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Este documento analiza la película Conspiradores del placer del director checo Jan Svankmajer y cómo esta representa una subversión a la moral a través de la exploración de pasiones y perversiones de sus personajes. Compara la noción de deseo en esta película con las concepciones de Sade y Buñuel, señalando que para Svankmajer el deseo no debe estar ligado a instituciones ni a un objeto o persona en particular, sino que puede estar vinculado a objetos inanimados e independiente del género.
Este documento analiza la película Conspiradores del placer del director checo Jan Svankmajer y cómo esta representa una subversión a la moral a través de la exploración de pasiones y perversiones de sus personajes. Compara la noción de deseo en esta película con las concepciones de Sade y Buñuel, señalando que para Svankmajer el deseo no debe estar ligado a instituciones ni a un objeto o persona en particular, sino que puede estar vinculado a objetos inanimados e independiente del género.
Este documento analiza la película Conspiradores del placer del director checo Jan Svankmajer y cómo esta representa una subversión a la moral a través de la exploración de pasiones y perversiones de sus personajes. Compara la noción de deseo en esta película con las concepciones de Sade y Buñuel, señalando que para Svankmajer el deseo no debe estar ligado a instituciones ni a un objeto o persona en particular, sino que puede estar vinculado a objetos inanimados e independiente del género.
Conspiradores del placer: el deseo a travs de las miradas del Marqus de
Sade, Luis Buuel y Jan Svankmajer
Debes cerrar tus ojos, de otro modo, no vers nada. Hablar de personajes como el escritor francs Donatien Alphonse Franois de Sade, mejor conocido por su ttulo de Marqus, o del cineasta espaol Luis Buuel Portols; no slo es hablar de dos referentes innegables para la cultura europea, que se encuentran fuertemente vinculados por su constante transgresin a los convencionalismos de la sociedad, tanto en trminos morales como estticos; sino de dos autores fundamentales para la construccin discursiva del director checo Jan Svankmajer, quien en varios de sus filmes, ha trasladado los principios del pensamiento sadiano y de la esttica buueliana, a su cine, adaptndolos al escenario contemporneo. De tal manera, el presente trabajo est enfocado en reconstruir los nexos entre estos tres autores, para as ubicar aquellos elementos que dentro de la pelcula Spiklenci slasti (Conspiradores del placer) (1996), le sirven a Svankmajer para formular su nocin transgresora del deseo, y para adaptarla a una realidad ms actual, en la que la crtica a la religiosidad y la exaltacin del libertinaje, ya no provocan el escndalo y la indignacin, que a Sade y Buuel persiguieron durante sus vidas. En este sentido, cabe sealar que Jan Svankmajer es un cineasta surrealista, cuya obra se ha caracterizado por el empleo de la tcnica de animacin Stop Motion (que en ltimos aos ha sido popularizada por el director estadounidense Tim Burton); de esta manera, a travs de muecos, maquinas, figuras de arcilla, esqueletos, animales disecados y prendas de vestir, este director checo le ha otorgado a su obra una carga esttica sumamente particular, pues evoca a las posibilidades infinitas que nos regala la imaginacin. Sin embargo, Svankmajer tambin ha trabajado con actores, combinando la animacin con la accin real, como en el caso de Conspiradores del deseo, cinta que el propio director considera su obra ms surrealista, ya que mezcla lo real con lo fantstico. Entre sus obras principales, podemos encontrar adaptaciones cinematogrficas de Alicia en el pas de las maravillas y Fausto, y tambin pelculas personales como Insania o Sobrevivir a la vida. Teora y prctica. Y en todos sus filmes, la constante ser, esa bsqueda hacia los horizontes imaginativos y onricos, vinculados a las pulsiones y satisfacciones que proclamaron los artistas del surrealismo. De esta manera, para realizar el anlisis de esta pelcula, debemos sealar los puntos discursivos en los que convergen y se diferencian, las obras de Sade, Buuel y Svankmajer. Para poder vincular y comprender las diferentes concepciones acerca del deseo que cada uno de ellos manej y traslad a sus obras artsticas. En primer lugar, los tres autores rechazan los convencionalismos de la sociedad, sobre todo en trminos morales. Por una parte, el Marqus de Sade, a travs de su produccin literaria, describi no slo la corrupcin de las instituciones polticas francesas, sino que su obra explora prcticas sexuales inmorales, pues abordan la violencia como el camino hacia el placer, de ah, que el psiquiatra alemn Richard von Krafft-ebing, acu el trmino de sadismo, para referirse a una perversin sexual en la que el sujeto goza con el sufrimiento que impone a otros. Por su parte, Buuel transgredi los valores de la moral burguesa a travs de filmes como La Edad de Oro, El ngel exterminador o El fantasma de la libertad, en los que plasm las debilidades de esta clase. Debilidades que estn vinculadas a la religin, la decencia, el poder adquisitivo y las represiones que la sociedad impone para funcionar de manera armnica, que en muchos sentidos, se contraponen a la libertad innata del ser humano. En este sentido, Conspiradores del placer, representa una subversin a la moral, pues nos refleja las costumbres sexuales de seis personajes desconocidos entre s, pero que van a tener como punto convergente: sus pasiones y perversiones, que no obedecen a un placer genital, sino que entran en el fetichismo, la zoofilia y el onanismo. Que aunque no son trminos del todo desconocidos para nosotros, dentro de la prctica rompen con los lmites de lo establecido. Sin embargo, a diferencia de Sade y Buuel, quienes dentro de sus discursos atacaron a las instituciones para incentivar el deseo, principalmente a la Iglesia y a la moral que proclama. Svankmajer no realiza una crtica a la religiosidad, pues para este cineasta, el deseo no debe estar forzosamente ligado a las instituciones religiosas, polticas o sociales, ya que el placer sexual es innato en el ser humano, y debe trascender a estos parmetros culturales; en este sentido, para el director checo, la bsqueda de la satisfaccin es ajena a la fe, por lo que no representa al pecado como un incentivo del placer. Por otra parte, si bien los tres autores abordan como eje central de sus obras, los deseos e instintos sexuales del hombre. La nocin de Svankmajer respecto al deseo, a diferencia de la de Sade, que es repetitiva, pues sus personajes, al encontrar el placer, repiten constantemente la frmula que los lleva a alcanzarlos, como los libertinos de Los 120 das de Sodoma, que gozan con la humillacin hacia sus vctimas. O a la de Buuel, que bas su filmografa en lo inalcanzable del deseo, y en la insatisfaccin, tanto en trminos sexuales como en Ese obscuro objeto del deseo, o en relacin al ansa asesina de Ensayo de un crimen, o a la necesidad de comer en El discreto encanto de la burguesa. Para Svankmajer, la obtencin del placer est vinculada a la innovacin en el objeto del deseo; ya que los protagonistas de este filme s logran alcanzar el clmax, pero despus de esto, despierta en ellos una necesidad por encontrar una nueva fuente de placer; y esta bsqueda los llevar a nuevos escenarios, que tras cumplir su funcin, debern ser sustituidos. Esto le otorga al espectador, la sensacin de no haber conocido del todo, el desenlace de la historia, pues desconoce cul ser el siguiente objetivo que atraer la atencin de los personajes, en un ciclo que nunca se cierra. En este sentido, para Svankmajer el deseo no debe estar supeditado a una persona, a un ser humano; pues para l, las pulsiones pueden estar vinculadas con objetos inanimados; as, Conspiradores del placer, se centra en los fetiches, que si bien, Sade y Buuel abordaron en sus obras (Sade lo hizo en el pasaje de Justina, en donde la joven se encuentra con personajes que gozan ante la presencia de pies femeninos o sangre; mientras que Buuel siempre mostr su gusto hacia las piernas, pies y zapatos femeninos, en diferentes escenas de Los Olvidados, Susana, l, El diario de una camarera o Viridiana). En Conspiradores del placer, las pulsiones van a estar enfocadas en muy diversos objetos: bolitas de migajn; peces; rodillos, pieles y plumas que acarician y a la vez rasguan el cuerpo; disfraces de gallinas (en un evidente homenaje al cine buueliano); e incluso, muestra una elaborada maquina masturbatoria que nos evoca a la mueca fetichista, del artista del surrealismo, Hans Bellmer. As, el director checo lleva el deseo a un extremo, que puede parecernos excntrico, y que va ms all de lo que sus maestros llegaron a describir; de tal forma, cabe mencionar que esta pelcula, carece de dilogos; una caracterstica que obliga al espectador a involucrarse en un mayor espectro imaginativo, pues se le coloca ante situaciones que pueden estar alejadas de su entorno, y que por lo tanto, le pueden resultar difciles de comprender. Para explicar esta sustitucin del hombre por el objeto, el propio director sealaba: Creo que los objetos siempre han tenido ms vida que el ser humano. Son ms estticos, pero tambin son ms elocuentes. Son ms conmovedores por todo lo que esconden y su memoria, que supera a la nuestra. Asimismo, Svankmajer nos muestra en Conspiradores del placer, que el deseo es indiferente para hombres y mujeres, llegando a ser equitativo; en una nocin que se contrapone a lo establecido por Sade y Buuel, ya que nos muestra personajes que no requieren de la presencia del sexo opuesto para satisfacerse. Esta diferencia resulta ms notoria, si recordamos que para el Marqus de Sade, Julieta y los cuatro libertinos de Sodoma, tienen la necesidad de someter a aquellos que desean, y as se procuran de placer. Mientras que para Buuel, personajes como Susana, el Bruto, Viridiana, Don Lope (Tristana), o Severine (Bella de da); son, a la vez, sujetos y objetos del deseo, pero siempre alcanzan estas categoras en funcin de la ruptura que generan hacia el orden establecido por la burguesa y la Iglesia. As, para el director checo, el nico requisito para ser un sujeto de deseo, es querer serlo, y en este sentido, estar dispuesto a alcanzar el clmax, sin importarnos nuestro gnero, condicin social o religin. Factores que resultaron determinantes para los personajes de Sade y Buuel, pero que para Svankmajer no poseen mayor trascendencia. Por ltimo, a diferencia de las obras sadianas y buuelianas, que convierten al deseo en un acto pblico, y propio de orgullo; en este filme de Svankmajer, el deseo y su satisfaccin son algo privado, a pesar de que ninguna de las prcticas que representa, atenta contra el orden o violenta a otros seres humanos. Sin embargo, sin llegar a ser obsceno, el cine de este cineasta checo, resulta subversivo, pues las prcticas sexuales que recrea no entran en el marco de la normalidad. Debemos considerar, que lo evidente y lo tangencial, provocan reacciones de atraccin-repulsin, as que el logro de Svankmajer en esta pelcula, se encuentra en ofender al espectador a travs de lo que la propia imaginacin de ste, elabora. Con respecto a esta ltima idea, aparece el principal vaso comunicante de estos tres autores; pues en el Manifiesto surrealista, se estableci que la imaginacin es el nico medio para conseguir la libertad, misma que no debe confundirse con la felicidad. De tal manera, que en Conspiradores del placer, la imaginacin y su carga ertica, recrean formas transgresoras para la sociedad, pues aqu la satisfaccin sexual est vinculada con una negacin social en torno al libre ejercicio de nuestra sexualidad y las mltiples formas que podemos encontrar para conseguir placer. A manera de conclusin, es innegable el escndalo que estos tres autores provocaron con sus obras, pero ms all de detenernos en cada pasaje violento de Sade, o en las recurrentes insatisfacciones buuelianas, o en cada extrao objeto casero que es dimensionado de manera sexual por Svankmajer; debemos comprender que la transgresin que estos personajes crearon, es producto de una moral avasallante. Y que en el caso particular de este cineasta checo, su cine se enfrenta a la crtica social, que juzga a una persona por sus mecanismos para alcanzar placer. Sin embargo, con esto no pretendemos evocar todo este extrao mosaico de sexualidad, al mbito de lo normal, pero s podemos preguntarnos, cuntas personas anhelan vivir las pasiones arrebatadoras de Sade? Cuntos se identifican con los personajes de Luis Buuel? O, cuntos ven voluptuosidad en sus enseres domsticos? Y sobre todo: Cuntos estaran dispuestos admitir estas pulsiones? Esta pugna por la libertad ante la fragilidad de los deseos, que determinaron los destinos del Marqus de Sade, Luis Buuel y Jan Svankmajer, es la que ofende, pero tambin la que nos convoca, a formar parte de esta conspiracin, a favor de nuestro propio placer.