Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Estaba leyendo y encontré una frase que me gustó mucho y dice: “No es justo que
a un niño se le castigue por algo que no hizo, y tampoco es justo que se deje sin
castigo por algo que lo merece”. Justicia no es lo mismo que misericordia. Dios es
misericordia y también justicia. A veces apelamos mucho a la misericordia y poco a
la justicia. Dios por misericordia podrá abrirte las puertas de un trabajo, y los jefes
te van a aumentar el salario por algo justo. No puedes llegar a pedir un aumento
por misericordia.
¿De dónde vas a sacar las soluciones a tus problemas si con la fuerza natural no se
puede? No puedes darte el lujo de vivir sin leer la Santa Palabra de Dios que es
viva y eficaz. Debes leerla día a día. Vivir sin leer la Palabra es como ir a la guerra
sin arma. ¿Cómo vas a ganar la guerra así? ¿Con qué atacas?
El problema de los hijos de Dios es que todo el tiempo se defienden. ¿Sabes por
qué no me oyes hablar del diablo? Porque no lo conozco, no vivo con él. ¿Acaso no
has oído que no debes darle lugar al diablo? Hay un hombre que escribió un libro
que se llama: “No le des lugar al diablo”. Tiene diez capítulos, y en los primeros
nueve no habla nada del diablo. En el último dice: “¿Quieren saber por qué no
hablé del diablo? Porque no le tengo que dar lugar al diablo”. No tienes por qué
darle lugar al diablo, pero él sí debe saber de ti. Debes luchar y quitarle lo que te
robó. ¿Quién conquista sin defenderse? ¿Defiendes un territorio o vas a poseer uno
mejor? Por eso es que te vives defendiendo. Debemos ser más proactivos en la
vida. El cristiano ha aprendido a defenderse del diablo. ¡Hay que atacar y que el
diablo se defienda!
En Mateo 5:44 dice: “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, bendecid a los
que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajen y
os persiguen”.
La Palabra dice que debemos amar a nuestros enemigos. Pero, ¿a quién le nace
amar a un enemigo? El amor no es un sentimiento, son hechos. ¿Cuándo Jesús le
dijo a alguien “te amo”? Nunca. Pero eso es lo primero que reclamamos, sobre todo
en el matrimonio.
En Mateo 5:46 dice: “Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,
que hace salir el sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e
injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen
también lo mismo los publicanos?”
¿Está mal amar al quien te ama? No, pero eso no tiene recompensa. Hablamos de
gente que otros han maldecido, ultrajado y han reaccionado como la Palabra lo
recomienda y han devuelto amor por odio, Dios los recompensa.
Enemigos vamos a tener todos, pero la diferencia la vas a marcar tú en como seas
con ellos. Haz aquello que traiga una buena recompensa a tu vida, y el Señor en su
eterna misericordia te la dará en público.
En Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los
que le buscan”.
Entiende que los que buscan a Dios tendrán galardón más allá del que no le busca.
¿Ofrece Dios galardón al que le busca? ¿El que no le busca tendrá la misma calidad
de vida de quien no le busca? El galardón es un regalo y se puede esperar de un
rey y del dueño del oro y la plata, del Creador del universo. ¿Puedes esperar menos
que eso? Los galardones no tienen que ver con suerte, es un don de gala. ¿A quién
le han puesto un galardón sin público? Si vas a las olimpiadas y ganas una medalla,
te la ponen delante de todo el mundo y lo transmiten por televisión. Amaste a tu
patria, la representaste y te dan el galardón. Si los hombres sabemos dar
galardones a quienes lo merecen, ¿cuánto más hará Dios? Veo cosas en las
Escrituras que otros no ven por la forma en que busco a Dios. Si yo busco a Dios,
¿tendré galardones para mí? Dios le da galardón al que le busca. Yo no soy la
excepción, no voy a buscar a Dios sin esperar lo que dice ahí, si Dios lo ofreció, es
bueno. Dios le da galardones a la gente que los busca. La iglesia vive llena todo el
tiempo y para mí eso es un galardón, porque lo sabe todo el mundo. Ha sido en
público, y eso es la misericordia de Dios. Cuando hablamos de don, hablamos de
regalo, el galardón es una recompensa adicional a la que merezco. Es como cuando
te pagan y te dan un bono.
En Efesios 3:20 dice: “Y a quien es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundante de lo que pedimos o entendemos según el poder que actúa en
nosotros”.
La Biblia dice que el Señor nos dará según el poder de Dios que actúa en nosotros.
Dios nos dará de acuerdo al poder que llevas dentro de ti, y lo debes usar. El Señor
te dará mucho más abundantemente de lo que le pidas porque es de acuerdo al
poder de Dios que está en ti. Entonces, cuando dejes de buscar a otros y creas que
ese poder reside en ti, vas a tener mucho más.
Si tú das con una cucharita, ¿con qué medida te van a volver a dar? y si das con un
tonel, ¿con qué te van a volver a dar? Da toneladas de perdón, porque necesitas
toneladas de regreso. Y cuando juzgues, hazlo con una cucharita, porque si juzgas
con un contenedor, el resto es de imaginárselo. Si te das cuenta, esas son las cosas
que marcan la diferencia entre tu persona y la que tienes a la par. Los dos son hijos
de Dios y ninguno de los dos tiene las mismas recompensas.
Una de mis escrituras favoritas está en proverbios 22:4 donde dice: “Riquezas,
honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová”.
Dios tiene grandes y preciosos regalos para ti, pero también tiene grandes y
preciosas recompensas. Disfruta la recompensa que Dios te da. Si Dios nos ha dado
el sol y la lluvia, usémoslos para lo bueno. Dios tiene recompensas preciosas y
lindas para tu vida. Cree que Dios tiene recompensas preciosas para tu vida y la de
los tuyos aquí en la tierra, y las tendrá en los cielos. Pide a Dios que te ayude a ser
humilde de tal manera, que puedas recibir de parte suya las recompensas.