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LUIS ARIAS VERA

AÑOS CON EL ARTE


Esta exposición ha sido organizada por: EXPOSICIÓN
La comisión de homenaje a Luis Arias Vera Comisaria:
por sus Bodas de Oro en el Arte y con el Mª del Socorro MoraC
auspicio de la Embajada del Perú en España
Coordinación de la muestra:
Jaime Cáceres Sayán María López Rocha
Embajador del Perú en España Adolfo Asmat Chirinos-Zavala
José Carlos Boyer Chávez
Comisión:
Rosario Zanabria Coordinación de conferencia
Presidenta de Ari Perú Rosario Zanabria

Gloria Solas Gaspar CATÁLOGO


Fundación Alianza Hispánica Textos:
© Mª del Socorro MoraC
Adolfo Asmat Chirinos-Zavala © Gema Goig © Joan Lluís Montané
Arte Trujillo Contemporáneo
Diseño:
Yuri Campos Mendoza ALETzu Multimedios
Presidente de la Asoc.Apurimak
Vídeo presentación:
Azucena Colca Vargas © Alejandro Arias López-Rocha
Fundación Arteamérica
Fotografía:
© Luis Arias Vera
© Baldomero Pestana

Impresión:

Depósito legal:

Madrid 2009
Presentar la muestra Homenaje al maestro Luis Arias Vera
por sus 50 años de vida artística, es no sólo un honor, sino
la oportunidad de mostrar las diversas etapas de un creador
inquieto, experimental y de amplia trayectoria en el mundo
artístico.

Luis Arias Vera, nació en el norte del Perú, en San Pedro de


Lloc. Allí creció, rodeado de un extenso desierto, adornado de
guarangos y espinos; de huacas, santuarios de sus ancestros
Mochicas, junto al mar. Este entorno y esa forma de vida se
refleja en su obra.

Luis Arias Vera en su juventud viaja a la Argentina y estudia


pintura en Buenos Aires. Luego parte a Rió de Janeiro en Brasil,
para regresar a Lima en 1965. Realiza arte de vanguardia,
forma parte de los grupos “Señal” “Arte Nuevo”. Inquieto,
participa en múltiples organizaciones artísticas- culturales y en
eventos nacionales e internacionales representando al Perú,
obteniendo importantes premios y recibiendo criticas elogiosas
de importantes autoridades del mundo de las artes, entre ellos
Juan Acha y Marta Traba.

Viajero incansable, hombre de visión se manifiesta de manera


multidisciplinar con trabajos importantes en pintura, escultura,
grabado, video art y performances. Tiene como denominador
común en su obra una raíz precolombina planteada con
connotaciones contemporáneas y universales. Una obra hecha
de signos, iconos, símbolos, donde el color prima y las líneas
invaden el plano de la imagen en un movimiento sincronizado
y de gran contenido metafórico.

Luis Arias Vera, radica en España y desarrolla una importante


labor como artista y difusor de arte peruano contemporáneo.
Le doy mi enhorabuena por sus Bodas de Oro en el mundo
del arte y le auguro muchos éxitos en su vida personal y
profesional.

Don Jaime Cáceres Sayán


Embajador del Perú en España
LUIS ARIAS VERA: DEL MITO AL RITO (Y VICEVERSA)

¡Cuánto tiempo dura mi viaje, y qué largo es mi camino!


Salí en la carroza del primer albor, y caminé a través de los desiertos de los mundos,
dejando mi rastro por las estrellas infinitas. La ruta más larga es la que sale más pronto a ti,
y la más complicada enseñanza no lleva sino a la perfecta sencillez de una melodía.
El viajero tiene que llamar, una tras otra, a todas las puertas extrañas para llegar a la suya;
ha de vagar por todos los mundos de afuera, si quiere llegar al fin a su santuario interior.
Mis ojos erraron por todos los confines antes de que yo los cerrara diciendo: “Aquí estás”.
Y el grito y la pregunta: “¡Ay!, ¿dónde?”, se derriten en las lágrimas de mil raudales
y ahogan el mundo con el desbordamiento de su “¡Yo soy!”.
R. Tagore

La obra de Arias Vera es una fiesta visual que se hace extensiva a todos nuestros sentidos. Nos transporta desde los
mates burilados a los tejidos paracas, las cerámicas y los frisos moche-chimú, los totems, los quipus y aún los vitrales que
presumiblemente captó en su infancia en las innumerables iglesias coloniales de nuestro país. ¿Qué es lo que guarda
nuestra memoria y cómo lo que hemos observado se transforma en signos, símbolos, mitos y ritos y viceversa? Las
dunas y sus vaivenes, los guarangos y sus raíces, las aves y sus alas y las olas con su perenne movimiento se entrelazan
en la obra de este hacedor trashumante ya sea plenas de colorido, ya sea en monocromías suavemente dispuestas.

Las hondas motivaciones que él creía cognitivas cuando opinaba: “la generación actual está luchando por derrumbar
los mitos y lograr una pintura que esté acorde con las nuevas tendencias de objetivación del arte, despojándolo de toda
subjetividad y sentimentalismo”1 han resultado con el depurar del tiempo, profundamente emocionales y enraizadas en
lo más hondo de su genética precolombina. Su memoria va más allá de lo visual y atrapa con su maestría el ritmo de la
música, el movimiento de las danzas, el sabor y los olores de nuestra tierra.

Con la tecnología actual podríamos hacer un viaje virtual por los 50 AÑOS de su incansable quehacer artístico. Este
hacedor procedente de la tierra de nuestros ancestros, los Muchick, demuestra una vitalidad y dedicación que sólo la
tienen los privilegiados que aman lo que hacen y que no esperan con ansia a dejar su labor para descansar, ya que lo
que ven salir desde sus conexiones mentales es la razón de su vivir. De las manos y el cerebro de Arias Vera seguirán
brotando imágenes coloridas a pesar de todos los inconvenientes que la vida suele brindar. En este viaje al ayer
contemplaríamos sus primeras obras, en las que predomina el desierto norteño, esos arenales añorados por donde
seguramente paseaba en busca de chaquiras, las raíces de los viejos árboles que adornan aún la entrada de su amado
pueblo, los arrozales con sus verdes y dorados ondeando como mar de esperanza en un tiempo en el cual el norte
peruano sobresalía como primer productor del preciado cereal en el mundo. La obra de Arias Vera es un documento de
cómo la circunstancia y el devenir de la vida influye directamente en la producción de cualquier ser humano más aún del
artista plástico que es y debe ser el catalizador y el reflejo de lo que pasa en su tiempo2.

1 Arias Vera, Luis “Danzas, Mitos, ritos, visiones, señales” Catálogo de exposición,
Galería de Artes Visuales, Lima, 2008, p.3
2 El Maestro Luis Arias Vera ha formado parte de varios grupos a lo largo de su
historia plástica (grupos “Señal “ y “Arte Nuevo”, por ejemplo) y es él mismo un
aglutinador de artistas en su entorno.
Podría clasificarse por épocas la obra de este artista multidisciplinar, según los sitios que le ha tocado vivir. Prefiero
contemplar su producción por técnicas o materiales y reflexionar en cómo ha logrado un lenguaje congruente,
sugerente y personal. Es un artista moderno en medio del posmodernismo y contemporáneo en medio de su búsqueda
en la herencia tradicional de lo precolombino y de aquellas manifestaciones que subsisten a pesar del tiempo y el
espacio. No se entendería de otra manera como un pintor viajero descubre, lejos de su entorno, las iconografías, los
movimientos e inclusive la música que le permite transmitir su preocupación acerca de la situación del hombre en el
cosmos. Todo en su arte es una búsqueda de la armonía con las fuerzas telúricas que nos permiten seguir conectados
a lo bello y a lo bueno. Es un canto de esperanza, es un redescubrir la energía que nos entrelaza a todos los seres
que habitamos este planeta, es un hermoso himno a la hermandad entre todos, pero sobre todo un recordatorio de
que si el hombre no cuida su mundo todo lo que ama desaparecerá de él. En su obra observamos como tejidos a los
hombres con las aves, las plantas y las estrellas. A veces con un barroquismo muy particular que no es otra cosa que un
singular miedo al vacío o una demostración de hiperactividad, inquietante particularidad de los hacedores que no les
permite descansar, otras con composiciones suspendidas transmitiendo una sensación de ingravidez como si de repente
Arias Vera fuese hermano de las aves y contemplara todo desde arriba. Movimiento y ritmo marcan sus obras con
ondulaciones y elaboraciones abiertas que nos sugieren las danzas de nuestros pueblos y los vaivenes de la naturaleza.

Todo mito necesita un rito para recordarlo, para revivirlo, para reinventarlo. Arias Vera recoge de las vivencias, creencias,
signos y señales de nuestros pueblos para dar un giro a su propio arte, convirtiendo lo ritual en mitológico (y viceversa).
Recicla el ayer convirtiendo los objetos del pasado en creaciones actuales. De repente sus obras son tejidos, huacos,
totems, líneas, danzas. El hacedor ha encontrado la fuente de su inspiración y de este modo los más antiguos misterios
de los incas, de los paracas y de los muchick, salen de sus dedos en forma de grabados, pinturas, esculturas y murales.
No importa el material: lo que importa es el sentido y el mensaje que marca su infinita ambición: hacer un arte universal
que tenga sentido para todos. No es un neoindigenismo a ultranza, no es un pop-op andino desmesurado y fastuoso
como mencionan Acha y Traba3, no es una abstracción personal y muchas veces lúdica. No. Arias Vera en sus 50 AÑOS
ha encontrado su lenguaje particular y personal, formando parte, además, de una resistencia ante el facilismo y la
pereza que predomina en nuestros tiempos. Este joven que salió de su pueblo, San pedro de Lloc del norte del Perú,
para convertirse en médico, sabiendo que lo suyo era el arte, se ha transformado en una especie de chaman del color y
de la forma, transmitiendo a la sociedad un mensaje sensible: que la belleza todavía existe, que la creatividad consiste
en reinventarse cada día produciendo sin cesar, que su didáctica hacia los que continuarán es ser un posmoderno de sus
ancestros y por supuesto, de sí mismo.

Mª del Socorro MoraC de Asmat


Doctoranda en Bellas Artes UCM

3 TRABA, Marta, Dos décadas vulnerables en las artes plásticas latinoamericanas,


1950-1970, Siglo Veintiuno Editores, Buenos aires, 2005, p.164.
EL UNIVERSO DE SIGNOS DE LUIS ARIAS VERA

En una primera visión de la obra de Luis Arias Vera, me llamó la atención su espacialidad, su carácter muralista, el
ensamblaje de formas poderosas a la manera de un puzzle que en su continuo fluir tuvieran como destino abandonar la
superficie del cuadro y expandirse, para formar parte de un mural. Y es que ésta es una de las múltiples facetas en las que
se articula la obra de este creador: pintura, escultura, obra gráfica, murales, ámbitos que, aún conservando en cada caso
autonomía propia y peculiaridades expresivas, crean un cosmos de formas originales y unitarias que vienen a manifestar
varios aspectos de una misma poética.

Hay en la obra de Arias Vera algo inmutable, que participa a la vez del presente y de un pasado remoto; es el sentido
ancestral de las formas, su primitivismo, su existencia eterna. En ocasiones parece como si los objetos que surgen de sus
obras procedieran de tiempos inmemoriales y como si, no obstante, las estaciones hubieran pasado sobre ellos sin dejar
huella, confiriéndoles un carácter de eternidad. Refleja un universo simbólico, que en parte son iconos de una cultura
ancestral a la que pertenece y a la que acude de forma recurrente.

Desde otra perspectiva iconográfica, se aprecia en la obra Arias Vera algo de la cultura mochica de su lugar de
origen: animales humanizados, hombres con atributos zoomorfos, seres mitológicos, todo un universo de símbolos
precolombinos insertos en una obra de arte contemporánea. Hay una permanente vinculación llena de resonancias
arcaicas a la naturaleza, en el que lo cíclico está siempre presente, con su devenir de lunas y soles. La idea de traslación
está ahí y conceptos como metamorfosis, movimiento y tránsito y el tiempo –partícipe del nacimiento de las formas y de
su transferencia desde el plano natural al artístico– ha quedado preso en ellas.

En la obra de Arias Vera llama la atención la fuerza expresiva que emana de la conjunción del equilibrio, rigor y pureza en
la composición de sus formas poderosas. Construyen en el espacio una serie de planos ondulados y perfiles curvilíneos
que se oponen o se interrelacionan en una suntuosa dialéctica. La línea, negra o de un variado cromatismo, es un
elemento casi siempre presente, delimitando planos y persiguiendo formas con una precisión y delicadeza extremas.

El color es otro elemento fundamental en su lenguaje, los objetos representados, al igual que los animales y plantas,
asumen una coloración que emana de la propia subjetividad del pintor. Su emoción se traduce en cromatismo, en color
que se hace estructura y describe el espacio que da vida a los seres que lo habitan. En el tratamiento del color busca
la máxima potencialidad expresiva, trabaja con los contrastes de tono y de valor, pero todo ello atemperado por el
sentimiento de pureza que emana de la obra.

Otro apartado muy destacable dentro de las múltiples facetas de este creador es la obra gráfica, en concreto sus
serigrafías. Son obras en las que retoma la iconografía de sus pinturas y en las que, además del delicado empleo del color,
pone de manifiesto sus dotes como dibujante. La precisión y el empeño en conseguir la funcionalidad expresiva hacen
de Arias Vera un artista perfectamente dotado para expresarse en el peculiar lenguaje de la obra gráfica. En él, la visión
profunda se conjuga con el rigor y la delicadeza del trazo.
Luis Arias Vera, este hombre entrañable al que he tenido la suerte de conocer hace ahora poco más de un año, nos ofrece
con su obra una gran riqueza de contenidos que van más allá de toda relación directa con la historia, con el devenir del
hombre contemporáneo, erigiéndose en testimonio de su época.

Gema Goig
Profesora Titular de la Facultad de Bellas Artes
Universidad Complutense de Madrid
Photography by: Baldomero Pestana
Luis Arias Vera

Nacido en San pedro


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50 años mostrando su
ARTE al mundo...
de San Pedro de Lloc a Buenos Aires
capitulo 1

un año intenso en Río de Janeiro


capitulo 2

la experiencia Limeña
capitulo 3

viaje a Estados Unidos, beca a New Yotk city


capitulo 4

1971-1987 los años de la actividad socio-cultural en el Perú


capitulo 5

1988 el retorno a las exposiciones


capitulo 6

1993 a la actualidad, el autoexilio, 16 años fuera del Perú


capitulo 7
index
Buenos Aires, Argentina
1959
1963
María López Rocha y Luis Arias Vera Los años previos
a la Primera
Exposición
Individual en
la Sala LOS
INDEPENDIENTES de
la Calle Maipú.
Buenos Aires,
Argentina en
octubre de 1959.

Luego, en 1963 la
segunda Exposición
Individual en la
Galería ESTIMULO de
Bellas Artes
inaugurada el 23 de
Octubre de 1963.
Al contemplar la Serie de “PAISAJES DESDE
EL ANCESTRO” de Luis Arias Vera, nos
viene a la memoria aquella reflexión sutil
y sagaz de José María Galván Moreno
sobre “El despertar del Arte Hispano
Americano” cuando manifiesta que: “En
el tiempo en que tratamos de medir el
arte desde sus propios supuestos, hay
que apreciar el arte americano, desde su
propia intención americana. El arte europeo
busca la naturaleza esencial de la forma.
El arte americano, la forma esencial de la
naturaleza”. Para este representante de la
novísima generación de pintores peruanos,
el planteo de su concepción estética difiere
de aquella tradicional indigenista que hizo
gravitar Sabogal y así en pos de su propio
camino, trata de elaborar un lenguaje que
en pos de la metáfora plástica, exprese las
“vivencias” americanas que alcanzan “la
Arias Vera - Galería Estímulo

forma esencial de la naturaleza”.

El paisaje de alta montaña se transfigura,


por un proceso geometrizante, dentro de
la abstracción lírica, animada por los ritmos
quebrados de la morfología rocosa, así
como también por las curvas de las barcas
indígenas, dentro de una entonación donde
gravitan las tierras rojas.

Las depuradas imágenes Geométricas


conviven en interpenetrados planos, por
la presencia de un ritmo dinámico, en que
la forma y el color responden a un sentido
compositivo. Es entonces que entran en
juego los elementos “telúricos” de su tierra
natal: el paisaje de San Pedro de Lloc, en
Pacasmayo, norte del Perú.
La luz que baña la rojiza piedra le permite
obtener, por una elaborada factura, sutiles
matizaciones, no exentas de lírica evocación.

Arias Vera trata de penetrar en el secreto de


las cosas que le rodean y sustenta su expresión
dentro de un orden estético.

VICENTE P. CARIDE
Octubre de 1963
1 año en BRASIL
1964
Mural en el Leme Palace Hotel

Alia facilis
interpretaris
cu mei, at vim
ubique nonummy
aliquyam. An sea
nostrud scaevola
signiferumque,
illum possim
fabellas ei
pri. Et mea
tibique assentior
appellantur, nam
at amet doctus
viderer. Reque
doctus mandamus
qui ut, vim altera
aliquip te. Ut sale
constituto usu,
Dicunt maiorum
theophrastus
et has, duo
zzril torquatos
omittantur eu.
Sea ut offendit
reprimique
scriptorem. Eam
in illud iisque
veritus. Ne
meliore aliquando
pertinacia mea, id
vim dicat ullum
graeco. An eos
fierent praesent
hendrerit, te est
affert delicata
suscipiantur.
Eos numquam philosophia cu, ut putent civibus contentiones mel, te ius dictas maiestatis. Eum
dicunt erroribus patrioque an, sit cu minim soleat perfecto. Pro ne rebum saepe audire, nostrum
repudiare consectetuer est an. Hinc mucius complectitur ex mea, id choro ubique civibus duo,
numquam equidem constituto quo ex. Justo saepe atomorum mei at, te dignissim voluptaria sed,
ut modo convenire maiestatis duo. Ne viderer invidunt eos, esse dicunt vim cu. Et nam noster
corpora, nam postulant salutatus expetendis id.

Clita vivendum rationibus id pri, mei errem viderer intellegam et. Ne pro nostro aperiam rationibus,
duo ut facete nonummy, an regione corrumpit nam. Fabulas detraxit insolens at mei, facilis
tincidunt comprehensam vis ea, pro at everti dolores. Eu vel bonorum legendos splendide, eos ne
probo liber nominati. Fabulas salutandi contentiones sed ad, splendide interesset ea mei, ne cum
labitur epicuri inimicus. His no erat dicam appellantur, apeirian democritum per in.
Te tota omnis concludaturque est, eum no erat putant tincidunt, duo no officiis
gloriatur. Indoctum referrentur philosophia vis in, per erant animal suscipiantur ut.
Ex per debet simul iracundia, ius ei cetero voluptatum interpretaris. Vel ad quidam
labores, simul percipit at sit, no eum quodsi eripuit partiendo. Sed verear vocibus
luptatum cu, vis an lobortis imperdiet persecuti. Ut his magna oportere sapientem, at
vis alia dicat oblique, vel facer legimus detraxit ea.

Ne agam ferri iracundia eos, id pri idque impetus insolens, sit ad regione qualisque. Ius
decore discere ponderum ex, cu usu sint iriure indoctum. Sed te meis dolores suavitate,
in pri homero dolores expetenda. Pro at animal feugiat fierent, iusto accusamus his ut,
id vix eripuit persecuti necessitatibus. Laudem corpora sententiae ex pro, puto assum
aeterno vis in, mei diam kasd nominavi et. Vix sint graeco ne, zzril atomorum cu nec.

Dicunt maiorum
theophrastus
et has, duo
zzril torquatos
omittantur eu.
Sea ut offendit
reprimique
scriptorem. Eam
in illud iisque
veritus. Ne
meliore aliquando
pertinacia mea, id
vim dicat ullum
graeco. An eos
fierent praesent
hendrerit, te est
affert delicata
suscipiantur.
Summo docendi volutpat usu ea, kasd facete
mandamus nec eu. Ut eos illud persequeris
vituperatoribus, pro vero ullum reformidans
no, in prima porro dissentiunt sea. Mazim
tamquam theophrastus mel an, autem dolorem
percipitur ex has, partem prodesset quo et. Ad
minim utamur eligendi his, cum ullum vocent
efficiendi ne, his everti lucilius et. Numquam
dolores intellegat mea et, at vocent aperiam
eloquentiam mea. Eos in postulant expetenda
consequat, putent appetere recteque quo ad,
vel reque dicam quaerendum ne.

Te tota omnis concludaturque est, eum no


erat putant tincidunt, duo no officiis gloriatur.
Indoctum referrentur philosophia vis in, per
erant animal suscipiantur ut. Ex per debet
simul iracundia, ius ei cetero voluptatum
interpretaris. Vel ad quidam labores, simul
percipit at sit, no eum quodsi eripuit partiendo.
Sed verear vocibus luptatum cu, vis an lobortis
imperdiet persecuti. Ut his magna oportere
sapientem, at vis alia dicat oblique, vel facer
legimus detraxit ea.

Ne agam ferri iracundia eos, id pri idque


impetus insolens, sit ad regione qualisque. Ius
decore discere ponderum ex, cu usu sint iriure
indoctum. Sed te meis dolores suavitate, in
pri homero dolores expetenda. Pro at animal
feugiat fierent, iusto accusamus his ut, id
vix eripuit persecuti necessitatibus. Laudem
corpora sententiae ex pro, puto assum aeterno
vis in, mei diam kasd nominavi et. Vix sint
graeco ne, zzril atomorum cu nec.
Summo docendi volutpat usu ea, kasd facete
mandamus nec eu. Ut eos illud persequeris
vituperatoribus, pro vero ullum reformidans
no, in prima porro dissentiunt sea. Mazim
tamquam theophrastus mel an, autem
dolorem percipitur ex has, partem quo et. Ad
minim utamur eligendi his, cum ullum vocent
efficiendi ne, his everti lucilius et. Numquam
dolores intellegat mea et, at vocent aperiam
eloquentiam mea. Eos in postulant expetenda
consequat, putent appetere recteque quo ad,
vel reque dicam quaerendum ne.

Te tota omnis concludaturque est, eum no


erat putant tincidunt, duo no officiis gloriatur.
Indoctum referrentur philosophia vis in, per
erant animal suscipiantur ut. Ex per debet
simul iracundia, ius ei cetero voluptatum
interpretaris. Vel ad quidam labores, simul
percipit at sit, no eum quodsi eripuit partiendo.
Sed verear vocibus

Ne agam ferri iracundia eos, id pri idque


impetus insolens, sit ad regione qualisque. Ius
decore discere ponderum ex, cu usu sint iriure
indoctum. Sed te meis dolores suavitate, in
pri homero dolores expetenda. Pro at animal
feugiat fierent, accusamus his ut, id vix eripuit
persecuti necessitatibus. Laudem corpora
sententiae ex pro, puto assum aeterno vis in,
mei diam kasd nominavi et. Vix sint graeco ne,
zzril atomorum cu nec.
Te tota omnis concludaturque est, eum no erat putant tincidunt, duo no officiis
gloriatur. Indoctum referrentur philosophia vis in, per erant animal suscipiantur ut.
Ex per debet simul iracundia, ius ei cetero voluptatum interpretaris. Vel ad quidam
labores, simul percipit at sit, no eum quodsi eripuit partiendo. Sed verear vocibus
luptatum cu, vis an lobortis imperdiet persecuti. Ut his magna oportere sapientem, at
vis alia dicat oblique, vel facer legimus detraxit ea.
la experiencia LIMEÑA
1965
1968
Ne agam ferri
iracundia eos, id
pri idque impetus
insolens, sit ad

Mural en el Leme Palace Hotel


regione qualisque.
Ius decore discere
ponderum ex, cu
usu sint iriure
indoctum. Sed
te meis dolores
suavitate, in pri
homero dolores
expetenda.
Pro at animal
feugiat fierent,
iusto accusamus
his ut, id vix
eripuit persecuti
necessitatibus.
Laudem corpora
sententiae ex pro,
puto assum aeterno
vis in, mei diam
kasd nominavi et.
Vix sint graeco ne,
zzril atomorum cu
nec.
Dicunt maiorum
theophrastus
et has, duo
zzril torquatos
omittantur eu.
Sea ut offendit
reprimique
scriptorem. Eam
in illud iisque
veritus. Ne
meliore aliquando
pertinacia mea, id
vim dicat ullum
graeco. An eos
fierent praesent
hendrerit, te est
affert delicata
suscipiantur.

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