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Prof.

: Petra Quilárquez

INTEGRANTES:
Acosta Pérez, María Sobeida C.I 5.481.376
Barrios , Luis C.I. 10.225.895
Borregales , Joscarina C.I. 11.539.913
Carreño Guerra, Thais del Valle C.I. 19.318.357

CARTELERA 20%

TALLER 20%

MICROCLASE 25%

SEMINARIO 25%

RASGOS 10%
Porlamar; Noviembre 2.009

Introducción
La psicomotricidad es una disciplina que se dedica al estudio del
movimiento corporal, no únicamente como expresión de descarga sino
en una concepción mucho más amplia. Trata, por ejemplo, la influencia
de éste en la construcción de la personalidad y cómo incide sobre lo
afectivo, lo intelectual, lo emocional. En ella se considera al niño como
una unidad biopsicosocial en la que todos los aspectos de su vida
están integrados interactuando entre sí.
Antes de los aportes de la psicomotricidad, el cuerpo era
comprendido en una concepción puramente mecánica. De ese cuerpo
instrumental, mecánico se pasó a una concepción más amplia en la
que se lo relaciona con la expresión, las artes plásticas y dramáticas.
Pero ese cuerpo no está solo, es un cuerpo en relación con los otros.
El cuerpo es entendido así como instrumento, expresión, relación.
Avances posteriores llevaron a la concepción de cuerpo de un sujeto
determinado, con nombre y apellido, idea ésta en la que comienza a
importar el deseo del niño. Se trata, pues, de una concepción más
humanizada y es la que actualmente se considera en la
psicomotricidad.
Esta idea global de niño queda manifiesta en su acción, la que le liga
emocionalmente al mundo y que debe ser comprendida como el
estrecho vínculo existente entre su estructura somática, afectiva y
cognitiva. Es en la acción del niño donde se articulan todas sus
posibilidades de comunicación y conceptualización.
La práctica psicomotriz, apoyada en los principios de Aucouturier, no
enseña al niño los requisitos del espacio, del tiempo, del esquema
corporal, sino que lo pone en situación de vivir emocionalmente el
espacio, los objetos y la relación con el otro, de descubrir y
descubrirse, única posibilidad para él de adquirir e integrar sin dificultad
el conocimiento de su propio cuerpo, del espacio y del tiempo.
A través de la práctica psicomotriz el niño vivencia emocionalmente
el espacio, los objetos, a los otros. La posibilidad de descubrir y
descubrirse que proporciona esta práctica brinda al niño la mejor
oportunidad de adquirir e integrar el conocimiento del cuerpo, el
espacio y el tiempo.

Estos aportes traen aparejado el concepto de que la información que


recibimos es recepcionada por el cerebro emocional y luego pasa al
cerebro cognitivo. Lo afectivo pasa a un plano preponderante, enciende
o apaga las respuestas del conocimiento y del movimiento. Se está
jerarquizando el placer, lo que amplía considerablemente el concepto
de cuerpo antes definido.

Entonces, para esta nueva concepción el cuerpo es :


• Instrumento
• Expresión
• Relación
• Cuerpo de un sujeto
• Placer
CONCEPCIONES TEORICAS DE LA PSICOMOTRICIDAD

Es muy amplia la utilización que se hace del término psicomotricidad


en tratados psicológicos y pedagógicos. Por un lado, se utiliza cuando se
habla del desarrollo psicológico de las primeras edades, insistiendo mas
en las conductas motrices (es frecuente oír decir:” este niño tiene una
psicomotricidad buena”, para indicar el nivel de desarrollo motor). Por otro
lado, el concepto de psicomotricidad se refiere a una técnica educativa o
reeducativa.

Para entender lo significa psicomotricidad vamos a analizar el


termino. Este consta de dos elementos: “psico” y “motricidad”. En el
primero hace referencia a la doble actividad psíquica del ser humano, en
su comportamiento cognitivo y sociafectivo. El segundo hace referencia al
movimiento del cuerpo. La unión de ambos componente, “psico” y
“motricidad”, expresan la relación mutua entre la actividad psíquica y la
función motriz. La experiencia acumulada por el niño en sus acciones con
objetos tiene enorme importancia en su desarrollo intelectual, para poder
adaptarse a las diversas situaciones del mundo exterior y sus posibles
modificaciones, el niño debe poseer la conciencia, el conocimiento, el
control y la organización dinámica de su propio cuerpo.

Para Duprè hay un estrecho paralelismo entre el desarrollo de las


funciones motrices y el desarrollo de las funciones psíquicas. Durante la
primera infancia, motricidad y psiquismo están imbricados, confundidos:
son dos aspectos indisolubles del funcionamiento de una misma
organización.

DEFINICION

Las siguientes definiciones que distintos autores hacen de la


psicomotricidad ponen de manifiesto esta doble función:

✔ La primera educación no puede ser otra cosa global, partiendo


de lo ya vivido, y esto es precisamente lo que se propone la
psicomotricidad (Vayer).

✔ La psicomotricidad es la educación del niño en su globalidad,


porque actúa conjuntamente sobre sus diferentes
comportamientos: intelectuales, afectivos, sociales y motores.
(LaGrange)
✔ La psicomotricidad es una técnica que tiende a favorecer, por
el dominio corporal, la relación y la comunicación que el niño
va a establecer con el mundo que le rodea (Ramos)
Por último la definición que dan Martínez López y García Núñez
explica la relación entre las funciones explica la relación entre las
funciones motrices y las funciones psíquicas, indicando: “el desarrollo de
las complejas capacidades mentales de análisis, síntesis, abstracción,
simbolización, etc., se lograra solamente a partir del conocimiento y
control de la propia actividad corporal, es decir, a partir de la correcta
construcción y asimilación por parte del niño de lo se llama el esquema
corporal”

EVOLUCION

La concepción de psicomotricidad va a evolucionar desde una visión


clínica, como solución a determinados trastornos, hacia otra concepción,
que será la que estudiaremos en esta unidad temática, considerada como
metodología educativa integradora y global en la etapa infantil.

En la evaluación del concepto han tenido gran influencia las


aportaciones del psicoanálisis (S. Freud, R. Spitz, M. Klein, etc.) sobre la
importancia del componente afectivo en la en la conciencia de la imagen
corporal; la teoría de Piaget sobre la evolución de la inteligencia a partir
de la actividad corporal y el desarrollo sensoriomotor como base del
pensamiento; los estudios de Wallon acerca del importante papel de la
acción en el desarrollo del sujeto, tanto en el plano cognitivo como
afectivo y de relación; las investigaciones de Ajuriaguerra en el campo
de la psiquiatría infantil, en las que pone de manifiesto la relación de
algunos trastornos motores c on la dificultades del sujeto en los
aprendizajes y las relaciones con el medio; además con las aportaciones
de otros muchos autores, que van a dar lugar a técnicas pedagógicas
basadas en la actividad corporal. Encontramos algunos métodos como:

• Método Montessori: basado en la actividad senso-motriz

• Método Bon-Depart: basado en la coordinación motriz-rítmico-


visual.

• Método de relajación, como las técnicas de Schultz, Jackobson,


etc.

• Eutonia Gerda Alexander, etc.

Pero la practica psicomotriz en la escuela va a ser llevada a


cabo fundamentalmente por distintos profesionales, con métodos y
objetivos diferentes, según su origen y formación; de estas maneras,
surgen múltiples formas de contemplar la psicomotricidad, aunque vamos
a resumirlas en dos: la llamada postura normativa y la postura dinámica.
Ambas posiciones parten de la idea básica de que el ejercicio físico
favorece el desarrollo corporal, mental, y emocional-social, y que la
educación ha de ser global y construida desde lo vivido y actuado.
Dependerá del aspecto del desarrollo (el motor, cognitivo o el afectivo-
social) en el que haga un mayor hincapié, lo que definirá y diferenciara la
práctica psicomotriz. Veamos de forma sintética las características de
cada corriente:

Postura normativa:

Los representantes de esta postura son Picq y Vayer. Parten de la


idea de que a través de movimientos con las distintas partes de cuerpo, y
a través del control del tono y la respiración se llega al conocimiento y
dominio del esquema corporal, para poder tener unas relaciones más
útiles consigo mismo con los demás y con el mundo exterior. Se plantan
unos objetivos enfocados al perfeccionamiento de los gestos y
coordinación general, con el fin de potenciar las habilidades de los
aprendizajes instrumentales: lectura y escritura.

Las propuestas que se hacen al niño son a partir de ejercicios


programados de antemano, es decir, se trata de una técnica directiva.

Postura dinámica o de relación:

Con una gran influencia del modelo psicoanalítico y próximos a la


terapia, Lapierre y Aucouturoier proponen otra línea de actuación
psicomotriz basada en la calidad de la relación y comunicación afectiva
entre el niño el adulto. Los objetivos que se plantean están orientados
están orientados hacia la búsqueda de la seguridad el bienestar o placer
sensomotriz como basa para el acceso al campo de lo intelectual. Se
parte de la expresión espontanea del niño, a través de la utilización libre
de los materiales, para pasar después al análisis y compresión. En la
práctica habitual se tiende a unificar o complementar los dos estilos a
partir de propuestas más o menos dirigidas.

EL ESQUEMA CORPORAL

Según Martínez y Núñez, el esquema corporal consiste “en la


representación mental del propio cuerpo, de sus segmentos, de sus
posibilidades, de movimientos y sus límites”

Para Wallon en el esquema corporal se constituye según las


necesidades de la actividad. No es algo dado inicialmente, ni una entidad
biológica psíquica; es la justa relación entre el individuo y el medio.

La construcción del esquema corporal se va realizando de manera


progresiva; no es una estructura estática sino que se va modificando en
función de las experiencias.
Para Vernicke todas las sensaciones e imágenes que proceden del
cuerpo constituyen la conciencia del cuerpo y se oponen a la conciencia
del mundo exterior.

Para los psicoanalista la vivencia del cuerpo va a ser deferente a lo


largo del desarrollo, conforme a ello establecen las diferentes etapas en
función de la significación, afectiva de determinadas zonas del cuerpo
(anal, oral, genital, etc.).

Según Wallson la boca y toda la zona oral constituye el punto de


partida para la construcción del esquema corporal; es ahí donde
empiezan los primeros intercambios en el entorno; la alimentación, la
exploración de los objetos, etc., pero el primer órgano que el niño explora
activamente es la mano a través de la observación manipulación, etc.

Lacan considera fundamentalmente, para la elaboración del esquema


corporal, la maduración de la percepción visual. Es a partir del sexto mes
cuando el niño reconoce su imagen en el espejo; a esto lo denomina
“estadio del espejo”

Evolución del Esquema Corporal:

El esquema corporal se va a formando el niño desde el nacimiento


hasta aproximadamente los once años, aunque a los seis años el niño
consigue un esquema corporal bien organizado. Es algo dinámico, que
constantemente se está rehaciendo.

Entre el segundo y octavo mes el bebé va a empezar a construir la


imagen de su cuerpo. En los primeros meses solo tiene imágenes
fragmentadas de sí mismo: chupa un objeto, juega con sus manos,
observa un juguete, etc., sin poder relacionar las distintas partes de su
cuerpo como un todo; alrededor del año empieza el niño a tomar
conciencia de su unidad y globalidad corporal.

Durante el segundo y tercer año el niño lleva a cabo una progresiva


autonomía motriz, fundamentalmente gracias al desarrollo de la
locomoción y la presión, que le permitirán un mayor número de
experiencias y posibilidades de utilización de su propio cuerpo. Va
adquiriendo los primeros hábitos relacionados con la salud (higiene,
alimentación, etc.), que le permitirán cierta independencia con respecto al
adulto. En el segundo año, debido a la capacidad de representación, el
niño ya es capaz de elaborar una imagen corporal y se empieza a
establecer la noción de identidad: esto lo manifiesta a través del uso del
pronombre personal, “yo”. Va descubriendo las partes de su cuerpo, en
principio las más grandes, después las más pequeñas, y
fundamentalmente las que más utiliza. Se dan cuenta de su propio cuerpo
según las características y posibilidades.

A partir de los tres años, cuando ya el niño ha conseguido un control


motriz, va a poder manifestar de modo grafico, a través del dibujo, como
va elaborando e integrando su esquema corporal, es decir, el
conocimiento de su cuerpo y de sus segmentos. La observación de los
dibujos de la figura humana al educador para valorar cual es la evolución
del esquema corporal en el niño.

Las Sensaciones:

El primer registro que tiene el niño acerca de su propio cuerpo es a


través de las sensaciones interoceptivas. Estas le aportan la información
de los estados de necesidades fisiológicas y suponen tensión muscular y
la consiguiente reacción corporal (llanto, agitación, etc.). Estas
sensaciones son las primeras que sirven para establecer la elación del
niño con el entorno (los adultos deberán responder a estas necesidades).

Las sensaciones propioceptivas dan información sobre la propia


actividad motriz, y ayudaran a establecer el control progresivo de la
motricidad. Se va elaborando el conocimiento de las distintas partes del
cuerpo (global o segmentariamente), de sus posibilidades y su correcta
adaptación a las diferentes situaciones. Son por ello fundamentales las
actividades de tipo motor en las primeras edades.

El control Tónico:

El tono muscular es el grado de tensión o distensión que necesitan los


músculos para poder llevar a cabo una acción o adquirir una postura
determinada. El niño, a medida que evoluciona su sistema nervioso, ira
consiguiendo un mayor control del tono y de los movimientos; esto le
proporciona un mejor conocimiento y aceptación de sui propio cuerpo y
una conciencia positiva de si mismo. Se pueden apreciar dos tipos de
tono:
✔ Tono muscular de base o pasivo

✔ Tono muscular activo

El primero define el tono característico de cada persona, es decir, el


grado de excitación o relajación, su estado corporal peculiar, cuando no
está llevando a cabo una acción específica. Si se observa a los niños se
puede ver como hay algunos excesivamente tranquilos, relajados, y otros
que no pueden parar quietos, en constante excitación; cualquiera de los
extremos (falta o exceso de tono) puede indicar una alteración en el
desarrollo y será necesaria una intervención. Según Mamo y Laget “el
telón de fondo de las actividades motrices y posturales, preparando el
movimiento fijando la actitud, sosteniendo el gesto, manteniendo la
estática y el equilibrio”

El tono activo es el que permite llevar a cabo las acciones específicas


o voluntarias, como andar, permanecer sentados, volver la cabeza,
agacharnos, saltar, etc., en todos estos actos es necesario que unos
músculos mantengan una tensión o fuerza a la vez que otros están
relajados o inhibidos. El tono muscular esta unido a la vida emocional y de
relación, las experiencias de placer o displacer se manifiestan en el
ámbito corporal por un grado de tensión o distensión.

En los primeros meses, el niño se comunica a través de lo corporal;


indica su desagrado tensando, agitando el cuerpo ( cuando tiene hambre,
frio, dolor, etc.),

En resumen, como dice E. Sugrañes, “en la relación corporal, el


diálogo tónico exige una adecuación mutua del tono, la postura y el
movimiento. Inicialmente es el adulto quien debe adaptarse a las
necesidades del niño, procurando al mismo tiempo incidir en sus estados
tónico-emocionales y transmitirle, mediante el contacto corporal, calma,
bienestar, y placer”

El control Postural:
Este control hace referencia al equilibrio y a la coordinación dinámica
general y segmentaria.

Al hablar de equilibrio entra en juego todos los sentidos


(exteroceptivos, cinestèsicos, etc.). El desarrollo del control postural se
logra a través de actividades tanto estáticas como dinámicas. La
coordinación general hace referencia a los movimientos globales que
implican todo el cuerpo.

La Estructuración Espacio-Temporal:

Toda actividad que realiza el niño se desarrolla en un espacio y tiempo


determinados. La noción de espacio se va elaborando progresivamente a
lo largo del desarrollo.

Según Andre Lapierre, en un primer momento el espacio es percibido


como la distancia que media entre el cuerpo y el objeto que se quiere
alcanzar, y la dirección del gesto, es decir, el espacio se establece como
relación de los objetos entre sí.

Las nociones espaciales pueden ser:

• De orientación: (se centran sobre el propio cuerpo)

Arriba-abajo; delante-detrás; a un lado-a otro

• De situación: (se refiere a la relación entre los objetos)

Arriba-abajo; delante-detrás

• De dirección:

Hacia arriba, hacia delante, desde…., hasta…,

• De posición:
Encima-debajo; dentro-fuera; cerca-lejos; junto-separado

• De dimensión:

Grande-pequeño; ancho-estrecho; alto-bajo; largo-corto

Según E. Sugrañes, se puede distinguir dos tipos de espacios:

✔ Practico: Se refiere al real, donde se desarrolla la acción. Implica la


adecuación del gesto o movimiento a las condiciones del entorno;
por ejemplo, cuando el niño coge la cuchara para comer, se viste
correctamente, etc.

✔ Figurativo: Se refiere a la representación del espacio real a través


de un dibujo. Supone la conceptualización de las nociones
espaciales.

La Lateralidad:

Es la utilización que hace un sujeto de cada una de las partes del


cuerpo con respecto al eje, es decir, del lado derecho o del lado izquierdo.

La lateralidad es el proceso mediante el cual el niño va desarrollando


la preferencia o dominancia de un lado de su cuerpo con respecto al otro,
este proceso se desarrolla a medida que va madurando el sujeto y según
el grado de ejercitación motriz.

LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ

Práctica psicomotriz educativa y preventiva

La base filosófica centrada en la persona y la base psicológica


centrada en la expresividad del inconsciente por la vía motriz y las
emociones son las mismas tanto en la práctica psicomotriz educativa y
preventiva como en la ayuda psicomotriz, pero cada una tiene su
identidad propia, su marco y sus estrategias de intervención

- La práctica psicomotriz educativa y preventiva


Acompaña las actividades lúdicas de los niños y las niñas; está
concebida como un itinerario de maduración que favorece el paso “del
placer de hacer al placer de pensar” y proporciona seguridad frente a las
angustias. La práctica psicomotriz educativa se propone a los/as niños/as
desde el período evolutivo en el que HACER ES PENSAR hasta el
período en el que PENSAR es sólo PENSAR EL HACER y más allá del
HACER, aproximadamente hasta los 7 años. La escuela infantil (de 0 a 6
años) es el lugar idóneo para ponerla en práctica; lo que no excluye que

los/as niños/as con algún retraso en su desarrollo psicológico puedan


seguir beneficiándose de ella, durante algunos años más.

- La práctica de ayuda psicomotriz (terapia psicomotriz)


Se propone cuando se advierte alguna discapacidad para la integración
somatosíquica que limite los procesos de segurización ante las angustias.
Esta práctica psicoterapéutica tiene como finalidad anclar el registro
simbólico en el cuerpo y en los afectos de placer a través de una relación
interactiva entre el/la niño/a y el/la terapeuta.

Los objetivos:

De esta práctica se pueden resumir en:

• Favorecer el desarrollo de la función simbólica (de la capacidad de


representación) a partir del placer de la acción y el juego;

• Favorecer el desarrollo de procesos de segurización frente a las


angustias de pérdida por medio del placer de la acción;

• Favorecer el desarrollo del proceso de descentración tónica y


emocional, indispensable para acceder al pensamiento operatorio y
al placer de pensar.

Para poder alcanzar estos objetivos hemos creado un dispositivo


espacial y otro temporal que se ponen a disposición de los/as niño/as en
la sala de práctica psicomotriz.

El dispositivo espacial formado por dos espacios diferenciados:

- El espacio de la expresividad motriz con un material apropiado para


vivir los juegos de segurización profunda: de destrucción, de placer
sensoriomotor (trepar, saltar en profundidad, caer, rodar, balancearse...),
taparse, esconderse, de persecución, de identificación con el agresor (el
juego del lobo), y también los juegos de segurización superficial: juegos
de identificación parental o de identificación con personajes imaginarios
(de los dibujos animados) o de la vida social (artistas, deportistas...).

Durante la sesión el/la psicomotricista induce sin proponer


directamente y se ajusta a las acciones y a los juegos de los niños y de
las niñas favoreciendo tanto los juegos de segurización profunda como los
de segurización superficial. Propone torres para que las destruyan,
lugares en los que desequilibrarse, caer, esconderse y también un lugar
para cuidarles o para curarles después de los juegos de accidentados (el
hospital).

-El espacio de la expresividad plástica y gráfica. En este lugar los


niños y las niñas pueden construir o dibujar libremente. En este espacio la
actitud del/la psicomotricista es sobre todo alternante: aporta los
materiales necesarios para la construcción, distribuye las hojas o los
lápices y sobre todo facilita que cada niño/a hable de la historia del dibujo
o de la construcción que está haciendo en lugar de que al final diga
solamente qué ha construido o qué ha dibujado.

-El dispositivo temporal. En un momento de la sesión se invita al grupo


a pasar del espacio de la expresividad motriz al de la expresividad
plástica y gráfica. Este paso favorece el desarrollo de diferentes niveles
de simbolización desde la vía corporal hasta el lenguaje. Es un recorrido
que ayuda a la distanciación emocional ya que las emociones se van
integrando en las imágenes mentales en el proceso de descentración
tónico-emocional. El dispositivo temporal incluye un tiempo para la
historia (cuento) que se narra a los/as niños/as después de la
expresividad motriz y antes de la expresividad plástica y gráfica. La
historia es un juego dramático de segurización profunda frente a la
angustia de ser destruido/a o abandonado/a. Una historia que estimule
internamente las emociones y que asegure frente a las angustias por
medio del lenguaje. El/la psicomotricista ha de saber emocionar al grupo,
segurizándolo a la vez, antes de pasar con más motivación a la
construcción o al dibujo. El conjunto de la sesión de práctica psicomotriz
educativa se completa y se enmarca con un ritual de entrada, al inicio,
en el que el/la psicomotricista acoge a los/as niños/as, recuerda las
consignas de funcionamiento: la sala es para jugar y en ella no se puede
hacer (ni hacerse) daño y con un ritual de salida que cierra la sesión y en
el que cada niño/a es identificado/a con su nombre.
La práctica psicomotriz tiene como finalidad favorecer la
expresividad psicomotriz del niño y, posteriormente, su desarrollo hacia
tres objetivos que se complementan y enriquecen mutuamente:
1) Abrir al niño a la comunicación.
2) Estimular la creación.
3) Favorecer la descentración.
Estos términos deben concebirse como una tríada indisociable.

Comunicación
Está en relación al adulto y a los otros niños. La práctica psicomotriz
favorece la interacción a través del placer del movimiento compartido.
Se trata de poner al niño en relación con el otro antes de pretender de
él un trabajo intelectual.

Creación
Ésta se ve incentivada ante la posibilidad de usar los objetos, el
espacio y el propio cuerpo de manera no estereotipada.

Descentración
Hablamos de descentración en el plano afectivo-cognitivo, que
implica la capacidad del niño de poner distancia de sus emociones y
poder ponerse en el lugar del otro. Además, la práctica psicomotriz es
un prerrequisito para acceder a un pensamiento operativo. Para llegar
a él es necesario que el niño viva primero ciertas nociones con su
cuerpo a través, por ejemplo, del descubrimiento psicomotor de los
opuestos (grande-chico), a través de nociones de igualdad-desigualdad
y de la práctica de actividades como armar y desarmar; ordenar y
desordenar. El niño realiza el descubrimiento de los contrastes y sus
asociaciones; por ejemplo, grueso y pesado como diferente de fino y
liviano, iniciando así la posibilidad de representar mentalmente los
objetos y las relaciones entre ellos. De esta forma, puede ir accediendo
a un pensamiento reversible que ha constatado vivencialmente y que
es tan importante en el pensamiento operatorio.
La práctica psicomotriz educativa se lleva a cabo en el marco de
una sala de psicomotricidad especialmente acondicionada para ello,
con la intervención del psicomotricista que conoce la técnica y un
sistema de actividades propios de esta disciplina.

Ritual de entrada:
Los niños llegan, se encuentran. Todos dicen sus nombres y
recuerdan a los que no están presentes, pero que igual tienen su lugar
en el grupo.

Reglas:
Se recuerdan las reglas. Son solamente tres, pero siempre deben
ser respetadas:
• No lastimar ni lastimarse.
• No romper.
• No desarmar construcciones de otro.

Metodología:
Ésta se desarrolla en tres ámbitos:
• Sensoriomotor. Incluye actividades como saltar, rodar, girar,
trepar, etc. No importa la perfección del movimiento, sino el disfrute y
la formación de la imagen corporal.
• Juego Simbólico. Se realiza con materiales no estructurados
como, por ejemplo, telas, hule espuma, cuerdas.
• Distanciamiento o Descentración: Es el espacio para las
construcciones, está limitado por una alfombra y en él se utilizan
materiales tales como ladrillos (de preferencia pequeños), maderas,
etc. También incluye las producciones gráficas.

Ritual de salida
Diez minutos antes de que acabe el tiempo destinado a la actividad
se avisa a los niños que éste está por finalizar, con el objeto de que
puedan terminar la idea del juego.
Al terminar es necesario ordenar. Se puede cantar una canción o
escuchar un cuento. Los niños deben contar cómo transcurrió la sesión
y qué fue lo que más les gustó.
Lo anteriormente expuesto no significa que no se puedan realizar
actividades que favorezcan el desarrollo psicomotriz dentro del ámbito
de un aula convencional. De ninguna manera, hay mucho que el
maestro puede realizar en tal sentido pues, en forma natural, puede
desplegar actividades que estimulan ese desarrollo e intervenir
favoreciendo esas instancias y propiciando otras.
DESARROLLO ANATOMOFISIOLOGICO

En el curso de la vida la voz sufre diferentes cambios que obedecen


a factores de desarrollo, donde intervienen de manera preponderante, el
sistema nervioso y el sistema hormonal.
La voz infantil, asexual y aguda, la voz adulta que se instaura hacia
los 18 años, permaneciendo con todas sus características hasta la
época de la menopausia en la mujer y la andropausia en el hombre,
apareciendo en esta etapa, alteraciones que pueden ser marcadas o no,
para desembocar finalmente en la cuarta edad, en la que se suceden
modificaciones importantes, evidenciándose un franco deterioro. De esta
forma se puede afirmar que la voz refleja, el comportamiento
anátomofisiológico del hombre a lo largo de la vida.
Para efectos del presente artículo, se tomará el ciclo vital del hombre
dividido en cinco edades, analizando en cada una de ellas, las
características vocales correspondientes:
Infantil Comprende desde el nacimiento hasta los nueve años.
Pubertad y adolescencia: 10 a 17 años.
Adultez – madurez: 18 a 49 años.
Presenil o climaterio: 50 a 77 años.
Senil: 77 años en adelante.

ETAPA INFANTIL (CERO A NUEVE AÑOS)


La función vocal de la laringe de un niño comienza desde el
nacimiento. La modulación y entonación de los sonidos que produce,
tienen una información psicoafectiva, que es muy bien interpretada por
la madre.
En el momento del nacimiento, la laringe tiene un tamaño aproximado
de un tercio de la laringe de una mujer adulta, los pliegues vocales
miden aproximadamente 4.5 a 5 milímetros, estando constituidas, la
mitad por las apófisis vocales de los aritenoides y la otra mitad por la
porción músculomembranosa. En el nacimiento, el hioides está situado
en el tercio inferior de la segunda vértebra cervical. El cartílago cricoides
en su borde inferior, se encuentra ubicado entre C3 y C4; el plano glótico
está hacia el medio de la tercera vértebra cervical.
Esta posición alta de la laringe, con el borde libre de la epiglotis que se
sitúa muy próxima del velo del paladar, hace que el modo respiratorio
sea nasal casi obligatorio, hasta la edad de cuatro meses.
En el recién nacido la musculatura laríngea está constituida por fibras
tipo 2 que son de contracción rápida y corta, tienen un rol esfinteriano de
cierre rápido para protección durante la alimentación. Las fibras de tipo l
de contracción lenta y prolongada, inicialmente no son numerosas, poco
a poco van en aumento, permitiendo la modulación de la voz y el
sostenimiento prolongado del sonido necesario para la voz hablada y en
mayor proporción para la voz cantada.
Según Sedlakoba y Aronson, citados por Dalleas, el primer grito
tiene una tonalidad media entre 440 y 500 Hz, que se corresponden en
la escala musical con la nota La 3, con una intensidad entre los 80 y 90
dB, el timbre es pobre en armónicos, con un predominio en las
frecuencias agudas. El primer formante se sitúa entre 2000 y 3000 Hz.
A los dos meses de vida se adquiere ya una tesitura de cinco
semitonos, con un uso privilegiado de figuras melódicas, tales como, los
glisados hacia el agudo.
De los tres a los nueve meses, el niño juega con su aparato vocal y
hacia el final de esta edad comienza a imitar y a reproducir ritmos y
melodías. A los siete meses, la tesitura alcanza un poco menos de una
octava, hay más riqueza en cambios tonales, se pueden producir
sonidos fuertes y prolongados. El descenso de la laringe, que ocurre
entre el nacimiento y la edad de dos años, permite una ganancia en
tonos graves. El cartílago cricoides, que al nacimiento estaba a la altura,
a los dos años desciende.
A esta edad, es muy importante el desarrollo del lenguaje, esto
impone a la voz, variaciones en el tono y la frecuencia.
Hacia los tres años la frecuencia fundamental se estabiliza alrededor
de los 318 Hz. En esta edad el niño utiliza el grito, hace esfuerzo vocal, y
su voz de niño, está muy influenciada por su temperamento; una voz
débil muestra a un niño tímido y una voz fuerte muestra a un niño
despierto e inquieto.

La constitución de la voz depende ciertamente de la anatomía de la


laringe y de los resonadores pero, el medio no solamente lingüístico sino
vocal, tiene una importancia fundamental. También existen otros
factores que vale la pena mencionar como son: los hereditarios, los
genéticos, los de temperamento y personalidad.
Entre los cuatro y los seis años la extensión es inferior a una octava.
El tono fundamental a los siete años desciende, situándose alrededor de
los 250 – 280 Hz (Si2- Do3 de la escala musical). A los siete años la
frecuencia fundamental, es de 295 Hz para las niñas y 268 Hz para los
niños, estableciéndose así ya una diferencia entre la voz de la niña y la
del niño. Hacia los ocho años, la voz cantada se extiende a dos octavas
aproximadamente.
Con el crecimiento y el dominio progresivo del soplo, se produce una
ganancia en intensidad y en estabilidad de la producción sonora, que va
a beneficiar la voz cantada.
ETAPA DE LA PUBERTAD
Y ADOLESCENCIA
(10 A 17 AÑOS)
En esta etapa la voz, especialmente la masculina, sufre una serie de
cambios importantes. El adolescente abandona el registro agudo para
optar por la voz del adulto. Este pasaje se efectúa habitualmente por una
adaptación morfológica de la laringe, al desarrollo del organismo.
En el varón se presenta un rápido crecimiento de todos los cartílagos
laríngeos, sobre todo de los aritenoides, con el consiguiente aumento del
tamaño de la laringe, en todos los diámetros, prevaleciendo el antero
posterior. El ángulo entre las dos láminas tiroideas se hace más agudo,
aproximadamente 90 grados, la laringe desciende. Los pliegues vocales
se ubican en el borde inferior de la quinta vértebra cervical.
Los músculos intrínsecos, también son obligados a una adaptación,
que se traduce, en un aumento de la longitud y espesor de los pliegues
vocales verdaderos, éstos pasan de 17 a 28 milímetros de longitud.
Estos cambios anatómicos producen un descenso de la frecuencia
fundamental de una octava, aproximadamente 110 Hz., pasando del
registro de pecho al registro de cabeza, la laringe debe por tanto
responder a estimulaciones monofásicas. En el comienzo de la muda
vocal, la voz cantada se hace casi imposible, la extensión vocal crece
rápidamente hacia los tonos graves y la intensidad aumenta.

Esta intensa actividad muscular y cartilaginosa en el hombre, se


traduce en una hiperemia marcada de la mucosa laríngea,
especialmente de los aritenoides y de las bandas ventriculares. El
desarrollo pulmonar y de las cavidades de resonancia del aparato
fonatorio, condicionan el cambio de la voz, iniciándose éste, alrededor
de los 13 años, pero puede estar también, entre los 10.5 años y los 18.5
años, con una duración entre 8 y 26 meses. La muda se acompaña de
cambios hormonales, que conllevan manifestaciones afectivas,
psíquicas y sociales. La identificación de la voz del padre en oposición a
la de la madre, el éxito en las diferentes etapas de maduración de la
personalidad, va a condicionar el paso de la voz infantil, a la voz del
adulto.
Por consiguiente, si hay algún trastorno de la muda, esta dificultad de
adaptación del comportamiento fonatorio a una dimensión adulta de la
laringe, debe ser considerada como un retardo de maduración
psicológica y más específicamente en el hombre, es como una
resistencia a la aceptación de su nueva identificación sexual. Esta
mutación puede manifestarse de manera patológica, presentándose,
bitonalidad, diplofonía y voz de falsete mutacional.
La muda existe también en la mujer, aunque aquí es menos evidente
la modificación del registro. La altura promedio baja una tercera, siendo
este cambio poco perceptible, igualmente las modificaciones del timbre.
El proceso evolutivo anatómico, aparece en menor grado y el aumento
de la laringe se efectúa, más en el diámetro vertical. El ángulo del
cartílago tiroides, es de 120 grados y la frecuencia fundamental, está
alrededor de los 220 – 225 Hz. Los pliegues vocales, aumentan su
longitud, de 17 a 23 milímetros, la extensión vocal, al igual que en el
hombre, está alrededor de tres octavas.
Algunas mujeres, conservan su voz de niñas a una edad adulta,
generalmente lo hacen con el fin de obtener ganancias con el sexo
opuesto, para dar la impresión de debilidad, o también por factores
estéticos. En estos casos la laringe es normal, pero se sitúa en una
posición alta, que facilita el tono agudo.

ETAPA DE LA MADUREZ O ADULTEZ


(18 A 49 AÑOS)
Las características de la voz obtenidas en el período puberal y
adolescencia, se desarrollan hasta llegar a los caracteres estables de la
edad adulta. Para lograrse el mantenimiento de esta voz, tiene mucha
importancia el funcionamiento de las hormonas sexuales.
La laringe desciende a la altura de la séptima vértebra cervical, entre
los 15 y 20 años, la mujer tiene su tono fundamental alrededor de los
225 Hz. Las cuerdas vocales, a medida que se avanza en edad, van
perdiendo elasticidad y fibras de colágeno. Estos factores intervienen
sobre todo en la voz cantada, especialmente en la mujer, en donde la
queja principal es la pérdida de agudos, tendencia a bajar el tono y
opacamiento del timbre. En el hombre la voz tiende a conservarse mejor
que en la mujer.
Consideraciones psicológicas y pedagógicas que sustentan la
propuesta.
Después del análisis sociológico que sirve de sostén a la
propuesta se pasó a vincular los fundamentos psicopedagógicos de la
investigación, partiendo de que todo el estudio pedagógico minucioso
que asuma la categoría adolescente como objeto y sujeto debe partir
del concepto personalidad, pues este estadio del hombre es uno de los
más complejos por el síndrome de cambios anátomofisiológico,
psicológicos y personológicos que se representan en el individuo, al
respecto para este trabajo es preciso analizar también las categorías
motivación y comunicación, ya que constituyen elementos
indispensables para la aplicación del software.

Personalidad
Es una de las categorías de mayor crédito en la ciencia
psicológica, es un concepto sobre el cual no existe un consenso en
cuanto a una definición que complazca a los especialistas expertos en
la materia, pero desde nuestra posición dialéctico materialista la
personalidad es un producto histórico – cultural de la actividad y la
comunicación del hombre en sociedad y solo en ella es que se puede
hablar de génesis y desarrollo, al respecto, Carlos Marx dijo: “la
esencia humana no es algo inherente a cada individuo. Es en realidad
el conjunto de las relaciones sociales”. Carlos Marx, 1973.
Tal como se puede apreciar, el hombre no puede desarrollar su
personalidad partiendo de la posición de ente biológico, será imposible
lograrlo sin el entorno social, el único capaz de caracterizarnos como
sujetos dotados de personalidad. Estas aseveraciones son asumidas
por ciencias como la sociología, una de las que sustenta este trabajo.
Por otra parte, los componentes intelectual y valorativo –
motivacional estructuran la personalidad para realizar la función de
regular la conducta de los sujetos, es además la conjugación de
estados psíquicos y de refracciones sociales que se integran y
expresan de manera personal en varios contextos y eventos, como
consecuencia de su historia individual; la que se va enriqueciendo y
estabilizando, sin llegar a ser lineal y acabada en el proceso de
socialización en la vida del hombre.
Finalmente, en el análisis se pueden apreciar cuatro características
fundamentales de la personalidad correspondientes a la individualidad,
la estabilidad, la integridad y la función reguladora. Estas son
características que los profesores deben tener presentes durante el
trabajo con adolescentes.

Adolescente
La mayoría de los autores consideran que la adolescencia es
una edad compleja, de especial preocupación, pero ¿Qué es en sí? El
concepto que ofrece J. M. Romero sobre esta etapa de la vida nos
hace comprender mejor este fenómeno como algo natural,
caracterizado por cambios profundos pero necesarios; sus criterios
dicen que “la adolescencia marca el renacer del ser humano por
cambios físicos que experimentan y por ser el anuncio de lo que serán
en la edad adulta. La adolescencia, transcurrida la pubertad, parece
tan diferente de cuando era niño, como la mariposa que sale del
capullo lo parece de su estado original de oruga”. J. María Romero,
1999.
La infancia se desarrolla paso a paso; la adolescencia surge como
una tormenta. La totalidad de la forma corporal cambia de tal modo que
parece ya un adulto aunque sus emociones y sus capacidades
intelectuales no se encuentran al mismo nivel de madurez”. J. María
Romero, 1999.
Con la breve lectura de este fragmento se encontró que un
adolescente puede tener un desarrollo físico exterior de adulto pero
con conducta de niño, se puede observar un estudiante robusto, pero
sometido a un proceso de cambios anátomofisiológico que tienen que
atenderse en nuestra labor educativa a través de la actividad física
porque rompen bruscamente con un estadio de la niñez, rico en
intercambio gaseoso a nivel celular durante la realización de
actividades físicas, quedando con escasa capacidad de trabajo y
limitada coordinación y fluidez en los movimientos, elementos que los
hacen torpes, irritados y sensibles a la fatiga que va en detrimento del
afecto, motivación y entrega a las actividades físicas tan beneficiosas
en este grupo de edades. ¿Pero los

estudiantes conocen estos argumentos?, si los conocieran tendrían


una cultura que les permitiría asimilar y entender las ventajas y
desventajas de la actividad física aspecto objeto de estudio que nos
permitirá introducir variantes que aporten estos conocimientos en el
proceso pedagógico complementado con las potencialidades de la
tecnología informática.

Por otro lado, Amelia Amador Martínez plantea, que la


adolescencia es “Un momento de desarrollo, es una etapa de tránsito
hacia una mayor estabilidad en el funcionamiento de los procesos y
formaciones de la personalidad. Sin embargo, esto no nos debe llevar
a una visión estática de la misma, lo cual nos alejaría de su
manifestación real cambiante”. Es decir, que se está hablando de un
período no aislado y decisivo en el desarrollo del sujeto. Amelia
Amador Martínez, 1993.
Con estos argumentos sobre las particularidades de la
adolescencia se está en condiciones de preguntar ¿Cómo ofrecerles
herramientas a los estudiantes que le permitan utilizar con eficiencia
sus posibilidades reales y adquirir el nivel de conocimientos y
habilidades que le permita hacer la regulación y la evaluación
personalizada del impacto de las actividades físicas, así como los
criterios, valoraciones, reflexiones y toma de decisiones? ¿Cómo
introducir la tecnología informática en el proceso pedagógico de la
actividad física?
Es evidente que para acercarse a las posibles respuestas es
necesario asumir y potenciar una de las posibilidades
psicopedagógicas más relevantes de la adolescencia, vinculada a la
independencia personal matizada desde el punto de vista psicomotor
entre otros aspectos por la irritación y el prematuro cansancio;
particularidades para las cuales se crean las condiciones a través de
una propuesta que integra en su dinámica el tratamiento de estos
aspectos para lograr atenuar su implicación en el impacto de la
actividad física sobre los estudiantes, además se debe tener presente
que en medio de esta tercera Revolución Educacional unos de los
programas priorizados es la Informática y que sobre esa base se han
realizado diferentes colecciones de software educativos destinados a
diferentes educaciones, sin embargo no se aprecian productos
específicamente para la Cultura Física y, particularmente la actividad
física lo que provoca en los estudiantes la perdida de la motivación por
esta asignatura.

Es significativo destacar que la caracterización psicopedagógica


realizada le impone a la escuela el reto de que los adolescentes tengan
acceso a formas de pensamientos, valoraciones reflexivas y análisis
científicos de lo que sucede en cualquier proceso y, específicamente
en el docente educativo de la actividad física, siendo la tecnología
informática una de las vías con potencialidades para lograr un
acercamiento a la solución de este problema.
Considero que hay que revisar el papel que desempeñan los
adolescentes como objetos y sujetos del proceso educativo pues se
observa una tendencia a ser receptores en la dinámica del proceso
pedagógico de la actividad física, factor que puede limitar o afectar sus
potencialidades físicas e intelectuales y con ello la motivación por la
ejecución y cumplimiento de las tareas de las clases. De ahí que sea
preciso junto a las categorías personalidad y adolescente, abordar la
motivación.

Motivación
La motivación es como el detonador que hace volar con energía
el proyectil y ese detonador puede perder la potencia de su impacto si
los elementos que lo estructuran son atendidos en un ambiente frío y
húmedo, nocivos o contrapuestos a las características de sus
componentes. Pero ¿Qué es la motivación? ”El problema de la
motivación ocupa una posición central en el estadio psicológico de la
personalidad. Algunos autores afirman que ambos casos son idénticos.
Aunque no se crea necesario aceptar esta extrema exactitud se
recomienda que toda teoría de la personalidad se centra en el análisis
de la naturaleza de la motivación”.
El investigador a partir de los argumentos obtenidos comparte los
criterios de lo que representa la motivación para la concepción y
aplicación de actividades físicas que de no ser bien dirigidas y
socializadas pueden provocar sensaciones desagradables derivadas
de su naturaleza fisiológica y afectar la motivación, y con ello la
educación de la personalidad en consonancia con los propósitos de
esta actividad.

Pero, ¿cómo acercarse a un concepto más acabado de motivación?


Pues acudiendo a la opinión de Diego González, 1995, para él la
motivación es el “conjunto concatenado de procesos psíquicos… que
contienen el papel activo y relativamente autónomo de la personalidad
y en su constante transformación y determinación recíprocas con la
actividad externa, sus objetivos y estímulos van dirigidos a satisfacer
las necesidades del hombre y en consecuencia… la dirección de su
comportamiento”. Bernardo Jeffers Duarte, 2004.
El mismo autor en la conceptualización de personalidad indica
que “La motivación forma parte de la personalidad; la expresa, la
contiene y a su vez la modifica,” la expresa a través de la comunicación
contenida mediante la interacción con los objetos y la modifica en el
estado de satisfacción e insatisfacción de la dialéctica de su actividad.

Bernardo Jeffers Duarte, 2004.


Después de este análisis es evidente que la integración, la
dependencia y la transformación recíproca entre la personalidad, la
motivación y la comunicación constituyen la fórmula eficaz para lograr
el impacto integrador de una propuesta didáctica de actividad física
compatible con las particularidades de los adolescentes en la
formación inicial del docente. Una vez analizada la motivación y su
relación con la personalidad y la comunicación voy a referirme a esta
última.

Comunicación
Para introducirnos en el tema es conveniente reflexionar sobre “El
papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” título de la
obra de Federico Engels que ofrece los elementos indispensables
para entender el origen científico del lenguaje y la importancia de su
función en el desempeño de la vida humana, así como el sustento
teórico para explicar las funciones de la comunicación en el proceso
educativo. Federico Engels, 1975.
Tal aseveración se percibe en este fragmento de la obra: “primero
el trabajo y después el lenguaje articulado, estos fueron los dos
estímulos más importantes bajo cuya influencia el cerebro del mono se
transformó en cerebro humano.” Engels, F.1975. Esto significa que el
lenguaje es producto del trabajo y a la vez condicionado de la
humanización, esas son las razones por las cuales el hombre no puede
ignorar su capacidad comunicativa. Federico Engels, 1975.

Continuando en el hilo conductor del párrafo anterior, Fernando


González 1995 expresa que la comunicación ”es la función
predominante en la institución estudiante”, criterio que el autor
comparte y asume por el hecho de que generalmente el proceso
pedagógico de la actividad física se desarrolla en un ambiente
autoritario, quizás existan posiciones diferentes, pero la tendencia
tradicional actual no le permite a los estudiantes interactuar con su
organismo, ni socializar las acciones educativas con sus profesores en
la búsqueda del conocimiento de las causas y esencia sobre el por qué
dosificar las actividades físicas, cuáles son los cambios que se
producen en el organismo, cómo aprovechar las posibilidades reales y
cómo diagnosticar y evaluar el impacto de las actividades físicas.
Justamente las respuestas a estas reflexiones imponen la necesidad
de hacer cambios en este sentido.

Los modelos educativos más actuales, en las demás asignaturas


hacen del objeto un ente activo y transformador en la materialización
de su educación, instrucción y desarrollo basado en el paradigma
comunicativo a fin con el aprendizaje mediante el diálogo, paradigma
asumido para lograr el enfoque desarrollador de la propuesta. Pero,
¿qué es comunicación y cuáles son sus funciones?
Según Ana María Fernández,1995 ”es un proceso de intercambio
de información a través de signos, que expresa las relaciones que
establecen los hombres entre sí y a partir del cual se logra una
influencia mutua” y es precisamente lo que se pretende con el enfoque
socializador que debe garantizar la propuesta de software educativo,
que los estudiantes y los profesores mutuamente hagan los
diagnósticos, modelen, orienten, emitan criterios y tomen decisiones en
la dirección y perfección del proceso pedagógico cumpliendo con tres
importantes funciones de la comunicación, la informativa, la afectiva y
la reguladora. Ana María Fernández, 1995.
Refiriéndonos a la comunicación es conveniente señalar tres
funciones importantes. La función informativa identificada con la
actividad cognitiva, hilo conductor del saber, hacer y sentir, permite que
la personalidad adquiera la experiencia histórico social, contribuyendo
al desarrollo de la misma.

La función afectiva abarca todo el espectro de impresiones


emociones y sentimientos que afloran a través del acto comunicativo y
que puede tomar diversos caminos en dependencia de las
circunstancias dadas, ¿Puede lograrse esto a través del vínculo
estudiante – software? y la función reguladora que se relaciona con el
control de la conducta y se manifiesta en el efecto recíproco de todos y
cada uno en el grupo; la calidad del diseño y ejecución de ciertas
tareas dependerá de la orientación y regulación que el profesor sea
capaz de adoptar en el diálogo con los estudiantes y el que se
produzca entre los propios estudiantes.
Es decir, que debe existir una relación coherente entre las tres
funciones comunicativas, por ejemplo, si el profesor va a impartir una
clase donde predomine como contenido esencial para cumplir con su
objetivo la capacidad física condicional resistencia aeróbica, debe
brindar una información detallada sobre los fundamentos y métodos
básicos para su desarrollo, sus bondades, efectos negativos y
beneficios para la salud y mejora de la calidad de vida, así como las
sensaciones que derivan los estados que se ponen de manifiesto en el
organismo producto del impacto de la actividad física para crear un
estado de predisposición que no permita el desencadenamiento de
sensaciones e impresiones desagradables durante el desarrollo de la
actividad física y aquí desempeña un importante papel la esfera
afectiva que no se activa si no es mediante la comunicación sujeto –
sujeto.
Como se puede apreciar en el ejemplo se ha demostrado la
relación coherente entre las funciones, pero se hace énfasis en que ha
de existir un equilibrio entre ellas. Una vez examinadas estas funciones
queda claro que, para lograr una buena comunicación en el proceso
pedagógico de las actividades físicas a través de la tecnología
informática, es preciso asumir las funciones anteriores y algunas
condiciones que favorecen una comunicación afectiva y agradable, así
las condiciones de referencia son las siguientes. Frank Arteaga Pupo,
2002.
Crear un clima social donde impere la seguridad, la confianza y el
respeto¬ sin llegar a la tolerancia pasiva.
Garantizar un bienestar emocional sano, agradable, dinámico,
cálido y¬ familiar.

El lenguaje tiene que ser exacto y sencillo.¬


El profesor debe saber escuchar, reconocer y elogiar a las
mejores¬ intervenciones y animar a los que no lo hacen.
Administrar y equilibrar la información que se ofrece; es decir
que la comunicación de contenidos no sea ni muy densa y abstracta ni
muy sencillos o simples, debe existir armonía y darle prioridad a los
mensajes que se quieren emitir.
Por otra parte, los adolescentes y la mayoría de los profesores no
poseen en toda su dimensión una cultura comunicativa que propicie, a
través del proceso pedagógico de la actividad física, socializar las
acciones para la integración de los componentes fundamentales de la
actividad física identificados como cargas y expectativas cognitivas
externas e internas; o sea, tener presente el objeto biológico y social de
la actividad física.
Después de haber abordado los referentes histórico-filosóficos y
epistemológicos de las actividades físicas, así como la
conceptualización sociológica y psicopedagógica del adolescente,
protagonista de nuestra propuesta basada en la utilización de la
tecnología informática en el proceso pedagógico con alternativas
socializadoras y como consecuencia de ello en función de un
aprendizaje desarrollador, es necesario referirse a los efectos
fisiológicos de las actividades físicas en los adolescentes, tema muy
actual en investigaciones foráneas y nacionales médicas y de la
educación física, por los importantes cambios anátomofisiológico que
se producen en esta etapa de la vida cuyo análisis y estudio pertinente
compartido permitirá desarrollar un nivel de conocimientos, vivencias y
experiencias que garantizarán las respuesta a un grupo de exigencias
relacionadas con los cambios anátomofisiológico citados.

Después de haber abordado los referentes histórico – filosóficos


y epistemológicos y la computación dentro de las actividades físicas,
así como la conceptualización sociológica y psicopedagógica del
adolescente protagonista de esta propuesta, se considera que las
propias particularidades de la tecnología informática se ajusta a la
tendencia o corriente de aprendizaje conductista que limita los
aspectos esenciales para garantizar un aprendizaje desarrollador
debido a que se basa en una dinámica de trabajo sobre la base de
estímulos – respuestas con la ausencia de una comunicación y
socialización que atienda a la diversidad por tanto, el referente
epistemológico presentado nos demuestra la necesidad de llevarlo a la
práctica a través de acciones pedagógicas que acerquen las
particularidades de la tecnología informática a la corriente de
aprendizaje desarrollador el cual tiene como base esencial la
socialización y la comunicación justificada por la corriente histórico
cultural de Vigostky y el pensamiento martiano y fidelista que son la
base de la pedagogía en Cuba. L.S VIGOTSKI, 1998.

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