben tener mucho mayor contacto con la realidad del país. Sus profesores y
estudiantes deben analizar los problemas de Colombia y se deben hacer investigaciones que sean
pertinentes para el país. * Innovar constantemente es la mayor ventaja competitiva posible. * En Colombia
hay que volver a sentir por los maestros lo que en una época se sentía en todas partes: admiración y
respeto por su gran autoridad. * En respuesta a un profesor de un colegio de Ciudad Bolívar (que preguntó
en el foro cuál mensaje debería llevarles a sus estudiantes de muy escasos recursos) dijo: cuénteles que a
pesar de su situación difícil, en Colombia sí es posible hacer cosas importantes partiendo de cero.

2
Tomado del Diario Portafolio – Colombia – Lecciones Empresariales

Página 12
Anexo C
3
Don Pedro en Panamá
A los 75 años, padre de María, de tres años, Pedro Gómez
Barrero resurge como el gran empresario internacional. Teniendo
como único patrimonio su credibilidad, superó la crisis,
reconstruyó su compañía, y entrega el más grande centro
comercial de Panamá. En Colombia erige nuevos conjuntos y
centros comerciales. Y en Ciudad de Panamá le contó a la
Revista Diners lo que significa volver a empezar. El último señor
de palabra en Colombia.

Don Pedro en Panamá


Por Germán Santamaría
Fotos: Mauricio Ánjel

Lo que más le dolió fue perder esas 240 hectáreas de verdes valles y suaves colinas en Cucunubá y
esos dos hermosos cuadros de Botero, uno de Adán y Eva en el paraíso terrenal y el otro un autorretrato
del pintor. Esto le dolió más que entregar por ocho millones de dólares el Hotel Santa Teresa de Cartagena
cuando había gastado 20 millones de dólares para construirlo.
A partir de 1996, cuando empezó la gran crisis, lo perdió casi todo, todo, salvo lo que jamás alguien le
puede quitar a un caballero: la credibilidad. Porque Pedro Gómez es uno de los últimos señores, tal vez el
postrero Don, de Colombia. Uno de aquellos hombres en vías de extinción para quienes la palabra lo vale
todo, tanto, que la confianza que inspira reemplaza cualquier escritura o letra de cambio.
Y ahora, al filo de sus 75 años, padre de María, de tres años, allí cerca del Canal de Panamá, mira una
mole de doscientos mil metros cuadrados de mármol, cemento, hierro y vidrio, que acaba de construir y
que se levanta como la máxima obra material que muestra esa nación para celebrar un siglo de su
separación de Colombia.
Es el Multicentro de Ciudad de Panamá no solamente una de las mayores superficies comerciales de gran
lujo en el mundo, sino que es como la gran pirámide que ha construido en su vida este abogado que,
desde el fondo del colapso económico, resucitó a fuerza de pulso y coraje y con el infinito apoyo de su
credibilidad.

Pedro Gómez Barrero y su esposa


Piedad Gómez de Gómez

Cuando la inmensa mayoría de la gente de su edad ya está en el apacible retiro, Pedro Gómez Barrero, pelo blanco, manos curtidas, camina
vigoroso por esa enorme estructura de este Multicentro, revisa las dieciséis escaleras eléctricas, los diez ascensores, las diez salas de cine, los
cuarenta restaurantes, diez de ellos en la Plaza de la Cultura. Y todo tan grande como si fuera tres veces el Centro Andino y media más que
Unicentro, de Bogotá.
Con casco de trabajador, junto a su esposa Piedad, mano derecha suya y diseñadora, en equipo con Alfonso Tamayo, de este Multicentro, revisa y
saluda a muchos de los mil quinientos trabajadores de obra que colocan ventanas, afinan acabados, pulen barandas, adecuan locales. Una buena
parte son colombianos.
Gómez Barrero sale hacia la Avenida de Balboa y mira el perfil de la enorme estructura situada entre Punta Paitilla y Marbella, de cara a la bahía, y
señala cómo toda la gran fachada del Multicentro está construida con "piedra Bogotá", un mineral gris y bien pulido llevado desde la capital
colombiana, y cómo los jardines y puentes están construidos con "piedra Medellín", de color verde oscuro y terracota profundo, llevada desde
Antioquia. Y señala cómo las barandas de los balcones de los cuatro pisos fueron construidas en Barranquilla y los gigantescos domos, tan altos
como si fueran de catedrales medievales, que cubren las tres plazoletas donde convergen todos los corredores del centro comercial, también fueron
fabricados en Bogotá, lo mismo que todos los cielos rasos de los 260 locales comerciales del Multicentro.

Señala hacia la contigua torre en construcción del hotel anexo al Multicentro, de más de trescientas habitaciones, y hacia la zona donde se levanta el
centro de convenciones que igualmente hace parte del centro comercial, y destaca la discoteca para niños y el gimnasio con spa, las mil sillas de los
restaurantes, y los casinos, y las vastas plazoletas, y esas escaleras en caracol como esfinges de mármol, todo climatizado para estar a salvo del
ardiente clima de Panamá, y con una espectacular vista a la bahía, y tan grande, moderno y majestuoso que sin duda es la tercera obra más
imponente de Panamá, después del Canal y el Puente de las Américas. Una obra construida por un colombiano para ser inaugurada el primero de
noviembre, en vísperas de cumplirse cien años desde cuando Panamá se separó de Colombia.
Y señala y precisa que de los 260 locales comerciales, cien fueron comprados por Colombianos, por lo que el Multicentro de Ciudad de Panamá
será en realidad un gran centro de venta y exportación de productos colombianos. Y al inaugurarlo, frente a la presidenta de Panamá, Mireya
Moscoso, señaló que ante la historia de una Panamá anexada a Colombia por su propia voluntad y frente a los hechos cumplidos de su separación,
sentía al mismo tiempo alegría y nostalgia de patria, lo que en buen romance portugués significa saudade. Y lo inauguró a las 6 y 15 de la tarde del
primero de noviembre, como lo había prometido en el 2002 ante toda la nación de Panamá.Se limpia el sudor, retorna al interior del Multicentro, se

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encuentra en una de las plazoletas con el gestor económico de este enorme proyecto, el colombo-panameño
Jacobo Torres, cabeza del Grupo El Hayec y empresario de origen árabe cuya familia, como aquellas de la estirpe
de La balada de María Abdala, llegaron también por el mar a Colombia y se afincaron en los pueblos de la costa
atlántica.
Pedro Gómez y su hija María de tres años.

Hacia el medio día, a la hora del almuerzo, Pedro Gómez desciende hasta el primer nivel del enorme parqueadero
cubierto y con capacidad para tres mil vehículos. Allí, en una camioneta, se hallan su hija María, de tres años, y él y
su esposa Piedad, ambos con casco, que salen del acero y del cemento bajo la enorme mole de 300.000 metros
cuadrados que equivalen a dos catedrales de Notre Dame de París, se doblan enternecidos ante la pequeña, de
tres años, entusiasmada con su unicornio de juguete.

Desde el fondo
En vísperas de Semana Santa del año dos mil, don
Pedro se encontraba en una situación que él mismo
precisa allí en Panamá: "Estaba en la olla". Y recalca
que estaba al borde de la ruina y tuvo que entregar o vender a menor precio más del 90
por ciento de su patrimonio, y recuerda cómo se desprendió de su jet ejecutivo —que
utilizaba para trabajar—, de varios hoteles y de sus espléndidas oficinas privadas en el
Centro Andino, y que llegó a raspar tanto el fondo de la vasija que en determinado
momento comenzó a preocuparse incluso por el futuro económico de su familia. Lo peor
empezó cuando el Banco de la República subió los intereses, cayó de manera
estruendosa la demanda de vivienda y todo tipo de bienes, y él vio cómo una empresa que
tenía 250 empleados de oficina y tres mil obreros, quedaba reducida a siete personas.

Estructura interior del multicentro de Ciudad de Panamá


que es tres veces más grande que el centro Andino de Bogotá.

Pero igual que los árboles de raíces profundas y sanas, él se mantuvo de pie, jamás se declaró en quiebra y prefirió venderlo todo para pagar sus
deudas. Y entonces se quedó apenas con un patrimonio que es intangible y que sólo construían los señores de antes: la credibilidad. Y la confianza,
casi la fe, y la devoción que le tenían sus seguidores. No sólo los centenares de propietarios de locales en los centros comerciales que ha construido
en Colombia, sino también los cuarenta mil dueños de vivienda, desde los estratos bajos hasta los más altos, que saben que sus obras son sinónimo
se seguridad y garantía para sus inversiones.
Los mismos que en Bogotá, en urbanizaciones como El Recreo de los Frayles, Antigua, Calatrava, Emaús o Lindaraja, descubrieron con él un nuevo
modo de vivir, entre jardines y senderos, y como si fuera poco, con la seguridad de que habitaban sobre un cheque al portador por la inmediata
capacidad de reventa de sus inmuebles. O aquellos que hace más de treinta años le creyeron que en esos campos de cebada, por allá abajo de
Usaquén, sí se podía construir un enorme centro comercial porque ahí estaba el futuro de la ciudad, y hoy cada metro cuadrado de sus locales vale
treinta millones de pesos.
Y así lo siguió una romería de creyentes, a tal punto que un señor uruguayo llama cada año desde Montevideo para saber dónde está construyendo
Pedro Gómez y comprar allí, y que varios comerciantes reaccionaron de inmediato cuando se anunció la construcción del Multicentro de Occidente
en la Calle 80 de Bogotá y fueron a separar sus locales pero les dijeron que aún no podían recibir los cheques porque faltaban algunos trámites para
concretar la fiducia que garantizara sus inversiones. "Es que nos sentimos más seguros girándole el cheque a Don Pedro Gómez que a cualquier
fiduciaria", respondieron en coro los comerciantes.
Y es que así era antes en Colombia, en los tiempos de los abuelos, cuando valía la
palabra, mucho antes que llegaran los ladrones de cuello blanco. Allá en ese territorio de
abuelos campesinos leales y apacibles, en Cucunubá, Cundinamarca, nació Pedro
Gómez hace 75 años. Su historia ya es conocida: aquella del hijo de la maestra y el
mediano agricultor que una vez bachiller se las arregla para llegar hasta donde un
ministro y solicitarle que lo nombrara celador de noche en el edificio para poder estudiar
Derecho en el día en la Universidad del Rosario. Y que ese sereno de una Bogotá
congelada fue tan buen estudiante que terminó como colegial del Rosario, a los 25 años
juez en Facatativá, a los 29 director de Valorización de Bogotá y a los 30 gerente
fundador de las empresas Currea Aya y Mazuera, primero, y después de Currea Aya y
Uribe Holguín, y desde hace 35 años el papá y el alma y el motor y el corazón de su
propia firma, Pedro Gómez y Compañía Limitada.

Durante la inauguración del Multicentro en Panamá, el pasado 1o de noviembre, de


izquierda a derecha el gestor del proyecto Jacobo Torres, la presidenta de Panamá
Mireya Moscoso, el famoso actor Sean Connery y su esposa Michelle y el
empresario colombiano Pedro Gómez Barrero.

Y pasaron los años, y don Pedro no sólo pensó que su vida estaba destinada para construir casas para las capas medias o pudientes del país. Lo
primero que hizo fue levantar una bella posada en su pueblo, con tanto amor por éste que incluso se ha empeñado en un programa para rescatar la
tradición de los tejedores artesanales que vio en su infancia. Con una visión y sentido social poco común en los empresarios colombianos, en 1979
fue el gestor de Compartir, que casi 25 años después, siempre con gran capacidad de reacción ante los desastres y adversidades del país, muestra
como resultados 30.000 soluciones de vivienda construidas para los colombianos de escasos recursos y 28 planteles educativos para 124.000 niños
y jóvenes, además de capacitación y crédito para cien mil microempresarios y un trabajo con los maestros que además de un gran premio anual ha
rescatado más de once mil propuestas pedagógicas. Han sido años de mucha intensidad, de los cuales recuerda especialmente aquellos tiempos en
que dirigió Resurgir, para la reconstrucción de Armero, o aquellas noches en que se la jugó toda en Caracas, donde era el embajador colombiano,
para evitar una guerra con Venezuela, durante el recordado incidente de la corbeta Caldas.

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Hijo de la entraña campesina de la sabana cundiboyacense, absolutamente andino en su piel y su sangre, al cabo de todo este tránsito comprobó
que los grandes conflictos políticos de Colombia tienen raíces y razones sociales. Buscador incansable de la paz, cree que la única solución final
será la negociación política, y precisa que "mientras exista en Colombia tanta pobreza y esa pobreza siga creciendo, no habrá tranquilidad".

Sin pereza
Y siguieron pasando los años y llegó 1996 y comenzó esa historia que culminó cuando lo entregó todo, con mayor responsabilidad que dolor, y sintió
que se le arrugaba el corazón al entregar su finca de Cucunubá y los dos cuadros de Botero que solía contemplar en sus treguas para la soledad.
Supo que, como León Tolstoi, sólo sentía un profundo apego por la tierra y por el arte. Y por su familia y por su país. Aunque él lo había perdido casi
todo, pensó que a Colombia no le podía pasar lo mismo, y por eso a finales de 1999 estaba en Suecia con la delegación del Gobierno nacional que
junto con los delegados de las Farc recorría Europa para explicar el plan de paz en el país. Y allí supo que Piedad estaba embarazada. De su primer
matrimonio tuvo tres hijos, matemáticos, académicos, intelectuales, de los cuales se siente muy orgulloso. Pero ahora, en ese momento difícil, al filo
de los 71 años, con las manos entre los bolsillos, como cualquier recién casado, esperaba de nuevo ser padre. Entonces viajó desde Estocolmo
hasta Washington, donde le practicaron un examen a Piedad para saber si existía algún riesgo por la edad del padre. Todo perfecto. Y como en la
leyenda de pueblo según la cual cada hijo llega con el pan bajo el brazo, en víspera de la Semana Santa del año 2000 vino a visitarlo en Bogotá el
empresario colombo-panameño Jacobo Torres. Impresionado por el Centro Andino, le propuso que construyera en Panamá uno similar pero más
grande. "Acepté de inmediato porque no me podía dar pereza pues estaba en extrema necesidad". Entonces empezó la resurrección. Nació María y
la economía colombiana empezó a resurgir, un nuevo aire de confianza sopló por toda Colombia, y las gentes sacaron su dinero y se lo entregaron a
don Pedro, y de nuevo seis grandes conjuntos de vivienda y tres centros comerciales está construyendo Pedro Gómez en Bogotá, por ahí por la
ciudad, por los jardines de los senderos que se bifurcan. Y allá en Panamá se terminó de construir Multicentro, y llegaron otros pedidos de Quito y
Santo Domingo, y la romería que lo sigue por su credibilidad y mirada de visionario celebró en silencio que don Pedro Gómez Barrero hubiera
resguardado tan bien su honorabilidad para erigir otra vez en Colombia y en Latinoamérica un nuevo modo de vivir.

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Tomado de Revista Diners – Colombia
http://www.revistadiners.com.co/noticia.php3?nt=23517

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